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  • Un solo mundo, un solo gobierno, bajo la soberanía de Dios
    La Atalaya 1976 | 1 de abril
    • 11. ¿Qué cosa de gran importancia faltaría en esa cooperación internacional?

      11 En vista de eso, pues, ¿es simplemente la cooperación entre estados políticos soberanos lo que se necesita para salvar de la perdición o destrucción al mundo de la humanidad? Es patente que se necesita algo más, algo de gran importancia. La Sociedad de Naciones, ahora difunta, no suministró lo que se necesitaba. Las Naciones Unidas que ahora funcionan no lo suministran tampoco. Los de la ciencia política del mundo pudieran preguntar: ¿Qué se necesita, qué falta en esas organizaciones para la cooperación internacional? Respondemos: Es la cooperación altruista con Aquel a quien muchas naciones afirman que adoran. Podemos determinar Quién es Ése por la canción que solía tratarse como himno nacional en un país de la América del Norte. Se intitula “My Country, ’Tis of Thee” (Mi patria, es a ti), o, sencillamente, “America” (América). La última estrofa de esta canción, al tocarse la cual el auditorio se ponía de pie, pudiera traducirse al español así:

      “Dios paterno de nos,

      Que libertad nos dio, te cantaré.

      Danos por siempre ver la luz de libres ser.

      Guárdenos Tu poder,

      Gran Dios y Rey.”

      12. (a) ¿Cómo alega cierta nación que Dios es su Soberano celestial? (b) ¿Cómo da prueba esa nación cantante de si Dios es su Soberano o no?

      12 Además, este himno se cantaba según la melodía del himno nacional británico, intitulado “God Save Our Gracious King (Queen)” (Dios salve a nuestro compasivo rey [nuestra compasiva reina]). Conviniendo con esa última estrofa de “America,” el Tribunal Supremo de esa nación ha dictado el fallo de que los Estados Unidos de América es una nación cristiana. Además, en Inglaterra todavía hay una unión de Iglesia y Estado, pues la Iglesia de Inglaterra o Iglesia Anglicana es la iglesia estatal establecida. En la canción la deidad a la cual se alude es el Dios de la Santa Biblia. Todas las naciones de la cristiandad afirman que adoran a este Dios de las Santas Escrituras. Al cantarle las palabras “Gran Dios y Rey,” los estadounidenses que pueden cantar juntos esa canción patriótica están reconociendo melódicamente a Dios, el “Dios paterno de nos,” como el soberano, más encumbrado que el jefe del Estado de los Estados Unidos de América. Pero, ¿están diciendo más de lo que quieren decir los que cantan ese himno? ¿Le dejan ellos realmente ser el Soberano de su propia nación así como de lo demás del universo? Los cantantes dan prueba de si Él es su verdadero Soberano o no al cooperar sumisamente con él o no hacerlo.

      13. (a) ¿Quién es el Soberano del Universo según lo muestra la Versión Autorizada del rey Jaime de la Biblia? (b) ¿Cómo únicamente puede realizarse el “un solo mundo” bajo “un solo gobierno”?

      13 La traducción de la Santa Biblia al inglés que fue autorizada por el rey Jaime I de la Gran Bretaña en 1611 para que se leyera en las iglesias de aquel país señala a la soberanía de este Dios. En Salmo 83:18 dice: “Para que los hombres sepan que tú, único cuyo nombre es JEHOVÁ, eres el Altísimo sobre toda la tierra.” En cumplimiento de la oración que contiene ese Salmo, todos los hombres, todos los habitantes de la Tierra, todavía habrán de saber que el Dios cuyo nombre es Jehová es el Más Alto Soberano de todos y, por lo tanto, el Soberano sobre nuestra Tierra también. Hoy la mayoría de las naciones políticas no adoran a Jehová como su Dios, según afirman que lo hacen las naciones de la cristiandad. Pero, mientras que las naciones llamadas “cristianas” afirman que adoran al Dios cuyo nombre, según dice la Biblia, es Jehová, en realidad no cooperan con Él. Por eso, en realidad, ni siquiera una de las naciones que son miembros de la organización de las Naciones Unidas está cooperando con el Dios Altísimo, Jehová. Solo cuando toda la humanidad viva coopere obedientemente con este Soberano Universal puede realizarse “un solo mundo” bajo “un solo gobierno.”

