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¿Por qué ser honrado?La Atalaya 1982 | 15 de mayo
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¿Por qué ser honrado?
LA BIBLIA describe correctamente a Jehová como “el Dios de verdad,” como aquel “que no puede mentir.” (Salmo 31:5; Tito 1:2) Desde la creación del hombre, Jehová se ha mostrado firme en requerir que sus verdaderos adoradores sean honrados en todo.—Zacarías 8:16, 17.
Si una persona ha de ser honrada, es importante que no se deje guiar por las actitudes de los de su comunidad, sino por las normas de Jehová Dios mismo. Estas se encuentran registradas en la Biblia.
Cómo trató Dios con Israel
En la ley que dio a la nación de Israel, Jehová mandó: “No deben hurtar, y no deben engañar, y no deben tratar falsamente, ninguno, con su asociado. Y no deben jurar a una mentira en mi nombre, de modo que de veras profanes el nombre de tu Dios. Yo soy Jehová.”—Levítico 19:11, 12.
A los ladrones no se les daba un leve castigo. Tenían que compensar a la víctima. Y si no poseían el valor requerido por la ley, se les convertía en esclavos para que pagaran la deuda por medio de su trabajo.—Exodo 22:1-4.
Jehová dio detalles específicos a fin de que no hubiera ningún malentendido en cuanto al hecho de que él condena la falta de honradez en cualquier forma. El dio una advertencia fuerte en contra de las ‘lenguas mañosas,’ palabras suaves pero no honradas, el hurto acompañado de violencia así como el que se comete furtivamente, y el uso de balanzas engañosas en los negocios.—Proverbios 1:10-19; Daniel 11:32; Miqueas 6:11, 12.
Un requisito cristiano
¿Hubo un cambio en el principio divino de la honradez al fundarse la congregación cristiana? ¡De ninguna manera!
Respecto al mentir y el robar, la Biblia ordena a los cristianos: “No estén mintiéndose los unos a los otros.” “Ahora que ustedes han desechado la falsedad, hable verdad cada uno de ustedes con su prójimo . . . Que el que hurta ya no hurte más, sino más bien que haga trabajo duro, haciendo con las manos lo que es buen trabajo, para que tenga algo que distribuir a alguien que tenga necesidad.” “Que ninguno de ustedes sufra como . . . ladrón, o malhechor.”—Colosenses 3:9; Efesios 4:25, 28; 1 Pedro 4:15.
Se hace hincapié en la gravedad del asunto mediante las siguientes palabras de advertencia: “No se extravíen. Ni fornicadores, . . . ni ladrones, ni avarientos, ni borrachos, ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios. Y sin embargo eso es lo que algunos de ustedes eran.”—1 Corintios 6:9-11.
Note que entre aquellos cristianos primitivos había algunos que habían sido ladrones y practicantes de extorsión, pero cambiaron su modo de vida. Respecto a la reputación de la gente de Creta, el apóstol Pablo citó las palabras de un cretense, posiblemente el poeta Epiménides, como sigue: “Los cretenses siempre son mentirosos, bestias salvajes perjudiciales, glotones desocupados.” (Tito 1:12) Entre los griegos, el nombre “cretense” llegó a ser sinónimo de “mentiroso.” Pero algunos de entre los habitantes de Creta cambiaron su proceder y se hicieron cristianos genuinos. Había entre ellos ancianos cristianos que habían llegado a tener la reputación de ser ‘libres de acusación, no ambiciosos de ganancia falta de honradez, amadores de la bondad, justos, leales, personas que ejercían gobierno de sí mismas.’—Tito 1:7, 8.
¿Qué les hizo cambiar?
El que llegaran a conocer a Jehová, “el Dios de verdad,” y aprendieran los requisitos de él para sus siervos produjo el cambio. El modelo de ellos llegó a ser Jesucristo, quien ‘les dejó dechado para que siguieran sus pasos con sumo cuidado y atención.’ Al estudiar el patrón de vida de Jesús, se dieron cuenta de que ‘en su boca no se halló engaño.’ De las enseñanzas de él, aprendieron lo siguiente: “Así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, hagan de igual manera a ellos.”—1 Pedro 2:21, 22; Lucas 6:31.
