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¿Quiénes son los ministros de Dios hoy?La Atalaya 1983 | 1 de mayo
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¿Quiénes son los ministros de Dios hoy?
“Enviamos a Timoteo, hermano nuestro y ministro de Dios en el evangelio de Cristo.” (1 TESALONICENSES 3:1, 2, FRANQUESA-SOLÉ; VEA TAMBIÉN LA NUEVA BIBLIA [LATINOAMÉRICA] Y LA TRADUCCIÓN DEL NUEVO MUNDO.)
1, 2. a) ¿Parecen cumplir apropiadamente con su ministerio todos los que afirman ser ministros de Dios (2 Corintios 11:13-15)? b) ¿Por qué es importante poder reconocer a los verdaderos ministros de Dios hoy día (2 Corintios 5:18)?
RECIENTEMENTE, en América Central, unos ministros ordenados de religión ayudaron a organizar una revolución que derrocó un gobierno. En el Lejano Oriente un ministro ordenado dirigió una emboscada que resultó en dos muertes. En el sur de Asia ciertos ministros ordenados organizaron a unos peones sin tierras en su lucha contra los “opresores”.
2 Todos esos hombres afirmaban ser ministros cristianos, ¿pero lo eran? ¿Es ésa la clase de cosas que debería estar haciendo un ministro de Dios? Esta es una pregunta importante, puesto que es principalmente mediante la actividad de los verdaderos ministros de Dios que la gente aprende acerca de él y recibe la oportunidad de conseguir vida eterna (1 Corintios 3:5; Juan 17:3). Es imprescindible que reconozcamos quiénes son los verdaderos ministros de Dios. ¿Pero cómo podemos hacerlo? Solo la Biblia puede ayudarnos.
“Ministro” según la Biblia
3. a) Mencione algunos usos de la palabra griega diákonos. b) ¿Cuál es la clase de ministerio más elevada?
3 En primer lugar, ¿qué es un ministro, según la Biblia? En el idioma original de las Escrituras Griegas Cristianas, la palabra para “ministro” era diákonos. Aunque hay diversas ideas en cuanto al origen de esta palabra, el significado es bastante conocido. Se refiere fundamentalmente a “un siervo”. Diákonos y otras palabras relacionadas se emplean muchas veces en los Evangelios con respecto a servir a los que están reclinados para tomar una comida (Lucas 4:39; Juan 2:5, 9). Sin embargo, en el idioma griego de los días de Jesús la palabra a menudo estaba relacionada con algo más elevado. En documentos no bíblicos la palabra se empleaba en relación con funcionarios religiosos, y en la primera traducción de las Escrituras Hebreas al griego se utilizó para describir a los funcionarios de la corte y los servidores del rey persa Asuero (Ester 1:10; 6:3, Versión de los Setenta). Por supuesto, el ministerio más elevado en el que algún humano puede participar es el servicio del Dios Altísimo, Jehová.
4. ¿Cómo se considera a sí mismo el verdadero ministro de Dios?
4 Puesto que el ser ministro de Dios es un privilegio tan grande, ¿cómo se considera a sí mismo el verdadero ministro? Él no debe ser orgulloso ni presumido. Desde luego, no acepta títulos lisonjeros, como “Santo Padre” o “Reverendo” (Mateo 23:8-12). Más bien, Jesús mostró que el verdadero ministro cristiano sería humilde. Dijo: “El que quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser esclavo de ustedes”. (Mateo 20:26, 27.)
5. ¿Los mandatos de quién o quiénes obedecen los ministros de Dios, y quiénes se benefician de su ministerio?
5 El ministro obedece los mandatos de su amo. No obstante, al hacerlo, su trabajo puede beneficiar a alguien más. Por ejemplo, si su amo recibe invitados, entonces el ministro obedece a su amo por medio de satisfacer las necesidades de los invitados. Los ministros cristianos, por ser “ministros de Dios” y “ministros de Cristo”, obedecen los mandatos que Dios dio mediante su Hijo, Jesucristo (2 Corintios 6:4; 11:23). Pero la obra que ellos efectúan beneficia a otros humanos. Por ejemplo, Pablo fue ministro a “gente de las naciones” (Efesios 3:1-7). Su ministerio resultó en grandes bendiciones para los que respondieron favorablemente. Y trajo honra a Jehová Dios y a Jesucristo, cuyos mandatos él estaba obedeciendo.