      ¿A FAVOR DE LA SOBERANÍA DE QUIÉN DECIDIREMOS?

      14. ¿Por qué es necesario ahora que cada uno de nosotros tome una decisión personal en cuanto a la cuestión que tiene que resolverse para toda la tierra?

      14 ¿Es eso lo que queremos con todo el corazón? Puesto que los estados políticos no desean eso a la manera de Dios y puesto que rehúsan cooperar con Él, entonces le toca a cada uno de nosotros tomar su propia decisión personal en cuanto a la cuestión que pronto tendrá que resolverse para toda la tierra. ¿Ofrecerá cada uno de nosotros sus respetos a la soberanía universal de Jehová y vivirá en armonía con ella? Solo si hacemos eso tendremos el privilegio de disfrutar del “un solo mundo, un solo gobierno, bajo la soberanía de Dios.”

      15. ¿Qué explicación hay para el hecho de que los proyectos de las naciones hayan fracasado a pesar de la cooperación internacional?

      15 Cuando todos cooperamos y obramos como un cuerpo unido, por lo general podemos lograr algo. Cuando trabajamos junto con el Señor Soberano Dios Jehová, podemos estar seguros de que nuestro trabajo va encaminado al buen éxito. Este hecho nos ayuda a entender por qué las naciones no han tenido buen éxito en sus proyectos internacionales. Es verdad que las naciones, en su desesperado aprieto de hoy, procuran unir al mundo bajo un solo arreglo mundial. ¡Pues, hasta se habla de entregar la soberanía mundial a la organización de las Naciones Unidas! Sin embargo, en cuanto al “un solo mundo” de la humanidad bajo “un solo gobierno” que las naciones quisieran producir para tener paz y seguridad mundial, ¿es ése el “un solo mundo” bajo el “un solo gobierno” que tiene presente el Señor Soberano Dios? ¿Es lo que Él ha predicho en su infalible Palabra escrita, la Santa Biblia?

      16, 17. (a) ¿Cómo cooperaron mutuamente las naciones en mal sentido hace diecinueve siglos en Jerusalén? (b) ¿En qué términos se dirigieron a Dios los que oraron y mencionaron esta cooperación en lo malo, y qué Le pidieron que hiciera?

      16 Sabemos que criaturas humanas y naciones pudieran cooperar en una obra mala así como en una obra buena. Hace poco menos de dos mil años ciertas naciones se juntaron en una obra mala. Cooperaron mutuamente, pero no en cooperación con el Dios Altísimo del cielo. A esto se llamó atención de manera muy solemne en la ciudad de Jerusalén, después que a dos hombres se les había arrestado por predicar en el templo de la ciudad, se les había sometido a juicio en el Tribunal Supremo y se les había puesto en libertad después de habérseles amenazado. Acerca del choque de soberanías que estuvo envuelto en aquel momento y en aquella ocasión, el relato histórico nos dice, en las siguientes palabras, según la Versión Reina-Valera Revisada de la Biblia:

      17 “Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: [‘]Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste: [“]¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo.[”] Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo [“los pueblos,” NM] de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra.[’]”—Hech. 4:23-29; también La Santa Biblia, Versión E. M. Nieto; NM.

      18. ¿Qué le pidieron a Dios que los ayudara a hacer aquellos cristianos que oraron, y en qué resultó la respuesta a su oración?

