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  • ¡Cuán felices los de genio apacible y pacíficos!
    La Atalaya 1960 | 1 de julio
    • ustedes llegaron a ser amados para nosotros. Ustedes son testigos, Dios lo es también, de cuán fieles a la bondad amorosa y justos e irreprensibles resultamos ser.”—1 Tes. 2:7, 8, 10.

      APACIBILIDAD CRISTIANA PRODUCIDA POR ESPÍRITU DE DIOS

      6. Por nacimiento y naturaleza, ¿qué clase de genio poseen los testigos de Jehová del día moderno, y por qué?

      6 Saltando diecinueve siglos de tiempo, uno halla que los testigos cristianos ungidos de Jehová que viven hoy son como los felices discípulos del primer siglo, “embajadores substituyendo por Cristo.” (2 Cor. 5:20) Por lo tanto es la voluntad y el propósito y el placer de Jehová el que cada uno de estos representantes que substituyen posea las mismas cualidades de apacibilidad y gobierno del genio, cualidades como las de Dios, que caracterizaron al Embajador Principal, Jesús, Esto no significa ni infiere que los testigos de Jehová son una raza superior de personas que nacen con inherente genio apacible y que son perfectos en gobierno de ellos mismos. No, de ninguna manera. Igual que todas las otras personas de la tierra, ellos son descendientes de los pecadores voluntariosos Adán y Eva. Son concebidos en pecado y dados a luz con error (todo lo que es contrario a ley) y su índole natural es desagradable, su genio indómito por naturaleza.—Job 15:14; Sal. 51:5; 53:2, 3; Ecl. 7:20; Rom. 3:10; 5:12; Sant. 3:2; 1 Juan 1:8.

      7. Cuando las personas se hacen cristianos verdaderos, ¿cómo se efectúa la transformación radical en su genio?

      7 La pacífica apacibilidad, por lo tanto, viene de alguna otra fuente y por algún otro medio que por la inclinación mala de la herencia humana imperfecta. El hecho de que tiene que acontecer y acontece una transformación completa cuando una persona se hace testigo de Jehová no puede negarse. La pregunta es: ¿Cómo y por qué medios? Para que un árbol produzca buen fruto hay que tener, ante todo, buen terreno, además de otras cosas. Así es en este caso. Primero tiene que haber la condición de “un corazón recto y bueno” (el terreno). (Luc. 8:11-15) Luego requiere tiempo y esfuerzo el sembrar la semilla, vigilar, cultivar, regar y nutrir la planta tierna. Este gasto de mucho tiempo y afán por parte del individuo mismo es necesario; pero, como en el caso del árbol frutal natural, antes que se produzca el fruto dulce y apetecible de la apacibilidad cristiana, la fuerza o espíritu de Dios tiene que entrar en acción y activar el corazón y la mente. (1 Cor. 3:6, 7) Las Escrituras dicen definitivamente que el “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo” son frutos producidos por el espíritu de Jehová.—Gál. 5:22, 23.

      8. ¿Por qué es tan importante en la vida del cristiano la dedicación?

      8 Sin embargo, para que la persona tenga el espíritu de Dios, primero tiene que dedicarse a Jehová. Esto significa que su voluntad personal es buscar, hallar, abrazar y hacer la voluntad divina. Luego se bautiza en agua delante de testigos en símbolo de su dedicación. Este bebé recién nacido en la verdad continúa entonces alimentándose más de la Palabra inspirada de Dios, la Biblia, y esto, a su vez, lo hace bastante fuerte para proseguir a la madurez. A los que no progresan, Pedro escribe: “Repudien toda maldad moral y toda apariencia engañosa e hipocresía y envidias y toda clase de difamación solapada, y, como niñitos recién nacidos, desarrollen el deseo vehemente por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella ustedes puedan crecer a la salvación.” (1 Ped. 2:1,2) Pablo aconseja también: “Deben despojarse de la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que está corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos; pero que deben ser renovados en la fuerza que impulsa su mente [esta fuerza siendo el espíritu de Jehová], y deben revestirse de la nueva personalidad que fue creada de acuerdo con la voluntad de Dios en verdadera justicia y bondad amorosa.”—Efe. 4:22-24.

      9. Describa las prendas de vestir hermosas que el pueblo de Jehová tiene el privilegio de ponerse.

      9 Desnudándose así de la vieja personalidad hereditaria, formada por el pecado y con su genio resabioso, los testigos dedicados de Jehová se visten y se adornan con una nueva personalidad como la de Dios, personalidad teocrática de apacibilidad, tolerancia y gobierno de sí mismos. “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos afectos de la compasión, la bondad, la humildad de mente, la apacibilidad y la gran paciencia.” ¡Cuán hermosas prendas de vestir, que identifican y distinguen a los siervos del Altísimo Dios!—Col. 3:12.

      PERSONALIDADES AMOLDADAS A UN NUEVO SISTEMA DE COSAS

      10. ¿Qué significa el ‘transformarse rehaciendo su mente’?

