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  • La lucha por libertad para predicar por todo el mundo
    La Atalaya 1955 | 15 de mayo
    • La lucha por libertad para predicar por todo el mundo

      “El rey concedía á los Judíos que . . . estuviesen á la defensa de su vida.”—Ester 8:11, Val.

      1. ¿Qué profecías señalan a una lucha por libertad para predicar por todo el mundo?

      JEHOVÁ Dios manda que estas buenas nuevas se prediquen por todo el mundo. (Mat. 24:14) Jesús advirtió: “Ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.” (Mat. 24:9, NM) David declaró: “¿Por qué se amotinan las naciones? . . . y príncipes consultarán a una contra Jehová, y contra su Ungido, diciendo: ¡Rompamos las coyundas de su yugo, y echemos de nosotros sus cuerdas!” (Sal. 2:1-3) Esto significa que habrá una lucha por libertad para predicar por todo el mundo.

      2. Nuestra lucha por libertad para predicar tiene ¿qué paralelo antiguo?

      2 Esta lucha mundial de la actualidad halla un paralelo en los tiempos antiguos. En el siglo quinto a. de J.C. el Imperio persa era la potencia mundial. Estaba gobernado por Asuero, a quien comúnmente se conoce en la historia como Jerjes. El pueblo de Dios estaba en cautiverio y esparcido por todo aquel mundo. El inicuo primer ministro, Hamán, procuraba destruir a todos los del pueblo de Dios a través del imperio. (Ester 3:6) Embaucó al rey de modo que firmara un inalterable decreto de muerte para ellos. Entonces Jehová usó a Ester, la nueva esposa del rey. A ruego de Mardoqueo ella intervino. Se hizo una petición para dar alivio de la sentencia de muerte que había sido ordenada por el rey. El rey concedió la petición de Ester. No cambió el decreto, pero él ordenó que todos los judíos en cada una de las provincias y en cada ciudad estuviesen a la defensa y lucharan por su vida. (Ester 8:11, 12) Los del pueblo de Jehová se juntaron en todas las ciudades y provincias. Lucharon por su vida en todo ese imperio.—Ester 9:16.

      3, 4. (a) ¿Por qué es tan vital que luchemos por libertad para predicar? (b) ¿Quién es el enemigo principal de nuestra libertad para predicar, y qué tácticas emplea él?

      3 ¿No están los testigos de Jehová del día presente en la misma posición que aquellos antiguos siervos de Dios? ¡Sí, exactamente! Tenemos que luchar por nuestra vida por todo el mundo. Puesto que nuestra vida está en peligro luchamos por libertad para predicar las buenas nuevas. ¡Nuestra vida depende de predicarlas fielmente! De hecho, la necesidad de hacerlo está impuesta sobre todos nosotros. ¡Ay de cada uno de nosotros, hasta el último, si no declaramos las buenas nuevas pública y denodadamente! (1 Cor. 9:16; Eze. 3:20) Jehová ha declarado: “Si yo digo al impío: ¡Impío, vas a morir!; si tú no hablas al impío para apercibirle de su mal camino, el impío morirá por su iniquidad, pero de su sangre te pediré yo cuenta a ti.” (Eze. 33:8, NC) La única manera en que podemos esperar salvarnos es predicando y declarando las buenas nuevas para la salvación de otros.—1 Tim. 4:16.

      4 El Diablo es el gobernante invisible de este presente inicuo sistema de cosas. (2 Cor. 4:4) ¿No conoce Satanás las Escrituras? ¡Seguramente que sí! ¿No se las citó a Jesús? (Mat. 4:6) Él sabe que la única manera en que puede destruir a los testigos de Jehová, conforme a Ezequiel 33:8, 9, es obligándonos a dejar de predicar en todas las naciones como mandó Jehová que se predicara. Él sabe que si cesamos sufriremos la muerte. En su esfuerzo por pararnos, él, por lo tanto, hace agravio en forma de ley contra nosotros por todo el mundo. Por lo tanto, la Palabra revelada de Jehová manifiesta que tenemos que luchar por la libertad. ¡Llamémosla “La lucha por libertad para predicar por todo el mundo”!

      5, 6. (a) ¿Quién es el Autor de la libertad y a quién usa él para hacernos libres? (b) ¿Cómo únicamente podemos mantenernos libres, y qué ejemplo nos puso Jesús en conexión con esto?

      5 ¿De dónde emana nuestra libertad? ¿Es de las naciones de este mundo y sus gobernantes? ¡No! Jehová Dios es el autor de la libertad. Con nosotros hay libertad. Como está escrito en 2 Corintios 3:17 (NM): “Ahora, Jehová es el espíritu; y donde está el espíritu de Jehová, hay libertad.” Nosotros hemos sido libertados por el Hijo de Dios, Jesucristo. “Si permanecen en mi palabra, ustedes verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Entonces si el Hijo los liberta, realmente serán libres.” (Juan 8:31, 32, 36, NM) Tenemos como bendición esa libertad que apreciamos como tesoro. Pero tenemos que luchar para conservarla. Es el conocer y hablar la verdad con exactitud lo que nos mantiene libres.

      6 ¿Quién fué el primero que poseyó esta libertad? Jesús fué el primero que declaró tenerla. Fué perseguido. Tuvo que luchar por su derecho para predicar. Lo hizo, siguiendo adelante sin ninguna protección de parte del gobierno romano. Él declaró el derecho para predicar dado por Dios. Dió esta libertad a otros. (Gál. 5:1) ¿Reclamó alguna garantía como ciudadano? No, él no tenía ciudadanía romana. Su ciudadanía estaba en el cielo. Él reclamó la libertad fundamental para predicar dada por Dios. ¿Tuvo miedo porque no tenía ninguna protección de parte del gobierno de César? ¡No! Él declaró su libertad con un arrojo que fué amedrentador. Demostró su confianza en el poder de Jehová, el Dador de libertad. Él dijo: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo pero que no pueden matar el alma; sino más bien estén en temor de aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”—Mat. 10:28, NM.

      7, 8. ¿Por qué no debe sorprendernos la persecución? Al contrario, ¿qué efecto debe tener en nosotros?

      7 ¿No nos manifiesta esto que Jesús esperaba ser perseguido por los gobernantes a causa de reclamar la libertad dada por Jehová Dios? ¡Sí! Y Jesús también sabía que la persecución no se consumiría en él ni terminaría con su muerte. Sabía que cada uno de sus seguidores sería perseguido así como él lo había sido. ¿Indicó él que esto se limitaría sólo a unas cuantas naciones? ¡No! ¡Él manifestó que esta persecución vendría de todas, de cada nación! Él dió la razón. Sería porque nosotros llevamos su nombre. Jesús dijo: “Si ellos me han perseguido a mí, los perseguirán también a ustedes; . . . Pero ellos harán todas estas cosas contra ustedes a causa de mi nombre.”—Juan 15:20, 21, NM; Mat. 24:9.

