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La necesidad de que la mujer cristiana se cubra la cabeza—¿cuándo?La Atalaya 1964 | 1 de septiembre
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La necesidad de que la mujer cristiana se cubra la cabeza—¿cuándo?
“Porque el varón no debe tener cubierta la cabeza, puesto que es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del varón.”—1 Cor. 11:7.
1. (a) ¿Cómo puede ser el hombre gloria para Dios, y al serlo, cómo ayuda esto a su esposa? (b) ¿Cómo puede ser una mujer gloria para el hombre?
CUANDO el hombre y la mujer sirven a Dios en armonía con Sus principios de orden teocrático traen honra y alabanza a Él como Creador de ellos. Cuando el hombre cumple fielmente su papel como cabeza de su familia, no solo al cumplir con sus obligaciones como sostén y proveedor de las necesidades materiales, sino también al atender las necesidades espirituales de su familia con interés amoroso y paciente, verdaderamente es una gloria para Dios, Aquel en cuya imagen y semejanza fue creado. (Gén. 1:26) También es una bendición para su familia, y ciertamente hace que sea una delicia para la mujer el cumplir su papel como su ayudante y esposa. A su vez, por medio de reconocer la esposa su relación con su esposo, que él es su cabeza, y por medio de honrar ella a su cabeza por apoyo fiel y leal a él, ella llega a ser una gloria para él.—1 Cor. 11:7.
2. (a) ¿Por obedecer qué principio surge la necesidad de cubrirse la cabeza? (b) ¿Qué es lo importante en conexión con que una mujer se cubra la cabeza?
2 La mujer solo puede ser “gloria del varón” al retenerse en la relación en que Dios la colocó con el hombre, jamás por medio de usurpar la jefatura del varón. Es por esta razón que las circunstancias quizás a veces requieran que la mujer se cubra la cabeza. Como hemos visto en el número anterior de La Atalaya, el argumento de Pablo en el capítulo 11 de Primera de Corintios sobre la necesidad de cubrirse la cabeza se basa en el principio de la jefatura teocrática, que él declaró en el versículo tres: “La cabeza de todo varón es el Cristo [Jesús, no la congregación]; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la cabeza del Cristo es Dios.” Por eso, el cubrirse la cabeza se hace necesario para una mujer cuando ella desempeña alguna función o deber que normalmente debería ser desempeñado por su esposo o por un varón cristiano dedicado, y que ella está desempeñando temporalmente o debido a circunstancias especiales. La cosa importante no es el cubrirse la cabeza en sí, sino la actitud de corazón y la apropiada conciencia teocrática de la mujer que lo hace. Ella aprecia que éste es arreglo de Dios, y se cubre la cabeza principalmente por respeto a Él y a Su arreglo teocrático de cosas en lo que toca a los sexos. Una mujer puede tener una buena conciencia en este asunto solo si, además de cubrirse la cabeza en la ocasión apropiada, tiene un respeto saludable a aquel cuya jefatura está siendo honrada mediante ello.
3. ¿Qué tres situaciones básicas surgen que requieren que una mujer dedicada se cubra la cabeza?
3 Hasta 1926 todas las mujeres de la congregación se cubrían la cabeza cuando asistían a las reuniones. (Vea The Golden Age del 8 de septiembre de 1926, páginas 780-791; The New Creation (1904), páginas 271, 272; Zion’s Watch Tower del 1 de diciembre de 1907, páginas 360, 361.) Parece que básicamente hay tres situaciones que requieren el que una mujer dedicada se cubra la cabeza. Estas pueden declararse como (1) cuando ella tiene que orar o enseñar en presencia de su esposo, (2) si ella enseña a un grupo en el que se incluya a un hermano dedicado, y (3) cuando, debido a que no haya un varón capacitado, ella tenga que orar o presidir en una reunión de congregación. En éste y el subsiguiente artículo consideraremos cada una de estas situaciones a su vez.
CUBRIRSE LA CABEZA Y SUJECIÓN DE ESPOSA
4. ¿En conexión con qué relación particular del hombre y la mujer surgen las cuestiones de jefatura y sujeción?
4 La relación básica de una mujer con un hombre es la del matrimonio, como una esposa con un esposo. El apóstol Pablo en sus consideraciones sobre la sujeción de la mujer en la congregación cristiana en 1 Timoteo 2:11-13 y 1 Corintios 11:3-16 hace referencia a la creación de la primera pareja humana para mostrar su relación mutua, el hombre siendo creado primero y habiendo recibido la responsabilidad de la jefatura. Por eso, ciertamente en la relación matrimonial la esposa cristiana querrá mostrar sujeción apropiada, sea su esposo también ministro de las buenas nuevas o no.
5. (a) ¿Quién se esperaría normalmente que condujera a la familia en estudio bíblico y en oración? (b) Por eso, ¿cuándo, en conexión con estos asuntos, quizás tenga que cubrirse la cabeza una mujer?
5 ¿Cuándo, entonces, en la relación matrimonial pudiera hacerse necesario el que la mujer se cubriera la cabeza como señal de sujeción a su cabeza marital? Quizás el hacer otra pregunta nos ayude rápidamente a obtener la respuesta. Si toda la familia está reunida: el esposo, la esposa, y los hijos, y ha de conducirse un estudio de familia, o ha de hacerse oración, ¿quién naturalmente sería el que se encargaría de estos asuntos? ¡El esposo, por supuesto! Como cabeza de la familia, el padre es la persona de quien normalmente se esperaría que tomara la delantera en enseñar a su familia y en criar a los hijos en el “consejo autoritativo de Jehová,” y en representarlos en oración a Dios. (Efe. 6:4) Pero si el esposo no es cristiano dedicado y, no obstante, está de acuerdo con sentarse en el estudio que conduce su esposa dedicada y en el cual ella hace oración, entonces mientras desempeñara estas funciones ella se cubriría la cabeza. Ella está desempeñando deberes que normalmente serían desempeñados por su esposo cuando estuviera presente. Por supuesto, si no está presente él, entonces la esposa no tiene que cubrirse la cabeza, puesto que el enseñar a sus hijos también es privilegio y responsabilidad de ella y mediante ello ella no está usurpando la posición de su cabeza. Pero cuando el esposo está presente, entonces, si ella conduce el estudio y hace oración, lo haría con la cabeza cubierta, puesto que ella está sirviendo temporalmente hasta el tiempo en que su esposo acepte la verdad y pueda atender estos deberes él mismo.
