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El “infierno” se usa para asustarLa Atalaya 1950 | 15 de enero
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a lo que dice la Palabra de Dios los hombres llaman la atención a su alta sabiduría mundana y a sus títulos encumbrados, pero cuando se llegue al fin, el cual está muy cerca, sus tradiciones religiosas resultarán falsas, y ellos serán descubiertos como mentirosos, pero Jehová Dios será vindicado como verdadero.
A LA ERUDICIÓN MÁS RECIENTE
4 El primero que se registra como refiriéndose al tema de nuestra investigación es Jacob al tiempo que se le trajo la noticia falsa de que su hijo amado José había sido devorado por una bestia feroz. Leemos: “Y todos sus hijos habiéndose juntado para consolar a su padre en su dolor, él no quiso admitir consuelo, sino que dijo: Bajaré a mi hijo en el infierno, lamentándome.” Se usó una expresión parecida algunos años más tarde cuando sus hijos mayores quisieron llevar al hermano más Joven de José a Egipto con ellos. Entonces Jacob dijo: “Mi hijo no irá con vosotros: su hermano está muerto, y él es dejado solo: si alguna desgracia le acontece en la tierra a donde van, harán descender mis canas con dolor al infierno.” (Gén. 37:35 y 42:38, Douay Católica [en inglés]) El comentario católico en la edición Murphy de la Versión Douay acerca de las palabras de Jacob “en el infierno,” dice: “Es decir, en el limbo, el lugar donde las almas de los justos fueron recibidas antes de la muerte de nuestro Redentor. Porque admitiendo que la palabra infierno algunas veces se toma por el sepulcro, no puede tomarse así en este lugar siendo que Jacob no creía que su hijo estaba en el sepulcro, (suponiéndose él que había sido devorado por una bestia feroz,) y por esto no podía dar a entender que bajaría a él en dicho lugar: pero ciertamente quiso decir el lugar de descanso donde él creía que estaba su alma.”
5 La falsedad de este razonamiento se hace patente cuando consideramos estos puntos: Cuando el profeta Jonás estaba en el seno del gran pez por tres días y tres noches él oró: “Clamé desde el seno del infierno.” (Jon. 2:1-3, Douay) Si Jonás en el seno del pez podía estar en el infierno, entonces ¿qué hay de José en el seno de una bestia feroz? Y si infierno no quiso decir el sepulcro para José sino que quiso decir algún lugar invisible llamado “limbo” donde se suponía que estaba el alma inmaterial de José, librada del cuerpo de carne, ¿por qué, pues, dijo Jacob que sus “canas” descenderían con dolor al infierno? ¿Cómo podía su cabello material que era una parte de su cuerpo descender a un supuesto mundo espiritual llamado “limbo”? Además, ¿por qué debía lamentarse Jacob y bajar al limbo con dolor si eso significaba encontrarse allí con José en una condición paradisíaca de felicidad y descanso?
6 La introducción de un supuesto “limbo” en la discusión con el fin de salir de un aprieto religioso se hace por lo tanto sin fundamento apropiado. Si, como admite el comentario católico, infierno significa el sepulcro en un lugar, ¿por qué no debe significar eso en todos los demás lugares? Aquellos que no desean que se quite los “terrores del infierno” de sus doctrinas religiosas son los que se opondrán a esta suposición. Pero un estudio de cada caso, donde la Biblia usa la palabra que Jacob pronunció prueba que significa una y la misma cosa, el sepulcro común a donde va toda la humanidad en general, la sepultura. Los que han tratado por más de dieciséis siglos de forzar a la humanidad a unirse a sus sistemas religiosos aterrorizándola con imaginaciones difamadoras de Dios concernientes al estado de después de la muerte no han hecho que la humanidad se acerque a Dios con un amor para él que se exprese guardando sus mandamientos. Ya es tiempo para que esos falsos maestros religiosos se hagan a un lado y permitan que se diga la verdad, para que la gente pueda perder su terror repugnante de Dios y aprenda a respetarle debido a su justicia y bondad amorosa. “Dios es amor.” La ferocidad repele, pero el amor atrae. Nunca debemos temer que el amor de Dios no triunfe.