      8 El maltrato que recibimos no nos sorprende. No es como si fuera inesperado. (1 Ped. 4:12) ¿Nos desanima? No, realmente nos anima. Nos demuestra que nosotros somos las personas dignas de llevar su nombre. Jesús también mencionó nuestra persecución como una señal del cercano fin de este inicuo sistema de cosas. Por eso alzamos la cabeza y nos regocijamos. La persecución es una señal segura de que nuestra liberación completa del presente inicuo sistema de cosas rápidamente se acerca. “Pero al empezar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen la cabeza, porque su liberación se está acercando.” (Luc. 21:28, NM) Esto nos da valor para seguir adelante en “la lucha por libertad para predicar por todo el mundo.”

      LUCHANDO SIN GARANTÍA CONTRA LA PERSECUCIÓN

      9, 10. (a) A pesar de la persecución y la falta de garantías legales, ¿qué manera de proceder siguieron los apóstoles? (b) ¿Cuál era su actitud respecto al derecho de predicar?

      9 ¿Se dieron por vencidos los seguidores primitivos tales como los apóstoles y discípulos en la lucha por predicar el evangelio por todo el mundo porque no tenían una licencia o garantía contra la persecución de parte de César? Sólo un apóstol fué ciudadano romano. Ese fué Pablo. Los otros eran judíos que vivían bajo ocupación militar por Roma sin ningún derecho de ciudadanía romana. Todos ellos siguieron predicando osadamente, como Jesús, aunque sus derechos no estuvieron garantizados por César. Los derechos de Pablo como ciudadano romano no detuvieron su persecución. Aparentemente él fué perseguido más que algunos de los otros apóstoles. Todos ellos tuvieron que luchar por libertad para predicar. Los apóstoles no pudieron ser detenidos por no tener ellos una licencia o garantía de César. Ellos continuaron predicando. Muchos hasta entregaron su vida por las buenas nuevas.

      10 Pelearon por libertad para predicar la Palabra de Dios. A causa de que reclamaron la libertad dada por Jehová los apóstoles primitivos fueron atropellados, arrestados, perseguidos, encarcelados y azotados con látigos. (Hech. 4:3; 5:17-27) Los religiosos falsos no podían aguantar el oír su mensaje mordaz y penetrante. A los apóstoles se les acusó de haber trastornado al mundo. (Hech. 17:6) Les mandó el sumo sacerdote que ya no predicaran en el nombre de Jesús. Pedro y los apóstoles hicieron una declaración de derechos, ¡su libertad dada por Dios! Ellos dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 5:29, NM) El odio que se tenía a su predicación y libertad no terminaba en los tribunales. Cuando ganaban sus causas ante los jueces y salían absueltos los seguía la chusma que asistía al proceso. Sus perseguidores los golpeaban. (Hech. 5:40) ¿No volvía loco al enemigo la justicia hecha en los tribunales?

      11, 12. (a) ¿Quiénes sufrieron, y cómo, debido a que lucharon por libertad para predicar? (b) ¿De qué instrumento legal se valió Pablo en su lucha por libertad para predicar?

      11 ¿Qué más sucedió a causa de la lucha denodada de la iglesia primitiva por conservar su libertad? Comúnmente se sabe que, después de Jesús, Esteban fué el primer mártir cristiano. A la fuerza lo trajo una chusma al Sinedrio. Allí dió él un elocuente testimonio público. Los de la chusma se apoderaron de él. Entonces lo arrastraron hasta la orilla de la ciudad. ¡Lo echaron de la población! Allí lo mataron a pedradas fuera de los límites de la ciudad. Saulo (que después llegó a ser el apóstol Pablo) estuvo presente y conspiró con los asesinos de Esteban. (Hech. 6:11-8:1) No olviden, tampoco, que el rey Herodes hizo que Santiago fuera decapitado con la espada.—Hech. 12:2, UTA.

      12 El apóstol Pablo mismo fué apedreado. Lo atropellaron y lo arrastraron afuera de los límites de la ciudad de Listra. Allí lo dejaron, dándolo por muerto. (Hech. 14:8-19) La prosperidad de la obra misional de Pablo y Silas suscitó otra chusma de religiosos falsos en Filipos. Los atropellaron e hicieron que fueran arrestados y echados en la cárcel y les metieron los pies en el cepo. Un terremoto a media noche los libertó. (Hech. 16:16-26) Las autoridades amedrentadas querían que los testigos de Jehová salieran de la ciudad secretamente. ¿Aceptaron Pablo y Silas la componenda? ¡No! Hicieron que se dispusiera de la causa abiertamente. Pablo reclamó su ciudadanía romana. Esto asombró a sus acusadores. Su denuedo de habla los amedrentó. (Hech. 16:37, 38) ¿No usó Pablo su ciudadanía con el fin de luchar para predicar? Cuando estuvo ante Festo sin vacilar apeló a César, un derecho que los judíos no tenían. (Hech. 25:10-12) Pablo no podía haber apelado su causa a César e ido a Roma para una audiencia si no hubiera sido ciudadano romano.

      13, 14. ¿Cuál fué el registro de Pablo como luchador por la libertad para predicar, y qué consejo nos dejó para que lo siguiéramos?

      13 Pablo peleó por libertad para predicar las buenas nuevas por todo el mundo. Siempre estaba listo con una respuesta. Siempre estaba vigilante para luchar por libertad para predicar por todo el mundo. Él escribió: “Es del todo propio para mí pensar esto concerniente a todos ustedes, a causa de que los tengo en mi corazón, todos ustedes siendo participantes conmigo en la bondad inmerecida tanto en mis cadenas de prisión como en defender y legalmente establecer las buenas nuevas.” (Fili. 1:7, NM) Peleó por el derecho de predicar con arrojo, aun cuando estaba en prisiones. (Efe. 6:19, 20) Pablo, aun mientras estaba preso en Roma esperando proceso ante César, no dejó de predicar. Mientras estuvo bajo la constante vigilancia de un soldado durante dos años en Roma él predicó las buenas nuevas. Predicó a grandes números de personas que venían a verlo, y lo hizo “con la mayor libertad de palabra, sin estorbo.”—Hech. 28:30, 31, NM.

      14 Probablemente Pablo estuvo en la cárcel más frecuentemente que ningún otro apóstol. Se le golpeó con el látigo excesivamente y a menudo casi lo mataron. ¿Hubo ocasión en que permitiera él que alguna de estas cosas lo hiciera retroceder? ¡No! Él arrostró y venció estos peligros y muchos otros en su lucha por libertad para predicar por todo el mundo. (2 Cor. 11:21-27) ¿Nos dejó algún consejo que seguir? Noten sus palabras a Timoteo. Por medio de éstas nos dice a todos que seamos luchadores por libertad para predicar: “Lucha por la victoria en la correcta contienda de la fe.”—1 Tim. 6:12, NM.