      10 Un modo de vivir como el que se bosqueja y se recomienda en lo susodicho ciertamente significa un cambio radical en la entera estructura de la manera de pensar de uno. Las reacciones del individuo a las influencias exteriores se modifican completamente. Las reacciones a las circunstancias y medio ambiente se cambian drásticamente. Pero el apóstol sabía que tendría que haber tal transformación completa en los procesos mentales, porque escribe: “Dejen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos la buena y la aceptable y la completa voluntad de Dios.” (Rom. 12:2) Todos los que hacen tal transformación en su vida realmente llegan a ser parte de la nueva sociedad de genio apacible de Jehová, que es totalmente diferente de la vieja sociedad de mal genio del Diablo.

      11. (a) A menudo, ¿cómo consideran los amigos y parientes a los que abandonan las prácticas del viejo mundo? (b) ¿Es éste un precio demasiado caro que pagar?

      11 A estos que así han transformado su modo de vivir y cultivado un genio semejante al de Cristo, el apóstol Pedro escribe: “Porque el tiempo que ha pasado basta para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en obras de conducta inmoral, concupiscencias, excesos con vino, orgías, partidas de borrachera, e idolatrías que no tienen restricciones legales. Porque ustedes no siguen corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de libertinaje, ellos están perplejos y siguen hablando abusivamente de ustedes. Pero estas personas rendirán una cuenta al que está listo para juzgar a los vivos y a los muertos.” (1 Ped. 4:3-5) Como amonestó Pedro, a menudo los parientes y personas que antes eran sus amigos y asociados hablan abusivamente de los que principian a librarse de este sistema gobernado por el Diablo, y hacen cuanto pueden por desanimar a los que buscan la vida para que no transformen su modo de vivir. Pero nunca deben pensar los que se dedican a hacer la voluntad de Jehová que debido a la consanguinidad o debido a vínculos financieros o sociales están obligados de modo alguno a continuar viviendo y obrando como lo hacen los que son parte del sistema presente. El hacerlo significa muerte inevitable. Jehová no transige sobre este punto en cuestión. Tampoco lo hace su pueblo dedicado. “Estamos bajo obligación, no a la carne para vivir de acuerdo con la carne; porque si viven según la carne de seguro morirán; pero si por el espíritu hacen morir las prácticas del cuerpo, vivirán. Porque todos los que son guiados por el espíritu de Dios, éstos son los hijos de Dios.” (Rom. 8:12-14) Seguramente no hay ningún vínculo o asociación carnal que pueda compararse con esta posición. ¡Cuán indescriptible privilegio—el ser hijos para siempre del Soberano Señor y Gobernante de todo el universo!

      12. Por adherirse al mundo de Satanás, ¿qué clase de cosecha no puede uno menos que segar?

      12 El mundo de Satanás, en vez de producir el fruto del espíritu de Jehová, ha segado una abundante cosecha de obras inicuas, productos de la rebelde carne pecadora. “Ahora las obras de la carne son manifiestas, y ellas son: fornicación, impureza, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, odios, contiendas, celos, arrebatos de ira, contenciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas. En cuanto a estas cosas les estoy previniendo, del mismo modo que les previne, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gál. 5:19-21) Las obras de la carne no proporcionan a los que se entregan a ellas gozo verdadero ni felicidad real aun momentáneamente bajo las condiciones presentes, y, en cuanto al futuro, todos los que beben estas heces morirán en el Armagedón, a más tardar. Por lo tanto, las personas razonables alegremente se aprovechan de la oportunidad de reemplazar las obras de la carne destructoras de gozo con los frutos del espíritu dadores de gozo.

      13. (a) ¿Qué consideran que son la apacibilidad y el gobierno de uno mismo los arrogantes de este sistema? (b) ¿Es el modelo que los caudillos de este viejo mundo ponen un buen modelo que deba seguirse?

      13 En vista de todo esto en verdad es una cosa extraña el que los que se adhieren al viejo sistema se mofen y ridiculicen y desprecien la apacibilidad de espíritu y el dominarse y no encolerizarse como debilidades serviles y pusilánimes que deben evitarse. Los llamados jefes prósperos del mundo, los líderes sindicales, los magnates financieros, los hombres de autoridad políticos y judiciales, las autoridades militares y policíacas, los gobernantes arrogantes, los ejecutivos y dictadores de este sistema satánico se jactan de ser insensibles y duros, enojadizos, irascibles, impacientes, exaltados, y en casi todo caso poseídos de genio cruel, zaheridor. Y así como los líderes ponen el modelo, las masas que son conducidas tratan de copiarlo. Proverbios 29:22 ciertamente declara la verdad cuando dice: “El hombre dado a la ira suscita contienda, y cualquiera dispuesto a la cólera tiene muchas transgresiones.” No sorprende, entonces, que con la tierra llena de personas ‘dadas a la ira’ y ‘dispuestas a la cólera’ el presente sistema se encuentre en una condición tan lamentable e infeliz, porque, en verdad, es un mundo contencioso, odioso, belicoso, que rebosa de crímenes y transgresiones. Y todas las decenas de millones de aspirinas que se consumen diariamente, todos los calmantes y las “drogas milagrosas,” y todo el bálsamo zalamero de los psicólogos que se especializan en la “tranquilidad de ánimo” no han podido aliviar los sufrimientos y dolores de cabeza de este viejo mundo moribundo.

