-
El rescate, maravillosa expresión de amor y justiciaLa Atalaya 1971 | 15 de septiembre
-
-
tuvo en la Tierra. Por lo general disfrutamos de la asociación y conversación con los que han pasado por las mismas cosas, que han hecho el mismo trabajo, que han tenido las mismas experiencias, que nosotros, tal como sucede sin duda con Jesús y su “novia.” Dios dio a Jesús esta “novia” como evidencia de su insondable riqueza y profundidad de aprecio y amor para con su maravilloso Hijo.
GENEROSIDAD DE JESÚS
28, 29. ¿Cómo demuestra Jesucristo, de su parte, su bondad amorosa y generosidad?
28 Jesucristo, por su parte, también reveló su bondad amorosa y generosidad, y su amor a la justicia, por no ser egoísta en este asunto. No dijo: ‘Yo efectué la vindicación de Dios. ¿Por qué deberían otros compartir conmigo esta gloria?’ No, más bien, se regocijó, se alegró de que pudiera tener a otros que pudieran participar en esa vindicación y glorificar a Dios y que también pudieran compartir la gloria y poder de Jesús en los cielos. (Rom. 6:4, 5) Se regocijó de que Dios tuviera otros en la Tierra, donde el Diablo pudiera perseguirlos, que sin embargo permanecieran fieles a la soberanía de Dios, amándola lo mismo que él la amó.
29 Entonces, hay la “grande muchedumbre” de las “otras ovejas.” A Jesucristo le da gusto dejar que entren y participen también en esa vindicación aunque sea a grado pequeño. (Rev. 7:9, 10; Juan 10:16) De modo que él ayuda a todas las “ovejas” de Dios a permanecer firmes por la soberanía de Jehová, a pesar de lo que dijo el Diablo.
EL “ÚLTIMO ADÁN”
30. ¿Cómo llega a ser Jesucristo el “último Adán”?
30 Debido a su fiel proceder y sacrificio Jesús puede salvar a muchos. Tenía el poder, cuando estuvo en la Tierra, de tener una familia propia por medios humanos naturales. No produjo esa familia, sino que cedió esa potencialidad en su sacrificio. Por lo tanto llegó a ser el “último Adán.” Adán produjo una familia, imperfecta, con rasgos malos. Jesucristo produce una familia que posee justicia. Los individuos pueden ser trasladados de la familia de Adán y ser regenerados por medio de la justicia de Jesucristo y, según la ley de procreación de Dios, pueden llegar a ser a su imagen. Pueden quedar limpios como hijos del “último Adán.”—1 Cor. 15:45.
31. ¿De qué manera llega Cristo a tener “prole”?
31 Isaías, por inspiración, describe algunos de los sufrimientos de Cristo y dice: “Si pones su alma como ofrenda por la culpa, él verá su prole.” (Isa. 53:10) Cuando una persona pone el alma de Cristo, el sacrificio de rescate de la vida humana perfecta de Jesús, como ofrenda por la culpa por sus pecados, llega a ser “prole” de Cristo. Cristo no consigue prole por el método natural, sino que como el “Padre Eterno” produce una familia con sus rasgos justos, de la manera que describe el profeta Isaías.—Isa. 9:6, 7.
BENEFICIOS DEL RESCATE FLUYEN AHORA
32, 33. ¿Se han aplicado ya los beneficios del rescate a algunos? Explique.
32 Considerando estas cosas, quizás alguien pregunte: ‘Han pasado 1.900 años desde que se dio el rescate. ¿Por qué no vemos a las personas recibiendo los beneficios del rescate?’ Pues lo vemos, sí. Inmediatamente después que se presentó el precio del rescate en el cielo, solo cincuenta días después de la resurrección de Cristo, el espíritu santo fue derramado y hubo hombres que comenzaron a llegar a ser hijos de Dios. (Hech. 2:1, 33) El apóstol Juan dice: “Ahora somos hijos de Dios.” (1 Juan 3:2) Estas personas recibieron los beneficios del rescate y fueron engendradas por el espíritu, recibiendo la esperanza celestial. En el transcurso de los 1.900 años desde entonces Jehová ha estado seleccionando a los que compondrán ese grupo de 144.000 individuos que serán reyes y sacerdotes con Cristo. (Rev. 14:1, 2; 5:9, 10; 20:6) El seleccionarlos y probarlos ha requerido tiempo, porque ellos serán los que administrarán para siempre la soberanía de Jehová por todas partes del universo.
