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Aguante mediante esperanzaLa Atalaya 1955 | 1 de enero
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Si su “propio interés” no es restringido y puesto en su lugar teocrático, el naufragio está delante.
22. (a) ¿Cómo estimó Pablo la esperanza que está delante? (b) ¿Qué peligro que debilita la esperanza está asociado con el buscar los “propios intereses” de uno?
22 Pablo estimó su esperanza en Cristo tan elevadamente que pudo decir: “He aceptado la pérdida de todas las cosas y las considero un montón de basura.” (Fili. 3:8, NM) Si nuestra esperanza es fuerza tan poderosa en nuestra vida, jamás permitiremos que tales cosas como “ansiedades por la subsistencia” o aficiones o “propios intereses” arruinen nuestra esperanza de salvación. Otro peligro asociado con el ‘buscar propios intereses’ es que tarde o temprano uno halla razón para mezclarse con las personas mundanas. Una persona mundana, no interesada en la verdad, no puede edificar la esperanza de usted, porque no tiene ninguna. Ella socavará las costumbres teocráticas provechosas que usted tenga y hasta su esperanza misma. Asóciese con los que se ‘regocijan en la esperanza que está delante,’ que están inclinados al Nuevo Mundo. “No sean engañados. Las malas asociaciones corrompen las costumbres provechosas.”—1 Cor. 15:33, NM.
23. ¿Por qué tenemos razón impelente para cultivar mentes que miren hacia adelante?
23 El derrotero seguro que debemos escoger es el cultivar una mente que mire hacia adelante. La esperanza nos ayuda a hacer esto. Hay tanto en qué esperar, tanto que mantenga la mente mirando hacia adelante; para el resto ungido: ¡gloria celestial, incorruptibilidad y el sublime privilegio de reinar como reyes y sacerdotes y jueces durante mil años con el Rey del nuevo mundo, Cristo Jesús, viéndolo “tal como es”! (1 Juan 3:2, 3, NM; 1 Cor. 15:53, 54; Apo. 20:4, 6) Para las otras ovejas: ¡vida eterna sobre la tierra, participando en la obra de transformar la tierra en un paraíso global, teniendo parte en el cumplimiento representativo del mandato de procreación, ejerciendo dominio sobre la creación animal, presenciando la resurrección general de los muertos! (Gén. 9:1; Ose. 2:18; Mar. 10:30; Luc. 23:43; Juan 5:28) Y la esperanza rematadora para el resto espiritual y las otras ovejas: ver la destrucción completa de todos los enemigos de Jehová para que el glorioso nombre y palabra de Jehová sean vindicados eternamente. (Jue. 5:31; Rom. 3:4) Verdaderamente, la esperanza de la sociedad del Nuevo Mundo se resume en esto: Que esperemos “en Jehová, desde ahora y hasta la eternidad.”—Sal. 131:3.
24. ¿Qué beneficio edificante viene del regocijarnos en la esperanza que está delante?
24 Por eso póngase el yelmo de salvación. Regocíjese en la esperanza que está delante. Piense en su esperanza; es verdadera, merecedora de seria consideración, justa y digna de ser tenida en amor. (Fili. 4:8, NM) Mientras más a menudo nos regocijemos en la esperanza que está delante más a menudo pensaremos en el Dios de la esperanza, Jehová. Esto es edificante: “Jehová escuchó, y los oyó; y fué escrito un libro de memoria delante de él, a favor de los que temen a Jehová, y de los que piensan en su nombre.”—Mal. 3:16.
LA PLENA SEGURIDAD DE LA ESPERANZA
25. ¿Qué es necesario si la esperanza que está delante ha de realizarse?
