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    Anuario de los testigos de Jehová para 1974
    • Guettler y Poethko tuvieron que salir de allí. Las firmas comerciales extranjeras cerraron y los Groezingers se fueron. Los hermanos Jones y King ahora tuvieron que hacer una considerable cantidad de trabajo para su propio sostén. Jehová bendijo sus esfuerzos, y se regocijaron al ver a 107 personas asistir al Memorial en 1958.

      Después de la asamblea internacional de los testigos de Jehová en Nueva York en 1958, se hicieron arreglos para que el hermano Charles, el superintendente de sucursal en Hong Kong, regresara por barco por vía de Shangai y visitara a nuestros hermanos allí. (El hermano Jones había hecho solicitud antes por un visado de salida para salir de la China y asistir a la asamblea, pero le fue rehusado, y así se les dejó saber que no se les permitía salir del país.) Cuando el barco llegó al puerto no se le permitió a nadie desembarcar. Pero los hermanos Jones y King tomaron un viaje en transbordador río abajo en un esfuerzo por ver al hermano Charles. Llegaron a verlo brevemente y lo saludaron ondeando los brazos, y un mensaje pasó. El hermano King, con su voz fuerte y poderosa, gritó: “¡Sírvase decirle a mamá que todos estamos contentos y bien!” El hermano Charles respondió: “250.000 les envían su amor.” Se refería, por supuesto, a la cantidad de personas que asistió a la Asamblea Internacional “Voluntad Divina” en la ciudad de Nueva York, del 27 de julio al 3 de agosto.

      La excelente posición que adoptaron los testigos de Jehová encolerizó mucho a otros grupos religiosos que habían transigido vez tras vez. Ahora éstos ejercieron presión en la policía y se quejaron de que a los testigos de Jehová se les permitiera continuar sin intervención del Estado. Esto tuvo su efecto.

      El 14 de octubre de 1958 los hermanos Jones y King se habían levantado a las 6:30 de la mañana, habían preparado su desayuno y estaban por sentarse a la mesa cuando el hermano King notó policías que entraban corriendo en la callejuela donde vivían. “¿A quién será que buscan ahora?” dijo. La respuesta vino con un violento toque a su propia puerta. Fueron arrestados como “reaccionarios” y el hogar fue examinado cuidadosamente. Cinco horas más tarde los llevaron a un centro de detención, donde continuaron bajo interrogación constante por dos años.

      En su juicio en 1960, se leyeron nombres de hermanos y hermanas chinos y se declaró que éstos serían sometidos a juicio más tarde. El superintendente de congregación, el hermano Koo, y también el hermano Liu y Nancy Yuen estaban en la larga lista de nombres. Así, en octubre de 1958 la obra de los testigos de Jehová fue detenida a la fuerza en la China.

      ORGANIZÁNDOSE PARA OBRA MÁS EFICAZ EN HONG KONG

      Durante aquellos años continuaron los esfuerzos por predicar las buenas nuevas con mayor eficacia en Hong Kong. Los hermanos Knorr y Henschel visitaron a Hong Kong en abril de 1951. Hablando en el Teatro Star a un auditorio de 707 personas, el hermano Knorr pronunció el discurso ampliamente anunciado “Proclamad libertad por toda la tierra.” Esta visita fue un gran estímulo a los cinco misioneros y un preludio al establecimiento de una oficina sucursal el 1 de septiembre de 1951, con el hermano Carnie de superintendente de sucursal. En los años siguientes nueve nuevos misioneros fueron asignados a Hong Kong.

      Aun así, entre los misioneros durante el principio de los años cincuenta nada se estuvo haciendo en cuanto a estudiar el lenguaje chino de manera organizada. La hermana Gannaway recuerda que cuando vino a Hong Kong en 1953 lo único que usaban los misioneros del lenguaje chino era: “¿Yau-mo yan sik-gong ying-mun?” que significa: “¿Hay alguien que hable inglés?” El hogar de la sucursal estaba demasiado lleno de personas, y hasta tarde en la noche se oía el ruido procedente de una casa de té que había debajo. Fue muy oportuna, pues, la visita del hermano Knorr en abril de 1956. Considerando prontamente la situación, dijo: “De ahora en adelante todas las reuniones se conducirán en chino y los misioneros aprenderán y usarán ese idioma.” Se abrió otro hogar misional, y el año siguiente La Atalaya y el libro “Sea Dios Veraz” salieron en chino.