33 Hoy vemos que el fruto de ese sacrificio también llega a la “grande muchedumbre.” Están disfrutando de los excelentes beneficios de paz con Dios, felicidad, una esperanza y un propósito en la vida, una vida completamente cambiada, con un acercamiento a Jehová Dios y su bendición. También tienen una obra feliz y edificante que hacer para la vindicación de Jehová. En el nuevo orden que tanto se ha acercado, alcanzarán la perfección humana como hijos de Dios.—Rom. 8:21.
EL RESCATE MÁS FUERTE QUE EL PECADO
34. ¿De qué manera es el rescate más fuerte que el pecado de Adán?
34 Resumiendo el asunto, podemos decir que el rescate es más fuerte que el pecado de Adán. El pecado de Adán hizo caer a todos. El rescate, por supuesto, no salva a toda alma humana sin excepción, pero aun así es más fuerte que el pecado innato en nosotros. ¿Cómo? Toda alma sin excepción que quiera libertarse de pecado e imperfección puede conseguir que se le elimine y quedar enteramente limpia. Aun los que serán resucitados de entre los muertos tendrán la oportunidad de aprovecharse del rescate. Los que no consigan vida serán personas que no quieren la soberanía de Jehová. No aman la justicia ni odian el desafuero. Se condenan a sí mismas, añadiendo su propio pecado voluntarioso a su pecado heredado.—Juan 3:17-21.
35. ¿Cómo será borrado —reducido a nada— todo lo que hicieron Adán y Satanás?
35 Por lo tanto, el rescate de Cristo, administrado por el régimen de su Reino, elimina completamente lo que hizo Adán. El último enemigo, la muerte (la muerte acarreada a la humanidad por el pecado de Adán), será reducido a la nada. Cuando se elimine la muerte, entonces nada de lo que hizo Adán —nada de lo que le acarreó a la raza humana— estará aquí en absoluto. No quedará nada en absoluto que pueda señalarse como resultado del pecado de Adán. (1 Cor. 15:26, 56) Y no quedará nada que pueda señalarse como resultado del pecado del Diablo porque, como dice la Biblia: “Con ese propósito el Hijo de Dios fue manifestado, a saber, para desbaratar las obras del Diablo.” (1 Juan 3:8) Satanás habrá desperdiciado completamente su esfuerzo y habrá perdido la vida. La sombra que ha caído sobre el nombre de Jehová y su creación será borrada completamente. El nombre de Dios será vindicado plenamente para toda la eternidad y los que quieran su soberanía estarán allí, vivos, para alabanza de él.—Sal. 150.
36. Después de considerar la provisión del rescate de Jehová, ¿qué exclamación podemos hacer?
36 ¡Qué bondad amorosa de Dios! ¡Y qué amor de parte de nuestro Señor Jesucristo! Podemos decir con el apóstol: “¡Oh la profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e ininvestigables sus caminos!” (Rom. 11:33) Teniéndoles verdadero aprecio a estas cosas, podemos exclamar, sin importar qué cosas traiga el mundo para causar dudas y para atacar nuestra fe: ‘¿No es esto motivo suficiente para dar la vida por ello?’—Hech. 20:24; 21:13.
-
-
La resurrecciónLa Atalaya 1971 | 15 de septiembre
-
-
La resurrección
● La idea de una resurrección de los muertos se les hacía particularmente difícil de aceptar a los griegos de sabiduría mundana de tiempos antiguos. Por eso cuando el apóstol Pablo habló a los filósofos atenienses en el cerro de Marte escucharon atentamente hasta que él mencionó la resurrección. (Hech. 17:31-34) En el Octavius de Minucio Félix, de a principios del siglo tercero E.C., hay una interesante defensa de la resurrección en el capítulo 34: “Pero, ¿quién es tan tonto o tan irracional que se atreva a negar que el hombre, tal como al principio pudo ser formado por Dios, así puede ser formado de nuevo; que él no es nada después de la muerte, y que no era nada antes de comenzar a existir; y que tal como de la nada le fue posible nacer, así de la nada le sea posible ser restaurado?”—The Ante-Nicene Fathers, tomo 4, pág. 194.
-