      14. ¿Cómo les es posible a los cristianos vivir aquí en la tierra y no obstante no participar del dolor de cabeza incurable de este mundo?

      14 ¡Cuán refrescantemente diferentes las condiciones que existen entre la nueva y feliz sociedad mundial de Jehová! Están en la tierra, es verdad, pero en vez de imitar las características repugnantes de la mayoría de la gente, o de seguir sus normas y prácticas pervertidas, los Testigos prestan atención a la instrucción divina escrita en Proverbios 22:24, 25: “No tengas compañerismo con nadie dado a la ira, y con el hombre que tiene arrebatos de cólera no debes entrar, para que no te familiarices con sus senderos y ciertamente tomes un lazo para tu alma.” El apóstol también convino: “Las malas asociaciones corrompen las costumbres provechosas.”—1 Cor. 15:33.

      15, 16. (a) Realmente, entonces, ¿es el genio apacible y afable la señal inequívoca del cobarde? (b) ¿Qué ejemplo de fuerza se pone por los testigos de Jehová tanto dentro como fuera de las rejas de las prisiones?

      15 Por lo tanto, la apacibilidad en vez de ser la señal inequívoca de un cobarde débil es una de las características que identifican a los que son sumamente valientes y fuertes, más fuertes con mucho que los poderosos líderes militares y civiles de este mundo. “El que es lento para airarse es mejor que un hombre poderoso, y el que está dominando su espíritu que el que captura una ciudad.” (Pro. 16:32) Como ejemplo de la fuerza que hay en la apacibilidad considere a los testigos de genio apacible de Jehová que viven en las tierras totalitarias, a quienes detuvieron físicamente de modo que no pudieran concurrir a la Asamblea “Voluntad Divina” en la ciudad de Nueva York. En vez de tratar de huir o esconder su identidad bajo un disfraz de transigencias y un velo de hipocresía, estos Testigos felices en esas tierras tenebrosas han permanecido intrépidamente constantes en sus lugares asignados por Dios como adoradores unidos del Dios verdadero Jehová, y mediante su magnífico despliegue de calma y gobierno de sí mismos, aun cuando se les ha atormentado brutalmente hasta casi darles muerte, se han cobrado el respeto y admiración de muchos de sus enemigos.

      16 Al proceder de esta manera los Testigos perseguidos han estado haciendo la voluntad de su Padre celestial, según se registra en su Palabra escrita: “Si el espíritu de un gobernante se levantaré contra ti, no dejes tu propio lugar, porque la calma misma apacigua grandes pecados.” Pero ya sea dentro o fuera de las prisiones, cámaras de tormento o campos de concentración, estos Testigos felices les muestran la misma apacibilidad a todos aquellos con quienes se ponen en contacto. “Siempre [estén] listos para hacer una defensa ante todo aquel que les demande una razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con un genio apacible y respeto profundo.”—Ecl. 10:4; 1 Ped. 3:15.

      17. ¿Quiénes son el pueblo más feliz sobre la tierra hoy día, y por qué?

      17 ¿Qué provechos se obtienen de seguir una vía tan angosta y apretada de disciplina cristiana como la que se bosqueja aquí? Bueno, nadie ha visto a una persona que estuviera riéndose y jubilosa que al mismo tiempo estuviera teniendo un arrebato de ira. La razón es que la felicidad y la ira no se mezclan o se acompañan. Si una entra, la otra sale inmediatamente. Ahora bien, los testigos de Jehová son bendecidos sobre todos los demás porque son el pueblo mas feliz, más pacífico y más contento sobre la tierra. Pero tales beneficios inmediatos sólo son de importancia secundaria comparados con las bendiciones finales y, con mucho, las más grandiosas que reciben estas personas de genio apacible.

      18, 19. ¿Qué bendiciones preciosas se prometen a los que verdaderamente son de genio apacible y pacíficos?

      18 En la introducción del famoso “sermón del monte” de Jesús, ese gran Maestro no dijo Simplemente: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual,” “Felices son los pacíficos,” o, “Felices son los de genio apacible.” Aunque es verdad que cierta cantidad de felicidad le resulta a la persona cuyas necesidades espirituales son satisfechas y es de genio apacible y pacífica, no obstante éstas no son las cosas importantes o las bendiciones más grandiosas que Cristo promete. El propósito de Jesús, al venir a la tierra fue el de dar testimonio verídico concerniente al glorioso reino de Jehová, y en la ocasión citada no faltó en cuanto a cumplir este propósito, porque, realmente, lo que Jesús dijo fue esto: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos.” “Felices son los pacíficos, puesto que serán llamados ‘hijos de Dios’.” “Felices son los de genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra.”—Mat. 5:3, 9, 5.

      19 Esto, entonces, proporciona un entendimiento y aprecio ensanchados del gozo y felicidad indescriptibles que se les asigna a los testigos fieles de Jehová. En primer lugar, el presenciar efectivamente la furiosa y extraordinaria batalla de Jehová del Armagedón, cuando él con toda su poderosa gloria y fuerza desarraigará y destruirá para siempre a los inicuos, y luego, como “hijos de Dios,” personalmente recibir un lugar de servicio asignado como posesión y herencia eternas bajo el gobierno pacífico del Reino—¡cuán grande vindicación de la Palabra y nombre de Jehová será todo esto! ¡Eso seguramente será una bendición sumamente maravillosa y un privilegio conmovedor para los de genio apacible, muy superior al simple goce de que ahora disfrutan de estar libres de la turbulencia y de los pesares presentes que vejan a este mundo enfermo y lamentoso!