El más grande ministro de religión
6. a) ¿Quién fue el más grande ministro de religión? b) ¿Las instrucciones de quién obedeció él, y a favor de quiénes ministró?
6 Pero ¿qué debe hacer realmente un ministro? Podemos contestar esta pregunta si consideramos las actividades del más grande ministro de religión que haya vivido alguna vez, Jesucristo. Jesús dijo: “El Hijo del hombre no vino para que se le sirviera, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:28). Como ministro, ¿las instrucciones de quién obedeció Jesús? ¿A quién ministró él? ¿Y cómo? Jesús obedeció las instrucciones de su Padre celestial (Juan 8:28). Y para empezar, ministró solamente a los judíos (Romanos 15:8). Pero al fin y al cabo su ministerio iba a beneficiar a toda persona de corazón recto. (Juan 3:16.)
7. a) Como ministro, ¿qué hizo Jesús (Marcos 1:38)? b) ¿Qué no hizo Jesús?
7 ¿Qué hizo Jesús como ministro? Una de las cosas que hizo fue evitar la política, no mezclarse en ella. En por lo menos dos ocasiones tuvo la oportunidad de adoptar una posición política, pero rehusó hacerlo (Marcos 12:13-17; Juan 6:15). ¿Por qué? Porque su ministerio estaba por encima de la política, y los beneficios que su ministerio ofrecía, incluso vida eterna, eran mucho más importantes que los que ofrecía la acción política. Además, el ministro de Dios no puede ser ministro de este mundo (Mateo 6:24). De aquí que Jesús se mantuviera ‘separado del mundo’ (Juan 17:14; Santiago 4:4). De modo que lo que Jesús hizo fue predicar y enseñar. Declaró públicamente el nombre de Dios. Predicó que el Reino de Dios era la única esperanza de la humanidad. Enseñó a sus discípulos las altas normas morales de Dios y los adiestró para que le siguieran en el ministerio. Finalmente llevó su ministerio al punto culminante cuando sacrificó su vida por la humanidad. (Mateo 4:17; 5:27-32; 20:28; Juan 17:3-6.)
8. ¿Por qué examinan con sumo cuidado y atención el ministerio de Jesús los verdaderos ministros de Dios del día moderno?
8 Jesús es dechado para que todos “sigan sus pasos con sumo cuidado y atención” (1 Pedro 2:21). Solo los que imitan con sumo cuidado y atención el ministerio de Jesucristo pueden sinceramente llamarse hoy día ministros de Dios. Si examinamos la actividad de los ministros cristianos durante los años que siguieron a la muerte de Jesús, veremos lo que estaba envuelto en el asunto.
El ministro cristiano
9. ¿Cómo satisficieron Jesús y Pablo los requisitos para ser ministros?
9 En primer lugar, ¿cómo satisfacía los requisitos para ser ministro un siervo de Dios de aquellos días? Hoy la mayoría de los ministros de la cristiandad recibe de un seminario o una universidad algunos documentos que proclaman la posición de ellos. Estos son sus títulos. Sin embargo, Jesús no tenía ningún documento de esa clase. Era un ministro capacitado porque Dios lo ungió para ello (Lucas 4:18, 19). Del mismo modo, el apóstol Pablo dijo: “El estar nosotros adecuadamente capacitados proviene de Dios, quien verdaderamente nos ha capacitado adecuadamente para ser ministros de un nuevo pacto” (2 Corintios 3:5, 6). Por lo tanto, Dios capacita a sus propios ministros. ¿Cómo?
10. ¿Cómo recibió Timoteo su adiestramiento elemental para ser ministro?
10 Considere el ejemplo de Timoteo, que fue “ministro de Dios en las buenas nuevas acerca del Cristo” (1 Tesalonicenses 3:2). Pablo le escribió: “Tú, sin embargo, continúa en las cosas que aprendiste y fuiste persuadido a creer, sabiendo de qué personas las aprendiste y que desde la infancia has conocido los santos escritos, que pueden hacerte sabio para la salvación por medio de la fe relacionada con Cristo Jesús”. (2 Timoteo 3:14, 15; vea también los versículos 16 y 17 de 2Ti 3.)
