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Reconociendo la organización teocrática para vidaLa Atalaya 1955 | 15 de enero
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y tiene que dar cuenta a Dios por la manera en que usa sus fondos. Los donadores teocráticos que contribuyen a la Sociedad le imponen la responsabilidad de invertir el dinero de la manera más prudente y más eficaz. Aun en este mundo se considera que tal proceder es una práctica normal, buena y sana en asuntos de negocio. Por consiguiente el siervo de sucursal tiene que obedecer las instrucciones de la organización y tiene que esforzarse por ser eficiente en su lugar de servicio con la mira de hacer que la sucursal opere lo más económicamente posible con los mejores y mayores resultados. Pero dado que es uno de los sarim del Rey, debe haber un motivo mucho más elevado que el de la dependencia y obligación monetaria, porque nuestra organización no es comercial. El motivo impulsador más elevado brota del hecho de que la organización es teocrática, sujeta a Jehová Dios y gobernada por él mediante su Rey reinante Jesucristo. Esta es la principal razón para que todos los que están dedicados a Dios reconozcan la organización, sean sumisos a ella y se muestren leales a ella.
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Ejemplos de reconocer la organizaciónLa Atalaya 1955 | 15 de enero
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Ejemplos de reconocer la organización
1. ¿Qué ejemplo bíblico tenemos de cómo un misionero reconoció la organización, y cuál fué el resultado de esto?
CONSIDEREN varios buenos ejemplos de la debida manera de reconocer la organización teocrática y su cuerpo gobernante. No mucho tiempo después que se hubo organizado la congregación cristiana en Jerusalén la persecución violenta llevada a cabo por los religiosos judíos esparció de la ciudad a la congregación, menos a los apóstoles, quienes se quedaron como cuerpo gobernante. Felipe el evangelista o misionero llevó la predicación de las buenas nuevas hacia el norte a Samaria y logró establecer una congregación en la ciudad, y bautizó a los miembros de ella. Le hacía falta una cosa importante a la congregación: el espíritu santo y sus dones milagrosos. Felipe quería que la congregación de testigos nativos recibiera estas cosas. Reconociendo a la organización teocrática y sabiendo que los dones milagrosos del espíritu sólo podían ser impartidos por los apóstoles del Cordero o en la inmediata presencia de ellos, Felipe envió un mensaje a Jerusalén. Eso era un reconocimiento altruísta y leal de la organización teocrática por parte de un evangelista o misionero. ¿Cuál fué el resultado? El cuerpo gobernante apostólico envió a los apóstoles Pedro y Juan. Entonces vino la acción de impartir el espíritu y sus dones a los creyentes bautizados en Samaria. Como está escrito: “Y éstos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo. Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, pero solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces impusieron las manos sobre ellos, y comenzaron a recibir espíritu santo. . . . mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu.”—Hech. 8:1-19, NM.
2. ¿Cómo hubo, en el caso de Pablo y Bernabé, reconocimiento de la organización, y cuáles fueron los resultados?
2 Más tarde Bernabé y Pablo, como misioneros a las naciones incircuncisas, fueron perturbados en gran manera por el asunto de la circuncisión y los gentiles. Ambos entendían correctamente el asunto, pero cuando surgió una disensión en la congregación de Antioquía, “hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos fueran a los apóstoles y hombres de mayor edad en Jerusalén respecto a este asunto.” (Hech. 15:1, 2, NM) De nuevo este reconocimiento de la organización teocrática produjo resultados. Se convocó una reunión especial del cuerpo gobernante en Jerusalén, la cuestión se ventiló cabalmente, Santiago fué usado como portavoz de Dios para llamar atención al cumplimiento de la Escritura y para declarar la conclusión correcta a la que debería llegarse respecto a los creyentes gentiles incircuncisos, el cuerpo gobernante respaldado por espíritu santo redactó una carta en la que se presentaron los requisitos básicos para tales creyentes, y Pablo y Bernabé partieron de Jerusalén con la carta. Esta carta se leyó a muchas ciudades donde el asunto era uno que se discutía. Al ir viajando Pablo y su compañero por las ciudades que tenían creyentes, “entregaban a los que estaban allí para observancia los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén.” El efecto de esto fué que, en vez de continuar las congregaciones movedizas y divididas de opinión, “las congregaciones continuaban siendo hechas firmes en la fe y aumentando en número de día en día.” (Hech. 15:3 a 16:5, NM) El reconocer la organización teocrática es unificador, fortalecedor, y produce aumento.
3. Similarmente, ¿quiénes deben reconocer la organización hoy día, y por qué, y cómo?
3 Hoy día tiene que haber el mismo reconocimiento de la organización teocrática por parte de los siervos de sucursal y todos los demás representantes especiales de la organización así como también de los que han sido nombrados a puestos de servicio. Muy parecido al caso del apóstol Pablo y su joven asistente Timoteo, la organización teocrática visible bajo Cristo ha impuesto sus manos sobre estos representantes y personas nombradas, instalándolos en su puesto. Ahora les toca aceptar las instrucciones de la organización y cumplir con ellas concienzudamente. Lo importante es que lo hagan teniendo presente al Gobernante regio de la organización teocrática de Jehová y que lo hagan en pronto reconocimiento del Rey y para la honra de él.
4, 5. ¿Cómo ilustró Joab el hecho de que no debemos tratar de capturar la gloria para nosotros mismos y eclipsar a nuestro Rey?
4 No debe haber ningún esfuerzo egoísta por capturar gloria para uno mismo y eclipsar al Rey. Considere el caso del sobrino del rey David, el general Joab. Cuando su actitud hacia el rey era la debida, mostró el proceder correcto de reconocimiento. El reino de Ammón había insultado en gran manera a los mensajeros del rey David, y Joab, su mariscal de campo, peleó contra la ciudad capital, Rabbá, y se apoderó de su ciudad de aguas, es decir, de aquella parte de la ciudad que contenía su abastecimiento de agua o la fortaleza que protegía su abastecimiento de agua. Habiéndose tomado esta parte vital de la ciudad, la ciudad capital no podría resistir mucho más tiempo, sino que tendría que entregarse con el tiempo. En vez de seguir adelante con el sitio de la ciudad por sí mismo y culminarlo con éxito para ganarse fama personal, Joab mostró el debido respeto a su soberano terrestre y al arreglo teocrático adecuado de las cosas que tenían que ver con el rey ungido de Jehová. Prefirió que el rey ungido de Jehová terminara la toma de la ciudad real del enemigo y que se cobrara la fama por la hazaña, aunque él, Joab, había hecho el trabajo preliminar vital.
5 “Entonces Joab envió mensajeros á David, diciendo: He peleado contra Rabbá, y he tomado la ciudad de las aguas. Ahora pues junta el resto del pueblo, y asienta campamento contra la ciudad, y tómala; no sea que yo tome la ciudad, y sea llamada de mi nombre. Por lo cual David juntó todo el pueblo y fue
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