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Carta de la SucursalMinisterio del Reino 1977 | enero
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Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
Jesús dijo: “Rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega.” (Mat. 9:38) Podemos estar muy agradecidos de que nuestro Amo haya oído nuestras oraciones y continúe enviando más obreros a su siega. Recientemente la clase 61 de Galaad se graduó y otros 26 misioneros fueron enviados a 11 países diferentes. De estos 26 misioneros, siete fueron a tres países de la América Latina: Bolivia, Nicaragua y Perú. Sin duda, Jehová continuará bendiciéndolos abundantemente por estar anuentes a ayudar en la obra de la siega. ¿Le gustaría a usted también ayudar en la actividad de predicación a un grado mayor? Quizás usted no pueda servir de misionero, pero, ¿por qué no trata la obra de precursor? “La mies es mucha,” y su ayuda será muy apreciada por nuestro Amo celestial.
Hallarán un informe animador y fortalecedor de fe sobre India, Liberia, Noruega y Panamá cuando reciban su nuevo ejemplar del Anuario de los testigos de Jehová para 1977. Las experiencias de nuestros hermanos en esos países desde que la obra comenzó les ayudarán a fortalecer su determinación de continuar declarando el reino de Dios a la gente en su territorio.
Nos gustaría recomendarles que comenzaran a leer el nuevo Anuario tan pronto como reciban su ejemplar. Mediten en su propio servicio sagrado a Jehová a medida que lean la introducción y las experiencias personales de nuestros hermanos. Estamos seguros de que el leerlas los edificará espiritualmente.
Les deseamos la bendición de Jehová en su obra de predicación durante este mes. Cuenten con nuestro afectuoso amor cristiano y mejores deseos.
Sus hermanos,
LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN
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Apreciando que Dios es nuestro DueñoMinisterio del Reino 1977 | enero
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Apreciando que Dios es nuestro Dueño
1 “A Jehová tu Dios le pertenecen los cielos, aun los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella.” (Deu. 10:14) Esta declaración pone de manifiesto que la humanidad le pertenece a Dios. Además, por la muerte de su Hijo, Jehová suministró un precio de rescate para toda la prole de Adán. Cuando reconocemos que Dios es nuestro Dueño y vivimos en fiel armonía con ello, ejerciendo plena fe también en el valor expiatorio del sacrificio de Jesús, se nos permite llegar a poseer algo. (Juan 14:6) ¿Qué? Se nos permite llegar a poseer una maravillosa relación con Jehová y su Hijo por medio de la dedicación y el bautismo en agua. Esto trae muchos gozos y bendiciones. Disfrutamos del perdón de nuestros pecados, de que nuestras oraciones sean oídas favorablemente y de la esperanza de vida sin fin en el magnífico nuevo orden de Dios.
2 ¿Vivimos diariamente nuestra vida en reconocimiento de que Dios es nuestro Dueño? ¿Mostramos individualmente por medio de ‘buscar primero el reino de Dios y Su justicia’ que en realidad pertenecemos a Jehová, que somos suyos y que puede usarnos como le plazca? (Mat. 6:33) ¿Seguimos continuamente y sin cesar a Cristo, el dechado que Dios nos ha dado, dejando que su modelo controle nuestra vida?—Mat. 16:24, 25; 1 Ped. 2:21.
3 Aunque reconocemos que el modelo que Cristo dejó comprende muchas cosas que son necesarias para tener la aprobación de Dios —nuestra conducta y actitud moral, el que no seamos parte del mundo y así por el estilo— ciertas cosas se recalcaron en el modelo que Cristo dejó. Por ejemplo, al considerar Mateo 28:19, 20, discernimos el énfasis que él le dio a la predicación y la enseñanza de las buenas nuevas del reino de Dios.—Rev. 12:17.
4 El vivir en fiel armonía con el hecho de que Dios es nuestro Dueño ha significado grandes cambios en nuestra vida y en el modo en que usamos nuestro tiempo. Por ejemplo, es digno de encomio el que muchos de los del pueblo de Dios hayan buscado maneras de simplificar sus vidas, tal vez mudándose a viviendas más pequeñas una vez que criaron sus hijos a fin de dedicar más tiempo a los intereses del Reino, o mudándose a servir donde la necesidad es mayor. ¿Le es posible efectuar estos cambios? Otros han llegado a ser precursores regulares o especiales, betelitas, misioneros, superintendentes de circuito o distrito. (Heb. 12:1) Hicieron estos cambios porque el servir a Jehová en sí mismo es un placer, así como lo es el ayudar a otra persona a experimentar esa felicidad.—Hech. 20:35.
5 No todos nosotros podemos emprender estos campos de servicio de tiempo cabal, pero, ¿hemos hecho cambios esforzándonos por no permitir que el empleo seglar, la recreación u otros intereses de cualquier clase interfieran indebidamente con nuestros privilegios al seguir continuamente a Cristo? Cuando damos a Jehová devoción exclusiva y entonces hacemos lo que en realidad podemos hacer, según nuestras circunstancias y situación en la vida, podemos contar con que Jehová se complace en nosotros, que somos sus siervos y posesión de él.—Pro. 27:11.
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Una provisión amorosa para ayudarnosMinisterio del Reino 1977 | enero
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Una provisión amorosa para ayudarnos
1 En el primer siglo la congregación cristiana prosperó espiritualmente y creció rápidamente. ¿Por qué? La Biblia muestra que uno de los factores sobresalientes fue la provisión de que los superintendentes viajantes visitaran las congregaciones. Estas visitas ayudaron a las congregaciones a ‘hacerse firmes en la fe y aumentar en número.’—Hech. 15:22; 16:4, 5.
2 Hoy día la necesidad de tal ayuda no ha disminuido. Seguramente apreciamos que estamos en los últimos días prefigurados por los sucesos culminantes del primer siglo. Más que nunca antes necesitamos que se nos haga firmes en la fe y se nos anime a continuar haciendo declaración pública de nuestra esperanza. Además de la ayuda amorosa que están suministrando los ancianos locales, se envía a los superintendentes de circuito con el fin de que nos ayuden a ser firmes, tanto como congregación como individualmente. Pero, quizás usted pregunte: “¿Cómo puede ayudarme personalmente la visita del superintendente de circuito?”
CÓMO ÉL NOS AYUDA
3 El horario de actividad del superintendente de circuito con la congregación se planea teniendo presente los intereses espirituales de ustedes. Sus discursos basados en la Biblia quizás le ayuden a entender mejor las enseñanzas de ésta y a ver cómo puede aplicar sus principios en su vida cotidiana. Él se complace en pasar tiempo dándole estímulo bondadoso si ve que usted se siente deprimido. Quizás necesite consejo; con gusto le dará eso también, interesándose genuinamente en su bienestar y, sobre todo, en su relación con Jehová. Por palabra y ejemplo él se esforzará por ayudarlo a mostrar aprecio más cabal por sus bendiciones, privilegios y responsabilidades. Todos sus esfuerzos están dirigidos ‘a fin de que ustedes sigan andando de una manera digna de Dios.’—1 Tes. 2:11, 12.
4 Además, usted se beneficia indirectamente de muchas maneras de la ayuda que él da a los ancianos. La consideración provechosa de diversos asuntos de la congregación hace que esta reunión sea muy provechosa para los ancianos, y esto, a su vez, se difunde a los otros publicadores de maneras prácticas y amorosas. Él puede compartir mucha de la experiencia que ha obtenido al trabajar con otras congregaciones que tienen
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