7 El lenguaje que Jacob habló fué el hebreo antiguo y la palabra que él uso para designar el lugar donde esperaba unirse con José en la muerte fué “Sheol”. Esto puede probarse si nos referimos a la traducción católica romana americana más reciente del libro del Génesis, una traducción por miembros distinguidos de la Asociación Bíblica Católica en América hecha en 1948. En el Génesis 37:35 transfiere la palabra hebrea Sheol literalmente al inglés y dice: “Aunque, sus hijos e hijas trataron de consolarle, él rehusó ser consolado, y dijo, ‘Bajaré lamentando, a mi hijo en Sheol.’” Hay tres otros lugares en el Génesis donde Jacob y sus hijos usaron la palabra Sheol. Esta Versión de la Confraternidad Católica no transfiere la palabra literalmente al inglés en esos lugares sino que interpreta el significado de Sheol traduciéndola el sepulcro, como sigue: “Si alguna desgracia le ocurriere en el viaje que deben hacer, harían descender mis canas con dolor al sepulcro.” (Gén. 42:38) “Si quitan de mí también a éste, y alguna desgracia le ocurre, harán descender mis canas en dolor al sepulcro.” (44:29) “Y tus siervos harán descender las canas de tu siervo, nuestro padre, en dolor al sepulcro.” (44:31) Al traducir la palabra hebrea tres veces como el sepulcro y sólo una vez como Sheol la traducción católica romana hace que el peso de la interpretación de “Sheol” favorezca el sentido de “el sepulcro” en todos los casos.
8 En las Escrituras hebreas inspiradas esta palabra Sheol ocurre 65 veces. En todos los casos con la excepción de dosa la Versión Católica Douay (en inglés) la traduce “infierno”. Siendo que la Confraternidad Católica Americana ha publicado solamente su traducción del Génesis hasta ahora, no sabemos cómo tratará con Sheol en el resto de las Escrituras hebreas. Pero podemos considerar la erudición católica romana más reciente en otros lenguajes para ver qué trato le dan. Es muy esclarecedor para los católicos así como para los protestantes y judíos comparar las traducciones de los eruditos católicos romanos de nuestro siglo. En 1904 la traducción Crampon de la entera Biblia del hebreo y griego originales salió a luz en el idioma francés. En el principio hace que Jacob y sus hijos digan “la morada de los muertos”,b y en doce casos hasta Job 14:13 e incluyéndolo la traducción Crampon la traduce “la morada de los muertos”. Pero en todas las otras 53 ocurrencias de la palabra, Crampon la pone schéol, para corresponder al hebreo. ¿Qué podría concluir de esto cualquier persona inteligente? Justamente una sola cosa, a saber, que el Sheol hebreo significa “la morada de los muertos”, sin indicación alguna de dolor o placer en ese lugar.
9 En 1942 se puso en circulación una edición de la traducción española de Torres Amat por el cardenal Copello de Buenos Aires, Argentina. En 41 casos esta edición española traduce Sheol como “infierno”; y 16 veces como “el sepulcro”; y en los 8 lugares restantes como “sepultura, muerte, morir, o el abismo, o lo profundo”. Pero hace una concesión considerable en cuanto a lo que verdaderamente significa “infierno”, cuando esta traducción de Torres Amat dice en el mismo texto de cuatro versículos “infierno o sepulcro”c y en un versículo “infierno o . . . la muerte”.d Por medio de esto cualquier persona que usa el razonamiento con que fué dotada por Dios llegaría a la conclusión que el infierno sencillamente significa el sepulcro o el estado de la muerte. Tenemos confirmación más reciente de esto. En 1944 la traducción española de la entera Biblia por Nácar y Colunga, clérigos católicos romanos, se publicó en Madrid, España. En Isaías 28:18 esta traducción de Nácar-Colunga manifiesta cuál fué la palabra hebrea original transfiriéndola literalmente como “Seol”. En tres otros casos la traduce “infierno”, pero en 49 otros casos como “el sepulcro”; y en los 12 casos restantes “abismo, la morada de los muertos, averno, o seno”. Únicamente las tradiciones religiosas de estos traductores podían impedir que ellos tradujeran la palabra hebrea en todas las 65 ocurrencias ya sea “seol” o “el sepulcro”.
10 Todavía más reciente, en 1947, se publicó en Madrid, España, la traducción española de la entera Biblia por J. M. Bover, jesuíta, y el Dr. F. Cantera. Esta traducción es más uniforme, por cuanto transfiere la palabra hebrea 63 veces como “seol”, y las dos veces restantese la traduce “infierno”. En el lugar donde “seol” ocurre por primera vez (Gén. 37:35) tiene una nota al pie en explicación de la palabra, a saber, “región de los muertos”. Con la excepción de estos dos versículos, esta traducción española de Bover-Cantera corresponde a la Versión Normal Americana (en inglés), la cual transfiere literalmente la palabra Sheol del hebreo al inglés en todos los 65 lugares, para que el lector aplique un solo sentido a la palabra. Otra versión católica, la de Scío (1869) traduce Sheol infierno 52 veces, sepulcro 12 y muerte una vez.