      El hermano Franz fue el orador principal en una asamblea que se celebró en enero de 1957 con el tranquilizante fondo de las arenas de la playa de Repulse Bay. Dio énfasis al trabajo de todo corazón y la lealtad a la organización visible de Jehová. Cuando tomó tiempo para hablar a grupos de hermanos locales, estos quedaron profundamente impresionados. El hermano Franz también se reunió con los diecinueve misioneros y precursores especiales y consideró sus problemas y dio excelente exhortación hacia observar fidelidad. Para diciembre de 1958, los primeros tres precursores de Hong Kong que asistieron a Galaad se habían graduado y habían regresado, y Kenneth Gannaway, que había estado sirviendo en las Islas de Sotavento, en las Antillas, se unió al grupo misional, de modo que hubo un total de trece misioneros en dos hogares.

      MACAO OYE LAS BUENAS NUEVAS

      A sesenta y cinco kilómetros cruzando el estuario del río Pearl desde Hong Kong está la colonia portuguesa de Macao. Es el más antiguo establecimiento occidental en la costa de la China, y consiste en una faja estrecha de terreno de casi 10 kilómetros de largo por aproximadamente dos kilómetros de ancho y dos islitas. La ciudad misma le recuerda a uno el viejo Portugal, pero predomina el modo de vida oriental. El portugués es el idioma oficial, pero la mayoría de las personas son chinas y hablan cantonés.

      Dos precursores especiales fueron enviados a Macao en febrero de 1943. Uno de ellos, Daniel Ng, tuvo una excelente conversación con un chino de veintiún años de edad llamado John Chu que acababa de llegar de Indonesia. Se empezó un estudio bíblico y toda la familia, incluso la madre y el padre, participó en él. Pronto John estaba participando en la predicación, pero, desgraciadamente, a los dos precursores especiales se les hizo necesario partir hacia el fin del año. No obstante, John estuvo solo únicamente tres meses, y durante este tiempo el superintendente de circuito, el hermano Thorn, lo visitó por cinco días y le dio mucha ayuda necesaria. Su seriedad y celo eran sorprendentes. El día que el hermano Thorn partió, John vino a su hotel a las 6:30 de la mañana para aprender más acerca de cómo debería efectuar el trabajo.

      Mary Chan y Lee King Foon, dos precursoras especiales de experiencia, llegaron en junio de 1964. La actividad organizada de éstas produjo buenos resultados, y para 1965 había tres publicadores participando en el ministerio del campo y treinta y una personas asistieron al Memorial. Esta excelente actividad no quedó sin ser notada por la Iglesia Católica, y pronto la policía secreta estuvo vigilando. Cierto domingo por la tarde mientras se celebraba el estudio de La Atalaya en el hogar de John, la policía secreta irrumpió en aquel lugar, confiscó toda la literatura y las Biblias y ordenó a todos los que estaban allí que marcharan a la comisaría de policía. El día siguiente a las dos precursoras especiales se les ordenó que volvieran a Hong Kong. Aunque algunos, por temor, dejaron de asociarse, los demás de este grupo fueron fortalecidos por la experiencia y han continuado dando el testimonio cautelosamente.

      En los últimos años un fuerte bando comunista ha adquirido prominencia y ha hecho sentir su presencia en Macao. Han resultado ser tan fanáticos y tan difíciles de tratar como el bando católico romano. Mientras estos dos bandos se han vigilado el uno al otro y han competido por el poder, los testigos de Jehová han seguido dando sin alboroto el testimonio acerca del reino de Dios. Un precursor especial de Hong Kong recientemente regresó después de pasar cuatro años trabajando con el grupito. Ahora hay seis publicadores que participan en la obra del Señor y su celo se ha demostrado por el hecho de que en el año de servicio de 1973 dedicaron un promedio de 12,3 horas al ministerio del campo y veinte personas asistieron al Memorial. Ciertamente nos alegra el corazón saber que dos de estos publicadores sirvieron de precursores regulares durante el año de servicio de 1973 y servirán de precursores especiales este año venidero. El hermano John Chu continúa dando guía madura en esta pequeña congregación del pueblo de Jehová.

