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  • Sembrando con miras al reino de Dios
    La Atalaya 1980 | 1 de noviembre
    • individual inmediatamente después que Jesús aconseja a sus discípulos íntimos respecto a prestar atención a lo que están oyendo. Cierta medida de atención habría de ser recompensada con un rendimiento en proporción con ella, y hasta se le añadiría más. Por lo tanto, es razonable que el hombre de la ilustración represente a cada individuo que declare ser discípulo o estudiante de Jesucristo, el principal Predicador del reino de Dios.

      RASGOS INDICATIVOS DE LA ILUSTRACIÓN

      19, 20. ¿Qué dos cosas principales abarcan toda la ilustración?, y por eso, ¿qué punto establece la ilustración, y con miras a qué: ¿cantidad o calidad?

      19 Jesús empezó la ilustración diciendo: “De esta manera [o: Así] el reino de Dios es como cuando un hombre echa la semilla sobre la tierra.”—Mar. 4:26, NM; Kingdom Interlinear Translation; Versión Interlineal Griego-Español del Nuevo Testamento por Rafael Gutiérrez Escalante, S.J.

      20 Notamos dos cosas principales que abarcan toda la ilustración. Primero, hay un sembrar de la semilla con relación al reino de Dios, y, segundo, hay un cosechar, o segar, de la siembra que resulta de la semilla que se ha sembrado. El punto es que, con tanta seguridad como que hubo un sembrar, o plantar, de la semilla, tiene que esperarse una cosecha, o siega. Una cosa sigue inevitablemente a la otra. La solemne verdad es que lo que la persona siembra con relación al reino de Dios conduce a lo que siega. ¡Más bien que la cantidad, la calidad de lo que siega es lo importante!

      21. ¿Especificó Jesús la clase de semilla o el tipo de tierra sobre la cual se echó la semilla? No obstante, ¿qué pregunta surge acerca de la semilla?

      21 Jesús no especificó la clase de semilla ni el tipo de tierra que estaban envueltos en el sembrar. Dijo: “Mas tan pronto como lo permite el fruto, él mete la hoz [un pequeño instrumento de mano], porque ha llegado el tiempo de la siega.” (Mar. 4:29) Los judíos a quienes Jesús dio la ilustración tenían tres siegas o cosechas durante el año agrícola. La primera siega acontecía inmediatamente después de la fiesta primaveral de la Pascua, pues el 16 de Nisán el sumo sacerdote presentaba una gavilla de la siega de la cebada en el templo de Jerusalén. A los cincuenta días de ese acontecimiento, el sumo sacerdote presentaba las primicias de la siega del trigo en el templo, y después se proseguía con aquella siega. La tercera cosecha venía al fin del verano y la conmemoraba la fiesta de la recolección, o de las cabañas (tabernáculos), que empezaba el día 15 del séptimo mes lunar, Tisri. (Éxo. 23:14-17) No se declara a cuál de estas tres siegas o cosechas se hacía referencia en la ilustración. Pero, prescindiendo de cuál haya sido la semilla que se haya sembrado, ¿qué representa esa semilla?

      22. Si no representa a los miembros de la congregación cristiana, entonces, ¿qué representa la semilla? ¿Está el crecimiento de dicha “semilla” fuera de nuestro control?

      22 La ilustración de Jesús dice que la semilla que se sembró brotó y creció alta y maduró hasta tener el grano lleno en la espiga. Hemos notado que la semilla que se sembró no representa a los miembros de la congregación cristiana. Como lo mostrará el siguiente artículo, la semilla que se esparce sobre el suelo representa las semillas de las cualidades, actitudes y capacidades personales del sembrador para rendir servicio con relación al reino de Dios. Él tiene que buscar nutrición para éstas como si fuera de la tierra. El crecimiento de estas características o rasgos personales hasta que alcanzan la madurez y el estado o sazón de ser recolectadas es gradual. Esto es algo que debemos vigilar, porque no está fuera de nuestro control.

  • Cosechando fruto apropiado para el reino de Dios
    La Atalaya 1980 | 1 de noviembre
    • Cosechando fruto apropiado para el reino de Dios

      1. En Jeremías 4:3, 4, ¿sobre qué llamó Jehová la atención?

      En Jeremías 4:3, 4, Jehová dice: “Árense tierra cultivable, y no sigan sembrando entre espinas. Circuncídense a Jehová, y quiten los prepucios de sus corazones, hombres de Judá y habitantes de Jerusalén; para que no salga mi furia justamente como un fuego, y ciertamente arda sin que haya quien la extinga, a causa de la maldad de sus tratos.” Jehová llamó la atención sobre la mala condición de corazón del pueblo en pacto con él.

      2. ¿Cómo demuestra la ilustración de la semilla que cayó sobre el terreno infestado de espinos que debemos tener cuidado respecto al ambiente en el cual sembramos en sentido espiritual?