      18 Aquellos discípulos de Jesús el Mesías tomaron sus decisiones individuales y se declararon de parte de la soberanía universal del Creador del cielo y la Tierra. Por eso oraron a Él para que los ayudara a pasar por alto el fallo y las amenazas del Tribunal Supremo nacional y seguir adelante con la predicación prohibida del mensaje de Dios acerca de su Siervo ungido, Jesús el Mesías. Denunciaron la conspiración política entre el rey Herodes Antipas, representante del grupo nacional de los idumeos, y el gobernador Poncio Pilato, representante del Imperio Romano y Tiberio César, y los judíos que no se habían convertido al cristianismo. La oración de ellos fue contestada, y la predicación de las buenas nuevas por estos sostenedores de la soberanía del Señor Dios Jehová continuó, tanto entre los judíos como, más tarde, entre las naciones gentiles. Como resultado de esto, miles de creyentes se declararon de parte del Señor Soberano Jehová, para cooperar con él en su propósito mesiánico.

      19. En contraste con la situación de hace diecinueve siglos, ¿a qué cumplimiento de las palabras de David en el Salmo 2 Dos hemos llegado, y por qué debemos ejercer cuidado en cuanto a la decisión que tomamos?

      19 Hoy hemos llegado a la culminación en este desenvolvimiento de acontecimientos que bajo guía divina lleva a “un solo mundo” bajo “un solo gobierno” sobre lo cual Dios es el Soberano Universal. Las palabras proféticas de David que se incluyeron en la oración que ofrecieron los discípulos del Mesías hace diecinueve siglos en Jerusalén solo tuvieron un cumplimiento inicial o en miniatura. En éste habían estado envueltos el rey Herodes y el gobernador Poncio Pilato y el pueblo judío y los soldados romanos que fueron usados por éstos para clavar a Jesús el Mesías a un madero de tormento. En nuestro siglo veinte, los acontecimientos mundiales desde el estallido de la I Guerra Mundial en el año 1914 suministran la prueba de que hemos llegado al cumplimiento final y en escala completa de esas palabras de David que se encuentran en el Salmo 2 Dos. Ahora, más que en todo otro tiempo en el pasado, se presenta para ser resuelta la cuestión de la soberanía divina. Nuestra decisión personal en cuanto a esta cuestión tendrá las más serias consecuencias para cada uno de nosotros.

      20, 21. (a) En busca de guía para tomar la decisión correcta, ¿a quién podemos dirigirnos con buen éxito? (b) Según Salmo 73:24, 25, 28, ¿a quién acudió el salmista en busca de consejo?

      20 Como ayuda en tomar la decisión que llevará a que disfrutemos de “un solo mundo, un solo gobierno,” bajo la soberanía divina, necesitamos guía. ¿Podemos dirigirnos a las naciones mundanas en busca de guía con relación a esto? No, porque están desconcertadas, y se hunden cada vez más profundamente en el cenagal de la perplejidad por no conocer el camino de escape que les permita salir de sus crecientes dificultades. No podemos acudir a las instituciones religiosas de las naciones y esperar buen éxito, porque el consejo religioso que éstas han dado a los gobernantes políticos ha llevado a las naciones al atolladero internacional de la actualidad. Para el necesitado consejo al día, con apego a la realidad, práctico, que nos guíe de la manera correcta, tenemos que dirigirnos a la Palabra escrita que suministró para nosotros el Mismo que mucho tiempo atrás predijo esta angustia mundial. Este fue el sabio proceder que adoptó el salmista inspirado de la antigüedad. Dirigiéndose al Autor divino de esa Palabra profética, el salmista dijo:

      21 “Con tu consejo me guiarás, y después me llevarás aun a la gloria. ¿A quién tengo yo en los cielos? Y además de ti no tengo en efecto otro deleite en la tierra. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová, he puesto mi refugio, para declarar todas tus obras.”—Sal. 73:24, 25, 28.