Claro, no es probable que cambiaran de la noche a la mañana. Por eso, el apóstol Pablo, por ejemplo, escribió a Tito diciéndole que ‘continuara recordando’ a los cristianos de Creta ciertos asuntos relacionados con la conducta piadosa. (Tito 3:1-3) Al principio, tal vez les haya parecido que el ponerse una nueva personalidad sería imposible. Cuando sufrieron reveses, quizás se hayan sentido descorazonados. Pero su aprecio por la maravillosa provisión que Jehová hizo para perdonar su proceder pecaminoso del pasado en virtud de la fe que ejercieron en el sacrificio de Jesucristo proveyó el motivo impelente. Y, a medida que aprendieron a apoyarse en Jehová y buscar la ayuda de su espíritu, hallaron que se efectuaron cambios que ellos no habían podido realizar por su propia cuenta.—Compare con 1 Corintios 6:11.
¿Por qué hacerlo?
Pero, ¿por qué participar en tal lucha? ¿Por qué insistir en que se obre honradamente en todo asunto?
Bueno, empecemos con el hogar. ¿Qué sucede cuando los cónyuges hallan que no pueden tenerse confianza el uno al otro? Puede ser que al principio se trate de cosas aparentemente pequeñas, pero dentro de poco toda la relación se ha deteriorado. En cambio, el que los cónyuges sean honrados en todo asunto fortalece los vínculos del matrimonio. Y ejerce una fuerte influencia beneficiosa en la vida de los hijos también.
Fuera del hogar la honradez que usted ejerce en sus tratos con otros muestra cómo usted considera a su prójimo. En esta esfera el castigo impide que algunos obren mal. Pero hay fuerzas mayores que deberían servir de impulso. El apóstol Pablo escribió: “’No debes hurtar, No debes codiciar,’ y cualquier otro mandamiento que haya, se resume en esta palabra, a saber: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.’” (Romanos 13:9) Para recibir amor tenemos que darlo. La persona que es honrada disfruta de buenas relaciones con otros. Además, tiene tranquilidad mental. No se desvela debido a que su conciencia le esté condenando. No está mirando por encima de su hombro a cada rato, temerosa de que alguien la sorprenda.—Romanos 13:3-5.
Pero, lo más importante es la relación que uno tiene con Dios. El amor sincero a Jehová y el deseo de ganar su aprobación impulsarán a la persona a luchar contra sus propias imperfecciones y a ser honrada aun si otros no lo son.—Salmo 15:1-5.
¿Hay personas que realmente hacen esto hoy? Veamos.
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Tuvieron éxito... con la honradezLa Atalaya 1982 | 15 de mayo
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Tuvieron éxito... con la honradez
¡QUE maravilloso sería dejar sus puertas abiertas sin temer que le roben! ¡Cómo mejoraría la vida y aumentaría el placer si pudiéramos confiar en todos y si todos confiaran en nosotros!
Pero, todo esto empieza con cada persona individualmente, ¿no es así? Primero tenemos que hacer un esfuerzo personal.
Considere unos cuantos ejemplos de personas que han vencido sus malas inclinaciones y han luchado para librarse de ellas porque quisieron hacerlo.
¿Practicaría el engaño para el patrón?
En Rio de Janeiro, Brasil, cierto hombre se enfrentaba con la posibilidad de perder su empleo si no continuaba engañando a los clientes. ¿Por qué se encontraba en esa situación? Después de haber desempeñado las órdenes de su patrón sin sentir ningún remordimiento de conciencia, se puso a estudiar las normas divinas según las presenta la Biblia. ¿Qué haría ahora? ¿Haría prontamente lo que la Biblia decía que tenía que hacer? De ninguna manera. Tomó la vía fácil; dejó de estudiar la Biblia. Continuó en su empleo por corto tiempo. Pero el relato no termina aquí.
Su conciencia ya no lo dejaba tranquilo, y por eso entregó su renuncia. (Romanos 2:14, 15) Dios ha debido oír sus oraciones por una buena conciencia, pues él buscó a un testigo de Jehová que vivía cerca de él a fin de que éste continuara estudiando la Palabra de Dios con él. Es interesante que no pasó mucho tiempo antes de que su ex patrón lo llamara. ¿Por qué? Quería que él regresara al trabajo. ¡El hombre a quien habían empleado para reemplazarlo no era honrado, no solo en sus tratos con los clientes, sino también con el patrón mismo! Mientras tanto, el estudiante de la Biblia estaba más firmemente resuelto a ser honrado y dijo que consideraría regresar al trabajo, pero estipularía sus propias condiciones... el ser honrado bajo toda circunstancia. Concordaron en este particular. La honradez triunfó y el hombre ahora es un cristiano bautizado.
