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Fiestas de alabanza a JehováLa Atalaya 1967 | 1 de diciembre
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Fiestas de alabanza a Jehová
“Las fiestas periódicas de Jehová que ustedes deben proclamar son convocaciones santas.”—Lev. 23:2.
1. ¿Cuándo son ocasiones de gozo las fiestas? Nombre algunas fiestas judías.
LAS fiestas son ocasiones de gozo, como leemos en Deuteronomio 16:14: “Y tienes que regocijarte durante tu fiesta.” Esto aplica especialmente si una fiesta se celebra en alabanza a Jehová, el Todopoderoso Dios. Cuando Jehová organizó a su pueblo en nación allá en el año 1513 a. de la E.C., le dio muchas fiestas. Están alistadas en Levítico, capítulo 23. Cada séptimo día era un sábado, un día de descanso completo, “una convocación santa.” La Pascua se celebraba el 14 de Nisán, y la seguía la fiesta de tortas no fermentadas, que duraba siete días. Cincuenta días a partir del 16 de Nisán, cuando se ofrecían las primicias de la cosecha de la cebada, era la fiesta de las semanas, conocida también como Pentecostés. En el día primero del mes séptimo era la fiesta de las trompetas, y en el día décimo la gente celebraba el gran día de expiación. Este ciclo de fiestas se concluía con la más gozosa de todas, la fiesta de las cabañas, que se celebraba desde el día decimoquinto hasta el vigésimo primero del mismo mes, con una convocación santa final el día vigésimo segundo. Con el transcurso del tiempo se agregaron fiestas adicionales, como la luna nueva mensual, la fiesta del Purim y la fiesta de Dedicación, creando así más días de observancia especial en adoración de Jehová.—Núm. 10:10.
2. (a) ¿Qué enseñaba Jehová a su pueblo por medio de las fiestas? (b) ¿Por qué estudian los cristianos hoy estas fiestas?
2 Estas fiestas no solo eran ocasiones de gozo y descanso físico, sino que principalmente eran ocasiones de edificación religiosa y espiritual. Eran fiestas de Jehová, para su alabanza y honor. Por medio de estas fiestas Jehová, el gran Rey y Legislador, el Organizador de la nación, enseñaba su voluntad y propósito divinos a los de su pueblo, junto con muchos principios básicos, y les daba la oportunidad de expresar su aprecio y gratitud a Jehová por su benignidad y misericordia y por todas las bendiciones que había provisto durante el año. Además, y esto es sumamente importante para nosotros, Jehová no solo enseña los mismos principios hoy a los cristianos, sino que también por medio de estas fiestas judías ha hecho muchas profecías que tienen cumplimiento en nuestro día. En otras palabras, Jehová, con el pueblo de una nación entera como actores, ha producido en el inmenso escenario del país de Palestina, y especialmente de la ciudad de Jerusalén, escenas que son “una sombra de las buenas cosas por venir.” (Heb. 10:1) Por eso al observar a los israelitas celebrando sus fiestas, nosotros hoy recibimos instrucción acerca de cosas importantes que se cumplen en nuestro tiempo, y además se nos enseñan muchas lecciones en cuanto a la voluntad de Jehová, sus propósitos y principios. Por lo tanto, sentémonos ahora y observemos a los actores mientras ponen en escena cada una de estas fiestas judías.
SÁBADO
3, 4. (a) Describa un día de sábado. (b) ¿Por qué se sentían los judíos física y espiritualmente refrescados al observar el sábado?
3 “Seis días podrá hacerse trabajo, pero en el día séptimo hay sábado de descanso completo, una convocación santa. No podrán hacer trabajo de ninguna clase. Es un sábado a Jehová en todos los lugares donde moren.” (Lev. 23:3) Los israelitas recibieron una disposición reglamentaria de sábado poco después de ser librados de la esclavitud en Egipto en camino al monte Sinaí. Quedó expresada de modo cabal en el cuarto de los Diez Mandamientos. (Éxo. 20:8-11) El día de sábado comenzaba con la puesta del sol del día sexto y duraba hasta la puesta del sol del día séptimo. En el tiempo de Jesús, seis fuertes trompetazos en el día sexto, tres aproximadamente a la hora nona (3:00 p.m.) y tres al ponerse el sol, proclamaban su principio. El sábado era día de descanso completo, aun para los esclavos y las bestias. Era día de Jehová, un día que él había bendecido y apartado para ser observado. El reconocer y llevar a cabo obedientemente el propósito del sábado traería gozo verdadero. (Isa. 58:13, 14) Pero el quebrantarlo voluntariosamente traería la aplicación de la pena de muerte.
4 Los israelitas pudieron apreciar el valor de tal ley humanitaria después de haber sido esclavos bajo el dominio cruel egipcio. Al cesar del trabajo seglar los judíos podían reconcentrarse en la oración, adoración y meditación en la Palabra de Dios. De hecho, el sábado era día de gran actividad religiosa. Los sacerdotes estaban más ocupados que en los otros días de la semana. Había dos corderos que tenían que ofrecerse junto con los dos que se ofrecían cada día como constante ofrenda quemada (Núm. 28:9, 10), y las doce tortas del pan de la proposición tenían que ser cambiadas en el lugar santo. (Lev. 24:5-8) Se celebraba una convocación santa, una asamblea de adoración e instrucción públicas. El pueblo recibía instrucción en la ley de Dios. En el tiempo de los apóstoles de Jesús, como leemos en Hechos 15:21, Moisés era “leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” ¡Qué magnífica provisión el que una nación entera tuviera un día libre cada semana para adorar a su Dios, para reunirse y para ser instruida en las leyes de Dios, libre del trabajo afanoso diario y de todas sus preocupaciones! La hacía apreciar la benignidad de su Dios, Jehová, y le recordaba la liberación milagrosa de la esclavitud en Egipto. Cada sábado era refrescante para el cuerpo y todos se sentían confortados espiritualmente.
5. (a) ¿Cuándo tiene cumplimiento el sábado semanal? (b) ¿Qué propósito sirve el Sábado mayor?
5 Es bueno saber que este sábado semanal de los judíos solo es “una sombra de las buenas cosas por venir.” La Biblia indica que Jehová creó los cielos y la Tierra en seis días, cada uno de 7.000 años de duración. En el séptimo día Jehová descansó de su obra creativa y entró en su sábado. Sin embargo, la humanidad no guardó descanso o sábado pacífico con Jehová, sino que por medio de la desobediencia entró en la esclavitud al pecado, imperfección y muerte. Han pasado casi seis mil años del séptimo día y solo queda un poco más de mil años. Jesús, hablando del día de sábado semanal, dijo: “El sábado vino a existir por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado.” De modo que estos últimos mil años los ha apartado Jehová para un propósito especial prefigurado por el sábado semanal de los judíos, a saber, para el reinado de Cristo Jesús, su Hijo, porque Jesús pasó a decir: “Así es que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.” (Mar. 2:27, 28) Es un sábado de mil años dentro del gran sábado de descanso de 7.000 años de Jehová. Igual que el sábado semanal, el mayor sábado de mil años se dedicará a la adoración de Jehová, y a la educación de todos los que vivan, incluyendo a los que son resucitados de las tumbas conmemorativas, en los justos requisitos de Jehová.—Heb. 10:1; Gén. 2:1-3; Juan 5:28, 29.
6. ¿Por qué llevó a cabo Jesús muchas obras de curación en el sábado?
6 Allá en los años de 29 a 33 E.C. Jesús llevó a cabo muchas obras poderosas, especialmente en el sábado. Hizo que los ciegos vieran y los sordos oyeran, que los cojos anduvieran y los enfermos se pusieran bien, y hasta levantó a algunos de entre los muertos. Así prefiguró cuán maravillosas obras de liberación y alivio llevará a cabo durante el día de sábado de mil años de su reinado. No se permitirá que nadie perturbe la paz y descanso de este día, como se prefiguró por la ejecución de todos los que quebrantaban el sábado. (Núm. 15:32-36) Durante este sábado de mil años, la humanidad recibirá refrigerio verdadero para el cuerpo y el espíritu, progresando gradualmente a la perfección, pudiendo disfrutar a grado cabal de toda la benignidad que Jehová provee por medio de su Rey, Cristo Jesús, rindiéndole adoración y obediencia de toda alma. Es una experiencia deleitable antever que, después de seis mil años de trabajo afanoso y esclavitud al pecado, imperfección y muerte bajo el dominio cruel de Satanás, ahora la humanidad creyente se halla en el umbral de su mayor liberación, para disfrutar de un sábado mucho mayor sobre el cual el Hijo de Dios es Señor. ¡Qué gozoso día!
