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  • La esperanza de la creación... a la espera de que se realice
    La Atalaya 1980 | 1 de octubre
    • La esperanza de la creación... a la espera de que se realice

      “Esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”—Rom. 8:20, 21.

      1, 2. ¿Qué diferencia hay entre nosotros y las personas mundanas que esperan que se realice lo inesperable a favor de la creación humana?

      ¡PARECE cosa desesperanzada el pensar que haya esperanza para la humanidad! No son pocas las personas que piensan de ese modo.

      2 Sin embargo, de otras personas se pudiera decir que esperan lo inesperable. Es decir, siguen esperando sin que haya base alguna para que vean cumplidas sus esperanzas. Pero nosotros somos personas que tenemos base sólida para esperar la realización de nuestra gloriosa esperanza, y con tal base esperamos. En esto nos parecemos a un hombre de la antigüedad.

      3. A este respecto, ¿a quién nos parecemos?, y, en el caso de aquel patriarca de la antigüedad, ¿cómo se realizó la esperanza que él tenía, basada en un fundamento correcto?

      3 Ese hombre fue un oriental llamado Abrahán, quien originalmente vivía en lo que ahora se llama Irak. Porque creyó en una esperanza especial que se le dio, se mudó a la vecindad del pueblo llamado Beer-seba, al norte de la península del Sinaí. En el caso de Abrahán, la esperanza para ciertas naciones llegó a estar enlazada con el nacimiento de un varoncito que le daría su esposa Sara. Noventa y nueve años de vida se amontonaron sobre él, y 89 sobre su esposa. Ordinariamente, la vejez extrema debería haber acabado con las esperanzas que tenían de que les naciera un hijo. Pero Abrahán había recibido la promesa de parte de una Persona que jamás deja de cumplir lo que ha prometido, es decir, su Dios, Jehová. Entonces, ¿qué hizo Abrahán? Se adhirió firmemente a la esperanza que Dios le había dado. El registro histórico que se encuentra en la Biblia dice: “Aunque más allá de toda esperanza, no obstante, basado en esperanza tuvo fe, para venir a ser padre de muchas naciones de acuerdo con lo que [Dios] había dicho: ‘Así será tu descendencia.’” (Rom. 4:18) La esperanza de Abrahán no terminó en desilusión, porque, por un milagro, tuvo de su esposa Sara su hijo Isaac. ¡De este nacimiento se originaron naciones!

      4. (a) ¿Con qué está enlazada toda la creación humana, no solo respecto a la población que vive actualmente, sino remontándonos hasta qué punto en el pasado? (b) ¿Qué preguntas surgen respecto al primer hombre cuando vagaba solitariamente por su hogar terrestre?

      4 ¡Hoy toda la creación humana está enlazada a una esperanza dada por Dios! Esta no tiene referencia solamente a la población que actualmente vive en la Tierra, sino a toda la creación humana como cosa que se remonta hasta la prole directa de Adán, el primer hombre que hubo en la Tierra. Para honra de su Creador, este primer hombre recibió existencia en absoluta perfección de cuerpo y mente. Se le colocó en un hogar terrestre perfecto, el jardín de Edén, con todas las provisiones que se necesitaban para mantener la vida humana perfecta en felicidad. Su Creador, su Padre celestial, llegó a ser su compañero, y le hablaba con regularidad desde la región invisible. Además de esto, por hallarse rodeado de los animales terrestres, las aves y los peces del jardín de Edén, Adán tenía muchas cosas que podían evitar que sintiera soledad. Pero ¿por qué había puesto a Adán en este deleitable Paraíso su Padre celestial? ¿Para ser un silvicultor o jardinero que vagara solitariamente? ¿Por cuánto tiempo se suponía que viviera y disfrutara de toda esta bondad procedente de su Dador de Vida?

      5. ¿De qué individuo dependían las respuestas a esas preguntas, y qué consejo pertinente podía tener presente el perfecto Adán?

      5 ¡A Adán se le hizo entender que todo esto dependía de él! Puesto que su memoria era perfecta, jamás podría Adán olvidar el consejo que su Padre celestial le dio: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.”—Gén. 2:16, 17.

      6. ¿Qué le abría a la humanidad aquel mandato divino, y cómo llegarían a existir los descendientes de Adán?

      6 Aquel mandato divino le abría a Adán el camino a la vida perdurable, de ser aquello la voluntad de Dios para él. Como posteriormente muestra el registro, Adán sí vivió 930 años, pero pudo haber vivido indefinidamente más. Él se hizo responsable de que nosotros estemos muriendo hoy. Como todos debemos comprender, aquel primer hombre que hubo en la Tierra tuvo prole; de otro modo, no estaríamos aquí. Pero esto no sucedió por el método no humano de reproducción asexual que los experimentadores científicos de hoy día llaman producción de clones, como en el caso de algunas plantas. Más bien, como en el caso de las aves y los animales terrestres, Dios creó para Adán un complemento femenino, una esposa, y dio comienzo a la creación de ella por medio de sacar del costado de Adán una costilla. Dios, al casar al primer hombre con la primera mujer que hubo en la Tierra, les presentó la esperanza de tener vida sin fin en la Tierra paradisíaca. Los bendijo y les dijo que reprodujeran su género para llenar toda la Tierra, sobre la cual se extendería el paraíso de ellos.—Gén. 2:18-24; 1:26-28.

      7. ¿En qué estado jamás esperaban Adán y Eva que los asuntos humanos llegaran a hallarse?, y ¿por qué no debe echarse la culpa del curso de los acontecimientos humanos a la serpiente?

