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  • Por qué no creen
    ¡Despertad! 1980 | 22 de marzo
    • Por qué no creen

      “No hay Dios”

      No hay Creador

      Teoría de evolución

      Sufrimiento humano

      “VIVIMOS en una sociedad seglar en la cual Dios no desempeña papel significativo alguno en la vida, pensamientos ni acciones de los hombres; hoy día los hombres saben que pueden arreglárselas eficaz, emocional e intelectualmente sin tener en cuenta a Dios.”

      Esas son las palabras de un filósofo que estudió el problema de la incredulidad, según se le citó en el libro Religion in a Secular Age (La religión en una era seglar). ¿Concuerda usted con él?

      Si concuerda, entonces sin duda usted se considera ateo y está convencido de que Dios no existe. O tal vez sea agnóstico y piense que puede ser que Dios exista o puede ser que no; pero que, como no tenemos manera de saberlo, realmente da lo mismo una cosa o la otra. De no ser así, puede que usted sea lo que la Encyclopœdia Britannica llama un “ateo práctico.” Tal vez crea en Dios; pero su creencia no afecta la vida suya de modo práctico.

      Prescindiendo de la descripción que usted piense que le aplica, ¿por qué no se detiene y considera lo siguiente por un momento? Si hay un Dios, y el realmente tiene un propósito para usted, ¿no le parece que el negar la mismísima existencia de Él es un asunto serio? ¿No pudiera compararse eso a vivir en un país y rehusar reconocer la existencia del gobierno de ese país? Si uno hiciera eso, en poco tiempo se hallaría en dificultades con el gobierno. Y no podría valerse de los servicios, la protección o las recompensas que ese gobierno proveyera.

      Por eso, usted debe asegurarse de esta cuestión. Y lo instamos a que considere seriamente su propio modo de ver este asunto. Si usted no cree en Dios, ¿qué razones tiene para tal posición? ¿Ha tomado esa decisión por su propia cuenta? ¿Se deberá a la educación que ha recibido, o quizás a la influencia de las personas que lo rodean? ¿Cuáles son algunas de las razones más comunes que la gente presenta para no creer en Dios?

      En el mundo oriental

      Es probable que la razón por la cual el habitante de la Unión Soviética no crea en Dios sea la educación que ha recibido. Como norma, por la desaprobación que expresa, el gobierno de ese país reprime las creencias religiosas, y el ateísmo se enseña oficialmente en las escuelas.

      Si la persona vive más adentrada en el mundo oriental, el hecho de que no crea en Dios pudiera deberse a sus antecedentes religiosos. ¿Antecedentes religiosos? Sí, porque a la vez que muchas personas orientales son profundamente religiosas, a menudo sus religiones no les enseñan a creer en un Dios Todopoderoso que sea el Creador.

      Por ejemplo, una de las religiones orientales más extensamente propagadas es el budismo. Según lo que dice una fuente, esta religión ha afectado el modo de pensar de “posiblemente la cuarta parte de todos los seres humanos que han vivido en los 2.500 años desde que murió Buda.” ¡Esta es una tremenda cantidad de gente! Leemos lo siguiente acerca de aquel hombre tan influyente: “Predicó una religión práctica exenta de ritos, y eliminó la especulación filosófica, y hasta dejó sin resolver la cuestión de la existencia de Dios.” (Las letras bastardillas son nuestras.) Por lo tanto, aunque en algunos países los budistas adoren ante los templetes de sus antepasados, frecuentemente no entienden el concepto de un Dios Todopoderoso que haya creado todo lo que existe.

      Algunas de las demás religiones orientales se parecen a ésta. Aunque el hinduismo tiene millones de dioses y diosas, la misma fuente lo describe como sigue: “Puede ser que un hombre no crea en Dios y no obstante diga que es hindú.”

      En el mundo occidental

      Si usted vive en Occidente, usted ciertamente comprende lo que se da a entender por la frase “Dios Todopoderoso.” Casi todas las religiones del mundo occidental afirman que adoran a Dios, y enseñan que él creó todas las cosas. Pero Occidente también lleva la delantera en el movimiento del modernismo y el progreso científico. La influencia que estas dos cosas ejercen tiende a hacer que la gente considere la religión como cosa anticuada y anima a las personas a confiar en que el hombre resolverá sus problemas. Por eso, muchas personas que asisten con regularidad a las iglesias están descubriendo que existen conflictos entre lo que oyen en la iglesia y lo que oyen de otras fuentes. Los resultados pueden ser muy sorprendentes.