LUNA NUEVA Y LA FIESTA DE LAS TROMPETAS
7. ¿Cuáles fueron algunos rasgos que caracterizaban la fiesta de la luna nueva?
7 En dos pasajes la ley de Moisés da instrucciones en cuanto a observar la luna nueva, que señalaba el comienzo de cada mes. Habían de tocarse trompetas y habían de ofrecerse sacrificios especiales, tal como en los otros días de regocijo y períodos de fiesta. (Núm. 10:10; 28:11-15) Con el transcurso del tiempo la observancia de la luna nueva se convirtió en una fiesta importante, mencionándose junto con los sábados y los ‘períodos de fiesta.’ (Isa. 1:13; Eze. 46:1; Ose. 2:11) La Ley no especificaba que habría de cesar toda clase de trabajo en el día de la luna nueva del mes común. Pero encontramos que el profeta Amós, en el siglo noveno a. de la E.C., censuró a los comerciantes que ansiosamente esperaban el fin de la luna nueva para poder reanudar su negocio fraudulento, el cual hecho indica que la gente no acostumbraba ni comerciar ni entregarse a trabajo seglar en los días de la luna nueva, sino a utilizar el día en reuniones y asociación.—Amós 8:5; 1 Sam. 20:5, 24.
8. (a) ¿Por qué era una ocasión favorable para instrucción religiosa? (b) ¿Qué pueden aprender de esto los cristianos?
8 Igual que el sábado, la luna nueva era día para adoración especial y una ocasión favorable para instrucción pública en el templo. Era un día lleno de actividad para los profetas y otros ministros de Dios, puesto que era usual que la gente con problemas fuera a ver a estos siervos de Dios y recibiera instrucción y ayuda privadas. (Eze. 46:1; 2 Rey. 4:22, 23) Se formularon estipulaciones especiales en la ley para la luna nueva del mes séptimo, llamado Etanim o Tisri, y lo consideraban día de convocación santa. Se expresó específicamente que no habría de hacerse en ese día ningún trabajo laborioso de ninguna clase. Por eso, además de los cincuenta y dos sábados semanales, los judíos tenían doce días especiales más cada año en los cuales alabar y adorar a Jehová y recibir instrucción de su Palabra. El hecho de que Jehová proveyó tanta instrucción y actividad religiosas debe enseñar a los cristianos hoy la importancia de apartar tiempo en el cual adorar a Jehová y estudiar su Palabra, privadamente y con la congregación cristiana.
EL DÍA DE EXPIACIÓN
9. (a) ¿Cuándo era el día de expiación, y con qué requisito tenía que cumplir toda la gente? (b) Resuma los rasgos descollantes del procedimiento del día de expiación.
9 En el mes de Etanim, nueve días después de la fiesta gozosa de las trompetas había otra celebración en su día designado. Era el día más importante de Israel, el día de expiación, que habría de observarse el día décimo del mes séptimo. Se celebraba una convocación santa y no se hacía ninguna clase de trabajo. A los israelitas se les mandó que afligieran sus almas, muy probablemente ayunando. En Levítico, capítulo 16, se bosqueja detalladamente el procedimiento de todo el día. Para obtener el mayor provecho de este estudio deseamos animarlo a que lea todo el capítulo. Como usted nota, el sumo sacerdote presentaba un toro joven por los pecados de Aarón y su casa, y la tribu de Leví, y dos machos cabríos, uno, el macho cabrío “para Jehová,” que habría de degollarse como ofrenda por el pecado para el resto de la nación y el otro habría de guardarse como macho cabrío vivo “para Azazel.” Después de entrar primero con incienso en el Santísimo del tabernáculo, el sumo sacerdote introducía algo de la sangre de las dos ofrendas por el pecado, primero del toro, luego del macho cabrío, en el Santísimo, para que fuera salpicada enfrente de la cubierta del Arca. Más tarde se llevaban los cadáveres de los animales fuera del campo y se quemaban. Después que el sumo sacerdote confesaba todos los pecados del pueblo sobre el macho cabrío vivo, éste era conducido al desierto, para que nunca regresara. Después el sumo sacerdote se bañaba y se cambiaba las prendas de vestir. Luego se ofrecían dos carneros como ofrendas quemadas, uno para Aarón y su casa y el otro para el resto de la nación.
10. ¿Qué propósito mayor servía el día de expiación?
10 Aunque el día de expiación en Israel fue espiritualmente confortante y animador, fue una sombra de algo mucho mayor, dirigiendo la atención de los judíos al Mesías el Libertador que habría de venir, porque los sacrificios animales que ellos hacían jamás podrían quitar los pecados en realidad. Los hebreos sinceros que guardaban la Ley de la mejor manera que podían hacerlo pudieron discernir que “nunca pueden los hombres con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año hacer perfectos a los que se acercan. De otro modo, ¿no hubieran dejado de ofrecerse los sacrificios . . .? Al contrario, por estos sacrificios se hace recordar los pecados de año en año.” (Heb. 10:1-3) Los judíos fieles, al observar los sacrificios del día de expiación, fueron dirigidos así a buscar el mayor Sumo Sacerdote con el sacrificio mejor, el verdadero que podría remover los pecados. En los Salmos se muestra que el precio de redención era tan precioso que estaba completamente fuera del alcance de cualquiera de ellos. (Sal. 49:7, 8) El apóstol Pablo, un hebreo fiel, dijo: “Por consiguiente la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que seamos declarados justos debido a fe.”—Gál. 3:24.
11. ¿Qué no podían hacer los sacrificios para los judíos, pero qué satisfacción proveían?
11 Por lo tanto, el apóstol dedica espacio considerable en su carta a los hebreos para mostrar el significado de estas cosas. Describe el tabernáculo y sus rasgos, cómo el sumo sacerdote entra en el Santísimo solo un día en el año con la sangre de animales, para ofrecer sacrificios no solo por los pecados del pueblo sino también por él mismo, y dice: “Así el espíritu santo aclara que el camino al lugar santo todavía no se había puesto de manifiesto entre tanto que estaba en pie la primera tienda. Esta misma tienda es una ilustración para el tiempo señalado que está aquí ahora.” Luego indica que los sacrificios que ofrecían “no pueden hacer perfecto en cuanto a su conciencia al que hace servicio sagrado.” Sin embargo, cuando el sumo sacerdote de Israel llevaba a cabo sus servicios, los israelitas disfrutaban de un grado de satisfacción. Estaban haciendo la voluntad de Dios para su tiempo, porque “eran requisitos legales tocantes a la carne y fueron impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas.”—Heb. 9:1-10.
12. ¿Qué se logró con la tienda en el desierto?
12 Ahora el apóstol sigue explicando que las cosas de la Ley, incluso el día de expiación, ilustraron cosas mucho mayores. Dice él: “Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han venido a realizarse, por medio de la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación, él entró, no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo liberación eterna para nosotros.” (Heb. 9:11, 12) La tienda en el desierto fue un arreglo de Dios mediante el cual los israelitas podían acercarse a él por medio de su sumo sacerdote y recibir un típico perdón de pecado, lo cual los mantendría en el favor de Dios y en lo correcto hasta que viniera el tiempo de él para proveer el sacrificio verdadero. Durante este tiempo estuvieron limpios en un sentido carnal, porque Pablo dice que fueron santificados al grado de limpieza de la carne.—Heb. 9:13.
LA TIENDA MÁS GRANDE
13. (a) ¿Cuál es “la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos”? (b) ¿Qué se logra para los adoradores que se acercan a esta tienda?
13 Pero, ahora, ¿cuál es “la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos”? No es ninguna estructura literal, sino que es el arreglo de Dios para hacer expiación por la humanidad. Dios también proveyó al gran Sumo Sacerdote, Jesús, el Perfecto, que no necesitó ofrecer ningún sacrificio por sí mismo; su sacrificio pudo cubrir los pecados de otros. Por medio de la provisión de Jehová fue resucitado en el espíritu y apareció en el Santísimo verdadero, el cielo mismo, donde Dios había establecido el arreglo legal para que él ofreciera el valor de su sacrificio. (Heb. 9:24) Refiriéndose a esto, Pablo dice: “¿Cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo?” (Heb. 9:14) Por lo tanto los que vienen a él experimentan más que una limpieza de la carne. Realmente pueden tener descanso del conocimiento atormentador del pecado y disfrutar de la buena conciencia que han solicitado a Dios por medio de Cristo.—1 Ped. 3:12.