      GOZOS, CRECIMIENTO Y PRUEBAS

      En Hong Kong, la mayoría de los que se interesan en la verdad son personas jóvenes. Parece que las generaciones de más edad están firmemente establecidas en sus caminos y no quieren cambiar por temor de que al morir les vaya mal si han abandonado las tradiciones chinas. Cierta joven, May Yu, empezó a asistir a las reuniones a la edad de trece cuando se conducían en inglés. Aunque no sabía inglés, disfrutaba de la genuina amigabilidad y el amor que se mostraba en ellas. No hay que decir que se regocijó mucho cuando las reuniones fueron cambiadas al idioma chino. La experiencia de esta joven en la escuela recalca bien la cantidad de presión que se impone a los estudiantes en Hong Kong y que hace que muchos nuevos se aparten de la verdad durante los años escolares.

      Este es el comentario de la hermana May Yu: “Durante 1961, yo estaba ocupada preparándome para el año final en la escuela, el año en que todo el mundo está bajo tensión preparándose para los exámenes finales. La presión y la cantidad aumentada de tarea escolares para prepararlas en casa hacían que las veinticuatro horas del día no fueran suficiente tiempo para cumplir con lo que se exigía. Constantemente se nos hablaba de más educación, universidad, empleos con mejor pago, la reputación de los padres y del maestro. Pensé que esto podría amenazar mi espiritualidad. Sin embargo, el intercambio de estímulo, el consejo de hacer del ministerio la vocación de mi vida, y el estudio personal me ayudaron a salir victoriosa de la presión de esta sociedad materialista.” La hermana Yu ayudó a una compañera de escuela a adquirir conocimiento de la verdad, y más tarde esta compañera de escuela sirvió de precursora especial por varios años. En noviembre de 1962 la hermana Yu se hizo precursora especial y continúa en el servicio de tiempo cabal hoy en Betel como traductora.

      Con la Asamblea Internacional “Buenas Nuevas Eternas,” celebrada en el Ayuntamiento, el 13-18 de agosto de 1963, vino un estímulo. Los 222 publicadores, precursores y misioneros de Hong Kong trabajaron incansablemente en preparación para esto y no quedaron desilusionados. La visita de casi 500 compañeros cristianos hizo mucho en cuanto a profundizar el aprecio de los hermanos locales que nunca habían visitado otros países. Pudieron ver directamente el amor y la unidad que desplegaban sus hermanos del extranjero, y esto les dio una vista mucho más amplia de la maravillosa organización de Jehová. Con celo renovado volvieron al campo, y al siguiente Memorial hubo una concurrencia de 459 personas.

      En el mes de abril de 1964 hubo un suceso triste para los hermanos de Hong Kong cuando uno de los primeros misioneros, “Bill” Carnie, murió. Había servido de superintendente de sucursal por unos doce años en total. El hermano Carnie amaba a la gente y mostraba los frutos del espíritu dondequiera que trabajaba. Todavía lo recuerdan con afecto todos los que lo conocieron.

      Nuestros hermanos de Hong Kong siempre han mostrado interés amoroso en sus hermanos aprisionados detrás de la Cortina de Bambú. Diariamente recuerdan a estos hermanos en sus oraciones. ¡Qué gozo expresaron cuando Harold King fue puesto en libertad de la China en 1963! Aquí estaba uno de sus hermanos que había pasado cuatro años y medio en prisión y sin embargo todavía estaba fuerte en la fe. También supieron de él acerca de la fe de sus hermanos chinos que todavía estaban en prisión. Entonces, en 1965, Stanley Jones fue puesto en libertad después de siete años de aprisionamiento y él tuvo más buenas nuevas para ellos acerca de la fidelidad de sus hermanos en la China. Mientras que en la China todo era deslustrado y austero, Hong Kong estaba alegre con gran prosperidad material. El hermano Jones observó esto y los hermanos apreciaron su oportuno consejo acerca de no caer en el lazo del materialismo y perder la vida eterna.

