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Paz en el Lejano Oriente... ¿cuándo?¡Despertad! 1970 | 8 de mayo
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Samoa y uno de Tonga. ¡Qué magnífico fue oír este talento nativo de combinar voces usado para proclamar las alabanzas del Único que es digno... Jehová, el Dios de la paz!
Un fidjiano nativo expresó lo que sin duda fue el efecto que tuvo esta asamblea en los que compartieron sus muchas bendiciones: “¡Mis cuadernos de apuntes están llenos y mi mente está por estallar con todo lo que he oído y visto en esta asamblea! ¡Explotaré si no empiezo pronto a hablar a otros acerca de estas cosas!”
La Asamblea “Paz en la Tierra” en Papeete, Tahití, fue un magnífico acontecimiento, también, no solo para los Testigos locales, sino para los isleños en general. Fue la primera asamblea internacional que celebraron aquí los testigos de Jehová, y fue la primera asamblea que necesitó mayores instalaciones que las que podría ofrecer un Salón del Reino. La sala de conferencias que se conoce como Salle de Basket, en el Estadio Fautaua, fue el lugar que se contrató. En realidad hubo muchos delegados más de otros países que los que son Testigos en Tahití. La prensa local tomó nota del hecho de que habían llegado representantes de otros doce países de alrededor del mundo, y luego pasó a explicar lo siguiente: “Para los Testigos de Jehová, lo principal es mostrar que la Biblia aplica a la vida cotidiana del individuo, a los jóvenes así como a los padres. . . . Según la cronología bíblica, este milenio de paz [el tema del discurso público] —entre los hombres mismos y también entre los hombres y los animales— no está muy lejos, sino solo a unos cuantos años más. ¿Quién no quiere creer en la paz?”
Los tahitianos realmente disfrutaban de los dramas bíblicos que se presentaban en la plataforma, pues fue en uno de éstos, intitulado “Fortalézcanse para mantener la integridad,” que el auditorio llegó a un máximo de 610 personas. Efectos de alumbrado a colores hicieron la acción más apegada a la realidad. Los espectadores aprendieron lo importante que es usar todas las provisiones de asociación cristiana y estudio bíblico disponibles a fin de tener la fuerza espiritual que se necesita para permanecer en paz con Dios en medio de un mundo desaforado.
Un empleado del aeropuerto, aunque está acostumbrado a ver todos los días la hospitalidad y la bienvenida florida que comúnmente se da a los visitantes, quedó profundamente impresionado por lo que presenció en esta ocasión. Dijo: “Realmente estoy conmovido al ver cómo una fe puede mantener tan unida a gente que ni siquiera se conoce. Todos deberíamos ser testigos de Jehová, porque por su amor ustedes son diferentes de los demás de nosotros.”
Hawai da la bienvenida a delegados de la paz
La moderna ciudad de Honolulú en su hermoso marco insular fue la siguiente ciudad que recibió delegados a una Asamblea “Paz en la Tierra.” El mismísimo primer día, el 11 de noviembre, el Centro Internacional de Honolulú estuvo atestado con una muchedumbre de 9.061 personas. Se proveyeron arreglos para los que excedieran de la capacidad del centro en el Salón de Exhibiciones adyacente, y realmente se necesitaron, pues 15.443 personas vinieron a oír la conferencia pública.
El orador habló del propósito expreso de Dios de ver toda la Tierra transformada en un Paraíso. Pero había más. Surgió también la pregunta: ¿Quiénes hallarán el camino de regreso a esa relación pacífica con Dios de la que disfrutaron Adán y Eva en un tiempo? Cada persona que esperara hacerlo tendría que dar los pasos que se bosquejan en la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Y en la asamblea había algunos que se habían resuelto a hacer exactamente eso, pues 314 personas se ofrecieron para el bautismo como prueba de que se habían dedicado a Dios. Verdaderamente fue una vista memorable el verlas ser sumergidas en las aguas azules del Pacífico.
El sábado por la mañana una sesión especial, con conferencias, experiencias y recuerdos, suministró alguna historia de la obra del Reino en Hawai. Ellis W. Fox, ahora octogenario, dijo que había venido a Honolulú en 1915 y había sembrado algunas de las primeras semillas. Al hablar a un auditorio de 9.671, ¡cuánto se alegró al ver una realización de las palabras que escribió el escritor bíblico Santiago: “En cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz”!—Sant. 3:18.
Apropiadamente, la asamblea terminó en medio de los matices llenos de colorido de una típica puesta de Sol hawaiana con los suaves vientos alisios que mecían suavemente las palmeras. Profundamente grabada quedó en la mente de los delegados que partieron la convicción de que la era de paz que desde tanto tiempo atrás se prometió está cerca ahora; el magnífico propósito de Jehová tocante a los que son dignos de entre la humanidad pronto se realizará para gozo eterno de ellos. Entonces todo lo que tenga aliento estará haciendo aquello para lo cual fue diseñado... ¡alabando al Dios que concede la paz!
Un futuro pacífico seguro
Sí, las Asambleas “Paz en la Tierra” contestaron la pregunta que tenían en la mente muchas personas: ¿Cuándo vendrá la paz, la libertad del temor y de la inquietud, a las muchas naciones y tribus del Lejano Oriente?
La unidad y cooperación amorosa de los testigos de Jehová de muchos antecedentes raciales, nacionales y tribuales, al vivir y adorar juntos en paz durante estas muchas asambleas, ofrecieron poderoso testimonio de que el espíritu de Dios puede unir a los humanos ahora mismo como ninguna otra cosa puede hacerlo. Los observadores pudieron ver que era posible seguir los principios bíblicos, y que el seguirlos produce resultados excelentes aun en medio de un mundo impío. ¡Qué veraces las palabras del salmista: “Paz abundante pertenece a los que aman tu ley [Jehová], y no hay para ellos tropiezo”!—Sal. 119:165.
Pero, también, hubo el mensaje del entero programa de la asamblea. Infaliblemente Dios eliminará a todos los perturbadores de la paz y establecerá en la Tierra un reinado de paz de mil años, y que eso lo hará en el futuro muy cercano. (Rev. 20:6) Los hombres y las naciones no podrán impedirlo. (Dan. 2:44) Será para bendición de los que genuinamente anhelan la paz y la justicia. Esas personas, sin excepción, tienen que estar en relación pacífica con Dios, conociendo Su voluntad y haciendo cuanto esté de su parte para ponerla en práctica en su vida. Ahora, aunque todavía estamos rodeados de hombres egoístas y condiciones malas, es el tiempo en el cual cada uno puede probar su amor a Dios y su fe en la paz duradera que él traerá a toda la Tierra.
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Cambio importante en diez años¡Despertad! 1970 | 8 de mayo
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Cambio importante en diez años
◆ “En 1957, una encuesta Gallup reveló que el 69 por ciento de los norteamericanos creían que la religión iba adquiriendo incremento. Solo 23 por ciento sustentó esta convicción en 1967; en realidad, el 57 por ciento sostuvo el punto de vista de que a la religión le estaba yendo mal, en contraste con el 14 por ciento en 1957.”—Look, 29 de abril de 1969, pág. 55.
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