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IsraelLa Atalaya 1950 | 1 de enero
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Israel
“Paz y misericordia sean sobre todos cuantos siguieren esta regla, y sobre el verdadero Israel de Dios.”—Gál. 6:16, Una Tradu. Amer. (en inglés); Torres Amat.
JEHOVÁ, mediante su ángel, confirió el nombre “Israel” a Jacob, el nieto de Abrahán. “Y le dijo, Tu nombre no se llamará más Jacob, sino Israel: porque como un príncipe tienes poder con Dios y con hombres, y has prevalecido.”a Por esto algunos entienden que el nombre significa “príncipe con Dios”. Otros entienden que significa “contendedor, o luchador, con Dios”, porque Jacob luchó, no contra Dios, sino con Dios por Su bendición.
2 Eso fué mil ochocientos años antes de nuestra era común o la llamada era “cristiana”. Más de tres mil setecientos años más tarde, el 14 de mayo de 1948, nació una república nueva allá en Palestina. La Constitución que se ha propuesto para el nuevo estado político declara, bajo sus “Estipulaciones Generales”: “Artículo 1: El nombre del Estado es ISRAEL. Artículo 2: El Estado de Israel es una república democrática, soberana e independiente.” El estado ya se reconoce por ese nombre.
3 Entre los dos eventos antes citados, o sea como a mediados del primer siglo de la “era cristiana”, uno que había nacido judío natural, y que antes había sido miembro de la secta de los fariseos, escribió a los cristianos judíos y gentiles en la provincia romana de Galacia y dijo: “Paz y misericordia sean sobre todos cuantos siguieren esta regla, y sobre el verdadero Israel de Dios.” (Gál. 6:16, Una Tradu. Amer. [en inglés]; Torres Amat) Apropiadamente, surge la pregunta, ¿Es el Estado de Israel, ahora en el segundo año de su existencia, y son todas las personas por todo el mundo que se adhieren a la religión de dicho estado, el verdadero Israel de Dios aquí mencionado? ¿Les pertenecen a éstos las bendiciones de “paz y misericordia” que el antes citado escritor pidió a Jehová Dios en oración? Las preguntas son de tanta importancia que merecen un examen minucioso a la luz de la Palabra divina, las Sagradas Escrituras. Entonces conoceremos, de la única fuente inspirada de información, lo que hemos de esperar con respecto a “la democracia más joven del mundo”, según se ha llamado.
4 La cuestión delicada de la religión está envuelta en esto. Mas no podemos permitir que la parcialidad ni la preferencia religiosa nos influyan en nuestra decisión. No lo haremos si permitimos que la Palabra imparcial de Dios y los hechos de la situación nos guíen en nuestra decisión. Lo que deseamos conocer es la verdad, sin importar de qué manera nos afecte. El hacerlo así resultará en una bendición para el judío sincero y también para el sincero que no es judío o sea que es gentil. Nos resguardará de considerar el asunto desde el punto de vista de la tal llamada “cristiandad”. Tenemos que concordar con un rabino judío prominente que murió en la ciudad de Nueva York hace unos meses, que dijo: “Durante mil ochocientos años, seguramente durante la mayor parte de ese tiempo, ¡los judíos no han tenido la oportunidad de saber lo que es el cristianismo! ¡La misma ignorancia de los judíos con respecto a Jesús condena no al judío, sino a la cristiandad!” ¿Por qué? Una declaración de The American Hebrew, con fecha del 3 de septiembre de 1948, bien puede contestar por qué: “Hay que tener presentes dos consideraciones. Para los cristianos de todas las denominaciones Jesús es símbolo de todo lo que es puro y sagrado . . . para los judíos es símbolo de crueldad, amargura, persecución, sangre y lágrimas. Esta es la tragedia de las relaciones judías cristianas. Los judíos no odian a Jesús, ¡le temen! Está asociado en sus mentes desde la niñez con algo amenazante; ¡cruzados destrozando a miles de judíos en su nombre! ¡La Inquisición y torturas en su nombre! Acosamientos de herejes y expulsiones; pogromes: divisas amarillas, ‘matadores de Cristo,’ antisemitismos.” El notable historiador y estadista inglés del siglo diecinueve, Tomás B. Macaulay, dijo: “El judío es lo que lo hemos hecho.” Debido a la parte grande que ha desempeñado en hacer al judío lo que él ahora es, ciertamente que la cristiandad no ha seguido el sermón del monte pronunciado por Jesús ni el capítulo trece de 1 Corintios tocante al “Amor” escrito por su apóstol, Pablo de Tarso.
5 Desde que Jerusalén fué destruída la segunda vez en 70 d. de J.C. y su última fortaleza de Masada sobre las orillas del mar Muerto cayó a los romanos en 73 d. de J.C., los judíos naturales han sido desalojados de la tierra de sus antepasados. A ese tiempo, en conformidad con la profecía de Jesús de Nazaret prediciendo la destrucción de Jerusalén, los judíos ‘cayeron a filo de espada y fueron llevados cautivos a todas las naciones, entre tanto que su santa ciudad fué hollada por los gentiles’. (Luc. 21:24) Esto aconteció precisamente como Moisés, también, había profetizado siglos antes: “Seréis arrancados de sobre la tierra adonde vais para poseerla: y te esparcirá Jehová entre todos los pueblos, de un cabo de la tierra hasta el otro cabo de la tierra; y servirás allí a otros dioses que no has conocido, ni tú ni tus padres, dioses de palo y de piedra. Y entre aquellas naciones no tendrás reposo, ni habrá descanso para la planta de tu pie; pues allí te dará Jehová corazón tembloroso, y desfallecimiento de ojos, y languidez de espíritu. Y tu vida estará en tu vista como colgada de un hilo; pues te espantarás de noche y de día y nunca tendrás seguridad de tu vida. Por la mañana dirás: ¡Ojalá que fuera la tarde! y por la tarde dirás: ¡Ojalá que fuera la mañana! por el susto de tu corazón con que te asustarás y a causa de lo que con tus mismos ojos verás.”—Deu. 28:63-67.
6 Es verdad que Moisés y Jesús predijeron tales cosas, pero ese hecho no excusa a la cristiandad ni al paganismo por haber perpetrado los crímenes e injusticias de los cuales han sido culpables hasta el día de hoy en contra del judío perseguido. La predicción de la venida de dichas cosas sobre los judíos dispersados no fué una licencia permitiendo que las organizaciones católicas y protestantes y otros cometieran tales crueldades contra ese pueblo indefenso. Ningún verdadero seguidor e imitador de Jesucristo, lleno del espíritu de Dios, ha participado en dichos crímenes. Los testigos de Jehová condenan y protestan contra tales cosas.
HACIA LA FUNDACIÓN DE UN ESTADO MODERNO
7 Naturalmente, sufriendo tales adversidades, el judío ha anhelado un lugar donde pudiera residir bajo su propio gobierno y estar libre de la persecución y opresión gentiles. Ha recordado el gobierno libre e independiente de que gozaron sus antepasados en la tierra de Palestina, y su corazón piadoso ha tornado en esa dirección. Así es que se hicieron esfuerzos para establecer colonias judías en esa tierra.
