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  • A medida que se acerca la calamidad mundial... ‘considere a Jesús’
    La Atalaya 1983 | 1 de julio
    • A medida que se acerca la calamidad mundial... ‘considere a Jesús’

      “Hermanos santos, [...] consideren al apóstol y sumo sacerdote que nosotros confesamos: a Jesús.” (HEBREOS 3:1.)

      1, 2. ¿Cómo podemos beneficiarnos de una antigua calamidad que se conmemora en Roma?

      EN ROMA, se encuentra testimonio gráfico de una calamidad... una calamidad que debería tener un efecto sumamente importante en la vida de usted. En el antiguo Foro romano se encuentra el Arco de Tito, que conmemora la toma y la destrucción de Jerusalén por el general Tito en el año 70 E.C. En un relieve del arco se ve a judíos, esposados, obligados a cargar el botín de su ciudad.

      2 Nosotros, como cristianos, podemos beneficiarnos de aquella calamidad por medio de examinar el consejo oportuno que ofrece la Biblia y que evidentemente se escribió más o menos nueve años antes de que ocurriera aquella destrucción. Dicho consejo se encuentra en el libro de Hebreos, que el apóstol Pablo escribió a los cristianos hebreos de Jerusalén y Judea.

      3. ¿Qué hizo difícil la situación de los cristianos hebreos que vivían en Jerusalén?

      3 Nuestros hermanos de aquel entonces estaban en una situación muy difícil. Aunque Judea parecía estar firmemente bajo el control de Roma, muchos de los judíos eran rebeldes (Hechos 5:36, 37). Imagínese la presión fortísima que tales judíos habrían ejercido en los seguidores de Jesús, quienes, por ‘no ser parte del mundo’, rehusaban ponerse del lado de los judíos que estaban en contra de Roma (Juan 17:16). Otra razón por la cual se perseguía a los cristianos hebreos era debido a que los judíos abrigaban sentimientos de superioridad a causa de que Dios los había escogido, los había introducido en el pacto de la Ley y les había dado una forma de adoración en la que figuraban los sacerdotes levitas y los sacrificios.

      4. a) ¿Por qué podía decirse que Jesús había aparecido en “la conclusión del sistema de cosas”? b) ¿Qué predijo Jesús respecto a aquella conclusión?

      4 No obstante, la época judía —con su sistema de sacrificios en el templo, y sus sacerdotes, fiestas y sábados— terminó por primera vez después de la muerte sacrificatoria del Mesías (Gálatas 3:24, 25; Colosenses 2:13-17). Por eso Pablo pudo escribir que el Hijo de Dios se manifestó como hombre “una vez para siempre en la conclusión de los sistemas de cosas” (Hebreos 9:26; 1:2). Dentro de poco, aquella conclusión había de manifestarse de manera innegablemente clara, con la destrucción del templo. Cuando Jesús predijo aquella destrucción, sus discípulos preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas?” (Mateo 23:37–24:3). Jesús contestó que habría guerras, escaseces de alimento, terremotos, pestilencias y que se llevaría a cabo una obra extensa de predicar acerca del Reino antes que llegara el fin (Mateo 24:4-14; Lucas 21:10, 11). Aquellas palabras se cumplieron durante la generación que vivió entre el tiempo en que Jesús pronunció su profecía y el tiempo en que Pablo escribió su carta a los hebreos. Cristo también predijo que Jerusalén experimentaría una ‘grande tribulación como la cual no había sucedido una desde el principio del mundo’ (Mateo 24:21). La tribulación destructiva que sobrevino a Jerusalén en 70 E.C. no tuvo paralelo ni pudo repetirse en el caso de aquella ciudad. No obstante, fue tan solo un cumplimiento en miniatura. ¿Por qué? Porque en el futuro distante había de sobrevenir una “grande tribulación” a todo el mundo de la humanidad.

      5. ¿En qué sentido aún habrá una “grande tribulación” en mayor escala?

      5 Los hechos prueban que las palabras proféticas de Jesús se cumplen de manera más amplia, sí, que tienen un cumplimiento mayor, en el tiempo de su “presencia y de la conclusión del sistema de cosas” (Mateo 24:3). En Revelación, capítulo 6, que se escribió décadas después de la tribulación de Jerusalén, también se predijo guerra, hambre y enfermedad. Esto habría de afectar a mucho más que Judea, pues Revelación dijo que la guerra había de “quitar de la tierra la paz” (Revelación 6:4). Los acontecimientos mundiales desde la I Guerra Mundial, que duró de 1914 a 1918, muestran que estamos viviendo en la conclusión del presente sistema de cosas inicuo, que culminará en una “grande tribulación”. Esta tribulación eliminará la maldad de sobre la Tierra, y así abrirá paso para que haya un Paraíso bajo el régimen del Reino de Dios.

      6. ¿Qué indica que el libro de Hebreos se escribió con referencia a nuestro tiempo?