25 ¿Cuándo es válida nuestra esperanza? Es válida ahora si estamos haciendo declaración pública de ella. La fe sin obras es muerta. Por eso la esperanza sin ser proclamada es inválida: “Con la boca se hace declaración pública para salvación.” “Mantengamos firmemente la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear.” (Rom. 10:10; Heb. 10:23, NM) De modo que nuestra esperanza apoyada por el espíritu de Jehová y hecha válida por nuestra declaración pública de ella es un poder. Nos ayuda a pensar hacia adelante, vivir hacia adelante y trabajar por la esperanza que está delante: “Con este fin estamos trabajando duro y esforzándonos, porque hemos puesto nuestra esperanza en un Dios viviente.” (1 Tim. 4:10, NM) Nuestro trabajo diligente y esfuerzos resueltos para predicar las buenas nuevas nos aseguran que nuestra obra no se hace en vano y que nuestras esperanzas serán realizadas.—1 Cor. 15:58; Heb. 6:11, 12.
26. Resuma el poder de la esperanza. Con su ayuda, ¿qué podemos hacer?
26 De modo que vigilen esa “ancla del alma.” Impedirá el naufragio. Nuestra esperanza logra aguante. Trae gozo. Nos anima a ‘perseverar en la oración.’ Nos hace pensar en el nombre de Jehová. Por eso, entonces, regocíjense triunfalmente, ustedes los de la sociedad del Nuevo Mundo. La esperanza del mundo es negra; la esperanza de ustedes es brillante. La esperanza del mundo se está derrumbando; la esperanza de ustedes se acerca a su cumplimiento. La esperanza del mundo está fundada en credulidad; la esperanza de ustedes está fundada en fe. La esperanza del mundo lleva a la desilusión; la esperanza de ustedes lleva al éxito. Pues con el nuevo mundo, ¡oh, tan cerca!, nuestras esperanzas más acariciadas, ya sean celestiales o terrestres, pronto se realizarán para nuestra satisfacción eterna. Por lo tanto nosotros podemos con aguante firme vivir “con mente sana y justicia y devoción piadosa en medio de este presente sistema de cosas, mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y de nuestro Salvador Cristo Jesús.”—Tito 2:12, 13, NM.
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Asambleas europeas de 1955La Atalaya 1955 | 1 de enero
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Asambleas europeas de 1955
Cuando la asamblea internacional que los testigos de Jehová celebraron en el estadio Yanqui en la ciudad de Nueva York en 1953 estaba al punto de terminar se hizo el anuncio de que iba a celebrarse una serie de asambleas internacionales en el Canadá, los Estados Unidos y Europa durante 1955. A esta fecha ya muchos miles de personas fuera de Europa han indicado que piensan asistir a una o más de las asambleas europeas. Los delegados vendrán no sólo de los Estados Unidos sino de la América del Sur y el África y otros continentes, lo que hará que estas asambleas sean verdaderamente internacionales.
Los lugares donde se celebrarán las asambleas y las fechas de cada una son como sigue: Londres, Inglaterra, del 27 al 31 de julio; París, Francia, del 3 al 7 de agosto; Roma, Italia, del 5 al 7 de agosto; Nuremberg, Alemania, del 10 al 14 de agosto; Estocolmo, Suecia, del 17 al 21 de agosto y La Haya, Holanda, del 17 al 21 de agosto. Muchos de los delegados procedentes de diferentes países asistirán a no sólo una de estas asambleas sino a dos o tres, y algunos hasta abarcarán la entera serie por medio de estar parte del tiempo en cada una de las asambleas.
En el estadio Yanqui hubo entre los concurrentes representantes de 97 países, ¡y en el último día el número de concurrentes ascendió cual cohete a más de 165,000! Esto sirvió para dar un testimonio tremendo no sólo a Nueva York sino a la nación y al mundo. Fué un espectáculo que la gente todavía recuerda y del cual todavía se hacen comentarios. ¿Por qué no hacer que las asambleas de Europa sean igualmente notables a causa de ser tan internacionales, poniendo de manifiesto que la sociedad del Nuevo Mundo no conoce ninguna barrera nacional? Es cosa segura que Jehová bendecirá a los que hagan el esfuerzo por asistir. ¿Se contará usted entre las decenas de miles de personas que estarán presentes?
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