11. ¿Quién ayudó a Timoteo a satisfacer los requisitos para ser ministro?
11 ¿Significa esto que Timoteo simplemente leyó la Biblia y así llegó a ser ministro? No. Primero, otros ministros lo ‘persuadieron a creer’. ¿Quiénes fueron ellos? Puesto que él había conocido las Escrituras “desde la infancia”, tiene que haber recibido por lo menos instrucción elemental de su madre y su abuela, pues su padre evidentemente no era creyente (2 Timoteo 1:5). Además, cuando Pablo conoció a Timoteo, ya “daban buenos informes acerca de él los hermanos de Listra y de Iconio” (Hechos 16:2). Por lo tanto, su fe se había desarrollado aún más mediante su asociación con compañeros cristianos de esas congregaciones. También, en aquellos días varios hermanos prominentes, y especialmente el cuerpo gobernante de la congregación cristiana (en Jerusalén), acostumbraban escribir cartas a las diferentes congregaciones para fortalecerlas en la fe, y había superintendentes viajantes que las edificaban mediante sus visitas. (Hebreos 10:23; Hechos 15:22-32; 1 Pedro 1:1.)
12. ¿Cuándo llegó a ser ministro Timoteo, y cómo siguió progresando después de eso?
12 En algún momento la fe de Timoteo, que se había hecho firme mediante dicho estudio y asociación, lo movió a bautizarse en símbolo de su dedicación a Dios, para pasar el resto de su vida sirviéndole (Mateo 28:19, 20; Hebreos 10:5-9). Es lógico que en ese momento él llegó a ser ministro de Dios. Pero su progreso no se detuvo ahí. Su habilidad ministerial se consolidó aún más mediante un don espiritual especial y la instrucción y el adiestramiento personales que le dio Pablo. Y Timoteo continuó progresando por medio de su estudio personal y su asociación con otros cristianos (1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 2:2). Así que Timoteo era ‘ministro de las buenas nuevas’. Como tal, ¿qué hacía él?
13. ¿Cuáles eran las responsabilidades ministeriales de Timoteo?
13 Él tenía deberes especiales, ya que era compañero de viaje de Pablo. Puesto que era anciano, Timoteo trabajaba arduamente para enseñar y fortalecer a sus compañeros cristianos. Esto era parte de su ministerio (1 Timoteo 4:6). Pero la parte central de su ministerio, tal como lo había sido en el caso de Jesús, era la predicación de las buenas nuevas (Mateo 4:23). El apóstol Pablo dijo a Timoteo: “Tú, sin embargo, mantén tu juicio en todas las cosas, sufre el mal, haz la obra de evangelizador, efectúa tu ministerio plenamente”. (2 Timoteo 4:5.)
14. ¿Qué relación hay, según las Escrituras, entre la fe y el ministerio de predicar?
14 No obstante, ¿quiénes, además de Timoteo y Pablo, habían de participar en el ministerio cristiano? ¿Solamente los ancianos o los representantes viajantes especiales? No. El apóstol Pablo señaló al hecho de que la predicación de las buenas nuevas tenía como motivación la fe que se supone que posea todo cristiano. Dijo: “Con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación”. (Romanos 10:10.)
15, 16. ¿Quiénes tenían la responsabilidad de participar en el ministerio cristiano, y por qué contesta usted así?
15 ¿Significa eso que todos los que genuinamente poseen la fe cristiana deben ser ministros cristianos y participar en la predicación de las buenas nuevas? Sí. Pablo dirigió aquellas palabras a toda la congregación de Roma, no solo a los ancianos (Romanos 1:1, 7). Toda la congregación de Éfeso había de tener “calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la paz” (Efesios 6:15; 1:1). Y todos los cristianos que escucharon la carta que se dirigió a los hebreos habían de ‘tener firmemente asida la declaración pública de su esperanza sin titubear’ (Hebreos 10:23). Recuerde, también, que en el día del Pentecostés todos, hombres y mujeres, se pusieron a declarar públicamente “las cosas magníficas de Dios”. (Hechos 2:1-21; 1:14.)
