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  • ¡Sirva con un sentido de urgencia!
    Ministerio del Reino 1973 | julio
    • de Jehová y damos a conocer su mensaje como un testimonio, prescindiendo de cómo responda la gente, podemos recibir verdadera satisfacción en saber que estamos haciendo la voluntad divina.

      6 Por supuesto, nos damos cuenta de que la distribución de la literatura es solo una parte de nuestra obra de predicar. Hay una verdadera necesidad de atender a las personas que muestran interés por medio de revisitas y estudios bíblicos en el hogar. Muchos han hallado que el servir como precursores temporeros los ha ayudado a tener una participación más plena en esto. Un hermano comentó: ‘Como precursor temporero el mes pasado comencé seis estudios bíblicos, y en lo que va de este mes cuatro más.’ Al preguntársele si estaba haciendo algo extraordinario para comenzar los estudios, respondió: ‘No, solo dejo que la gente sepa que el propósito de nuestro ministerio es estudiar la Biblia con ellos.’ Halló a tantas personas interesadas mientras servía de precursor temporero que ha emprendido el servicio de precursor regular para cuidar de ellas.

      7 Aunque quizás no podamos ser precursores regulares, ¿podemos individualmente tener una participación más plena en predicar el Reino y hacer discípulos? Al sentir la urgencia de los tiempos como lo hacemos, querremos hacer todo lo que nuestras circunstancias razonablemente permitan para ayudar a todas las nacionalidades a adorar en el templo de Dios. A medida que hacemos eso, Jehová nos bendecirá ricamente.

      Ayudando a todas las nacionalidades a adorar en el templo de Dios.

  • ¿Se ha puesto usted una meta personal?
    Ministerio del Reino 1973 | julio
    • ¿Se ha puesto usted una meta personal?

      1 Para tener buen éxito en efectuar algo, es una gran ayuda el establecerse una meta. Una meta es algo por lo cual luchar, y cuando la logramos, produce satisfacción, especialmente si la meta tiene que ver con nuestro servicio a Dios. (Efe. 5:15-17) Muchos de nosotros nos hemos puesto como meta personal el servir como precursor temporero una vez o más cada año, el unirnos a las filas de los precursores regulares, el llegar a ser un precursor especial o un miembro de la familia de Betel, el servir donde la necesidad es mayor, el asistir a Galaad y después de ello servir como misionero, etc. ¡Piense en las bendiciones añadidas que han experimentado en su vida los que han logrado estas metas!

      2 En el libro Organización no hallamos una meta fija de horas para todos los publicadores, tampoco hay una meta definida en cuanto a revisitas, colocaciones de revistas o estudios bíblicos. ¿Por qué no? Porque nuestras circunstancias individuales, la condición de nuestra salud, nuestras habilidades, etc., varían grandemente. No todos podemos hacer lo mismo, y, como sabemos, la respuesta de parte del público no es igual en todos los sectores.

      3 Sin embargo, ¿no sería bueno para cada uno de nosotros individualmente el establecerse una meta para nuestro propio ministerio del campo, a fin de determinar personalmente cuánto tiempo podemos dedicar razonablemente en el servicio del campo cada mes y hacer un horario que encaje con esas circunstancias? Igualmente, podemos establecer una meta personal para colocar revistas, hacer revisitas, y hasta en cuanto al número de estudios bíblicos que deseamos conducir.

      4 Recientemente un publicador declaró: ‘Cuando la Sociedad tenía una meta de doce revistas al mes para cada uno de nosotros como publicadores, y al final del mes veía que todavía me faltaba algo en la colocación de revistas, a menudo hacía arreglos para dedicar un poco más de tiempo en el servicio con las revistas a fin de disfrutar de la satisfacción de haber colocado doce o más revistas al mes.’ Declaró que cuando las metas se descontinuaron, su tiempo en el servicio del campo disminuyó y no estaba haciendo el mismo esfuerzo para colocar las doce revistas al mes. Se decidió a establecer metas personales para el servicio del campo, y como resultado ha aumentado el tiempo que dedica al ministerio del campo y de nuevo disfruta de una mayor participación en la distribución de revistas.

      5 Las metas son provechosas para nosotros como individuos. Nos suministran la oportunidad de manifestar buenos deseos según “los arreglos que hace el corazón,” los cuales Jehová amorosamente permite que las criaturas humanas desarrollen según su selección. Y cuando el corazón de uno ‘idea su camino,’ estableciendo metas razonables en el servicio de Dios, entonces “Jehová mismo es el que dirige sus pasos.” (Pro. 16:1, 9) Sí, Jehová bendecirá nuestros esfuerzos por lograr esas metas. Nuestro deseo es agradar a Jehová por medio de participar tan plenamente como podamos en la predicación del Reino y en la obra de hacer discípulos. Las metas nos pueden ayudar a lograr esto. ¿No sería excelente, entonces, puesto que todos reconocemos la urgencia de los tiempos, el que volvamos a considerar individualmente nuestras circunstancias y programemos metas personales que sean razonables para nosotros en el servicio del campo?

  • ¿Está usted obedeciendo el mandato de Jesús?
    Ministerio del Reino 1973 | julio
    • ¿Está usted obedeciendo el mandato de Jesús?

      1 “La gente en general no ha sido debidamente instruida en la Biblia. Aun aquellos que han atendido las Escuelas Dominicales, solamente han aprendido los textos, mas no los significados. A semejanza de los profetas de la antigüedad, han oído pero no han entendido . . . El único propósito del libro es ayudar en sus esfuerzos para entender la Biblia a los que sinceramente buscan la verdad, capacitándolos para conocer el significado de los acontecimientos del día, y preparando, a lo menos a unos pocos, para recibir las bendiciones que están para ser dispensadas a la humanidad.” ¿Suena esto como el prefacio al libro ‘La verdad’? Difícilmente. Es parte del prefacio que se halla en el libro “El arpa de Dios” publicado por la Sociedad en inglés en 1921. ¡Eso fue hace más que cincuenta años! Aun entonces el pueblo de Jehová sentía vivamente la urgencia del mandato de Jesús de, “hagan discípulos . . . enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20)

      2 Hoy día, medio siglo después, tenemos el libro “La verdad” que también ha sido publicado en obediencia al mandato susodicho. Hace años, pocos podrían haberse imaginado que algún día un libro con el mismo mensaje básico del libro “Arpa” alcanzaría a las cuatro esquinas de la Tierra en 81 idiomas con un impacto tan poderoso que literalmente centenares de miles de personas se sentirían movidas a cambiar anuentemente todo su modo de vivir debido a él. ¡En cinco años desde su publicación, este libro ha sido el instrumento de instrucción que se ha usado para enseñar a miles de nuevos discípulos! Esta montaña de evidencia suministra testimonio abundante de la obediencia leal que muestran los seguidores de Jesús en enseñar a otros.

      3 Muy probablemente su deseo de obedecer el mandato de Jesús lo ha impulsado a participar en esta obra y es probable que haya tenido participación personal en distribuir muchos ejemplares de esta ayuda para el estudio. El propósito principal al colocar el libro es comenzar estudios bíblicos en el hogar. Es por medio de estos estudios bíblicos que podemos ayudar a las personas de corazón honrado a invocar el nombre de Jehová para salvación. “Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien que predique?” (Rom. 10:14, 15)

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