  • Apacibilidad y gobierno de uno mismo producen fruto pacífico
    La Atalaya 1960 | 1 de julio
    • Apacibilidad y gobierno de uno mismo producen fruto pacífico

      “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? muestre él por su comportamiento correcto sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría. además, el fruto de la justicia tiene su semilla sembrada en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.”—SANT. Sant. 3:13, 18.

      1. (a) ¿De qué consta el fruto pacífico del espíritu de Dios? (b) Si ha de haber una abundante cosecha de tal fruto, ¿qué precauciones tienen que tomarse?

      ES LA voluntad de Jehová que sus testigos felices produzcan continuamente una cosecha abundante de fruto espiritual. Este producto del espíritu de Dios no sólo consta de bondad, fe, gozo, amor y benignidad, sino también de paz, apacibilidad, gran paciencia y gobierno de uno mismo. Ahora bien, si tal fruto delicioso como éste ha de producirse, entonces no sólo tiene que sembrarse la semilla bajo las condiciones correctas, sino, de igual importancia, tiene que plantarse la semilla de la clase correcta. La antigua ley de Jehová prohibió a Israel plantar semilla mezclada o semillas de dos clases juntas. Y Jesús dijo: “La gente nunca recoge uvas de espinos o higos de cardos, ¿verdad? Un árbol bueno no puede dar mal fruto, ni puede un árbol podrido producir buen fruto.” Por eso asegúrese usted de plantar sólo la semilla de la clase buena, de la clase correcta. “Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará; porque el que esté sembrando con el pensamiento en su carne segará de su carne la corrupción, pero el que esté sembrando con el pensamiento en el espíritu segará del espíritu la vida eterna. Por lo tanto, no desistamos de hacer lo que es recto, porque segaremos al tiempo debido si no nos rendimos.” Luego el apóstol agrega este punto significativo: “En realidad, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe.”—Lev. 19:19; Deu. 22:9; Mat. 7:16, 18; Gál. 5:22, 23; 6:7-10.

      2. (a) ¿Es correcto el que un siervo dedicado busque el ser nombrado superintendente? (b) Antes que uno pueda llenar los requisitos para ser nombrado superintendente, ¿qué reputación debe tener?

      2 En el arreglo teocrático de las cosas a ciertos siervos del Señor se les pone como superintendentes del rebaño o la grey de Dios. (Hech. 20:28) En tales puestos responsables deben llevar la delantera en dar fruto pacífico y en obrar lo que es bueno para con todos, especialmente para con los que están relacionados con ellos, sus fieles hermanos y hermanas de la congregación de Dios. Es una cosa digna de encomio, dicen las Escrituras, el que un siervo dedicado del Señor busque el ser nombrado al puesto de superintendente. Esto se debe a que tienen que llenarse los requisitos más elevados antes de que una persona esté capacitada para servir en esta capacidad. Entre los requisitos previos para recibir la administración de parte de Jehová como superintendente una persona debe “tener un testimonio favorable de personas de afuera,” no siendo “un pendenciero ebrio, no un golpeador, . . . no belicoso.” Jamás debe ser pugnaz, jamás mandón ni dictatorial ni dominante, jamás un individuo que intimide al rebaño, jamás irritable o altercador. Más bien, para llenar la norma elevada de Jehová tiene que ser “moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado.” Tiene que ser uno que ‘no hable perjudicialmente de nadie,’ y tiene que ser ‘razonable’ para con todos, entendiendo a otras personas y sus problemas, “desplegando toda apacibilidad para con todo hombre.”—1 Tim. 3:1-3, 7; Tito 3:2.

      3. ¿Qué buen consejo dio el superintendente Pablo a Timoteo en el 1Ti capítulo seis de Primera de Timoteo?

      3 El joven Timoteo fue tal superintendente capacitado en la congregación cristiana primitiva, y a él el apóstol y superintendente Pablo le dio buen consejo sobre qué hacer cuando brotaran envidia, celos y disputas violentas. Ciertos individuos se levantarían de en medio de la congregación, se le dijo a Timoteo, los cuales estarían hinchados de orgullo y mentalmente enfermos a causa de asuntos doctrinales. “De estas cosas,” dijo el apóstol, “brotan envidia, contienda, discursos ofensivos, sospechas inicuas, disputas violentas acerca de insignificancias por parte de hombres corrompidos de mente y despojados de la verdad.” Bajo tales circunstancias, ¿qué habría de hacer Timoteo? Se le dijo que no tuviera nada que ver con estos alborotadores ni su ponzoña venenosa. Habría de apresurarse y huir de la iniquidad de ellos y seguir tras “la justicia, la devoción piadosa, la fe, el amor, el aguante, la apacibilidad de genio.” Aquí Pablo colocó al genio apacible en la misma clase que los otros cinco requisitos esenciales.—1 Tim. 6:4, 5, 11.