      En 1966, Hong Kong agradecidamente recibió otro grupo de siete misioneros procedentes de la clase cuarenta y uno de Galaad. Esto permitió abrir otro hogar misional en Kowloon en un territorio que casi había estado sin tocar anteriormente, la zona industrial llamada Kwun Tong. En toda esta zona no había publicadores, y la población entonces era de alrededor de 225.000 personas, de modo que los misioneros fueron recibidos con agradecimiento. Diferente de lo que sucedió en el caso de los primeros misioneros, estos nuevos misioneros comenzaron su curso de idioma de dos meses por arreglo de la Sociedad bajo un instructor nombrado. Por eso, en relativamente corto tiempo tuvieron un buen fundamento del dialecto cantonés que les permitía trabajar.

      Temprano en 1967, los misioneros comenzaron a notar un cambio de actitud en la gente en general. Algo estaba desarrollándose. En 1966 había habido alborotos relativamente menores debido a un aumento de 5 centavos en el pasaje de los transbordadores. ¿Se estaba desarrollando algo por el estilo de aquello? En un informe mensual a la Sociedad, el superintendente de sucursal, el hermano Gannaway, hizo notar lo siguiente: “Parece que los comunistas aquí se sienten más confiados debido a la victoria en Macao. Ahora notamos como nunca antes una actitud de antagonismo a la religión. . . . Es patente que aquí pudiera suceder algo muy rápidamente.”

      Poco después de esto, estallaron alborotos por toda Hong Kong. Las fuerzas comunistas estaban tratando de obtener ventaja sobre el gobierno y hacer que la gente los apoyara por miedo. Por cierto tiempo se pusieron a plantar bombas en cualquier lugar, hasta frente al edificio donde estábamos celebrando una asamblea de distrito. Muchas personas fueron heridas por estas bombas. Niños que sin saberlo jugaban con ellas resultaron muertos y perdieron extremidades. Las bombas hicieron que los residentes locales se volvieran contra el movimiento comunista y eso evitó que se apoderaran del lugar.

      No obstante, el temor había entrado en el corazón de muchos. Centenares de personas sacaron pasajes en barcos y aviones que salían debido a que se esperaba un éxodo en masa. Antes que los alborotos comenzaran, la Sociedad había estado estimulando a asistir a las reuniones y al estudio personal, porque esto era un punto débil notable. Los que no tomaron en serio este consejo salieron perdiendo. Así, de un máximo de 261 en 1967, el número de publicadores bajó a un promedio de 218 en 1968.

      ¡Qué bueno fue que el hermano Knorr visitara a Hong Kong, en mayo de 1968, y hablara sobre el tema “No debes olvidarte”! Los hermanos prestaron cuidadosa atención y al hermano Knorr le impresionó el hecho de que “cada vez que citaba un texto bíblico, toda cabeza del auditorio se inclinaba mientras diligentemente buscaban el texto.” Esta visita era precisamente lo que se necesitaba y llenó a los hermanos de confianza y determinación de apegarse a la obra y servir a Jehová con corazón fuerte. La obra siguió adelante de nuevo y, por primera vez en catorce años, los publicadores de congregación tuvieron un promedio de más de diez horas, y 558 personas asistieron al Memorial de 1968.

      Entre los concurrentes al discurso del hermano Knorr estaba una persona que había mostrado interés, la Sra. Fok, quien se emocionó por lo que oyó y vio. Su experiencia muestra que si uno verdaderamente busca la verdad, la halla. “Cuando tenía once años de edad, mi padre fue muerto en Cantón,” dice ella. “En los años después de esto vi mucha matanza y odio. Esto me puso a pensar seriamente en cuanto a la vida. Decidí huir de la China, y después de mucha dificultad me ayudaron a pasar clandestinamente a Hong Kong. Pensé que hallaría una mejor vida en Hong Kong, pero quedé desilusionada. Todo lo que vi era competencia, engaño y crueldad, y esto hizo que me preguntara el significado de la vida. Veía la armonía en la naturaleza, y sin embargo la vida del hombre era precisamente lo opuesto a aquello. De modo que quise respuestas y hallar la verdad, si existía.” Empezó a estudiar libros de filosofía, que no satisficieron su anhelo.