      6 El libro de Hebreos señala a nuestro tiempo. En él, Pablo escribió que en aquel entonces Cristo estaba en el cielo “esperando desde entonces hasta que sus enemigos fuesen colocados como banquillo para sus pies” (Hebreos 10:13). El libro también habla acerca de “cuando [Dios] introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada” (Hebreos 1:6). ¡Esto se refiere a ahora! Las pruebas muestran que Cristo ha recibido el dominio real y ha tomado medidas en contra de los enemigos de Dios en el cielo (Revelación 12:7-12). Cristo ha dirigido su atención a la Tierra habitada, y está presente de manera invisible. Por eso, como lo predijo Jesús, pronto nos enfrentaremos a la eliminación culminante de los enemigos de Dios de sobre nuestro globo. ¿Qué consejo, pues, nos da Hebreos?

      ‘Consideren a Jesús’

      7, 8. ¿Por qué era apropiado que en el libro de Hebreos se fijara la atención en Jesús?

      7 Pablo fijó la atención particularmente en Jesús. Escribió: “Ahora bien, en cuanto a las cosas de que se está tratando, éste es el punto principal: Tenemos tal sumo sacerdote, y se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” (Hebreos 8:1). ¿Por qué era este consejo especialmente apropiado en el caso de los cristianos que vivían en el tiempo de la conclusión de un sistema de cosas?

      8 Por largo tiempo han existido opiniones torcidas acerca de Jesús. Los judíos del primer siglo se sentían orgullosos de que eran descendientes de Abrahán, de que la religión que practicaban había sido transmitida a ellos mediante Moisés y de que tenían sacerdotes del linaje de Aarón. Por eso, tal vez hayan pensado: ‘Este Jesús de Nazaret es meramente el hijo de un carpintero de Galilea’. Hasta acusaron al Hijo de Dios de ser un samaritano endemoniado (Juan 7:52; 8:39-41, 48; 9:24, 28, 29). Por lo tanto, en su sabiduría, Dios instó a los cristianos hebreos a que ‘consideraran a Jesús’, pues el que el punto de vista que tuvieran del Hijo de Dios y su relación con él fueran apropiados y equilibrados ayudaría a aquellos cristianos a ser fieles.

      9. ¿Por qué es apropiado hoy el consejo de ‘considerar a Jesús’, pero contra qué peligro tenemos que guardarnos?

      9 El consejo divino que se ofrece en Hebreos es útil para nosotros también, porque aún abundan las opiniones torcidas o falsas acerca de Cristo. Hoy muchas personas, en vez de degradar a Jesús como lo hacían los opositores judíos de él, exageran el papel que él desempeña. Sus iglesias afirman que Jesús es parte de una deidad trina y que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son iguales. No obstante, ¿a quién dan la mayor atención? A Jesús. A él se le pone en primer lugar, y al Padre se le relega a las tinieblas. Esto presenta un desafío a los cristianos verdaderos. En Juan 14:28, Jesús dijo que su Padre era mayor que él, y Salmo 83:18 declara que “tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra”. Pero no debemos reaccionar de manera exagerada ante los puntos de vista desvirtuados acerca de Jesús e inconscientemente minimizar su posición verdadera. Como en el caso de los cristianos hebreos, el que mantengamos una estimación equilibrada y exacta de Jesús será de gran valor para nosotros a medida que nos enfrentemos al futuro.

      10. ¿Qué indica Hebreos en cuanto a la posición de Jesús?

      10 Desde el principio, el libro de Hebreos fija la atención en la posición superior de Cristo. Actualmente, él es un espíritu glorificado, “la representación exacta [del] mismo ser [de Dios]”. Esto no presupone que el Padre y el Hijo sean una sola persona o un solo dios, pues Hebreos 1:3 agrega que Jesús “se sentó a la diestra de la Majestad [“de Dios”, Today’s English Version] en lugares encumbrados”. Textos como Hebreos 2:10 y Heb 5:5, 8 también indican que Jehová es superior al Hijo. Con todo, Cristo ahora tiene “un nombre [posición o reputación] más admirable que el de [los ángeles]”. (Hebreos 1:4.)

      11. a) ¿Cómo tratan los ángeles de Dios a Jesucristo? b) ¿Cómo hemos de entender Hebreos 1:6?

      11 Al igual que los ángeles fieles, nosotros también tenemos que reconocer la posición ensalzada de Cristo. En Hebreos 1:6 se citan las palabras de Salmo 97:7 (de la Versión de los Setenta griega), como sigue: “Que todos los ángeles de Dios le rindan homenaje”. Conforme a otras versiones, los ángeles “caen ante él”, “se inclinan ante él” o “dan homenaje” al Hijoa. El contexto da a entender que esto significa que hasta los ángeles rinden homenaje a Jesús como representante principal e hijo ensalzado de Dios. Reconocen que se le ha “coronado de gloria y honra” y que se le ha dado autoridad sobre la Tierra habitada por venir. (Hebreos 2:5, 9.)

      12. ¿Por qué es importante que prestemos atención a las palabras de Jesús?

      12 ¿Qué efecto debería tener esto en nosotros? Después de mostrar la superioridad de Jesús con relación a los ángeles, Pablo dice: “Por eso es necesario que prestemos más que la acostumbrada atención a las cosas oídas por nosotros, para que nunca nos deslicemos” (Hebreos 2:1). Como lo sabían los cristianos hebreos, hacía tiempo que los judíos prestaban atención a la Palabra o Ley, de Dios, que recibieron mediante Moisés. Es mucho más vital para nosotros prestar atención a la guía divina que se nos proporciona mediante Jesús.