8 Este esfuerzo para colonizar fué acelerado por la organización del sionismo bajo la guía de Theodor Herzl, director de The Jewish State (El Estado Judío), en 1897. En el primer Congreso Sionista, celebrado en Basilea, Suiza, ese año, se declaró: “El Sionismo tiene como mira crear un hogar en Palestina para el pueblo judío que sea resguardado públicamente y legalmente asegurado. Con el fin de lograr dicho objetivo, el congreso adopta los medios siguientes: (1) La promoción de la colonización en Palestina. . . . (4) La obtención de las sanciones gubernamentales que sean necesarias para el logro de los objetivos del Sionismo.” En 1914 estalló la Guerra Mundial I. El científico judío, Dr. Chaim Weizmann, rindió ayuda de valor a la causa británica y aliada en su prosecución militar de la guerra a una victoria aliada sobre los poderes teutónicos, incluyendo a Turquía. Su ayuda recibió reconocimiento, y el 2 de noviembre de 1917, cuando la captura de Jerusalén por las fuerzas británicas era inminente y la liberación de Palestina de los turcos se acercaba, el gobierno británico publicó la Declaración Balfour que el Gobierno de Su Majestad aprobaba el establecimiento de un Hogar Nacional Judío en Palestina. El 24 de julio de 1922 el Consejo de la Sociedad de las Naciones, considerando que Palestina necesitaba un gobierno responsable sobre ella, nombró a la Gran Bretaña como el poder mandatario para administrar a Palestina hasta el 14 de mayo de 1948. Este mandato, por supuesto, no le dió a la Gran Bretaña posesión de Palestina para que la entregara al árabe, al judío o a cualquier otro, al fin del mandato.
9 La Guerra Mundial II retardó la inmigración de judíos a esa tierra, pero los esfuerzos de inmigración se reanudaron al fin de esa lucha, en la cual muchos jóvenes judíos participaron y aprendieron las artes de la guerra moderna. Cuando las Naciones Unidas se organizaron en 1945 para tomar el lugar de la Sociedad de las Naciones que había muerto, éstas continuaron reconociendo el mandato británico sobre Palestina. Así sucedió que al fin del mandato británico en 1948 había una población considerable de judíos en ciertas partes del territorio, bien atrincherados y decididos a luchar con armas carnales para mantener su posición en el territorio. Cuando los británicos notificaron que se retirarían al fin del mandato sin dar a los judíos semejanza alguna de protección contra sus enemigos, los judíos de mente nacionalista decidieron establecer su propio estado político y declarar su independencia. Lo hicieron, y el viernes, 14 de mayo de 1948, a las 16 horas, tiempo de Palestina, David ben-Gurion, presidente del Consejo Nacional y el primer primer ministro del nuevo estado, declaró el Estado de Israel durante una ceremonia sencilla pero solemne que se celebró en el Museo de Artes en Tel Aviv, la capital provisional. En la proclamación del nuevo estado su gobierno se dirigió a las Naciones Unidas pidiéndoles que “ayudaran al pueblo judío en la edificación de su estado y admitieran a Israel en la familia de naciones”.
10 Llegó el sábado judío a las 18 horas, y a la media noche, o, más específicamente, a las 12:01 a.m. el sábado, 15 de mayo de 1948, el mandato británico sobre Palestina caducó. Los enemigos de Palestina comenzaron su ataque inmediatamente. Después de una batalla que duró once días la guarnición israelita en la antigua ciudad de Jerusalén se rindió a las tropas de la Legión árabe de la Transjordania el 28 de mayo, y de esta manera la antigua y estropeada ciudad fué limpiada de todos los judíos. A pesar de esta pérdida, el pequeño estado judío sorprendió al mundo luchando denodadamente contra un enemigo cincuenta veces su tamaño, haciéndole retroceder y extendiendo su propio territorio. Al parecer de muchos se demostró digno de existir como una nación, consiguiendo reconocimiento internacional, hasta de sus enemigos. De esta suerte sobrevivió para celebrar su primer aniversario el día 14 del mayo pasado. En seguida de una elección nacional celebrada en enero, se formó la primera Asamblea el 14 de febrero de 1949 para formular una constitución, y el 17 de febrero en la nueva ciudad de Jerusalén el Dr. Chaim Weizmann, hasta entonces el presidente provisional, fué elegido el primer presidente de Israel, pero sólo después de una sesión larga y turbulenta de la Asamblea Constituyente. Se adoptó también una constitución interina. La inmigración judía continúa de todas partes del mundo, contándose en decenas de miles cada mes.
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“El verdadero Israel de Dios”La Atalaya 1950 | 1 de enero
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“El verdadero Israel de Dios”
1, 2. ¿A quién atribuyen muchos el establecimiento del Estado de Israel?
LOS sucesos mundiales desde 1914 d. de J.C. tienen mucha significancia. Por esto, ¿significan los desarrollos políticos de los judíos que se describen más arriba que ellos son el “verdadero Israel de Dios”? ¿Fué su reocupación de una parte de Palestina y el establecimiento del Estado de Israel una prueba de ello de parte de Jehová Dios? Veremos.
2 La fe de los judíos ortodoxos se resume en un credo que dice, entre otras cosas: “Creo con una fe perfecta y verdadera (1) que Dios es el creador, gobernador y hacedor de todas las criaturas, y que él ha hecho todas las cosas; . . . (12) que el Mesías todavía ha de venir; y, aunque retarde su venida ‘yo le esperaré hasta que venga’; (13) que los muertos serán restaurados a la vida cuando le parezca bien a Dios, el Creador, cuyo nombre sea bendito y su memoria celebrada sin fin. Amén.” A este Dios los judíos ortodoxos querrán atribuir los éxitos recientes que han tenido en este mundo. Muchos religiosos de la cristiandad concordarán en ello y dirán: ‘¡Esto es de Dios!’ Sobre este punto un Manifiesto, publicado por ocho predicadores prominentes de Inglaterra en la última parte del año de guerra de 1917, dijo: “Primero. Que la presente crisis señala el final de los Tiempos de los Gentiles. . . . Cuarto. Que Israel será restaurado a su propia tierra aun sin fe, pero que más tarde será convertido a causa de la aparición de Cristo [el Mesías] en provecho de ellos.”a Pero muchos judíos en América y otras partes de la tierra están estrechamente ligados a los países en que viven. Se declaran ser judíos únicamente en cuanto a religión, y ellos tendrán diversas opiniones en cuanto a si el Dios Todopoderoso favoreció la edificación política de Israel. Por esto estamos obligados a considerar las profecías y los principios de la Palabra de Jehová Dios al examinar ahora los hechos.
3, 4. ¿Qué profecía se aplica al recogimiento de los judíos a Palestina?
3 Hay muchas profecías en las antiguas Escrituras hebreas que prometieron el regreso de los israelitas a su tierra patria después que ésta permaneciera desolada por un período y ellos estuvieran desterrados en un país extraño. Estas a menudo se citan y se aplican a los judíos naturales de hoy y a la tierra literal de Palestina allá en el Levante. Por ejemplo, las citas que siguen son las favoritas que se interpretan como significando que, antes que venga el Mesías y se establezca el reino de Dios, los judíos naturales serán congregados otra vez en Palestina aunque todavía en incredulidad con respecto al verdadero Mesías o Cristo:
4 “Al modo que el pastor busca su rebaño, en el día que está en medio de sus ovejas descarriadas, así buscaré yo mis ovejas, y las recogeré de todos los lugares por donde fueron dispersadas en el día de neblina y de densas tinieblas; pues yo las sacaré de entre los pueblos, y las recogeré de entre las tierras, y las traeré a su propia tierra; y las pastorearé sobre las serranías de Israel, junto a los arroyos, y en todos los lugares habitados del país. En medio de pastos buenos las pastorearé, y sobre las elevadas serranías de Israel estará su pasturaje; allí yacerán en medio de buen pasturaje; y en medio de suculentos pastos, pacerán sobre las serranías de Israel. Yo mismo pastorearé mis ovejas, y las haré yacer tranquilas, dice Jehová el Señor.” “Y levantaré sobre ellas un solo Pastor, para que él las pastoree, es a saber, mi siervo David; él las apacentará, y será su Pastor. Y yo, Jehová, seré el Dios de ellas, y mi siervo David será el Príncipe en medio de ellas: yo Jehová lo he dicho.” “Y yo levantaré para ellas una Planta de renombre; y no serán más destruídas por hambre en la tierra, ni llevarán más la afrenta de las naciones. Y conocerán que yo, Jehová su Dios, estoy con ellos, y que ellos, la casa de Israel, son mi pueblo, dice Jehová el Señor. Y vosotras, ovejas mías, las ovejas de mi dehesa, hombres sois, y yo soy el Dios vuestro, dice Jehová el Señor.”—Eze. 34:12-15, 23, 24, 29-31.