      4, 5. (a) El apóstol Pablo recordó a los cristianos del primer siglo que mostraran apacibilidad ¿a quiénes, y por qué? (b) En este respecto, ¿qué se requiere de los cristianos del siglo veinte?

      4 A otro superintendente del primer siglo, llamado Tito, se le dijo que su responsabilidad como superintendente era: “Continúa recordándoles [a los de las congregaciones] . . . que no hablen perjudicialmente de nadie, que no sean pendencieros, que sean razonables, desplegando toda apacibilidad para con todo hombre. Porque hasta nosotros una vez éramos insensatos, desobedientes, siendo descarriados, siendo esclavos a muchos deseos y placeres, obrando con malicia y envidia, aborrecibles, aborreciéndonos los unos a los otros.” (Tito 3:1-3) Como una razón para ser de genio apacible para con todo otro hombre, Tito había de recordar a las congregaciones cuán benigno y amoroso había sido con nosotros Dios mismo, salvándonos no debido a ninguna actividad de justicia que hubiésemos ejecutado nosotros para que Dios fuera obligado a nosotros, sino salvándonos él según su propia misericordia divina para con nosotros por medio de Jesucristo, su Hijo abnegado. ¡Qué apacibilidad desplegó esto a un grado sin paralelo por parte del Altísimo Dios para con nosotros! ¡Junto con esta apacibilidad, cuán gran paciencia ha tenido Dios para con nosotros los humanos a través de los siglos hasta ahora! No se debe a que Dios sea lento o indiferente; más bien es porque no desea que seamos destruídos. Él ha deseado que tengamos el tiempo necesario para venir al arrepentimiento que conduce a la salvación. Por lo tanto podemos considerar la paciencia apacible de Dios para con nosotros como cosa que significa nuestra salvación.—Tito 3:4-7; 2 Ped. 3:9, 15.

      5 Hoy no se requiere menos de los superintendentes cristianos fieles. Ellos también tienen que recordar continuamente a las congregaciones que estemos en humilde subordinación y anuente sujeción a “nuestro Salvador, Dios,” y que lo imitemos en nuestra conducta para con otros en el asunto de tratamiento con apacibilidad. Su Hijo, “Jesucristo nuestro Salvador,” imitó a su Padre celestial en este respecto, y nosotros debemos imitarlo también.

      SUPERINTENDENTES, ¡PASTOREEN LA GREY DE DIOS!

      6, 7. (a) ¿Qué animal ilustra bien al pueblo del Señor, y por qué? (b) ¿Cómo amonestan Pedro y Pablo a los que están encargados de la superintendencia de la grey de Dios?

      6 Hay algunas razones muy buenas para que nosotros consideremos por qué las Escrituras repetidamente se refieren al pueblo del Señor y lo ilustran como “ovejas” en vez de otros animales, por ejemplo, vacas, cerdos, mulos, osos, lobos, perros o cabras. Las ovejas son conducidas fácilmente por sus propios pastores. Son criaturas de genio apacible, afables y pacíficas no sólo para con otros animales sino también entre su propio género. A todos los otros animales bien conocidos les faltan a varios grados estas características deseables. Y debido a que las ovejas son tan afables sus pastores tienen que tratarlas en consonancia con ello. A los que son pastores sobre la grey de Dios por ser nombrados a ello por espíritu santo el apóstol Pedro escribe: “A los hombres de mayor edad [superintendentes] entre ustedes les doy esta exhortación, porque yo, también, soy hombre de mayor edad [un superintendente] como ellos . . . Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey.”—1 Ped. 5:1-3.

      7 ¡Presten atención, ustedes superintendentes y siervos ministeriales, todos ustedes! Ustedes siervos nombrados de las congregaciones locales, ustedes siervos de circuito, ustedes siervos de distrito, ustedes siervos de sucursal, ustedes siervos de zona—todos ustedes hombres maduros de influencia a quienes el espíritu santo de Jehová ha nombrado para cuidar y pastorear su rebaño feliz —jamás olviden que tienen que ser excepcionalmente pacíficos, amorosos, apacibles, pacientes, afables y benignos, especialmente para con las ovejas tiernas del Señor que están bajo su cuidado y custodia. Jamás olviden que estas cualidades ustedes las deben tener antes y después de ser recomendados para ser nombrados a sus administraciones especiales en esta sociedad teocrática. “El superintendente,” está escrito, “tiene que ser libre de acusación como administrador de Dios, no debe ser obstinado [no, sino guiado por la voluntad divina], ni propenso a la ira, ni camorrista ebrio, ni golpeador, ni codicioso de ganancia fraudulenta, sino que debe ser amador del extraño, amador de la benignidad, de mente sana, justo, teniendo bondad amorosa, teniendo gobierno de sí mismo, adhiriéndose firmemente a la palabra fiel en lo que toca a su arte de enseñanza, para que pueda exhortar por la enseñanza que es sana y también reprender a los que contradicen.”—Tito 1:7-9.

      8. (a) ¿Por qué razón no se le permitió a Moisés entrar en la tierra de promisión? (b) ¿Por qué es importantísimo el que el superintendente tenga completo gobierno de sí mismo a todo tiempo?