      7 Para toda la humanidad las perspectivas eran muy esperanzadas entonces. Adán y Eva jamás esperaban ver a su prole “gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente” debido a la condición física, moral y social en que nos encontramos hoy. En sí mismo, el hecho de que ellos, en un proceder de desobediencia, comieran del fruto del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo puede haber parecido una cosa insignificante, pero eso llegó a ser responsable de la condición actual. Por comer y así cometer pecado, primero Eva, y entonces Adán, destrozaron la esperanza que Dios les había dado, mientras todavía estaban sin hijos. A menos que Dios interviniera de alguna manera, hoy nos hallaríamos en un estado de completa desesperanza. Es verdad que en Edén una serpiente se envolvió en el curso de los acontecimientos, pero no echemos toda la culpa a aquel reptil. En vez de eso, la Biblia nos señala al invisible espíritu manipulador que hubo detrás de la serpiente. ¿Quién fue éste? Un ángel celestial, que se resolvió a apartar a Adán y Eva de hacer de Jehová Dios su esperanza.

      8. Movida por el engaño, ¿qué hizo Eva, y por qué no nos hallamos nosotros hoy día en el jardín de Edén original?

      8 Aquel maquinador rebelde que habló por medio de la serpiente engañó a Eva y la condujo a tratar de hacerse como Dios. En tal posición, ella edificaría la esperanza que ella misma escogiera. Hasta aquel tiempo, Adán el esposo de Eva había sido el profeta de Dios para ella. Adán había obrado como vocero de Dios al informar a Eva acerca del mandato de Dios de no comer del fruto prohibido. Pero ella, después de haber tratado de hacerse una diosa por medio de comer del fruto prohibido, obró como profetisa para la serpiente al utilizar su hermosa voz para inducir a Adán a unírsele en el desafuero. Por fin, por razones que deshonraban a Dios, Adán ‘escuchó la voz de su esposa,’ la falsa profetisa. (Gén. 3:17) Por lo tanto, Jehová Dios pronunció una justa sentencia de muerte contra Su profeta infiel, Adán. La esposa de éste, Eva, quedó bajo aquella sentencia. Pudiendo darse ya por muertos, Adán y Eva fueron echados del jardín de Edén, para que vivieran el resto de sus días en la Tierra inculta. Todos nosotros, todavía sin nacer y en los órganos reproductivos de Adán y Eva, fuimos echados junto con ellos.

      9. ¿Se ofreció a aquellos dos pecadores humanos voluntariosos alguna esperanza diferente de lo que se había estipulado en el mandato de Dios a Adán?, y ¿cómo quedó la situación respecto a nosotros, su prole?

      9 A aquellos transgresores voluntariosos originales, Adán y Eva, no se les ofrecieron perspectivas que difirieran de lo que se estipulaba en el mandato de Dios a Adán. Correctamente, no se les ofreció ninguna esperanza, porque ellos habían descartado la esperanza que Dios les había dado originalmente. Pero ¿quedó la situación sin esperanza para todos nosotros, la prole no responsable de ellos? ¡Felizmente para nosotros, no!

      SE OFRECE UNA ESPERANZA DADA POR DIOS

      10. ¿A quién se sentenció primero allá en Edén, cómo se llegó a llamar a éste, y cómo habría de irle en la contienda predicha?

      10 A Adán y Eva personalmente no se dirigieron palabras de esperanza; ellos simplemente las oyeron por casualidad. Las palabras de Dios que contenían una base para que tengamos esperanza se dirigieron al espíritu rebelde que había usado arteramente a la serpiente para inducir a Eva a convertirse en profetisa de éxito para él. A aquel espíritu se le estigmatizó con el nombre de Satanás el Diablo. Debido a que inició el proceder de astucia y empleo de tretas con el propósito de engañar, hasta por medio de una serpiente en Edén, también se le llamó “la serpiente original.” (Rev. 12:9; 20:2) Esta criatura de espíritu que se deificó a sí misma, quien llegó a ser la primera criatura que mintió contra Dios y a la mujer, fue la primera que recibió una decisión judicial de Dios en Edén. Dios pronunció su maldición sobre este individuo y entonces predijo un conflicto en el cual “la serpiente original” y los que se pusieran de su lado en la contienda sufrirían derrota.

      11. ¿Cómo permitía que se abrigara alguna esperanza respecto a la prole de Adán y Eva la fraseología de la sentencia que se impuso a “la serpiente original”?

      11 A “la serpiente original” Dios dijo: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:14, 15) Esto significaba aniquilación para “la serpiente original” y su prole. Pero ¿otorgaba base para esperanza a favor de la prole futura de Adán y Eva esta decisión judicial de Dios? No, no directamente, sino solo por ilación o inferencia.

      12. ¿Qué clase de “mujer” introdujeron en el caso las palabras de Dios a Satanás, y por qué no podía María, la madre de Jesucristo, satisfacer los requisitos para ser aquella “mujer”?