      15. ¿Quiénes son nuestros verdaderos enemigos, y cuál es nuestra única arma de ataque?

      15 Pablo definidamente identificó a nuestros enemigos verdaderos. ¿Se dijo que eran carne y sangre? ¡No! Él manifestó que no pueden ser alcanzados por las armas carnales de este mundo malo. ¿Quiénes son ellos? Son los demonios invisibles que dominan y gobiernan a este viejo mundo con su caudillo el Diablo. (Juan 14:30; 2 Cor. 4:4; Efe. 6:12) Por lo tanto, nosotros no nos excitamos ni tememos cuando vemos las hordas del género humano alejado de Dios que están de punta contra nosotros. Claramente vemos que las armas de combate de este viejo mundo de nada sirven en la lucha mundial por libertad para predicar. La única arma que podemos usar en la lucha es la espada de dos filos del espíritu, la cual es la Palabra de Dios. ¿No es poderosa para derribar las fortalezas del error y poder de este mundo? Es la más poderosa de todas las armas de combate. (Efe. 6:17) El apóstol Pablo escribió: “Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que cualquier espada de dos filos y penetra hasta dividir el alma y el espíritu, y las coyunturas y su tuétano, y puede discernir los pensamientos e intenciones del corazón.” (Heb. 4:12, NM) ¡Eso es verdad! ¡Nunca se olvide de ello!

      IDENTIFICADOS POR LA PERSECUCIÓN

      16. Al seguir a Jesús, ¿en qué respecto seremos como él, y de qué manera?

      16 ¿Qué prueba tenemos de que Jehová nos está usando para cumplir profecías que Jesús declaró? ¡La evidencia innegable es que estamos siendo perseguidos como Jesús fué perseguido, y por la misma razón! Él usa la persecución que nos ha sobrevenido para definidamente identificar el tiempo en que ahora estamos. (Mat. 24:9) Identificó su ocupación cuando estuvo ante Pilato: “Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37, NM) Nosotros seguimos en sus pisadas habiendo recibido la misma asignación de Jehová, ¡dar testimonio a la verdad! Como resultado se nos persigue por todo el mundo. Se nos odia por todo el mundo por causa de su nombre.

      17, 18. (a) ¿Qué registro hicieron los testigos de Jehová en la lucha por libertad para predicar desde 1933 basta 1945? (b) Desde entonces ¿qué han experimentado en los países de dominio comunista?

      17 Es un relato muy conocido lo concerniente a la lucha por libertad que pelearon los testigos de Jehová para predicar en tierras dominadas por los nazistas y fascistas desde 1933 hasta 1945. Miles de testigos fueron arrojados a los campos de concentración. Muchos fueron atormentados y muertos. Un sinnúmero murió a causa de su lealtad a Jehová Dios. Estos pudieran haber vivido si hubieran optado por renunciar al nombre de Jehová Dios. Toda persona bien informada sabe de la intensa persecución que sufrieron los testigos de Jehová en los Estados Unidos y el Canadá durante el período de 1933 a 1945. ¡Recuerde los miles de casos en los tribunales y los centenares de asaltos por chusmas! Más de setenta países en un tiempo u otro durante los pasados cuarenta años han hecho decretos restrictivos y han perseguido a los testigos de Jehová.

      18 ¿Hizo la caída de la Alemania nazista, la Italia fascista y el Japón al fin de la II Guerra Mundial que no fuéramos perseguidos más? ¡No, no hizo eso! En tierras dominadas por los gobernantes comunistas en la Europa oriental hemos sido proscritos porque rehusamos dejar de predicar. Miles de testigos de Jehová han sido arrojados a calabozos y campos de concentración. Vea lo que ha sucedido en la Alemania Oriental, Polonia, Checoeslovaquia y otros países. ¡Miles de testigos de Jehová están en las cárceles y campos de trabajo forzado! Hoy en todos los países comunistas los testigos de Jehová son acechados y los persiguen como a fieras los cazadores, la policía secreta. Se imponen edictos restrictivos para prohibir por completo la predicación del evangelio en esas tierras comunistas. Allí han encarcelado a nuestros hermanos y los juicios que se les ha concedido han sido una farsa. A muchos se les ha dado muerte.

      19. ¿De qué manera son diferentes los arrestos de los testigos de Jehová a los de los clérigos?

      19 Ninguna otra organización religiosa sobre la tierra ha sido perseguida por el nombre de Jehová Dios, nombre que también es representado por el nombre de Jesús. Sí, es verdad que algunos clérigos religiosos han sido encarcelados en estas tierras comunistas. Pero éstos no fueron encarcelados por causa de la justicia. (1 Ped. 3:14) Fueron encarcelados debido a razones políticas. No fueron encarcelados debido a que testificaran a favor de Jehová Dios o por llevar el nombre de Jesús. Hoy las iglesias católicas y protestantes todavía están libres para celebrar servicios eclesiásticos públicos en tales lugares como Polonia, Checoeslovaquia, Alemania Oriental y en otros países comunistas. En estos países los testigos de Jehová no pueden adorar a Dios públicamente.

      20. (a) Durante los pasados dos años, ¿en qué otros países en particular han sufrido violenta persecución los testigos de Jehová? (b) ¿Qué han mostrado los informes del Yearbook de los pasados nueve años?

      20 En otros países continúa la persecución. ¿Sabe usted que recientemente, en enero de 1954, la legislatura de Quebec, Canadá, impuso una proscripción contra los testigos de Jehová? Estipuló para los testigos de Jehová tratamiento semejante al que ordenó Adolfo Hitler en la Alemania nazista. Esto se efectuó a ruego del primer ministro católico de Quebec, Duplessis. No olvide que la proscripción contra los testigos de Jehová continúa en la República Dominicana y en otros países. Recordemos los atropellos y tiroteos de emboscadas contra nuestros hermanos reunidos en asambleas en las Islas Filipinas durante años recientes. Considérese la multitud de otros casos de persecución por todo el mundo que se revela en los informes de cada Yearbook of Jehovah’s Witnesses (Anuario) durante los últimos nueve años. ¡Observe los países democráticos de Europa: Italia, Francia, Suiza y las tierras escandinavas! De hecho, por todas partes del mundo, África, Asia y las islas del mar, una lucha ardua y buena se ha peleado por libertad para predicar. Nosotros, mediante la ayuda de Jehová, nos aferramos a esta libertad por todo el mundo. Aunque es una lucha en muchos tribunales del país y significa persecución para los siervos fieles de Jehová, nos adherimos tenazmente a este glorioso tesoro de servicio, predicando por todo el mundo.

      21. ¿Cuál es el único grupo cristiano que cumple lo predicho en Mateo 24:9, y cómo se siente éste acerca de ello?

