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Manteniendo pura y casta la organización de siervos públicosLa Atalaya 1965 | 15 de mayo
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que habían obtenido por medio de Pablo junto con sus dones, y predicando una clase de “buenas nuevas” diferente de las buenas nuevas que Pablo les había predicado. Así esos llamados “apóstoles superfinos” trataban de casar a la congregación cristiana con un Cristo diferente como esposo espiritual. Esto estaba conduciendo a una inmoralidad espiritual. ¿Cómo?
20. ¿Cómo estaba conduciendo a inmoralidad espiritual de parte de la congregación la influencia corruptora de aquellos “apóstoles superfinos”?
20 El apóstol Pablo ya los había prometido en matrimonio a Jesucristo el Hijo celestial de Dios. Por eso, si entonces se permitían comprometerse para casarse con algún otro Cristo, estarían perdiendo su moralidad espiritual. Estarían perdiendo su castidad espiritual, su castidad de virgen, que debían a Jesucristo como su Esposo prometido. El apóstol Pablo quería presentar esta congregación cristiana que había fundado como una “virgen casta al Cristo,” pero aquellos “apóstoles superfinos” trataban de romper el compromiso de la congregación con Jesucristo y cambiarlo hacia un Cristo falsificado. Trataban de seducir a la congregación ya comprometida, para que cometiera inmoralidad, espiritual, adulterio espiritual, puesto que en la ley de Jehová que se dio por medio de Moisés a la virgen comprometida se le consideraba como siendo ya la esposa del hombre con quien se habían hecho los arreglos para que él se casara con ella.
21. ¿Qué clase de celo tenía Pablo de la congregación en Corinto, y de quién era un verdadero amigo?
21 Por consiguiente, el apóstol Pablo asemejó a aquellos llamados “apóstoles superfinos” a la serpiente de Edén, y trató de proteger de ellos a la congregación cristiana. El celo que Pablo tenía de ellos no era un celo egoísta, apasionado, impío, sino que era un celo piadoso que no toleraba rivalidad sino que insistía en la devoción exclusiva a Jesucristo su Novio original. Pablo verdaderamente era “amigo del novio,” y deseaba experimentar al debido tiempo el “gozo [del amigo] a causa de la voz del novio” cuando éste le hablara a su Novia “virgen casta” en el cielo.—Juan 3:29.
PUREZA (CASTIDAD) SEXUAL TAMBIÉN
22. (a) ¿Acerca de qué otra clase de pureza de la congregación estaba interesado Pablo? (b) ¿Qué escribió acerca de un caso pertinente en la congregación de Corinto?
22 Como superintendente general que tenía la “inquietud por todas las congregaciones” en tierras gentiles de Occidente, el apóstol Pablo también estaba profundamente interesado en la castidad corporal o pureza sexual de la organización de los siervos públicos de Dios. Pablo sabía que una congregación local no podría seguir siendo parte de la organización de Dios y al mismo tiempo permitir la impureza moral de cualquiera de sus miembros. La congregación necesita librarse, vindicarse, de toda responsabilidad de comunidad por la inmoralidad sexual de cualquiera de sus miembros. Escuche este caso que Pablo manejó para la congregación de Corinto en el primer siglo de nuestra era común. Fue un caso repugnante, pues Pablo escribe: “De hecho, se informa que hay fornicación entre ustedes, y tal fornicación como ni aun hay entre las naciones [gentiles], que cierto hombre tiene la esposa de su padre. ¿Y están ustedes hinchados, y no se lamentaron más bien, para que fuese quitado de en medio de ustedes el hombre que cometió este hecho?”
23. En conexión con eso, ¿qué clase de responsabilidad no quería compartir Pablo, y por eso, qué hizo acerca de la situación?