5, 6. ¿Qué profecía se aplica a la reedificación de Palestina por los judíos?
5 Varios religiosos también aplican la siguiente profecía a la reedificación de Palestina y su ocupación por los judíos naturales:
6 “Así dice Jehová el Señor a las montañas, y a los collados, a las cañadas, y a los valles, a las ruinas, y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser la presa y el ludibrio del residuo de las naciones que están alrededor; . . . las naciones que están alrededor de vosotras llevarán su oprobio; mas vosotras, ¡oh serranías de Israel! brotad vuestros pimpollos y llevad vuestro fruto, para mi pueblo Israel, porque cercanos están a volver. Porque he aquí que estoy yo por vosotras, y vuelvo mi rostro hacia vosotras, y seréis labradas y sembradas. Y haré abundar hombres sobre vosotras, es decir, toda la casa de Israel, toda ella, los cuales se volverán a las ciudades, y las ruinas serán reedificadas.” “Así dice Jehová el Señor: No por vuestra causa voy a hacer esto, oh casa de Israel, sino por mi santo Nombre que vosotros habéis profanado entre las naciones adonde habéis ido. Y santificaré mi gran Nombre que ha sido profanado entre las naciones, el cual vosotros habéis profanado en medio de ellas; y conocerán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando yo fuere santificado en vosotros delante de su vista. Pues yo os tomaré de entre las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestra propia tierra.” “Así dice Jehová el Señor: Aun tengo de ser rogado acerca de esto por la casa de Israel, para que haga esto a favor de ellos: les aumentaré los hombres a manera de rebaño como el rebaño de animales consagrados, como el rebaño de Jerusalem, en sus fiestas solemnes, así seréis vosotros: las ciudades desiertas estarán llenas de rebaños de hombres; y conoceréis que yo soy Jehová.”—Eze. 36:4, 7-10, 22-24, 37, 38.
7. ¿Cuándo se cumplieron esas profecías sobre el Israel natural?
7 Las antes citadas profecías y otras parecidas tuvieron su cumplimiento una vez hace mucho sobre el Israel natural, o “Israel según la carne”. Esas profecías fueron declaradas antes de los setenta años de desolación de Jerusalén y la tierra de Judá, desde 607 a. de J.C. hasta 537 a. de J.C. De modo que fueron cumplidas, aunque en miniatura, sobre el Israel natural cuando Jehová Dios hizo que el poderoso imperio de Babilonia fuera derrocado y luego hizo que el rey Ciro conquistador persa permitiera el regreso de un resto fiel de judíos a Palestina para reedificar el templo de Jehová en Jerusalén. De manera que esas profecías no han pasado sin tener un cumplimiento literal sobre el antiguo pueblo escogido, la simiente natural de Abrahán. Pero el establecimiento presente del estado político de Israel no se puede armonizar con la profecía sagrada. No puede probarse que es el segundo y último cumplimiento de la restauración del pueblo de Dios. Seamos suficientemente valientes y honrados para enfrentarnos con los hechos concernientes a Israel según la carne y admitirlos.
8. ¿Qué petición acerca del juicio de Cristo se ha presentado?
8 En esta conexión citamos un despacho del International News Service (INS) fechado Jerusalén, 28 de enero de 1949. Dice así:
“El Ministerio de Justicia israelita hoy estudió una petición pidiendo que el juicio de Jesucristo de hace casi 2,000 años sea revisado por la alta corte de justicia de Israel. La petición, presentada por un ciudadano holandés que no se nombró, declaró que la corte tiene la ‘obligación moral’ de revisar el ‘maljuicio’, y ‘exonerar’ a Cristo de los cargos que resultaron en su crucifixión. La petición añadió que el presente gobierno de Israel, descendido del estado judío de hace 2,000 años, tiene la debida ‘jurisdicción’ para revisar la causa. Fuentes gubernamentales dijeron que la petición será considerada desde el nivel de un ministerio alto antes de decidirlo. La petición cuidadosamente documentada, constando de más de 30 páginas, se basa sobre argumentos legales y formales. Sostiene que el Sinedrio de 71 jueces que condenó a Cristo no estaba debidamente capacitado y duda de la jurisdicción de Poncio Pilato. Se le pidió a la Corte Suprema de Israel, que recibió la petición de Holanda por correo certificado, que no revelara la identidad del apelante hasta que se fijara la fecha para la audiencia. El peticionario dice tener en su posesión documentos para apoyar lo que él sostiene. Círculos legales en Tel Aviv creen que el peticionario es un jurista afamado.”
UNA NUEVA NACIÓN ESCOGIDA
9. ¿Qué es lo que salvó a Israel para que todos no fueran rechazados como nación?
9 Qué más se ha hecho acerca de dicha petición todavía no se ha mencionado, pero unos cuantos días antes que Jesús de Nazaret fué empalado en el madero él dijo a los judíos en Jerusalén: “¡He aquí, vuestra casa os es dejada desierta!” Más tarde ese mismo día él predijo que su casa de adoración (el templo de Herodes) así como la ciudad de Jerusalén serían destruídas y que ellos serían dispersados entre todas las naciones. Este Jesús se establece como verdadero profeta de Jehová mediante el cumplimiento fiel de sus palabras al tiempo de la destrucción de Jerusalén por las legiones romanas en 70 d. de J.C. La dispersión de los judíos desde ese tiempo prueba que Jehová Dios los ha rechazado para que no sean pueblo de él como nación. Si no hubiera sido por un resto fiel de judíos naturales, todos ellos habrían sido rechazados. Pero este fiel resto aceptó a Jesús de Nazaret como el Mesías, un descendiente natural del rey David y como el Heredero legal del pacto davídico para el Reino. El día del Pentecostés después de su muerte y resurrección del sepulcro este resto de judíos creyentes fué bautizado con el espíritu santo de Dios desde el cielo, en cumplimiento de la profecía de Joel 2:28, 29. En esa ocasión el apóstol judío devoto, Simón Pedro, declaró que Jehová Dios había confirmado a Jesús como el Mesías o Cristo levantándole de entre los muertos y exaltándole a su propia diestra en el cielo, de este modo haciendo a Jesucristo más alto que el rey David haciéndole el Señor de David y así cumpliendo el Salmo 110:1.
10, 11. ¿Qué nación nueva estableció Dios, justificando a sus miembros?
10 Allí, según se registra en Hechos 2:1-42, Dios estableció una nueva nación escogida, un nuevo Israel, un Israel según el espíritu. Los judíos naturales que hoy se han juntado en Palestina bajo la tal llamada “estrella de David” ostentan ser descendientes naturales de Abrahán. Sostienen, por lo tanto que debido a sus conexiones carnales ellos son la “simiente de Abraham”. Pero la descendencia carnal no prueba que un pueblo es la simiente de Abrahán ni lo establece como tal. Esto se hace teniendo la fe de Abrahán, fe mediante la cual se adquiere la justicia para con Dios. Los judíos naturales congregados en Palestina pueden mostrar la circuncisión de su carne. Mas Jehová Dios dijo a aquellos que formarían su pueblo verdadero que debían circuncidar sus corazones. Esta circuncisión del corazón es lo que prueba que una persona es judío verdadero a los ojos de Dios.—Deu. 10:16; 30:6; Jer. 4:4.