      13. ¿Cómo pueden los cristianos beneficiarse de prestar atención a Jesús? Dé un ejemplo de esto.

      13 Como prueba de esto, recordemos lo que Jesucristo había dicho respecto al huir cuando Jerusalén estuviera rodeada de ejércitos encampados (Lucas 19:43, 44; 21:20-24). Los romanos cercaron a la Jerusalén rebelde en 66 E.C., pero entonces misteriosamente se retiraron, con lo cual los cristianos huyeron de la ciudad. El que hubieran prestado atención a Jesús les salvó la vida cuando los romanos regresaron y causaron calamidad en 70 E.C. Hay que aprender una lección de esto: Ya que se aproxima una calamidad mundial, preguntémonos: ‘¿Estoy prestando suma atención a las palabras de Jesús? Por ejemplo, ¿puede notarse por la cantidad de tiempo que dedico al recreo, por mi actitud hacia mi trabajo o negocio, o por mi punto de vista en cuanto a la educación seglar que he prestado atención a las palabras de Jesús en Lucas 12:16-31?’

      14. a) ¿En qué sentido es Jesús el ‘Agente Principal de la salvación’? b) ¿En qué sentido fue “hecho perfecto” Jesús?

      14 Hebreos 2:10 llama a Jesús el ‘Agente Principal de la salvación’. Él lo es, en primer lugar, con relación a los cristianos ungidos, que son “hermanos” de él (Hebreos 2:11-17). Pero todos los que esperan obtener vida en un Paraíso terrestre dependen también de él para su salvación. Pablo escribió: “Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna para todos los que le obedecen, porque ha sido llamado específicamente por Dios sumo sacerdote” (Hebreos 5:8-10). Claro, Jesús había sido un espíritu perfecto, y mientras estuvo en la Tierra era físicamente perfecto. No obstante, respecto a su papel como sacerdote nuestro, Jesús tenía que ser perfeccionado en otro sentido. Mientras estuvo en la Tierra, Jesús recibió entrenamiento —se le instruyó y se le disciplinó y se puso a prueba su obediencia aun hasta la muerte— a fin de perfeccionarlo como sumo sacerdote misericordioso y compasivo.

      Confianza en nuestro sumo sacerdote

      15. ¿Por qué se habla mucho respecto a los sacerdotes en el libro de Hebreos?

      15 Al leer Hebreos, uno puede darse cuenta de que dice mucho acerca de los sacerdotes. Esto se hace con el fin de aumentar nuestro entendimiento y aprecio del ‘sumo sacerdote que nosotros confesamos: Jesús’ (Hebreos 3:1). Pablo explica que “todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dones y sacrificios por los pecados” (Hebreos 5:1; 8:3). Gran parte del pacto de la Ley se concentraba en el hecho de que los humanos son pecadores. Por eso los sacerdotes ofrecían sacrificios en favor de éstos y también hacían ofrendas para cubrir sus propios pecados. Pero los sacrificios de animales que se repetían vez tras vez no vencieron el pecado ni hicieron perfecto a nadie (Hebreos 7:11, 19, 27; 10:1-4, 11). Esto prueba que se necesitaba un nuevo pacto, junto con un nuevo sacrificio y un nuevo sumo sacerdote. (Jeremías 31:31-34.)

      16. ¿En qué sentido es Jesús un sacerdote superior a los sacerdotes israelitas?

      16 Esto lo tenemos en Cristo. Jesús, quien fue prefigurado por Melquisedec, cuyo linaje no se da en la Biblia, no llegó a ser sacerdote debido a que fuera descendiente natural de Leví o Aarón. Dios lo nombró directamente (Hebreos 7:1-3, 15-17; 5:5, 6). Si Dios aprueba así el que Jesús sea sumo sacerdote, ¿no podemos nosotros tener plena confianza en él? Además, no morirá dentro de poco de modo que necesite que alguien lo reemplace, como sucedía en el caso de los sacerdotes bajo la Ley. Él pudo ofrecer un sacrificio final, su propio cuerpo; éste era perfecto, y dicho sacrificio nunca tendría que repetirse. Cristo, nuestro sumo sacerdote, llevó el valor de su sangre al cielo y lo presentó ante Dios. Aún está allí, sirviendo de sacerdote en favor de nosotros. (Hebreos 9:24-28; 10:12-18.)

      17. ¿De qué maneras nos es útil el tener a Jesús como sumo sacerdote?

      17 Podemos tener confianza en nuestro sumo sacerdote al enfrentarnos a la calamidad mundial venidera. A diferencia de los sacrificios que se hicieron bajo la Ley, el sacrificio perfecto de Cristo puede cubrir nuestros pecados plenamente. Además de esto, puede ‘limpiar nuestra conciencia de obras muertas [tanto de obras inicuas que hayamos practicado en el pasado como también de cualesquier esfuerzos personales que hayamos hecho por justificarnos a nosotros mismos ante Dios] para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo’ (Hebreos 9:14; 10:1-4). Ciertamente concordamos en que, cuando nos encontramos en una situación difícil y estamos bajo presión, es de valor inmensurable el tener una buena conciencia ante Dios (Hebreos 10:19-22). Por otras razones, también, podemos deleitarnos en tener a Jesús como sumo sacerdote permanente en el cielo.