23 Puesto que Pablo había fundado aquella congregación y tenía la superintendencia apostólica sobre ella, ni por un instante iba a mancharse con alguna responsabilidad de comunidad por tal inmoralidad dentro de la organización de Dios de siervos públicos. De modo que inmediatamente prosigue con la acusación que presenta contra la congregación al escribir: “Yo por mi parte, aunque ausente en cuerpo mas presente en espíritu, ciertamente he juzgado ya, como si estuviese presente, al hombre que ha obrado de dicha manera, que en el nombre de nuestro Señor Jesús, estando ustedes reunidos, también mi espíritu con el poder de nuestro Señor Jesús, entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado en el día del Señor. . . . ¿No juzgan ustedes a los de adentro, mientras Dios juzga a los de afuera? ‘Remuevan al hombre inicuo de entre ustedes mismos.’”—1 Cor. 5:1-5, 12, 13.
24, 25. (a) En la mente de Pablo, ¿cuál era la pregunta ahora tocante a la congregación de Corinto? (b) ¿Cómo demostró la congregación misma ser casta en este asunto?
24 En la mente de Pablo la pregunta ahora era: ¿Se limpiará la congregación cristiana con sus llamados “apóstoles superfinos” de cualquier responsabilidad de comunidad por este caso repugnante de inmoralidad incestuosa? ¿Se entristecería porque había tolerado esta inmoralidad dentro de ella por algún tiempo sin obrar apropiadamente? ¿Se vindicaría por medio de cumplir rápidamente con las órdenes del apóstol de remover de la congregación a aquel hombre inicuo? Más tarde la mente de Pablo se tranquilizó cuando su compañero misionero Tito regresó de Corinto y le dijo que la congregación lo había hecho así. Dando aprobación oficial a esto, Pablo les escribió:
25 “(Veo que aquella carta los entristeció, aunque solo por un breve rato,) ahora me regocijo, no simplemente porque fueron entristecidos, sino porque fueron entristecidos para arrepentimiento; porque fueron entristecidos de una manera piadosa, para que en nada sufrieran daño debido a nosotros. Porque la tristeza de manera piadosa obra arrepentimiento para salvación, del cual no hay que tener pesar; mas la tristeza del mundo produce muerte. Porque, ¡miren! esta misma cosa, el que hayan sido entristecidos de manera piadosa, ¡qué gran solicitud produjo en ustedes, sí, el librarse de culpa, sí, indignación, sí, temor , sí, anhelo, sí, celo, sí, corrección del abuso! En todo respecto ustedes demostraron ser castos en este asunto.”—2 Cor. 7:8-11.
26, 27. (a) ¿Solo después de qué acontecimientos no habría peligro en que la congregación corintia aceptara de nuevo al incestuoso? (b) No obstante, ¿contra qué tenía que seguir vigilando la congregación, y qué le escribió Pablo para indicar esto?
26 Ciertamente solo después que la congregación se había vindicado por mostrar que no apoyaba la inmoralidad sexual entre sus miembros, solo después de haber demostrado “ser castos en este asunto,” solo después de eso podría el apóstol Pablo aconsejar sin temor de daño a la congregación que dejara regresar a aquel hombre inicuo a la congregación. No solo se había arrepentido sinceramente el hombre de su pecado incestuoso, entre el tiempo en que la congregación recibió la primera carta de Pablo y el tiempo en que recibió su segunda carta, sino que la congregación en conjunto había adoptado la posición correcta y había obrado correctamente en cuanto al asunto. (2 Cor. 2:6-11) Pero, sea que hayan perdonado a este hombre por su arrepentimiento probado y lo hayan aceptado de nuevo o no, Pablo sabía que los cristianos corintios tenían que seguir vigilando para que no hubiera inmoralidad sexual en la congregación. Estaban viviendo en una ciudad pagana muy sexual y muchos miembros de la congregación habían venido de aquel mundo enloquecido por el sexo. Por consiguiente, hacia el fin de su segunda carta (2 Cor. 12:20, 21) Pablo hizo esta declaración:
27 “Tengo miedo que de algún modo, cuando yo llegue, los halle como no pudiera desear y yo resulte ser para ustedes no como pudieran desear, sino que, en cambio, de algún modo haya contienda, celos, enojos, altercaciones, difamaciones solapadas, susurros, hinchazones, desórdenes. Quizás, cuando vaya otra vez, mi Dios me humille entre ustedes, y me lamente de muchos de aquellos que pecaron antes pero que no se han arrepentido de su inmundicia y fornicación y conducta relajada que han practicado.”
