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¿Demasiado viejo, demasiado joven, demasiado débil, demasiado fuerte?La Atalaya 1969 | 15 de enero
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supuesto a un grupito de jóvenes del Centro de la Comunidad Judía que ha visto el drama “El Representante” y le han pedido que, como testigo de Jehová, explique la referencia que se hace a la obra de los testigos de Jehová como un movimiento de resistencia contra Hitler. El orador contesta la pregunta, explicando la posición neutral de los testigos de Jehová en cuanto a política y brevemente pone de relieve su guerra espiritual al mantener en alto el gobierno legítimo de Dios, pero da énfasis al ejemplo de fe y ánimo de Josué, el valiente antepasado del auditorio fingido. El derrotero de Josué y la victoria que por esto le concedió Jehová Dios subsisten como un ejemplo memorable para nosotros, concluye el orador.
El siervo de escuela aconseja al estudiante final y termina la sesión de la Escuela, pero nuestra mente repasa esta hora pasada y los minutos que la precedieron. Permitimos que la importancia de esta experiencia se grabe. Estos hombres y mujeres a quienes acabamos de escuchar, algunos jóvenes, algunos viejos, no son diferentes en apariencia de los que viven en la casa siguiente. Pero algo en la manera que hablan los hace diferentes. Su confianza y serenidad en la plataforma, la convicción de su voz y su placer evidente por poder decir algo de verdadero significado y verdadero provecho a su auditorio, nos hacen comprender que éstas son personas que no temen aplicarse a aprender, pero que no están tan interesadas en su propia habilidad y adelanto que se olvidan de la necesidad que tienen otros de oír ‘estas buenas nuevas del reino de Dios.’
Al darle las gracias al siervo de la escuela por su ayuda en relación con nuestra visita, su comentario de despedida parece resumir nuestra noche aquí: “Estas personas están tomando en serio el consejo del apóstol Pablo: ‘Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.’ ¿Puede alguien decir: ‘Soy demasiado viejo, demasiado joven, demasiado débil, demasiado fuerte’ para participar en un programa de enseñanza como éste?”
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Cartera recuperadaLa Atalaya 1969 | 15 de enero
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Cartera recuperada
◆ Cuando miembros del departamento de limpieza entraron en la Sala de Conferencias “Memorial Auditorium” de Utica, Nueva York, para hacer los preparativos para la Asamblea de Distrito “Haciendo Discípulos” de los Testigos de Jehová en 1967, hallaron una cartera con 62 dólares.
Se entregó al Departamento de Objetos Perdidos de la asamblea, y cuando nadie la reclamó al terminarse la asamblea, se entregó al superintendente de la asamblea, quien la revisó y halló una identificación y un número telefónico.
Al llamar al individuo, se descubrió que él había perdido la cartera el 1 de julio de 1966 cuando asistió a una graduación, lo cual había sido un año antes. Lo primero que preguntó fue: “¿Hay dinero en ella?”
Se le preguntó: “¿Cuánto tenía usted en ella?”
Contestó: “Sesenta dólares.”
Cuando se le dijo que ahora había 62 dólares, enmudeció. Quedó muy impresionado por la honradez de los testigos de Jehová.
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Lo que significa ser honradoLa Atalaya 1969 | 15 de enero
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Lo que significa ser honrado
EL AVIÓN de reacción de la línea Alitalia acababa de aterrizar en Viena después de haber hecho un vuelo sin escalas desde la ciudad de Nueva York. De él descendieron más de cien pasajeros, ministros cristianos que se proponían asistir a una asamblea que ya había comenzado en el Salón de Conferencias “Wiener Stadthalle.” Todos los ministros fueron introducidos en la sala de inspección aduanal, donde solo se veían unos cuantos inspectores y no parecían estar de mucha prisa. Algunos de los pasajeros, ansiosos de llegar al Stadthalle, empezaron a preguntarse: A este paso, ¿cuánto tardará la inspección aduanal?
Entonces los inspectores pidieron que dos de los ministros se adelantaran y abrieran su equipaje. Muy cuidadosamente los inspectores examinaron el contenido. Plenamente satisfechos, hicieron señas a los otros más de cien para que pasaran sin más trámites. Pero supongamos que a uno de estos dos a quienes se les examinó su equipaje hubiera estado tratando de introducir de contrabando algo en el país. ¿Entonces qué? No solo hubiera querido decir una gran demora para todos los demás mientras se le examinara a cada uno su equipaje, sino que hubiera querido decir una mala reputación para la sociedad bíblica que había hecho los arreglos para esta asamblea.
Este relato de la vida real pone de relieve unas cuantas de las muchas razones por las cuales los ministros cristianos deben ser honrados. Se lo deben a su Dios, se lo deben a su prójimo cristiano y se lo deben a sí mismos.
¿Qué significa ser honrado? Ser honrado, dice el diccionario, significa “caracterizarse por integridad y rectitud de conducta, pensamiento, habla, etc.; libre de fraude.” “Entraña el rehusar mentir, hurtar o engañar de manera alguna. El ser genuino, sincero, franco, recto.”
La Biblia muestra que el Creador, Jehová Dios, es “el Dios de verdad.” Él es perfectamente honrado, justo: “Todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.” Sí, “es imposible que Dios mienta.”—Sal. 31:5; Deu. 32:4; Heb. 6:18.
ESTÁ ESPARCIDA LA FALTA DE HONRADEZ
Hoy se pasa por alto muchísimo a este Dios de verdad, Jehová, y ¿con qué resultados? Hay una evidente falta de honradez en toda esfera del esfuerzo humano, en todo aspecto de la relación humana, en lo social, económico y político. Rateros de tiendas hurtan anualmente el equivalente de centenares de millones de dólares. Empleados hurtan de sus patrones de muchas y diversas maneras. Personas aseguradas hurtan a compañías de seguros haciendo reclamaciones falsas. Por eso la oficina de reclamaciones de la Asociación Americana de Seguros calcula que en el 75 por ciento de todas las reclamaciones de seguros existe fraude hasta cierto grado, y el resultado es una pérdida de 350 millones de dólares al año.
El cometer fraude los estudiantes para salir bien en sus exámenes, se ha informado, se da por sentado por muchos de ellos. Ciudadanos no son honrados en sus
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