      21 Seguramente este testimonio procedente de muchas tierras, que se levanta hasta la altura de las montañas, demuestra que la persecución continúa. ¿Qué grupo cristiano es identificado por el cumplimiento mundial que tienen hoy día las palabras de Jesús? Aquí está la prueba tan clara como es posible exponerse. Los hechos hablan por sí mismos. No es necesario que se diga más para demostrarlo. Es indisputable. ¿Quiénes componen este grupo? Ustedes, los fieles testigos de Jehová. Ustedes son a quienes Jesús identificó. Ustedes son quienes sufren persecución por causa de la justicia en todas las naciones. (Mat. 24:9; 2 Cor. 1:7; Col. 1:24) ¿Están ustedes tristes? ¡No! ¡Ustedes se sienten felices al ser dicho pueblo favorecido! (Sant. 1:12) Pedro dijo: “En verdad, ¿quién es el hombre que les hará daño si ustedes se hacen celosos de lo que es bueno? Pero aun si tienen que sufrir por causa de la justicia, ustedes son felices.”—l Ped. 3:13, 14, NM.

      22. Las circunstancias indican que hagamos ¿qué? en nuestra lucha mundial por libertad para predicar.

      22 Esta persecución mundial nos somete a una variedad de pruebas. Nos obliga a usar todo método posible en la lucha por libertad para predicar por todo el mundo. Nuestro método de luchar necesariamente tiene que variar en diferentes países. Esto es así a causa de que nuestra lucha tiene que ser legal. Los procedimientos judiciales establecidos por leyes para luchar legalmente difieren en todas las naciones del mundo. Es imposible que todos los procedimientos judiciales sean los mismos en todas partes.

      23, 24. (a) ¿Cómo se lleva a cabo la lucha por libertad para predicar en tales países democráticos como los Estados Unidos y el Cómmonwealth Británico de Naciones? (b) Donde no es posible proceder de tal manera, ¿cómo se lleva a cabo?

      23 Países democráticos como los Estados Unidos, el Cómmonwealth Británico de Naciones y algunos países de Europa, son liberales al darnos procedimientos judiciales para usar en nuestra lucha. Nos permiten apelar a “César” al dejarnos hacer nuestra defensa en los tribunales. ¿Hacemos uso de los tribunales en dichos países? ¡Sí! Libremente y sin vacilar apelamos a los tribunales para la defensa del derecho de predicar. Jehová ha usado a los jueces para ayudarnos a establecer legalmente las buenas nuevas. Han apilado un gran montón de victorias. Estas se levantan como un bastión. Cientos y miles de causas han sido apiladas a la altura de una montaña en la lucha mundial por libertad para predicar. Subsisten como un baluarte poderoso.

      24 Otras naciones no nos conceden apelar a los tribunales para proteger nuestra predicación. Tenemos que apelar a “César,” a saber, al jefe de estado, tal como el primer ministro o el presidente o jefe de gobierno. Esto lo hacemos. Reclamamos nuestros derechos y discutimos ante ellos como Moisés ante Faraón. Cuando la autoridad para proteger y defender el derecho para predicar se coloca por “César” en manos de algunos funcionarios estatales, provinciales, municipales o locales, sin reserva apelamos a tales funcionarios. Pedimos a todos ellos que den órdenes para proteger el derecho que tenemos para hacer nuestra obra. ¿No hemos apelado repetidamente a autoridades de algunos países para que éstas levanten proscripciones? ¡Recuerde la montaña de cablegramas enviados a Adolfo Hitler! ¡Considere las peticiones que pedían el levantamiento de la proscripción y estaban a favor de una Declaración de Derechos en el Canadá! Piense en las grandes peticiones dirigidas al Congreso contra el boycoteo católico romano impuesto a estaciones de radio en los Estados Unidos que transmitían programas de los testigos de Jehová. Hemos pedido a las autoridades que den órdenes permitiendo la importación de literatura. En muchos países hemos apelado a los funcionarios pidiendo que dejen entrar en sus países a misioneros enviados de la oficina principal de la Sociedad para predicar allí. Jamás hemos descuidado alguna oportunidad de luchar legalmente por el derecho mundial para predicar.

  • Nunca luchando ilegalmente o cesado de predicar por todo el mundo
    La Atalaya 1955 | 15 de mayo
    • Nunca luchando ilegalmente o cesado de predicar por todo el mundo

      1. ¿Qué haremos y qué no haremos en nuestra lucha por libertad para predicar?

      LOS testigos de Jehová nunca recurren a algún medio ilegal o ilícito en la lucha por libertad para predicar por todo el mundo. ¿Tomamos nosotros, Sus testigos, la ley en nuestras propias manos? ¡No! Nosotros no obramos de concierto contra los funcionarios gubernamentales. ¡No entramos por fuerza a través de la Cortina de Hierro! No perjudicamos a funcionarios, y no nos armamos para oponernos a ellos. No abogamos por derrocamientos de gobiernos mediante la fuerza o violencia ya sea por hombres o grupos de hombres. Esto es cierto aun cuando ese gobierno oprima nuestra obra dada por Dios de predicar las buenas nuevas del Reino. Sólo usamos los instrumentos de combate que se pueden usar conforme a la ley de determinado país. Supongamos que la ley de un país no tenga ningún procedimiento judicial con el cual podamos pelear legalmente. Entonces no procuramos rehacer al gobierno o cambiarlo o rebelarnos contra él.

      2. ¿Qué manera de proceder puede adoptarse en ciertos países, por qué, y quién decide tal plan de acción?

      2 En algunos países los gobiernos son tan inestables, o la oposición a la verdad es tan grande, que es imprudente predicar pública o abiertamente. En dichos países no se puede recurrir a los tribunales y los funcionarios no protegerán nuestros derechos. Sabemos que si hay conmoción o dificultad allí puede resultar en una proscripción veloz. La razón es que existe dominio católico o gobierno totalitario. En algunos países sólo es por el favor de los funcionarios que se permite hacer la obra de casa en casa. La predicación en las calles se prohibe. En dicha situación no se insiste en el derecho de predicar en las calles. La Sociedad decide esto. Este plan de acción nunca se establece por los hermanos locales. El demandar el derecho de hacer la obra en las calles en dichos lugares resultaría inevitablemente en la imposición veloz de una proscripción. Puede hacer que los funcionarios paren la predicación de puerta en puerta de las buenas nuevas. En tales países oramos “respecto a reyes y a todos los que están en puestos encumbrados, para que podamos continuar llevando una vida tranquila y sosegada con plena devoción piadosa y seriedad.”—1 Tim. 2:1, 2, NM.

      3, 4. (a) En los lugares donde no es legal ir de casa en casa, ¿cómo se lleva a cabo la obra de predicar? (b) ¿Qué razones y apoyo bíblico tenemos para proceder de tal manera?

