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Se puede navegar con seguridad¡Despertad! 1981 | 22 de enero
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va a llevar para estar seguro de que sea suficiente para el viaje y para varios días adicionales. Si planea hacer un crucero extenso, entonces, como precaución de seguridad, debe dejar en manos del servicio costanero un registro de la fecha de su partida y la fecha en que espera volver.
Recomendaciones de seguridad
Cuando las embarcaciones pequeñas sin lastre se vuelcan, por lo general no se hunden. Por eso, si su barco se volcara a considerable distancia de la playa, el mejor proceder es el de quedarse con la embarcación hasta que llegue ayuda. Ha habido casos en que nunca se ha vuelto a saber de la persona que se puso a nadar hacia la playa en busca de ayuda, mientras que las personas que se quedaron con el barco fueron salvadas por una embarcación que iba pasando.
Estas son otras recomendaciones útiles:
(1) Acostumbre ponerse su chaleco salvavidas cuando sale a navegar. La mayoría de las personas no hacen eso. Pero cuando el mar se encrespa, es imprescindible tener puesto el chaleco salvavidas.
(2) Si el tiempo se pone pesado o si usted está navegando de noche, es aconsejable que todos los que estén en la cubierta lleven puesto su aparejo de seguridad. La cuerda de seguridad desde este aparato debe estar sujeta a una porción fuerte del barco para que, si alguien cae por la borda, la cuerda lo arrastre con el barco. Es especialmente difícil localizar de noche a una persona que ha caído al agua.
(3) Beba mucha agua y, si es necesario, ingiera sal.
(4) Cuando navegue en un caluroso día de verano, debe llevar ropa liviana, de color claro, y algo que le cubra la cabeza. Cada año muere gente como resultado directo del calor excesivo y la radiación solar.
(5) Cuando salga a navegar, lleve a alguien con usted y, hasta que usted aprenda lo que se debe y lo que no se debe hacer, asegúrese de que el que lo acompañe sea una persona experimentada.
El prestar atención a estos consejos le ayudará en gran manera a navegar con seguridad.
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Un sentido del humor... don de Dios¡Despertad! 1981 | 22 de enero
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Un sentido del humor... don de Dios
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en África del Sur
UNA vez más Samuel llegaría tarde a su trabajo. Su jefe recientemente le había dado un aviso final al respecto. Por lo tanto, esta vez Samuel estaba realmente preocupado. Se imaginaba a su jefe ensayando el discurso con el cual lo despediría.
¡Y así era! Cuando Samuel entro en la oficina, con 35 minutos de retraso, el jefe se le acercó con mirada amenazante.
Samuel pensó rápidamente en cómo salir del aprieto. Dejando salir una sonrisa forzada, extendió la mano y dijo: ‘¡Qué tal! Me llamo Samuel Maynard. Estoy solicitando un puesto que supongo se hizo disponible hace 35 minutos. ¿No es verdad que al que madruga, Dios le ayuda?’ Sus compañeros de trabajo rieron a carcajadas. Su jefe, sin poder contener una sonrisa, regresó a su oficina. El sentido de humor de Samuel lo había sacado del aprieto.
No cabe duda de que un buen sentido del humor frecuentemente puede eliminar la tensión de una situación tirante. El sentido del humor hasta puede ayudar a uno a hacer frente a la adversidad. Permite a las personas reír y librarse de la tensión, y por lo tanto es de beneficio para la salud. En su libro Laughter and Health (La risa y la salud), el doctor James J. Walsh explicó que la risa, al hacer que el diafragma se mueva hacia arriba y hacia abajo, produce en los órganos internos un efecto similar al del ejercicio. La risa tiene buen efecto en el corazón, el hígado y los intestinos. Facilita la digestión y la eliminación de los desperdicios.
¿Qué es el sentido del humor?
Se dice que el sentido del humor consiste en ver el aspecto chistoso o divertido de las cosas. También se dice que esta facultad permite percibir lo ridículo o absurdo de las cosas.
Surge una situación humorística cuando algo está fuera de su lugar o no es apropiado. Por ejemplo, el ver a un serio hombre de negocios londinense vadeando en el mar mientras lleva su periódico bajo el brazo y carga también un paraguas sin abrir sería incongruente y raro, y haría sonreír a muchos espectadores. Otro ejemplo sería el de un gato o un perro que entrara en el aula de una escuela. Esto provocaría mucha risa porque a estos animales por lo usual no les corresponde estar en una sala de clases.
Lo humorístico de una situación puede ser el resultado de un suceso inesperado. Por ejemplo, si un hombre se quitara el sombrero ante una dama y de dentro del sombrero saliera volando una paloma, las personas que vieran aquello se reirían ante un suceso tan inesperado. Según un informe de Nigeria, los africanos allí demuestran espontáneamente su aprecio de lo inesperado. Así, cuando alguien resbala sobre una cáscara de plátano, éstos por lo general se ríen. Pero también acuden inmediatamente en ayuda del caído con preocupación y lástima.
Por la mayor parte, el sentido humorístico se expresa en palabras. Y tal humor basado en palabras varía mucho, según la nacionalidad, las costumbres sociales, el ambiente y otros factores. Algunos tipos de humor son de índole más intelectual o sutil, otros son de índole bufonesca, o más vulgar y estrepitosa, otros son de índole más aguda o cortante (en inglés a menudo se llama a este tipo de humor “wit,” o agudeza).
Además, lo que es chistoso para las personas de una nación puede no tener ningún sentido para las de otra. Por ejemplo, un misionero blanco estaba hablando a un auditorio africano y tuvo la oportunidad de agregar a su discurso lo que a él le parecía un toque humorístico. Hubo un silencio sepulcral. Luego hizo referencia a un mono. El intérprete no se molestó en traducir la palabra, sino que simplemente levantó el brazo y se puso a rascarse bajo la axila. ¡Qué carcajadas de aprecio provocó este ademán!
¿De dónde vino, exactamente, el sentido del humor?
¿Tiene Dios un sentido del humor?
La Biblia nos dice que el Creador es un “Dios feliz,” y que él hizo al hombre ‘según su semejanza.’ (1 Tim. 1:11; Gén. 1:26) El que la persona pueda sentirse feliz, divertirse, disfrutar de un sentido del humor, algo que es inherente a los humanos de toda raza, lógicamente debe provenir del Creador.
Muchos animales hacen travesuras cómicas. ¿Quién puede contenerse de sonreír cuando ve a un gatito correr de aquí para allá persiguiendo una bola de lana? ¿Quién no puede menos que reírse ante el juguetear de unos perritos, las picardías de unos monos o las expresiones cómicas de un loro? Jehová ha hecho que ciertos animales nos parezcan muy graciosos, y esto provee una fuente inagotable de alegría y diversión. Es patente que el sentido del humor es un don de Dios.
Aunque las varias formas del humorismo verbal no se limitan a ningún país ni nacionalidad en particular, a muchos pueblos hasta cierto grado se les conoce por ciertos tipos de humor. Se dice que a los estadounidenses les gusta la hipérbole,
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