EL DÍA DE EXPIACIÓN ANTITÍPICO
14. (a) ¿Cuándo y con qué comenzó el día de expiación antitípico? (b) ¿Cómo sirvió Jesús como macho cabrío “para Azazel”? (c) ¿Cómo cumplió el cuadro de introducir la sangre del toro y del macho cabrío en el Santísimo?
14 El día de expiación de Israel ocupaba las horas de luz del día décimo del mes séptimo. ¿Qué período de tiempo ocupa el gran día de expiación antitípico? Bueno, comenzó al tiempo del bautismo de Jesús, cuando se presentó a hacer la voluntad de Dios al emprender un derrotero de sacrificio en el otoño de 29 E.C., tal como el toro y los dos machos cabríos se presentaban junto al altar en el patio del tabernáculo. El día continuó hasta el año 33 E.C., durante el cual tiempo sirvió como el macho cabrío “para Azazel,” manteniendo integridad perfecta bajo prueba y persecución cruel hasta morir de parte de Satanás, llevando los pecados del pueblo al “desierto,” para que fueran olvidados para siempre. (Isa. 53:3-7) Sus oraciones, devoción y derrotero de integridad, como el incienso introducido en el Santísimo, agradaron a Jehová y cumplieron el propósito principal de Jesús al venir a la Tierra como Vindicador de Dios. El día de expiación antitípico incluyó su ascensión al cielo, lo cual es paralelo a cuando entraba el sumo sacerdote en el Santísimo con la sangre del toro y luego con la del macho cabrío. Jesús salió limpio, puro, de su obra de sacrificio, ahora vestido con las “prendas de vestir” cambiadas, “prendas de vestir” de gloria e inmortalidad como Sumo Sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. (Heb. 6:20) Pero al introducir el valor de su sangre vital en el Santísimo quedó terminado el día de expiación antitípico.a
15. (a) ¿Cómo indica Pablo que el ofrecer el mérito del sacrificio de Cristo en el cielo fue otra cosa, además de aplicar los beneficios del día de expiación antitípico? (b) ¿Cómo no deben hacer “trabajo laborioso” los que desean sacar provecho del rescate, pero cómo tienen ellos mismos que afligirse?
15 El apóstol Pablo indica que el aplicar los beneficios del gran día de expiación es otra cosa cuando pasa a decir: “Y así como les está reservado a los hombres morir una vez para siempre [debido al pecado de Adán], pero después de esto un juicio, así también el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos [que heredaron el pecado de Adán]; y la segunda vez que aparece será aparte del pecado y a los que lo están esperando encarecidamente para su salvación.” (Heb. 9:27, 28) Todos los hombres han caído bajo la condenación del pecado debido a descender de su antepasado Adán. Pero por medio de Cristo se provee “juicio” aparte del pecado adámico para que todos tengan oportunidad de ser exonerados de la incapacidad que vino sobre ellos sin que ellos tuvieran la culpa y para que todos puedan demostrar individualmente lo que son. (Rom. 8:20) A todos los que quieran sacar provecho del rescate se les tiene que aplicar para que obtengan sus beneficios curativos. No pueden salvarse por el simple conocimiento de que el rescate se ha ofrecido en el cielo. Tienen que arrepentirse y descansar por fe y obediencia en la provisión del sacrificio de Cristo y en sus servicios como Sumo Sacerdote. No pueden hacer ningún “trabajo laborioso” propio mediante esfuerzos de autojustificación con obras propias. De modo que el Sumo Sacerdote todavía tiene trabajo que hacer en cuanto al aplicar los beneficios de su sacrificio expiativo de pecados.—Heb. 4:3, 10.
16. Muestre dónde obtienen los 144.000 la aplicación a grado cabal del rescate y que éste no es el fin del uso del rescate de Cristo.
16 La aplicación del rescate de Cristo tiene dos aspectos así como había dos ofrendas por el pecado en el día de expiación de Israel. Habiendo pagado el valor de su vida humana a su Padre Jehová y habiendo comprado a la raza humana, entonces Cristo tenía que aplicar los beneficios del rescate a la humanidad. Recordamos que Aarón salpicó la sangre del toro enfrente del arca del pacto a favor de la tribu sacerdotal de Leví. Desde 33 E.C. hasta el tiempo presente, Cristo, desde el cielo, ha bendecido a sus 144.000 hermanos espirituales ungidos aplicándoles directamente los beneficios de su sacrificio. Son introducidos en el nuevo pacto, para ser reyes y sacerdotes con Cristo durante su reinado sabático de mil años. (Luc. 22:20; Rev. 20:6) Pero ellos no son los únicos beneficiarios del sacrificio de Cristo. La sangre del macho cabrío para Jehová se salpicaba después de la del toro, para el pueblo. El sacrificio de Cristo fue para toda la humanidad y tiene que aplicarse imparcialmente a todos los que ejerzan fe. ¿Cuándo?
17. ¿Cuándo habrán de aplicarse los beneficios del rescate a la gente en la Tierra, y cuándo se completa la aplicación de los beneficios del gran día de expiación?
17 Se necesitarán los mil años del reinado de Cristo para aplicar los beneficios de su sacrificio de rescate a todos los que mediante fe lo acepten, incluyendo a los que son resucitados del Seol o Hades. (Rev. 20:13) Para el fin de los mil años la descendencia de Abrahán habrá traído bendiciones a todas las familias de la Tierra. (Gén. 12:3; 22:18) Todos los que se aprovechen de la bendición habrán sido llevados a la perfección. Entonces se habrá completado la obra de aplicar los beneficios del gran día de expiación. Los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo se habrán aplicado a grado cabal, imparcialmente, y el gran día de expiación de Jehová resultará no haber sido en vano.
UNA MORADA PARA LOS HUMANOS PERFECTOS
18. ¿Qué garantiza que hay en el futuro una Tierra paradisíaca para la humanidad?
18 Ahora bien, el rescate de Jesús abarcó la compra de la raza humana y funciona para llevarla a la perfección. Pero, ¿qué hay de la Tierra, el hogar en el que habrán de vivir? Cuando consideramos el propósito original de Dios en el jardín de Edén, vemos que el jardín era un santuario, un lugar para que Dios morara por espíritu. Fue un lugar de perfección y belleza, un ambiente apropiado para los que querían servir a su Dios en santidad perfecta. Puesto que Jehová volverá a morar con los hombres y ellos volverán a entrar en la relación de hijos con él, se desprende que una Tierra paradisíaca es concomitante con la perfección de la humanidad. Esto significa que toda la Tierra será hecha un paraíso según el modelo de Jehová, el gran Arquitecto que originalmente se propuso que fuera así. ¡Cuán confortante y animador es entender el significado profético del día de expiación típico y los beneficios resultantes!—Rom. 8:20, 21.
FIESTA DEL PURIM
19. ¿Cuáles son los hechos históricos que condujeron a la fiesta de Purim?
19 Aproximadamente en el año 474 a. de la E.C. se agregó otra fiesta a la lista de fiestas judías. Los acontecimientos históricos que hicieron que Mardoqueo inaugurara esta fiesta de dos días, llamada Purim, son de tan importante significado profético y estímulo para los cristianos hoy que nos gustaría discutirlos con usted. Los judíos se hallaban bajo gobierno persa y esparcidos a través de las 127 provincias. Cierto hombre llamado Hamán, un amalequita y aborrecedor de los judíos, era jefe de todos los príncipes del Imperio Persa. Este hombre había determinado en su corazón exterminar a todos los judíos en todo el dominio persa. Como hombre religioso y supersticioso preguntó a sus dioses en qué día debería ordenar que los judíos fueran exterminados, echando el Pur, o Suerte. La Suerte cayó en el día decimotercero del mes duodécimo, o Adar. Esto le dio aproximadamente un año para preparar la matanza atroz, puesto que la Suerte se echó el primer mes. Pero también dio a los judíos tiempo para acudir a su Dios y orar por liberación y prepararse para ella.—Est. 9:20-22; 3:1-7.