28, 29. (a) ¿Cómo existe la misma situación tocante a la sociedad del nuevo mundo hoy en día, especialmente a medida que más personas entran en ella? (b) ¿Por qué son palabras que bien se le pueden decir a la sociedad hoy en día las palabras de Pablo en 1 Corintios 6:9-11?
28 La misma situación se encuentra en cuanto a la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Esta vive en medio de un mundo enloquecido por el sexo, una verdadera Sodoma moderna. No todos los miembros de esta sociedad del nuevo mundo han nacido y se han criado en hogares de testigos cristianos de Jehová. La gran mayoría de ellos ha salido de Babilonia la Grande, es decir, el imperio mundial de religión falsa, y de entre sus amantes políticos inmorales. Y mientras año tras año más decenas de millares hay que entran en la sociedad, procedentes de este mundo perturbado sexualmente, más está sujeta la sociedad en conjunto a una presión inmoral, debido a las inclinaciones inmorales de un número aumentante de recién llegados. Por consiguiente, a la sociedad de hoy en día las siguientes palabras de la carta de Pablo a los cristianos corintios bien pueden decirse:
29 “¡Qué! ¿No saben ustedes que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni avarientos, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. Y sin embargo eso es lo que algunos de ustedes eran. Mas ustedes han sido lavados . . . en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios.”—1 Cor. 6:9-11.
30. (a) ¿Qué hecho hace tanto más difícil el mantener limpia a la sociedad conforme transcurre el tiempo? (b) ¿Contra qué amonestó el apóstol Pedro a todos los que habían sido lavados?
30 Sí, conforme crece la sociedad del nuevo mundo, “eso es lo que” más y más testigos de Jehová que están dentro de la sociedad fueron en otro tiempo. Este hecho hace tanto más difícil mantener limpia, pura y casta tal creciente sociedad. Pero todas las personas bautizadas hoy en día en esta sociedad jamás habrían sido admitidas en ella si primero no se hubieran lavado en el nombre del Señor Jesús y con el espíritu de nuestro Dios. Por eso, en su segunda carta (2 Ped. 2:22) el apóstol Pedro nos advierte a todos nosotros, los lavados, que no deberíamos regresar a tal suciedad mundana, a semejanza de la “cerda bañada a revolcarse en el fango.”
31, 32. (a) Aun si no hubiesen sido personas de tales clases previamente, ¿contra qué tienen que vigilar los miembros de la sociedad? (b) Por ejemplo, ¿qué tuvo que escribir Pablo a Timoteo acerca de castidad dentro de la congregación?
31 Muchos miembros no fueron personas de tales clases antes de entrar en la sociedad. No obstante, deben seguir vigilando para no caer en la tentación de tales prácticas inmundas. Considere, por ejemplo, a Timoteo, el misionero que participó con Pablo en escribir la segunda carta a la congregación en Corinto. Él era mitad griego y mitad judío, y fue criado de manera piadosa por su madre judía Eunice y su abuela Loida. (2 Tim. 1:5) No obstante, después que Timoteo había trabajado con él por aproximadamente quince años Pablo creyó bueno escribir a Timoteo las siguientes palabras sobre castidad moral dentro de la congregación:
32 “No critiques severamente a un hombre de mayor edad. Por lo contrario, ínstale como a padre, a los de menos edad como a hermanos, a las mujeres de mayor edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas con toda castidad. Honra a las viudas que realmente son viudas.”—1 Tim. 5:1-3.
33. (a) ¿A quiénes especialmente se dirigen las palabras de Pablo a Timoteo con respecto a tratar con las mujeres? (b) Por consiguiente, el tratarlas inmoralmente sería tan abominable como ¿qué?