      8 El gobierno de uno mismo o el gobierno del espíritu de uno es algo que uno mismo tiene que imponerse. El gobierno de uno mismo tiene que guardarse y vigilarse alertamente y ejercerse constantemente si habrá de ser eficazmente provechoso cuando se necesite. ¿Recuerda usted al superintendente Moisés, concerniente a quien está escrito: “El hombre Moisés era por mucho el más manso de todos los hombres que estaban sobre la superficie del suelo”? (Núm. 12:3) No obstante este mismo Moisés no alcanzó a entrar en la Tierra Prometida, todo porque en un solo arrebato de ira dejó de dominarse y perdió la paciencia. Por eso el superintendente nunca debe relajarse, dejar de dominarse y perder la paciencia, ni siquiera por un instante. Si le falta gobierno de sí mismo y no tiene fuerza restrictiva sobre su espíritu, entonces, como dice Proverbios, él es “como una ciudad en que se ha hecho irrupción, que no tiene muro.” Al contrario, los superintendentes fieles tienen que estar fuertemente fortificados y ser confiables en tiempo de necesidad, capaces de dar protección, apoyo y defensa a los más débiles de la congregación, y ellos sólo pueden hacer esto si a todo tiempo tienen apacibilidad con gobierno de sí mismos.—Núm. 20:9-12; Pro. 25:28.

      9. (a) ¿Cómo debe reprenderse y corregirse a los rebeldes? (b) Si surge oposición dentro o fuera de la congregación, ¿no está uno justificado en perder la paciencia y encolerizarse con ardor?

      9 Como ya se citó de las Escrituras, el superintendente tiene que adherirse firmemente a la Palabra fiel de Dios, y tiene que poder exhortar mediante la enseñanza que es sana y “reprender a los que contradicen.” Por lo tanto a veces le es menester al superintendente censurar y corregir a los que llegan a estar desequilibrados y torcidos en su modo de pensar, reprender a los que contradicen la verdad. Pero jamás debe darse tal consejo de una manera señoreadora o en un arrebato de ira. El viejo mundo tiene una teoría: ‘combata el fuego con fuego,’ pero en la organización de Jehová esta práctica está enteramente fuera de lugar. Es mucho mejor combatir un incendio literal con agua fría que arrojar sobre él una mezcla de explosivos calientes. Asimismo, es sabiduría y consejo divinos el apaciguar disputas ardientes en una congregación con la refrescante agua de verdad de la Palabra de Dios de una manera calmada y apacible. Dice la sabiduría divina: “La respuesta, cuando es apacible, aleja la cólera, pero la palabra que causa dolor hace surgir la ira. El hombre encolerizado suscita contienda, pero el que es lento para airarse calma la contienda.” “Mejor es uno que es paciente que uno que es arrogante de espíritu.” Seguramente el superintendente paciente que habla la verdad de una manera bondadosa y apacible está cabalmente capacitado para manejar toda clase de oposición que surja dentro de la congregación, porque, de veras, la lengua que posee, cuando se gobierna y se usa como dirige Jehová, es un arma poderosa, tan poderosa, en realidad, que “una lengua apacible misma puede quebrar un hueso.” En consonancia con estos principios de verdad las instrucciones teocráticas del apóstol Pablo enviadas a todos los superintendentes dicen: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos.”—Pro. 15:1, 18; 25:15; Ecl. 7:8; 2 Tim. 2:24, 25.

      10. ¿Con qué propósito se reprende a los que se descarrían de la fe, y por eso cómo hay que tratar a los que están espiritualmente enfermos?

      10 El propósito de reprender a los que no están favorablemente dispuestos, o a los que se descarrían de la fe, debe ser para proteger a la grey de Dios de las influencias corruptoras y de las falsas filosofías, y al mismo tiempo restaurar, no destruir, a los que están pecando. “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse él cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de restaurar a dicho hombre con un espíritu de apacibilidad, vigilándote tú mismo por temor de que tú también seas tentado.” Si hay que cuidar tiernamente a las ovejas saludables, ¡cuánto más debería darse consideración afable a las ovejas enfermas! Por lo tanto, los superintendentes que son espiritualmente fuertes y maduros deben ejercer consideración tierna cuando traten de ayudar a los que están espiritualmente enfermos. Recuerden ellos que las ovejas no son suyas. Las ovejas son del Señor. Por eso no las traten nunca como las tratarían personas asalariadas, aunque por un tiempo se extravíen. Pero cuando “lobos voraces” se introduzcan furtivamente disfrazados de ovejas con el propósito de corromper al rebaño, entonces los superintendentes como pastores fieles pronto tratarán con ellos en consonancia con lo que son en realidad. “Quiten al hombre inicuo de entre ustedes.”—Gál. 6:1; Mat. 7:15; Juan 10:11-13; Hech. 20:29, 30; 1 Cor. 5:9-13.

      11. ¿Se requiere menos humildad, apacibilidad, gobierno de uno mismo, etc., de la persona que no es superintendente o siervo ministerial?