16 Además, poco antes de la ascensión de Jesús al cielo, él había dicho a sus seguidores: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado” (Mateo 28:19, 20). Los que respondieran favorablemente en todas las diversas naciones no habían de llegar a ser simples oidores. Habían de ser discípulos, junto con todo lo que esto implicaba. (Lucas 10:1; 14:27, 33; Juan 13:35; 15:8; Hechos 1:8.)
Los ministros de Dios hoy día
17. Mencione algunas cosas importantes que abarca el ministerio cristiano (Mateo 22:37-39).
17 Hasta aquí hemos visto que el verdadero ministro cristiano evita la política y está separado del mundo. Es humilde y sostiene las altas normas morales que Jesús enseñó a sus seguidores. Es ministro de Dios e imita a Cristo. Por lo tanto, no debe seguir sus propias ideas ni moderar la verdad para hacerla más aceptable a otras personas. Sin embargo, su obra ministerial beneficia a otros humanos, tanto a creyentes como a incrédulos. (Mateo 20:28; 26:39; 1 Pedro 4:8-10.)
18. ¿Quiénes son los verdaderos ministros de Dios hoy día, y por qué contesta usted así?
18 Como en el caso de Jesús y Timoteo, una parte vital del ministerio del cristiano hoy día es la obra de predicar. ¿Qué predica el cristiano? Bueno, la salvación todavía se alcanza sobre la base del sacrificio de Jesús. Y los que deseen salvarse todavía tienen que invocar el nombre de Jehová (Hechos 4:12; Romanos 10:13). También, el Reino todavía es la única esperanza de la afligida humanidad. Por eso Jesús profetizó: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Los verdaderos ministros de Dios son los que cumplen esta profecía y enseñan estas verdades. ¿Y quiénes están haciendo esta obra dada por Dios? Solo los testigos de Jehová. (Isaías 43:10-12.)
19. ¿Qué cosas envuelve el hecho de que alguien sea ministro de Dios hoy día?
19 ¿Cómo satisface uno los requisitos para ser ministro? Del mismo modo que lo hizo Timoteo: Edificando una fe firme en los propósitos de Dios, basada en el estudio de la Biblia; fortaleciendo esa fe mediante la asociación con otros cristianos; dando el paso del bautismo en agua en símbolo de la dedicación que hace directamente a Dios en oración para servirle desde entonces en adelante; y aceptando la guía y dirección del Cuerpo Gobernante de la congregación cristiana (Hebreos 10:23-25; Mateo 24:45-47). ¿Quiénes toman parte en este ministerio? Todo el que tiene una fe activa y sincera en los propósitos de Dios, basada en conocimiento exacto. El tomar parte en el ministerio como testigos cristianos de Jehová prueba lo genuina que es esa fe. (Santiago 2:17.)
20, 21. a) ¿En vista de qué fallas del ministerio de la cristiandad es bueno que Dios haya levantado a ministros hoy día? b) ¿Cuánto se ha extendido el ministerio de ellos?
20 En estos últimos días, muchos ministros de religión de la cristiandad están ocupados predicando un “evangelio social”, metiéndose en la política o poniendo en tela de juicio la existencia de Dios y la pertinencia de la Biblia. Y los legos de la cristiandad muestran poco interés en obrar como ministros. Por lo tanto, estamos agradecidos de que Dios haya levantado a ministros que dan a conocer Su nombre a la humanidad y ayudan a personas de corazón sincero a aprender las vitales verdades de la Palabra de Dios, la Biblia. Hay más de dos millones de estos ministros alrededor del mundo, y con la ayuda de Dios están ministrando a toda la humanidad.
21 ¿Pero cómo puede alguien probar que es uno de ellos? El siguiente artículo considerará esta pregunta de modo más cabal.
¿Qué nos dicen los siguientes textos bíblicos acerca del ministerio cristiano?