6. ¿Cuál sería la situación cuando un esposo no dedicado acompañara a su esposa a un estudio bíblico con otra familia?
6 Aun fuera del hogar aplicaría el principio. Si el esposo, debido a inclinarse favorablemente, acompaña a su esposa a otro hogar donde ella conduce un estudio bíblico, ella se cubriría la cabeza mientras orara y mientras condujera el estudio. Aunque quizás haya otro varón presente, tal como la cabeza de la casa donde el estudio se está celebrando y que también es una persona no dedicada que muestra interés, el cubrirse ella la cabeza no sería en conexión con él, puesto que él no es cabeza de ella ni miembro de la congregación. El cubrirse la cabeza en tal caso serviría como señal de sujeción solo a su cabeza marital.
7. ¿Qué hay de las horas de comer?
7 Lo mismo aplica a la mesa. Si el esposo no dedicado pide que su esposa ore, ella puede hacerlo, pero cubriéndose la cabeza. Pero, no estando él, cuando ella está comiendo solo con sus hijos menores no dedicados, no se requeriría que ella se cubriera la cabeza al orar.
EN CONEXIÓN CON HIJOS VARONES DEDICADOS
8. ¿Qué situación surge en cuanto a oración cuando hay un hijo dedicado en la familia, y cuándo se cubriría la cabeza la madre en este caso?
8 Pero si, aunque el esposo estuviera ausente, se hallara presente un hijo dedicado de la familia, ¿qué hay entonces? Por supuesto, si este hijo es adulto no habría duda en cuanto al procedimiento que observar, puesto que él naturalmente haría la oración. Pero puede ser que el hijo todavía sea bastante joven en años, quizás en su adolescencia temprana. En ese caso la madre tendría que usar su propia discreción tocante a si le pediría que orara él o no. Él todavía está bajo su cuidado como madre, y por esa razón él está sujeto a ella, y, verdaderamente, tiene que darle “honra” desde ese punto de vista. (Efe. 6:2) Por eso, dependería de ella el que le pidiera a este hijo joven dedicado que orara o, debido a creer que todavía no estaba suficientemente capacitado o debido a circunstancias particulares en esa ocasión, optara ella por hacer la oración. Pero si ella hiciera la oración, sería correcto que ella se cubriera la cabeza, y eso aplicaría también mientras condujera un estudio con tal hijo dedicado. ¿Por qué?
9. ¿Qué factores están envueltos en que la madre se cubra la cabeza en conexión con el hijo dedicado de menor edad, y cómo fortalece esto la posición de ella?
9 Ahora el hijo dedicado es miembro de la congregación, y, como tal, el enseñarle u orar en su presencia debería hacerse apropiadamente por un varón dedicado maduro. En su hogar esto normalmente lo haría su padre. Por eso, la madre, al cubrirse la cabeza en tales circunstancias, está obrando en más que la capacidad de madre, porque el cubrirse la cabeza sirve de señal o indicación de que ella obra también por su esposo, el padre del muchacho. Por eso, pudiéramos decir que esto fortalece la posición de ella, capacitándola a obrar teocráticamente para con el hijo dedicado en conexión con cosas espirituales, pero sin violación alguna al orden teocrático. En otras ocasiones, cuando la adoración de familia no está envuelta, ella puede ejercer apropiadamente su posición como madre para con su hijo sin requisito alguno de cubrirse la cabeza, dando disciplina y consejo necesarios conforme se requieran.
10. ¿Qué ejemplo pone así para el hijo dedicado la madre, y qué gran responsabilidad descansa con el padre dedicado?
10 Tal madre será un excelente ejemplo para su hijo dedicado de cómo debería obrar una mujer teocrática, y esto será de gran valor para él cuando más tarde tenga una esposa y hogar propios. También, no tendrá oportunidad para quejarse de que su madre está obrando fuera de lugar para con él como varón dedicado. Al mismo tiempo la madre dedicada estará interesada en ayudar a su hijo a progresar a la madurez para que él pueda representar adecuadamente a la familia, cuando sea necesario, en oración a Jehová. Por supuesto, si el esposo también es un testigo dedicado de Jehová, él tendrá tanto más razón para cumplir personalmente, en lo que sea posible, con sus obligaciones como cabeza de la casa, ahora que tiene un hijo dedicado como miembro de ella. Él es el que puede y debería proveer el entrenamiento más avanzado que necesita ahora el muchacho.—Pro. 23:19, 24.
ORACIÓN POR NO DEDICADOS
11. ¿Cómo puede comportarse la mujer dedicada para con las oraciones por su cónyuge no dedicado (a) si es de disposición apropiada y expresa una oración correcta y (b) cuando las oraciones de él no están en armonía con la Palabra de Dios?
