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  • Su futuro... ¿se siente usted seguro?
    La Atalaya 1983 | 1 de enero
    • Su futuro... ¿se siente usted seguro?

      Sea que usted se sienta confiado o inseguro, le sugerimos que conteste las siguientes preguntas para que se haga un autoanálisis detallado. Aun si algunos de los problemas no afectaran ahora mismo la parte del mundo donde usted vive, verá que otros afectan a todo el mundo.

      SÍ NO

      1. ¿ESTÁ DESEMPLEADO O TEME PERDER

      SU EMPLEO? __ __

      2. ¿COMPRA MUCHO MENOS CON SU DINERO

      QUE LO QUE COMPRABA HACE DIEZ AÑOS? __ __

      3. ¿ES PELIGROSO CAMINAR A SOLAS DE NOCHE

      POR EL VECINDARIO DONDE VIVE? __ __

      4. ¿VIVE EN UNA MORADA DE CALIDAD INFERIOR? __ __

      5. ¿ES EL CONSEGUIR SUFICIENTE DE COMER UNO

      DE SUS PROBLEMAS DIARIOS? __ __

      6. ¿SON FRECUENTES LAS RIÑAS EN SU HOGAR? __ __

      7. ¿LE PREOCUPA EL PORVENIR DE SUS HIJOS? __ __

      8. ¿ESTÁ AGOBIADO POR LA DEPRESIÓN Y CRISIS

      PERSONALES? __ __

      9. ¿DEPENDE DE NARCÓTICOS? (Tabaco, licor o drogas

      que envician) __ __

      10. ¿CREE QUE ES INEVITABLE OTRA GUERRA DE GRANDES

      PROPORCIONES? __ __

  • ¿Puede usted sentirse tranquilo?
    La Atalaya 1983 | 1 de enero
    • ¿Se siente usted seguro?

      ¿Puede usted sentirse tranquilo?

      ¿CONTESTÓ usted las preguntas de la página 3? ¿Cuántas contestó de modo afirmativo? Si contestó “Sí” a una o más de esas preguntas, entonces no crea de ninguna manera que es la única persona que se siente insegura. El grueso de la población de la Tierra vive precariamente en la actualidad, y el futuro es muy inseguro.

      El breve repaso que aparece a continuación puede ayudarle a comprender la repercusión que han tenido estos problemas a nivel mundial.

      DESEMPLEO: La mayor parte de Europa está plagada de desempleo en masa, lo cual causa inseguridad a millones de familias. La situación no es mejor en los Estados Unidos, donde más de nueve millones de personas están sin trabajo. Respecto al aumento continuo del desempleo, Ivor Richard, comisionado europeo de asuntos sociales, advirtió: “Es inevitable que el desempleo someta a una enorme tensión la estructura social de nuestras sociedades. [...] Pudiera ser una amenaza para las mismísimas raíces de nuestras sociedades democráticas y libres”. ¿Puede usted sentirse seguro si no tiene empleo?

      INFLACIÓN: ¿Compra usted mucho menos con su dinero que lo que compraba hace diez años? La crisis del petróleo durante la década pasada garantizó el hecho de que la inflación sería un mal del que adolecería casi todo país. Por ejemplo, en Gran Bretaña, los artículos que podían comprarse con £1 en 1961 ahora cuestan casi £6. El índice de inflación de muchos países es mucho peor que el de Gran Bretaña. Tal vez el país donde usted vive sea uno de ellos. Si el poder adquisitivo de su dinero está disminuyendo, ¿puede usted sentirse confiado en cuanto al futuro?

      DELITO: ¿Quién camina sin temor de ser víctima de algún delito? Es una plaga internacional. Varios titulares de prensa que aparecieron recientemente en el Japón hacen resaltar el problema de ese país: “Proporción de delitos juveniles preocupa al gobierno”, “Participación de menores en actos delictivos establece marca”. En muchos países los jueces indulgentes y la justicia ponen rápidamente a los criminales de vuelta en la calle. Un artículo de fondo en español hizo surgir la angustiosa pregunta: “¿Es que ya no hay un código penal?”.