33 En cuanto a tratar con mujeres de la congregación, las jóvenes y las ancianas, se requería castidad moral de parte de Timoteo, aunque ahora ya no era un adolescente. Recuerde, por favor, que esta carta a Timoteo se dirigió a un superintendente regional de congregaciones, y no a una congregación en general. Por eso, las instrucciones para tratar con las mujeres “de menos edad como a hermanas con toda castidad” aplican con fuerza especial a los hombres cristianos que sirven como siervos de distrito, siervos de circuito y siervos de congregación en la sociedad del nuevo mundo de hoy en día. Si hoy en día éstos siguen esta conducta limpia y casta para con las personas del sexo opuesto, tales siervos deberían ser ejemplos fortalecedores para todos los otros varones dedicados, bautizados, en la sociedad. Si tales siervos tratan a las mujeres de menos edad de la sociedad como tratan a sus propias hermanas de su familia personal, entonces no causarán daño moralmente a estas mujeres de menos edad de la sociedad así como no lo hacen a su propia hermana carnal. El cometer fornicación con una de las mujeres de menos edad de la congregación sería exactamente tan abominable como el cometer incesto con la propia hermana carnal de uno.
34, 35. (a) ¿A qué otras personas tuvo Pablo que dar instrucciones sobre moralidad, y con qué finalidad en mira? (b) En relación con eso, ¿qué tienen que hacer las mujeres de mayor edad a favor de las mujeres de menos edad?
34 Por otra parte, hubo necesidad de dar instrucciones sobre moralidad también a las mujeres de la congregación cristiana. A otro compañero misionero de nombre Tito, Pablo escribió las siguientes palabras: “Que las mujeres ancianas sean reverentes en su comportamiento, no calumniadoras, ni esclavizadas a mucho vino, maestras de lo que es bueno; para que hagan volver a su sentido a las mujeres jóvenes para que amen a sus esposos, amen a sus hijos, sean de juicio sano, castas, . . . para que no se hable injuriosamente de la palabra de Dios.”—Tito 2:3-5.
35 ¿Qué tienen que hacer las mujeres de mayor edad para hacer volver a su sentido a las mujeres de menos edad, para que éstas amen a sus esposos en vez del esposo de alguna otra mujer, y sean castas para con todos los del sexo opuesto? Las mujeres ancianas mismas tienen que poner el ejemplo de castidad personal. La castidad de parte de una mujer en la sociedad del nuevo mundo puede ayudar a otra persona a emprender el derrotero cristiano de vida.
36. ¿Cómo recalcó el apóstol Pedro este hecho a las esposas cristianas, señalando esto a qué en cuanto a la Palabra de Dios?
36 El anciano apóstol Pedro recalcó este hecho al escribir a las esposas cristianas: “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” (1 Ped. 3:1, 2) Mientras más corrupta sea una comunidad fuera de la congregación y fuera del hogar de una esposa cristiana, más resalta la castidad de la esposa fiel con buen provecho, con mayor impresionabilidad. Esto da prestigio a la Palabra de Dios.
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Cómo la organización debe considerar la castidadLa Atalaya 1965 | 15 de mayo
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Cómo la organización debe considerar la castidad
1, 2. (a) ¿Cómo ha de considerarse el sexo humano, y por qué? (b) ¿Cómo explica Génesis 1:27, 28 el origen y el propósito del sexo?
LA CASTIDAD toma en cuenta el sexo. A la luz de la santa Palabra de Dios el sexo es sagrado. El sexo no brotó de evolución ciega, no inteligente, no moral, accidental, funcionando hacia un fin egoísta. El sexo humano, así como el sexo de los animales, peces, aves, insectos y plantas, es de Dios. ¿Es inmoral Dios porque creó el sexo? ¡No! Él no se propuso la gran ola de locura sexual que está arrollando al mundo, resultando en toda clase de terribles enfermedades sociales o mala salud. Él se propuso que el sexo sirviera un propósito milagroso, el de propagar la vida en sus diversas formas sobre la Tierra, incluyendo la vida humana. En lenguaje muy sencillo el primer capítulo de la Santa Biblia nos explica el origen y el propósito del sexo en la humanidad. El capítulo uno, versículos veintisiete y veintiocho, de Génesis (el primer libro de la Biblia) dice:
2 “Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó;
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