11 A Abrahán se le imputó la justicia antes que él fuera circuncidado en la carne. De igual modo una persona creyente y fiel puede ser justificada a la vista de Dios sin ser circuncidada en la carne. Debido a que tiene fe como la de Abrahán, tal creyente incircunciso puede ser un verdadero hijo de Abrahán según el espíritu. Por esto Pablo el escritor cristiano judío dice a los seguidores de Jesús: “Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es circuncisión la que lo es exteriormente en la carne: mas es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión, del corazón es, en el espíritu no en la letra; cuya alabanza no es de parte de los hombres sino de Dios.”—Rom. 2:28, 29; 4:3-12.
12, 13. ¿Cómo llegaron a ser parte de ella los gentiles, aunque incircuncidados?
12 Así pues sucedió que, cuando sólo un resto de los judíos naturales reconoció el cumplimiento de las profecías en Jesucristo y le aceptó como el Mesías de Jehová, las buenas nuevas de salvación se llevaron a los gentiles incircuncisos para ofrecerles la oportunidad de mostrar una fe en Dios como la de Abrahán y llegar a ser hijos de Abrahán. Muchos creyeron a Jehová y aceptaron a su Mesías, el resucitado Jesús a la diestra de Dios. Los que lo hicieron fueron justificados por causa de su fe y fueron ungidos con el espíritu de Dios como hijos espirituales de él. De este modo llegaron a ser parte de la nueva nación de Dios, su Israel según el espíritu. Estos gentiles creyentes eran judíos o judeos interiormente y se agarraron firmemente del Mesías de la tribu de Judá. Alabaron a Jehová Dios, porque el nombre Judá significa “alabanza”, es decir, alabanza a Jehová.—Gén. 29:35.
13 Que estos creyentes de Jesús que son tomados tanto de los judíos naturales como de los gentiles incircuncisos forman el verdadero Israel a quien Jehová ahora acepta y usa, el mismo escritor cristiano judío demuestra. Él dice: “Pues, ¡ni siquiera los mismos que se dejan circuncidar guardan la Ley! Pero quieren que ustedes se dejen circuncidar ¡para gloriarse de ese hecho físico acerca de ustedes! Mas yo no quiero gloriarme de nada, sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo, sobre la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo. Porque ni la circuncisión ni la falta de circuncisión es de importancia alguna, sino únicamente la nueva creación. Paz y misericordia sean sobre todos cuantos siguieren esta regla, y sobre el verdadero Israel de Dios.”—Gál. 6:13-16, Una Tradu. Amer. (en inglés); Torres Amat.
14, 15. ¿Con cuál Israel trata Dios, para bendecir a todas las naciones?
14 Este verdadero Israel de Dios junto con Jesucristo forma la simiente o prole de Abrahán, en quien todas las familias y naciones de la tierra han de ser bendecidas. En esta misma carta este escritor cristiano judío dice: “Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar a los gentiles por la fe, predicó de antemano el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán bendecidas todas las naciones. Así que los que son de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. A Abraham pues fueron dadas las promesas, y a su simiente. No dice Dios: A simientes, como si hablase de muchos [simientes], sino hablando de uno solo: A tu simiente; la cual es Cristo. En él no hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra; porque todos vosotros sois uno mismo en Cristo Jesús. Y si sois de Cristo, entonces sois simiente de Abraham, y herederos según la promesa.”—Gál. 3:8, 9, 16, 28, 29.
15 A la luz de dicha declaración se ve que hoy día Dios no está tratando con dos Israeles, un Israel espiritual y un Israel carnal. Él está tratando con el único “verdadero Israel de Dios”, la simiente espiritual de Abrahán. Es con este verdadero Israel, particularmente con el resto de él que hoy vive sobre la tierra, que las promesas de Jehová concernientes a la restauración de su pueblo tienen su cumplimiento mayor y cabal.
EL CARNAL NO ESTÁ CUMPLIENDO LA PROFECÍA
16. ¿De qué modo no se asemejan los hechos modernos al cumplimiento antiguo en cuanto a Ciro?
16 La misma Biblia manifiesta que las profecías concernientes a la restauración a su propia tierra tuvieron un cumplimiento literal con el Israel carnal en el siglo seis a. de J.C. Las circunstancias teniendo que ver con esa restauración antigua prefiguran e ilustran cómo acontece el cumplimiento cabal y final de la profecía en nuestro día tan importante. Y ahora, ¿puede decirse que las circunstancias y los desarrollos teniendo que ver con la colonización judía de Palestina y el establecimiento de la república de Israel son idénticos a aquéllos del cumplimiento en miniatura de las profecías que ocurrió hace mucho? ¡No! En aquel entonces el Todopoderoso Dios derrocó el opresor de Israel, la inicua Babilonia, y alzó a Ciro para que promoviera el regreso de los israelitas a la tierra de Judá para reedificar el templo. Pero el Imperio británico, que ejerció el mandato sobre Palestina, no ha resultado ser un Ciro moderno para con los judíos naturales. Los mismos judíos sionistas se han quejado por largo tiempo y en alta voz que Inglaterra no obró en conformidad con su propia Declaración Balfour, y no animó de ninguna manera la creación de un estado judío independiente en Palestina. Por primera vez el 29 de enero de 1949, o sea ocho meses después del establecimiento del estado de Israel, Inglaterra concedió reconocimiento de hecho, llegando a ser, de este modo, no la primera, sino la trigésima tercera en reconocer al nuevo estado.
17. ¿De qué modo no se asemejan los hechos al cumplimiento antiguo en cuanto a desolación?
17 Cuando el resto judío regresó de Babilonia a Jerusalén en 537 a. de J.C. para reedificar el templo de adoración a Jehová, la ciudad y su región habían estado desoladas por setenta años, sin habitante humano ni bestia doméstica. El poder milagroso de Jehová mantuvo a las cosas en ese estado, y el fiel resto entró en una tierra inhabitada. (Jer. 33:10, 12; 32:43; 26:9) Pero, ¿fué así cuando los judíos comenzaron a empujar el trabajo de colonización en el siglo diecinueve, y particularmente después que la Sociedad de las Naciones confirmó el mandato de Palestina en 1922? ¡No! Ya se encontraba en el sitio de la antigua Jerusalén una ciudad contando con siglos de edad, con una mezquita mahometana en el sitio donde antes había estado el templo. La tierra ya estaba ocupada, por los árabes, no densamente en algunos lugares, es verdad, pero ocupada de todos modos. Los judíos tuvieron que comprar de los árabes mucha de la tierra que iban a colonizar. Lo que han logrado agregar desde el 14 de mayo de 1948 lo han hecho mediante la fuerza de armas carnales en guerra sangrienta, y centenares de miles de habitantes de esa tierra se hallaron obligados a huir y convertirse en refugiados en las tierras vecinas de la Legión árabe. ¿Dónde se asemeja todo esto a las profecías y al modelo histórico que nos ha suministrado el cumplimiento literal de la profecía en miniatura en los días de Ciro, rey de Persia?
18, 19. ¿De qué modo no se asemeja la incredulidad judía al cumplimiento antiguo?
18 Como se indica por el Manifiesto de los predicadores protestantes que se mencionó más arriba (página 5 § 2), ciertos religiosos de la cristiandad sostienen que los judíos carnales serían restaurados a Palestina sin fe y que entonces vendría la manifestación de Jesucristo como su Mesías, y que debido a esto los judíos serían convertidos en conjunto a él, y él haría de ellos la nación principal de la tierra. Pero dichas interpretaciones privadas de la profecía no están en conformidad con las profecías ni con el modelo que se estableció por el cumplimiento de ellas en miniatura. Cuando el rey Ciro libró a los judíos de Babilonia, el resto de unos 50,000 que ofreció regresar en masa a Jerusalén no regresó sin fe. Ellos abandonaron a Babilonia para ir a una tierra desolada con ciudades arruinadas, ¿por qué? Porque tenían fe en Jehová y estaban dedicados a su adoración en obediencia a sus mandatos. No, ellos no volvieron allá sin fe o en incredulidad; volvieron para edificar el templo de su Dios Jehová y para restaurar su adoración en el lugar donde él había escogido poner su nombre. Poco después de llegar al sitio del templo edificaron un altar a él y comenzaron a ofrecerle sacrificios por manos de los legítimos sacerdotes de la familia de Aarón. Siete meses más tarde, después que hubo pasado el invierno, comenzaron a poner los cimientos del templo.—Esd. 1:1-8; 3:1-13.