      18. ¿Cuál era, y aún es, el beneficio que resulta de saber que nuestro sumo sacerdote es compasivo?

      18 El libro de Hebreos nos asegura que Cristo es un sacerdote compasivo. Podemos imaginarnos las decisiones y los problemas a que se enfrentaron los cristianos hebreos en el ambiente patriótico de Jerusalén al prepararse para huir y dejar atrás casas, parientes y empleo. Pero no estaban enteramente solos. Pablo escribió: “No tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado”. ¡Qué consolador debe haber sido para ellos el saber esto, y así debería serlo para nosotros también en los últimos días de este sistema de cosas! Por tener un sumo sacerdote tan compasivo ‘podemos obtener misericordia y hallar bondad inmerecida para ayuda al tiempo oportuno’ (Hebreos 4:15, 16). Ante cualquier prueba que surja, él “puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba”. (Hebreos 2:17, 18.)

      El Perfeccionador de nuestra fe

      19, 20. ¿En qué sentido es Jesús el “Perfeccionador de nuestra fe”?

      19 El que ‘consideremos a Jesús’ tiene que ver específicamente con nuestra fe. Después de mencionar “el pecado que fácilmente nos enreda” —la falta de fe— Pablo habla acerca del que ‘miremos atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús’ (Hebreos 12:1, 2). ¿Por qué es eso vital durante la conclusión del presente sistema de cosas?

      20 Desde la primera profecía bíblica, que aparece en Génesis 3:15, las Escrituras señalan al Cristo. Él es el punto central de mucho de lo que se predice y se tipifica o representa simbólicamente en la Biblia. Muchos de los rasgos de la Ley de Moisés que se mencionan en el libro de Hebreos fueron “una sombra de las buenas cosas por venir” (Hebreos 9:23; 10:1). Pero “la realidad pertenece al Cristo” (Colosenses 2:17). Sí, el nacimiento de Jesús, su ministerio terrestre, su muerte sacrificatoria, su resurrección y su servicio sacerdotal en el cielo completan, o perfeccionan, todas las profecías, tipos y patrones al respecto.

      21. ¿En qué otro sentido es Jesús el “Perfeccionador de nuestra fe” hoy?

      21 Aunque Pablo pudo reconocer que Cristo es el “Perfeccionador de nuestra fe”, nosotros hoy tenemos razón adicional de hacerlo. Estamos viendo el cumplimiento mayor de las palabras de Jesús acerca de la ‘señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas’ (Mateo 24:3). Por eso nuestra fe tiene una base más sólida. Además, el entrar a salvo en “la tierra habitada por venir” está mucho más cerca ahora de lo que estuvo en el tiempo de Pablo. Por lo tanto, sigamos considerando a Jesús, el Perfeccionador de nuestra fe, y tengamos la certeza de que Dios “viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente” con fe (Hebreos 2:5; 11:6). Como lo muestra el siguiente artículo, el libro de Hebreos puede ayudarnos a tener la fe y el punto de vista cristiano que necesitamos para estar en posición de recibir el maravilloso galardón.

  • Esté asido de la esperanza ante usted
    La Atalaya 1983 | 1 de julio
    • Esté asido de la esperanza ante usted

      1, 2. ¿Por qué debe usted considerar seriamente el asunto de asirse de su esperanza?

      EL APÓSTOL Pablo escribió que “realmente llegamos a ser participantes del Cristo solo si nos esforzamos por tener fuertemente asida la confianza que tuvimos al principio firme hasta el fin” (Hebreos 3:14). También dijo que era necesario “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”. (Hebreos 6:18.)

      2 Tal vez hace poco que usted haya llegado a ser testigo de Jehová y esté celosamente seguro de sus convicciones. O tal vez haya sido testigo cristiano por décadas y le parezca que esté firme en el camino de la verdad. En cualquiera de los dos casos, es probable que cada uno de nosotros pueda recordar algunas personas a quienes conocemos que hayan dejado de andar en el camino de la verdad, tal como ocurrió en el primer siglo (Filipenses 3:18; Hechos 20:30). Es posible que algunas de ellas gradualmente hayan perdido la fe, se hayan ensimismado en intereses materiales, o hayan cedido a la tentación y hayan pecado.

      3-5. ¿Cómo puede ayudarnos el libro de Hebreos en lo que se relaciona con nuestra esperanza?

      3 ¿Cómo podemos evitar que eso nos suceda a nosotros? Reflexionemos sobre el consejo que se da en el libro de Hebreos. Veremos lo apropiado que es éste para nuestro tiempo, al considerar el fiel aguante que han desplegado muchos testigos de Jehová del día moderno a quienes este consejo ha fortalecido.

      4 Hebreos se dirigió a los cristianos que eran “participantes del llamamiento celestial”. Habían sido ungidos con el espíritu de Dios y tenían la esperanza sólida de ir al cielo después de Cristo, el precursor. Como el lector puede imaginarse, ‘esta esperanza era como ancla del alma, tanto segura como firme’. Aún así, Pablo llamó la atención a lo necesario que era “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros” (Hebreos 3:1; 6:18-20). Si esto era necesario en el caso de ellos, ¡cuánto más lo es ahora en el caso del resto ungido y de la “grande muchedumbre” que espera sobrevivir a la venidera “grande tribulación”! (Revelación 7:9, 15.)

