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Una mejor base para creerLa Atalaya 1953 | 1 de mayo
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llegó los judíos estaban esperando algún desenvolvimiento relacionado al Mesías. (Dan. 9:24-27; Luc. 3:15) La profecía de Daniel también predecía que Jesús sería ejecutado tres años y medio después.e Otras profecías de la Escritura hebrea predijeron que él nacería en Belén, de una virgen, que sería odiado, rechazado, traicionado por un seguidor por treinta monedas de plata, declarado culpable por testigos falsos, empalado con pecadores, que echarían suertes por su ropa, sería resucitado, y muchos otros detalles. (Sal. 16:10; 22:16, 18; 35:11; 41:9; 69:4; Isa. 7:14; 53:3, 8, 12; Miq. 5:2; Zac. 11:12) De hecho, un erudito de la Biblia computó que “hay trescientas treinta y dos diferentes profecías en el Antiguo Testamento que se han cumplido literalmente en Cristo”. Un matemático computó que la probabilidad de que un hombre cumpliera todas esas cosas era ¡una en ochenta y cuatro seguido de noventa y siete ceros!f La posibilidad de que eso suceda es tan abrumadoramente remota que tenemos que reconocer a Jehová como el autor de estas profecías.
16. ¿Qué evidencias cronológicas y físicas prueban que ya estamos en el tiempo de su segunda presencia?
16 En cuanto al tiempo de la segunda presencia de Cristo, la profecía de Daniel de nuevo es la que proporciona la cronología para ella. (Dan. 4:16) Se halló por cálculo que señalaba a 1914 d. de J. C. y La Atalaya llamó atención al significado de 1914 en el año 1879. Las Escrituras cristianas griegas predicen muchas evidencias físicas que se habrían de observar al tiempo de la segunda presencia de Cristo, para que las personas en la tierra supieran de su presencia, siendo Cristo una criatura espiritual e invisible a los ojos humanos. (Juan 14:19) Se predijo la guerra mundial, el hambre, la pestilencia, los terremotos, las divisiones sectarias, la persecución de sus seguidores, la predicación global de las buenas nuevas del Reino establecido, la delincuencia por todas partes y el derrumbe general de la moralidad, y muchos otros desenvolvimientos que hemos visto desde 1914. La generación que ha experimentado el comienzo de estas cosas sobrevivirá para ver el fin de ellas en el Armagedón.g (Mat. 24:1-34; 2 Tim. 3:1-5, 13) Después de eso comenzará la vida eterna con bendiciones infinitas para las personas obedientes en un nuevo mundo.—2 Ped. 3:13.
17. ¿Por qué debe ser nuestra confianza en las profecías de Dios más firme ahora que nunca antes?
17 Pero ¿podemos confiar en estas predicciones concernientes al Armagedón y el nuevo mundo de justicia que seguirá? Bueno, si alguien le ha dicho a usted la verdad cien veces, ¿va usted a dudar de tal persona de repente cuando le dice algo nuevo? Si usted nunca le ha encontrado falsificador, si ha estado en lo correcto cien veces, ¿dudará usted de repente de su integridad sin causa alguna? ¡Cuán irrazonable e ilógico sería eso! Jehová ha hecho que se registren muchas profecías, y muchas de ellas han sido cumplidas de maneras maravillosas, como hemos visto en este estudio. Los cumplimientos de algunas de sus profecías todavía son futuros. ¿No podemos confiar con toda fe en que se realizarán a su debido tiempo, en vista del registro que él se ha establecido, la reputación de veracidad que él ha ganado a pesar, de las opiniones contrarias de científicos y ateos y altos críticos? Ellos se han equivocado tan a menudo, pero Jehová jamás. Por eso cuando los hombres disputan contra su Palabra y lo juzgan falso, nosotros sabemos que los hombres son falsos y Dios es veraz: “Sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso, así como está escrito: ‘Para que seas vindicado en tus palabras y ganes cuando estés siendo juzgado.’”—Rom. 3:4, NM.
18. ¿Qué ha sucedido a los atacantes mundanos de la Palabra de Dios?
18 Cuando la sabiduría de este mundo se coloca contra la Biblia sólo puede encontrar derrota: “Está escrito: ‘Haré que la sabiduría de los sabios perezca, y echaré a un lado la inteligencia del intelectual.’ ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el polemista de este sistema de cosas? ¿No ha constituído Dios en insensatez la sabiduría del mundo?” (1 Cor. 1:19, 20, NM) Los científicos han usado su conocimiento para derribar la Biblia, pero sus propios hallazgos adicionales destrozan sus teorías y tienen que urdir otras. En la horca de ciencia que ellos hacen para colgar la Biblia perecen sus propias teorías. (Ester 7:10) Ateos y altos críticos usan su historia seglar para probar falsa la Biblia, pero a medida que más hechos históricos se desentierran su propia arma se vuelve contra ellos y vindica a la Biblia. “Ellos pusieron una red para atrapar mis pies, y ellos mismos fueron atrapados en ella; ellos cavaron un hoyo en frente de mí, ¡y cayeron en él!” (Sal. 57:6, Mo) Los fundamentalistas nos acusan de negar a Dios por nuestras enseñanzas, y sus propias enseñanzas son paganas. Tratan de usar la Biblia para probar que nosotros estamos equivocados, y ésta se vuelve contra ellos y prueba que ellos son paganos. “Los paganos se han sumido en el hoyo que cavaron; en la red que pusieron, sus pies están enredados.”—Sal. 9:15, Mo.
19. ¿Cómo se consigue la fe? y ¿cómo puede ser fortalecida ahora?