19 Mas los judíos carnales que hoy regresan a Palestina no van allá para reedificar el templo a Jehová ni para revivir Su adoración según la Ley, los Profetas y los Salmos. Van allá con su religión tradicional según se encuentra en el Talmud judío que invalida las leyes y los mandamientos de Dios. De manen que no toman su posición en esa tierra para engrandecer el nombre de Jehová ni para reasumir su adoración libre de las tradiciones babilónicas de los padres religiosos. La Mezquita Mahometana de Omar situada en el sitio del templo antiguo impide la reconstrucción por ellos de una casa nacional de adoración allí. Bien poco les serviría reconstruir una, ya que ellos no tienen un sacerdocio certificado, ni tienen un descendiente certificado de la línea real de David, habiéndose destruído todos los registros genealógicos de los sacerdotes aarónicos y de los descendientes del rey David en la calamidad nacional de 70 d. de J.C.
20. ¿Por qué no pueden cumplir la profecía los judíos en cuanto al templo?
20 No tienen fe en Jesucristo ni creen que es el sacerdote verificado de Jehová, “sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec,” y que Él es quien edificará el templo: “Así dice Jehová de los Ejércitos: ¡Mirad al hombre cuyo nombre es El Vástago! y él de su propio tronco brotará; y edificará el Templo de Jehová. Sí, edificará el Templo de Jehová, y llevará sobre sí la gloria; y se sentará y reinará sobre su trono, siendo Sacerdote sobre su trono.” (Sal. 110:4; Zac. 6:12, 13) El templo que este Rey-Sacerdote edifica es un “templo espiritual”, no hecho de madera y piedras materiales, sino de “piedras vivas”, los miembros del “verdadero Israel de Dios”. (1 Ped. 2:4-10) Por esta poderosa razón los judíos naturales que hoy están en Jerusalén nunca podrían ajustarse al cumplimiento en miniatura para así efectuar el cumplimiento mayor y final de las profecías. Además, Jesús en una ocasión dijo a la mujer al lado del pozo cerca del monte Gerizim: “Mujer, créeme que viene tiempo cuando ni en este monte, ni tampoco en Jerusalem, adoraréis al Padre. Tiempo empero viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre a los tales busca como adoradores suyos.”—Juan 4:21, 23.
21, 22. ¿Por qué no serán convertidos a Jesús en masa por una señal?
21 No obstante, alguien podrá argüir, ¿no podrían congregarse como en efecto lo están haciendo, en incredulidad, y luego cuando aparece Jesús otra vez como el Mesías ser convertidos a él como una nación? Las palabras y la acción de Jesús cuando estuvo sobre la tierra hace diecinueve siglos se oponen a la idea de que los judíos congregados de nuevo en Palestina recibirán de él una señal especial desde el cielo para convertirlos a él como el Mesías. El hecho de que precisen dicha señal sólo prueba que son la misma clase de generación que sus antepasados del día de Jesús. Cuando los fariseos junto con los saduceos quisieron probarle pidiéndole una señal desde el cielo para probar que era el Mesías, Jesús rehusó y dijo: “Una generación mala y adúltera busca solícitamente una señal; y no le será dada señal alguna, sino la señal de Jonás.” Esa “señal de Jonás” se realizó hace mucho. No será repetida por Jesús. ¿Qué fue? Su resurrección de entre los muertos: “Porque de la manera que Jonás estuvo en el vientre del gran pez por tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra.”—Mat. 16:1-4 y 12:38-40.
22 Ahora, desde el fin de los “tiempos de los gentiles” en 1914 d. de J.C., ha aparecido la “señal del Hijo del hombre en el cielo”, pero ha sido para beneficio, no de una sola nación terrestre, sino de todas las naciones, judía y gentiles. Esa “señal” es el nacimiento del reino de Dios con su Mesías sobre su trono celestial. (Mat. 24:30; Apo. 12:1-5) Se ha testificado a este hecho mundialmente, pero la mayoría de los judíos naturales así como de los gentiles sigue ignorando el testimonio mundial dado concerniente a la “señal” por los testigos de Jehová. Ahora es el tiempo para la conversión. Cuando este testimonio del Reino se haya predicado a todas las naciones, judía y gentiles, entonces llegará el tiempo para la revelación del poder del Rey mediante la guerra universal del Armagedón y será demasiado tarde para la conversión, sea por individuos o por naciones. Ese será el “día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, que dará a cada uno según sus obras. Tribulación y angustia sobre todo el que hace el mal, primero sobre el judío, luego sobre el gentil”.—Rom. 2:5, 6, 9, Nácar-Colunga; Apo. 16:14-16; 2 Tes. 1:7.
23. ¿Cómo no llenan los requisitos de Dios la estructura y la ley del estado?
23 Cada uno de los desarrollos en conexión con la recién nacida república de Israel prueba que no fué establecida por Dios ni con su ayuda, ni será aceptada por él como su nación principal en el nuevo mundo venidero de justicia. Cuando Jehová Dios primeramente estableció a los israelitas en la Tierra Prometida mil quinientos años antes de Cristo, él los organizó como una Teocracia de acuerdo con la ley de Moisés. Cuando el fiel resto creyente regresó de Babilonia en el sexto siglo a. de J.C. también organizó su nación de acuerdo con la ley teocrática. No es así con los sionistas políticos de hoy día, llenos de miras políticas. Tratan de copiar a las naciones gentiles de este mundo, como lo hicieron sus antepasados en los días del profeta Samuel cuando demandaron de él un rey humano visible, porque estaban descontentos con tener a Jehová como su verdadero Rey invisible. De modo que ahora se organizan al estilo del mundo y se forman en una democracia. Precisamente hasta qué punto admitir ciertas partes y detalles de la ley teocrática de Jehová mediante Moisés en la ley del Estado de Israel ha llegado a ser para ellos un problema penoso y dificultoso. El gobierno admite en su composición a izquierdistas y anticlericales, y el Talmud de tradiciones religiosas antibíblicas recibe más reconocimiento que la Palabra pura y la ley de Jehová. Sí, al tratar de hacerse parte de la familia moderna de naciones políticas la nueva nación tiene que entrar en compromisos.
BAJANDO A EGIPTO POR SOCORRO
24, 25. ¿Por quiénes es reconocido Israel? ¿Por qué no en armonía con Dios?
24 ¿Reconocimiento? Sí, Israel tiene mucho reconocimiento de los políticos procuradores de votos y de las naciones de este mundo. ¡Pero no de parte de Jehová Dios y su Mesías! La aprobación extensa de parte de las religiones y naciones de este mundo no constituye evidencia de aprobación divina. La regla de Dios, declarada a los infieles por Santiago, el escritor cristiano judío, dice: “¡Almas adúlteras! ¿no sabéis acaso que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Aquel pues que quisiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios.” (Sant. 4:4) Note usted cómo este mundo ha hecho ofertas de amistad a Israel y qué gusto tuvo Israel en recibirlas.
25 El primero que reconoció a la república de Israel fué el presidente Truman de los Estados Unidos, sorprendiendo al mundo político debido a la prontitud con que lo hizo. ¿Cómo aconteció esto y debido a qué influencia? Ciertamente que no se debió a la influencia de Jehová el Dios del antiguo Israel. El domingo siguiente, 16 de mayo de 1948, el comentarista de fama nacional, Drew Pearson, hablando por radio desde Wáshington, D.C., por una red nacional, descubrió los siguientes hechos:
26-28. ¿Cómo se apresuró el reconocimiento de los Estados Unidos de Israel?
