-
Adonde conduce el camino actual¡Despertad! 1974 | 22 de abril
-
-
marcos solo dos años antes.” Tan solo tres años (1946 a 1948) de guerra civil en China devastaron tanto el valor de la moneda china que los trabajadores llevaban su paga al hogar en enormes paquetes de dinero, y la gente frecuentemente usaba dinero de denominaciones pequeñas para encender los fuegos de la cocina.
¿Es para nosotros menos peligroso el poner nuestra confianza en el dinero de las naciones actuales?
¿Cuánto comprará su dinero?
¿En qué dirección se dirige el valor de su dinero? Por supuesto, los alimentos continúan costando más, pero, ¿qué hay acerca de otros artículos... ropa, alojamiento, combustible, electricidad, transportación y recreación?
El lector sabe la respuesta. Prescindiendo de dónde esté uno, el costo de la vida sigue yendo en la misma dirección: hacia arriba... hacia arriba... hacia arriba. ¿Hay en vista algún fin a estos precios en aumento?
En el Canadá los precios de los alimentos subieron 11 por ciento en un año. Alemania y Suiza, que se consideran islas de estabilidad económica, sufrieron un promedio de 8 por ciento de inflación. En la mayoría de los otros países, la situación es aun peor.
La disminución del poder adquisitivo en la nación más rica de la Tierra, los Estados Unidos, es espantosa. ¡Ahora se requieren unos 5 dólares para comprar lo que en 1900 se compraba con 1 dólar!
Un banquero de Zurich dijo: “La psicología inflacionaria ahora está ampliamente esparcida y profundamente arraigada en toda Europa. Se necesita acción drástica para detener la inflación, aun si tenemos que arriesgar una recesión y un desempleo mayor.”
Es por eso, que, aunque en la actualidad hay lo que algunos llaman un “auge,” o “prosperidad,” mundial, el banquero suizo dijo: “Es un auge tenebroso.” Y U.S. News & World Report señaló: “Hay un temor mórbido ante la posibilidad de que el auge, en el futuro no muy lejano, sea seguido por una ruina.”
¿Por qué la inflación?
¿Por qué persiste esa inflación? La mayor razón se debe a que tanto la gente como las naciones no están viviendo dentro de los límites de sus recursos. Están en un frenesí de ‘conseguir ahora y pagar después.’ Esto ha producido un desbordamiento de pedir dinero prestado que no tiene igual en la historia.
Así es que en sumo grado, la actual “prosperidad” es irreal porque ha sido financiada con dinero prestado. Es como una persona que gana 100 dólares por semana y que además pide prestados otros 100 dólares cada semana. No hay duda que por un tiempo vivirá mejor. Pero algún día tiene que haber un ajuste de cuentas... tiene que comenzar a vivir con lo que gana y pagar la deuda, o declararse en bancarrota.
Pero hoy día, la mayoría de los gobiernos ni siquiera consideran el vivir dentro de los límites de sus ingresos. Los políticos quieren seguir siendo populares, así es que por lo general no toman las medidas necesarias para detener la inflación. Piensan que el seguir pidiendo prestado y gastar para alardear de “prosperidad” es un recurso político. El ánimo parece ser, ‘Que el próximo en el cargo se preocupe.’
Pero los gobiernos no son diferentes a los individuos que no pueden pagar sus deudas: también pueden terminar en bancarrota. Como lo advirtió el Economic Education Bulletin, publicado en los Estados Unidos:
“Un auge estimulado artificialmente por la inflación no es una prosperidad sana. Ha habido varios auges de esa clase en la historia de la Nación, y todos han sido seguidos por depresiones serias. Los administradores del ‘dinero administrado irredimiblemente’ [papel moneda no respaldado por valores como el oro] nunca han podido crear una prosperidad sana y duradera.”