      22. Por eso, ¿de qué podemos estar seguros, según las palabras del salmista?

      22 Al escoger ahora al Soberano de todo el universo para que sea nuestro refugio, nosotros, también, podemos estar seguros de que él nos guiará con su consejo y después nos llevará a gloria inmarcesible.

  • El un solo gobierno para un solo mundo bajo la soberanía de Dios
    La Atalaya 1976 | 1 de abril
    • El un solo gobierno para un solo mundo bajo la soberanía de Dios

      1. ¿A qué conclusión en cuanto a gobierno de la humanidad se están viendo obligados a llegar los consejeros del mundo?

      LOS consejeros y consultores en cuanto a los asuntos mundiales continuamente están quedando frustrados. Gústeles o no la idea, se están viendo obligados a llegar a la conclusión de que la familia humana, aunque ahora tiene seis mil años de existencia, no puede gobernarse. No ha producido por sí misma el tipo de gobierno que haya hecho o pueda hacer de toda la humanidad un solo mundo.

      2. Según el principio que Dios dio a la humanidad, ¿por qué no se le puede culpar por el hecho de que la humanidad no sea “un solo mundo” hoy?

      2 ¿Quién tiene la culpa de esto? No el Creador de la familia humana, y por lo tanto no el Padre celestial de ella. Toda la humanidad empezó del un solo hombre original que recibió la existencia del Señor Soberano Dios, Jehová, en la Tierra. Después de eso, el Creador, usando como base parte del cuerpo perfecto de este hombre, hizo a la primera mujer, la original, para que toda la humanidad fuera una sola carne, descendientes de esta pareja humana original. Este hecho se les hizo saber claramente a los filósofos del Alto Tribunal griego del Areópago en Atenas, Grecia, hace mil novecientos años. A estos jueces eminentes el apóstol cristiano Pablo dijo: “[Dios] hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites fijos de la morada de los hombres, para que busquen a Dios.”—Hech. 17:22-27; Gén. 2:7-25; 1:26-31.

      3, 4. (a) Desde el principio, ¿cuál fue el propósito de Dios para la humanidad? (b) ¿Cómo se le mostró a Adán que la sumisión a la soberanía de Dios era un camino de vida con eternidad en mira?

      3 La intención de Dios era que la familia humana fuera “un solo mundo” de humanidad, una sola sociedad humana que fuera toda del mismo hueso, carne y sangre. Esta sociedad humana unida había de morar por toda la superficie de la Tierra, la cual había de ser convertida en un jardín o paraíso semejante a parque como hogar de la humanidad para siempre. La humanidad había de tener en sujeción los peces, las aves y los animales terrestres, pero la humanidad misma estaría en sujeción a la soberanía del Gobernante Universal y Creador, el Altísimo, “cuyo nombre es JEHOVÁ.” (Sal. 83:18, Versión Moderna) Como Soberano del hombre, Jehová Dios le declaró al primer hombre la ley divina, y el hombre perfecto podría vivir para siempre en la Tierra si la obedecía.

      4 Esta ley mandaba obediencia perfecta al Soberano Universal, porque Dios le dijo al hombre, Adán: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.” (Gén. 2:16, 17) Por algún tiempo el hombre, Adán, y su mujer, Eva, observaron aquel mandato divino de obediencia leal. La familia humana tuvo un principio o comienzo perfecto. La sumisión al Soberano Universal, Jehová Dios, era el camino de la vida con eternidad en mira. El principio que se fijó allí aplica a nosotros hoy. ¿Lo seguiremos?

      5. La falta de unidad que hay en el mundo de la humanidad hoy indica que ¿qué aconteció, y cuándo, y con qué inducimiento?

