impávido, en toda su dignidad diseñada por Dios, se está manifestando globalmente en medio de los órdenes sociales en declinación. Esto es algo que la sociedad soviética con su producto del hombre colectivo y la sociedad democrática con su producto del hombre máquina no pueden lograr. Por medio de un programa de aplicar los principios bíblicos al modo de vivir humano las siguientes cualidades básicas caracterizan notablemente ahora a los de la sociedad del nuevo mundo.

Amor: un interés altruista en otros basado en principios bíblicos.

Gozo: un profundo sentido interior de deleite, placer, satisfacción, contentamiento.

Paz: un estado interior de tranquilidad, alivio, calma; no inquieto, armonioso.

Gran paciencia: un aguante, tolerancia, entereza, habilidad de aguantar a personas y circunstancias.

Benignidad: el ser apacible, compasivo, servicial, de buenos modales, considerado.

Bondad: ejecutar actos de generosidad, liberalidad, hospitalidad.

Fe: poseer convicción firme, seguridad sólida, confianza completa.

Apacibilidad: dominio del genio, espíritu, ira; una disposición enseñable.

Gobierno de uno mismo: mantener restringidas, equilibradas, estabilizadas las fuerzas físicas y mentales.

Virtud y castidad: el ser honrado, recto, justo, y retener integridad moral en lo sexual.

Raciocinio: ser razonable, abordable, no porfiado, no dogmático.

Prontitud para obedecer: el ser presto a seguir dirección de la voluntad divina, no obstinado.

Misericordia: el ser compasivo, reteniendo la censura justa de sobre los arrepentidos.

Imparcialidad: el conceder dignidad igual, no predispuesto, sin favoritismo.

No hipócrita: no fingir, no aparentar falsamente, siempre genuino, verdadero.—Gál. 5:22, 23; Efe. 4:23, 24.

²¹ Todas éstas contribuyen a que uno crezca a la imagen de Jehová Dios y de Jesucristo, quienes superan en todas estas cualidades. Busque ahora la asociación activa con la sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová para ser transformado, ¡para que llene usted los requisitos para vivir eternamente en esta Tierra que ha de ser un paraíso!—Efe. 5:1, 2.

De los testigos de Jehová en el Brasil

El Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1962 incluye lo siguiente en el informe que hicieron los testigos de Jehová del Brasil a la Sociedad respecto a la predicación en ese país: “Hay 436 congregaciones, que informaron un total de 3,579 matriculados en la Escuela de Lectura y Escritura en el Brasil al fin del año de servicio; 772 de éstos tienen más de cuarenta años de edad. Una hermana de ochenta y dos años asiste a las clases con regularidad y está progresando bien. Una madre de siete hijos persistió por cuatro años y aprendió a leer, venciendo muchos obstáculos en el hogar para hallar tiempo para estudiar. Un hermano que siempre firmaba “X” para obtener su salario un día escribió su nombre verdadero, para sorpresa de su jefe y empleados compañeros. ¿Dónde aprendió a escribir? En la Escuela de Lectura y Escritura en el Salón del Reino de los testigos de Jehová. Entonces dio un buen testimonio. Muchos otros han vencido obstáculos al aprender a leer y escribir y ahora presentan buenos sermones en la obra de dar testimonio, conducen estudios bíblicos de casa, participan en las reuniones de servicio y pronuncian discursos en la escuela del ministerio teocrático.”