Su porvenir... ¿está en peligro?

A TODOS nos interesa el porvenir. Los adolescentes, que esperan vivir quizás otros 60 ó 70 años, se preguntan qué clase de vida les ofrece el futuro. Las personas mayores desean vivir el tiempo que les queda lo más holgadamente posible. Y la mayoría de ellas se preocupa por lo que encierra el futuro para sus hijos y nietos.

Por lo tanto, sea que el lector sea un joven o una persona mayor, lo invitamos a contestar las siguientes preguntas. Y a medida que lo haga, considere por qué contesta usted del modo que lo hace.

RELACIONES PERSONALES: Hoy la gente se siente libre para experimentar con cosas como el matrimonio y la paternidad (o maternidad). Se siente libre de las ideas anticuadas. ¿Ha resultado en mayor felicidad esa mayor “libertad”?

SALUD: Hoy el hombre entiende mejor que nunca antes las causas y la curación de las enfermedades. En vista de esto, ¿cuán seguro está usted de que el cáncer o alguna otra enfermedad no va a tullirle o terminar prematuramente su vida?

SEGURIDAD ECONÓMICA: En muchos países la gente común es más rica que en cualquier tiempo previo en la historia. ¿Está usted, pues, satisfecho con la situación económica de hoy? ¿Está seguro de que podrá mantener su nivel de vida actual por el resto de su vida?

SEGURIDAD PERSONAL: Hace doscientos años muchos países no tenían policías, tal como los conocemos hoy día. Ahora casi todo país tiene un cuerpo policíaco bien organizado, que cuenta con equipo moderno. ¿Contribuye esto a que usted se sienta seguro de que nunca entrarán ladrones en su casa, o que usted nunca será asaltado o será víctima de algún otro delito?

SEGURIDAD: Hoy los líderes mundiales pueden hablar unos con otros por medio de simplemente descolgar el teléfono. Además, las armas nucleares han hecho que una guerra moderna sea inconcebible para cualquier persona cuerda. ¿Hace esto que usted se sienta seguro de que nunca habrá una tercera guerra mundial? ¿Está seguro de que todavía habrá civilización dentro de 50 años?

¿Cómo contestó usted las preguntas anteriores? Si las contestó como lo han hecho muchas otras personas, entonces le han recordado algunos defectos fundamentales de la sociedad humana. Hay que corregir esos defectos antes de que podamos tener alguna confianza verdadera en el porvenir. Examinemos ahora tales preguntas de nuevo.

LAS RELACIONES PERSONALES... y el futuro de usted:

La felicidad depende en gran parte de cómo usted se lleva con otras personas. Aunque tenga buena salud y completa seguridad, si sus relaciones personales no son afectuosas, usted se sentirá infeliz. Y de todas las relaciones, las más estrechas y afectuosas deben existir en la familia. Muy a menudo esto no es así.

Un titular que apareció recientemente en la revista Time anunció: “Aumenta la bastardía, a medida que el estigma contra ella se desvanece”. También, muchas parejas despliegan una actitud irresponsable hacia la institución del matrimonio. Actualmente en Gran Bretaña, uno de cada cuatro matrimonios termina en divorcio, un aumento de 400 por 100 en los últimos 20 años. La Iglesia Católica Romana prohíbe el divorcio. No obstante, a menudo hay personas católicas romanas que disuelven su matrimonio por medio de una anulación. Mediante esta evasiva, 338 matrimonios fueron “disueltos” durante 1968 en los E.U.A. En 1980 la cifra subió vertiginosamente a 32.000 casos.

Otra importante relación personal se basa en el respeto a las personas de edad avanzada. El respeto a las personas ancianas solía ser espontáneo; y el cuidar de los padres envejecidos de uno, un deber sagrado. Muchas veces esto ya no es así. Ahora muchos hijos crecidos ya no quieren cuidar de sus padres. Peor aún, muchos hijos maltratan físicamente a sus padres. “La violencia doméstica contra los ancianos es un escándalo nacional que se propaga”, dice el político estadounidense Mario Biaggi.