      5 Toda persona tendrá que concordar en que la familia humana no es “un solo mundo” hoy, no es una sociedad humana indivisa, a pesar de que es de una misma carne y sangre. En la actualidad son muchas las soberanías humanas que se hacen sentir, y éstas están dividiendo las lealtades de los hombres. Es innegable que en el pasado lejano, antes que a Adán y Eva les naciera un hijo, tiene que haber ocurrido un desprenderse de estar bajo la soberanía universal del Dios Altísimo, el Creador. ¿Qué indujo a este desprenderse? Solo la Santa Biblia, la Palabra escrita de Dios, da la respuesta válida. El inducimiento incorrecto vino de la región de lo invisible, del mundo de los espíritus. Allí uno de los espíritus que eran súbditos de la soberanía de Jehová vio una oportunidad de establecer una soberanía independiente propia.

      6. Las denominaciones distintivas que se le dan a ese espíritu rebelde armonizan con ¿qué proceder que él adoptó para dirigir la rebelión humana contra la soberanía de Dios?

      6 Satanás llegó a ser un nombre apropiado para este rebelde, porque ese nombre significa “Resistidor,” es decir, para con Jehová Dios. Diablo llegó a ser una denominación distintiva que le era apropiada, porque esa palabra significa “Calumniador,” y Satanás usó la calumnia contra su Señor Soberano para engañar y extraviar. Así, a la mujer Eva el Diablo le presentó el cuadro de que el Padre celestial de ella era un mentiroso egoísta que no merecía obediencia estricta. Creyendo esta mentira, Eva comió del fruto prohibido y violó su sumisión a la soberanía de su Padre celestial. En armonía con el proyecto del Diablo, fue más allá de esto: logró que su esposo Adán se uniera a ella en una rebelión contra la sumisión a la soberanía propia y justa del Dios y Padre de él. El resultado ha sido precisamente como lo que calculó Satanás el Diablo: Hasta este día el mundo de la humanidad ha nacido en pecado contra Dios, fuera de sumisión a la soberanía del Dios Altísimo Jehová.—Gén. 3:1 a 4:16 inclusive; Rom. 5:12.

      7, 8. (a) ¿Cómo se ha exhibido división en la humanidad desde entonces en cuanto al asunto de sumisión a una soberanía? (b) ¿Cómo ejerció Dios soberanía con referencia al exterior en sus relaciones con el soberano rebelde?

      7 Desde aquella rebelión allá en el Jardín de Edén, los descendientes de Adán y Eva han estado divididos entre la sumisión a la soberanía universal de Jehová Dios y la sumisión a la soberanía de Satanás el Diablo, a quien Jesús el Mesías llamó “el gobernante de este mundo.” (Juan 12:31; 14:30; 16:11) Jehová Dios no celebró ningún tratado con esta soberanía inferior que acababa de ser establecida. Ejerciendo su poder como Soberano Legítimo y Propio que controla sus tratos con gobiernos extranjeros, Jehová Dios le declaró la guerra al soberano enemigo. Mostrando desprecio supremo a este soberano satánico, Jehová Dios lo comparó a una serpiente en estrecho apego a la tierra y le dijo, como si hablara a la serpiente que había sido usada por el Diablo para engañar a Eva:

      8 “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza [como pisando la cabeza de una serpiente para aplastarle los sesos] y tú [como una serpiente al acecho] le magullarás en el talón.”—Gén. 3:1-15.

      9. ¿Hasta cuándo sería la guerra que Dios declaró contra el soberano extranjero, y cómo indicó esto Pablo en Romanos 16:20?

      9 Guerra perpetua declaró allí Jehová Dios contra el soberano rebelde y todos los que se apegaban a la soberanía de este rebelde artero, que desde el principio trató de ocultar de las criaturas humanas su identidad. Jehová Dios no ha olvidado su “política exterior” de guerra contra el que es enemigo tanto de Él como de la humanidad. Más de cuatro milenios después que el Gran Adversario estableció la soberanía extranjera en Edén, Jehová Dios hizo que el apóstol cristiano Pablo escribiera por inspiración lo siguiente a la congregación ubicada en la sede del Imperio Romano: “El Dios que da paz quebrantará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve. Que la bondad inmerecida de nuestro Señor

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