26 Apenas se proclamó el nuevo estado judío en Tel Aviv cuando los guías del partido político democrático de los Estados Unidos de la América del Norte entraron en acción, tales como el senador J. Howard McGrath, de Rhode-Island, presidente del Comité Nacional Democrático, “jefe” Edward J. Flynn del Bronx, Nueva York, y Frank Hague, entonces en su trigésimo segundo y último año como el alcalde de Jersey-City, Nueva Jersey. Todos estos hombres son adherentes religiosos del Vaticano. Estos y otros de su partido inmediatamente se comunicaron con Truman por telégrafo o teléfono, instándole a que reconociera al Estado de Israel. Truman le debía algo a Flynn y Hague. En la convención para nombrar el candidato presidencial del partido democrático en 1944 en Chicago, Illinois, Flynn y Hague se juntaron con otros dos católicos romanos, Robert E. Hannegan, entonces presidente nacional del partido democrático, y Edward J. Kelly, alcalde de Chicago. Para impedir que el partido nombrara a Jas. F. Byrnes o al vicepresidente Henry A. Wallace a la siguiente vicepresidencia, los cuatro potentados políticos antes mencionados se juntaron e hicieron arreglos para lograr el nombramiento victorioso del entonces senador Truman para el puesto de vicepresidente de los Estados Unidos. Roosevelt y Truman salieron victoriosos en las elecciones nacionales, y cuando falleció Roosevelt en 1945 Truman le sucedió a la presidencia.
27 1948 fué el año de elecciones presidenciales. De modo que, cuando McGrath, Flynn y Hague le instaron a Truman para que reconociera a Israel, Truman tuvo que considerar, no el voto judío, sino el voto católico romano mediante el cual esperaba ganar y mediante el cual ganó la reelección a la presidencia el siguiente otoño. Los políticos católicos que le instaron a tomar ese paso tenían presentes los intereses del Vaticano en Palestina, particularmente los tal llamados “lugares santos” y las instituciones educacionales. Además, el Vaticano estaba envuelto en una guerra contra el comunismo, y era menester ganarle a la Rusia soviética en reconocer a Israel, ya casi su vecino de la puerta siguiente.
28 Pero Israel todavía no había solicitado reconocimiento de los Estados Unidos. De modo que, para apresurar el procedimiento, la Casa Blanca en Wáshington se comunicó con C. David Ginsburg, quien está relacionado con la Agencia judía, y le pidió que presentara una solicitud por reconocimiento. El así lo hizo. Entonces el presidente Truman hizo el siguiente anuncio: “Este Gobierno ha sido informado que un Estado judío se ha proclamado en Palestina y se ha solicitado reconocimiento por el gobierno provisional de ése. Los Estados Unidos reconocen el gobierno provisional como la autoridad de hecho del nuevo estado de Israel.”
29. ¿Cuál fué la actitud tomada por Israel con respecto a los reconocimientos de las naciones?
29 Porque Truman de esta manera se adelantó a ellos, los rusos crujieron los dientes y lanzaron acusaciones amargas; y luego, para ir más allá que los Estados Unidos en su reconocimiento, la Rusia soviética mediante una nota de su ministro de relaciones exteriores Molotov concedió a Israel reconocimiento, no de hecho, sino de derecho. Preguntamos, ¿estuvo la mano limpia de Jehová Dios en todo esto? Pero Israel se sintió lisonjeada porque recibió reconocimiento de más de treinta naciones en el curso de meses e Israel sintió que su posición en este mundo fué grandemente reforzada. Aceptó y confió en la amistad de este mundo, lo cual constituye enemistad adúltera a los ojos de Dios.
30. Desde su principio, ¿qué consejos acerca de pactos pasó por alto Israel?
30 En esto ¿imitó Israel al fiel resto pequeño que regresó a Jerusalén en 537 a. de J.C. y que puso su confianza en Jehová? Israel debe ser juzgada de acuerdo con lo que ha hecho a la luz de los mandamientos de Dios. Mediante Moisés, en Deuteronomio 7:2, Jehová dijo concerniente a pactos con las naciones gentiles: “Cuando Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti y tú las hubieres herido, las destruirás del todo; no harás con ellas pacto alguno.” Mediante su ángel él les recordó de esto, diciendo: “No quebrantaré mi pacto con vosotros. Mas vosotros, de vuestra parte, no habéis de celebrar pacto con los habitantes de esta tierra; antes derribaréis sus altares.” (Jue. 2:1, 2) El Egipto antiguo fué una poderosa potestad militar y comercial, pero Jehová amonestó a Israel que no buscara ayuda de esa potestad mundial contra sus enemigos. Manifestando desaprobación de los que solicitan ayuda de este viejo mundo, él dijo a los israelitas: “¡Ay de los que bajan a Egipto por socorro, y se apoyan en caballos; y ponen su confianza en carros de guerra, porque son muchos, y en caballería, por ser muy fuerte; pero no miran al Santo de Israel, ni acuden a Jehová!” (Isa. 31:1; 30:1, 2) Pero el Israel moderno ha pasado por alto estos consejos divinos. La misma tarde que se proclamó el nuevo estado su gobierno apeló a las Naciones Unidas para que “ayudara al pueblo judío en la edificación de su estado y admitiera a Israel en la familia de naciones”. El domingo siguiente, mayo 16 de 1948, apeló a las Naciones Unidas para que le admitieran como miembro. También se dirigió a los Estados Unidos pidiendo ayuda monetaria.
31, 32. ¿Cómo fué obligado Israel a hacer la corte a la Jerarquía Católica?
31 Antes que las Naciones Unidas admitieran a Israel, hubo ciertos acontecimientos. Durante el tiempo que se luchó en Palestina, el papa expresó su preocupación debido a los tal llamados lugares “santos”. En su encíclica sobre el asunto, el 15 de abril de 1949, el papa Pío XII hizo que Israel reconociera el poder católico en las Naciones Unidas. ¿Cómo? Veintitrés naciones católicas son miembros de las Naciones Unidas. El papa se dirigió a los guías de éstas pidiéndoles que exigieran que el gobierno israelita garantizara los derechos que por siglos ha gozado la religión católica en Palestina y que lo hicieran antes de votar a favor de la admisión de Israel. También demandó el dominio internacional de Jerusalén.
32 Ese mismo mes el presidente de Israel, Chaim Weizmann, visitó a los Estados Unidos. Fué obligado a hacer la corte a la Jerarquía Católica Romana. El 26 de abril él y A. S. Eban, el representante de Israel en las N.U., asistieron a una cena informal en la casa del cardenal Spellman en la ciudad de Nueva York y conferenciaron sobre la cuestión de libre acceso a los lugares “santos” de Jerusalén. El 5 de mayo Eban dijo al Comité Político Ad Hoc de la Asamblea de las N. U. que Israel accedería a un régimen internacional para Jerusalén que se encargara únicamente de los lugares “santos” de la ciudad, dejando los asuntos seglares a las autoridades árabes y judías. El mismo día se supo quién había hecho los arreglos para que el presidente Weizmann visitara al cardenal Spellman. Cuando salió de Nueva York para regresar a Israel les dijo a los reporteros que había hablado de Jerusalén con el cardenal. ¿A instancias de quién? Pues, a las de un político importante que se ha endeudado fuertemente al Vaticano y al voto católico romano. La entrevista con el cardenal, el Dr. Weizmann declaró, se había arreglado “mediante los buenos oficios del presidente Truman”. Dijo él que “las pláticas habían abierto el camino para un ajuste”. También un representante del cardenal dijo que “existía la impresión que probablemente había más armonía entre las miras israelitas y católicas debido a las pláticas Weizmann-Spellman”. (El Times de Nueva York, la sección editorial, 8 de mayo de 1949) Aunque el papa Pío XII pretende ser el vicario de Cristo, el reconocer Israel al Vaticano en estos asuntos no constituye un cumplimiento de las palabras de Jesús dirigidas a los judíos de Jerusalén: “¡He aquí, vuestra casa os es dejada desierta! Pues yo os digo, que no me veréis en adelante, hasta que digáis: ¡Bendito aquel que viene en el nombre del Señor [Jehová]!”—Mat. 23:38, 39; Sal. 118:26.