      Entonces los testigos de Jehová la visitaron. Al principio, no fue tanto la verdad lo que la atrajo como el amor y el interés genuino que mostraban a la gente los Testigos. Cuando fue a escuchar el discurso del hermano Knorr, dijo: “Me sorprendí al ver que todos los Testigos desplegaban amigabilidad afectuosa y amor unos para con otros. Estaban llenos de gozo y fe. De modo que pensé que tenían que tener algo precioso que otros no tienen.” Esto hizo que ella estudiara más diligentemente y pronto quedó convencida de que ésta era la verdad que había buscado por tanto tiempo. Ahora se siente “muy endeudada con Jehová porque él envió a alguien a predicar” para beneficio de ella. Ahora es una celosa publicadora bautizada que sirve de precursora temporera en toda ocasión posible. Ha hecho esto aunque tiene una familia grande y un esposo que se opone a la verdad. Su hermano más joven recientemente escapó de la China y ella tiene muchas esperanzas de ayudarlo a aceptar la verdad. No obstante, como sucede por lo general con los refugiados, el hermano es un firme ateo y no muestra interés. Pero la hermana Fok no se ha dado por vencida.

      La organización de Jehová ha provisto con abundancia lo necesario para su pueblo aquí. Además de dos números de La Atalaya en chino cada mes, hemos tenido la edición mensual de ¡Despertad! en chino desde 1962. ¡Despertad! ha sido bien recibida ha desempeñado un gran papel en ablandar el territorio para un testimonio mayor. Cinco de los últimos libros encuadernados de la Sociedad y seis folletos también están disponibles en chino. Ante tan excelente conjunto de ayudas para el estudio de la Biblia, un prominente misionero luterano hizo el comentario de que, de todas las religiones, los testigos de Jehová tienen el mejor conjunto de publicaciones en chino.

      Nunca ha habido nada que haya tenido tan fuerte impacto en los hermanos en el campo como el libro La verdad que lleva a vida eterna. Cuando llegó el primer envío en 1969, había alguna duda en cuanto a que la gente local pudiera aprender la verdad y actuar en armonía con ésta en solo seis meses. Pero la información concisa, clara y directa no solo ayudó a los publicadores tremendamente, sino que también resultó en un grupo sólido y leal de nuevos alabadores de Jehová.

      Debe mencionarse que la oficina sucursal de la Sociedad ha sido mudada a una mejor ubicación, al 312 de Prince Edward Road, Segundo Piso, Kowloon. Al principio la Sociedad tenía un solo apartamiento, pero, cuando se hizo disponible, también compró el apartamiento contiguo, lo cual suministró más espacio para almacenamiento y para más misioneros.

      La Asamblea “Paz en la Tierra” de 1969 también será recordada por mucho tiempo en los corazones de los hermanos de Hong Kong. Los visitantes de unos trece países, la información presentada en el programa, los dramas, y el que hubiera allí tres miembros del Cuerpo Gobernante, los hermanos Knorr, Franz y Suiter, dieron a los hermanos de aquí otro estimulante empuje. Los misioneros, también, dieron gracias a Jehová y a su organización por la bondad que se les mostró al ayudarles a regresar a sus países de origen para asistir a una asamblea y visitar a sus familias. Regresaron con celo renovado para efectuar sus asignaciones aquí.

      En 1970 la Sociedad asignó a nueve celosas hermanas jóvenes de las filas de los precursores especiales de las Filipinas para que sirvieran de misioneras en Hong Kong. Se enfrentaron al idioma como a cualquier otro dialecto de las Filipinas, y con esta actitud positiva han tenido excepcionalmente buen éxito. Pero han aprendido que se necesita aguante y paciencia antes que vean a los nuevos llegar a la dedicación y bautizarse. Así aprecian el ejemplo de misioneros como Beth Gannaway y Elizabeth Jarvis, que han estado sirviendo pacientemente en esta asignación por veinte y dieciséis años respectivamente.

      Otra nota animadora es que aunque algunas personas han tenido que dejar el servicio misional debido a salud, familia u otras razones, la mayoría han permanecido en Hong Kong y continúan sirviendo como fieles publicadores del Reino. Todavía consideran a Hong Kong su asignación, y los hermanos locales los aman por esto.