20. ¿De qué fueron acusados falsamente los judíos? ¿Con qué resultado?
20 Ahora bien Hamán, después de conocer la fecha supersticiosamente escogida, presentó su solicitud ante el rey, representando a los judíos como un pueblo sedicioso y peligroso, que no obedecían las leyes del rey, sino que tenían sus propias costumbres diferentes de toda la gente. Hamán dijo que el dinero que se necesitaba para sufragar los gastos de la matanza atroz sería proporcionado —no le costaría nada a la corona— que diez mil talentos de plata (aproximadamente 8.456.400 dólares) serían introducidos en el tesoro del rey. El rey concedió la solicitud. Se expidió la ley para matar a los judíos en todo el dominio persa en el día decimotercero de Adar. Parecía que Hamán había alcanzado el cenit de su gloria. Pero las cosas cambiaron aprisa.—Est. 3:9-15.
21. (a) ¿Cómo contraatacaron los judíos, y cuál fue el resultado? (b) ¿Qué días se apartaban para esta fiesta, y por qué?
21 Por medio de la acción denodada de la reina Ester, ella misma siendo judía, se expidió una contraley que concedió a los judíos el derecho de “ponerse de pie en defensa de sus almas, para aniquilar y matar y destruir a [todo el] . . . que estuviese mostrándoles hostilidad, . . . el día trece del mes duodécimo, es decir, el mes de Adar.” Bajo el excelente acaudillamiento del fiel Mardoqueo los judíos estuvieron preparando su defensa. Y cuando llegó el día, fueron ayudados no solo por el pueblo persa sino, según el registro histórico, por “todos los príncipes . . . y los sátrapas y los gobernadores y los que manejaban el negocio que pertenecía al rey . . . porque el pavor de Mardoqueo había caído sobre ellos. . . . y hubo un vengarse en sus enemigos y un matar de setenta y cinco mil entre los que los odiaban.” En Susa el castillo se extendió la lucha hasta el día siguiente, con un total de 810 muertos del enemigo, incluyendo a los diez hijos de Hamán. Los judíos de las provincias y de Susa banquetearon en los días decimocuarto y decimoquinto respectivamente. En consecuencia, Mardoqueo les impuso la obligación de guardar los días decimocuarto y decimoquinto del mes de Adar de cada año “como días de banquete y regocijo y envío de porciones los unos a los otros y de regalos a los pobres.” Así se les recordaba a los judíos cada año su liberación, y año por año daban alabanza y honor a Jehová, el Dios de la liberación.—Est. 8:9 a 9:22.
CUMPLIMIENTO EN EL DÍA MODERNO
22. (a) ¿Quiénes son representados por los judíos? ¿por Hamán? (b) ¿Qué acusaciones falsas se han hecho?
22 Como los judíos allá en el día de Mardoqueo, el número pequeño en la Tierra de los hermanos espirituales de Cristo, el “resto” del Israel espiritual, ha sido acusado de ser sedicioso y un riesgo para la seguridad. Su exterminación como testigos del Altísimo, Jehová, había sido decretada por la clase Hamán del día moderno, los caudillos religiosos de la cristiandad. Jesucristo, ejerciendo poder real sobre toda la Tierra desde 1914 como lo hizo Asuero sobre el Imperio Persa, ha permitido tales atentados malignos sobre la vida del resto bajo toda clase de acusaciones falsas, para una prueba severa. Pero tal como el rey persa permitió que los judíos pelearan por su vida, así, también, Cristo Jesús ha permitido que el resto defienda su vida como testigos de Jehová contra sus enemigos.
23. ¿Cómo ha peleado el resto por su vida?
23 ¿Podría el clero religioso de la cristiandad, con la ayuda del estado político, matar al resto como testigos de Jehová, matar su obra de predicar el reino de Jehová? ¡Nunca! Como los judíos del tiempo de Asuero, el pueblo del Señor ha peleado celosamente por su vida y derechos como predicadores y testigos, no con armas materiales de destrucción, sino usando todos los medios legales a su disposición, junto con la “espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.” (Efe. 6:13-17) Constantemente han continuado predicando las buenas nuevas del Reino establecido. Con sus armas espirituales y el uso de todos los medios legales disponibles, no solo han preservado su vida espiritual como testigos de Jehová y el derecho de predicar Su nombre en todo el mundo, sino que simbólicamente han “matado” a muchos atacantes al matar el poder e influencia de sus enemigos, que no pudieron matar su obra de predicación.
24. (a) ¿Qué se representó por matar a los enemigos de los judíos? (b) Como en el tipo, ¿quiénes se unen al resto, auxiliándolo?
24 La obra del resto ha matado la influencia de la religión falsa a tal grado que millares de personas de corazón honrado han abandonado sus filas y se han puesto de parte del resto, tal como fue en los días de Mardoqueo: “Muchos individuos de los pueblos del país estaban declarándose judíos.” (Est. 8:17) Allí habían visto que el favor del rey se había apartado de Hamán y estaba con los judíos, hasta haciendo provisión para su preservación. Así desde 1931, y con ímpetu especial desde 1935, muchas personas se han impresionado a medida que han visto la evidencia del favor de Dios sobre el resto pequeño de judíos espirituales. Han observado la lucha del resto para salvar su vida como testigos cristianos de Jehová contra todo el mundo. Han sido despertados a un interés vivo en la lucha que sostiene firmemente el resto por la adoración verdadera y los principios morales limpios. Aun algunos hombres de encumbrada posición mundana, como los príncipes y gobernadores del día de Mardoqueo, han auxiliado al resto en su lucha con la ayuda oficial o judicial que han podido prestar. Ante la vista del resto y de la “grande muchedumbre” de personas que se han unido al resto en predicar las buenas nuevas del Reino, los caudillos religiosos antitípicos ya se encuentran sin poder e influencia, están muertos, y solo se trata de un corto tiempo hasta que Jesucristo, que tiene poder real, efectúe la exterminación total de todos sus enemigos en la Tierra en la batalla del Armagedón. Hasta entonces, muchas personas más se pondrán de parte del resto, como se representa en el drama. De modo que la fiesta de Purim que se celebraba antiguamente tiene un significado antitípico que da hoy a los cristianos la esperanza infalible de la victoria de Dios sobre todos sus enemigos.
FIESTA DE DEDICACIÓN
25. ¿Qué produjo la necesidad de volver a dedicar el templo?
25 Los antecedentes que condujeron a la inauguración de la fiesta de Dedicación son muy interesantes. En el año 198 a. de la E.C. Palestina llegó a estar bajo el dominio del rey sirio, Antíoco III. Su hijo, Antíoco IV Epífanes, era un fanático religioso. Hizo grandes esfuerzos para convertir a los judíos a la religión griega. Saqueó el templo de Jerusalén y puso en el puesto de sumo sacerdote a uno que favorecía el procedimiento helenizador. En desafío a Jehová volvió a dedicar el templo y lo asignó al Zeus olímpico o Júpiter. Erigió un nuevo altar pagano encima del gran altar de Jehová en el patio del templo, donde se habían ofrecido anteriormente las ofrendas quemadas diarias a Jehová. Finalmente, el 25 de Kislev de 168 a. de la E.C., se ofreció el primer sacrificio en este altar pagano en honor de Zeus del monte Olimpo de Grecia. Se quemaron copias de la Ley, y el poseer una se castigaba con la muerte. La circuncisión era crimen capital y los judíos hasta fueron obligados a comer carne de puerco.
26. ¿Por qué se agregó la fiesta de Dedicación? ¿En qué fecha se celebraba?
26 Esta profanación del santuario de Jehová y el helenizar a los judíos mediante la fuerza cruel resultó en la sublevación bajo el acaudillamiento de los macabeos en el año 167 a. de la E.C. Por tres años los sirios libraron una guerra enconada contra los judíos pero finalmente fueron derrotados, a pesar de la fuerza militar abrumadora de los sirios. Los judíos tomaron de nuevo a Jerusalén en 165 a. de la E.C., y el 25 de Kislev, o exactamente tres años después que los sirios habían profanado el templo, el santuario fue limpiado y dedicado de nuevo a Jehová. Este fue un día memorable, y los judíos lo recuerdan hasta nuestro día presente. Año tras año en el 25 de Kislev (noviembre-diciembre) los judíos celebraban la dedicación del templo. La fiesta duraba ocho días. Se reunían en el templo o en las sinagogas de sus localidades. Según la tradición judía, era una ocasión de mucho gozo y festividad. Así por adherencia se agregó la fiesta de Dedicación a las mencionadas en la ley de Moisés.