11 Puede surgir la situación en que la esposa acepte la verdad y llegue a ser testigo de Jehová pero su esposo no, y no obstante él continúe conduciendo a la familia en oración a la hora de comer. Si es una persona de disposición apropiada y él mismo está progresando hacia la dedicación podría expresar con sinceridad una oración apropiada en armonía con la verdad de la Palabra de Dios a la cual la mujer dedicada pueda decir “Amén” concienzudamente. El hombre todavía es cabeza de la casa y debería esperarse apropiadamente que condujera a su familia en adoración. Sin embargo, si no manifiesta interés en la palabra de Dios o si retiene creencias religiosas que no están en armonía con la Biblia y que se reflejan en sus oraciones, la esposa iluminada no podría decir “Amén” a éstas. Mientras él ora ella podría hacer una oración en silencio a favor de ella misma y de los hijos, con la seguridad de que Jehová oirá su petición.
12. (a) ¿En qué circunstancias el tomarse de la mano alrededor de la mesa durante la oración no sería correcto para los cristianos? (b) ¿Por qué no es éste un punto de vista extremado de las cosas?
12 El tomarse de la mano mientras se hace oración es una práctica regular para algunas familias, pero puesto que esto denota unidad en la oración no sería conveniente que un cristiano participara en esto cuando el que hace la oración es una persona no dedicada cuyos pensamientos no estuviesen dirigidos hacia la adoración verdadera de Jehová Dios. De modo que esto es algo que ha de vigilarse cuando se recibe una invitación para una comida por personas que no están en la verdad cuando usted sabe que ésta es la costumbre de la familia. Entre otras cosas, usted no sabe lo que pudiera decirse en la oración y así como usted no podría decir “Amén” a ella, así usted no querría mostrar consentimiento con la oración por medio de tomarse de la mano con ellos alrededor de la mesa. Pero, algunos quizás pregunten: ¿No es esto llevar las cosas hasta la exageración? No, de ninguna manera. La oración es asunto de adoración, algo que no ha de tratarse a la ligera, sino algo que tiene que ser santo y en armonía con la voluntad de Jehová. Para mantener una buena conciencia el cristiano dedicado ni siquiera querrá aparentar el participar en alguna adoración que no sea la adoración verdadera de Jehová Dios.—1 Cor. 10:20, 21; 2 Cor. 6:14-18.
13. (a) ¿Qué debería hacerse cuando un esposo expulsado hace oración al estar a la mesa? (b) ¿Si pide que su esposa dedicada ore por la familia? (c) ¿Cómo afecta esto a la cuestión de cubrirse la cabeza?
13 Surge una situación difícil cuando el esposo ha sido expulsado de la congregación cristiana y todavía se encuentra en condición de expulsado. Aunque la esposa todavía está sujeta a él como su esposo, no obstante, en armonía con las Escrituras, no puede tener compañerismo espiritual con él. (Rom. 16:17) ¿Cómo pudiera afectar esto al asunto de orar a la hora de las comidas? Si él insistiera en orar a la mesa, la esposa no podría reconocer su oración de ninguna manera, ya sea por un “Amén” silencioso o audible. Ella puede hacer su propia oración silenciosamente a Jehová mientras él ora o después conforme ella crea conveniente. Si el esposo expulsado pidiera a su esposa que orara por la familia en su presencia, ella tendría que rehusar. Sin embargo, ella podría orar silenciosamente por ella misma y por los hijos aunque él estuviera presente, pero no porque él se lo mande. Por esto se puede ver que la cuestión de tener que cubrirse la cabeza jamás ocurriría en este caso, puesto que no habría ocasión alguna en que la esposa desempeñara alguna función de enseñar u orar audiblemente en presencia de su cónyuge expulsado.
CONDUCTA PARA CON ESPOSO NO CREYENTE
14. (a) Aunque tenga que cubrirse la cabeza a veces, ¿qué tendrá presente particularmente la esposa cristiana en cuanto a mantener su atractivo a los ojos de Jehová? (b) ¿Qué hay donde la conducta del esposo no está en armonía con los principios buenos?
14 La ministra fiel que es esposa de un hombre que no está en la verdad, es decir, un hombre no dedicado, una circunstancia que tal vez haga necesario que ella se cubra la cabeza a veces en presencia de él, se interesará en que su conducta esté en armonía con esta señal exterior de sujeción. Su atractivo a los ojos de Jehová no depende solo de una exhibición formal de sujeción por medio de cubrirse la cabeza, sino que depende de que ella mantenga modestamente su posición como esposa, teniendo siempre “profundo respeto a su esposo.” (Efe. 5:24, 33) Pero, quizás usted pregunte, ¿cómo puede una mujer tener profundo respeto a un esposo que adopta un derrotero de odio a la verdad y a la adoración de Jehová por su esposa? Ciertamente no se pueden respetar los puntos de vista de un hombre cuando éstos están contra Dios, o sus palabras cuando éstas son blasfemas y quizás hasta inmundas. No obstante, aun en tales circunstancias, por respetar el puesto de jefatura que un esposo debería estar llenando, es posible que la persona se comporte de manera que evite alguna rebelión contra el arreglo de Jehová. Entre otras cosas, una mujer debería evitar el hablar con desdoro de su esposo, sin importar cuán malo sea, cuando ella está con otras personas.
15. ¿Qué ejemplo tienen las mujeres dedicadas en cuanto a sufrir bajo el mal?
15 Para la mujer que se encuentra en la situación de estar casada con un hombre con quien es difícil llevarse bien y que quizás hasta sea áspero en su conducta, hay consuelo en el ejemplo de Jesús. Observe las palabras de apertura del capítulo 3 de Primera de Pedro: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos.” ¿De qué manera? Entre otras cosas, Pedro acaba de considerar el caso de los sirvientes cristianos de casa que sufrían injustamente por copiar a Jesús, que nos dejó un dechado de cómo comportarnos bajo sufrimiento inmerecido. Pedro escribe acerca de él: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia.” Por eso, las esposas que tienen que aguantar trato injusto pueden hacerlo como a aquellos sirvientes cristianos de casa se les dijo que hicieran y como Jesús lo hizo, encomendándose a Jehová, que al debido tiempo recompensará su conducta fiel.—1 Ped. 2:18-23.
