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Defendiendo la Divinidad de Jehová a pesar de la hostilidad babilónicaLa Atalaya 1967 | 1 de febrero
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vindicado de su día. ¿Tiene aplicación o cumplimiento profético este drama de interés para los hombres de sabiduría verdadera en tiempos posteriores? Evidencias en lo afirmativo se presentarán en los artículos subsiguientes.
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Jesús, el “objeto de hostilidad” sostiene la Divinidad de JehováLa Atalaya 1967 | 1 de febrero
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Jesús, el “objeto de hostilidad” sostiene la Divinidad de Jehová
“Consideren con sumo cuidado y atención al que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de sus propios intereses.”—Heb. 12:3.
1. ¿Por qué puede describirse a Jesús de manera preliminar como el Job Mayor?
EL NOMBRE Job significa “objeto de hostilidad.” ¡Cuán exactamente probó Job en sus experiencias de prueba ser objeto de hostilidad recibida de Satanás y de sus compañeros religiosos babilonizados! Ahora bien, todo este asunto viene a ser un drama profético detallado con un cumplimiento preliminar que gira en torno del Job Mayor, Jesucristo. Pero antes de que uno pueda examinar las muchas evidencias instructivas de esto, se hace necesario efectuar una breve encuesta histórica de las condiciones religiosas que se produjeron en Palestina y en el mundo pagano vecino durante los cinco siglos que precedieron al día de Jesús. En todos esos quinientos años Satanás estaba produciendo sutiles fuerzas religiosas y confundiendo doctrinas que pondrían a la “descendencia” prometida a la prueba más severa cuando apareciera en la Tierra. (Gén. 3:15) Como veremos, el hombre perfecto Jesús estuvo muy dispuesto y muy capacitado para ser el Job Mayor u “objeto de hostilidad.” Para que el punto en cuestión de la Divinidad Soberana de Jehová pudiera vindicarse correctamente, Jesús aguantó habla hostil contraria de pecadores.—Heb. 12:3.
ESCENARIO RELIGIOSO SE ARREGLA PARA JESÚS
2, 3. (a) ¿Cómo llegó a haber dos centros judíos... uno en Palestina y uno en Babilonia? (b) ¿De qué manera se esparció en el extranjero la religión judía, y en torno de qué giraba?
2 De la historia bíblica y seglar es evidente que solo una minoría de los judíos desterrados en Babilonia entre 607 y 537 a. de la E.C. regresó a Jerusalén en y después de 537 a. de la E.C. para participar en restaurar la adoración verdadera allí y para reedificar el templo bajo el acaudillamiento de Zorobabel. (Esd. 2:1, 2) Algunos años después Nehemías ayudó reedificando el muro de Jerusalén (Neh. 7:1), y Esdras participó proveyendo de personal al templo restaurado con sacerdotes para servicios diarios plenos. (Esd. 7:1-7) Esdras también llevó la delantera en la gran obra de hacer disponibles para su circulación muchas copias confiables de las sagradas Escrituras Hebreas. Casi todos los judíos desterrados, sin embargo, optaron por quedarse en Babilonia, donde estaban prosperando materialmente aunque dispersados en muchas comunidades del país. Los judíos que permanecieron en Babilonia perpetuaron una forma de la religión verdadera de Abrahán, Moisés y los Profetas que pudiera llamarse “hebraísmo.”
3 Desde el quinto siglo a. de la E.C. muchos judíos de Babilonia y Palestina se hicieron negociantes implicados en el comercio. Con sus familias y parientes se establecieron en secciones compactas de grandes ciudades gentiles a través de Mesopotamia, Egipto, Grecia, Roma, con el tiempo alrededor de todo el Mediterráneo. Esto quiso decir que secciones judías se desarrollaron entonces, como hoy, en casi todas partes del mundo civilizado. Estos judíos trajeron consigo su religión hebraica, la costumbre de reunirse para orar y estudiar sin ritual o sacrificios del templo. Un salón de asamblea sencillo era el centro de su vida religiosa. Al principio este centro se conocía como el Beth ha-Keneset (casa de oración) o el Beth ha-Midrash (casa de estudio). Más tarde, debido a influencia griega, tales edificios llegaron a llamarse con la palabra griega synagogues.
4. ¿Cuán extenso escenario mundial judío estaba siendo arreglado para el ministerio de Jesús?
4 Así los judíos estaban llevando su religión mediante “exportación” al mundo gentil que se ensanchaba. Con el tiempo esas “colonias” judías fuera de Palestina excedieron inmensamente en población a los judíos de la patria y se conocieron como los judíos de la dispersión (diáspora), es decir, los judíos “esparcidos.” (Sant. 1:1) Por siglos, los judíos fueron sobresalientes en conducir lo que equivalía a un gran movimiento misional llevando su religión a los gentiles. “Las sinagogas atraían a centenares de miles de conversos,” escribe Josefo, para hacer prosélitos de ellos.’ (Mat. 23:15) Una vez cada tres años los judíos y los varones prosélitos hacían peregrinaciones a Jerusalén y asistían a las fiestas. Josefo informa que no menos de 2.700.000 varones se reunieron allí para una pascua. De esto el judío grecizado, Filón, escribe llamando a Jerusalén la capital “no de una nación sino de todas las naciones.” Por estas razones podemos apreciar el grado del escenario mundial que estaba siendo arreglado para que Jesús sirviera cual “objeto de hostilidad.”
INFLUENCIAS CARNALES DEL HELENISMO
5, 6. (a) ¿Qué era el helenismo? (b) ¿Cómo se “exportó” a Palestina? (c) ¿A qué influencias carnales fueron sometidos los judíos, y fue afectada su religión?
5 En seguida, examinemos cómo toda esta religión precristiana de los judíos se contaminó con el modo de pensar religioso oriental, babilónico, efectuándose esto o directamente por medio del cautiverio babilónico de los judíos o más sutilmente por medio de los griegos orientalizados. Los griegos antiguamente eran mencionados como helenos, de modo que su cultura y manera de vida religiosa llegó a llamarse helenismo. De hecho los muchos antiguos filósofos griegos eran “profetas” del helenismo, y sus diferentes escuelas de pensamiento equivalían a diversas sectas del helenismo pagano. El helenismo en sus muchas sectas daba prominencia a cosas de atracción pagana para el “deseo de la carne” (1 Juan 2:16), como arte, música, baile, cultura física, juegos, maneras sensuales de vivir, búsqueda de felicidad en la carne, materialismo, inmortalidad del alma humana y la adoración de un panteón o multitud de dioses. Cuando el grecizado Alejandro Magno conquistó al mundo ya antiguo, “en vez de desarraigar la población de los países subyugados como habían hecho los conquistadores orientales, los griegos llevaron su propio país a ellos.” Así, como los judíos, los griegos exportaron su cultura helénica por todas las naciones. Por ejemplo, bajo esta norma de Alejandro y sus sucesores una cadena de diez ciudades griegas que se conocía como la Decápolis (diez ciudades) se edificó en el mismo medio
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