      12 ¡Ajá! se introduce a una mujer en el caso. ¿Quién había de ser ella? Tenía que ser una que desplegara enemistad, odio, a “la serpiente original” y su prole. Eva, quien se había hecho falsa profetisa para “la serpiente original,” no podría ser apropiada. A ella se le había persuadido a creer que Jehová Dios era un mentiroso. Ni siquiera María, la madre de Jesucristo, podría resultar apropiada. Pasarían cuatro mil años antes de que esta mujer judía naciera como descendiente de Abrahán y bajo el código de la Ley dado a los judíos. El primogénito de ella, Jesús, vivió solo 33 años y medio en la Tierra. Cuando la madre terrestre de éste vio lo que por causa de “la serpiente original” le hicieron en el Calvario a este hijo que le había sido dado milagrosamente, ya había vivido la mayor parte de su vida. Por eso, ella misma solo pudiera haber ejercido enemistad para con “la serpiente original” durante solamente unas cuantas décadas de vida.

      13. ¿Unicamente quién o qué podría resultar ser la “mujer” mencionada, y en qué posición con relación a la serpiente simbólica se complació ella en que se le colocara?

      13 Lo lógico sería que la “mujer” de la profecía de Dios fuera una que estuviera viva y escuchando cuando Dios habló a “la serpiente original” en Edén. La “mujer” simbólica continuaría viviendo mucho tiempo después de la muerte de Eva, sí, hasta el mismo tiempo de Dios en el cual la “mujer” hubiera de dar a luz la prometida “descendencia,” lo cual resultó ser más de 3.000 años después de la muerte de Eva. Por eso, ¿quién pudiera ser esta “mujer” simbólica si no la propia “mujer” de Dios, es decir, su organización celestial de santas criaturas de espíritu que rehusaron unirse a “la serpiente original” en la rebelión de este individuo? Estas criaturas respetaron el matrimonio de Dios con su organización universal fiel y no se divorciaron de Él para unirse a la organización que se casaría con “la serpiente original.” Les complació mucho el que Dios pusiera enemistad entre ellas y la “descendencia” organizada de “la serpiente original.”

      14. (a) ¿Qué expectativa, pues, fue puesta ante la “mujer” de Dios, junto con qué experiencia posterior de las mujeres en general? (b) ¿Nacimos nosotros en relación de hijos de Dios? No obstante, ¿qué esperanza está puesta ante la humanidad?

      14 En Edén, pues, Dios puso ante su organización celestial semejante a esposa una perspectiva de maternidad. Desde entonces en adelante ella podía tener la esperanza de llegar a ser madre de la “descendencia” de la cual su Esposo, Jehová Dios, llegaría a ser el Padre. Para la “mujer” de Él valía la pena esperar 4.000 años para la realización de esta esperanza. Ella estaba dispuesta a experimentar cuanto penoso dolor de parto esto pudiera envolver, tal como en el caso de la mujer simbólica que se ve en la visión que describe el apóstol cristiano Juan en Revelación 12:1-5. La maternidad es el deseo normal de toda mujer adulta. Por eso, ¿por qué no poner la maternidad como expectativa ante la organización celestial que era la “mujer” de Dios? De manera apropiada, la esperanza de maternidad le fue impartida a la “mujer” de Dios antes de que Dios misericordiosamente dejara que Eva, la esposa de Adán, que ahora era pecaminoso, experimentara la maternidad fuera de Edén. Pero no fue a manera de bendición que Dios le dijo a la pecaminosa Eva: “Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de parto darás a luz hijos.” (Gén. 3:16 en contraste con Gé 1:28) Al pasar a la prole de ellos información acerca de la profecía de Dios sobre la “descendencia” de la “mujer,” Adán no obró como profeta de Dios; tampoco obró como profetisa de Dios su esposa Eva. Fuera que Adán y Eva creyeran o no la promesa de Dios que se registró en Génesis 3:15, Dios sí tenía el propósito de que la prole de ellos basara esperanza en aquella promesa. Aunque Adán fue creado como “hijo de Dios,” nosotros, su prole imperfecta, infectada de pecados, no nacimos en relación de hijos para con Jehová Dios. (Luc. 3:38) Por eso, no tenemos naturalmente el testimonio del espíritu santo de Dios junto con nuestro propio espíritu humano en el sentido de que seamos hijos de Dios. Sin embargo, ¿hay alguna esperanza de que volvamos a entrar en la familia de hijos de Dios? ¡Sí, la hay!

      15. ¿Qué indica respecto al caso de la humanidad el hecho de que hoy día haya más de 4.000 millones de nosotros todavía con vida en la Tierra?

      15 Si el caso no encerrara ninguna esperanza para nosotros, ¿por qué dejaría Dios que tantos de nosotros les naciéramos a Adán y Eva... mucho más de 100 generaciones de la prole de ellos hasta ahora? Hoy, después de todas las guerras y otras catástrofes además de la enfermedad y la muerte natural, habemos más de 4.200 millones de nosotros con vida, y se predice que para el año 2.000 E.C. habrá 6.000 millones de seres humanos en la Tierra. ¿Ha sido en vano todo esto? ¡Evidentemente, no!

      16. (a) Debido a la incapacidad del hombre mismo, ¿de quién que tiene la capacidad para obrar depende la realización de la esperanza de la creación? (b) ¿El nacimiento y vida de quién en la Tierra señaló el punto de viraje en la historia humana?

      16 Por supuesto, el hombre no puede arreglarse a sí mismo por esfuerzo propio. Sin embargo, el caso de la creación humana no es desesperanzado, a pesar de lo poco prometedor del aspecto de los asuntos. Esto no se debe a nada que el hombre mismo pueda hacer, sino que se basa sólidamente en lo que Dios ya ha hecho y todavía hará según su promesa inquebrantable. El hecho de que Dios permitiera que de Adán y Eva nacieran unas 70 generaciones hizo posible que su Hijo procedente del cielo naciera como el hombre Jesucristo. Este Hijo de Dios efectuó en la Tierra la voluntad de Dios para provecho de toda la humanidad. ¡Esto señaló un punto de viraje en la historia de nosotros los seres humanos!