16. (a) ¿Qué clase de sujeción por cristianos considera Pedro, y con qué consejo provechoso? (b) Aunque estando sujeta en un sentido relativo a su esposo, ¿qué dos cosas tiene que tomar en consideración la esposa cristiana, con qué determinación?
16 Pero la sujeción de los sirvientes de casa a los dueños quizás incluya a veces “a los que son difíciles de agradar.” Entonces él dice: “Porque si alguno, por motivo de su conciencia para con Dios, soporta cosas penosas y sufre injustamente, esto es algo que agrada. Pues, ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son abofeteados, lo aguantan? Pero si, cuando ustedes están haciendo lo bueno y sufren, lo aguantan, esto es algo que agrada a Dios.” (1 Ped. 2:18-20) Así como en el caso de los sirvientes de casa sucede en el caso de la esposa, su sujeción es relativa, puesto que la voluntad de Dios y la conciencia tienen que tomarse en consideración. Por eso, si el esposo de ella resultara difícil de agradar, hasta el grado de oposición declarada a la posición de ella como cristiana dedicada, no obstante la ministra fiel siempre se adherirá firmemente a la dedicación que hizo para hacer la voluntad de Jehová. Al mismo tiempo se esforzará fielmente por adherirse a su relación con su esposo como Jehová lo ha arreglado, aunque esto a veces resulte muy difícil.
17. ¿Por qué conducta puede ser ganado a la verdad un esposo no creyente?
17 Afortunadamente, no todos los esposos son tan malos. Pero muy a menudo sucede que el esposo simplemente parece no tener interés en la verdad y no muestra deseo de esforzarse por asociarse con la sociedad del nuevo mundo. ¿Qué hay entonces? ¿Recuerda lo que leímos antes, de 1 Pedro 3:1, 2? “Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.” Sí, la única cosa que pudiera ganar a tales esposos a la verdad es la conducta de sus esposas: fiel sujeción de esposas junto con profundo respeto.—1 Cor. 7:16.
18. ¿Qué mantiene la esposa cristiana por su fidelidad en sujeción de esposa, y para quién es esto una bendición especial?
18 Debido a tal fidelidad la esposa cristiana a todo tiempo mantiene su atractivo espiritual ante Jehová y ante la congregación cristiana. El varón dedicado casado con tal esposa debería apreciar sumamente tal bendición, porque ella verdaderamente es una gloria para él. Si su esposo todavía no ha aceptado la verdad la esposa cristiana mantendrá casta su conducta con profundo respeto, porque quizás esto le abra los ojos a él para que vea qué excelente esposa tiene y esto lo lleve a aceptar la verdad. ¡Qué maravillosa bendición resultará ser eso para él y para ella!
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El cubrirse ella la cabeza y sus actividades de congregaciónLa Atalaya 1964 | 1 de septiembre
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El cubrirse ella la cabeza y sus actividades de congregación
1, 2. ¿De qué maneras puede el cubrirse la cabeza realzar el atractivo de la mujer cristiana, y qué asuntos que tienen que ver con cubrirse la cabeza se considerarán ahora?
UNA bien escogida cubierta para la cabeza puede lograr mucho para realzar la belleza y atractivo naturales de una mujer. Cuando se usa como señal de sujeción cristiana, ésta realza su atractivo espiritual, que es más valioso. Aunque con este último propósito la mujer cristiana no querría cubrirse la cabeza con alguna “creación” frívola y llamativa, no obstante, no hay razón por la que la cubierta de la cabeza no contribuya al mismo tiempo a su apariencia exterior de manera modesta y decorosa.
2 En el artículo anterior (párrafo 3) se mencionaron tres situaciones básicas que requerirían el que una mujer se cubriera la cabeza como señal de sujeción cristiana. La primera de éstas se ha considerado plenamente, de modo que ahora podemos considerar las otras dos. Estas tienen que ver con las actividades de la mujer en relación con la congregación.
3. (a) ¿Tiene que cubrirse la cabeza una hermana cuando hace la obra de casa en casa acompañada por un hermano, y por qué no? (b) Pero, ¿qué más es necesario tener presente?
3 Primero, pudiéramos considerar el asunto desde el punto de vista del ministerio en el campo de los testigos de Jehová: de casa en casa, volviendo a visitar y conduciendo estudios bíblicos de casa. Por ejemplo, ¿sería necesario que una mujer se cubriera la cabeza mientras se encuentra en el ministerio de casa en casa si la acompañara un ministro dedicado varón, y cuando ella da un sermón? No, no parece haber razón bíblica alguna que requiriera esto. Es parte de su asignación de predicar las buenas nuevas. (Mat. 24:14) Ella no está usurpando la posición de un hermano. El solo la está acompañando, quizás como siervo de circuito o como el superintendente de la congregación local, para ayudarla en el ministerio, no para que ella le enseñe. Lo mismo aplicaría al ministerio de revisitas. Sin embargo, tengamos presente el asunto de la conciencia. Quizás algunas hermanas crean que deberían cubrirse la cabeza en estas circunstancias, y ciertamente no hay objeción a que lo hagan, si ésta es la manera que dirige su conciencia.
4. (a) ¿Puede hacer oración una hermana en presencia de un hermano dedicado? (b) ¿Por qué debería cubrirse la cabeza la hermana que conduce un estudio bíblico estando presente un hermano dedicado?