      VIVIENDA DE CALIDAD INFERIOR: Millones de familias alrededor del mundo todavía moran en viviendas infestadas de ratas, llenas de cucarachas y sin agua potable. No solo evocamos el cuadro usual de las personas que viven ilegalmente en las calles de Bombay, India, o el de los que viven en los cementerios de El Cairo, Egipto. ¿Qué hay de los barrios ruinosos y las barriadas pobres de muchas ciudades principales de las naciones “desarrolladas” de Occidente? Un informe del complejo de viviendas Cabrini-Green de Chicago, E.U.A., dice: “Una vez que están en el apartamento, los residentes se enfrentan a las inmensas poblaciones de roedores y cucarachas que infestan la mayoría de los edificios de Cabrini-Green”. Para la mayoría de los pobres no hay salida. El futuro es sombrío.

      HAMBRE: Cierta fuente de noticias afirma que dos terceras partes de las víctimas del hambre mundial se hallan en nueve países, y representan el 27 por 100 de la población mundial. El Financial Times, de Londres, comentó lo siguiente bajo el encabezamiento “Los más pobres se hacen más pobres”: “Quizás lo más crítico de toda la situación es que la capacidad del África para alimentar a su población, población que aumenta a un ritmo acelerado, no ha podido satisfacer las necesidades de consumo desde hace tiempo, y el desequilibrio empeora continuamente”. Hasta en las naciones desarrolladas, la desigualdad en los ingresos y la pobreza causan hambre donde aparentemente hay abundancia. ¿Se inquieta usted también diariamente por el pan de cada día?

      DISCORDIA EN EL HOGAR: Se informa que más del 40 por 100 de los matrimonios en los E.U.A. se están separando. En el mismo país, los padres de unos doce millones de hijos menores de dieciocho años de edad están divorciados. En muchas partes del mundo, millones de adultos que viven con alguien del otro sexo ni siquiera están casados. En tales lugares es patente la desintegración familiar por la cantidad de concubinas abandonadas y de hijos ilegítimos que hay. ¿Pueden los adultos y los niños sentirse seguros si la estructura familiar está desmoronándose?

      PREOCUPACIÓN POR LOS HIJOS: La violencia en las escuelas es un mal que está difundiéndose. En 1981 la ciudad de Nueva York desplegó por primera vez 420 policías escolares en las escuelas elementales en un esfuerzo por refrenar la cantidad de ataques contra maestros y estudiantes. Las escuelas de Gran Bretaña y el Japón también están sufriendo una ola de violencia. Con un desplome de disciplina como ése, ¿puede usted sentirse seguro en cuanto a la educación de su hijo?

      DEPRESIÓN: El Star de Toronto, Canadá, declaró: “Millones de norteamericanos aguantan calladamente un dolor que les cuesta sus matrimonios, empleos... y su vida. [...] La depresión es una epidemia que cuesta muchísimo en sentido social”. El mismo periódico citó al siquiatra Emmanuel Persad, quien dijo: “Muchos investigadores opinan que la depresión se ha extendido más durante los últimos años debido a la crisis económica, la desintegración familiar y el aislamiento social”. ¿No es señal de una crisis de confianza la extensamente difundida depresión?

      NARCÓTICOS: La toxicomanía es muleta de millones de personas. Cada día se malgastan enormes recursos en la compra de tabaco y el abuso de licor y drogas. ¿Indica eso un sentido de seguridad?

      OTRA GUERRA DE GRANDES PROPORCIONES... ¿POSIBLE, PROBABLE O INEVITABLE? En vez de mantener el estancamiento previo, basado en la teoría de la aniquilación mutua, algunos líderes mundiales se han dejado convencer de que se puede pelear y ganar una guerra nuclear. ¿Está usted seguro de que no habrá otra guerra de grandes proporciones?