      LA CREACIÓN HUMANA “SUJETADA A FUTILIDAD” CON ESPERANZA DE LIBERTAD

      17. En Romanos 8:19–24, ¿qué escribió el apóstol Pablo acerca de que la humanidad quedara sujeta a su propio vano esfuerzo y acerca de que la creación estuviera esperando qué, con gemidos?

      17 Unos 23 años después que Jesucristo hubo terminado su carrera terrestre y ascendido al cielo, el apóstol cristiano Pablo escribió a la congregación de Roma, Italia, y dijo: “La expectativa ansiosa de la creación [humana] aguarda la revelación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a futilidad, no de su propia voluntad, sino por aquel que la sujetó, sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora. No solo eso, sino que también nosotros mismos que tenemos las primicias, a saber, el espíritu, sí, nosotros mismos gemimos dentro de nosotros mismos, mientras aguardamos encarecidamente la adopción como hijos, el ser puestos en libertad de nuestros cuerpos por rescate. Porque fuimos salvados en esta esperanza.”—Rom. 8:19-24.

      18. (a) ¿Quién fue el que sujetó a futilidad a toda la creación humana, y cómo? (b) ¿Adónde nos han llevado hoy día las instituciones humanas? ¿Es lo que está inminente lo mismo que la “expectativa ansiosa” de la creación gimiente?

      18 Aquel mediante el cual la creación humana fue sujetada a futilidad o frustración fue Dios. No quedamos sujetos a ésta por nuestra propia voluntad, puesto que no fue por nuestra voluntad que nacimos. Dios tuvo el propósito de que se nos diera existencia, a pesar de que sentenció a muerte a Adán y Eva. (Gén. 3:16-24; 5:1-4) Sin embargo, no nacimos con la “gloriosa libertad” que Adán y Eva tuvieron al principio en el Jardín de Edén como “hijos de Dios.” Nacimos en “esclavitud a la corrupción,” bajo la condenación de toda la prole de Adán a la muerte. (Rom. 5:12) Por eso, no podíamos salvarnos nosotros mismos. Todos nuestros esfuerzos por efectuar nuestra propia salvación estaban condenados a futilidad, a frustración. ¿A dónde nos han llevado todos los esfuerzos de los gobiernos hechos por el hombre? ¿A dónde nos han llevado hasta este mismo día todos los arreglos sociales, económicos, financieros, médicos y científicos de la humanidad aspirante? Todos seguimos experimentando corrupción mental, corporal y moral. Además, ahora parece que una guerra nuclear con proyectiles balísticos intercontinentales que salieran de los mares y se precipitaran desde los cielos significaría el fin abrupto de todos nosotros. ¿Puede describirse esto como la “expectativa ansiosa” de la creación gimiente?

      19. ¿Con qué propósito sujetó Dios al hombre caído a futilidad o frustración, pero sobre la base de qué esperanza hizo él esto?

      19 Sin embargo, el Creador del hombre no está sujeto a la futilidad o frustración. La humanidad corrupta no puede frustrar el propósito del Creador. Por eso, él mismo es una esperanza para nosotros. Así que él desea que pongamos nuestra confianza, no en nosotros mismos, sino en él. A todos nos sujetó a la incapacidad humana, para que no tengamos base para cifrar nuestra esperanza en nosotros mismos. Él, como única Fuente de esperanza, sujetó a la humanidad a futilidad, pero no sobre una base desesperanzada. Más bien, como lo dice Romanos 8:20, 21, “sobre la base de la esperanza de que la creación misma también será libertada de la esclavitud a la corrupción y tendrá la gloriosa libertad de los hijos de Dios.”

      20. (a) ¿Disfruta de la “gloriosa libertad de los hijos de Dios” el llamado “mundo libre”? (b) La “expectativa ansiosa de la creación” aguarda que se haga la revelación de ¿qué?

      20 Hoy los gobernantes de cierta ideología política clasifican su región como “el mundo libre” en contraste con la gente que se halla bajo gobernaciones de índole contraria. Pero, aleguen lo que aleguen los grupos políticos en conflicto, ninguno de ellos tiene la “gloriosa libertad de los hijos de Dios.” Solamente el Dios y Padre del Señor Jesucristo ofrece a la familia humana la esperanza de restaurarla a la relación que Adán y Eva tenían cuando él los creó en Edén. Pero esta restauración tiene que esperar hasta que Dios haga algo en el futuro. Las siguientes palabras del apóstol nos dan a saber lo que es esto: “La expectativa ansiosa de la creación aguarda la revelación de los hijos de Dios.” (Rom. 8:19) El apóstol Pablo, quien escribió estas palabras en Romanos 8:15-17, se clasificó entre aquellos “hijos de Dios.”

      21. ¿Quién es el principal de esos “hijos de Dios,” y cómo se le sanó la herida que recibió en el “talón,” con qué propósito en mira según Hebreos 2:14, 15?

      21 Estos “hijos de Dios” especiales son la descendencia de la “mujer” de Dios, de la cual se habla en la profecía edénica de Dios, en Génesis 3:15. El principal de esa “descendencia” de la organización celestial de Dios es Jesucristo, a quien Dios dejó que “la serpiente original” magullara en el talón cuando murió sobre el madero de tormento en el año 33 E.C. Pero Dios sanó aquella herida de talón por medio de resucitar a su fiel Hijo al tercer día de la muerte de éste. Por haber sido resucitado como Hijo celestial de Dios, espíritu, no como Hijo humano, pudo ser recibido de nuevo por la “mujer” celestial de Dios. Este, como dice Hebreos 2:14, 15, ‘reducirá a la nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo; y emancipará a todos los que por temor de la muerte han estado sujetos a la esclavitud durante toda su vida.’