27. ¿Qué lección importante pueden aprender los adoradores verdaderos en cuanto a celebrar fiestas?
27 El limpiar el templo de Jehová de idolatría pagana ciertamente fue una buena razón para que se conmemorara anualmente una fiesta gozosa. Jehová preservó el templo hasta que llegara el Mesías. Jesucristo mismo estuvo presente en el templo durante los días de la fiesta de dedicación. (Juan 10:22, 23) Pero los judíos por largo tiempo antes de eso habían cesado de actuar en armonía con esta fiesta y ellos mismos habían contaminado el templo de tal manera que Jesús les dijo que estaban haciendo de esta “casa de oración” una “cueva de salteadores.” Su apostasía hasta los llevó a rechazar a su Mesías, lo cual, a su vez, hizo que Jesús les dijera: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes.” Por eso vemos que las fiestas son para la alabanza y honor de Jehová solo si los que las celebran también actúan en armonía con el significado de la fiesta. (Mat. 21:13; 23:38) En el siguiente artículo vamos a discutir una provisión emocionante adicional en relación con las “fiestas periódicas” de Jehová, y veremos cómo Jehová está haciendo que se cumplan de una manera que trae honor a su nombre.
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Las tres convocaciones nacionales anualesLa Atalaya 1967 | 1 de diciembre
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Las tres convocaciones nacionales anuales
“Tres veces al año todo varón tuyo debe presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja.”—Deu. 16:16.
1. ¿Qué convocaciones nacionales se celebraban anualmente en el antiguo Israel?
ADEMÁS de las fiestas que los judíos celebraban localmente, en sus poblaciones y aldeas natales, se hicieron provisiones para tres grandes convocaciones nacionales. Eran convocaciones santas para Jehová, y la ley mandaba: “Tres veces al año todo varón tuyo debe presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escoja.” De modo que el deseo de Jehová era que toda la nación se congregara en un lugar tres veces al año, en un lugar que Él mismo escogiera. Desde los días del rey Salomón este lugar era el templo en Jerusalén. Jehová también fijó el tiempo y bosquejó el programa de estas reuniones anuales. La primera asamblea habría de celebrarse en la primavera temprana y duraba ocho días, del 14 al 21 de Nisán, para celebrar la Pascua y la fiesta de las tortas no fermentadas. A fines de la primavera, el 6 de Siván, se celebraba una asamblea de un día, para guardar la fiesta de las semanas o Pentecostés. La tercera y última convocación estaba designada para el otoño, del 15 al 21 de Etanim, y se dedicaba a la fiesta de las cabañas, con un día solemne de asamblea final el 22 de Etanim.—Deu. 16:16; Lev. 23:4-22, 33-36; Éxo. 23:14-17.
2. ¿Cómo se beneficiaba la gente de estas asambleas?
2 Estas asambleas eran “fiestas periódicas de Jehová” y “ninguno debe presentarse delante de Jehová con las manos vacías. La dádiva de la mano de cada uno debe ser en proporción con la bendición de Jehová tu Dios que él te haya dado.” Pero eso no significa que los que asistían a esas asambleas no se beneficiaban grandemente de la reunión. El compañerismo los hacía apreciar el hecho de que eran un solo pueblo, una sola nación santa, que servía unidamente a Jehová, el único Dios verdadero. La adoración diaria en el templo, la alabanza y la acción de gracias ofrecidas públicamente a Jehová por su benignidad y sus bendiciones, el consejo que daban los sacerdotes, todo esto fortalecía a los asistentes a la asamblea a continuar sirviendo fielmente a Jehová. Las fiestas eran un estímulo para todos, especialmente para los que venían de lugares lejanos o aislados. Eran ocasiones de gran regocijo delante de Jehová y de compañerismo feliz; reuniones gozosas y edificantes de toda la nación.—Lev. 23:4; Deu. 16:16, 17; Lev. 23:40; Deu. 14:24-27.
3. (a) ¿Cómo mostró Jehová que consideraba importantes las tres “fiestas periódicas”? (b) ¿Cómo consideraban las asambleas muchos cabezas de familia?
3 Jehová bien sabía cuán vitales eran estas asambleas nacionales para la unidad de la nación y la pureza de su adoración a través de todo el país. Es por eso que mandó que asistieran todos los varones y, en cuanto a la Pascua, decretó la pena de muerte sobre todo israelita varón que estuviera capacitado para asistir, estando limpio ceremonialmente y que “no se hallare de viaje,” si deliberadamente no la observaba. (Núm. 9:13) Muchos de los cabezas de familia israelitas estimaban tanto el valor educativo, edificante y social de estas asambleas que no iban solos a Jerusalén, sino que llevaban a sus esposas e hijos junto con ellos. ¡Qué emocionante e interesante viaje para una familia y qué impresión duradera en aquellas mentes jóvenes! Y muchas familias prestaban atención al consejo de la ley de guardar algo de dinero cada mes para asistir a estas asambleas anuales, y así estos viajes no eran una carga financiera demasiado grande. José el padre adoptivo de Jesús fue tal cabeza de familia considerado y amoroso. Los de su casa “acostumbraban ir de año en año a Jerusalén para la fiesta de la pascua.”—Luc. 2:41-50.
4. ¿Por qué se requería fe para que toda la población masculina fuera a Jerusalén tres veces al año?
4 Esta subida a Jerusalén de todos los israelitas varones tres veces al año para asistir a las asambleas, solos o con toda la familia, era una prueba de fe firme en la protección de Jehová. ¿Por qué? El relato histórico de las Escrituras Hebreas muestra que los judíos estaban rodeados de enemigos y tenían que pelear constantemente por su independencia. Había los filisteos, los sirios, los amalequitas, los amorreos, los amonitas y los moabitas, los egipcios, los asirios y los babilonios, todos con ojo codicioso dirigido a la tierra de Palestina. ¡Qué oportunidad, parecería, para que estos enemigos atacaran la tierra ya que todos los hombres estaban en las fiestas en Jerusalén! Solo unas cuantas mujeres y niños quedaban en casa. ¿Pondría una entera nación la fe en Jehová confiando en que él protegiera el país, las ciudades vacantes y los hogares conforme a su promesa de que “nadie deseará tu tierra mientras estés subiendo para ver el rostro de Jehová tu Dios tres veces en el año”? (Éxo. 34:24) Pero dirijamos nuestra atención otra vez al escenario puesto en Jerusalén y observemos a los judíos en sus reuniones anuales; servirá para nuestro estímulo y edificación.
FIESTA DE LA PASCUA
5, 6. Describa la fiesta de la Pascua.
5 En la celebración de esta Pascua el 14 de Nisán, cuando el pequeño hijo judío le preguntara a su padre: “¿Qué significa este servicio para ustedes?” (Éxo. 12:26) entonces el padre contestaría: “Fue el 14 de Nisán [de 1513 a. de la E.C.], cuando nuestros antepasados habían estado morando 215 años en Egipto, gran parte de este tiempo como esclavos maltratados bajo el severo dominio egipcio, que Jehová libró a su pueblo y demostró ser más poderoso que todos los dioses de los egipcios. Cuatro días antes, en el día décimo del mes, cada cabeza de familia tuvo que introducir en la casa un cordero o macho cabrío sano, de un año de edad. Después de la puesta del sol del 14 de Nisán fue degollado sin quebrarle un solo hueso y luego fue asado entero. Mientras tanto la sangre fue salpicada en la parte superior de la entrada y en los dos postes de la puerta, donde lo viera todo el que pasara. Después de esto a nadie se le permitió salir de la casa.