      Debe recordarse que casi nadie entra en la verdad aquí sin una verdadera lucha. Una reciente experiencia típica que aconteció en Kwun Tong ilustrará esto. Fu-lone Liang estudió con un muchacho católico. Después de muchas “batallas” en cuanto a doctrinas él vio que ésta era la verdad y decidió hacer algo. Debido a que sus padres vieron que el que él usara el tiempo para las reuniones y el servicio del campo interferiría con su adquisición de dinero, comenzaron toda clase de persecución. Él temía regresar a casa después de la reunión. La gritería, las maldiciones y el hostigamiento por ambos padres continuaban hasta temprano en la mañana. A sus hermanos y hermanas más jóvenes se les prohibió hablar con él. Su padre a veces lo detuvo físicamente de ir a las reuniones y hasta corrió tras él con un cuchillo de cortar carne. La madre fue al Salón del Reino varias veces e hizo una escena. Cierto domingo por la mañana lo despertó el sonido de vidrio que se rompía. Al investigar qué era, vio a su madre rompiendo botellas. ¿Por qué? “¡Voy a ir a ese Salón del Reino y sacarles los ojos a todos esos misioneros!” Esta oposición siguió sin tregua por meses hasta que a él se le hizo demasiado peligroso permanecer en su hogar. Una vez preguntó a sus padres: “¿Por qué se preocupan tanto por el dinero? ¿No me criaron por amor?” La respuesta de ellos fue: “¡No, por dinero!” Aun después de haber dejado él su hogar y haberse ido a vivir con un hermano, la madre todavía vino al Salón del Reino y trató de golpear al hermano Liang, y escupió en el rostro de su hijo hasta que no pudo escupir más. Entonces se fue gritando lo que pensaba a cualquier transeúnte que quisiera escuchar. Desde entonces el muchacho se ha bautizado. Da más de dos terceras partes de su salario a sus padres y escasamente se las arregla financieramente en un esfuerzo por evitar que hablen abusivamente de la verdad. No obstante, cuando ellos pueden, todavía lo molestan. ¡Qué bueno es verlo mantenerse firmemente a favor de la verdad y continuar su progreso!

      Durante los pasados veintitrés años, el registro muestra que 427 personas se han bautizado en Hong Kong y 135 en la China. Muchos no han continuado activos y han sido apartados. Otros han partido hacia otros países y están trabajando bien entre los chinos en otros lugares. De modo que la historia de los testigos de Jehová en Hong Kong muestra que los misioneros y los hermanos locales han efectuado mucho trabajo arduo. El resultado está bien resumido en el comentario de una hermana local: “Al mirar al pasado a los años de trabajo, aprecio la parte importante que han desempeñado los misioneros que la Sociedad ha enviado aquí. Puedo decir que el interés amoroso de ellos en nuestro bienestar espiritual nos movió a entender nuestra relación con Jehová. Aun ahora los misioneros están contribuyendo mucho al fortalecimiento de los publicadores. Su amigabilidad, sus rostros sonrientes y el hecho de que puedan adaptarse a las normas de vida de Hong Kong son una fuente de estímulo. No hay brecha entre los misioneros y los publicadores.”

      El año de servicio de 1973 tuvo buen principio con el nombramiento de ancianos para atender las necesidades espirituales de las congregaciones. Las ocho congregaciones fueron reducidas a seis para que esta ayuda madura no perdiera eficacia por estar muy dispersa. La respuesta de los hermanos estuvo por encima de todo lo que se esperaba. Era precisamente lo que se necesitaba. Ahora los hermanos comenzaron a mostrar como nunca antes celo por el ministerio. En diciembre de 1972 los publicadores tuvieron un promedio de 17,3 horas. El suministro de revistas súbitamente se hizo inadecuado y los publicadores tuvieron que hacer un cambio y ofrecer dos folletos el Día de Revistas. El suministro normal de dos años de folletos que tenía la sucursal salió en solo tres meses. Más publicadores comenzaron a participar en la obra de precursor temporero cada mes, y en enero de 1973 se alcanzó un nuevo máximo de 270 publicadores.

      Durante abril de 1973 la obra continuó su marcha adelante. Hubo cincuenta y nueve publicadores que se hicieron precursores temporeros. Hubo seis precursores regulares y veintiocho precursores especiales y misioneros, para un total de noventa y tres personas en el ministerio de precursor. Sí, ¡uno de cada tres de nuestro total de publicadores fue precursor en abril! Entonces vino una nueva concurrencia máxima para el Memorial, un total de 705 personas.