      3 En algunos países no es legal trabajar abiertamente de casa en casa con la literatura. A fin de evitar contienda con las autoridades y proscripción total, puede que la Sociedad dirija que la testificación se limite a la predicación oral con la Biblia. Así se hace posible identificar o marcar a las personas de buena voluntad. Después se vuelve a visitar a estas personas y se les da la oportunidad de recibir las publicaciones en que se revela la Palabra de Dios. Esto se hace a un tiempo conveniente. Esto se hace en la soledad de sus hogares y fuera de la vista del enemigo. ¿No es mucho más prudente evitar la distribución pública de literatura en algunos países, especialmente cuando el insistir en la distribución abierta significa un fin veloz de la libertad para hacer la obra? ¡El hacer la pregunta manifiesta una respuesta afirmativa a ella!

      4 Hay sanas razones bíblicas para modificar los métodos de trabajo en diferentes países. No somos enviados al mundo para ir a la cárcel. No optamos por ser mártires muertos. Nuestro propósito es lograr la predicación del evangelio. Para que se haga tenemos que estar libres y vivos. (Ecl. 9:10) Para que el evangelio se predique en todo el mundo, por lo tanto, debemos recordar que Jesús dijo que éramos “ovejas en medio de lobos.” Es evidente que no podemos predicar en España o Argentina como ahora predicamos en los Estados Unidos. Por lo tanto, tenemos que ejercer extremado tino teocrático, mostrando que somos “cautos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas.” (Mat. 10:16, NM) El espíritu de una mente sana dicta que el hacer otra cosa sería insensatez. El proverbio dice: “El cauto ve el mal y se esconde, los simples pasan adelante y sufren las consecuencias.” (Pro. 27:12, BC) Una expresión común es apropiada: “Los tontos entran precipitadamente adonde los ángeles temen pisar.” ¿De qué serviría pelear una batalla inútil en algunos países para poder predicar abiertamente? Supongamos que, como resultado de la pelea, no se permitiera absolutamente ninguna obra de testificación. Que todo fuera proscrito. Entonces ¿qué? Eso no mantendría activa a la obra. ¿No podemos lograr más obrando un poco menos visiblemente en la predicación del evangelio en dichas naciones? (2 Tim. 1:7) Dicho proceder mantendrá la obra activa en esos países. Eso es lo que queremos, mantener la obra abierta para que a nuestros hermanos y las personas de buena voluntad se les pueda proveer el alimento espiritual procedente de la oficina principal de la Sociedad y se les alimente con éste.

      5. ¿Qué manera de proceder adoptan los testigos de Jehová cuando una nación proscribe su obra por completo?

      5 ¿Qué sucede cuando una nación proscribe nuestra obra por completo? ¡El conducto directo de abastecimiento de alimento espiritual procedente de la oficina principal terrestre queda roto! Pero—los testigos de Jehová todavía están en el país. No pueden cesar de predicar. (Jer. 26:14, 15) La proscripción sólo impide su predicación pública o abierta. No pueden llevar a cabo su obra abiertamente con legalidad. En consecuencia por decretos opresivos se hallan obligados a ocultarse para hacer su predicación. Siguen el mismo proceder que adoptaron los cristianos en Roma. Allí ellos y su predicación fueron forzados a las catacumbas.

      PREDICACIÓN INTRÉPIDA A PESAR DE OPOSICIÓN

      6. ¿Qué revelan los hechos respecto al efecto de las proscripciones contra la obra de predicar, y por qué es así?

      6 Los hechos registrados revelan que las proscripciones no detienen la predicación. Más bien manifiestan que, a veces, la predicación oculta florece mejor que la abierta. Mientras más ardiente es la persecución más prontamente germinan las semillas de verdad donde hay “tierra buena.” Crecen rápidamente y se esparcen extensivamente en tales climas cálidos. Es tan imposible prohibir que surjan las personas de buena voluntad y entren en la verdad como lo es tratar de eficazmente mandar a la hierba que no brote del suelo. ¡No puede hacerse! Nuestros hermanos, en los países donde hay proscripciones, no salen de allí ni cesan como Urías, el infiel profeta que huyó. (Jer. 26:21) Ellos son como Jeremías. Él estaba bajo una proscripción y se enfrentó a amenazas de muerte. (Jer. 26:8) Rehusó huir del país. Fué arrojado a una cisterna. (Jer. 38:6) Jehová lo libró. (Jer. 38:10-13) Como en el caso de Jeremías, la verdad es como fuego en los huesos de los testigos modernos en tales países. (Jer. 20:9) ¿Puede ser detenida? ¡No! ¡No puede ser sofocada! ¡Simplemente tiene que salir! A pesar de cuáles sean las consecuencias de una proscripción ellos no pueden dejar de predicar. Está ordenado por Jehová Dios. El predicar significa vida. El cesar significa muerte.

      7. ¿En vista de qué promesas quién es el único a quien debemos temer?

      7 Todos tenemos la promesa de Jehová. ¡Él la cumplirá! La promesa de Jehová es que Él continuará cubriéndonos a todos bajo la sombra de su mano y alas. (Isa. 51:16; Sal. 17:8) Esta promesa se cumple tanto en tierras comunistas como en naciones democráticas. Él librará a todo el que invoque el nombre de Jehová. (Joel 2:32; Pro. 18:10) Por lo tanto, ¿hay necesidad de que temamos a dictadores comunistas o politicazos o los gobernantes de alguna nación? La respuesta es: ¡No! ¡Jamás! Temamos sólo a Jehová el Altísimo Dios. “No llaméis conspiración a todo lo que llama este pueblo conspiración, ni participéis en su temor, ni os amedrentéis. Santificad a Jehová de los Ejércitos; y sea él vuestro temor, y sea él vuestro pavor.” (Isa. 8:12, 13) Podemos contar con seguridad al ser obedientes a este mandato de Dios, sea liberal u opresivo el gobierno del país en que vivamos.

      8. ¿A qué estamos resueltos debido a qué cosa que se nos asegura?

      8 No desistiremos de nuestra lucha por libertad para predicar, aun ante la muerte. Confiaremos en Jehová Dios a todo tiempo. No hay ningún peligro o dificultad tan grande que él no pueda protegernos o librarnos de él. Conocemos su registro. Recordamos lo que Jehová, el Todopoderoso Dios, nuestro Padre, dice: “No temas; porque yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío. Cuando pasares por las aguas, estaré yo contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando anduvieres por en medio del fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti: porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel, Salvador tuyo: yo dí a Egipto por tu rescate, y a Etiopía y a Sabá en lugar de ti. Desde que fuiste precioso en mi vista, has sido honorable, y yo te he amado; por tanto daré hombres en lugar de ti, y pueblos por tu vida. ¡No temas; porque contigo estoy yo! . . . ¡vosotros pues sois mis testigos, dice Jehová, y yo soy Dios! Y desde que el día existe, yo soy; y no hay quien libre de mi mano: yo haré, y ¿quién lo estorbará?”—Isa. 43:1-5, 12, 13.

      9. ¿En qué ciframos nuestra confianza, según lo demuestra qué drama profético?