      22. ¿Quiénes son los miembros secundarios de la “descendencia” de la “mujer” de Dios?

      22 Los miembros secundarios de la “descendencia” de la “mujer” compuesta de Dios son los discípulos de Jesucristo, aquellos que reciben un engendramiento por medio del espíritu de Dios para llegar a ser “hijos de Dios” espirituales y coherederos en el cielo con su hermano mayor, Jesucristo.

      23. Según 1 Pedro 1:3, 4, ¿a qué clase de esperanza ha engendrado Dios a los miembros secundarios de la “descendencia”? ¿Está todavía activa esa esperanza en esta fecha tardía?

      23 El apóstol Pedro llama “viva” la esperanza celestial de éstos cuando les escribe: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes.” (1 Ped. 1:3, 4) Esta esperanza de ellos todavía ‘vive’ hoy. No ha muerto debido a alguna demora aparente en cuanto a realizarse para el resto de ellos todavía en la Tierra. Estos esperan ver realizada dentro de poco esta esperanza al tiempo fijado por su Dios y Padre, Jehová. El apóstol Pablo nos hace recordar Génesis 3:15, cuando escribe a la congregación romana engendrada por espíritu y dice: “El Dios que da paz quebrantará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve.”—Rom. 16:20.

      24. ¿Quiénes esperan ansiosamente la revelación de esos “hijos de Dios,” y después de qué acontecimiento se realiza esta revelación?

      24 La “revelación” de estos “hijos de Dios” junto con el principal Hijo de Dios, Jesucristo, en el futuro cercano, es lo que la “expectativa ansiosa de la creación [humana]” está esperando encarecidamente. Pero esperamos poco antes de ese acontecimiento la “grande tribulación” que el Padre celestial, Jehová Dios, soltará sobre los opositores y perseguidores que atribulan a sus hijos espirituales y los compañeros leales de éstos.—Rev. 7:14, 15; 2 Tes. 1:6-10.

  • Por qué podemos estar seguros de que se realizarán nuestras buenas esperanzas
    La Atalaya 1980 | 1 de octubre
    • Por qué podemos estar seguros de que se realizarán nuestras buenas esperanzas

      “Dios hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios.”—Rom. 8:28.

      1. En nuestro siglo veinte una cantidad cada vez mayor de miembros de la creación gimiente han llegado a estar informados acerca de ¿qué? ¿y en qué condición se halla su esperanza después de todas estas décadas, y por qué?

      EN NUESTRO siglo veinte una cantidad cada vez mayor de miembros de la creación humana han llegado a estar informados acerca de la cercana “revelación de los hijos de Dios,” y ahora saben qué esperar que venga pronto. A pesar de todo el ‘gemir y estar en dolor’ a que ha sido sometida la creación humana hasta ahora, estas personas informadas que están a la expectativa se regocijan con esperanza. A pesar de las décadas de tiempo que han pasado desde que esta “grande muchedumbre” empezó a formarse originalmente, la esperanza de éstos es también una esperanza viva. A semejanza de un “árbol de vida,” vive dentro de su corazón, porque está fundada en la promesa de Dios que está escrita en las páginas de la Biblia.—Pro. 13:12; Rev. 7:9; 21:5; Rom. 8:19-22.

      2. (a) La “grande muchedumbre” pide en oración que Jehová Dios sea vindicado en ¿qué posición que merecidamente ocupa? (b) Al orar: “Santificado sea tu nombre,” ¿qué acción están pidiendo, y cuándo se cumplirá esto?

      2 Sobre todo, esperan que pronto sea vindicada la soberanía universal de Jehová el Creador. Comprenden que él es justo en su ejercicio de soberanía sobre todo el universo, que es creación suya. Por eso, son inflexibles en su oposición a la “serpiente original,” Satanás el Diablo, quien juzga mal y representa mal la soberanía de Jehová y quien ha puesto en contra de ella a la mayor parte de la creación humana. Oran a Jehová usando la oración que enseñó el Señor, y dicen: “Santificado sea tu nombre.” (Mat. 6:9, 10) Así, oran que Jehová mismo santifique su nombre. Él contestará esta oración durante la inminente “grande tribulación,” que culminará en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón y que será seguida por la acción de atar y encerrar en el abismo a “la serpiente original” y a todos los que componen su “descendencia” demoníaca.—Eze. 36:23; 38:16, 23; 39:27; Rev. 16:14, 16; 20:1, 2.

      3. Según Revelación 7:9, 10 la “grande muchedumbre” de personas esperanzadas sobrevivirá para ser testigos de ¿qué sucesos?

      3 La “grande muchedumbre” de personas esperanzadas sobrevivirá y será testigo de la vindicación de la soberanía universal de Jehová y la santificación de su nombre. Muy apropiadamente, pues, Revelación 7:9, 10 los pinta proféticamente como personas que después de eso están de pie ante el trono del Dios vindicado y ante su Hijo que se dio en sacrificio, Jesucristo, y que dicen con agradecimiento: “la salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.”

      4. Porque la “grande muchedumbre” no comparte los temores de las personas mundanas, ¿qué hacen con genio apacible y profundo respeto delante de las autoridades mundanas?