11 Mediante una comparación de todas las antes citadas autoridades católicas romanas, Douay, Confraternidad Católica, Crampon, Torres Amat-Copello, Nácar-Colunga, Bover-Cantera y Scío, la prueba es abrumadora y debe ser convincente de que “infierno” según se traduce de la palabra hebrea Sheol significa el sepulcro común de la humanidad, la sepultura. Esto explica por qué encontramos muchos casosf donde una o más traducciones usan “sheol” entre tanto que otras usan “infierno” y “sepulcro”, “muerte” o “morada de los muertos”. Pero cuando los clérigos católicos romanos obedezcan el mandato del papa y prediquen acerca del “infierno”, ¿llamarán estas cosas a la atención de la población católica? ¡No! sino que continuarán usando las falsedades acerca del “infierno” para asustar a la gente y hacer “católicos buenos” o para hacer más católicos.
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Vaciando el infiernoLa Atalaya 1950 | 15 de enero
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Vaciando el infierno
1. ¿Qué entendían correctamente los escritores bíblicos hebreos que era Sheol?
LOS hebreos que usaron la palabra Sheol en el registro bíblico bien sabían lo que deseaban indicar mediante su uso. Su lenguaje manifiesta que ellos no asociaban a ese lugar con idea alguna de dolor o placer. De hecho, ellos excluyeron de él toda sensación y actividad. Siempre lo asociaban con la muerte y los muertos, no con la vida y los vivos. El mismo significado de la palabra en la lengua hebrea original manifiesta que Sheol significa la sepultura o la condición de muerte de la humanidad. Sheol literalmente significa “lugar de descanso” o “lugar hueco”. Ambos significados describen bien el sepulcro, porque generalmente es un lugar ahuecado en la tierra para recibir el cadáver; y Job 3:17 dice: “Allí los inicuos cesan de molestar, y allí reposan los cansados.”
2. ¿Cómo tradujeron Sheol los griegos, latinos, ingleses y alemanes?
2 La traducción más antigua de las Escrituras, del hebreo al griego, se conoció como la Versión de los Setenta, y por Sheol esta traducción usó la palabra griega “Hades”. El significado simple y literal de “Hades” es “el lugar invisible”. Los muertos enterrados en el sepulcro están en el lugar o estado invisible. Hades es la palabra usada por los discípulos de Jesús en las Escrituras cristianas griegas que generalmente se conocen como “El Nuevo Testamento”. En el transcurso del tiempo las Santas Escrituras fueron traducidas al latín, y en él Sheol se tradujo con la palabra latina “infernus”. Su significado literal es “el lugar inferior, o lo que yace por debajo, o, el subterráneo”. Allí es donde están los muertos en los sepulcros. Cuando Guillermo Tyndale hizo su traducción al inglés desde 1525 a 1536, él usó la palabra “hell”, y los subsiguientes traductores al inglés han seguido su ejemplo hasta los tiempos modernos. Tyndale tradujo las Escrituras al inglés que se usaba hace más de cuatrocientos años. En su traducción de Mateo 11:23 la palabra “hell” aparece tal como se usa hoy pero la ortografía de otras palabras en ese texto es anticuada. Hemos de recordar, por lo tanto, que “hell” es una palabra inglesa muy antigua. Se deriva de la palabra anglosajona helan, que significaba “encubrir”. Cuando los alemanes de hace cuatrocientos años hicieron traducciones bíblicas ellos usaron la palabra Hoelle, que corresponde estrechamente a la palabra alemana “Hoehle”, significando “un hueco”. Se ve, por lo tanto, que en todas estas traducciones así como en los lenguajes originales de la Biblia las palabras que se usaron describían el sepulcro común de la humanidad, y en sí mismas las palabras no incluían idea alguna de tormento o placer, ni de sensación o conocimiento alguno.
USOS DE “SHEOL”
3. ¿De qué manera se habla del infierno como lugar en que esconderse, y por qué?