      9 ¿Tenemos nosotros como cristianos, seguidores de Cristo Jesús, una armada, un ejército o un almacenamiento de bombas atómicas? ¡No! ¡No queremos ninguno! ¡No necesitamos ninguno! Nuestra protección la declara Sofonías, que escribió: “¡Jehová tu Dios está en medio de ti; el que es poderoso te salvará: se regocijará sobre ti con alegría, descansará en su amor, y saltará de gozo sobre ti, cantando!” (Sof. 3:17) Todo lo que necesitamos hacer para nuestra protección es sencillo de declarar. Es hacer lo que hicieron los fieles israelitas de la antigüedad en algunas de sus batallas. Sólo cantaron las alabanzas de Jehová. No usaron ninguna arma de combate. Cuando las poderosamente armadas fuerzas aliadas de Moab, Ammón y monte Seir vinieron contra Judá, Jehová hizo que Josafat colocara cantantes delante del ejército para dar alabanza en la hermosura de la santidad. ¿No sabe usted cuál fué el resultado? ¡Seguro que sí! ¡Fué una de las mayores derrotas militares de la historia! (2 Crónicas 20) Jehová también peleó la batalla a favor del rey Asa. Él, no los israelitas, destruyó el ejército etíope de un millón de soldados. (2 Cró. 14:9-15) No fué la fuerza superior de Gedeón lo que derrotó a Madián. El pequeño puñado de trescientos hombres estaba excedido en número muchas veces. Al seguir las instrucciones de Jehová, hicieron que se llenara de terror la hueste de Madián. Todo lo que hicieron fué quebrar sus cántaros y dejar brillar su luz, tocar sus trompetas, y gritar: “¡Por Jehová y por Gedeón!”—Jueces 7.

      10. ¿Por qué puede decirse que la Palabra de Dios es poderosa?

      10 Nosotros cantamos la canción diciendo las alabanzas de Jehová. Al predicar abrimos de par en par la puerta de la libertad para que la gente de buena voluntad fluya a las ciudades de refugio. (Jos. 21:13, 21, 32, 38; Isa. 26:2) La Palabra de Jehová contiene esperanza de libertad y liberación para los que lo conocen. “Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el Monte de Sión y en Jerusalem habrá algunos que se salven, conforme ha dicho Jehová, y entre el resto que llamare Jehová.” (Joel 2:32) La Palabra de Jehová que declaramos es poderosa. Edifica lo que debe ser edificado, pero derriba lo que debe ser derribado. Pablo dijo: “Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas por parte de Dios para trastornar cosas fuertemente atrincheradas.” (2 Cor. 10:4, NM) Recuerde que fué la Palabra de Jehová la que trajo el diluvio del día de Noé. Es la misma Palabra la que traerá la destrucción del presente mundo malo en la batalla del Armagedón. Es también la misma Palabra la que trae a la existencia los nuevos cielos y nueva tierra en los cuales “la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:5-7, 13, NM) Fué mediante la Palabra de Dios que se hizo la predicación por Noé. Así como el cataclismo del Armagedón se efectúa por la Palabra de Dios, también la predicación, la cual tiene que terminarse antes que empiece la batalla, será hecha por la Palabra de Dios. (2 Ped. 3:9, 10; Mat. 24:14) Por eso, también, por la Palabra de Dios nosotros, sus testigos, fielmente perseveraremos en nuestra asignación de proclamar libertad a los cautivos.—Isa. 61:1, 2.

      PROCLAMANDO LIBERTAD

      11, 12. ¿Qué pertinencia tuvo Levítico 25:10 en la antigüedad, en los Estados Unidos en 1776, y cuál ahora en nuestro día?

      11 Cuando los Estados Unidos en 1776 declararon su independencia del Imperio Británico la campana en la torre del capitolio de Filadelfia en la colonia británica de Pensilvania tañó por libertad. El toque de esa campana se oyó alrededor de la tierra por medio de los acontecimientos que siguieron. En esa campana se forjaron las palabras: “Proclamar libertad en toda la tierra, para todos sus habitantes.” Estas palabras históricas se citaron del más grande libro de libertad, la Palabra de Dios, la Biblia. Jehová Dios usó estas palabras en su ley para Israel cuando hizo provisión para el año del jubileo. Ese era el año en que todo hombre habría de ser devuelto a su casa y librado de deuda. Ese era un año santificado de libertad. La nación había de “proclamar libertad en toda la tierra para todos sus habitantes.”—Lev. 25:10, VA.

      12 Las esperanzas que nacieron en el corazón de los que oyeron ese toque de libertad que dió la “Campana de Libertad” en Filadelfia hicieron que multitudes cobraran aliento, hicieran grandes sacrificios y libraran una revolución que produjo libertad e independencia. Después de más de siglo y medio los habitantes de la “tierra de la libertad” ven la libertad menguando. La vida futura de la libertad está amenazada no sólo en los Estados Unidos sino a través de todo el mundo. En este tiempo de emergencia Jehová Dios ha dado un golpe poderoso sobre la gran Campana de libertad, la Palabra de Dios. ¡El gran mensaje de libertad resuena! Nosotros, sus testigos, oímos el tañido. Hacemos sacrificios extremados a favor de la libertad. Estamos proclamando “libertad en toda la tierra.” No se hace sólo en un país; por todo el mundo tocamos la trompeta de libertad. El mensaje es que el gobierno de Dios es la única esperanza del hombre o garantía permanente de libertad y bendiciones de vida eterna. Nosotros, sus testigos, con tonos claros predicamos la libertad por todo el mundo. Declaramos un mensaje de liberación a los presos que están atados por los errores religiosos de este mundo de Satanás el Diablo. Nosotros, sus testigos, hemos proclamado libertad por toda la tierra.

      13. Para mantenernos libres de Satanás, ¿qué ejemplo puesto por Jesús tenemos que seguir?

      13 Por medio de cantar las alabanzas de Jehová proclamamos al verdadero Libertador de los presos, Jehová Dios. Nosotros decimos a los presos: “¡Salid!” (Isa. 49:9) Jehová garantiza que ellos no regresan al cautiverio del Diablo, donde Adán colocó a la humanidad. (Eze. 39:28, 29) El gran Libertador y Guerrero, Cristo Jesús, adoptó un proceder que fué todo lo contrario del que Adán adoptó. Él no hizo trato con el Diablo, como Adán. Declaró que Satanás “no tiene ningún dominio sobre mí.” (Juan 14:30, NM) Si seguimos fielmente en los pasos de Jesús, Satanás no tiene ningún dominio sobre nosotros, y jamás capturará a uno de los fieles presos librados o persona de buena voluntad, tampoco.

      14. ¿Qué obra de dos aspectos estamos llevando a cabo en armonía con qué juicios de Jehová?