Las personas de edad avanzada, también, son presa fácil de jóvenes brutales. “El dar palizas a las abuelitas se ha clasificado ahora como delito doméstico”, informó el Daily Mail, de Londres. Por eso un titular que apareció en The Wall Street Journal, de Nueva York, proclamó: “Muchas mujeres ancianas luchan contra la mala salud, el temor al delito, la soledad”.

¿No le parece a usted que esas tendencias no presagian nada bueno para su futuro, así como para el porvenir de toda la humanidad?

LA SALUD... y el futuro de usted:

A pesar de los adelantos médicos, nadie puede estar seguro de lo que encierra el futuro en lo que tiene que ver con su salud. Pero podemos tomar ciertas medidas para mejorar nuestras perspectivas.

Por ejemplo, según la revista World Health, “el uso del tabaco, especialmente el fumar cigarrillos, es responsable de más o menos 30 por 100 de todas las muertes causadas por el cáncer en los países [...] donde la gente ha fumado cantidades considerables de cigarrillos durante muchas décadas”. Las pruebas también indican que hay una relación entre el mascar tabaco, o areca, y el cáncer de la boca.

Del mismo modo, el beber en exceso resulta en cirrosis del hígado y alcoholismo, y está implicado en muchos delitos, así como en accidentes laborales y automovilísticos. El comer en exceso produce sobrepeso y los consecuentes problemas arteriales y cardíacos. La inmoralidad sexual ha producido una pandemia mundial de enfermedades venéreas, algunas de las cuales son incurables. Y el abuso de las drogas (además del tabaco y el licor) ha producido todo un montón de problemas. ¿No mejoraría sus perspectivas de un futuro feliz el evitar tales prácticas?

Sin embargo, desafortunadamente nuestra salud no siempre depende de nosotros mismos. Centenares de millones de personas están enfermas debido a la desnutrición. La contaminación también presenta peligros para la salud.

Pero aun si los hombres estuvieran completamente informados de cómo evitar esos peligros a la salud, su porvenir todavía sería incierto. No todas las enfermedades graves se deben al mal uso que el hombre ha dado a su cuerpo y a su ambiente. Y al fin y al cabo, la muerte le acaece a todos los hombres. ¿Será siempre así?

LA SEGURIDAD ECONÓMICA... y el futuro de usted:

¿Cómo podemos asegurarnos de que nosotros mismos y nuestra familia disfrutemos de un futuro razonablemente próspero? Bueno, los jóvenes pueden estudiar mucho en la escuela y prepararse para el futuro. Los mayores pueden trabajar diligentemente, ser ahorradores y cultivar la reputación de ser honrados y dignos de confianza. Algunos tienen pólizas de seguro y están incluidos en programas de jubilación. Todo eso puede ayudar. Pero, de nuevo, hay fuerzas en juego que pueden reducir a nada nuestros planes.

Considere la situación alimentaria. El Fondo de las Naciones Unidas para Actividades Demográficas de 1981 informó que el alimento fue a parar a manos de las personas que tenían el dinero para comprarlo. Las que no tenían dinero se quedaron hambrientas.

También tenemos el problema de la inflación. Esta puede ser una cruel destructora de esperanzas. En Gran Bretaña, el poder adquisitivo de la libra esterlina es menos de una quinta parte de lo que era hace 17 años. El índice de inflación anual de algunas naciones es con regularidad más de 100 por 100.

El aumento paulatino del desempleo hace que hayan más dificultades. ¿Cómo puede la gente hacer planes para un futuro feliz, si no puede hallar trabajo?

Sí, debido a lo incierto de la situación económica, muchas personas se sienten poco seguras en cuanto al porvenir. ¿Se siente usted así?

LA SEGURIDAD PERSONAL... y el futuro de usted:

¿Qué podemos hacer que garantice nuestra seguridad personal? Sinceramente, muy poco. Si es posible, podemos apartarnos de las zonas donde se cometen muchos delitos. Podemos instalar en la casa alarmas contra robos. Podemos tratar de evitar atraer la atención de los delincuentes.