Ladrón armado efectúa cambios
¿Puede un ladrón armado cambiar su modo de vivir? En el sur del Brasil, cierto joven de 19 años de edad era miembro de una pandilla que entraba a los hogares a la fuerza. Mientras estuvo en la cárcel llegó a leer literatura bíblica publicada por la Sociedad Watch Tower. Lo que él aprendió le asombró. Los requisitos de Jehová para un cristiano eran tan diferentes del propio modo de vivir de este joven, aunque él era católico romano de nombre.
Poco a poco progresó. Su aprecio aumentó a medida que se disiparon sus dudas. Hoy él mismo conduce estudios bíblicos con otros prisioneros, y los oficiales de la prisión, los abogados y los jueces lo conocen a él por su asombrosa transformación. Los oficiales han quedado tan impresionados por el cambio en su comportamiento que permiten que semanalmente se conduzca un estudio bíblico en grupo, al que asisten 40 personas.
Ya no es ladrón ni mentiroso
En Londres, Inglaterra, cierto jovencito estaba tan disgustado con el sistema que lo rodeaba que se volvió abiertamente rebelde. Puesto que no tenía un empleo estable y no quería trabajar, halló que se sentía muy tentado a robar. Como repartidor, solía quedarse con paquetes y también robaba dulces en las tiendas. En poco tiempo se hizo miembro de una pandilla de ladrones, pero las autoridades lo arrestaron, lo enjuiciaron y lo declararon culpable. Puesto que tenía solo 16 años de edad, lo enviaron a un reformatorio de Inglaterra que se llama Borstal. Después de dos años lo dejaron libre y por algún tiempo se mantuvo fuera de dificultades, pues temía que volvieran a ponerlo en una institución.
¿Le había reformado la institución? En realidad no. Al cabo de un año, volvió al robo. Como chofer de autobús se aprovechaba de la hora de mayor afluencia para quedarse con el dinero en vez de marcar las ventas de boletos. Volvió a perder el trabajo. Entre tanto se casó, pero desde el principio hubo problemas graves debido a que bebía excesivamente y tenía aventuras extramaritales.
Fue entonces, dos meses después de casarse, cuando la pareja escuchó el mensaje de la Biblia. Concordaron en tener un estudio bíblico. ¿Efectuó esto un cambio repentino? Conforme con la realidad, la respuesta es no. La tendencia a obrar de manera poco honrada estaba demasiado arraigada. El dejó de estudiar. No obstante, se había sembrado una semilla.
Al meditar sobre el pasado, él admite que en lo más profundo de su ser él sabía que lo que había oído durante las cuantas semanas de estudio bíblico era la verdad y era el único medio de corregir su derrotero. En su corazón deseaba hacerlo, pero le faltaba la fuerza. Un día se vio envuelto en una pelea con la policía. Lo arrestaron por estar borracho mientras manejaba un automóvil y por conducir un vehículo que no estaba asegurado. Cuando se miró en el espejo la mañana siguiente y vio su camisa blanca cubierta de sangre, se puso a examinar su situación.
“Solo me quedaban dos caminos,” dice él. “O estar enterrado dos metros bajo tierra o limpiar mi vida; tenía que tomar una decisión firme. Oré a Jehová para que me enviara cierto Testigo. Exactamente como yo había pedido en oración, él llegó poco después y le rogué que estudiara la Biblia conmigo. Eso sucedió en noviembre de 1973. En marzo de 1974 me bauticé.”
¿Le ha sido fácil la vida a este hombre que fue ladrón y mentiroso? “No,” responde él. “Ha habido altibajos, momentos en que he revertido a la actitud de antes. Sin la ayuda de Jehová nunca hubiera salido del lío en que me encontraba.”
El sabe que la felicidad depende del poner en práctica la ley divina del amor. “Mi familia está unida en el Salón del Reino. Y estoy esforzándome por criar a mis hijos en el camino de Dios. Lamento el que mis padres no supieran lo que yo sé y que por lo tanto no hayan podido ayudarme.”
Vida con un futuro
En este mundo poco honrado, algunos tal vez piensen que “la oportunidad hace al ladrón.” Pero hasta algunos que han sido ladrones se han dado cuenta de que una vida honrada ofrece mucho más.
¿Por qué? Porque resulta en rectitud, una buena conciencia, confianza mutua y, sobre todo, agrada a Dios. Es un requisito básico para vivir en el cercano nuevo orden de Dios, donde no habrá más robo ni falta de honradez.
El amor será el elemento dominante de una vida sumamente satisfaciente y productiva en una Tierra paradisiaca bajo el reinado milenario de Cristo Jesús. La honradez regirá por todas partes. ¿Por qué no aprender ahora a mayor grado sobre esta esperanza valiosa? Los testigos de Jehová de su comunidad le ayudarán gustosamente.
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