      14 Nosotros llevamos nuevas de paz a los de buena voluntad para con Dios. Expresamos un mensaje de muerte y destrucción a los que odian a Jehová. (Jer. 49:14) Como embajadores somos enviados por Jesús a separar la gente, como las ovejas son divididas de las cabras. (Mat. 25:31) Jehová está listo para recompensar a los de cualidades semejantes a las de ovejas y ejecutar su juicio contra los que obran como cabras. El ardor de su celo efectuará esto. (Sof. 3:8) Nosotros los de la sociedad del Nuevo Mundo tenemos a Jehová como Dios nuestro. Verdaderamente, “¡dichosa la nación cuyo Dios es Jehová; el pueblo que él escogió como herencia para sí!” (Sal. 33:12) Pero ésta es la amonestación: “La nación o el reino que no te sirviere, perecerá; sí, aquellas naciones serán completamente asoladas.”—Isa. 60:12; Sal. 145:20.

      15. Al comparar nuestra guerra con la que pelearon los judíos en el día de Ester, ¿qué puede decirse en cuanto a su alcance, la clase de guerra y las armas?

      15 Regresemos ahora al informe en el Libro de Ester acerca de la lucha de los judíos cautivos bajo el antiguo imperio de Persia. Esa potencia mundial tenía dominio de casi todo el mundo conocido en ese entonces. Verdaderamente, aquellos antiguos siervos de Jehová estaban luchando por todo el mundo. Como fué en su día así es en nuestro día. Su lucha proféticamente representa la lucha mundial de los testigos de Jehová para predicar hoy día. (1 Cor. 10:11; Rom. 15:4) La única diferencia entre su lucha y nuestra lucha es las armas que se usan. Ellos usaron armas carnales. Nosotros no luchamos con ésas. Nosotros, como guerreros cristianos que peleamos por el derecho de predicar por todo el mundo, estamos armados sólo con el espíritu de Jehová Dios y su espada del espíritu, la cual es la Palabra de Dios. (Efe. 6:17) Además de esto Jehová nos ha dado una armadura defensiva. Pablo la describe. En parte, es (1) la coraza de justicia, (2) el escudo de la fe y (3) el yelmo de la salvación. Él nos amonesta a estar despiertos en el uso de ella. También nos instruye a predicar “con toda libertad de palabra para dar a conocer el secreto sagrado de las buenas nuevas, por el cual estoy haciendo las veces de embajador en cadenas, para que hable en conexión con él con denuedo como debo hablar.”—Efe. 6:14-17, 19, 20, NM.

      16, 17. (a) Allá en esa ocasión, ¿cuál fué el resultado de la lucha de los judíos en defensa de su vida? (b) ¿Cuál ha sido el resultado de nuestra lucha por libertad para predicar en todo el mundo, y por medio de qué poder se ha logrado esto?

      16 Los judíos en la antigua Persia ganaron una gran victoria. ¿Qué sucedió? Después que el decreto del rey tocante a que los judíos debían pelear para salvar su vida se circuló velozmente por correos a caballo a través de la tierra, algo extraño sucedió. El relato declara concerniente a los judíos que “ninguno pudo mantenerse en pie delante de ellos; porque el temor de ellos había caído sobre todos los pueblos. Y todos los príncipes de las provincias, y los sátrapas y los gobernadores, y cuantos manejaban los negocios del rey, favorecían a los Judíos; por cuanto el temor de Mardoqueo había caído sobre ellos. Y en cada una de las provincias, y en cada una de las ciudades, dondequiera que llegaba la orden del rey y su edicto, tuvieron los Judíos regocijo y alegría, banquete y día bueno. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos; porque el temor de los Judíos había caído sobre ellos.”—Ester 9:2, 3; 8:17.

      17 ¿Estamos nosotros, los siervos actuales de Jehová, experimentando un banquete y prosperidad semejantes en nuestra lucha por libertad para predicar por todo el mundo? Considérese el aumento tan grande que hemos tenido: 1934: 41,000; 1940: 90,000; 1944: 110,000; 1946: 158,000; 1948: 230,000; 1950: 328,000; 1953: 500,000. ¡Nos hemos multiplicado doce veces en veinte años! ¡Mire! ¡Y todo este aumento en medio de persecución mundial! ¿No manifiesta esto que el temor a Jehová ha caído sobre estas personas y el temor al hombre las ha dejado? En verdad es exactamente como Zacarías profetizó: “Así dice Jehová de los Ejércitos: En aquellos días sucederá que diez hombres de todas las lenguas de las naciones se asirán, sí, se asirán de la falda del manto del Judío, diciendo: ¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” (Zac. 8:23) La predicación mundial hasta la fecha es una obra grande. No se está haciendo por el poder de ningún hombre o grupo de hombres. Es el espíritu de Jehová y el poder de su Palabra lo que ha logrado esta grande cosecha de predicación mundial. (1 Cor. 3:7) Zacarías escribió: “¡No por esfuerzo, ni con poder, sino por mi Espíritu! dice Jehová de los Ejércitos.”—Zac. 4:6.

      LA RECOMPENSA POR NO TRANSIGIR

      18. En armonía con el ejemplo de Pablo, ¿qué está resuelto a hacer el pueblo de Jehová respecto a la lucha por predicar en todo el mundo?

      18 ¿Cesará la lucha por libertad para predicar por todo el mundo? ¡No! Tiene que continuar. Ya sea que estemos en tierras democráticas donde se concede mucha libertad, o que estemos en países donde está restringida la predicación, o que estemos en países gobernados por dictadores que no permiten ninguna libertad, sino que encarcelan a todos los testigos que prenden, la lucha por libertad para predicar por todo el mundo tiene que proseguir. El apóstol Pablo puso el ejemplo para que nosotros lo sigamos. Predicó en la cárcel y llevó a cabo su lucha por libertad para predicar desde allí. (Hech. 28:30, 31) Por eso, hoy nosotros también cuando no tenemos libertad para ir de puerta en puerta tenemos que predicar como presos en cadenas. No podemos detenernos en países dictatoriales. No se nos puede silenciar a nosotros, sus testigos, aun en prisiones comunistas o en las prisiones de otros. Continuaremos predicando tanto fuera de prisión como en prisión, y lo haremos con arrojo. Recuerde lo que Pablo escribió a los filipenses. “En armonía con mi expectativa anhelante y esperanza de que no seré avergonzado en ningún respecto, sino que con toda libertad de palabra Cristo, como siempre antes, así ahora será engrandecido por medio de mi cuerpo, ya sea por medio de la vida o por medio de la muerte.”—Fili. 1:20, NM.

      19, 20. (a) ¿Qué hubiera sucedido si José, los tres hebreos y Daniel hubieran transigido? (b) ¿Y qué hay si lo hubieran hecho los cristianos primitivos y los cristianos verdaderos hoy día?