Al comentar sobre la situación con relación al delito, el duque de Edimburgo, de Inglaterra, dijo que el mundo hoy día es como el de la Edad del Oscurantismo. El comisario de la Policía Metropolitana de Londres confesó: “A uno se le pudiera perdonar por sumirse en un sentido de impotencia”. Y el presidente del Tribunal Supremo de Gran Bretaña dijo: “En resumen, la fibra moral del país ha sufrido un trastorno que está más allá del poder que tiene la ley para corregirlo”. Por ejemplo, un intruso entró en el dormitorio de la reina de Inglaterra, a pesar de haber máxima seguridad. Por supuesto, Inglaterra no es la única que afronta esta difícil situación respecto al delito.

Y hay una amenaza aún mayor para su seguridad personal... a saber, la posibilidad de que estalle una guerra. El periodista canadiense David Lancashire advirtió: “Junto con el creciente perfeccionamiento de las armas, ha surgido un creciente riesgo de que ocurra accidentalmente una guerra debido al error de algún ordenador. En un período reciente de dieciocho meses, el sistema de alarma de los mísiles estadounidense dio 147 falsas alarmas”. La Dra. Helen Caldicott dijo que la situación tocante a las armas nucleares está “casi fuera del control humano”.

Este análisis muestra que la inseguridad de las naciones amenaza la felicidad futura de todos nosotros. Y hay muy poco que nosotros, individualmente, podamos hacer al respecto. Sin embargo, ¡no pierda las esperanzas! Más allá de los peligros inminentes que amenazan a toda la humanidad, hay algo más. Lea el siguiente artículo y aprenda cómo puede ser feliz su porvenir.

Su porvenir... puede ser feliz

EN ESTA breve consideración hemos visto unas cuantas cosas que podemos hacer para que nuestro porvenir sea un poco más seguro. Pero hay muchas cosas respecto a las cuales simplemente no podemos hacer nada. Algunos asuntos hasta están fuera del control de los gobernantes mundiales. Y sin duda están fuera de nuestro control personal. Tenemos que recurrir a una fuente superior a la humanidad. ¿Cómo podemos hacerlo?

Por miles de años ha existido un libro que señala a la solución sobrehumana de los problemas del hombre. Ese libro es la Biblia, y nos indica que nuestro Creador es Aquel que puede proveernos un futuro seguro.

Puede que usted no crea en la Biblia. O quizás la acepte, pero le parezca que no tiene relación alguna con los problemas de hoy. Sin embargo, la realidad es que: La Biblia suministra la guía más extensa y de mayor éxito que se haya registrado alguna vez para la vida.

Considere una vez más los asuntos que se hicieron surgir al principio de esta consideración, y vea lo que dice la Biblia al respecto.

RELACIONES PERSONALES:

En relación con el cuidar de los padres envejecidos, la Biblia dice: “Si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe”. (1 Timoteo 5:8.)

La Biblia también enseña a ser responsable como padre o madre y en el matrimonio. “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación”, exhorta un escritor bíblico (Hebreos 13:4). En otro libro de la Biblia, el mismo escritor dice: “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo. Que las esposas estén en sujeción a sus esposos [...] Esposos, continúen amando a sus esposas [...] Hijos, sean obedientes a sus padres [...] Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová”. (Efesios 5:21, 22, 25; 6:1, 4.)

Tal vez a usted le parezca que ese consejo es excelente, pero idealista. No obstante, en realidad nos suministra como meta altas normas. Y la verdad es que millones de personas hoy día hacen muchos esfuerzos por vivir de acuerdo con esas normas, y su vida es más feliz debido a ello.

SU SALUD:

Considere este consejo: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que [...] sea fornicador, o avariento [...] o borracho” (1 Corintios 5:11). O éste: “Limpiémonos de toda contaminación de la carne y del espíritu” (2 Corintios 7:1). Cualquier persona que obedece estos consejos evita las enfermedades venéreas y muchas de las demás enfermedades que se mencionaron en el artículo anterior.