4 Sin embargo, cuando se trata de la obra de estudios bíblicos, tenemos una situación algo diferente. Si un hermano dedicado acompaña a una hermana a un estudio bíblico de casa, entonces él debería hacer la oración, puesto que una hermana jamás oraría en presencia de un hermano dedicado, aun si se cubriera la cabeza, a menos que tuviese alguna razón excepcional, tal como que el hermano hubiera perdido la facultad física del habla. Pero, con el propósito de entrenamiento, la hermana puede conducir el estudio, aunque ella debería hacerlo con la cabeza cubierta. ¿Por qué? Esto es más que dar un sermón de casa en casa o en una revisita. Es una sesión arreglada de antemano para estudio bíblico y se inicia formalmente con oración. Quien conduce el estudio realmente está presidiendo en una reunión donde está presente un miembro varón dedicado de la congregación. Normalmente, el hermano dedicado presidiría en tal reunión, lo cual envuelve enseñar de manera organizada. (1 Tim. 2:12) Sin embargo, debido a la circunstancia excepcional, la de proveer entrenamiento para la hermana en el ministerio de estudios bíblicos, la hermana puede conducir el estudio. Pero, por respeto al miembro varón de la congregación que está presente, ella se cubriría la cabeza mientras lo hiciera.
5. (a) Si un publicador varón no dedicado acompaña a una hermana a un estudio bíblico, ¿quién debería hacer oración? (b) ¿Requerirían las circunstancias que la hermana se cubriera la cabeza, y por qué?
5 Puede ser que a veces acompañe a una hermana a un estudio bíblico un asociado varón de la congregación que todavía no está bautizado, aunque está informando a la congregación como publicador de las buenas nuevas. ¿Cuál debería ser el procedimiento? Puesto que él no está dedicado, no podría representar apropiadamente a la hermana dedicada en oración a Jehová; por eso, sería correcto que ella hiciera la oración en el estudio. Sin embargo, él podría conducir el estudio. La hermana, sin embargo, cuando orara, y también si ella condujera el estudio, lo haría apropiadamente cubriéndose la cabeza. Aunque todavía él no es en el sentido más completo un miembro de la congregación, no obstante este hombre lo es en perspectiva, y en lo que toca a los que están afuera él se identifica con la congregación debido a su actividad de predicación, y está mostrando un proceder obediente.
6. ¿Qué procedimiento se observaría cuando una hermana tuviera que conducir un estudio bíblico para provecho de un hermano recién dedicado?
6 Pudiera surgir la circunstancia en que una hermana condujera realmente un estudio bíblico de casa para provecho de un hermano dedicado. Tal vez ella haya predicado la verdad a este hombre, haya estudiado con él y le haya ayudado hasta la dedicación y el bautismo y a entrar en el servicio. Debido a la falta de un publicador varón ella misma podría haber continuado el estudio bíblico de casa con este nuevo hermano para completar los libros “Sea Dios Veraz” y “Esto significa vida eterna.” Él tiene que aprender estas cosas, y en este caso ella es la única que está para ayudarlo. En tales circunstancias ella se cubriría la cabeza apropiadamente mientras condujera el estudio, aunque el hermano recién dedicado debería encargarse de la oración.
7. (a) ¿Qué se puede decir acerca de que una hermana ayude a un nuevo hermano en el servicio en el campo? (b) Aunque no aconseja al hermano, ¿cómo puede ayudarle la hermana a mejorar en el ministerio?
7 Por supuesto, para comenzar, ella también tendría que ayudarle en el ministerio, aunque las circunstancias determinarían a qué grado podría hacerlo y ella tendría que usar discreción. La situación de que un varón vaya solo con una mujer en el ministerio, especialmente si uno o ambos son casados, fácilmente podría tomarse en sentido erróneo y habrá de evitarse, si es posible. En algunos países sería totalmente inconveniente. De modo que debería hacerse algún otro arreglo si es posible, y en la mayoría de las congregaciones hay hermanos disponibles que pueden ayudar a este nuevo. Si no hay disponible ningún hermano en la congregación, quizás una segunda hermana podría ir con ellos también. Si la hermana, en estas circunstancias, llevara al nuevo hermano en el servicio, esto no sería una asignación regular del programa de entrenamiento; la hermana podría ayudar al nuevo hermano al dejar que él observara el propio método de predicar de ella. Ella no ofrecería consejo sobre la presentación de él de la manera que lo haría un hermano, y, puesto que ella no lo haría, no tendría que cubrirse la cabeza, aunque, de nuevo, la conciencia pudiera afectar el asunto. Si el hermano sí pide algunas sugerencias, ella siempre puede hacer referencia a las publicaciones de la Sociedad, o quizás explicar cómo ella se encarga de diversas situaciones, pero evitando el criticar la presentación de él de las buenas nuevas. El tener un sentido apropiado de lo que es correcto y el tener presentes los principios bíblicos de la jefatura ayudarán a una hermana que se halle en estas circunstancias a comportarse de manera que sea tanto útil como todavía respetuosa de la situación.
EN LAS REUNIONES DE CONGREGACIÓN
8. (a) ¿Qué principio aplica a las mujeres de las que se requiere que se cubran la cabeza en las reuniones de congregación? (b) ¿Qué situación puede surgir en las reuniones para servicio en el campo, qué procedimiento debería observarse, y por qué?
8 En cuanto a la necesidad de que las mujeres se cubran la cabeza en las reuniones de los testigos de Jehová, esto no surgiría normalmente en la mayoría de las congregaciones. Como ya se ha observado, el principio que aplica es: Se requiere cubrirse la cabeza cuando, no habiendo un varón capacitado, una hermana tenga que orar o presidir en una reunión de congregación. Esta situación pudiera surgir, por ejemplo, en una reunión para servicio en el campo, quizás a mediados de la semana, y a la que asistieran solo hermanas. En tales ocasiones debería hacerse oración a favor del grupo antes de salir a participar en el servicio de Jehová, y alguien tendría que presidir o conducir la reunión. (Efe. 6:18) Puesto que ésta es una reunión arreglada por la congregación, las hermanas que presiden u oran están encargándose de deberes que por lo general serían desempeñados por hermanos, y por eso deberían cubrirse la cabeza, aunque solo estén presentes hermanas. Una hermana a quien se nombre conductora de estudio de libro también tendría que cubrirse la cabeza mientras condujera el estudio y también mientras orara, si no hubiera ningún hermano dedicado presente para atender a esto.
