Perdiendo fe en Dios

El Dios que le dijo a Abrán “Yo soy Dios Todopoderoso,” el Dios que separó las aguas del mar Rojo para Moisés y que permitió que el pueblo de Israel pasara a salvo a través de él, se describe por algunos líderes judíos como un Dios con poderes limitados. En otras palabras, Él no es el Dios Todopoderoso. Este concepto diluido acerca de Dios reemplaza el concepto de. un Dios Todopoderoso. La exploración de esta idea surgió, dice el rabí Erwin Herman, un prominente reformista judío de Los Ángeles, probablemente al tratar de contestar preguntas tales como: “Si Dios es todopoderoso, ¿por qué permite tanto dolor en el mundo? ¿Por qué permitió la destrucción de 6 millones de judíos en la Alemania Nazi?” El rabí Herman dice que la creencia de los judíos en esta posibilidad no se limita al judaísmo reformado. Él indicó que algunos de los líderes de la cristiandad también presentan teorías similares. Respuestas bíblicas y satisfactorias a la pregunta, ¿Por qué permite Dios la iniquidad? estarán disponibles en la revista compañera de La Atalaya, ¡Despertad!, en el número especial del 8 de abril de 1967.

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MINISTERIO DEL CAMPO

Para que las personas tengan fe en Jehová Dios y su provisión de salvación por medio de Cristo es necesario que oigan el mensaje de la Biblia y tengan la oportunidad de obtener respuestas a sus preguntas. Durante el mes de marzo, si uno de los testigos de Jehová visita su hogar, será con el deseo de ayudarle personalmente a obtener respuestas bíblicas satisfactorias a sus preguntas. Con mucho gusto él le mostrará las respuestas en la Biblia que usted tenga. Y, como ayuda adicional, le animará a suscribirse a esta excelente revista bíblica, La Atalaya, por un año, por solo un dólar.

ESTUDIOS DE “LA ATALAYA” PARA LAS SEMANAS

9 de abril: “Le siguieron,” §1-25. Página 165

16 de abril: “Le siguieron,” §26-29, y El no querer oír en tiempos modernos el mensaje de Dios lleva a la calamidad, §1-22. Página 173.

23 de abril: El no querer oír en tiempos modernos el mensaje de Dios lleva a la calamidad, §23-34, y El informe de los enviados a la cosecha. Página 181.