Insolvente
Lo que agrava aun más la situación es la condición financiera de los Estados Unidos, el fundamento del sistema económico del mundo occidental. Ya por muchos años, ha estado gastando en el exterior mucho más dinero del que ha estado ganando. ¿Por qué? El Economic Education Bulletin da las razones:
“Primero, por muchos años el gobierno de los EE. UU. ha desembolsado [gastado] en el exterior más moneda y créditos de los EE. UU. de lo que ha recibido desde el exterior. Por su vasto y demasiado generoso programa de ayuda al extranjero y por grandes gastos militares en otros países, ha colocado estas reclamaciones contra él en manos de gobiernos extranjeros, bancos centrales, e individuos. . . .
“Segundo, los Estados Unidos se han permitido inflación señalada y prolongada . . . por más de tres décadas. . . . También ha resultado en tan señalado aumento en los precios [para los productos estadounidenses] que muchos elaboradores estadounidenses ya no han podido competir en los mercados mundiales.”
El arreglo acordado por las naciones occidentales después de la II Guerra Mundial fue que las deudas internacionales serían pagadas en oro. ¡Pero para 1971, debido a los gastos de los Estados Unidos en ultramar, había aproximadamente seis veces más dólares en las manos de los extranjeros que el oro que los Estados Unidos tenían para pagar! Era igual a una persona que le debe a alguien $6.000 pero solo tiene $1.000 en valores para pagar la deuda, y la deuda continúa aumentando.
Entonces llegó agosto de 1971. En ese tiempo los Estados Unidos abruptamente cerraron su ‘ventana del oro.’ Rehusaron cumplir su promesa de pagar oro por los dólares en billetes que tenían los extranjeros. Pero, ¿qué significa cuando alguien dice que no va a pagar sus deudas del modo que dijo que lo haría? La susodicha publicación muestra su significado:
“El cierre de la ventana del oro constituyó el reconocimiento de que el gobierno de los EE. UU. . . . estaba en quiebra internacional.”
¡Los Estados Unidos se han convertido en el mayor deudor insolvente de la historia del mundo! Y desde 1971 la situación ha empeorado. Para 1973 la deuda exterior de los Estados Unidos era ocho o nueve veces el valor del oro que tenía.
Empeorando el problema
¿Hay alguna posibilidad de que esta tendencia cambie? El redactor de artículos de fondo, Joseph Alsop, declaró:
“Lo que nos amenaza —lo cual ya ha comenzado, en realidad— es una crisis monetaria permanente, lo cual también puede significar una crisis de inflación permanente.
“En tres años, según las perspectivas actuales, nuestros dólares no se parecerán en nada a los dólares de hoy día, aunque ahora un dólar vale muy poco.”
La mayoría de los observadores están de acuerdo. Pero, ¿qué los hace estar tan seguros? Es el hecho de que en muchas partes del mundo hay una ‘crisis de energía.’ Especialmente es cierto esto en los Estados Unidos. En la actualidad este país consume petróleo mucho más rápidamente de lo que lo puede hallar y producir. Y la demanda sube vertiginosamente cada año mientras que sus reservas disminuyen. Como resultado, la nación tiene que importar más y más petróleo de ultramar. Eso significa que tiene que gastar más dólares en otros países.
El redactor Alsop califica a las perspectivas económicas para el futuro inmediato de “espantosas.” Podemos ver por qué examinando unas pocas cifras. En 1970 los Estados Unidos pagaron a otras naciones unos 2 mil millones de dólares por sus importaciones de petróleo. Se esperaba que en 1973 importaran más de 7 mil millones de dólares en petróleo. Se calcula que en 1975 las importaciones de petróleo llegarán a aproximadamente 15 mil millones de dólares. Para 1980 se dice que esa cifra subirá por las nubes a unos 30 mil millones... y mucho más después. ¡Esto sucede mientras la balanza de pagos desde hace mucho ha estado endeudada! Alsop añadió:
“Las cifras también significan una crisis de energía, por supuesto. . . . Sin embargo los inconvenientes para muchos y las grandes pérdidas para unos pocos es meramente una bagatela cuando se compara con la tragedia nacional de un dólar con un valor cada vez menor.”
Por lo tanto, basándose en la evidencia, ¿qué piensa usted? ¿Es probable que el actual sistema económico del mundo solucione sus problemas? ¿Piensa usted que sería seguro esperar eso y cifrar su esperanza en ello?