33. ¿Cómo y con quién selló Israel su condena a la destrucción?
33 Por fin, después de repetidas solicitudes por la nueva república, la Asamblea General de las Naciones Unidas admitió a Israel como miembro el 11 de mayo de 1949 por un voto de 37 a 12, con nueve miembros absteniendo, incluyendo a Inglaterra que antes había tenido el mandato sobre Palestina. Mediante esto, Israel llegó a ser el miembro quincuagésimo noveno de las Naciones Unidas y llegó a ser en sentido completo una parte de la familia de naciones de este mundo. La Biblia manifiesta que las Naciones Unidas, que es la sucesora de la expirada Sociedad de las Naciones, es la forma presente de la “abominación asoladora” que fué predicha por el profeta Daniel y por Jesucristo. Su apariencia denota que este mundo ahora está en su “tiempo del fin” y que Jesucristo está presente en el reino de Dios sobre el monte de Sión celestial. (Dan. 11:31; 12:11; Mat. 24:15) Esa “abominación asoladora” se establece en oposición al Rey reinante Jesucristo procurando apoderarse de la dominación del mundo. Está por lo tanto condenada a la destrucción en la batalla del Armagedón que se aproxima. En vez de reconocer al Rey de Jehová y decir, “¡Bendito aquel que viene en el nombre de Jehová!”, la república de Israel se une con el enemigo de Jehová y dice, en efecto, “¡No tenemos más rey que César!” Mediante esto la república joven suministra el colmo de la prueba que ella no es el “verdadero Israel de Dios”. Sella su condena a la destrucción junto con la organización de las Naciones Unidos en la guerra final del Armagedón. Hace diecinueve siglos el apóstol Pablo se refirió a la capital judía como la “Jerusalem de ahora, . . . que está en servidumbre con todos sus hijos”. (Gál. 4:25) Todos los hechos del tiempo presente manifiestan que la Jerusalén terrestre de nuestro siglo veinte está en servidumbre a este mundo babilónico del mismo modo como lo estuvo la Jerusalén del día de Pablo.
[Nota]
a Véase La Atalaya en su número del 15 de noviembre de 1949, páginas 341 y 342.
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Pueblos y naciones subiendo a SiónLa Atalaya 1950 | 1 de enero
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Pueblos y naciones subiendo a Sión
1. ¿De qué modo no se está cumpliendo Zacarías 8:20-23 sobre Jerusalén ahora?
NO SE encuentra en la república de Israel ni en su Jerusalén el cumplimiento de la profecía: “Así dice Jehová de los Ejércitos: Aun ha de suceder que vengan pueblos, y los habitantes de muchas ciudades; y los habitantes de una irán a la otra, diciendo: ¡Vayamos con empeño a implorar el favor de Jehová, y a buscar a Jehová de los Ejércitos! y se les contestará: ¡Yo también iré! Además, muchos pueblos y poderosas naciones vendrán a buscar a Jehová de los Ejércitos en Jerusalem, y a implorar el favor de Jehová. Así dice Jehová de los Ejércitos: En aquellos días sucederá que diez hombres de todas las lenguas de las naciones se asirán, sí, se asirán de la falda del manto del Judío, diciendo: ¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” (Zac. 8:20-23) La Jerusalén terrestre no es el lugar a donde suben todas las naciones hoy día para buscar y adorar a Jehová de los Ejércitos, sino que las naciones mundanas mediante el dictar de qué modo se dispondrá de Jerusalén son las que invitan a la república israelita a venir a esa ciudad. De modo que la profecía ha de tener un cumplimiento mayor y superior a uno relacionado con el judío natural y su Jerusalén terrestre.
2. ¿Sobre quién se está cumpliendo? ¿Después de qué experiencia por ellos?
2 Cristo Jesús, el Rey que ahora reina sobre el monte de Sión celestial, es el gran Judío o Alabador de Jehová Dios. Él y sus seguidores consagrados, ungidos con el espíritu de Dios, son el verdadero Israel de Dios. A ellos el apóstol Pablo escribe: “Os habéis acercado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, Jerusalem celestial, . . . y a Jesús, mediador del nuevo pacto.” (Heb. 12:22-24) Estos son judíos interiormente teniendo la circuncisión del corazón, cosa espiritual. Es sobre el resto de este verdadero Israel de Dios que esta profecía de Zacarías así como todas las demás profecías relacionadas con la restauración hallan su cumplimiento hoy día. Jehová los ha tomado de entre las naciones como un “pueblo para su nombre”, y fieles a este nombre ellos han estado actuando como “testigos de Jehová”. (Hech. 15:14; Isa. 43:10, 12) Durante la Guerra Mundial I, de 1914 a 1918, ellos fueron grandemente vituperados y perseguidos por ser Sus testigos, y los enemigos religiosos y las potestades políticas de este mundo conspiraron para suprimir y destruirlos. Mediante la imposición de restricciones enérgicas sobre su obra de testimonio ellos llegaron a ser cautivos de la Gran Babilonia, la organización mundial del Diablo. Siglos después que fué derribada la antigua Babilonia a las orillas del río Eufrates, el último libro de la Biblia profetizó acerca de la gran Babilonia antitípica y sus operaciones opresivas contra los testigos de Jehová.—Apo. 14:8; 16:19; 17:5 a 18:21.
3. ¿De qué modo han sido restaurados? ¿Como una señal de qué cosa hoy día?
3 Especialmente en la primavera de 1918 esa poderosa organización desoló la condición terrestre de los testigos de Jehová que se simbolizó por la tierra antigua de Judá, y ellos desfallecieron en una condición de destierro del servicio de Dios y de la libre adoración pública. Pero en 1919 Jehová Dios, por su Ciro Mayor, Cristo Jesús, los soltó del destierro y de las restricciones babilónicas. Los restauró a su “tierra”, es decir, a su condición legítima sobre la tierra en su servicio. Los restauró al servicio en su templo espiritual. Su restauración, el recogimiento de ellos a la organización teocrática de Jehová, esto, y no el regreso de los judíos carnales a Palestina, es una parte prominente de la gran “señal” que Jesús predijo sería evidencia de su segunda presencia y del fin de este mundo. El resto del verdadero Israel, los testigos de Jehová, son los “escogidos” a quienes él dijo que congregaría enviando a sus ángeles para juntarlos “de los cuatro vientos, del un cabo del cielo hasta el otro”.—Mat. 24:30, 31.
4. ¿Cómo difiere el curso de ellos al de los israelitas políticos?
4 Distinto a los judíos de la república de Israel, los de este resto ungido han sido congregados lejos de este mundo. Están limpios de la amistad y de la contaminación con este mundo, su política, su comercio egoísta y su religión. Han obedecido el mandamiento de Dios dirigido al fiel resto del tiempo antiguo: “¡No toquéis cosa inmunda! ¡salid de en medio de ella [Babilonia]! ¡sed limpios, los que lleváis los vasos de Jehová!” (Isa. 52:11) De modo que desde 1919 le ha agradado a Jehová usarlos como sus testigos restaurados.