En cuanto a las enfermedades que no podemos evitar, la Biblia menciona otro remedio, al cual nos referiremos más adelante.

SEGURIDAD ECONÓMICA:

También hay abundante consejo para ayudarnos durante estos difíciles tiempos económicos. He aquí solo dos ejemplos del consejo que da la Biblia: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma”. También: “Cualquier cosa que estén haciendo [incluso trabajo seglar], trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres” (2 Tesalonicenses 3:10; Colosenses 3:23). Estos consejos nos ayudan a sacar el mayor provecho de la situación económica en que nos hallemos.

Además de eso, Jesús hizo una vez una promesa extraordinaria. Al hablar sobre el problema de conseguir suficiente alimento y ropa, dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y Su justicia [la de Dios], y todas estas otras cosas les serán añadidas” (Mateo 6:33). Esta es la promesa de Dios tocante a cuidar de sus siervos. ¿Cumple Dios lo que promete? Millones de personas testifican que sí.

SEGURIDAD PERSONAL:

La Biblia nos aconseja cómo comportarnos sabiamente en estos tiempos peligrosos. Pero es innegable que la mayoría de los problemas relacionados con la seguridad, sea que hablemos del delito o de la amenaza de guerra, deberían resolverlos los gobiernos, más bien que los individuos. En este respecto la Biblia también propone una solución. Dice francamente que el hombre no puede gobernarse a sí mismo sin ayuda: “No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23). Y nos anima a recurrir al Reino de Dios en busca de un gobierno de éxito.

Otra clase de gobierno

En realidad, la gente ha estado orando por mucho tiempo para que Dios se haga cargo de la gobernación de la Tierra. Cuando dicen la conocida oración del padrenuestro, piden: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:9, 10). ¿Qué es eso sino una oración para que Dios, en vez del hombre, gobierne la Tierra? La Biblia hasta nos suministra una visión del cumplimiento de esa oración: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás”. (Revelación 11:15.)

Bajo ese Reino, muchas cosas que se ven por todos lados hoy desaparecerán: “Los malhechores mismos serán cortados, pero los que esperan en Jehová son los que poseerán la tierra” (Salmo 37:9). “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 72:16). “Está haciendo cesar las guerras hasta la extremidad de la tierra” (Salmo 46:9). ¡No habrá más guerra ni delito ni hambre bajo esta gobernación!

¿Qué hay de la enfermedad y la muerte? Preste atención a esta promesa: “[Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación 21:4). Este es el futuro que se promete en la Biblia. Quizás usted crea que es solo una ilusión. Pero considere lo siguiente: Ya que los gobernantes humanos no pueden resolver los peligrosos problemas de este siglo, ¿qué futuro le espera a la humanidad? Si el Reino de Dios no es una esperanza segura, ¿qué opción hay?

En tiempos apostólicos los cristianos señalaron a todo el mundo que el Reino de Dios era la única esperanza de un futuro seguro; y hoy los testigos de Jehová predican el mismo mensaje a las personas de esta generación. Ellos tratan de aplicar en su vida diaria los principios de la Biblia y hallan que éstos surten efecto. Cuando afrontan problemas difíciles, recurren a Dios por ayuda, y él se la provee. Están al tanto de muchos sucesos que ocurren hoy y que prueban, a la luz de las profecías bíblicas, que el Reino de Dios es una realidad. Se consideran a sí mismos súbditos de ese Reino. Y saben que éste efectuará todas las cosas que Dios dice que hará.

Si los textos bíblicos que hemos citado describen el futuro como a usted le gustaría verlo, ¿por qué no habla de ello con los testigos de Jehová? Aprenda acerca del futuro verdaderamente feliz que se ofrece a todo hombre de buena voluntad. Entérese de cómo estar entre aquellos a quienes se hace referencia en la Biblia con estas palabras: “Vigila al exento de culpa y mantén a la vista al recto, porque el futuro de ese hombre será pacífico”. (Salmo 37:37.)