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El espíritu del ministerio cristianoLa Atalaya 1983 | 1 de mayo
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El espíritu del ministerio cristiano
“Fulguren con el espíritu. Sirvan a Jehová como esclavos.” (ROMANOS 12:11.)
1. ¿Cómo prueba uno que es ministro?
LA PERSONA que quiera probar que es ministro cristiano solo tiene una manera de hacerlo... por sus acciones. Podemos ver esto en el mismísimo significado de la palabra griega para ministro, diákonos. Cierta autoridad dice: “Diákonos se refiere al siervo mientras éste participa en su actividad para el trabajo [...] La palabra se refiere al que ejecuta los mandatos de otro, especialmente, los de un amo” (Studies in the Vocabulary of the Greek New Testament, por Kenneth S. Wuest). El escritor que aquí se cita hace hincapié en el hecho de que el ser ministro no es tanto cuestión de ocupar cierta posición como de estar activo en hacer algo.
2. ¿Qué prueba había de que Timoteo y Pablo eran verdaderos ministros de Dios?
2 Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo acerca de Timoteo: “Pero ustedes saben la prueba que él dio de sí mismo, que cual hijo con su padre sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las buenas nuevas” (Filipenses 2:22). Timoteo trabajó arduamente en el ministerio. Nadie que hubiera sido testigo de su trabajo desinteresado podría haber dudado de que él era un ministro genuino de Dios. Además, Pablo escribió a los cristianos de Corinto: “Ustedes mismos son nuestra carta [de recomendación], inscrita en nuestros corazones y conocida y siendo leída por toda la humanidad. Porque queda mostrado que ustedes son carta de Cristo escrita por nosotros como ministros, no inscrita con tinta, sino con espíritu de un Dios vivo” (2 Corintios 3:2, 3). ¿Quién, al ver esta congregación floreciente y al saber que Dios la había traído a la existencia mediante la obra ministerial de Pablo, pudiera haber dudado de que Pablo era ministro de Dios?
3. Describa el espíritu de un verdadero ministro cristiano.
3 Pero recordemos que el ser ministro no es simplemente asunto de rendir servicio de muestra. Necesitamos cultivar el espíritu del ministerio cristiano. Timoteo “sirvió como esclavo” al lado de Pablo. El apóstol mismo dijo: “¡Ay de mí si no declarare las buenas nuevas!” (1 Corintios 9:16). Además, escribió: “De ninguna manera estamos dando causa alguna para tropiezo, para que no se halle nada censurable en nuestro ministerio; antes bien, de toda manera nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios, por el aguante de mucho, por tribulaciones, por necesidades, por dificultades”. Sí, Pablo mostró que estaba dedicado, que era celoso, que tenía un sentido de urgencia y que estaba dispuesto a aguantar cualquier cosa que fuera necesario aguantar, aun “la pérdida de todas las cosas”, a fin de cumplir su ministerio como cristiano (2 Corintios 6:3-10; Filipenses 3:8). Todo verdadero ministro cristiano debería tener un espíritu parecido a éste. (Lucas 9:23, 24.)
4. ¿Cómo puede ser ministro una persona que dedique la mayor parte de su tiempo a cumplir con otras obligaciones?
4 Como fue el caso en los días de los apóstoles, algunos de los ministros hoy son padres o madres de familia que trabajan seglarmente. Otros son estudiantes de escuela. ¿Cómo pueden ellos decir que son ministros? Bueno, desempeñan sus otras obligaciones y aun disfrutan de cierto grado de esparcimiento. Pero su ministerio no es menos importante para ellos que estas otras actividades. Tampoco dedican al ministerio tan solo el tiempo que les sobra después de algún período de entretenimiento ni dedican meramente un poco de tiempo a él cada mes a manera de cumplir con una formalidad. Ellos ‘siguen buscando primero el reino y su justicia’. (Mateo 6:33.)
El servicio de precursor y el ministerio cristiano
5. ¿Cuál es una manera excelente de manifestar el espíritu del ministerio cristiano?