      4 En la situación actual que precede al estallido de la “grande tribulación,” cuando el mundo se encuentra paralizado de temor, la “grande muchedumbre” no teme lo que la gente mundana teme. Valerosamente hacen caso de lo que escribió el apóstol Pedro: “Santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para hacer una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con un genio apacible y profundo respeto.”—1 Ped. 3:15.

      5. ¿Cómo toman parte ellos en el cumplimiento de la profecía que Jesús dio en Mateo 24:14, y cuál es la actitud de ellos para con el mandato de Jesús en Mateo 28:19, 20?

      5 Altruistamente comparten su gloriosa esperanza con toda persona a quien puedan hablar. Así, están participando en el cumplimiento de la profecía de Jesús que dice: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones.” Ahora es más urgente que nunca el que ellos presten atención a este mandato de Jesús: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos, . . . enseñándoles.”—Mat. 24:14; 28:19, 20.

      6. ¿Por qué seremos favorecidos nosotros a mayor grado que los cristianos de tiempos anteriores que tenían una esperanza semejante a la nuestra?

      6 Nadie más tiene una esperanza fundada en la Biblia como la nuestra. Es lo mejor que podemos compartir con otras personas. Nuestra esperanza es un tesoro por el cual regocijarnos. “Regocíjense en la esperanza,” se nos dice. (Rom. 12:12) Con confianza podemos esperar verla realizada pronto. No es en vano que estamos esperando su realización con aguante. Los cristianos de tiempos anteriores se limitaron a esperar lo que nosotros ya estamos por ver realizado. Muy favorecidos seremos al experimentar de hecho su magnífica realización.

      LAS OBRAS DE DIOS DE SEGURO COOPERARÁN PARA BIEN

      7, 8. (a) ¿Por qué no es demasiado lo que nosotros esperamos que se realice? (b) En cuanto a eso, ¿qué sabemos nosotros, igual que el apóstol Pablo, según se declara en Romanos 8:28–30?

      7 Lo que estamos esperando que se realice no es demasiado, si está escrito en la Palabra de Dios. ¡Nada que está escrito le será imposible a él! Él no puede fallar en cuanto a cumplir su gloriosa promesa, puesto que es el Dios Todopoderoso. Si lo amamos, y demostramos eso por nuestra obediencia, él sin falta hará de todas sus buenas promesas una realidad gloriosa. Esto lo sabemos, como lo sabía el apóstol Pablo del primer siglo E.C. En Romanos 8:28-30, escrito alrededor de 56 E.C., Pablo hizo la siguiente afirmación:

      8 “Ahora bien, sabemos que Dios hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios,a los que son llamados según su propósito; porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. Además, los que él predeterminó son los que él también llamó; y los que él llamó son los que él también declaró ser justos. Finalmente los que él declaró justos son los que él también glorificó.”

      9. ¿Cómo vierten la Versión Moderna y varias otras traducciones modernas de la Biblia Romanos 8:28, pero cómo leen de manera similar a la Traducción del Nuevo Mundo otras versiones modernas?

      9 En la Versión Moderna de la Biblia Romanos 8:28 dice: “Y sabemos que todas las cosas cooperan juntas para el bien de los que aman a Dios, los que son llamados según su propósito.” En una buena cantidad de otras traducciones modernas de la Biblia este versículo lee de la misma manera. Sin embargo, la Versión Bover-Cantera de la Sagrada Biblia dice: “Y sabemos que Dios coordena toda su acción al bien de los que le aman, de los que según su designio son llamados.” La Nueva Biblia Española dice: “Sabemos también que, con los que aman a Dios, con los que él ha llamado siguiendo su propósito, él coopera en todo para su bien.” La Versión Popular dice: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes le aman.”—Vea también The Authentic New Testament, por Schonfield, p. 338, párrafo 2.

      10, 11. (a) ¿Cuáles son las obras que Dios hace que cooperen juntas para el bien de los llamados? (b) ¿Qué clase de acciones personales no deben incluirse entre “todas las cosas” que se mencionan en Romanos 8:28?

      10 Todas las cosas de que se habla en Romanos 8:28-30 son obras de Dios, no del hombre. Las obras de Dios son las que, según el registro, él hace que cooperen para el bien de los llamados que lo aman, porque él quiere que consigan el Reino al cual él los ha llamado. Pero si alguien que afirma ser cristiano bautizado y encaminado hacia el reino celestial obra de una manera que no armoniza con su llamada celestial, no podemos esperar que Dios haga que esa acción obre para el bien del ofensor; ni siquiera podemos esperar que su acción resulte automáticamente en bien para él. Por ejemplo, si alguien que dice ser cristiano y haber respondido a la llamada celestial participa con demasiado vigor en algún deporte durante su período de recreo y se quiebra una pierna o fractura el tobillo, ¿hace Dios que esa lesión resulte para bien del deportista? O si, en un período de debilidad y malas inclinaciones, un cristiano llamado elige pasar por un sector reservado para las rameras, ya sea por curiosidad o para ver cómo se atrae a otros hombres a la inmoralidad con las rameras y él mismo cae víctima de las provocaciones de una de estas mujeres y comete fornicación, ¿puede esperarse que Dios haga que esa experiencia resulte en bien para el pecador? ¿Acaso el poner a Dios a prueba de tal manera obra para bien?