3 Los hombres de la Biblia, entendiendo correctamente lo que era, hablaron de él como un lugar en donde esconderse. Así es que se oye a Job, en sus aflicciones a manos del Diablo, clamar a Dios: “¿Quién me dará, que me cubras en el infierno, y me escondas, hasta que pase tu furor, y me aplaces el tiempo, en que te acuerdes de mí?” (Job 14:13, Scío Católica) Ahora bien, si el Diablo estuviese allá abajo en el infierno, donde generalmente se indica que está, Job difícilmente oraría para que fuera escondido allí, cuando ya estaba sufriendo terriblemente por causa del Diablo. Pero sabiendo que Sheol era el sepulcro, Job razonablemente oraría para que se le permitiera morir e ir a ese lugar de acuerdo con la voluntad de Dios. Concerniente a los inicuos que tratan de escapar de la ira divina Jehová Dios dice: “Aun cuando cavaren hasta adentro del infierno, de allí mi mano los sacará; y aun cuando subieren al cielo, de allí los haré descender.” (Amós 9:2) Los religiosos generalmente dicen que el infierno es lo opuesto del cielo, pero ciertamente Dios no estaba indicando que los inicuos tratarían de subir al cielo donde Él y sus ángeles están, con el fin de huir de él. Si Sheol fuera un lugar con un compartamiento de tormentos ardientes para los inicuos, tales personas difícilmente desearían esconderse allí. Sería igual que saltar de la sartén, y dar en las brasas.
4. ¿Cómo dividen al infierno los religiosos? ¿Qué hecho pasan por alto?
4 La Biblia habla igualmente de buenos y de malos yendo a Sheol. Por causa de esto los religiosos con sus ideas paganas acerca del destino de las dos clases enseñan que Sheol está dividido en dos compartamientos en general, un lugar para los buenos, el cual, sin apoyo bíblico, llaman “limbo” o “Paraíso”, y un lugar para los malos, al cual aplican incorrectamente la palabra “Gehena”, un lugar ardiente. Pasan por alto un hecho: que la Palabra de Dios manifiesta que TODOS los de la humanidad nacida de Adán son imperfectos y pecadores a los ojos de Dios y por tanto que TODOS están condenados ante él. “El salario del pecado es muerte,” y TODOS están pagando ese salario. Por esa razón TODOS van al mismo lugar al morir. “Pues que todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.” (Rom. 6:23; 3:23) Antes que muriera Jesús como un sacrificio rescatador y fuera resucitado y ascendiera al cielo con el valor de su ofrenda de sacrificio, no era posible la justificación de hombre alguno por medio de la fe en su sangre vital. No hubo injusticia, entonces, si TODOS aquellos que murieron antes de la ascensión de Cristo al cielo fueron a un solo y mismo lugar, Sheol, el sepulcro común. Entonces todos podían ser redimidos del mismo lugar mediante el solo sacrificio del Mesías.
5. ¿Cuándo existió por primera vez el infierno? Desde entonces ¿quiénes van allí?
5 ¿Cuándo vino a existir Sheol (o “infierno”, según se ha traducido)? De acuerdo con lo que manifiesta el registro comenzó a existir cuando el primer testigo de Jehová Dios, a saber, Abel, fué muerto por su hermano Caín y su sangre clamó a Dios desde la tierra. No sabemos si Caín enterró el cadáver de Abel. (Gén. 4:8-11) Sin embargo, su cadáver, al deshacerse y volver al polvo del cual está hecha la humanidad, iría al Sheol o infierno de la Biblia. No era Abel clamando a Dios desde algún lugar que contrario a las Escrituras se llama “limbo” o “Paraíso” lo que llamó la atención de Dios al homicidio. El Paraíso todavía estaba sobre la tierra en ese entonces, y los querubines con la espada de fuego que daba vueltas por todos lados todavía estaban en la parte oriental del Paraíso para impedir que el hombre entrara de nuevo para encontrar allí el árbol de la vida y así vivir para siempre. (Gén. 3:24; 4:16) Fué la sangre de Abel, la cual la tierra abrió su boca para recibir, que exigió la venganza divina. Desde entonces en adelante todos los hombres y mujeres que han muerto o que fueron muertos y que se hallan bajo las provisiones del sacrificio rescatador del Mesías han ido al mismo lugar que Abel, a Sheol. (Ecl. 3:19-21) El patriarca Jacob no pensó que su hijo amado José había sido inicuo y que por eso su padre debía lamentarse creyendo que José había ido a Sheol donde su padre en su edad canosa se juntaría con él.—Gén. 37:35; 42:38; 44:29, 31.
6. ¿Por qué se habla de Sheol como insaciable, como ensanchado y hondo?
6 Es muy manifiesto, por lo tanto, que Sheol o el “infierno” no fué creado por Jehová Dios como una región donde debía presidir el Diablo, por cuanto aun los que son fieles al Dios Altísimo van allí al morir. Esta morada provisional de los muertos ha recibido a miles de millones. Continuará recibiendo a muchos más de la humanidad hasta que este viejo
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