      5 En Hebreos Jehová nos pone sobre aviso en cuanto a los peligros de ‘deslizarnos’, ‘caer’, ‘hacernos indolentes’, ‘retraernos para destrucción’ o ‘excusarnos’ (Hebreos 2:1; 6:6, 12; 10:39; 12:25). El libro ofrece consejo excelente que nos ayuda a mostrar “diligencia a fin de tener la plena seguridad de la esperanza hasta el fin” y a ser “de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma”. (Hebreos 6:11; 10:39.)

      “No somos de la clase que se retrae”

      6. ¿A qué se habían enfrentado los cristianos hebreos, pero qué necesitaban?

      6 Es patente que muchos de los cristianos hebreos habían experimentado persecución. “Aguantaron una gran contienda bajo sufrimientos”, como al estar expuestos en el teatro romano o al ponerse a sí mismos en peligro cuando suministraban ayuda a los que estaban en prisión (Hebreos 10:32-34). No obstante, tenían que esforzarse por no ser “de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma”. (Hebreos 10:39.)

      7. a) ¿Cómo pudiera afectar al cristiano la perspectiva de sufrir persecución? b) ¿Qué debe preguntarse usted?

      7 De modo que existe el peligro de que el cristiano llegue a temer la oposición, que lo haga ‘retraerse’ o transigir. ¿Qué hay de nosotros? Tal vez hayamos experimentado cierto grado de oposición, quizás de parte de condiscípulos o de compañeros de trabajo. Algunas personas hasta han sido objeto de maltrato físico, sea de parte de un cónyuge o padre no creyente. Sin embargo, en muchos países es muy raro que el Testigo sea severamente perseguido debido a su fe. Esto puede resultar en que esté menos preparado para encararse a la persecución intensa y sea más propenso a ‘retraerse’ cuando ésta surja. Preguntémonos: ‘¿Acaso yo, después de haber vivido cómodamente, me sentiría tentado a retraerme si se me amenazara seriamente con la pérdida de mi casa o empleo, con no tener acceso a mi familia o con encarcelamiento y maltrato físico?’.

      8. ¿Qué consejo nos ofrece Hebreos en cuanto a encararnos a la persecución?

      8 Al hablar sobre el mostrar fe en medio de adversidad, Pablo instó que consideráramos cómo Jesús aguantó (Hebreos 12:2, 3). Entonces Pablo nos recordó que si surgía persecución severa, debíamos considerarla como una forma de disciplina provechosa. Por supuesto, no es Dios quien causa la persecución; él meramente la permite. Aún así, la persecución puede entrenarnos o ayudarnos a mejorar en cuanto a cualidades cristianas que son necesarias, tales como el aguante, la paciencia, la lealtad y la confianza en Jehová. (Hebreos 12:4-11; Santiago 1:2-4.)

      9. a) ¿Cómo sabemos que los humanos imperfectos pueden aguantar la persecución? b) ¿Qué ocurrió en el caso de algunas hermanas en cierto país comunista durante los años sesenta?

      9 Para que no pensemos que solo un hombre perfecto puede aguantar, como lo hizo Jesús, Hebreos destaca a hombres y mujeres que eran imperfectos, como nosotros, que aguantaron mediante la fe (Hebreos 11:35-40; 12:1). La “nube de testigos” que ha perseverado mediante la fe ha crecido en tiempos modernos. En agosto de 1982 cierto periódico suizo publicó un artículo sobre las experiencias que una señora había tenido con las testigos de Jehová que, hace unas dos décadas, estuvieron encarceladas en un campamento de trabajo para mujeres en un país comunista. He aquí la esencia de algunos de sus comentarios:

      Solo las iglesias principales tienen libertad parcial porque predican lo que el Estado permite. No es así en el caso de las confesiones más pequeñas que se reúnen en hogares. A los que más se persigue es a los testigos de Jehová. A muchos Testigos en cuyos hogares se hallaron ejemplares de La Atalaya se les ha sentenciado a 10 años de prisión. Se puede entender, entonces, por qué los oficiales del campamento se sentían irritados cuando las Testigos, de algún modo, seguían recibiendo grandes cantidades de literatura. A cada prisionera se le había desvestido por completo y se le había registrado, y se le había registrado la ropa hasta el último hilo. Además, guardas armados vigilaban a todas las prisioneras que trabajaban en los campos, y se les registraba al pasar por la puerta cuando regresaban. No obstante, la literatura aparecía. Era como si ángeles volaran de noche sobre el campamento y dejaran caer la literatura. La mayoría de las Testigos eran jóvenes. Primero iban a prisión por un período de entre 5 y 7 años, y la segunda sentencia era de no menos de 10 años. Las que estaban en la peor situación en el campamento eran las Testigos. Cuando más de tres de ellas se reunían, se les mandaba dispersarse.