6 “Más tarde en la noche la entera familia se reunió alrededor de la mesa para comer el cordero o macho cabrío pascual con tortas no fermentadas y hierbas amargas. Comieron aprisa, no sentándose a la mesa, sino de pie, con sus caderas ceñidas, sus sandalias en sus pies y su báculo en su mano. Estaban listos para salir esa misma noche como Jehová había prometido por medio de su profeta Moisés. Y Jehová probó que era el Dios verdadero. A medianoche el ángel de Jehová hirió a todo primogénito egipcio de hombre y animal, afectando desde Faraón hasta al más humilde. Pero debido a la sangre que estaba en las puertas de nuestros antepasados, el ángel pasó sobre sus casas. Es por eso que la fiesta se llama ‘pascua,’ (palabra hebrea que significa paso), porque el ángel pasó sobre o pasó por alto los hogares de los israelitas y así todos sus primogénitos se salvaron. Esta décima plaga obligó al obstinado Faraón a dejar ir al pueblo de Jehová. Seiscientos mil hombres, además de las mujeres y los niños y una inmensa compañía mixta, salieron a la mañana siguiente como pueblo libre. ¡Una maravillosa liberación!
7. ¿Qué rasgos ceremoniales se agregaron? ¿Por qué?
7 “Israel siempre ha de recordar este día. Aun antes de la liberación Jehová mandó a Moisés: ‘Y este día tiene que servirles de memorial, y tienen que celebrarlo como fiesta a Jehová durante todas sus generaciones.’ El comer el cordero pascual con tortas no fermentadas y hierbas amargas les hace recordar a los israelitas no solo las aflicciones mientras estuvieron en Egipto y la salida apresurada, sino también la milagrosa liberación de la cruel esclavitud bajo el poderoso Faraón. Esto ha hecho de la Pascua una fiesta gozosa. Para expresar este gozo, más tarde se agregó vino para que se usara durante esta fiesta de liberación y se cantaban canciones, como el ‘Hal-lel egipcio’ durante la primera parte de la celebración, es decir, los Salmos 113 y 114, y en la conclusión de la fiesta los Salmos 115 a 118. Así ves, hijo mío, que el sacrificio del cordero pascual, no solo salvó a los primogénitos judíos, sino que también efectuó la gran liberación de nuestro pueblo. Y el celebrar esta fiesta debe hacer agradecidos y apreciativos a los judíos para con Jehová, su gran Dios y Libertador. Tiene que resultar ser una fiesta gozosa para alabanza y honor de Jehová.”—Éxo. 12:14, 27-42.
UNA LIBERACIÓN MEJOR
8. ¿Quién es el verdadero Cordero Pascual?
8 La Pascua no solo era fiesta gozosa que conmemoraba sucesos pasados, sino que también fue una sombra de mejores cosas por venir, señalando hacia adelante al verdadero y mayor Cordero Pascual. El apóstol Pablo identifica para nosotros al verdadero Cordero Pascual: “Porque, en realidad, Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado.” (1 Cor. 5:7) Sí, Cristo Jesús fue ofrecido como el perfecto Cordero de Dios exactamente el 14 de Nisán, en el año 33 E.C. Mediante este sacrificio se colocó la base para una liberación mucho mayor que la liberación del cautiverio egipcio.
9. (a) ¿Qué se representó por el pasar sobre los primogénitos y perdonarlos en la Pascua en Egipto? (b) ¿Qué se celebraba después de la fiesta de la Pascua, y qué representa?
9 Esta liberación es para los “primogénitos” espirituales de Jehová y hermanos espirituales de Cristo, los 144.000. Jehová los ha librado del cautiverio del pecado y de la muerte y los ha hecho hijos espirituales con perspectivas de vida inmortal en el cielo. Sin embargo, en la Pascua, los israelitas celebraban la liberación de los primogénitos; pero la fiesta del pan sin levadura que seguía durante siete días correspondía al tiempo de la liberación de todo Israel, junto con la multitud mixta en el mar Rojo. Por lo tanto el sacrificio de Cristo coloca el fundamento para que la grande muchedumbre de las “otras ovejas” de Jesús también sea librada en el Armagedón de este mundo bajo el control del mayor Faraón Satanás el Diablo, con la oportunidad de tener vida eterna en la Tierra.—Éxo. 12:37-39, 42; 1 Cor. 5:8; Rev. 7:9; Juan 10:16.
FIESTA DE LAS TORTAS NO FERMENTADAS
10. ¿Qué se les recordaba a los judíos en la fiesta de las tortas no fermentadas?
10 El día después de la Pascua señalaba el comienzo de la fiesta de las tortas no fermentadas, que duraba siete días, del 15 al 21 de Nisán. Durante estos siete días los israelitas continuaban comiendo tortas no fermentadas; de hecho, no había de hallarse fermentación alguna en su hogar. Esta ley era muy estricta; cualquiera que era hallado comiendo lo que tenía levadura había de ser cortado del pueblo, era ejecutado. El remover toda fermentación y todo pan viejo con levadura indicaba que los judíos habían dejado atrás las malas influencias egipcias religiosa, política y moralmente, y habían empezado a vivir como pueblo limpio, libre, enteramente dedicado a Jehová su Dios y Protector. Por lo tanto, la fiesta les recordaría, no solo la liberación de las aflicciones de Egipto y su éxodo apresurado, sino también que habrían de permanecer libres de toda práctica pagana, libres de la levadura del mundo de Satanás. Las tortas no fermentadas habrían de grabar en su mente que debían servir a Jehová con sinceridad y verdad.—Éxo. 12:39; Deu. 16:3.
11. ¿Qué ofrenda se hacía el 16 de Nisán? ¿Por qué?
11 El siguiente día de la asamblea, 16 de Nisán, era otro día sobresaliente. Era el segundo día de las tortas no fermentadas, la apertura oficial de la siega. A los judíos no se les permitía comer del producto de la nueva siega antes de este día, cuando se ofrecían a Jehová las primicias. En este día se requería que el sumo sacerdote meciera la gavilla de las primicias de la cebada de acá para allá delante de Jehová en el santuario. (Lev. 23:10-14) Durante la fiesta de siete días, además de los sacrificios regulares, se ofrecían dos toros, un carnero y siete corderos día tras día como ofrendas quemadas y un macho cabrío como ofrenda por el pecado, además de las muchas ofrendas voluntarias por individuos. La fiesta culminaba con una asamblea general final en el día séptimo, el 21 de Nisán.—Lev. 23:8; Núm. 28:19-24; Éxo. 23:15.
12. ¿Qué aprendemos de 2 Crónicas 30:21, 22?
12 Los que asistían a la asamblea se sentían de modo muy semejante al de los judíos que subieron a Jerusalén en el día de Ezequías: “Así es que los hijos de Israel que se hallaban en Jerusalén celebraron la fiesta de las tortas no fermentadas siete días con gran regocijo; y los levitas y los sacerdotes estaban ofreciendo alabanza a Jehová día tras día con instrumentos de fuerte sonido, aun a Jehová. . . Y procedieron a comer por siete días la fiesta designada, sacrificando sacrificios de comunión y haciendo confesión a Jehová el Dios de sus antepasados.” (2 Cró. 30:21, 22) Era una asamblea gozosa y edificante, que le hacía recordar a la entera nación su liberación de Egipto, su obligación de permanecer limpia y leal en el servicio y adoración de Jehová. La entera nación era fortalecida, y cada individuo era confortado espiritualmente.
“GUARDEMOS LA FIESTA”
13. ¿Cómo guardan los cristianos la fiesta hoy en día?
13 En 1 Corintios 5:7, 8 el apóstol Pablo instruye a los cristianos, aun a los de nuestro siglo veinte, a guardar la fiesta de las tortas no fermentadas, con estas palabras: “Quiten la levadura vieja [como lo hacían los judíos], para que sean ustedes una masa nueva, según estén libres de fermento. Porque, en realidad, Cristo nuestra pascua ha sido sacrificado. Por consiguiente, guardemos la fiesta, no con levadura vieja, ni con levadura de nocividad e iniquidad, sino con tortas no fermentadas de sinceridad y verdad.” Sobre la base del sacrificio de Jesús los 144.000 israelitas espirituales han sido librados del mundo bajo Satanás y de su condenación. Han sido pronunciados “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial” para Jehová. (1 Ped. 2:9) Mientras están en la Tierra tienen que permanecer en esta condición santa, como se prefiguró por las tortas no fermentadas. Tienen que guardarse libres de la levadura del viejo sistema de cosas, de su religión falsa y su degeneración moral. No se permite entre ellos ninguna inmundicia espiritual ni moral. Tienen que celebrar una continua fiesta de alabanza y gozo, con sinceridad y verdad, publicando con alegría los propósitos de Jehová en todo el mundo. Los de la “grande muchedumbre” de “otras ovejas” que hoy están asociados con ellos deben tener la misma actitud mental.