      11 Todo este maravilloso consejo y sabiduría procedente de la Palabra inspirada de Jehová, que aquí se dirige tan categóricamente a los superintendentes y siervos ministeriales, aplica con igual fuerza a todos los testigos de Jehová. No piense por un instante ningún neófito, ningún bebé en la verdad, o, en realidad, ningún individuo que haya estado asociado toda su vida con la organización de Jehová, que se requiere menos de él que de los que llevan la delantera en lo que concierne a la calidad del fruto que producen. Dios no hace acepción de personas, sexo o edad. Como en el antiguo Israel, asimismo hoy, hay una ley para todos, los superintendentes y la gente por igual, así como para los extranjeros y forasteros. Todos están en el mismo concurso, la misma carrera, una carrera para la vida o la muerte. Por lo tanto corran todos como Pablo aconsejó: “Todo hombre que participa en un concurso ejercita dominio de sí mismo en todas las cosas. . . . Por lo tanto, . . . trato mi cuerpo severamente y lo guío como a un esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no sea desaprobado de algún modo.” Todos los cristianos verdaderos fueron abarcados cuando Pablo escribió a los “fieles en unión con Cristo Jesús,” diciendo: “Yo . . . les ruego que anden dignos del llamamiento con el cual fueron llamados, con completa humildad de mente y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose los unos a los otros en amor, esforzándose sinceramente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz. Un cuerpo hay.” Se requiere que todos los miembros de este cuerpo de congregación pongan de su parte para mantener esta paz y esta unidad cristianas. Por eso lo que se requiere de los superintendentes a modo de apacibilidad de genio, longanimidad, afabilidad, gobierno de uno mismo, gran paciencia, humildad, amor, etc., también se exige de cada uno que es del pueblo dedicado de Jehová.—Éxo. 12:49; Lev. 24:22; 1 Cor. 9:25-27; Efe. 1:1; 4:1-4.

      EJERCIENDO APACIBILIDAD Y GOBIERNO DE UNO MISMO EN EL HOGAR

      12. ¿Dónde encuentra uno falta de apacibilidad y gobierno de uno mismo, y en qué ha resultado esta falta?

      12 Algunos de los problemas más difíciles de la vida son los problemas domésticos. Presencie usted el estupendo número de personas casadas infelices, el predominio de la delincuencia de los padres y de los hijos, el número aterrador de hogares deshechos y la proporción creciente de divorcios como evidencia del fracaso y decadencia moral de la sociedad infeliz de este viejo mundo. Esposos y esposas riñen y pelean tanto privadamente como en público. La delincuencia juvenil varía de berrinches pueriles y arrebatos de ira insignificantes hasta asaltos directos y asesinato del padre o la madre. Es demasiado obvio que la paz y la tranquilidad no moran en estos hogares hechos añicos, porque faltan por completo la apacibilidad y el gobierno de uno mismo como los de Cristo.

      13. Por otra parte, cuando los esposos y las esposas llevan a cabo la voluntad divina, ¿qué condiciones domésticas felices prevalecen?

      13 Donde los esposos y esposas son testigos felices de Jehová no se encuentran tales condiciones deplorables. ¿Por qué no? Sencillamente porque los mismos principios cristianos de longanimidad, amor, afabilidad, gran paciencia, tolerancia y gobierno de genio, que se desarrollan y practican en la congregación, también se han introducido en la vida dentro del círculo de la familia. “Esposas, estén sujetas a sus esposos, como es propio en el Señor. Esposos, continúen amando a sus esposas y no se enojen severamente con ellas.” Y tanto a los esposos como a las esposas se da esta instrucción: “Continúen tolerándose y perdonándose mutuamente sin reserva si alguno tiene causa de queja contra otro.” Absolutamente no hay excusa ni razón, y no hay problemas tan grandes ni emergencias tan cruciales que justifiquen el que las personas casadas dejen de dominarse, pierdan la paciencia o den rienda suelta a sus emociones. Si los esposos y las esposas están efectuando la voluntad divina, entonces tienen que ser de genio apacible, bondadosos, considerados y tolerantes unos para con los otros y para con sus hijos a todo tiempo.—Col. 3:18, 19,13.

      14. Donde hay una casa dividida ¿qué consejo divino debe seguir el cónyuge cristiano?

      14 Todo esto está muy bien, algunos quizás digan, en un hogar teocrático donde el esposo y también la esposa son siervos dedicados de Dios, pero ¿qué hay del hogar donde, quizás una esposa cristiana esté casada con un hombre que no está en la verdad? Hay muchos hogares así hoy día, y cuando la cabeza de la casa no es un cristiano verdadero no puede menos que perder la paciencia y ser irrazonable y absolutamente malo a veces. Esto, sin embargo, no justifica el que la esposa abandone su estado feliz para unirse a su esposo en su infeliz estado de ánimo. Bajo tales circunstancias el cónyuge dedicado debe seguir la voluntad divina, a saber: “Ustedes esposas, sométanse a sus propios esposos, para que, si algunos [esposos] no son obedientes a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas . . . sea su adorno . . . la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.” Al hacer esto, la esposa dedicada, de genio apacible gozará de una felicidad y contentamiento de que no comparte su esposo de genio áspero.—1 Ped. 3:1-4.