      10. El libro de Hebreos nos ayuda a estar resueltos a hacer ¿qué tocante a la persecución?

      10 En cuanto al ejemplo de individuos de la antigüedad que desplegaron fe bajo persecución, Hebreos dice que “el mundo no era digno de ellos”, pero que Jehová se encargaría de que “fueran hechos perfectos” en el Paraíso terrestre. ¿Qué más se pudiera pedir? Por eso, tomemos a pecho los ejemplos de fe tanto de tiempos antiguos como de tiempos modernos. En vez de ‘retraernos para destrucción’, debemos estar resueltos a ‘tener fe que resulta en conservar viva el alma’. (Hebreos 11:38, 40; 10:39.)

      No nos “deslicemos”

      11. ¿Cómo pudiera el ‘deslizarse’ ser un peligro en el caso de alguien que haya sido cristiano por mucho tiempo?

      11 Según se muestra en Hebreos, otro peligro es el ‘deslizarse’ (Hebreos 2:1). Considere cómo pudiera ocurrir esto. Alguien —pudiera ser cualquiera de nosotros— se hizo cristiano y estaba lleno de un entusiasmo admirable. Estaba presto a participar en el ministerio del campo aunque solo tenía un conocimiento limitado de la Biblia (Hechos 3:1-9; 8:39; 13:48, 49). Después de varios años su entusiasmo debería haber madurado hasta llegar a ser celo ardiente y devoción profunda. ¿Ha sucedido esto? ¿Considera él que el ministerio cristiano es un medio de demostrar su amor a Dios y de ayudar a otras personas, tal como él mismo recibió ayuda? ¿O se ha convertido esta obra en una rutina, una tarea? Si tiene hijos, ¿los anima con regularidad y entusiasmo a ser ministros de tiempo completo? ¿O solo lo menciona de manera casual y con menos convicción de la que despliega al hablarles sobre obtener una educación superior, conseguir un empleo que pague bien o adquirir una hermosa casa? (Revelación 2:4.)

      12. a) ¿Qué nos recomienda Hebreos para evitar el ‘deslizarnos’? b) ¿Qué preguntas pudiéramos considerar respecto a prestar atención a la Palabra?

      12 Un paso que podemos dar para no ‘deslizarnos’ consiste en ‘prestar más que la acostumbrada atención a las cosas oídas’ (Hebreos 2:1). Algunos cristianos hebreos fallaron en este sentido. Después de aprender la “doctrina primaria acerca del Cristo”, no ‘pasaron adelante a la madurez’. Aunque ya ‘deberían haber sido maestros’, todavía estaban considerando las cosas elementales (Hebreos 5:12–6:2). ¿Qué hay de nosotros? ¿Simplemente estamos dejándonos llevar por las circunstancias, o estamos progresando por medio de dar atención al estudio personal? ¿Procuramos leer diariamente parte de la Biblia? ¿Estudiamos con interés genuino las publicaciones cristianas, y hasta conversamos con otras personas acerca de lo que aprendemos? ¿Estamos nosotros ayudando a nuestros hijos a progresar más allá de la ‘leche de la Palabra’? ¿Pueden ellos explicar, con la Biblia, la verdad acerca del alma, la resurrección, la Trinidad, el Paraíso terrestre, y así por el estilo? ¿Están haciendo esto en el servicio del campo en vez de permanecer al nivel del año anterior? (1 Pedro 3:15.)

      13. Con relación al estudio, ¿qué patrón establecieron nuestras hermanas prisioneras, y qué nos sugiere esto?

      13 En cuanto a las Testigos que estaban en prisión, el artículo pasó a relatar:

      En el poco tiempo libre que tenían se esforzaban por memorizar pasajes bíblicos. También, se aplicaban en aprender otros idiomas, particularmente el inglés, el francés y el alemán. A veces la literatura que adquirían estaba escrita en estos idiomas, y las que los aprendían podían entonces traducir la información para otras hermanas.

      Aunque a pocos de nosotros se nos obliga, como a ellas, a trabajar muchas horas con poca comida, ¿nos aplicamos tanto como ellas a dedicar nuestro tiempo libre a dar “más que la acostumbrada atención a las cosas oídas”?

      No ‘caigan’

      14. ¿Qué puede acontecer hasta a personas que han sido cristianas por mucho tiempo?

      14 Después de exhortarnos a continuar progresando, Hebreos advierte que los “que una vez por todas han sido iluminados” pueden ‘caer’, quizá hasta el grado de estar más allá del arrepentimiento (Hebreos 6:4-8). Sí, cristianos que han servido a Dios por largo tiempo, hasta ungidos que “han llegado a ser participantes de espíritu santo”, pudieran ser arrastrados hacia algo tentador en el sistema de cosas actual.

      15. ¿Cómo han caído algunos debido a lo sexual y debido a actividades comerciales?