5. Por años, ¿cómo considerábamos y tratábamos la restauración judía?
5 Por muchos años hemos considerado con bondad el regreso de los judíos a Palestina, particularmente desde la publicación de nuestro artículo “Restauración Judía” en el Wátchtower de marzo de 1880. Durante todos los años desde entonces hasta 1932 los testigos de Jehová han aceptado el parecer tan común en la cristiandad de que las profecías de la restauración eran aplicables al judío natural y a su regreso a la tierra literal de Palestina. Por medio de mucha literatura destinada especialmente para lectores judíos y distribuída entre ellos, y por muchas conferencias públicas teniendo que ver con temas de interés para el judío, los testigos de Jehová han tratado amorosamente de ayudar a los judíos naturales a ver y aceptar al verdadero Mesías, Jesucristo. Con gusto podemos decir que algunos judíos han respondido, aun cuando han sido pocos comparativamente. Negamos que durante todo este tiempo nos hayan apoyado banqueros judíos y organizaciones judías. Al tiempo debido se principió un estudio concentrado de la profecía de Ezequiel a la luz de los eventos modernos, y la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract publicó una serie de tres libros (en inglés) intitulados “Vindicación”. En el segundo tomo, publicado en 1932, Vindicación discutió versículo por versículo las profecías de Ezequiel concernientes a la restauración, y luego, en las páginas 257, 258 dijo lo siguiente:
6. ¿Cómo corrigió este asunto en 1932 el tomo dos del libro Vindicación?
6 “Hubo un cumplimiento parcial de esta profecía sobre Palestina en los días de Ezequiel y Nehemías. El cumplimiento cabal no podía aplicar a la tierra literal de Palestina. Los judíos fueron echados de Palestina y ‘su casa fué dejada desierta’ porque rechazaron a Cristo Jesús, el amado y ungido Rey de Jehová. Hasta el día de hoy los judíos no se han arrepentido de este acto injusto que fué cometido por sus antepasados. Muchos de ellos han regresado a la tierra de Palestina, pero han ido allí inducidos por el egoísmo y razones sentimentales. Durante el largo período que ha pasado desde el tiempo de su expulsión hasta el día presente los judíos no han aguantado la ‘afrenta de los gentiles’ a causa de Jehová, ni por el nombre de Cristo. Durante todo este período de tiempo, y particularmente durante la Guerra Mundial [N.° I], los verdaderos seguidores de Cristo Jesús dedicados a Dios, y a su reino, han estado aguantando la afrenta de los gentiles y han sido aborrecidos por todas las naciones a causa de Cristo y a causa del nombre de Jehová. (Mat. 24:9; Mar. 13:13) En contraste con esto, durante la Guerra Mundial [N.º I] los judíos recibieron reconocimiento de las naciones gentiles. En 1917 la Declaración Balfour, fomentada por los gobiernos gentiles de la organización de Satanás, fué dada a luz, reconoció a los judíos, y les concedió grandes favores. En esto el séptimo poder mundial [angloamericano] tomó la delantera. Ahora el Negocio en Gran Escala y otras divisiones de la organización de Satanás colocan a los judíos al lado de y en la misma categoría que los gentiles. Hasta ahora aun el pueblo de Dios ha pasado por alto el hecho de que los asuntos del reino de Dios con referencia a las cosas de la tierra son de mucho mayor importancia que la rehabilitación de esa pequeña porción de tierra al lado oriental del mar Mediterráneo. Los judíos han recibido más atención de ellos de lo que han merecido. De modo que esta profecía ha de recibir su cumplimiento principal sobre los del verdadero pueblo del reino de Dios que ahora están sobre la tierra.”
EL MILAGRO DE CONSERVACIÓN
7. ¿Hacia quién ha obrado Dios un milagro de conservación? ¿Cómo?
7 ¡Ciertamente que los desarrollos mundiales desde la publicación de la antes citada declaración de 1932 han probado su veracidad! Esto debe servir sólo para corregir cualquier concepto incorrecto que hayamos tenido sobre el tema. En un tiempo se dijo: “Entre las reliquias de la antigüedad que se han conservado hasta nuestro día, no existe otro objeto de tan gran interés como el pueblo judío.”a La conservación de los judíos naturales desde los días de Jacob también se ha presentado frecuentemente como un milagro de Dios. Pero el verdadero milagro es la conservación de los testigos de Jehová desde los días del primer mártir Abel hasta nuestro día. Ese milagro recibe énfasis en la conservación por Jehová del “verdadero Israel de Dios” como pueblo suyo y como sus testigos durante los diecinueve siglos desde los días de Jesús. Ellos, más bien que los judíos naturales que fueron cegados por el “dios de este siglo”, han sido el blanco principal de Satanás el Diablo. Por todos los poderes y organizaciones de su mundo inicuo él ha tratado de exterminar a este Israel espiritual, a estos testigos cristianos de Jehová el Dios vivo y verdadero. Por medio de la violencia, la fuerza y la intimidación su gran organización, la Babilonia moderna, los llevó al cautiverio y al destierro durante la Guerra Mundial I, pero en 1919 Jehová Dios obró por causa de su propio nombre y los libró y los restauró como el pueblo para Su nombre.
8. ¿A dónde y con quién deben subir los de buena voluntad hoy día?
8 Ya es tiempo para que todas las gentes de buena voluntad, tanto los judíos naturales como los gentiles, despierten para reconocer esta gran verdad espiritual, dejando que ésta sea la guía segura y verdadera para su conducta en la actualidad. Si los judíos repatriados en Palestina estuviesen allí por la voluntad de Dios como el núcleo de la “nueva tierra” de su justo nuevo mundo, entonces la debida cosa sería que toda la gente de buena voluntad de todas las naciones se agarrara de los ciudadanos de la república de Israel y subiera con ellos a su organización. Pero ya percibimos que el ir con ellos quiere decir unirse a la “abominación asoladora”, las Naciones Unidas, cosa que aseguraría nuestra destrucción junto con esa abominación en la batalla venidera del Armagedón. El fiel resto de los seguidores ungidos, de Cristo, “el verdadero Israel de Dios,” son los judíos interiormente que ahora están subiendo a la Jerusalén celestial, donde Cristo Jesús reina como el Rey de Jehová. A pesar de toda la persecución que reciben de este mundo, los hechos manifiestan que Dios está con ellos porque tienen su aprobación como pueblo para su nombre y testigos suyos. Están completamente dedicados al reino de Dios, y no a la antagónica Naciones Unidas. Por lo tanto es de la falda de éstos que son judíos interiormente del Israel espiritual que todos los hombres de buena voluntad, ‘diez hombres de todas las lenguas de las naciones,’ deben ahora asirse y decir: “¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!” Para que puedan hacerlo así, el resto del Israel espiritual continuará ‘predicando este evangelio del Reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones’.
9. ¿Cómo son más aceptables a Dios que los israelitas carnales? ¿Con qué fin?
9 Que la gente de buena voluntad de todas las naciones muestre una fe en Dios como la que mostró Abrahán y que suba con el resto espiritual a Su organización teocrática. Mediante la manifestación de dicha fe ellos muestran que son más judíos interiormente que los judíos naturales que están reunidos en Palestina en incredulidad. Ellos manifiestan tener más fe abrahámica que los israelitas carnales. Esta fe de las personas consagradas de buena voluntad vale más con Dios que el Vínculo carnal que une a los israelitas naturales con Abrahán de la antigüedad. Por eso que se asocien con el Israel espiritual y que digan a los demás habitantes de todas las naciones: “Vamos á implorar el favor de Jehová, y á buscar á Jehová de los ejércitos. Yo también iré.” (Zac. 8:20-23, Valera) Esto los pondrá en armonía con el Dios viviente por medio de su Rey Jesucristo. Resultará en su conservación a través de la batalla del Armagedón y a la vida eterna en el nuevo mundo bajo el Reino eterno de justicia.
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