A las personas razonables les es evidente que el sistema económico tiene graves defectos, que se está desmoronando. De hecho, en su derrotero actual, se dirige al derrumbe. Aunque quizás aparezcan mejoras o alivios temporarios, es evidente que el futuro cercano tiene en reserva enormes cambios.
En realidad, el sistema económico del mundo está edificado sobre un fundamento falso. Las naciones funcionan con enormes deudas, por medio de “gastos deficitarios.” Sus ciudadanos hacen lo mismo, comprando más y más a crédito. Esta construcción sobre una ampliación de crédito cada vez mayor produce un efecto como el del bien conocido “castillo de naipes.” La estructura no tiene verdadera fuerza y cualquier presión que se le añada puede hacer que todo se venga súbitamente abajo.
¿Qué le está pasando a su seguridad personal?
Toda persona quiere sentirse segura, a salvo. Nadie quiere ser víctima de un “asalto,” o que le roben en su hogar. Las mujeres no quieren ser violadas. El deseo de tener vecinos honrados y decentes es universal. Y todo el mundo quiere que mejore la calidad de la vida.
Pero, ¿están las ciudades, los pueblos y las zonas rurales convirtiéndose en lugares más seguros para vivir? ¿Está mejorando la calidad de la vida?
Si usted es un adulto, reflexione acerca del modo en que eran las cosas hace diez, veinte o más años. ¿Considera usted que la vida y la propiedad están más seguras hoy que en aquel entonces? ¿Confía usted más en la gente hoy en día? Cuando contesta a un toque en su puerta por la noche, ¿se siente más seguro ahora?
La mayoría de la gente dice que lo contrario es cierto. Piensan que ahora hay mucho más peligro para la seguridad personal de lo que pueden recordar que jamás haya habido.
Más peligroso
Todas las evidencias de los funcionarios que hacen cumplir la ley concuerdan. Casi todos los países de la Tierra han tenido un alarmante aumento del crimen y la violencia en años recientes. El desafuero ha crecido tanto que se ha convertido en uno de los problemas más serios de nuestro tiempo.
Según informó West Australian, Arnold Toynbee, el respetado historiador británico, ha llegado a la conclusión de que existe “una obvia mengua en la honradez normal, una ausencia de propósito común.” La publicación también declaró: “Él piensa que las naciones surgen o caen en relación a la unidad moral de la familia y al propósito moral del Estado, y él ve en Occidente una mengua de ambos.”
En los mismísimos países que se consideran más “adelantados,” la seguridad está disminuyendo con mayor rapidez. Un oficial de policía canadiense de Hamilton, Ontario, le echó la culpa de la ola de crimen en ese país ‘al derrumbe moral de la sociedad,’ y se refirió al Canadá como “una sociedad enferma.” En Toronto ahora se atrapa a dos veces más gente robando en las tiendas de lo que era el caso hace solo unos pocos años. Sin embargo el Star de Toronto dijo: “Hasta se cree que esto es solo una fracción de la cantidad de clientes y empleados de tiendas que roban.” Un director de seguridad de cuarenta tiendas en esa ciudad declaró: “Hemos atrapado a gente de toda clase... un médico, un abogado y la esposa de un juez.”
En la Gran Bretaña el aumento en los asaltos depravados ha espantado a experimentados funcionarios policíacos. Un detective de Scotland Yard dijo que están
-
-
Causas fundamentales de los problemas económicos¡Despertad! 1974 | 22 de abril
-
-
Causas fundamentales de los problemas económicos
“Todos parecen estar ferozmente determinados a conseguir todo lo que puedan y a dar tan poco como sea posible, a idear escaseces e interrumpir la producción, y hallar sustitutos fáciles para el trabajo honrado y duro. En todas partes hay señales de luchas e inquietud, entre los jóvenes, entre los trabajadores en la fábrica y el campo, y lo más amenazador de todo, entre los que dirigen el Gobierno.”—“The Times of India,” citado por el “Times” de Nueva York, del 16 de agosto de 1973, pág. 10.
-