      15 Muchos han caído debido al deseo de la carne o el deseo de tener riquezas (1 Juan 2:16). Por supuesto, el deseo sexual está relacionado con el que los jóvenes cedan a tener relaciones sexuales sin estar casados. Pero considere otro aspecto del asunto. Algunas personas casadas se han cansado de su cónyuge y han conocido a otra persona que parece más atractiva, que conversa de manera más interesante o que tiene más éxito en este mundo. Lamentablemente esto ha resultado en divorcios y en segundas nupcias inmorales. Otros “han caído” al ir tras lo material y han cedido a prácticas comerciales que no son honradas y que pasan por alto requisitos gubernamentales con relación a licencias e impuestos (Mateo 22:21). O han promovido empresas comerciales de tipo piramidal o proyectos para enriquecerse rápidamente, los cuales tientan a la gente a obrar con avaricia y aprovecharse de sus hermanos. (Compare Hechos 20:33; 2 Tesalonicenses 3:10, 11.) Estas operaciones, además de eclipsar a menudo los intereses del Reino, a veces han resultado en resentimiento y disputas, si acaso no en acusaciones de fraude. La Biblia ha resultado veraz: “Los que están determinados a ser ricos caen en tentación y en un lazo”. (1 Timoteo 6:9.)

      16. En cuanto a resistir tentaciones, ¿qué buen ejemplo dieron las hermanas que estaban en prisión?

      16 Si reconocemos humildemente que no somos tan fuertes como para no caer, entonces debemos resolvernos a no ceder a los comienzos de la tentación y el pecado (Romanos 12:3; 1 Corintios 10:12). Las hermanas del campamento de trabajo nos sirven de buen ejemplo:

      Se llevó a algunas de ellas una por una a una ciudad grande donde había tiendas, teatros y otras distracciones. Por ejemplo, dos oficiales de la policía secreta llevaron a una hermana a una tienda en la que había mucho alimento en los mostradores. Le dijeron: ‘Escoja lo que quiera’. Ella dijo que no necesitaba nada. Era algo terrible mostrar tablillas enteras de pan fresco y artículos de repostería a alguien que estaba desgastada y que hacía años que comía poco. Presentaron tentaciones parecidas en los grandes almacenes y teatros. Aunque la mantuvieron en aquellos lugares durante varias semanas y prometieron ponerla en libertad si abandonaba la fe, no tuvieron éxito. Pudieron hacer que solo una hermana transigiera. Meses después ella regresó al campamento, menos delgada y elegantemente vestida. Ella pronunció un discurso de dos horas ante sus ex hermanas, quienes ni siquiera la saludaron. Parece que la policía secreta creía que dicha táctica sería muy ingeniosa y que las hermanas se pondrían en fila para renunciar a su fe. Obtuvieron el resultado contrario.

      17. ¿Cómo debemos considerar las tentaciones a las que nos encaremos?

      17 ¿Cree usted que pudiera haberse mantenido firme ante tales tentaciones? Pero ¿qué hay de las tentaciones a las que usted sí se enfrenta? Pablo escribió: “Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo; mas sigan exhortándose los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele ‘Hoy’, por temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado” (Hebreos 3:12, 13). Para no caer ni alejarnos, tenemos que concentrarnos en el día de “hoy”.

      Manifestando fe “hoy”

      18. ¿Por qué no entraron los israelitas en el descanso de Dios?

      18 Pablo basó su comentario acerca de “hoy” en una cita de Salmo 95:7-11 (Hebreos 3:7-11). Como se menciona en este pasaje, los israelitas habían dejado que el corazón se les endureciera durante los días de Moisés. Los israelitas, después de oír el informe de Josué y Caleb acerca de la Tierra Prometida, desplegaron falta de fe (Números 13:17–14:38). Aunque allí podían disfrutar de paz y bendiciones durante el día de descanso de Dios que estaba en progreso, los israelitas, quienes tenían el corazón endurecido y desplegaron falta de fe, rehusaron mudarse a la tierra y vivir allí. Por eso Dios hizo que vagaran en el desierto por 40 años. (Hebreos 3:17-19.)

      19. ¿Cuándo y cómo podemos entrar en el descanso de Jehová?

      19 El gran Día Sabático, o día de descanso de Dios continúa (Génesis 1:31–2:3). Pablo dijo que “queda una promesa de entrar en su descanso” (Hebreos 4:1, 9). Por lo tanto, nosotros los cristianos podemos entrar o permanecer ahora en ese “descanso”. ¿Cómo? Por medio de ejercer fe, no en el Josué de tiempos antiguos, sino en el Josué Mayor, nuestro líder Jesús. También tenemos que dejar las obras de incredulidad, como las que manifiestan las personas que en realidad no creen en que algún día habrá un Nuevo Orden. Su vida gira en torno a la recreación o los placeres. Quizá quieran “ser alguien” mediante adquirir una posición o un título. O tal vez basen su vida en la filosofía de ser una persona “simpática”.

      20, 21. a) ¿Qué obras necesitamos evitar? b) ¿En qué obra buena debemos participar, según el ejemplo que dieron las hermanas encarceladas?

      20 Si de veras tenemos fe en Jesús y en lo que le espera al pueblo de Dios, deberíamos mostrarlo por nuestras actividades. Pablo escribió: “El hombre que ha entrado en el descanso de Dios ha descansado él mismo también de sus propias obras” (Hebreos 4:10). Por eso, en vez de tener obras de incredulidad u obras mediante las cuales tratar de justificarnos, es preciso que tengamos obras que reflejen nuestra fe.