19 Los asaltos numerosos que vienen contra nuestra fe en estos tiempos modernos pueden someterla a prueba, pero si está fundada en conocimiento y no en credulidad, perdurará. “Considérenlo todo gozo, mis hermanos, cuando se encuentren frente a diferentes pruebas, sabiendo como ustedes lo saben que esta cualidad probada de su fe produce aguante.” (Sant. 1:2, 3; 1 Ped. 1:6, 7, NM) A los hebreos Pablo escribió: “Fe es la expectativa segura de las cosas esperadas, . . . sin fe es imposible lograr su buen agrado.” (Heb. 11:1, 6, NM) De modo que tenemos que tenerla, y lo que esperamos en conexión con ella debemos esperarlo con seguridad y confianza, sin vacilaciones o dudas. (Sant. 1:6-8) La fe inmovible proviene de conocimiento. Pablo dijo: “‘Cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto su fe? ¿Cómo, en cambio, pondrán su fe en aquel de quien no han oído? . . . Por eso la fe sigue al informe.” (Rom. 10:13, 14, 17, NM) Usted tiene que oír el informe de estas cosas proveniente de la Palabra de Dios antes de que pueda desarrollar fe verdadera, una fe que no sea crédula o supersticiosa o muerta, sino una fe que sea viva y muestre su vida mediante obras. (Sant. 2:14-26) Que la fe no es simplemente credulidad ciega, sino que se basa en conocimiento, se muestra por la oración de Jesús: “Yo hago petición, no concerniente a éstos nada más, sino también concerniente a los que ponen fe en mí por medio de la palabra de ellos.” (Juan 17:20, NM) Sería mediante las palabras predicadas que nuevos discípulos por venir pondrían fe en Jesús. Las profecías cumplidas de que ahora se aprende, confirman la fe y fortalecen la base para creer.
20. ¿Cómo podemos durar nosotros, junto con la Palabra de Dios?
20 “La palabra hablada por Jehová dura para siempre,” cita el apóstol Pedro. (Isa. 40:8; 1 Ped. 1:25, NM) Jehová Dios nos asegura que su Palabra será cumplida, que no volverá a él vacía, sino que cumplirá el propósito con que fué enviada. (Isa. 46:10, 11; 55:11) Sí, la Palabra de Dios durará. Pero ¿duraremos con ella? ¿Haremos mediante nuestro estudio de ella y obras en armonía con ella nuestra fe lo suficientemente firme para aguantar todas las pruebas, para resistir todos los asaltos que vienen contra ella en estos últimos días? Podemos hacerlo si estudiamos, porque aunque a los hombres mundanos les gusta desacreditarnos y decir que sólo los ignorantes creen en la Biblia, ¡el conocimiento ascendente está probando que lo contrario es lo cierto! Son los voluntariosamente ignorantes los que cierran los ojos a la vindicación de ella por medio de hallazgos científicos y excavaciones arqueológicas, y sobre todo a la vindicación de ella hecha manifiesta por el número creciente de profecías cumplidas que iluminan nuestros tiempos. De modo que estudie la Palabra de Dios, obre de acuerdo con ella, edifique sobre fundamento de roca, y su fe resistirá los asaltos de los hombres ahora y la tormenta del Armagedón más tarde. De esta manera podemos durar junto con la Palabra de Dios para disfrutar de vida en el predicho nuevo mundo de justicia.
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Santiago, el hermano de JesúsLa Atalaya 1953 | 1 de mayo
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Santiago, el hermano de Jesús
JESÚS, el Hijo de Dios, en una ocasión dijo: “Un profeta no carece de honor salvo en su territorio natal y en su propia casa.” Que él mismo tuvo esta experiencia tocante a su familia inmediata es evidente del registro hecho por su discípulo preferido, Juan: “Sus hermanos, de hecho, no estaban ejerciendo fe en él.” Mateo y Marcos mencionan a cuatro hermanos, Santiago, José, Simón y Judas. (Mat. 13:55-57; Mar. 6:3; Juan 7:5, NM) Sin embargo, después de la muerte y resurrección de Jesús, por lo menos algunos de sus hermanos uterinos (de la misma madre pero de diferente padre) sí ejercieron fe en él, porque leemos que, acercándose el Pentecostés, los once apóstoles de común acuerdo “persistían en oración, junto con algunas mujeres y María la madre de Jesús y con los hermanos de él”.—Hech. 1:13, 14, NM.
Considerando que algunos de nuestros lectores podrían objetar a la declaración de que María tuvo otros hijos además de Jesús, sosteniendo que ella fué “siempre virgen”, antes de considerar lo que las Escrituras cristianas griegas dicen acerca de Santiago, el hermano de Jesús, consideremos brevemente esa objeción. Si María fué “siempre virgen”, entonces ¿por qué dijo Mateo en el capítulo uno, versículo veinticinco Mt 1:25, que José “no la conoció”, es decir, “no tuvo relaciones con ella hasta que dió a luz un hijo”? (NC; NM) Y ¿por qué describió Lucas a Jesús como el “primogénito” de ella? (Luc. 2:7) Si María no hubiera dado a luz otros hijos ¿no se habría referido él a Jesús como el “único” hijo de ella? Claramente Mateo y Lucas no consideraron que Jesús fué el único hijo de María, de otra manera ciertamente que habrían recalcado el punto; especialmente si ellos hubieran pensado que este asunto era tan vital como algunas organizaciones religiosas lo piensan.
Tampoco puede argüirse que estos “hermanos” no eran de la familia inmediata de Jesús, sino que eran parientes o primos, porque la palabra usada significa literalmente “de la misma matriz”. (Concordancia de Young) Si se hubiera querido decir únicamente parientes los escritores inspirados sin duda habrían usado la palabra griega traducida prima y primos en Lucas 1:36, 58 (V A).
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