      2 De manera similar, en una parábola Jesucristo ilustró la desilusión que resulta de sembrar entre los espinos. Tanto en Mateo 13:1-9 como en Marcos 4:1-9 él describió que parte de la semilla que fue echada por mano del sembrador cayó sobre zonas en las cuales había semillas de espinos. De aquellas zonas el sembrador no consiguió nada, pues los espinos brotaron y ahogaron las plantas de cereales y no se pudo segar una cosecha de grano. (Luc. 8:4-8) Esto ilustra que tenemos que ejercer cuidado respecto al ambiente en el cual sembramos en sentido espiritual.

      3. En la ilustración que se da en Marcos 4:26–29, ¿qué representa la semilla?, y ¿qué tienen que cultivar los cristianos hoy día respecto a su personalidad tal como tuvieron que hacerlo los cristianos del primer siglo?

      3 En la parábola del sembrador y la semilla, según se relata en Marcos 4:26-29, la semilla representa cualidades de la personalidad. A los judíos que rechazaron la parábola del sembrador y otras parábolas, Jesús dijo: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.” (Mat. 21:43, 45, 46) Según esto, hay “frutos” del reino de Dios. (Luc. 3:8) En relación con esos frutos del Reino está lo que se llama “el fruto del espíritu,” a saber, “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” (Gál. 5:22, 23) Allá en el primer siglo, los cristianos a quienes el apóstol Pablo escribió tuvieron que sembrar “semilla” en el sentido de cualidades cristianas en necesidad de nutrición, tal como lo tienen que hacer los cristianos hoy día con relación al reino de Dios. Hay que desarrollar estas cualidades personales hasta que alcanzan plena madurez, desarrollo completo.—Zac. 8:12; Sant. 3:18.

      4. ¿Qué necesita como fuente de nutrición la “semilla” de cualidades cristianas personales?

      4 El tiempo en que alcanzaran su madurez cabal sería normalmente el tiempo en el cual cosecharlas. Pero, ¿dónde debería elegir sembrar dicha “semilla” el sembrador cristiano con la esperanza de por fin recoger la cosecha deseada? Él quiere que su cosecha tenga la aprobación de Dios, para que se le considere digno de ser aceptado respecto al reino de Dios. Tal como la semilla natural necesita tierra, así la semilla de las cualidades cristianas personales, “el fruto del espíritu,” necesita ambiente.—Pro. 18:1.

      5. A fin de recoger la cosecha que se espera, hay que ejercer cuidado respecto a ¿qué, según se recalca en Lucas 8:14?

      5 Recuerde la parábola de Jesús en cuanto a las cuatro clases de tierra sobre las cuales cayó la semilla del sembrador. (Mar. 4:3-20; Luc. 8:5-15) Esta parábola ilustra que hay que ejercer cuidado y hacer la selección correcta en cuanto al ambiente en el cual se ponga la semilla si se quiere recoger la cosecha esperada. Es justamente como explicó Jesús en cuanto al ambiente infestado de espinos en el cual cayó la semilla: “En cuanto a lo que cayó sobre los espinos, éstos son los que han oído, pero, por ser arrebatados por las inquietudes y las riquezas y los placeres de esta vida, son completamente ahogados y no llevan nada a perfección.”—Luc. 8:14.

      6. En Gálatas 5:7–9, ¿cómo llamó Pablo la atención sobre el efecto del mal ambiente?

      6 En conformidad con esto, el apóstol Pablo hizo una observación respecto a los cristianos de Galacia a quienes escribió acerca del “fruto del espíritu,” para advertirles que el ambiente incorrecto estaba ejerciendo mala influencia en ellos. Dijo: “Ustedes estaban corriendo bien. ¿Quién les estorbó para que no siguieran obedeciendo la verdad? Esta clase de persuasión no procede de Aquel que los llama. Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.” (Gál. 5:7-9; Mat. 13:33) Estaban influyendo en aquellos cristianos gálatas los judaizantes cuyos corazones no estaban dispuestos a recibir el cristianismo plenamente, cuyos oídos no estaban dispuestos a oír y cuyos ojos estaban pegados. (Mat. 13:14, 15; Gál. 5:10) Hay que evitar, sí, abandonar, esa clase de asociaciones que estorban.

      7. ¿Cómo expresó Pablo preocupación parecida por los cristianos de Corinto en cuanto al efecto del mal ambiente?

      7 El apóstol Pablo también temía que posiblemente la congregación corintia no estuviera cultivando “el fruto del espíritu,” porque les escribió diciendo: “Tengo miedo que de algún modo, cuando yo llegue, no los halle como pudiera desear y yo resulte ser para ustedes no como pudieran desear, sino que, en cambio, de algún modo haya contienda, celos, enojos, altercaciones, difamaciones solapadas, susurros, hinchazones, desórdenes.” (2 Cor. 12:20) Después de citar las palabras de los que decían: “Comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir,” Pablo tuvo razón para dar la siguiente advertencia: “No se extravíen. Las malas asociaciones echan a perder los hábitos útiles.”—1 Cor. 15:32, 33.