      21 Una obra cristiana que se cuenta entre las de primera importancia es la de hablar acerca de Jehová Dios y su Hijo. Respecto a Jesús, Pablo exhortó: “Tengamos asida nuestra confesión de él” (Hebreos 4:14). Por supuesto, podemos y debemos hacer esto en las reuniones cristianas por medio de hacer allí declaración pública de nuestra esperanza (Hebreos 10:23-25). Pero dicha “declaración pública” debería incluir el confesar nuestras creencias y esperanzas a los de afuera. En realidad, deberíamos sentirnos impelidos a hacer “sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública [del] nombre [de Dios]” (Hebreos 13:15; 1 Corintios 9:16). La autora del artículo que se mencionó antes habla sobre una conversación que tuvo con una hermana:

      Le dije: Las autoridades están metiendo a todas ustedes en prisiones, no debido a lo que creen, sino porque predican a otras personas. Si se sentaran a solas en su hogar y oraran silenciosamente, nadie lo sabría. Ella contestó: ‘Eso es cierto, pero nuestra obligación es de hablar a otras personas y ganar nuevos hermanos y hermanas. No podemos ser egocéntricas y prepararnos solo para nuestra propia vida en la Tierra durante el milenio. Toda persona tiene que saber en cuanto a cómo será la vida entonces’.

      22. ¿Qué convicción, basada en Hebreos, tiene usted?

      22 Podemos ver que un punto clave de Hebreos es que tenemos que hacer “lo sumo posible para entrar en ese descanso [de Dios], por temor de que alguien caiga en [...] desobediencia” (Hebreos 4:11). Podemos experimentar la profunda satisfacción que proviene de estar en ese descanso ahora mismo y tener la esperanza segura de continuar en él cuando toda persona que viva en la Tierra adore a Dios. No hay duda de que Dios está dispuesto a bendecir y conservar a los que, mediante fe y obediencia, entran en su descanso ahora. Él es “remunerador de los que le buscan encarecidamente” (Hebreos 11:6). Si hubiera alguna duda, tendría que ver con nosotros. Sin embargo, no tiene que haber ninguna duda respecto a nosotros tampoco. Por nuestra fe y perseverancia, y con la ayuda de Dios, podemos “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”. (Hebreos 6:18.)

      ¿Se ha beneficiado usted?

      ◻ ¿Qué consejo específico, o lección, sacó usted de Hebreos?

      ◻ ¿Cómo puede beneficiarse usted del ejemplo de algunas hermanas encarceladas?

      ◻ ¿Qué le exhorta a usted a hacer Hebreos 2:1 para no deslizarse?

      ◻ ¿Cómo puede usted entrar en el descanso de Dios?

      [Comentario en la página 22]

      A muchos Testigos en cuyos hogares se hallaron ejemplares de La Atalaya se les ha sentenciado a 10 años de prisión

      [Comentario en la página 23]

      Las que estaban en la peor situación en el campamento eran las Testigos. Cuando más de tres de ellas se reunían, se les mandaba dispersarse

      [Ilustración en la página 25]

      Los israelitas oyeron el informe de Josué y Caleb, pero mostraron falta de fe. Por eso no pudieron entrar en el descanso de Dios en la Tierra Prometida

  • Fuerza más allá de lo que es normal... cómo la hallaron
    La Atalaya 1983 | 1 de julio
    • Fuerza más allá de lo que es normal... cómo la hallaron

      LA MUERTE de un familiar es una experiencia dolorosa. Si es un niño quien muere, esto resulta ser aún más doloroso. Pero ¿qué hay si después de sufrir la pérdida prematura de su hijo a usted se le acusara de negligencia criminal? ¿Qué hay si la gente le llamara asesino, su patrono decidiera despedirlo y sus vecinos se volvieran en contra suya? ¿Cómo se sentiría usted? ¿Qué haría? Sin duda, éste sería un período en que se necesitaría fuerza más allá de lo que es normal.

      Crisis repentina

      Ésa fue la experiencia de Dennis y Bernadette Cyrenne, que viven en un pueblecito minero al norte de Ontario, Canadá. La crisis comenzó cuando su hija de doce años de edad, Sara, enfermó repentinamente de un mal sanguíneo poco común. El médico del hospital de la localidad recomendó que se le administraran transfusiones de sangre. Debido al respeto que ellos tienen a la ley de Dios en lo que tiene que ver con la vida y la sangre, y a causa de la información médica que habían adquirido con el transcurso de los años, tomaron la decisión de rehusar el tratamiento. (Génesis 9:4; Hechos 15:28, 29.)

      Con la esperanza de hallar una alternativa, llevaron a Sara apresuradamente a Thunder Bay, a 400 kilómetros de distancia, sólo para recibir la misma respuesta de los médicos de allí. Para proseguir su búsqueda, sacaron a Sara del hospital. Ocho horas más tarde culminó la lucha de Sara por la vida. Esto fue solo el comienzo para sus padres.

      Presiones crecientes

      Inmediatamente se les acusó de comportamiento imprudente por sacar a su hija del hospital a la fuerza, y de negligencia criminal en relación con la muerte de ella. Tuvieron que regresar a su casa y esperar hasta que se celebrara el juicio.

      De vuelta en casa, las noticias de la muerte de Sara y los cargos que se habían formulado en contra de ellos se esparcieron rápidamente por la pequeña comunidad. En los periódicos se publicaron fotografías e informes de lo ocurrido, y las ‘cosas terribles’

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