      19 Supóngase que los que fueron encarcelados a causa de su fidelidad hubieran transigido y vuelto atrás. ¿Qué hubiera sucedido? José en tiempos antiguos hubiera perdido el privilegio de ser usado por Jehová en Egipto para salvar del hambre a su padre, Jacob, junto con su familia grande. Los tres hebreos hubieran perdido la distinción de que el ángel de Jehová anduviera con ellos y los protegiera en el horno ardiente. Jeremías hubiera perdido el honor de proclamar los juicios de Jehová contra una ciudad inicua. Y Daniel jamás hubiera cerrado las bocas de los leones. Esta hueste de testigos no se volvió atrás. No fueron cobardes. Pablo nos describe la fe y valor de ellos, en el capítulo once de Hebreos.

      20 Si Pedro y Pablo y los otros apóstoles hubieran transigido y se hubieran vuelto atrás hubieran perdido la bendición de ensanchar la congregación cristiana primitiva y de escribir las Escrituras griegas. También, los testigos del día presente, injustamente encarcelados en muchas naciones, hubieran perdido su privilegio bendito de abrirle paso a la obra y reconstruirla en muchas tierras totalitarias donde la predicación estaba proscrita. No estarían disfrutando de la escena de la gran cosecha de la grande multitud de personas de buena voluntad hoy día. “Porque Dios no nos dió un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de mente sana.” (2 Tim. 1:7, NM) Concerniente a los que se vuelven atrás, el Revelador dice: “Pero en cuanto a los cobardes y los que no tienen fe . . . su porción será en el lago que arde con fuego y azufre. Esto significa la muerte segunda.” (Apo. 21:8, NM) Gracias a Jehová Dios que los fieles que nos antecedieron y los fieles entre nosotros aquí ahora no han huído, como cobardes, del campo de luchar por la libertad para predicar por todo el mundo.

      21, 22. (a) ¿Con qué propósito principalmente permite Jehová que suframos y luchemos por la libertad para predicar? (b) ¿Qué otro propósito se cumple con esto en armonía con la profecía de Ezequiel?

      21 Es evidente que Jehová al dejar que suframos y peleemos por libertad para predicar por todo el mundo lo hace con propósitos muy buenos. Su propósito principal es vindicar su grande y santo nombre y su Palabra. Otro propósito es seleccionar personas de la clase correcta, personas obedientes y valientes, y con éstas quiere poblar la tierra y hacer que vivan en el nuevo mundo. (Mat. 5:5, 10; Apo. 2:10) Allí Jehová exterminará a los que no merecen vivir en el nuevo mundo.

      22 Todavía otro propósito servido por nuestra lucha por libertad es conducir el enemigo al Armagedón. Jehová nos está usando a nosotros, sus testigos, por lo tanto, mediante nuestra lucha por libertad para predicar por todo el mundo, como carnada para el Diablo, llamado Gog en el libro de Ezequiel. En ese libro profético se hace notar que Gog será conducido a atacarnos a nosotros, el pueblo de Jehová. Jehová manifiesta en esa profecía cómo Gog, el Diablo, hará que sus fuerzas, visibles e invisibles, se pongan en marcha contra los testigos de Jehová de todas partes de la tierra. Jehová declara que él hará que Gog, el Diablo, se vuelva y pondrá garfios en sus quijadas. Jehová revela que las fuerzas visibles e invisibles de Gog caerán “sobre las serranías de Israel,” o la organización de Jehová. (Eze. 38:4; 39:1, 2) Entonces Satanás y su entera organización y toda la gente que esté apoyando al Diablo serán destruídos. Sus cuerpos muertos serán echados donde las aves de rapiña y las fieras puedan alimentarse de ellos. (Eze. 39:4-7) Jehová finalmente declara: “Así haré conocer mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel, y no dejaré profanar más mi santo Nombre; y conocerán las naciones que yo, Jehová, el Santo, estoy en medió de Israel.” (Eze. 39:7) No nos quitemos nosotros mismos de la lucha. Que Jehová continúe bendiciéndolo a medida que continúa llevando a cabo la “lucha por libertad para predicar por todo el mundo.” “Alabad a Jehová. Bendito el hombre que teme a Jehová, . . . Alabad a Jehová”—Sal. 112:1; 113:1, AN.

  • “Sírvanse cancelar nuestra suscripción”
    La Atalaya 1955 | 15 de mayo
    • “Sírvanse cancelar nuestra suscripción”

      En marzo de 1954 una Sra. W———— escribió a la Sociedad Wátchtower pidiendo la cancelación de su suscripción a La Atalaya debido a que algunos de sus artículos ‘no eran exactamente conforme al gusto nuestro.’ En respuesta la Sociedad observó que si ella pudiera ser más específica en cuanto a sus objeciones tal vez se pudieran hacer las debidas explicaciones y entonces sin duda ella “tendría gusto en seguir recibiendo nuestra revista. Debido a que el propósito de nuestra revista es prestar ayuda no nos gusta cancelar ninguna suscripción.” En diciembre de 1954 le fué grato a la Sociedad recibir la siguiente carta:

      “Hace algún tiempo (unos seis meses), les escribí una carta pidiendo que dejaran de enviarnos La Atalaya porque nuestros puntos de vista eran tan diferentes. En esa ocasión ustedes me enviaron una carta maravillosa y alguna literatura excelente la cual estudié.

      “Ha tomado algún tiempo el ‘desarraigar’ mi creencia y tradiciones católicas; pero ahora creo que les puedo escribir una carta de agradecimiento sincero y aprecio, no sólo por mí misma, sino también por mi esposo y dos hijos. Es nuestro sincero deseo seguir aprendiendo más y más de las maravillosas verdades de Jehová y poder decir a otros las gloriosas buenas nuevas y la felicidad que éstas traen a nuestra vida diaria.

      “Permítanme expresarles de nuevo mi agradecimiento por sus maravillosas publicaciones y la oportunidad de poder compartir la verdad del reino de Jehová.

      Atentamente de ustedes, [firma]”

  • Sacerdote reprende a feligrés
    La Atalaya 1955 | 15 de mayo
    • Sacerdote reprende a feligrés

      Un testigo de Jehová que trabaja en una fábrica en Francia estaba siendo continuamente ridiculizado por su capataz por ser testigo de Jehová. Un día el sacerdote de la parroquia visitó la fábrica. El capataz no perdió tiempo; llamó al sacerdote y dijo burlándose: “Aquí tiene usted a un testigo de Jehová, un pagano.” Sin embargo, el sacerdote replicó: “Usted está equivocado, Monsieur. Los testigos de Jehová no son paganos. Son cristianos como nosotros, y Jehová es el nombre de Dios. Usted no debe burlarse de los testigos de Jehová, pues ellos tienen una fe fuerte.” El capataz quedó estupefacto, y rápidamente se fué de allí. El sacerdote se volvió al joven testigo y susurró: “Cuando yo predico, los obreros no me creen. Ellos dicen que lo hago para ganar dinero. Pero usted les puede hablar. Usted es un trabajador como ellos, y ellos le escucharán.” A propósito, desde ese día en adelante el capataz no ha vuelto a ridiculizar al testigo.

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