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La homosexualidad... ¿remunera como modo de vivir?¡Despertad! 1980 | 8 de noviembre
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es posible seguir trabajando en el camino de la verdad y manifestar perseverancia cristiana.—Rom. 5:1-5.
El saber que, en su grandeza, Jehová me ha permitido servirle me ha dado consciencia de mi pequeñez, y a pesar de mis imperfecciones él sigue fortaleciéndome.
Muchos de mis hermanos cristianos han sido muy animadores y bondadosos. Verdaderamente agradezco las oportunidades amorosas y la guía que Jehová me ha dado por medio de su Palabra, su espíritu y su congregación cristiana. Tengo el deseo sincero de conformarme a la personalidad cristiana dadora de vida y de vivir para producir más alabanza al nombre de Dios.—Efe. 4:22-24.
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La moderna “liberación” de los homosexuales¡Despertad! 1980 | 8 de noviembre
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La moderna “liberación” de los homosexuales
HASTA 1861 la homosexualidad era una ofensa que se castigaba con la muerte en Inglaterra. De hecho, la posibilidad de ser encarcelado por actos homosexuales persistió en esa nación hasta una fecha reciente, 1967. Muchos otros países occidentales tienen una historia similar.
Sin embargo, en los últimos años las leyes y actitudes han cambiado mucho. A modo de ejemplo: en California una candidata para la alcaldía de San Francisco prometió nombrar a homosexuales a juntas y comisiones municipales en proporción con el porcentaje de homosexuales en la población, lo cual, según cálculos, ascendía a aproximadamente el 15 por ciento. Como resultado, los homosexuales apoyaron a la candidata en la votación.
Hombres y mujeres que se destacan en la vida pública ya pueden ser homosexuales bastante abiertamente. Muchos clérigos declaran francamente que son homosexuales y abogan libremente a favor de ese modo de vivir. Para muchas personas la homosexualidad ya no tiene el estigma que antes tenía. La vida homosexual ha logrado cierto grado de “respetabilidad.”
Desde la primera guerra mundial se ha desafiado la autoridad de los sacerdotes y clérigos de la cristiandad. La gente ya no está dispuesta a aceptar como indisputable lo que las iglesias dicen. La gente ha exigido mayor libertad, especialmente en lo que se refiere a moralidad.
Un blanco principal en la lucha por mayor libertad ha sido la posición tradicional de las iglesias en contra de la homosexualidad. Con frecuencia se dice ahora que las declaraciones de la Biblia sobre este asunto no tienen significado práctico en este siglo veinte. Como resultado de la presión, muchas autoridades religiosas han cedido, han abandonado la Biblia y han aceptado abiertamente esta ‘nueva moralidad.’
Un ejemplo típico de esto es el modo en que el primado de la Iglesia Anglicana del Canadá abordó la situación. Él comentó: “No hemos modificado las Escrituras. Hemos hecho un esfuerzo por comprenderlas a un nivel más profundo. . . . La orientación homosexual no es pecaminosa, excepto en el sentido de que quizás se haya condicionado dentro de un mundo pecaminoso.”
Cuánta “liberación”
¿No ha llegado el tiempo para quitar por completo toda restricción religiosa? ¿Para erradicar el oprobio social? Eso expresa el sentir de muchos que buscan emancipar a hombres y mujeres de lo que consideran un entremetimiento en la vida personal. Ha sido en este ambiente de cambio que se han concebido y fomentado los movimientos de liberación homosexual.
Sin embargo, para muchos esta libertad recién hallada es de corta duración. Las “bendiciones” que produce son contradictorias y la felicidad que promete es una ilusión.
Francis Cormier, pastor de una pequeña
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