      En una asamblea de circuito en abril se anunció que la Asamblea Internacional “Victoria Divina,” fijada para el 8-12 de agosto de 1973, se celebraría en el Grantham College of Education en Kowloon. El celo de los hermanos en el ministerio aumentó. Había gran entusiasmo a medida que se acercaba la asamblea. Los Salones del Reino estaban llenos con una concurrencia de un 130 por ciento en el estudio de La Atalaya y 120 por ciento a la reunión de servicio y la escuela del ministerio. Los hermanos se movían con lentitud después de las reuniones; la mayoría de ellos permanecían en el lugar y conversaban y disfrutaban del compañerismo cristiano. Un excelente espíritu afectuoso se extendía por toda la organización.

      La Asamblea Internacional “Victoria Divina” vino demasiado rápidamente. Por cinco días los hermanos disfrutaron de un rico banquete espiritual. Disfrutaron de afectuoso compañerismo cristiano con más de 300 hermanos de otros países. Pero lo que más apreciaron nuestros hermanos fue la presencia de cinco miembros del cuerpo del Cuerpo Gobernante. El conocer a estos hermanos en persona, oír sus excelentes discursos y ver su excelente ejemplo de humildad han estrechado más a nuestros hermanos de Hong Kong con Jehová y su organización.

      Quizás el resultado del pasado año de servicio y la actitud actual de los hermanos en Hong Kong se pueda captar de los comentarios que hizo el superintendente de sucursal, el hermano Gannaway, en sus declaraciones de conclusión a la asamblea. “Este ha sido el más emocionante año de dar el testimonio a la gente de Hong Kong,” dijo. Entonces pasó a contar a su auditorio que en julio se había alcanzado otro máximo de 271 publicadores y 35 personas se habían bautizado para el año de servicio. Pero lo más animador fue el hecho de que la mitad de los publicadores habían participado en el servicio de precursor temporero durante el año. ¡Los hermanos se regocijaron al oír que al fin de julio ya había nuevos máximos en todos los rasgos del ministerio del campo y todavía no se había contado el informe de agosto!

      Los testigos de Jehová están muy animados y muy activos en este campo difícil. Están esforzándose por dar el testimonio y hacer discípulos. Pueden ver que Jehová está apresurando la obra y confían en que abrirá el corazón de muchas más personas de cualidades de oveja para que aprendan la verdad. Hay una excelente posibilidad de alcanzar más aumento entre los muchos nuevos que se asocian ahora con nosotros. En cuanto a nuestros amados hermanos que están detrás de la “Cortina de Bambú,” podemos recordarlos en nuestras oraciones delante de Jehová. A veces nos vienen informes que nos dejan saber que están manteniendo su integridad en ese país. En cuanto a si se dará más testimonio en la China o no antes que estalle la “tribulación grande,” eso hay que dejarlo en las manos de nuestro Dios amoroso, Jehová.

  • Alemania (Parte 1)
    Anuario de los testigos de Jehová para 1974
    • Alemania (Parte 1)

      ALEMANIA ha ejercido profunda influencia en la historia. Su pueblo tiene la reputación de ser muy industrioso y obediente a la autoridad. Estas cualidades han sido un factor importante en el desarrollo económico de la nación, de modo que hoy la Alemania Occidental, con su población de más de sesenta millones de personas, es uno de los gigantes industriales del mundo. Efectúa su comercio en todas partes de la Tierra. Y para satisfacer las necesidades de su economía floreciente, en los últimos años ha sido necesario introducir en el país más de tres millones de “obreros invitados” procedentes de Grecia, Yugoslavia, Italia, España, Portugal, Turquía y otros países.

      La influencia de Alemania se ha hecho sentir también de otras maneras. Durante la primera guerra mundial, desde 1914 hasta 1918, los ejércitos alemanes marcharon hacia el este, penetrando en Rusia, y hacia el oeste a través de Bélgica, penetrando en Francia. Antes que terminara el conflicto, estuvieron guerreando contra una alianza de veinticuatro naciones alrededor del globo. Alemania fue derrotada. Pero no pasó mucho tiempo antes que un veterano de aquella guerra, Adolfo Hitler, comenzara a ascender al poder. Para 1933, como cabeza del Partido Nacional Socialista, fue hecho canciller de Alemania. En poco tiempo sujetó al pueblo alemán a un reinado de terror, y en 1939 arrojó al mundo en otra guerra global, mucho más extensa y destructiva que la primera.

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