9. ¿Cómo deberían considerar las hermanas las partes que tengan en la reunión de servicio y en la escuela del ministerio, y, normalmente, requerirían éstas que se cubrieran la cabeza?
9 No se requiere que las hermanas se cubran la cabeza cuando participan en demostraciones, relatan experiencias, o cuando se encargan de conferencias estudiantiles como demostraciones en la escuela del ministerio de la congregación. En tales casos las hermanas no están presidiendo en la congregación. No están tratando de instruir a los hermanos ni de dirigirlos en lo que deberían hacer, y por eso, al no cubrirse la cabeza, no hay violación alguna de principios bíblicos. Sin embargo, las hermanas sí contribuyen mucho a la edificación de todos en la congregación. Por esa razón una hermana nunca debería subestimar el beneficio de cualquier parte que tenga en el programa, ya sea por dar una experiencia o por participar en una demostración.
MINISTRAS DE CONGREGACIONES
10. (a) Como ilustra Romanos 16:1, ¿qué situación ocurre algunas veces hoy en día en las congregaciones de testigos de Jehová? (b) ¿Qué significa la palabra griega para superintendente, y a quién aplica?
10 En Romanos 16:1 se menciona a Febe como “ministra de la congregación que está en Cencrea.” No sabemos cuáles, exactamente, eran sus deberes, pero, como aparentemente sucedió con Febe, así hoy en día, debido a la escasez de hermanos capacitados, quizás haya que usar a hermanas para llenar los puestos de siervos en una congregación. Esto hasta puede incluir el encargarse de los deberes del siervo de congregación. Sin embargo, en tales casos no hablaríamos de una hermana como superintendente, puesto que el mismísimo significado de la palabra griega epískopos, “el que visita con el propósito de inspeccionar,” indica que tal posición solo podría llenarse apropiadamente por un varón dedicado, que, si es casado, tiene que ser esposo de solo una mujer. Apropiadamente, leemos en 1 Timoteo 3:1: “Si algún hombre está haciendo esfuerzos por obtener un puesto de superintendente, está deseoso de una obra excelente.”
11. ¿Con qué propósitos se cumple al cubrirse la cabeza cuando la mujer ora o preside en una reunión de congregación?
11 Cuando, al desempeñar sus deberes, la hermana siervo de congregación, o cualquier otra hermana que esté dedicada y bautizada, se encargue de deberes de índole de presidir, que normalmente serían desempeñados por un superintendente, auxiliar ministerial o un conductor de estudio, entonces ella tiene que cubrirse la cabeza. La hermana está sirviendo temporalmente o debido a las circunstancias en el lugar de un hombre, y al cubrirse la cabeza está mostrando respeto apropiado y concienzudo a su relación con la organización teocrática. El cubrirse la cabeza también, se pudiera decir, obra como precaución para no tratar de adelantarse o ejercer alguna influencia no teocrática en la congregación, como fue el caso en la congregación de Tiatira, según se describe en Revelación 2:20.
12. ¿Qué procedimiento se observará en un estudio de La Atalaya donde no estén presentes hermanos capacitados, y qué puede decirse en cuanto a cubrirse la cabeza la hermana que conduce y la hermana que lee los párrafos?
12 Para ilustrar: Una hermana que conduce el estudio de La Atalaya de la congregación o, como ya se ha mencionado, un estudio de libro de congregación, debería cubrirse la cabeza mientras lo hace, como debería hacerlo la hermana que hace oración en tales reuniones, y deberían hacerlo aunque estén sentadas en esa ocasión. En la mayor parte de los casos en que una hermana preside en una reunión con la cabeza cubierta el número que asiste es bastante pequeño, y normalmente no sería necesario que ella se pusiera de pie mientras condujera. Aun en el estudio de La Atalaya quizás la asistencia no sea mayor a la que generalmente se encuentra en un estudio de libro de congregación, y por eso los que asisten pueden sentarse en círculo de manera semejante a la de tal estudio, y la conductora, aunque está frente al auditorio, puede permanecer sentada en casi todo caso. La hermana que lea los párrafos puede hacerlo desde su asiento, y, siendo la que lee, no tiene que cubrirse la cabeza. La Atalaya es la que está enseñando. Aun si, debido a una asistencia más grande y no habiendo disponible ningún hermano capacitado la hermana tuviera que ponerse de pie para leer con el fin de que todos oyeran, no tendría que cubrirse la cabeza necesariamente puesto que no está enseñando ni presidiendo en la reunión. Ella no está dando una conferencia, solo está leyendo un resumen de La Atalaya. Sin embargo, aquí de nuevo quizás la hermana prefiera cubrirse la cabeza como siendo conveniente para la ocasión, y por eso esto estaría de acuerdo con su conciencia en el asunto. Si una hermana se cubre la cabeza como su práctica normal ciertamente no tiene que dejar de hacerlo en ninguna ocasión mientras lleve a cabo la adoración verdadera.
13. En las reuniones de servicio, ¿cómo se puede considerar el material que generalmente se maneja en forma de discurso?
13 ¿Cuál debería ser el procedimiento en la reunión de servicio y en la escuela del ministerio teocrático cuando no haya miembros varones dedicados? La hermana que presida en estas reuniones lo haría mientras se cubriera la cabeza. Al presentar el material debería tenerse presente que el enseñar en la congregación es una asignación para miembros varones, y por eso, cualquier cosa que tenga el propósito de presentar material a la congregación en forma de discurso por una hermana debería evitarse. Donde el Ministerio del Reino pide la consideración de algún artículo en forma de discurso, por ejemplo, una conferencia basada en material de La Atalaya, el artículo de la revista, o porciones de él, una de las hermanas puede leerlo desde su asiento en el auditorio. El tiempo disponible determinaría qué porciones del artículo se pueden manejar, y los párrafos específicos pueden asignarse con anticipación para que el asunto no se deje a discreción de la hermana que lee el material.