14. ¿Qué se representa por el hecho de que el sumo sacerdote mecía la gavilla de las primicias de la cebada?
14 Al mecer la gavilla de las primicias de la siega de la cebada, se prefiguró otro punto importante. Otra vez es el apóstol Pablo quien nos da el entendimiento correcto: “Sin embargo, ahora Cristo ha sido levantado de entre los muertos, las primicias de los que se han dormido . . . Cristo las primicias.” Nada de fermento o levadura, que representa al pecado, estaba asociado con la presentación de las primicias de la cebada, porque Jesucristo fue “leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores.” Tal como la gavilla se mecía el 16 de Nisán Jesús fue levantado como las “primicias,” o el primogénito de entre los muertos, el 16 de Nisán de 33 E.C. Puesto que Jesús se llama las “primicias” o “primogénito de entre los muertos,” debe haber más “fruto” después de él. Esto se prefiguró por la siguiente fiesta.—1 Cor. 15:20-23; Heb. 7:26; Hech. 26:23; Col. 1:18; Rev. 1:5.
FIESTA DE LAS SEMANAS
15. (a) ¿Cuándo se celebraba la fiesta de las semanas? (b) ¿Qué ofrenda especial se hacía?
15 Cincuenta días después del 16 de Nisán, en el 6 de Siván, se celebraba la segunda asamblea nacional, la fiesta de las semanas, llamada también Pentecostés, que significa el día quincuagésimo. Era asamblea de un día. Muchos que asistían a ella se quedaban en Jerusalén desde la Pascua hasta el Pentecostés. El Pentecostés era una reunión muy gozosa; era “la fiesta de la cosecha de los primeros frutos maduros de tus labores, de lo que siembras en el campo.” (Éxo. 23:16) En la mayoría de los distritos había terminado la siega del trigo y ahora, en el santuario, se ofrecían a Jehová las primicias. “De sus moradas deben traer dos panes como ofrenda mecida. . . . Deben ser cocidos con levadura, como primeros frutos maduros a Jehová.” Es interesante notar el uso de levadura durante esta fiesta. Se ofrecían muchos sacrificios adicionales y la gente hacía ofrendas voluntarias personales tal como Jehová su Dios la había bendecido. Todos habían de regocijarse, incluyendo los esclavos, extranjeros, huérfanos y viudas.—Lev. 23:17-21; Deu. 16:10-12.
16. ¿Qué representan los dos panes? ¿Por qué dos?
16 La más notable fiesta de las semanas que jamás se celebró fue la de después de la resurrección de Jesús en el año 33 E.C. El historiador Dr. Lucas ha registrado detalladamente los acontecimientos de este Pentecostés memorable. (Vea Hechos, capítulo 2.) Fue en este día cuando comenzó a tener cumplimiento el mecer los dos panes fermentados. Los dos panes representaron simbólicamente a todo el cuerpo de 144.000 miembros engendrados por espíritu del cuerpo de Cristo como mecidos o presentados por Cristo Jesús, el mayor Sumo Sacerdote, delante de Jehová como santos a Él. Los 120 discípulos que estuvieron congregados en el cuarto de los altos fueron los primeros miembros presentados y el recogimiento de los restantes ha continuado desde el Pentecostés de 33 E.C. hasta nuestro día, todavía viviendo en la Tierra un resto. Los primeros fueron tomados de entre los judíos naturales, como se prefiguró por uno de los panes, y luego otros fueron tomados de entre las naciones gentiles, comenzando en 36 E.C., cuando Pedro le predicó a Cornelio, como se representó por el segundo “pan.”—Hech. 10:1-48.
17. (a) ¿Qué se representaba por el hecho de que los panes estuvieran cocidos con levadura? (b) ¿De qué manera son “primicias” los que son representados por los panes de trigo?
17 El hecho de que los dos panes eran fermentados representó que todos ellos por herencia eran criaturas pecaminosas, que necesitaban el sacrificio de Jesús para llegar a ser santos para Jehová. Tal como los dos panes eran las primicias de la siega del trigo, así también estos 144.000 son los primeros sacados de entre la humanidad pecaminosa y declarados justificados y santos para Jehová, como leemos: “Porque fue su voluntad, él nos produjo por la palabra de la verdad, para que fuésemos ciertas primicias de sus criaturas.” “Estos son los que. . . fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” Son “primicias,” “ciertas primicias.” Tal como la cebada, no el trigo, era LAS primicias, así Jesucristo es las primicias principales para Dios. A su vez, puesto que estos 144.000 son llamados primicias de entre la humanidad, debe haber una cantidad mucho más grande de la humanidad que será salvada a la vida eterna, no en el cielo, sino en la Tierra. Es interesante que la tercera y última convocación prefiguró esto.—Sant. 1:18; Rev. 14:4.
FIESTA DE LAS CABAÑAS
18. ¿Cómo celebraban los judíos la fiesta de las cabañas?
18 En el otoño, al terminarse el año, se celebraba la tercera y última asamblea nacional. Los días fijados para la fiesta eran del 15 al 21 de Etanim o Tisri, con una asamblea final el 22. Otra vez todos los israelitas varones tenían que presentarse delante de Jehová en el santuario en Jerusalén, esta vez para celebrar la fiesta de las cabañas. Durante esta fiesta los asambleístas tenían que morar siete días en cabañas o tabernáculos, hechos de las “frondas de palmeras y las ramas mayores de árboles frondosos.” Las cabañas se erigían en los techos y en los patios de las casas, en las calles y en el patio del templo, y aun a campo raso hasta la distancia de una jornada de día de sábado fuera del muro de la ciudad. La fiesta les recordaba a los israelitas su vida nómada, cuando Jehová los hizo morar en cabañas durante su jornada de cuarenta años a través del desierto, y especialmente cómo Dios los había cuidado después de librarlos de Egipto. Podían meditar con gozo y agradecimiento en la bondad amorosa paternal de Jehová para con ellos cuando les proveyó abrigo y alimento, “que [los] hizo andar por el desierto grande e inspirador de temor, con serpientes venenosas y escorpiones y con suelo sediento que no tiene agua; que hizo salir para [ellos] agua de la roca pedernalina; que [los] alimentó con maná en el desierto, el cual no habían conocido [sus] padres.”—Lev. 23:40-43; Deu. 8:15, 16; 16:16; Neh. 8:16.
19. ¿Por qué también se llamaba la fiesta “fiesta de la recolección”?
19 La fiesta también se llamaba la “fiesta de la recolección” porque se celebraba al fin de la recolección de los productos de la tierra, los campos de grano, el olivar y la viña. Era una fiesta de la cosecha, cuando toda la gente se congregaba para ofrecer acción de gracias a Jehová por su benignidad y para mostrar su aprecio ofreciendo muchos sacrificios. La ofrenda quemada especial ascendía a setenta toros para los siete días, además de muchas otras ofrendas.—Núm. 29:12-34.
20. ¿Por qué era ésta la fiesta más gozosa del año?
20 La fiesta de la recolección se celebraba solo cinco días después de haberse limpiado ceremonialmente de su pecaminosidad en el día de expiación. Así la gente tenía una sensación de limpieza, una posición delante de Jehová como pueblo suyo, y por lo tanto podía celebrar esta última fiesta con gran gozo y alegría. Era la asamblea más gozosa del año. Cada siete años, cuando no había cosecha debido al año sabático, y otra vez en el año quincuagésimo o de Jubileo, la gente se congregaba durante esta fiesta de las cabañas para oír la lectura de la ley.—Deu. 16:16; 31:10-13.
21. Describa las adiciones introducidas después en la fiesta de las cabañas.
21 Con el transcurso del tiempo se añadieron otros rasgos. Los judíos comenzaron a llevar palmas como señal de gozo y victoria. Cada mañana un sacerdote llenaba un vaso dorado con agua del estanque de Siloam y lo llevaba al templo, donde se tocaban trompetas y se decían las palabras de Isaías 12:3: “Con alborozo ustedes de seguro sacarán agua de los manantiales de la salvación.” Por las noches se acostumbraba iluminar el Atrio de las Mujeres en el templo con grandes lámparas doradas. El entero ciclo de tres convocaciones nacionales se concluía con una asamblea general apropiada de la entera nación en el día octavo, sin varios rasgos de los siete días precedentes. Este era el punto culminante de la gozosa celebración festiva y una expresión de alabanza y honor a Jehová su Dios. Cada uno sin excepción regresaba a su casa con un corazón agradecido, espiritualmente fortalecido y animado.
