BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • Fe de trinchera no es fe verdadera
    La Atalaya 1954 | 15 de julio
    • clamaran a él entonces? ¡De ninguna manera! Note lo que les dijo por medio de su profeta: “Vayan y clamen por ayuda a los dioses que ustedes han escogido. Que ellos sean quienes los salven en el tiempo de su angustia.” (Jue. 10:14, NM) Declara el mismo punto el sabio en Proverbios 1:28-30.

      No hay duda acerca de ello, la fe que logra el buen agrado de Dios no es de aquella clase que solamente se manifiesta en tiempo de aprieto. No se trata de ser cristiano sólo cuando uno se halla en dificultad o quiere recibir algo de Dios. Darnos prueba de nuestra fe por nuestras obras, no simplemente por nuestras palabras, y las oraciones a lo más son sólo palabras. Tenemos que tener obras que estén en armonía con los justos requisitos de Dios; tales como el rehacer nuestra personalidad por medio de la verdad y mantenernos separados del mundo. (Efe. 4:22; Sant. 4:4, NM) Y especialmente como cristianos tenemos que hacer las obras que Jesucristo hizo y para las cuales principalmente vino a la tierra: traer honra al nombre de Jehová y dar testimonio de la verdad, lo cual en la actualidad quiere decir predicar las buenas nuevas del reino establecido de Dios.—Juan 17:4; 18:37; Mat. 24:14.

  • “Y andar humildemente con tu Dios”
    La Atalaya 1954 | 15 de julio
    • “Y andar humildemente con tu Dios”

      MUCHAS personas presentan oído sordo a las buenas nuevas del reino de Dios por prejuicio, otras, por egoísmo, al no poder ver qué beneficio inmediato podrían derivar de ellas. Otros, por falta de fe son completamente indiferentes, y muchos las rechazan por orgullo. Parece que la última razón explica el comparativamente poco progreso que se ha hecho en la alabanza a Jehová en la India. El siguiente informe procedente de ese país da énfasis a ese punto.

      Aunque casi todos sabemos que la India es el país del hinduismo, pocos de Occidente tienen una idea clara de lo que el hinduismo realmente es, o de cómo piensa el hindú medio y especialmente cómo reacciona ante la Biblia. Es un hombre excesivamente orgulloso; orgulloso de sus filosofías religiosas. La Biblia dice: “Dios se opone a los arrogantes, mas da bondad inmerecida a los humildes”; y eso es tan veraz en la India como en cualquier otro país.

      Puede que parezca extraño a algunos el que un pueblo tan azotado por la pobreza y tan atrasado en sus servicios domésticos y sociales sea orgulloso; pero así es. El hindú medio está tan orgulloso de su religión que cree que sabe todo lo que se puede saber de los misterios de la vida. Desdeña por completo la idea de que el Dios Todopoderoso revelara sus propósitos al hombre por medio de un libro, y un libro que él cree empezó a ser escrito hace 1,900 años por Jesucristo. Oh no, Dios ha usado solamente a los santos del hinduismo para enseñar al mundo acerca del origen de la vida y el destino final del hombre. Para él la Biblia es meramente un esfuerzo de tercera categoría de algunos principiantes presuntuosos en el cristianismo para imponer injusta mente la civilización occidental en un pueblo antiguo y de cultura. Ellos ridiculizan la idea de que la salvación se pueda conseguir sólo por medio de Jesucristo, y es una experiencia muy común en la India el ver a los hindúes escuchar con gozo las buenas nuevas del nuevo mundo y entonces apartarse con desdén al mostrárseles textos qué muestran que este nuevo mundo viene por medio de Cristo Jesús.

      No obstante, hay algunas excepciones a esta regla, algunas personas que no son demasiado orgullosas para aceptar la verdad de que todo es de Dios y nos viene por medio de Cristo Jesús. Un ejemplo es el caso reciente de un joven de la religión sij que empezó a leer la ayuda para estudio de la Biblia “Sea Dios veraz” y a estudiar la Biblia con los misioneros de la Watch Tówer. En la religión sij todos los hombres se dejan crecer el pelo largo y nunca se afeitan. Enrollan su pelo largo, del cual están muy orgullosos, en una bola encima de la cabeza y lo cubren con un turbante. Así que imagínese la sorpresa de los misioneros de la Watch Tówer cuando un día este caballero sij se presentó en su Salón del Reino en Bombay con el pelo recortado y cepillado al estilo occidental y su barbilla afeitada.

      Claramente él era lo suficientemente humilde para que se le enseñara y no temía seguir la senda de la verdad una vez que la veía. Se dedicó a Jehová Dios y ahora se asocia con regularidad con los testigos de Jehová en todo aspecto de la obra de predicación. “¿Y qué es lo que Jehová pide de ti, sino hacer justicia, y amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?”—Miq. 6:8.

Publicaciones en español (1950-2025)
Cerrar sesión
Iniciar sesión
  • Español
  • Compartir
  • Configuración
  • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
  • Condiciones de uso
  • Política de privacidad
  • Configuración de privacidad
  • JW.ORG
  • Iniciar sesión
Compartir