      15. ¿Qué consejo bíblico tienen que seguir los padres que tienen hijos menores si quieren que su hogar sea bendecido con paz y contentamiento?

      15 No sólo tienen que ser los padres en el hogar cristiano apacibles de genio el uno para con el otro, sino que también deben tener la misma disposición mental para con sus hijos. “Ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” El disciplinar a los hijos es absolutamente necesario, pues el consejo de Jehová es: “La vara y la reprensión son lo que da sabiduría; pero el muchacho a quien se le da rienda suelta estará causando vergüenza a su madre. Corrige a tu hijo y te traerá descanso y dará mucho placer a tu alma.” Es un acto de amor, no de aborrecimiento o mala voluntad para con el niño, el que los padres administren disciplina correctiva. “El que contiene su vara está odiando a su hijo, pero el que lo ama es el que lo busca con disciplina.”—Efe. 6:4; Pro. 29:15, 17; 13:24.

      16. ¿Cuán importante les es la corrección de los padres a ustedes los hijos que quieren vivir en el nuevo mundo de Dios?

      16 Ahora ustedes niños, y esto también incluye a todos ustedes los adolescentes, tengan presente que esta disciplina prescrita por Jehová es medicina para su bien, porque la desobediencia, la terquedad y los arrebatos de ira son los caminos del pecado y de la muerte, y están atados en el corazón de ustedes desde su mismo nacimiento. Si ustedes quieren vivir bajo el gobierno del reino de Dios, estas tendencias hereditarias diabólicas tienen que ser desarraigadas enérgicamente y reemplazadas con cualidades piadosas, y la vara de corrección de los padres ayudará a efectuar esto. “La necedad está enlazada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.”—Pro. 22:15.

      17. (a) Explique por qué no había delincuentes juveniles en el Israel antiguo cuando las leyes de Jehová estaban en vigor. (b) ¿Por qué casi no existe entre los testigos de Jehová hoy día el problema de la delincuencia?

      17 Puede haber casos raros en los que un niño esté tan endurecido en su terquedad que ni siquiera la vara de corrección pueda ahuyentarla. En los días de Israel Jehová instruyó a los padres que llevaran a tal rebelde a los regidores y ellos, a su vez, sacaban al hijo incorregible y lo mataban a pedradas. No había delincuentes juveniles bajo tal sistema. (Deu. 21:18-21) Por eso también hoy, la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová no puede tolerar y no tolerará que exista delincuencia juvenil en su medio. Por lo tanto, para evitar un posible golpe mortífero mediante el ser expulsados de la congregación, los hijos teocráticos sabios prestan atención a lo que la Palabra de Dios dice y lo siguen: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo.” “Hijos, sean obedientes a sus padres en todo [esto no deja nada excluído], porque esto es grato en el Señor.” “Escucha a tu padre que causó tu nacimiento,” dice el Proverbio, “y no desprecies a tu madre sólo porque ha envejecido.”—Efe. 6:1; Col. 3:20; Pro. 23:22.

      18. ¿En qué respectos es la organización de los testigos de Jehová semejante al jardín de Edén en su fruto hermoso, y cómo se hace posible esto?

      18 De modo que sean casados o solteros, adultos o jóvenes, del resto o de la “grande muchedumbre,” superintendentes o no, todos los testigos de Jehová con la ayuda del espíritu santo de Dios, y ejerciendo apacibilidad y gobierno de sí mismos, pueden producir una cosecha abundante y eterna de fruto pacífico. Bajo el cuidado amoroso de Jehová su organización en la belleza de la paz y la unidad es semejante al jardín de Edén. Esto se debe a que cada uno tiene profundo respeto y amor a las leyes y mandamientos de Jehová, junto con celo y devoción al llevar a cabo la voluntad divina en todo. “Hijo mío, no olvides mi ley, y mis mandamientos observe tu corazón, porque largura de días y años de vida y paz te serán añadidos.” “Paz abundante pertenece a los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo.”—Pro. 3:1, 2; Sal. 119:165.

      19. ¿Cómo únicamente pueden los que aman la paz y el contentamiento estar seguros de gozar de ellos por siempre jamás?

      19 Todas las personas de todas partes que son de buena voluntad y que aman la paz y la unidad, si ustedes quieren participar de la felicidad superiorísima y vivir en paz y contentamiento eternos en un jardín paradisíaco bajo el gobierno mediante el reino de Dios, entonces asóciense rápidamente con los testigos de Jehová amadores de la paz, y junto con ellos sean de genio apacible, calmados, amorosamente pacientes, teniendo gobierno de sí mismos. Continúen obedeciendo la voluntad divina, que incluye al Salmo 37: “No te muestres acalorado a causa de los malhechores. . . . Pues como la hierba se marchitarán velozmente . . . Deja sola la ira y deja la cólera . . . Pues los malhechores mismos serán arrasados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra. Y sólo un poco más de tiempo y ya no existirá el inicuo, y ciertamente darás atención a su lugar y él no estará. Pero los mansos [los de genio apacible] mismos poseerán la tierra y ellos de veras hallarán su deleite exquisito en la abundancia de la paz.”—Sal. 37:1, 2, 8-11.

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