      ¿Qué indica este panorama negativo? ¿Puede usted realmente confiar en su futuro y en el de su familia? ¿Tenemos alguna otra elección, aparte de confiar en los líderes políticos y militares y los consoladores que componen el clero? ¿Hay algún camino confiable hacia la seguridad? Los siguientes artículos suministrarán la respuesta que da la Biblia a esas preguntas.

      [Ilustración en la página 5]

      ¿Se siente usted seguro en cuanto al porvenir de sus hijos? ¿El alimento diario de ellos? ¿Su educación? ¿Su mismísima supervivencia?

  • ¿Qué alivio puede conseguirse ahora?
    La Atalaya 1983 | 1 de enero
    • ¿Se siente usted seguro?

      ¿Qué alivio puede conseguirse ahora?

      ¿CUÁN seguro se siente usted con respecto a los problemas que se presentaron en la página 3? El rey poeta David ofrece una fórmula para que uno se sienta más seguro, incluso ahora. Escribió: “He puesto a Jehová enfrente de mí constantemente. Porque él está a mi diestra, no se me hará tambalear. [...] Mi propia carne residirá en seguridad”.—Salmo 16:8, 9.

      ¿Cómo puede tener algún efecto en los problemas y temores que le rodean ‘el poner a Jehová enfrente de usted’? Repasemos brevemente las preguntas que se plantearon anteriormente, y veamos cómo el consejo de Jehová puede ayudar.

      El aplicar diariamente los principios bíblicos muy bien pudiera tener efecto en sus oportunidades de empleo. El poner en práctica dichos principios puede hacer de usted un trabajador concienzudo, honrado e industrioso, pues la Palabra de Dios exhorta: “Que el que hurta ya no hurte más, sino más bien que trabaje duro, haciendo con las manos lo que es buen trabajo”. (Efesios 4:28) Normalmente los patronos sensatos buscan los servicios de un trabajador en el que puedan confiar. Así que el problema de empleo, aunque existe, no debe ser tan grave para el trabajador que es un cristiano genuino.

      El modo de vida cristiano hasta puede atenuar los efectos de la inflación. ¿Por qué? Porque el cristiano emplea prudentemente sus limitados recursos. No malgasta parte alguna de su salario en el juego por dinero y el fumar, o en el abuso del licor y los narcóticos. Evita la ostentación suntuosa, lo cual es una forma de vanidad, “porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre [Dios], sino que se origina del mundo”.—1 Juan 2:16, 17.

      ¿Cómo puede ayudar a hacer frente al problema siempre presente del delito el punto de vista que tiene el cristiano verdadero? La Biblia aconseja: “No entres en la senda de los inicuos, y no andes directamente adelante al camino de los malos. Esquívalo, no pases adelante por él”. (Proverbios 4:14, 15) Basándose en tal consejo, el cristiano sabiamente toma precauciones cuando se halla en zonas y en situaciones que invitan al delito. Evita tener asociación con personas que tienden a cometer delitos.

      Aunque muchos cristianos, por razones económicas, tienen que morar en viviendas de calidad inferior, sus principios, basados en la Biblia, les sirven de guía para tener hogares limpios y agradables que sobrepasan el hogar de término medio de la vecindad. Saben que la limpieza física es parte de la adoración verdadera del Dios santo, Jehová. El profeta Isaías exhortó: “Manténganse limpios”.—Isaías 52:11.

      A los cristianos se les ha enseñado a orar: “Danos hoy nuestro pan para este día”. (Mateo 6:11) Esa petición implica que, tocante a la necesidad diaria de alimento, el cristiano se conforma con lo suficiente para cada día, sin preocuparse indebidamente por las necesidades del día siguiente. Si el creyente desempeña su papel, entonces sabe que no se le dejará sin los artículos diarios de primera necesidad, tal como escribió el salmista David: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto a nadie justo dejado enteramente, ni a su prole buscando pan”.—Salmo 37:25.

