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Las “buenas nuevas” de un mundo sin religión falsaLa Atalaya 1969 | 1 de mayo
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mantenerse aislado, solo, en su Tierra Prometida que Dios le dio, por decirlo así. No; más bien, estaba bajo el mandato explícito de salir entre las naciones acribilladas por la religión falsa. Recuerde que al describir el misterio reconocidamente grande de la devoción piadosa el apóstol Pablo dijo que Jesús “fue predicado entre naciones,” no solo en el antiguo Israel natural. Jesucristo mismo es aquel individuo del secreto sagrado de Dios cuya devoción piadosa fue predicha y descrita en las inspiradas Escrituras Hebreas de la Biblia. ¿Cómo y por qué vino a ser “predicado entre naciones”?
25-27. ¿Cómo sabemos que Jesús no se propuso que sus seguidores se separaran de la gente?
25 El no instruyó a sus apóstoles y discípulos primitivos a que se separaran de la gente del mundo y se hicieran reclusos en cuevas en el desierto ni que se hicieran monjes y monjas que edificaran monasterios y conventos de monjas y se retiraran dentro de tales edificios de comunidad, reteniendo así la revelada luz de la verdad e impidiendo que brillara en un mundo que iba oscureciéndose. Al contrario, varios días después de su resurrección de entre los muertos y antes de su ascensión al cielo para aparecerse a los ángeles y ser recibido arriba en gloria, Jesucristo les dijo a sus discípulos:
26 “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren! estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.”—Mat. 28:18-20.
27 Dando énfasis de nuevo al hecho de que sus seguidores habían de ir a la gente de todas las naciones paganas a fin de hacer discípulos de Cristo, Jesucristo hizo esta declaración final justamente antes que lo vieran ascender hacia el cielo: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria, y hasta la parte más lejana de la tierra.”—Hech. 1:8.
28. (a) ¿Qué significado tenían las instrucciones de Jesús en Hechos 1:8? (b) ¿Podía dudarse de manera alguna que los cristianos llenos de espíritu tuvieran la religión verdadera? ¿Por qué?
28 De esto se entendía claramente que se había de dar testimonio y hacer discípulos de Jesús como el prometido Mesías de Dios fuera de la judería, donde había estado limitada hasta entonces la religión verdadera, y en todas las naciones no judías que estaban empapadas de la religión falsa. ¿Qué otra cosa pudo significar esto sino un ataque contra toda religión falsa realizado por cristianos llenos del espíritu que tenían la religión verdadera? No cabe duda, y no puede decirse: ‘Bueno, puede que tuvieran la verdad y la religión verdadera, y puede que no,’ puesto que la promesa que Jesús les hizo excluyó tal probabilidad o posibilidad. Respecto a ese espíritu santo que había de impartirles poder y por el cual se les dijo que esperaran en Jerusalén, Jesús les dijo la noche antes de su muerte de sacrificio: “Cuando llegue aquél, el espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propio impulso, sino que hablará las cosas que oye, y les declarará las cosas que vienen.” (Juan 16:13) Recibieron este “espíritu de la verdad” el día del Pentecostés, el 6 de Siván, del año 33 E.C., diez días después de la ascensión de Jesús al cielo.—Hech. 2:1-36.
29. ¿Cuándo y cómo se inició el ataque contra la religión falsa pagana?
29 Unos tres años y cuatro meses después, temprano en el otoño, alrededor del 1 de Tisri del año 36 E.C., el ataque contra la religión falsa de los paganos fue iniciado por los miembros llenos de espíritu de la “congregación del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad.” Esto sucedió cuando, bajo el mando directo del cielo, el apóstol Pedro subió de Jope a Cesarea de Judea y entró por primera vez en el hogar de un incircunciso gentil, un no judío, un centurión italiano que se llamaba Cornelio. Mientras Pedro todavía estaba predicando el mensaje de verdad al gentil Cornelio y a los que él había reunido en su casa para escuchar a Pedro, el espíritu santo cayó también sobre estos gentiles creyentes. En evidencia de ello se pusieron a hablar en idiomas extranjeros que no habían aprendido antes. (Hech. 10:1 a 11:18) Desde ese tiempo en adelante la puerta se quedó abierta de par en par para que la verdad cristiana atacara a la religión falsa en todas las naciones gentiles.
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El asalto de remate contra toda religión falsaLa Atalaya 1969 | 1 de mayo
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El asalto de remate contra toda religión falsa
1. ¿Qué se había profetizado en las antiguas Escrituras Hebreas, y cómo respondieron a la predicación de Pablo muchas personas de las naciones?
Aún las profecías de las antiguas inspiradas Escrituras Hebreas habían indicado que al tiempo señalado de Dios la luz de la verdad había de asaltar a las tinieblas de la religión falsa. El apóstol Pablo citó tal profecía cuando le dijo a la gente reunida en la sinagoga judía en Antioquía de Pisidia unos once años después de la conversión de Cornelio a la religión verdadera: “¡Miren! nos volvemos a las naciones [gentiles]. De hecho, Jehová nos ha impuesto el mandamiento con estas palabras: ‘Te he nombrado como luz de naciones, para que seas una salvación hasta la extremidad de la tierra.’” Después que el apóstol Pablo citó esa profecía a su auditorio mixto, ¿qué pasó? Esto: “Al oír esto los de las naciones, empezaron a regocijarse y a glorificar la palabra de Jehová, y todos los que estaban correctamente dispuestos para vida eterna se hicieron creyentes. Además, siguió llevándose la palabra de Jehová por todo el país.”—Hech. 13:14-49; Isa. 42:6.
2. ¿Cómo fue la acción de “los de las naciones” prueba de que había tenido éxito el ataque que Pablo hizo en su predicación?
2 ¿Diría usted que ese ataque contra la religión falsa tuvo buen éxito? Sí, porque dio por resultado la verdadera liberación de víctimas de la religión falsa y las puso en el camino de la “vida eterna” en el nuevo orden de Jehová Dios, donde no habrá ninguna religión falsa. Esta fue una liberación de personas del poder del dios de toda religión falsa, fue el libertarlas para la adoración y el servicio del Dios de la religión verdadera, el Principal Enemigo de toda religión falsa. Tal liberación fue la sustancia de la comisión que se le dio al apóstol Pablo cuando el resucitado Señor Jesucristo se le apareció y pasó a decirle: “Me he hecho visible a ti, para escogerte como servidor y testigo . . . librándote de
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