      Una encuesta que se realizó recientemente en Australia reveló que aproximadamente la tercera parte de los miembros de las sectas protestantes de ese país —y uno de cada cinco clérigos— dudan que Dios exista. Australia no es el único país en el cual se ve tal situación. Y si eso es cierto de las personas que asisten a las iglesias, sin duda es cierto a mayor grado de las que no asisten a ellas.

      Puede que usted tenga una razón personal

      El que casi todas las personas a las cuales hemos hecho referencia en lo que ya hemos dicho no crean en Dios se debe a la influencia de la sociedad en la cual viven. Pero, si usted no cree en Dios, puede que su razón para ello sea más personal. Puede que usted haya experimentado alguna tragedia o considerado el mucho sufrimiento que hay en general en el mundo. Tal vez haya concluido que Dios no puede existir, porque, si existiera, habría hecho algo para remediar esas cosas.

      ¿O será acaso que usted ha tomado una decisión de índole intelectual? ¿Cree usted que a la luz del entendimiento tan acrecentado que el hombre tiene del universo, y especialmente en vista de la enseñanza de la evolución, ya no queda lugar para creer en un Creador Supremo?

      Si en algo de lo que se ha dicho aquí se refleja su propio modo de ver el asunto, lo animamos a leer los siguientes artículos.

  • ¿Tienen razones sólidas?
    ¡Despertad! 1980 | 22 de marzo
    • ¿Tienen razones sólidas?

      ¿CREE usted que el hombre puede arreglárselas sin tener en cuenta a Dios? Quizás sea cierto que el hombre trata de arreglárselas de ese modo. Pero, ¿puede hacerlo con éxito?

      Lo que usted ve pasar en el mundo hoy día es un resultado de los esfuerzos que el hombre ha hecho por tratar de arreglárselas sin Dios. Es cierto que algunos de los líderes mundiales afirman que son creyentes; pero como correctamente señaló en una ocasión el filósofo francés Voltaire: “La mayoría de los grandes hombres de este mundo viven como si fueran ateos. . . . El conocimiento de un Dios, la presencia y justicia de él, no ejercen ni la menor influencia en las guerras, los tratados, las ambiciones, los intereses, o placeres, en persecución de los cuales se ocupan de lleno.”

      ¿Cuál ha sido el fruto de este ‘vivir como si fueran ateos’? El fruto ha sido: hambre, opresión, delito, enfermedades e infelicidad. La contaminación y la cantidad excesiva de población han hecho que la existencia humana sea miserable. Un artículo periodístico con fecha de 6 de marzo de 1979 alistó varios países cuyo total de población representa la cuarta parte de la población humana y en los cuales, en aquel día en particular, había actividad terrorista, luchas civiles o guerra abierta.

      La Biblia insiste en que, sin ayuda, el hombre no puede gobernarse con buen éxito. En Jeremías 10:23 declara: “No depende del hombre su camino, . . . no es del que anda enderezar su paso.” (Biblia de Jerusalén) Los sucesos de hoy día confirman la veracidad de esa declaración. Sin embargo, la Biblia nos dice que la guía de Dios está disponible a las personas que en realidad la desean.

      ¿Necesitamos emocionalmente a Dios?

      Los ateos opinan que el hombre puede ‘arreglárselas emocionalmente sin tener en cuenta a Dios.’ ¿Es cierto eso?

      La evidencia muestra que, por naturaleza, el hombre es religioso. A través de la historia, todas las civilizaciones han tenido algún sistema de adoración.

      ¿Y qué sucede cuando la gente presenta resistencia a lo que se ha descrito como su “necesidad de creer”? Quizás se pongan a adorar el dinero, el poder, la ciencia, los dogmas políticos o a sí mismos. Hasta el ateísmo puede convertirse en religión. Acerca de las personas que arguyen a favor del ateísmo, el siquiatra Stafford-Clark dice: “La pasión con que defienden esto . . . es aún más vívida prueba de que existe la necesidad emocional de tener una creencia.”

      ¿Qué hay de necesitarlo en sentido intelectual?