      ¿Es posible evitar o reducir al mínimo la discordia en el hogar? La Biblia aconseja: “El que es tardo para la cólera apacigua la riña”. (Proverbios 15:18) Además: “Quítense de ustedes toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa junto con toda maldad. Mas háganse bondadosos los unos con los otros, [...] libremente perdonándose unos a otros”. (Efesios 4:31, 32) ¿No se beneficiaría todo matrimonio que desplegara ese espíritu cristiano?

      Muchos padres están profundamente preocupados por sus hijos, especialmente debido a la presión que ejercen sobre sus hijos otros condiscípulos para que cometan inmoralidad. En las familias cristianas hay que inculcar profundamente en los jovencitos la lealtad a los principios y a la familia a fin de ayudarles a resistir las tentaciones del día moderno. La Biblia aconseja a los padres que cultiven un compañerismo estrecho con sus hijos y equilibren el amor con la disciplina. Tal disciplina abarca la asociación, la educación, el razonar con ellos y la corrección.—Efesios 6:4; Proverbios 1:8.

      Al cristiano que tiene una esperanza segura en cuanto al futuro no le afectan tanto las circunstancias que causan depresión y resultan en una crisis. No se vale de narcóticos, que causan adicción, para evadir la responsabilidad de enfrentarse a la vida día a día. Como lo describe el salmista: “En paz ciertamente me acostaré y también dormiré, porque tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad”.—Salmo 4:8.

      Aunque los cristianos saben que otra guerra entre las naciones es posible, también se dan cuenta de que el dueño de la Tierra es Dios, no el hombre. Saben que Dios no permitirá que el hombre destruya por completo a la Tierra ni a la familia humana mediante algún tipo de guerra nuclear, porque él es “el Formador de la tierra y el Hacedor de ella [...] que la formó aun para ser habitada”. (Isaías 45:18) Por eso El ha prometido y garantizado que habrá “nuevos cielos y una nueva tierra” para la humanidad obediente. No un nuevo planeta ni un nuevo firmamento, sino un sistema de cosas terrestre completamente nuevo que tendrá como fundamento una educación de inclinación espiritual para todos. Esto está en armonía con la profecía inspirada de Isaías: “Porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar”.—Isaías 65:17; 11:9.

      ¿Cómo y por qué se efectuará ese cambio? ¿Utilizará Dios a los líderes del mundo para traer seguridad? ¿Tendrá usted parte en un futuro seguro? El último artículo de esta serie contestará esas preguntas.

      [Ilustración en la página 7]

      El aplicar el consejo bíblico contribuye a que las casas estén más limpias, a pesar de los alrededores

  • ¡Al umbral de un futuro seguro!
    La Atalaya 1983 | 1 de enero
    • ¿Se siente usted seguro?

      ¡Al umbral de un futuro seguro!

      “NO PONGAS tu confianza en los que mandan ni en el mortal que no puede salvarte.” (Salmo 146:3, La Nueva Biblia, Latinoamérica) Ese consejo directo que se dio hace más de dos mil años es aún más oportuno hoy, cuando políticos, científicos, clérigos y líderes militares proponen toda clase de remedios para resolver los problemas de la humanidad.

      ¿Por qué no hemos de confiar “en los que mandan”? Porque aunque crean lo contrario, el destino de la Tierra y la humanidad no está en manos de ellos. La Biblia dice claramente: “A Jehová pertenece la tierra y lo que la llena, la tierra productiva y los que moran en ella”. (Salmo 24:1) Sí, la Tierra es propiedad de Jehová, el escabel de sus pies, pero le ha sido cedida a la humanidad para que hagan uso de ella con aprecio.—Génesis 1:28; Isaías 66:1.

      ¿Ha dado el hombre el cuidado y la atención debidos a la propiedad que se le ha confiado? ¿Ha demostrado que es digno de seguir como inquilino en esta joya del universo? La capa de contaminación y corrupción que el hombre ha extendido por toda la Tierra es testimonio elocuente de su fracaso. La basura, la suciedad que hay en las calles de las ciudades, en los ríos y a lo largo de las playas es prueba visible de que muchos de los habitantes de la Tierra no son inquilinos dignos de vivir en ella. Sus acciones egoístas son una amenaza para el futuro y la seguridad de los que quieren vivir en una Tierra limpia.