      11 El resultado de tal daño físico o moral depende enteramente de la manera en que el individuo que haya tenido la experiencia responda a las consecuencias de su proceder desatinado. Pudiera aprender una lección de tan dura experiencia. Pero, porque él aprenda una lección, ¿puede decirse que eso hace de todo el asunto una de las obras de Dios, especialmente porque Dios quizás ejerza misericordia respecto al asunto? ¡Ciertamente que no! Tal experiencia no debe incluirse entre “todas las cosas” que Pablo menciona en Romanos 8:28.

      12. ¿De qué naturaleza son todas las obras de Dios que se relatan en Romanos 8:29, 30, y en qué orden las relata Pablo?

      12 Cuando pasamos a leer los Ro 8 versículos 29, 30 y notamos las obras de Dios que se mencionan allí, discernimos que, sin excepción, todas las obras de Dios para con el cristiano llamado y predeterminado son buenas. Además, cooperan juntas para el bien del heredero del Reino en cada etapa de los asuntos que Dios está manejando. Invirtiendo las etapas, Pablo escribe: “Porque a los que dio su primer reconocimiento también los predeterminó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él fuese el primogénito entre muchos hermanos. Además, los que él predeterminó son los que él también llamó; y los que él llamó son los que él también declaró ser justos. Finalmente los que él declaró ser justos son los que él también glorificó.”

      13. (a) ¿Cuándo efectúa Dios la glorificación de los que son declarados justos? (b) ¿Sobre qué base se efectúa el declarar justos a los individuos?

      13 ¿Cuándo efectúa Dios la glorificación? Cuando da a los favorecidos el esplendor del conocimiento de su Hijo primogénito ya ensalzado a Su diestra. Así Dios los pone en el camino que conduce hacia la gloria celestial. Después de esta obra inicial de Dios, él puede pasar a declararlos justos, pero solo si ellos ejercen fe en el glorificado Cristo hasta el punto de entregarse o dedicarse a Dios sin reservas.

      14. (a) ¿Cómo consigue uno ser de los “llamados” de Dios? (b) ¿Cómo llega uno a ser incluido entre los “predeterminados” de Dios?

      14 Bueno, a estas alturas, ¿cómo llama Dios al discípulo bautizado y dedicado de su Hijo glorificado, para que se le ‘transfiera al reino del Hijo de su amor’? (Col. 1:13) Dios lo hace por medio de engendrarlo con Su espíritu para que llegue a ser un hijo engendrado por espíritu de Dios. Entonces es cuando Dios puede llamar o invitar a tal hijo espiritual a llegar a ser parte del reino celestial, del cual solo pueden disfrutar los que finalmente son resucitados a vida como espíritus en el cielo. (1 Cor. 15:43-50) Dios predeterminó que hubiera en asociación con su Hijo un cuerpo de hermanos que tuvieran la misma naturaleza divina de éste y que se amoldaran a la imagen de Su Hijo primogénito, Jesucristo. Por lo tanto, después de ser llamado, el hijo engendrado por espíritu de Dios llega a ser miembro de la clase predeterminada, en la cual tiene que probar su fidelidad hasta su muerte terrestre. Dios predeterminó a esta clase, no a ningún individuo en particular por nombre de los que llegan a ser parte de esa clase. Dios predeterminó que el número de los hermanos celestiales de Cristo sería de 144.000, sin que se mencione el nombre de ningún individuo en relación con eso.—Rev. 14:1-3.

      15. ¿Cuándo y cómo dio Dios “su primer reconocimiento” a los predeterminados?

      15 En Romanos 8:29, 30 el apóstol Pablo señala que a la clase de cristianos a quienes Dios procede a glorificar u honrar y dignificar, a declarar justos, a llamar y a predeterminar, él “dio su primer reconocimiento.” Eso fue lo que Dios hizo allá en el pasado lejano en el jardín de Edén cuando dio su profecía respecto a la “descendencia” de su propia “mujer” y la victoriosa hazaña que efectuaría aquella “descendencia.” (Gén. 3:15) Se ve, pues, que milenios antes de que aquella “descendencia” llegara a existir Dios fue el primero que reconoció que se necesitaba, así como la especial asignación de trabajo que ella tendría. A partir de ese momento Dios dio “su primer reconocimiento” a la obligación que él tenía de producir esta “descendencia.” De modo que esto encabezó el programa de Dios. Por consiguiente, lo que Dios consideró digno de “su primer reconocimiento” lo mantuvo en mente y corazón durante el transcurso del tiempo hasta producir aquella “descendencia” en su Hijo Jesucristo y los fieles discípulos de este Hijo engendrados por espíritu. Durante todo el tiempo que transcurrió hasta que se levantó aquella “descendencia,” Dios la preconoció y le dio reconocimiento especialmente favorecido.

      16. (a) ¿Cómo desempeña su papel cada una de “todas sus obras” según se relata en Romanos 8:28–30? (b) Por lo tanto, ¿qué es seguro para todos los que son “llamados según su propósito”?

      16 Por lo tanto, desde el principio hasta el fin, ¿las “obras” de quién son las que se nos presentan en detalle en Romanos 8:28-30? Son las “obras” de Dios. Y puesto que él es un Dios consecuente, que en todos sus tratos obra en perfecta armonía consigo mismo, él “hace que todas sus obras cooperen juntas para el bien de los que aman a Dios.” No hay ni siquiera una de “todas sus obras” que esté desalineada, que no esté de acuerdo con todas Sus otras obras de propósito determinado. Estas obras proceden de modo ordenado, una progresando hasta la otra y preparando el terreno para ella. El propósito de Dios es magnífico, y él sabe exactamente cómo llevarlo a cabo con buen éxito. Por eso, “los que son llamados según su propósito” pueden estar seguros de que él nunca fallará. Si ellos permanecen fieles y cooperan amorosamente con él, de seguro participarán en el logro del propósito de él por medio de tener parte activa en el reino celestial de él con Jesucristo.

