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Cómo permanecer joven a la vez que envejece¡Despertad! 1981 | 8 de diciembre
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participa de ellas en exceso. Con relación al beber, uno haría bien en prestar atención al consejo lógico y apropiado que en cierta ocasión ofreció un joven africano que dijo: “Recuerde, si usted bebe menos, vivirá más. Y si usted vive más, entonces podrá beber más.”
Permanezca tan independiente como pueda
No permita que personas más jóvenes que usted, aun cuando tengan buenas intenciones, lo hagan retroceder a los días de su niñez por medio de protegerlo en demasía o ser demasiado condescendientes en los tratos con usted. Si usted todavía puede vivir solo, viva solo. Si usted todavía puede atender su hogar, atiéndalo. Si usted todavía puede cocinar, cocine. Si usted todavía puede recortar el césped y lavar su propio automóvil, hágalo.
Por otro lado, si usted se ha debilitado física o mentalmente y necesita ayuda, acepte la ayuda que se le ofrece, haciéndolo con gracia y con gratitud. Deje que los demás le ayuden de acuerdo con su necesidad, no de acuerdo con su edad. De este modo usted mantendrá su dignidad y no tendrá motivo para sentirse culpable de imponer cargas innecesarias a otros.
No viva en el pasado
El atesorar recuerdos es excelente, pero el mantener demasiados vínculos físicos con el pasado, como lo son el conservar cartas y fotografías viejas, o el dedicar mucho tiempo a recordar, pueden abatirlo. En lugar de vivir en el pasado, enfréntese al presente, a la vez que hace planes para el futuro. Piense en lo que le gustaría hacer mañana o la próxima semana, y así cada día tendrá algo por lo cual vivir.
Los recuerdos del pasado pueden ser transplantados al presente. Por ejemplo, en lugar de ser como la viuda que dice: “No he hecho un pastel o torta desde que Carlos murió,” sorprenda a sus vecinos o amigos por medio de hacerles un pastel. Dígales: “Pensé que les gustaría. A Carlos le gustaba. De hecho, el pastel de chocolate era su favorito.” Por medio de hacer sentir felices a otros, usted mismo se sentirá feliz. De momento, ese recuerdo tan preciado ha cobrado un nuevo matiz.
Acepte lo que es obvio
Tenga en cuenta que usted ya no es tan joven como solía ser. Pero en realidad, ¿quién lo es? No piense que tiene que ir al mismo paso con los que tienen la mitad de su edad. No hay por qué tratar de “probar” que usted todavía es joven cuando es bastante obvio que no lo es. Envejezca con gracia, no dando excusas.
Nunca deje de estar agradecido por la oportunidad que ha tenido de envejecer. Millones de jóvenes, cuyas vidas han terminado prematuramente, nunca tuvieron esa oportunidad. No sea como el joven, que, cuando se levanta por la mañana, se queja de que tiene que levantarse; sea como el anciano que se regocija de que todavía puede levantarse.
—Fin—
De vez en cuando Wilhelm se reía entre dientes y sonreía mientras leía el manuscrito, y al llegar a ciertos puntos meneaba la cabeza en señal de aprobación. Interpreté estas reacciones como indicaciones de que le agradaba lo que leía, pero, como la mayoría de los escritores, sentí un poco de temor en cuanto a lo que sería el veredicto.
“El artículo es bueno... informativo y provechoso. Aun queda un punto adicional.”
Su nueva meta... permanecer joven para siempre
“Mientras todavía trabajaba fuera de la ciudad, pues trabajé allí hasta que cumplí 81 años,” explicó Wilhelm Hillmann, “mi esposa comenzó a estudiar sistemáticamente la Biblia. Durante los fines de semana regresaba a casa para estar con ella. En cierta ocasión estuve en casa durante toda la semana y pude tomar parte en el estudio que ella estaba teniendo con los testigos de Jehová. El estudio fue muy interesante. Más tarde, cuando dejé de trabajar, participé regularmente del estudio.
“Durante los estudios aprendí que el propósito original de Dios para el hombre era que éste viviera para siempre y que nunca envejeciera. Fue muy emocionante aprender que el reino de Dios pronto llevará a cabo ese propósito original. Entonces se cumplirán las profecías bíblicas, como la que se halla en Revelación 21:4, que dice: ‘Y él [Dios] limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’
“Aprendí que, entre las ‘cosas anteriores’ que han de pasar está la vejez con sus problemas y dificultades. Mi esperanza aumentó a medida que se me dijo que podría vivir para ver cómo se cumplían —en mí y en otros— estas palabras de Job 33:25: ‘Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil.’
“Poco a poco, la Biblia, que hasta ese entonces yo había considerado un libro interesante pero puramente histórico, llegó a ser para mí un libro que da fe. Finalmente, ya bien entrado en mis 80 años, fui bautizado para llegar a ser testigo de Jehová.
“Cuando me encuentro con algunos de mis amigos de tiempo atrás, me dicen que no parece que esté poniéndome viejo. Yo les digo que posiblemente tengan razón, y paso a explicarles el porqué.”
Pasándome la Biblia, me señaló a Isaías 40:30, 31 y me dijo que lo leyera: “Los muchachos se cansarán y también se fatigarán, y los jóvenes mismos sin falta tropezarán, pero los que están esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas.”
“Nadie debería pensar que es demasiado viejo para aprender acerca de Jehová y para cifrar su esperanza en él,” comentó. “¡Se lo dice un ‘viejo águila’! La esperanza consiste en saber que en el nuevo sistema de Dios podemos avanzar en años por la eternidad y sin embargo por toda la eternidad permanecer jóvenes.”
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La tensión destruye a muchos hombres¡Despertad! 1981 | 8 de diciembre
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La tensión destruye a muchos hombres
Hace poco Jim Sanderson, cuyos artículos se publican simultáneamente en varios periódicos, comentó sobre las disposiciones mentales y las exigencias que contribuyen a la tensión que muchos hombres padecen.
“Datos tocantes a la salud pública en los Estados Unidos revelan que el número de consultas con médicos y dentistas en el caso de los varones es veinticinco por ciento menos que en el caso de las mujeres. A menudo, cuando los hombres por fin admiten que necesitan ayuda el mal tal vez haya progresado hasta un grado peligroso.”
Esta disposición mental de “hacerse el fuerte,” junto con los efectos de la tensión, tal vez expliquen el siguiente cambio espantoso. En los años veinte, los hombres tenían, como promedio, un año menos de edad que las mujeres al tiempo de morir. Ahora tienen como promedio 7,7 años menos. Sanderson pasa a decir:
“Por más duro que haya estado trabajando, al hombre no le parece que tiene derecho a quedarse más tiempo que el acostumbrado en cama. El hombre debería estar en pie, haciendo algo útil. . . . Además, muchos hombres piensan que el pedir ayuda es una característica ‘femenina’ . . . El caer enfermo significa que uno tiene que depender de otros. El mandar a hacerse un reconocimiento médico anual quiere decir que uno es hipocondriaco.
“Nadie sabe cuántos males físicos varoniles son el resultado de la tensión: el empujarse y esforzarse constantemente por lograr metas que siempre parecen estar fuera del alcance del hombre. Cuando la mujer siente que las tensiones van aumentando, parece que ella sabe mejor cómo desahogarse [mediante el llorar, por ejemplo]. Pero en el caso del hombre, el ceder a la ‘emoción’ es indicio de haber perdido el dominio de sí mismo.”
Es interesante que este artículo que apareció en el diario The Seattle Times llevaba el título “El ser macho es suicidio.”
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