“OTRAS OVEJAS”
22. ¿Qué relación hay entre Juan 10:16 y la fiesta de la recolección?
22 Jesús dijo: “Tengo otras ovejas, que no son de este redil; a ésas también tengo que traer.” (Juan 10:16) El recogimiento de estas “otras ovejas” en nuestro día también se ilustró maravillosamente mediante la fiesta de la recolección. El resto del Israel espiritual se halla muy ocupado desde 1919 predicando las buenas nuevas del reino de Dios. Como resultado de esta obra de predicación “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar,” ha venido para participar con él, “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” (Rev. 7:9) Son segados, recogidos a la clase del templo de Jehová, representada por el resto, para ser protegidos durante la venidera guerra del Armagedón. Tal como Jehová bendijo la recolección de los judíos en tiempos antiguos, así bendice el recogimiento de las “otras ovejas” hoy día.
23. (a) ¿Qué prefigura el morar en cabañas? (b) ¿Los setenta toros ofrecidos? (c) ¿El llevar palmas?
23 El que los judíos moraran en cabañas durante la fiesta representó que el resto y las “otras ovejas” consideran su morada aquí en este viejo sistema de cosas solo como una estancia temporal, ya que están a la expectativa de una morada permanente, en el cielo para el resto y en un paraíso en la Tierra para las “otras ovejas.” Esas cabañas no se amueblaban detalladamente; igualmente hoy, los del pueblo de Jehová, junto con devoción piadosa, aceptan “el bastarse con lo que uno tiene . . . teniendo, pues, sustento y con qué cubrirnos” con lo cual están contentos. (1 Tim. 6:6-8) Son felices y están llenos de gozo al participar en esta obra de recolección mayor y en ayudar a la gente ahora a aceptar a Jesús como el rescate. Saben que solo el sacrificio de Jesús traerá verdadero perdón del pecado. Los setenta toros que se sacrificaban durante los siete días de la fiesta indican que el sacrificio de Jesús es completo, desde un punto de vista humano y celestial, y es para toda la humanidad tipificada por las setenta generaciones mencionadas en Génesis, capítulo diez. Como muestra de gozo los judíos en aquel entonces llevaban palmas, y es interesante que en Revelación 7:9, versículo 9, la grande muchedumbre de personas tiene palmas en las manos. Ciertamente tienen buena razón para expresar su gozo al gritar con voz fuerte: “La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.”—V. 10.
24. ¿Qué hizo Jesús en la fiesta, y con qué significado para nosotros?
24 Durante la fiesta de las cabañas a la gente se le instruía en la Ley, y Jesús mismo siguió esta costumbre, como leemos: “Cuando ya la mitad de la fiesta había pasado, Jesús subió al templo y se puso a enseñar.” Lo mismo aplica al resto hoy; está predicando y enseñando la ley de Dios a través de toda la Tierra, apoyado por aproximadamente un millón de “otras ovejas” ya recogidas. Esta enseñanza, indica algo más refrescante que las aguas del pozo de Siloam. Es por eso que Jesús dijo a sus oyentes en el templo en el día último o séptimo de la fiesta: “Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que pone fe en mí, así como ha dicho la Escritura: ‘De su parte más interior fluirán corrientes de agua viva.’”
25. ¿Qué referencia es posible que Jesús haya hecho a la celebración que se llevaba a cabo durante las noches de esta fiesta?
25 Esta enseñanza también es más esclarecedora que las cuatro lámparas doradas que iluminaban el Atrio de las Mujeres en el templo por las noches de la fiesta. Eso es a lo que Jesús pudo haberse referido cuando dijo, posiblemente el día después de esta fiesta en 32 E.C.: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue de ninguna manera andará en oscuridad, sino que poseerá la luz de la vida.” La gran fiesta de la recolección está en progreso, ya habiendo sido introducidos millares de “otras ovejas” en la organización de Jehová y millares que todavía vendrán, para la vindicación de Jehová y para Su alabanza y honor.—Juan 7:14-16, 37, 38; 8:12.
ASAMBLEAS DEL DÍA MODERNO
26. ¿Por qué son necesarias las asambleas y las convocaciones para los cristianos hoy en día?
26 Hemos observado con gran aprecio a los judíos celebrando sus fiestas. Durante el estudio de estas fiestas usted quizás haya sentido un fuerte deseo de estar con su familia entre los concurrentes a la asamblea en Jerusalén, para disfrutar junto con ellos del compañerismo, la adoración, las ofrendas de sacrificios y alabanzas a Jehová, y participar de este gozo y alegría. Es posible satisfacer su deseo de una manera ensanchada hoy día. Como Jehová hizo provisión para que su pueblo antiguo celebrara fiestas y asambleas en convocación santa, de la misma manera hace provisión para su pueblo hoy en día. Como en los días de los judíos, hoy existe la misma necesidad de que los cristianos se reúnan en asambleas gozosas y edificantes. Y el registro histórico de los cristianos del día moderno prueba que tales asambleas son de gran provecho.
27. ¿Qué provisiones se hacen para asambleas por la organización de Jehová, y cómo debería uno considerarlas?
27 Además de reunirse localmente en cinco reuniones de congregación cada semana, los testigos de Jehová por lo general se reúnen tres veces al año en asambleas de circuito y de distrito, y en asambleas nacionales o internacionales. Ellos toman en serio estas reuniones al estar presentes en ellas. Como los israelitas antiguos, están agradecidos por tal provisión y aprecian el valor educativo y animador de tales asambleas. Prestan atención al consejo de Pablo “no abandonando el reunirnos, . . . sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.”—Heb. 10:25.
28. ¿Cómo puede decirse que los siervos del día moderno de Jehová no se presentan con “las manos vacías” en sus reuniones semanales?
28 Tal como los israelitas, cuando asistían a las fiestas periódicas de Jehová, no habían de presentarse delante de Jehová con las manos vacías, así en la actualidad los testigos de Jehová se regocijan al contribuir algo a las asambleas a las que asisten, sean reuniones semanales o asambleas grandes. Están gozosos y expresan su gozo. Lo manifiestan preparándose bien para cualesquier partes que tengan en el programa. Se preparan con anticipación para comentar en las reuniones de estudio bíblico. No permiten que sus dificultades personales los hagan presentarse a las reuniones con una apariencia triste y apesadumbrada, sino que vienen con felicidad en el rostro, gozosos de ver a sus hermanos y asociarse con ellos con amigabilidad y bondad, dando la bienvenida a los extraños en las reuniones. De esta manera llevan a cabo el consejo de Pablo de animarse unos a otros de manera muy práctica.
29. ¿Cómo tiene aplicación este mismo principio en las asambleas más grandes?
29 En las asambleas más grandes tienen mucho gusto en ofrecer voluntariamente sus servicios en los diversos departamentos de la asamblea, ya sea sirviendo de acomodadores, en la brigada de limpieza, en el programa o en cualquier lugar donde puedan usar sus talentos y habilidades como contribución al servicio de Jehová. Algunos abren sus hogares a los delegados a la asamblea. Otros ofrecen voluntariamente su equipo para que sea usado. Algunos contribuyen de sus fondos privados para sufragar los gastos de la asamblea. Así motivadas por el espíritu de Jehová, las asambleas son un éxito gozoso y una alabanza para Su nombre, asambleas que la gente de afuera ve como un modelo y así es impulsada hacia tener mayor respeto a Jehová, su Palabra y su organización.
30. ¿Cómo consideran los testigos de Jehová las asambleas, y qué efecto han tenido?
30 Y tal como los israelitas de la antigüedad apartaban los productos de sus campos y hatos con anticipación para sus fiestas periódicas, así hoy en día los testigos de Jehová se preparan con anticipación arreglando sus vacaciones y ahorrando su dinero para que todas sus familias puedan ir a las asambleas. Esto ha resultado en un gran testimonio al nombre de Jehová y en un estímulo mutuo, como durante las recientes asambleas que se celebraron en la América latina, donde centenares de compañeros Testigos de los Estados Unidos, el Canadá y otros países pudieron asistir, formando un vínculo más fuerte de unidad entre sus hermanos cristianos y aumentando su entendimiento y amor unos para con los otros.—Deu. 14:22-27.
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