5 Los que manifiestan dicho espíritu son verdaderos ministros cristianos, aun si tienen responsabilidades de familia u obligaciones seglares. Pero hay quienes pueden manifestar el espíritu del ministerio de una manera particularmente satisfaciente. ¿Cómo? Por medio de participar en la obra de precursor (la obra de predicar de tiempo completo), ya sea por un tiempo limitado, como precursores auxiliares, o por un período más largo. Tal vez aun puedan trabajar en una de las sucursales de la Sociedad Watchtower o participar en la obra de misionero o de ministro viajante, visitando y edificando a diferentes congregaciones.
6. ¿Cuáles son algunas razones válidas por las que todo testigo de Jehová cuyas circunstancias se lo permitan debería ser precursor (Lucas 6:46-49)?
6 ¿Por qué participan tantos testigos de Jehová en la obra de precursor si, al dedicar un poco menos de tiempo al servicio de Dios, podrían llevar una vida más cómoda? Lo hacen porque quieren alabar a Jehová y decir a otras personas acerca de Sus propósitos. Además, saben que “el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17). Puesto que sinceramente creen esto y confían en las promesas de Dios, están deseosos de dedicar cuanto tiempo puedan a la obra de decir a otros las buenas nuevas, a fin de que los que respondan favorablemente también puedan hacer la voluntad de Dios y obtener la vida eterna. Además, saben que estamos viviendo en el tiempo en que “estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). Recuerdan que Jesús dijo a sus seguidores: “La mies es mucha, mas los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega” (Mateo 9:37, 38). Se dan cuenta de que esta oración es aún más apropiada hoy que lo que lo fue en los tiempos de Jesús. Pero ¿cómo pueden ofrecer dicha oración con sinceridad si ellos mismos se están retrayendo de participar al mayor grado posible en el ministerio cristiano?
7. ¿Qué pregunta debería hacerse cada ministro cristiano?
7 Verdaderamente, todo ministro cristiano debería considerar en oración si puede ser precursor o no. Cierto matrimonio de Sudáfrica, que ha estado participando en el servicio de precursor por quince años, dijo: “¿Por qué somos precursores? ¿Podríamos justificarnos ante Jehová si no lo fuéramos?”. Muchos que no son precursores harían bien en hacerse la siguiente pregunta relacionada con ésa: ‘¿Puedo yo realmente justificar ante Jehová el que no sea precursor?’.
Cómo utilizar nuestros dones
8. ¿En qué sentido puede decirse que, al igual que Timoteo, muchos jóvenes tal vez estén en posición de ser precursores?
8 Timoteo tenía un don especial del espíritu que él pudo utilizar en su ministerio y que dio buenos resultados (2 Timoteo 1:6). Hoy no recibimos dones especiales del espíritu, pero sí tenemos otros dones, y éstos a menudo nos abren el camino para que seamos precursores. Por ejemplo, los jóvenes después de graduarse de la escuela tienen dones. Tienen una educación. También, como Timoteo, son jóvenes. Tienen buena salud y fuerzas, como también una actitud mental objetiva y libre de prejuicios. De todos los dones que tienen, tal vez el mayor sea el tiempo. Generalmente, los jóvenes no están cargados con muchas responsabilidades. Por eso la juventud es un tiempo excelente para considerar el servicio de precursor. (Eclesiastés 12:1.)
9. En el caso de personas de edad avanzada y de otras personas, ¿qué dones tal vez tengan que les permitan ser precursores?
9 Las personas de edad avanzada también tienen dones. Un matrimonio que se haya jubilado y cuyos hijos ya estén crecidos también pudiera tener tiempo para el servicio de precursor. En muchos casos, estos matrimonios disfrutan de una situación económica estable, han adquirido experiencia valiosa en la vida y han desarrollado un registro largo de servicio fiel (Proverbios 16:31). Todo esto podría aprovecharse en el servicio de precursor. Puede que haya otros que también tengan dones. Hay amas de casa que tienen el don de organizar bien los deberes, de modo que pueden desempeñar las responsabilidades familiares y participar en la obra de precursor. Ciertos padres de familia que tienen este mismo don pueden ser precursores y a la vez mantener su familia tanto espiritual como materialmente. ¿Tiene usted el don de hablar, enseñar o llevarse bien con la gente? Considere cuánto pudiera extenderse la esfera de acción de estos dones si los ejerciera en el servicio de precursor.
