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Visita del presidente a Birmania, Las Filipinas y Hong KongLa Atalaya 1956 | 15 de diciembre
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treinta y cinco siervos de circuito, casi todos estos hermanos y hermanas no están casados, de modo que pueden emplear los buenos años de su juventud en la obra de tiempo cabal antes de asumir las obligaciones y responsabilidades de la vida marital. Era un grupo muy feliz, y se ve claramente que Jehová está bendiciendo sus esfuerzos ricamente. Muchos de estos hermanos están disfrutando de grandes aumentos en sus asignaciones a medida que los de buena voluntad oyen la verdad y se unen a ellos en la obra del servicio.
ADELANTE HACIA CHINA
Temprano la mañana siguiente los hermanos Knorr, Adams y Barry tomaron un avión con destino a Hong Kong. Llevaron consigo memorias de la asamblea más grande y más feliz que se ha celebrado en las Filipinas, y de una resolución poderosa de parte de los hermanos filipinos de aplicar los consejos que recibieron y cumplir con la parte que les corresponde del traer todo el diezmo al granero del templo de Jehová.—Mal. 3:10, AN.
En pocas horas el avión en que viajaban los hermanos pasaba rozando entre los cerros que ciñen estrechamente al aeropuerto de Hong Kong. (¡En este aeropuerto los viajeros sí esperan que el piloto esté bien orientado para que se pueda aterrizar con seguridad!) Los misioneros y hermanos locales que esperaban su llegada se sintieron felices al saludarlos. Hay mucha actividad en Hong Kong. Hay muchos cambios grandes en pleno desarrollo. Aun al salir del aeropuerto el grupo observó varios trabajadores afanándose por cortar la roca y tierra de un cerro grande, nivelándolo para proveer más espacio para esta ciudad atestada. Se está haciendo lo mismo en diferentes lugares. Aproximadamente 2,250,000 personas viven apretadas en esta pequeña área del puerto libre de Hong Kong y el adyacente Kowloon. Muchas de éstas son refugiados de la China continental que han venido a Hong Kong durante los últimos cinco años. Llegando en números tan grandes a una ciudad ya atestada, y sin tener adónde ir, se vieron obligados a vivir como mejor pudieran en pequeñas chozas de madera o lata corrugada. La situación está mucho mejor ahora, sin embargo. Después que el incendio grande que ocurrió en diciembre destruyó grandes sectores donde vivía esta afluencia de recién venidos, el gobierno se hizo cargo rápidamente y construyó apartamientos de concreto para la gente. Aunque estos edificios proveen tan sólo lo estrictamente necesario, de todas maneras han mejorado la situación grandemente y las personas ahora tienen un techo bajo el cual albergarse y no tienen que vivir en las calles.
A causa de las conexiones políticas entre Hong Kong y la China continental ha sido posible mantener contacto con los hermanos de Shanghai. Allí siguen haciendo buen progreso en su obra de recoger las “otras ovejas,” aunque es casi imposible hacer la obra de casa en casa sin intervención. El hermano Knorr tuvo el gozo de recibir una carta de los hermanos de Shanghai durante su visita a Hong Kong, y publicamos extractos a continuación:
“Saludos en el nombre de Jehová para usted mismo y para sus compañeros de viaje de parte de sus hermanos aquí en Shanghai. La congregación de Shanghai se regocija de la oportunidad que usted tiene ahora de reunirse con sus hermanos de Hong Kong. ¡Cuánto sentimos que no sea posible que usted venga aquí a nosotros, ni que nosotros estemos allí con ustedes! Esto se debe a circunstancias completamente ajenas a nuestra voluntad, pero estaremos pensando en ustedes todo el tiempo y ofreciendo oraciones a Jehová para que la bendición y espíritu de él acompañen su visita a Hong Kong y a las otras congregaciones aquí en Asia. Tan sólo podemos esperar que no se tarde mucho el día en que nosotros mismos podamos gozar del placer de su visita.
“Deseamos hacer uso de esta oportunidad para enviarle nuestro sincero amor, y para pedirle que comunique nuestro amor a todos nuestros hermanos a quienes ha de encontrar durante el resto de su viaje en el Oriente, llevándolo consigo cuando vuelva a casa a la familia de Betel en Brooklyn.
“Esté siempre seguro de nuestro deseo sincero de seguir adelante en el servicio del reino de Jehová, esparciendo las buenas nuevas por todo medio que nos sea disponible, apegándonos estrechamente a la sociedad del Nuevo Mundo, viviendo y actuando así como hace ella, esto por la bondad inmerecida de Jehová por medio de Cristo Jesús nuestro Rey reinante. Agradecemos mucho toda la ayuda que estamos recibiendo por medio de tales conductos como la literatura bíblica más reciente puesta en circulación en las reuniones del año próximo pasado y la corriente constante de verdad que llega a nosotros regularmente por el presente conducto de comunicaciones de Jehová. Oramos que continúe la libertad para que se nos permita poner este alimento espiritual a buen uso al recoger a aun más personas de esta ciudad grande al único lugar de seguridad, la sociedad del Nuevo Mundo bajo el reino triunfante de nuestro Dios Jehová.”