14, 15. (a) ¿Cómo puede manejarse el material asignado para la conferencia de instrucción y los discursos estudiantiles primero y segundo en la escuela del ministerio? (b) ¿Qué hay de los repasos de preguntas y respuestas?
14 El mismo método debería observarse cuando se presenta el material para la conferencia de instrucción y otras conferencias que generalmente se asignan a hermanos en la escuela del ministerio. Desde sus asientos en el auditorio, hermanas pueden leer el material de las publicaciones asignadas, y en tales casos no tienen que cubrirse la cabeza. De esta manera la congregación, aunque se componga enteramente de hermanas, no perderá ninguna de la información que se presenta en otras congregaciones.
15 Donde se asigna a una hermana a conducir un repaso de preguntas y respuestas, y esto siempre es provechoso para que participe el auditorio, ella desempeñaría esta asignación con la cabeza cubierta, puesto que está en forma de presidir, aunque ella puede conducir el repaso sentada.
16, 17. ¿Cómo puede la hermana que actúa como siervo de escuela ayudar (a) a hermanas matriculadas en la escuela? (b) ¿a un nuevo hermano que se asocia con la congregación y se matricula en la escuela?
16 En cuanto a la hermana que actúa como siervo de escuela, ¿cómo puede aconsejar a las estudiantes sin realmente enseñar en la congregación? Ciertamente querrá evitar el dar impresión alguna de actuar como crítico o instructor. Pero ella todavía puede ayudar a las otras hermanas ofreciendo sugerencias, citando directamente de las publicaciones de la Sociedad, dejando así que las publicaciones de la Sociedad enseñen. Ella también puede hacer anotaciones en la hoja de consejo, y ella siempre puede dar ayuda adicional privadamente a las estudiantes que soliciten esta ayuda.
17 Pero, ¿qué hay si un hombre comienza a asociarse, se dedica y se matricula en la escuela? Hasta que llene los requisitos para encargarse de los deberes del siervo de escuela, la hermana quizás tenga que continuar encargándose de esta asignación por algún tiempo. Pero ella no aconsejará al hermano cuando dé un discurso, ni en cuanto a eso debería hacer anotaciones en su hoja de consejo. Sin embargo, con el fin de que este nuevo hermano obtenga alguna ayuda para mejorar su habilidad de oratoria, sería bueno que él tuviera una asignación de oratoria durante la visita del siervo de circuito, y entonces el siervo de circuito puede darle consejo y hacer anotaciones en su hoja de consejo. Por supuesto, quizás este nuevo hermano desee obtener alguna ayuda adicional entre tales visitas, y él puede abordar a la hermana que es el siervo de escuela para algunas sugerencias, quizás tocante a alguna dificultad específica. Ella ciertamente puede ayudarle a buscar puntos provechosos en las publicaciones de la Sociedad y posiblemente puede ayudarle a entender los principios de la oratoria considerados allí, pero sin darle consejo directo.
18. ¿Qué hay de cubrirse la cabeza una hermana que actúa como traductora de un hermano que da un discurso?
18 Algunos se han preguntado si se debería cubrir la cabeza una hermana a quien se le pidiera que actuara como intérprete de un hermano que esté presentando una conferencia. Bueno, la hermana no está dando origen al material; ella solo está retransmitiéndolo. Por eso, de este punto de vista parecería que no se requiere el que se cubra la cabeza. Al mismo tiempo, la mujer que interpreta quizás se sentiría más desahogada si se cubriera la cabeza. Después de todo, tal vez esté en una posición de alguna prominencia ante un auditorio grande y quizás quiera poner sentimiento y urgencia en la traducción para copiar fielmente los sentimientos del orador que quizás esté dando exhortación y consejo directo. Para evitar el dar la apariencia de ser una maestra para los hermanos pudiera desear cubrirse la cabeza. Por eso, en este caso, de nuevo, la hermana tendría que decidir de acuerdo con su conciencia.
19. (a) ¿Qué propósitos han tenido estos artículos sobre cubrirse la cabeza? (b) ¿Cómo puede saber una hermana la manera de obrar en cuanto a cubrirse la cabeza en la mayoría de las circunstancias?
19 En estos artículos sobre mujeres piadosas no se ha procurado considerar toda situación posible en que pudiera surgir la cuestión de cubrirse la cabeza, y luego establecer una regla para cada una. Más bien, se ha manifestado, en lo posible, los principios en cuanto a la jefatura y el uso de una cubierta para la cabeza e ilustraciones de cómo estos principios han de aplicarse en la congregación del pueblo de Dios para que todas las cosas “se efectúen decentemente y por arreglo,” y para que las ministras fieles de la sociedad del nuevo mundo sepan cómo comportarse en el servicio de Jehová con una buena conciencia y con atractivo teocrático. (1 Cor. 14:40) Si alguien tiene presente el propósito de cubrirse la cabeza y las situaciones básicas que requieren que una mujer lo haga, no debería ser muy difícil determinar qué hacer en la mayoría de las circunstancias.—Vea el párrafo 3 del artículo anterior.
20. (a) ¿Qué puede dirigir la conciencia para algunas hermanas, y cómo debería considerarse esto? (b) Donde comúnmente se usa un tocado, ¿qué tiene que tener presente la mujer cristiana dedicada? (c) Cuando se requiere el cubrirse la cabeza donde no se usa comúnmente un tocado, ¿qué es prudente hacer?