      SE PRECONOCIÓ A OTRA CLASE

      17. ¿Qué propósito amoroso tenía Dios con relación a los llamados y predeterminados, y desde cuándo?

      17 Por medio de los “llamados” a quienes Dios dio su “primer reconocimiento,” él tiene un propósito amoroso que cumplir. Esto se manifestó claramente 2.083 años después de la creación de Adán, a saber, en el año 1.943 a. de la E.C. En aquel año Dios dijo al fiel patriarca Abrahán: “Ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.” Así, esta bendición abarcaba al mundo y habría de conseguirse por medio de una “descendencia” de Abrahán. (Gén. 12:1-3; 22:17, 18) Esta “descendencia” predeterminada consistiría en Jesucristo y sus 144.000 discípulos “llamados.” (Rev. 7:1-8; 14:1-3; Gál. 3:16, 29) La promesa sencilla de Dios a Abrahán mostró que Dios tenía presciencia de una clase de la “descendencia,” sin que él declarara el número definitivo de los que la compondrían. Solo el último libro de la Biblia nos da el número.

      18. En la antigüedad, antes de Cristo, Dios usó a individuos y grupos para que tipificaran o ilustraran proféticamente ¿qué?

      18 En la antigüedad, antes de Cristo, hubo individuos y grupos que trataron amigablemente a los descendientes naturales de Abrahán. Dios utilizó a estos individuos o grupos como tipos o ilustraciones proféticas de personas de nuestros propios tiempos modernos que tratarían con amigabilidad al pequeño resto de los “llamados” que todavía están en la Tierra y se asociarían con ellos.

      19. ¿Cómo describe Revelación 7:9–14 a los compañeros activos del resto de los discípulos “llamados” de Cristo, y qué privilegio tendrán estos compañeros en el futuro próximo?

      19 El mismísimo último libro de la Biblia, escrito por el apóstol cristiano Juan alrededor del año 96 E.C., predijo a esos compañeros activos del resto de los “llamados” y los describió como una “grande muchedumbre” sin número. Los miembros de esta “grande muchedumbre” serán conservados con vida a través de la venidera “grande tribulación,” sí, a través de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, y entrarán en un nuevo orden en una Tierra limpia bajo el reinado milenario de Jesucristo y sus 144.000 “llamados.” El cuadro profético de esta “grande muchedumbre” registrado en Revelación 7:9-14 se explicó verbalmente y por página impresa en el año 1935.—Rev. 16:14, 16.

      20. Desde 1935, ¿cuántos tipos y profecías que señalan a la grande muchedumbre han sido presentados en nuestras publicaciones, y por qué es la esperanza de esta grande muchedumbre singular y no obstante segura de realizarse?

      20 En los 45 años desde entonces, las publicaciones de la Sociedad Watch Tower han presentado por lo menos 42 tipos o cuadros proféticos de aquella “grande muchedumbre” de sobrevivientes de Har-Magedón. (Vea Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios, publicado en 1958, y las páginas 366, 367.) Todos estos tipos y profecías muestran que Dios se había propuesto solo lo bueno para con esta preconocida “grande muchedumbre.” Esto se debe a que ellos también lo aman a él. Muchos de ellos han estado dispuestos a probar su amor inquebrantable a él hasta el punto de sufrir muerte de mártir. En verdad, la esperanza puesta delante de la “grande muchedumbre” es una que no se ha ofrecido al grueso, por mucho, de la creación humana. Aunque la esperanza que los de la “grande muchedumbre” tienen es singular y maravillosa, ellos con confianza esperan ver la realización de ésta en un futuro próximo. Jamás quedará desilusionada esta esperanza viva que tienen, porque el Dios que da esperanza es fiel. Su promesa para con ellos es fidedigna y se cumplirá con absoluta seguridad: “El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed, ni los batirá el sol ni ningún calor abrasador, porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”—Rev. 7:15-17.

      [Nota a pie de página]

      a Esta lectura es según el Manuscrito Vaticano Núm. 1209, el Manuscrito Alejandrino y el Papiro Núm. 46. Véase The Syriac New Testament por el Dr. James Murdock.

  • Respondieron a la llamada “macedonia” a Guam
    La Atalaya 1980 | 1 de octubre
    • Respondieron a la llamada “macedonia” a Guam

      LA ISLA de Guam, en el Pacífico, es magníficamente frondosa y tiene un clima muy cálido y húmedo. ¡Son verdaderamente pasmosos los escarpados riscos que se precipitan en las aguas de un color entre verde y zafiro! Hay cientos de variedades de peces tropicales en multitud en sus arrecifes. Los granjeros cultivan maíz, arroz, plátanos, piñas, café, frutas cítricas, ñames, caña de azúcar y papayas.

      RESPONDIENDO A UNA LLAMADA AL SERVICIO

      Cristianos filipinos que predicaron aquí mientras cumplían con contratos de trabajo sembraron semillas de la verdad bíblica en Guam. Después llegaron misioneros y familias cristianas celosas para servir donde había mayor necesidad de ayuda. Esto muy bien pudiera recordarnos la prontitud con que el apóstol Pablo respondió a la visión

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