      8. ¿Por qué seguirá el crecimiento de las cualidades de la personalidad a pesar de que el cristiano se dé tiempo para dormir, y por qué no puede él estar seguro al juzgar según lo que brota inicialmente?

      8 Como tierra, en la cual cae la semilla y la cual tiene el poder que Dios le ha dado de nutrir o el trigo o los espinos, el ambiente en el cual el cristiano opta por cultivar cualidades de la personalidad lo afecta para bien o para mal. Aunque duerma mientras se acomoda en dicho ambiente, la ley de la influencia ambiental se efectúa inflexiblemente para con él hasta que el fruto permite meter la hoz porque ha llegado el tiempo de la siega personal. En cuanto a esto Jesús dijo: “Por sí misma la tierra gradualmente fructifica, primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga.” (Mar. 4:28) El crecimiento le es casi imperceptible al sembrador y se efectúa por medio de un poder que él no puede comprender. El crecimiento en una dirección o en la otra progresa gradualmente, primero a modo de tallo de hierba, luego a modo de espiga y finalmente a modo del grano lleno en la espiga.

      9. ¿Cómo ilustra la parábola del trigo y la mala hierba la incertidumbre respecto al resultado final de sembrar en cierto ambiente?

      9 Cuando la semilla brota inicialmente y produce el tallo de hierba, quizás el sembrador no esté exactamente seguro de lo que va a segar, si juzga por la apariencia de las cosas. En esa etapa temprana del crecimiento puede que él no esté positivamente seguro de lo que está brotando de la tierra; solo recuerda la clase de semilla que sembró. Para ilustrar: En la parábola que Jesús dio acerca del trigo y la mala hierba, en Mateo 13:26-30, dijo:

      Cuando brotó el tallo y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba. De modo que los esclavos del amo de casa vinieron y le dijeron: “Amo, ¿no sembraste semilla excelente en tu campo? ¿Cómo sucede, pues, que tiene mala hierba?” Él les dijo: “Un enemigo, un hombre, hizo esto.” Ellos le dijeron: “¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?” Él dijo: “No; no sea que por casualidad, al recoger la mala hierba, desarraiguen el trigo junto con ella. Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en la época de la siega diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba y átenla en haces para quemarla, entonces pónganse a juntar el trigo en mi granero.”

      10. ¿Cuándo discerniremos inequívocamente el efecto de haber sembrado en el ambiente en que lo hayamos hecho?

      10 Por lo tanto, en lo referente a nosotros, después que hayamos sembrado las semillas de características de la personalidad tal vez no podamos discernir al principio lo que la tierra ha producido, al brotar esto a modo de tallo de hierba. Solo más tarde, cuando el crecimiento alcance madurez y dé fruto, no habrá equivocación en cuanto a lo que la tierra habrá producido para la persona que haya sembrado allí.

      11. Además de los rasgos físicos de la tierra, ¿qué otro factor es importante en cuanto a determinar la calidad de lo que se cultiva en dicha tierra?

      11 La tierra es un factor importante respecto a lo que finalmente se produce. Jesús dijo: “Por sí misma la tierra [y no Dios] gradualmente fructifica, primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga.” (Mar. 4:28) En la parábola acerca de las cuatro clases de tierra, Jesús describió solo los rasgos físicos de las tierras. Pero las propiedades químicas del suelo también son importantes en cuanto a determinar la calidad de lo que se produce; por ejemplo, la tierra puede ser agria, ácida, salina, o quizás se le haya tratado con abono inorgánico o abono orgánico.

      12. Por eso, ¿qué representa el suelo o la tierra?

      12 Puesto que el suelo, o la tierra, desempeña un papel tan importante en relación con el crecimiento y la calidad de lo que crece, representa el ambiente social, moral y religioso en medio del cual nutrimos las semillas de nuestros rasgos o características personales y, naturalmente, envuelve a personas.a Esto es algo que merece el ejercicio de cuidadosa selección.

      EL ELEMENTO EN EL CUAL CULTIVAMOS CARACTERÍSTICAS

      13. Hasta en una congregación cristiana, ¿es posible que haya un ambiente que no favorezca el que se crezca debidamente como cristiano?

      13 Aun en la congregación cristiana puede haber un ambiente o asociación que no sea de lo más beneficioso desde el punto de vista espiritual. Algunos que han salido recientemente del mundo y han simbolizado su dedicación a Dios por bautismo en agua tal vez tiendan a introducir en la congregación algo que todavía se les adhiere... un grado de mundanalidad. Recordemos que fue a una congregación cristiana a la cual el apóstol Pablo escribió: “En mi carta [anterior] les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, . . . Mas ahora les estoy escribiendo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que llamándose hermano sea fornicador, o avariento, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, ni siquiera comiendo con tal hombre.”—1 Cor. 5:9-11.

      14. En Gálatas 6:7, 8, ¿cómo advierte Pablo a los cristianos que no siembren en la dirección incorrecta?

      14 También, a las congregaciones radicadas en la provincia romana de Galacia, en Asia Menor, el mismo apóstol escribió: “No se extravíen: de Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre

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