20 Cuando se dice que no es necesario cubrirse la cabeza en ciertas circunstancias, esto de ninguna manera es crítica para las hermanas que se sienten con más desahogo al cubrirse la cabeza en tales ocasiones. Ciertamente respetamos su conciencia y su deseo de evitar alguna violación en tales asuntos. Verdaderamente, en algunos países la costumbre es que las mujeres siempre se cubran la cabeza cuando están en público o en presencia de hombres. La cosa importante es que, donde bíblicamente se requiere el cubrirse la cabeza como evidencia de sujeción a una cabeza marital o a los miembros varones de la congregación cristiana, la hermana debería estar consciente de esto, aunque normalmente ella se cubriera la cabeza en otras ocasiones también. Donde el cubrirse la cabeza no es la costumbre cotidiana, entonces donde hay la posibilidad de que se requiera que una mujer se cubra la cabeza, ya sea con el fin de hacer oración o presidir sobre parte de una reunión por no haber algún varón dedicado, sería bueno notificar a la hermana con anticipación para evitar cualquier bochorno.
21. ¿A qué pruebas de fe se encaran hoy en día las mujeres cristianas, y cómo las están venciendo?
21 Damos gracias a Jehová por haber hecho provisión para que las mujeres fieles tengan tan magnífica participación en el testimonio final que se está dando en estos últimos días. Las ministras fieles de la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová tienen muchos problemas que vencer, y con la ayuda de Jehová los están venciendo. Muchas provienen de hogares divididos, donde, debido a que tienen que rendir sujeción relativa a un hombre no dedicado, hay una constante prueba de su fe, y quizás se requiera que día tras día se encaren a oposición para reunirse con el pueblo de Jehová y participar en la predicación pública de las buenas nuevas. En Rusia, Alemania Oriental y otros países comunistas y dictatoriales mujeres fieles aguantan la penalidad de la vida en prisiones y campos, y hasta arriesgan su vida junto con sus hermanos al continuar leales a la dedicación que han hecho para hacer la voluntad de Jehová.
22. ¿Qué efectúan las ministras en la sociedad del nuevo mundo, en evidencia de qué?
22 Se puede decir verdaderamente que en la mayoría de los países la carga principal del ministerio de casa en casa y la obra de estudios bíblicos de los testigos de Jehová la llevan estas ministras fieles. A veces exceden en número a los miembros varones de las congregaciones. También, a menudo las mujeres tienen más tiempo disponible para participar en el ministerio. Por el uso sabio de este tiempo, y por la bondad, paciencia, benevolencia y comprensión que muestran al visitar a la gente, estas ministras fieles efectúan mucho en hacer que el territorio sea más receptivo al mensaje del Reino a medida que dirigen a muchos a la verdad y los edifican en el conocimiento correcto por medio de los estudios bíblicos de casa que conducen. Todo esto es evidencia de su apoyo leal a las organizaciones de congregación locales para hacer que las buenas nuevas del Reino se prediquen en el territorio asignado.
23. ¿Cómo considera la sociedad del nuevo mundo a sus ministras, y qué pueden continuar haciendo, con qué resultados?
23 El capítulo 31 de Proverbios habla de la bendición que una mujer diligente, fiel, puede ser para su familia y para otros, y luego muestra que ella a su vez es bendita. Los versículos 28 y 31 dicen: “Sus hijos se han levantado y han procedido a pronunciarla feliz; su dueño se levanta, y la alaba. Denle del fruto de sus manos, y alábenla sus obras aun en las puertas.” La sociedad del nuevo mundo tiene en alta estima a todas las ministras fieles que están en ella. (1 Ped. 3:4) Que continúen gozando del buen fruto de sus obras. Que continúen hermoseando la sociedad del nuevo mundo con su atractivo teocrático conforme retengan su lugar asignado en el arreglo de cosas de Jehová, para Su alabanza y para la propia bendición eterna de ellas.
[Ilustración de la página 526]
No hay que cubrirse la cabeza al predicar de casa en casa
[Ilustración de la página 527]
Se cubre la cabeza al presidir u orar en una reunión para ministerio del campo de la congregación
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Fidelidad en cosas pequeñasLa Atalaya 1964 | 1 de septiembre
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Fidelidad en cosas pequeñas
● ¿Le gustaría empezar un estudio bíblico que aumentara hasta seis estudios familiares y con el tiempo ver a ocho personas de éstas bautizarse, como resultado de haber sido usted fiel en cosas pequeñas? El testigo de Jehová que relató la siguiente experiencia dice que todo aconteció porque él mantuvo un registro del interés en el registro de casa en casa y lo atendió: “Después de dos o tres visitas que hice, todavía no pude encontrar al amo de casa, pero yo estaba resuelto a hallar a alguien en aquella casa. Un sábado visité el lugar después de la obra con las revistas y hallé allí a la ama de casa y ella me invitó a entrar. Tuvimos una consideración corta y coloqué las revistas con ella e hice arreglos para comenzar un estudio bíblico. Después de una semana o dos aquella persona dijo: ‘He estado considerando esto con otros en el trabajo en los momentos en que estoy libre. Hay algunas personas que muestran interés. ¿Podría usted hablarles acerca de esta maravillosa verdad?’ Por lo tanto, fui a ver a estas otras dos familias con ella y al fin las invitamos, y entonces hubo ocho de nosotros estudiando juntos. El estudiar con ocho personas resulta demasiado para uno solo y por lo tanto decidimos dividir el estudio en tres grupos familiares de estudio. Una familia entonces comenzó a hablar a sus vecinos y no pasó mucho tiempo antes de que éstos quisieran un estudio. . . . Otros comenzaron a hablar a sus vecinos, hasta que al fin había seis familias estudiando. Ahora ocho de estas personas se han bautizado.”—Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1964.
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