      Ahora, ¿qué pasos dan las autoridades humanas cuando no se respeta la propiedad ni se paga el alquiler? Se toma acción legal para desahuciar a los transgresores. ¿No tiene derecho el Señor Soberano Jehová de desahuciar a los que son una amenaza para la seguridad futura de la Tierra? Sí, ciertamente lo tiene, puesto que él es “el Formador de la tierra y el Hacedor de ella [...] que no la creó sencillamente para nada”.—Isaías 45:18.

      ¿Se ha sentado algún precedente?

      Hace 3.500 años, cuando Jehová cedió a Israel los derechos de la Tierra Prometida, él también estableció pautas claras: “No deben corromper la tierra en que están; porque es la sangre lo que corrompe la tierra [...] Y no debes contaminar la tierra en que ustedes están morando”. (Números 35:33, 34) Si vamos más allá del antiguo Israel, la historia humana es poco envidiable a este respecto. A través de los siglos se ha contaminado la Tierra con la sangre de millones de víctimas de guerras y purgas políticas o religiosas, a las cuales se les han añadido una cantidad de muertes debido al delito y al aborto en nuestro siglo veinte.

      Con el tiempo el antiguo Israel pasó por alto las leyes de Jehová y tuvo que pagar el precio por ello... expulsión de su territorio. La nación de Judá, compuesta de dos tribus, siguió por el mismo sendero y se hizo merecedora de la siguiente censura: “La mismísima tierra ha sido contaminada bajo sus habitantes, porque han pasado por alto las leyes, han cambiado la disposición reglamentaria, han quebrantado el pacto indefinidamente duradero”. (Isaías 24:5) Como resultado de ello, sus habitantes fueron deportados por setenta años. Por la misma razón, Jehová tomará medidas en esta generación que va pasando rápidamente.—Lucas 21:25-36.

      ¿Qué medidas tomará Jehová? La Biblia profetiza que es inminente la limpieza global que Dios ha decretado. Se efectuará mediante la guerra de Armagedón, predicha ya desde hace mucho tiempo. No será un conflicto entre el capitalismo y el comunismo. La cuestión de suprema importancia desde el punto de vista de Dios está muy por encima de la sórdida política humana. El punto en cuestión tiene que ver con el justo ejercicio de la soberanía de Jehová sobre la Tierra. Sus opositores, las “fuerzas espirituales inicuas” y sus colaboradores humanos, piensan que pueden perpetuar su ocupación de la Tierra y descartar cualquier acción divina. (Efesios 6:12; Salmo 14:1-3) El Armagedón, el juicio de desahucio de Jehová, eliminará de la Tierra a todos los que contaminan y corrompen este precioso planeta. La operación de limpieza de Jehová también removerá y neutralizará a las “fuerzas espirituales inicuas” que por tanto tiempo han ejercido influencia en los hombres egoístas y hambrientos de poder.—Revelación 16:14, 16; 20:1-3.

      ¿Qué seguirá a la purga del Armagedón? Jehová ha prometido: “Aquí estoy creando nuevos cielos y una nueva tierra”. Aunque esta profecía tuvo un cumplimiento en pequeña escala cuando en 537 a. de la E.C. los judíos regresaron a Jerusalén de su cautiverio en Babilonia, todavía tiene que realizarse un cumplimiento final y completo. El apóstol cristiano Pedro dio énfasis a esta esperanza segura para el futuro cuando escribió: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar”. Ese nuevo sistema decretado por Dios garantiza a la humanidad leal y obediente un futuro seguro sobre la Tierra.—Isaías 65:17; 2 Pedro 3:13; Tito 1:2.

      Si desea obtener más información relacionada con este futuro seguro bajo la gobernación del reino de Dios en manos de Cristo, por favor, no vacile en comunicarse con los testigos de Jehová de su vecindario o de escribir a los publicadores de esta revista.

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