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Reuniones para el servicio del campoMinisterio del Reino 1982 | agosto
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Reuniones para el servicio del campo
2 AL 8 DE AGOSTO
Venciendo el prejuicio
1. ¿A qué asuntos controvertibles se enfrentan ustedes comúnmente en el territorio?
2. ¿Por qué es tan importante saber cómo abordar tales asuntos? (1 Ped. 3:15)
3. Para vencer el prejuicio, ¿por qué es esencial prepararse antes de salir al servicio del campo?
9 AL 15 DE AGOSTO
Dirigiendo la atención a la Biblia
1. ¿Cómo se puede dar una introducción apropiada a un texto bíblico en la obra de casa en casa?
2. ¿Por qué es importante que la introducción a un texto bíblico despierte suficiente interés?
3. ¿Cómo pueden utilizarse las preguntas de manera provechosa para dirigir el pensamiento del amo de casa hacia la Biblia?
16 Al 22 DE AGOSTO
Pronunciación correcta
1. ¿Por qué es importante ésta? (Ecl. 12:10)
2. ¿Por qué es esto especialmente cierto al leer las Escrituras o porciones de las publicaciones durante el servicio del campo?
3. ¿Por qué debe evitarse la jerga?
23 AL 29 DE AGOSTO
Enseñándose a sí mismo
1. ¿Por qué es apropiado analizar
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La paciencia y la regularidad tocante al ministerioMinisterio del Reino 1982 | agosto
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La paciencia y la regularidad tocante al ministerio
1 Después de llamar nuestra atención al ejemplo que da el paciente y laborioso labrador, el discípulo Santiago nos insta: “Ustedes también ejerzan paciencia.” (Sant. 5:8) La paciencia es esencial en nuestro ministerio.
2 Aunque el nombre de Jehová ha sido denigrado grandemente, él ha mostrado paciencia. Nosotros, como siervos de él, también tenemos que mostrar paciencia al anunciar la santificación de ese nombre. Seguiremos haciendo esto durante agosto, mientras hablamos sobre el tema “¿Está cerca el reino de Dios?” y ofrecemos Mi libro de historias bíblicas.
3 Desplegamos paciencia tocante a nuestro ministerio al no pensar que hemos cumplido con nuestro trabajo cuando sólo hemos abarcado nuestro territorio. La paciencia nos moverá a visitar a la gente una y otra vez. Nos estimulará a volver a visitar a todas las personas que muestran interés en el mensaje, vencer objeciones y repetir las verdades bíblicas vez tras vez, cuando sea necesario, para fijarlas en la mente de las personas que recientemente se han interesado en el mensaje.
4 Si el amo de casa ya tiene la literatura que usted le ofrece, eso es excelente. Considérela con él. Trate de comenzar un estudio bíblico. Prepárese para ayudarle a aumentar el conocimiento que tiene. Y si él adelanta lentamente pero muestra el deseo de conocer a Jehová, despliegue paciencia mientras le instruye.
5 Es obvio que el ser pacientes no significa sencillamente esperar y no hacer nada. ¡De ninguna manera! Somos trabajadores pacientes. Para participar en dar a conocer el nombre de Dios tenemos que salir al servicio. Esa obra no es gravosa. Realmente, el mayor refrigerio que puede obtenerse resulta de llevar a cabo el servicio del Reino. No obstante, hasta cuando lo hallamos difícil, nos recordamos, como lo hizo el apóstol Pablo, que necesidad nos está impuesta. Eso quiere decir que a nuestra paciencia unimos la regularidad. Una de las mejores maneras de hacer esto es por medio de tener un horario que nos permita salir al servicio y participar en todos los rasgos del ministerio todas las semanas. Tal regularidad nos hace ministros más productivos. Nos hacemos más diestros en hacer presentaciones y vencer objeciones. Debido a que salimos con regularidad en el servicio, nos capacitamos mejor para cultivar el interés de todas las personas interesadas en el mensaje. El resultado es que nuestra obra es más fructífera.
6 Muchas veces los publicadores jóvenes no salen al servicio ni entregan sus informes con regularidad. Ellos, también, necesitan ayuda. Es importante que ellos aprendan desde una edad temprana a ser confiables, y especialmente en cuanto a su servicio a Dios. El no enseñarles desde una edad temprana a participar con regularidad en el ministerio contribuirá a que sean poco entusiastas tocante a la adoración que rindan años después. Así que es esencial que los padres y las madres aparten tiempo para enseñar a sus hijos temas de conversación sencillos y modos de presentar las revistas, y luego salgan con ellos en el servicio. Reconozcan la importancia de la regularidad, la confiabilidad, y ayuden a su familia para que esto caracterice el servicio de ella.
7 Hagamos todos el esfuerzo por hacer que este mes del año de servicio sea sobresaliente en nuestro ministerio. Por medio de servir con paciencia y regularidad en el ministerio, como pueblo unido, podemos demostrar nuestra devoción sincera a Jehová y participar en santificar Su gran nombre.
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Trabajando juntos en unidadMinisterio del Reino 1982 | agosto
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Trabajando juntos en unidad
1 El sabio Salomón escribió que “mejores son dos que uno, porque tienen un buen galardón por su duro trabajo. Pues si cayese uno de ellos, el otro puede levantar a su socio.” (Ecl. 4:9, 10) Estas palabras nos ayudan a comprender lo necesario que es trabajar juntos en unidad, tener todos un solo propósito, para alcanzar nuestra meta de llevarnos bien unos con otros.
2 Por toda la Tierra, en más de 200 países e islas, el pueblo de Jehová tiene la reputación de trabajar en unidad al predicar y enseñar las buenas nuevas del Reino y al cuidar mutuamente de sus intereses. Un periódico de Brasil dijo lo siguiente acerca de los testigos de Jehová: “Aunque hay muchas religiones imponentes con su propaganda por todas partes del globo, sobre la superficie de la Tierra no existe ni siquiera una que muestre el mismo amor y unidad que la organización de los testigos de Jehová.”
3 Para mantener tal unidad es preciso que cada uno de nosotros haga cada día esfuerzos diligentes por cultivar los frutos del espíritu en la vida y permita que la Palabra de Dios sea la guía al hacerlo. ¿Cómo podemos mostrar que estamos obrando con unidad de propósito en nuestros tratos regulares unos con otros en las reuniones que se celebran en el Salón del Reino, en el servicio del campo y en otras ocasiones en que estamos reunidos? En primer lugar, tenemos que guardarnos de no pensar demasiado de nosotros mismos. Pablo escribió a la congregación de Roma acerca de este asunto. (Rom. 12:3) Como humanos imperfectos tenemos la tendencia a creer que solo lo que nosotros pensamos o hacemos está bien. Esto lleva a desunión.
4 Entre el pueblo de Jehová hay diferentes habilidades y talentos.
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