      ¿No es cierto que los hombres pueden explicar la existencia de las cosas sin tomar en consideración a Dios? Tratan de hacerlo. Ha crecido la tendencia a relegar a Dios a un segundo plano.

      ¿Concuerda usted con ese punto de vista? Si así es, medite por un instante. ¿Hasta qué grado se debe esto a su propio modo de pensar? ¿Y cuánto de ello se debe a la influencia del “ambiente intelectual” que existe en el mundo hoy día?

      Según se le cita en el libro Religion in a Secular Age (La religión en una era seglar), el filósofo Leslie Dewart dice que “los hombres contemporáneos . . . han sido amoldados por la cultura científica del día, tal como los hombres medievales fueron amoldados por la cultura teológica de su día.” En la Edad Media, la mayoría de la gente creía en Dios. Esa era la clase de sociedad que existía entonces. Además, ¡a menudo era peligroso el no creer en Dios! Sin embargo, la creencia de ellos frecuentemente era irrazonable y supersticiosa. A veces la “cultura teológica” de aquellos días propendió a obstruir el progreso de la ciencia. Por ello, cuando Galileo dio con sus descubrimientos revolucionarios, los líderes religiosos trataron de obligarlo a “retractarse” (aunque, de hecho, lo que él había descubierto de ningún modo contradecía lo que la Biblia dice).

      En estos días la situación es, por decirlo así, al revés. Se ejerce casi tanta presión para que no se crea en Dios como la que se solía ejercer para que se creyera en él. Hasta ciertos clérigos abandonan partes de la Biblia en favor de teorías modernas como la de la evolución. Algunos hasta rechazan las normas de moralidad bíblicas y aprueban cosas como la homosexualidad y la fornicación.

      ¿Es correcta cualquiera de estas dos situaciones: la medieval, o la moderna? El hecho de que el supersticioso punto de vista medieval no fuera equilibrado no hace que el modo de vista materialista moderno sea correcto. Por ejemplo, el Doctor Wernher von Braun, prominente ingeniero norteamericano de cohetes, hizo la siguiente declaración en público: “Se me hace tan difícil entender al científico que no reconoce la presencia de una racionalidad superior detrás de la existencia del universo, como comprender al teólogo que quisiera negar los adelantos de la ciencia.”

      ¿Puede la evolución reemplazar la creencia en Dios?

      Antes de que Darwin popularizara la teoría de la evolución, la mayoría de la gente suponía que tenía que haber un Dios, puesto que no había otra manera de explicar la existencia de las cosas. Pero parece que al aceptarse la teoría de la evolución muchas personas llegaron a opinar que ya no era necesario creer en Dios.

      Sin embargo, si usted cree en la evolución, quizás se interese en los comentarios que salieron en un número reciente de la revista Harper’s en cuanto a lo que moldeó el modo de pensar de Darwin. ¿Realmente se basaba aquel pensar en un análisis objetivo de las cosas vivas y del registro de los fósiles? Según registros, Stephen J. Gould, profesor de biología de la Universidad de Harvard, declaró: “Desde el comienzo la progresión gradual filética fue una suposición a priori... nunca fue ‘vista’ en las rocas; fue una expresión de las tendencias liberales del siglo diecinueve.” En otras palabras, el modo de pensar de Darwin fue condicionado por la sociedad en que vivía. Según se le ha citado, Karl Marx declaró: “Es sorprendente la manera en que Darwin reconoce entre las bestias y plantas su sociedad inglesa con sus divisiones laborales, competencia, [y así por el estilo].”

      Hoy en día muchos científicos plantean serias dudas en cuanto a la validez de las teorías que se presentan en apoyo de la evolución. ¿Por qué, pues, se sigue defendiendo la creencia en la enseñanza de Darwin? El artículo sigue diciendo: “Hay quienes arguyen que, si se abandonara el mecanismo evolucionario, inevitablemente surgirían dudas en cuanto a que la evolución siquiera haya ocurrido. Por eso indudablemente se sigue defendiendo a Darwin con tanto vigor . . . debido a que [los que lo apoyan] son materialistas.”

      Pero el hecho de que estos individuos no estén dispuestos a considerar otra explicación de la realidad no significa que la evolución tenga que ser correcta, ¿verdad?a No a mayor grado que el que la terquedad de los líderes religiosos del día de Galileo haya significado que él tuviera que estar equivocado. La emoción y el prejuicio pueden cegar a científicos tan fácilmente como pueden cegar a líderes religiosos.