Todos los testigos de Jehová por todo el mundo aprecian el amor y celo de sus hermanos en Shanghai, China, y será para ellos un deleite recordarlos en sus oraciones.
En Hong Kong la asamblea había gozado de un buen comienzo el domingo en el Club Social, en la carretera Nathan, en el centro de Kowloon, y tomó más ímpetu ahora con la llegada de los tres hermanos desde Manila el lunes. Por la tarde el hermano Barry pronunció un discurso excelente a los hermanos mientras el hermano Knorr empleó este tiempo en la oficina de sucursal, considerando con el siervo de sucursal los problemas que se presentan a los hermanos en ese territorio. Se puso a buen uso cada momento, porque el itinerario permitía solamente dos días completos en Hong Kong. Por la noche los hermanos Knorr y Adams hablaron a los hermanos. Fué animador observar la atención fija de ellos y la rapidez con que hacían apuntes o buscaban en sus Biblias chinas los textos mencionados. Hay una congregación excelente en Kowloon y también en Hong Kong. Hay un buen número de jóvenes asociados con estas congregaciones y muchos de ellos prosperan en el servicio porque les gusta estudiar y aprender cosas nuevas.
Sin embargo, en la reunión que se celebró con los misioneros la mañana siguiente se puso de manifiesto que en los últimos años muchas personas se han asociado con la organización por un tiempo y han aprendido las verdades fundamentales, con ningún otro resultado que caer víctimas del calor de la oposición por parte de sus familiares o de la apatía. ¿Qué podría hacerse? Se explicó que sencillamente el que una persona comience a asociarse con la congregación y salga en el servicio no significa que es madura y capaz de resistir la oposición y continuar en la fe. Se necesita conocimiento acertado y asociación continua, de manera que se animó a los hermanos a demostrar paciencia y amor para con los publicadores nuevos por medio de seguir estudiando con ellos hasta que tengan un fuerte cimiento en la verdad y hayan adquirido un grado de madurez.
En conexión con esto se observó que el idioma todavía les servía de estorbo a los misioneros, haciendo imposible que rindieran el mejor servicio a sus hermanos de habla china. Debido al hecho de que en esta área se hablan varios dialectos del chino, y puesto que muchas personas hablan inglés con facundia, los hermanos no habían considerado muy necesario el esforzarse por aprender el idioma. No obstante, en las reuniones todos los discursos se estaban interpretando. La Atalaya está siendo traducida al chino. Obviamente, pues, había necesidad de comunicarse con la gente en la lengua que ella conoce mejor. Ahora se han hecho arreglos para que los misioneros concentren sus esfuerzos en dominar el idioma, y se cree que esto les ayudará mucho a servir a la gente común. El hermano Knorr aun pidió la ayuda de los miembros de las congregaciones, diciendo a los hermanos que nunca debían hablar a los misioneros en inglés, sino solamente en chino, hasta que hubieran aprendido a hablarlo con facilidad. Después de este discurso una niña china se acercó al hermano Knorr y le dijo que quería que él también aprendiera el chino, de manera que no le iba a hablar sino en chino. Se espera que todos los hermanos y hermanas chinos ahora sean maestros de la lengua china y los misioneros sean sus alumnos.
Para la mayoría de las sesiones había entre 80 y 100 personas en asistencia, lo que hizo posible conocer a muchos de los hermanos y escuchar sus experiencias. El punto culminante de la asamblea vino la noche del martes. La conferencia pública había sido anunciada para las 8 p.m. en el local de los Boy Scouts en Kowloon. Los publicadores y misioneros estuvieron ocupados trayendo a sus amigos y recogiendo a las personas de buena voluntad para oír este mensaje de importancia y todos se regocijaron al ver una concurrencia de 294 personas. De todas maneras esto es solamente tocar la superficie de este territorio populoso y todavía hay mucho que hacer. Se animó a los hermanos a emprender el precursorado si esto era posible, para así ayudar a proporcionar los trabajadores maduros que se necesitan en este territorio. Y a medida que los miembros de la sociedad del Nuevo Mundo en Hong Kong siguen sembrando y regando las semillas de la verdad, todos esperarán en Jehová para que él dé el aumento múltiple.
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ContrasteLa Atalaya 1956 | 15 de diciembre
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Contraste
● En un discurso de quince minutos en la Basílica de San Pedro, el papa dijo recientemente que la Iglesia católica romana no puede evitar la política. De acuerdo con el Times de Nueva York del 23 de julio de 1956, “el papa Pío XII instó hoy a los católicos romanos a tomar parte activa en la política.” Pero Cristo Jesús instó a sus seguidores a tomar parte activa en la predicación de las buenas nuevas del Reino. En cuanto a la política un seguidor de Cristo escribió bajo inspiración: “¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desea ser un amigo del mundo se está constituyendo un enemigo de Dios.”—Sant. 4:4, NM.
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