      La verdad es que, a pesar de todas las presiones que el “modernismo” ejerce sobre la gente para que abandone la creencia en Dios, o por lo menos relegue a Dios a segundo plano, muchas personas están firmemente convencidas de la existencia de Dios. Y el aumento del conocimiento científico en nuestros días solo ha servido para fortalecer su convicción.

      [Nota a pie de página]

      a Para más información sobre este tema, vea el libro ¿Llegó a existir el hombre por evolución, o por creación?

      [Comentario en la página 5]

      “En la Edad Media, la mayoría de la gente creía en Dios. Esa era la clase de sociedad que existía entonces. . . . En estos días la situación es, por decirlo así, al revés.”

      [Recuadro en la página 6]

      Científicos suscitan dudas

      ¿Están unidos los científicos en cuanto a aceptar la evolución? A muchas personas se les ha inducido a creer que lo están. Sin embargo, tan solo en los Estados Unidos hay literalmente miles de científicos respetables que rechazan la teoría de la evolución o la ponen en duda basándose en razones científicas, y los científicos evolucionistas mismos a menudo admiten que hay graves imperfecciones en esa teoría. Note las declaraciones de algunos de éstos:

      “En las últimas décadas, las interpretaciones que se han hecho en cuanto a los posibles orígenes del hombre han cambiado de modo tan considerable que hay razón para ejercer precaución en cuanto a decir dónde y cuándo llegó a existir el hombre. Muchos científicos sencillamente repiten la línea ideológica de la comunidad científica en general. Pero hay suficientes razones para dudar de la evolución sin tener presuposiciones religiosas.”—Wayne F. Friar, biólogo del Colegio Universitario King.

      “Es dogmatismo, no ciencia. No tiene sentido en términos del conocimiento científico de hoy día.”—John N. Moore, experto en ciencias naturales de la Universidad Estatal de Michigan.

      “Debo recordarle al lector que algunas de las preguntas más antiguas y molestas acerca de la evolución humana siguen sin tener contestación. . . . Como en el pasado, los proponentes actuales de las diversas hipótesis pueden estar equivocados en los mismísimos puntos en los que están más seguros de que están en lo correcto. . . . todas las opiniones de la evolución humana se han edificado sobre hechos aparentes que varían ampliamente en cuanto a grado de confiabilidad.”—Sherwood L. Washburn, profesor de antropología física de la Universidad de California en Berkeley.

      ¿Puede reproducirse alguna forma de vida microscópica que supuestamente haya evolucionado de lo inanimado?

      “Es particularmente pertinente señalar que en una publicación poco conocida, Eugene P. Wigner, un eminente físico teórico, suministró una prueba elegante y rigurosa, sacada de la teoría de los grupos, en el sentido de que son nulas las probabilidades de que una unidad dotada de la facultad de reproducirse, sea cual sea su clase, haya llegado a existir espontáneamente.”—Edward A. Boudreaux, profesor asociado de química de la Universidad de Nueva Orleáns, EE. UU.

  • ¿Por qué deben creer?
    ¡Despertad! 1980 | 22 de marzo
    • ¿Por qué deben creer?

      ¿POR qué clase de razonamiento se nos induce a creer en la existencia de Dios? La Biblia nos da una guía. Acerca de Dios, dice: “Sus cualidades invisibles se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas.”—Rom. 1:20.

      El considerar las “cosas hechas” —la creación misma— ha inducido a muchos a comprender que tiene que haber algo o alguien responsable de la creación. Einstein, cuyas teorías han ejercido tan grande influencia en el pensamiento científico moderno, dijo: “Todo el que se enfrasca seriamente en una carrera científica se convence de que en las leyes del Universo se manifiesta un espíritu... un espíritu vastamente superior al del hombre, y uno ante el cual nosotros, con nuestros modestos poderes, debemos sentirnos humildes.”

      Mírese a sí mismo

      La Biblia dice: “Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expansión está informando.” (Sal. 19:1) ¡Y con cuánta elocuencia lo hacen!

      Sin embargo, no es preciso contemplar los vastos cielos estrellados para ver demostracioncs del poder y las cualidades de

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