10. a) ¿Por qué se retraen algunas personas del servicio de precursor, pero cómo resolvió una pareja joven este problema? b) ¿Cómo podría el servicio de precursor serle beneficioso a alguien que encuentre difícil la obra de predicar?
10 Algunos se han retraído de participar en la obra de precursor por temor de no poder arreglárselas desde el punto de vista financiero. Una pareja comprometida consideró este asunto. Ambos llegaron a la siguiente conclusión: “Decidimos que se trataba de falta de confianza en que Jehová podía proveer lo necesario. Después de considerar Mateo 6:25-33, donde Jesús enseñó que si buscamos primero el Reino se nos proporcionará todo lo necesario, nos fijamos la meta de ser precursores regulares”. Poco después se casaron, renunciaron a sus respectivos empleos remuneradores y emprendieron el servicio de precursor. Otros hallan que la obra de predicar es difícil en sí. ¿Es éste el caso de usted? Si lo es, el ser precursor puede ayudarle. De hecho, la mejor manera de llegar a sentirse cómodo en el ministerio de casa en casa es sirviendo de precursor por un tiempo. Un ministro que participó en la obra de precursor auxiliar dijo: “Recibí otra bendición. Me sentí más tranquilo en la obra de casa en casa. En vez de tener miedo de acercarme a cada puerta, empecé a querer hablar con la gente”. (Vea Filipenses 4:13.)
La obra de precursor... asunto de familia
11. ¿Cómo le fue una bendición a Timoteo el entrenamiento que recibió “desde la infancia”?
11 A Timoteo se le había preparado para el ministerio progresivamente “desde la infancia” (2 Timoteo 3:14, 15). Su madre y su abuela obviamente tenían el espíritu del ministerio cristiano y se lo habían inculcado. Cuando Pablo llegó a Listra, Timoteo, que no tenía nada que lo retuviera, estaba dispuesto a unírsele en la actividad de predicar de tiempo completo. (Hechos 16:1-5.)
12. ¿Cómo han mostrado muchos padres que ellos tienen el espíritu del ministerio cristiano?
12 Hoy muchos cristianos están felices de que sus padres manifestaron un espíritu parecido a éste. Alice, ministra de Ghana, dijo: “Casi todos los Testigos que venían a alojarse en nuestra casa eran predicadores de tiempo completo.[...] ¡Qué privilegio tuve de criarme en un hogar tan teocrático! Mi padre inculcó en todos sus hijos el deseo de participar en la obra de predicar de tiempo completo, y, como ejemplos, señaló a los hermanos y hermanas que participan en dicha obra. Fue solo lógico que, después de terminar la escuela, me alistara inmediatamente como precursora regular”. Ed, joven ministro de los Estados Unidos, dijo: “Creo que lo que me ayudó mucho fue el hecho de que tanto mi padre como mi madre fueron misioneros en Sudamérica por doce años y antes de eso habían sido precursores. Por eso, siempre me hicieron anhelar los gozos y privilegios que ofrece el servicio de precursor y las bendiciones que Jehová derrama sobre los precursores.[...] Esto es algo que todos los padres deberían hacer, porque ciertamente me ayudó a mí. Pueden animar a los jóvenes a servir a Jehová de todo corazón y al mayor grado que les sea posible”.
13. ¿Qué ayuda reciben los precursores para vencer dificultades?
13 El ser precursor tal vez encierre sacrificios, pero los verdaderos ministros están dispuestos a hacer esos sacrificios debido a su amor por Jehová. Además, las recompensas son muchas. Michael y Theresa, matrimonio de los Estados Unidos, expresaron esto como sigue: “Si uno quiere fortalecerse espiritualmente, ésta es la obra en la que debe participar... la de precursor. Uno llega a depender más de Jehová y menos de sí mismo. Aunque hemos tenido problemas financieros al servir de precursores, Jehová siempre nos ha proporcionado lo necesario. La mayor seguridad se encuentra en la obra de precursor”.
14, 15. a) ¿Cómo pudieran hacer sacrificios los padres de precursores también? b) ¿Qué ejemplos de tiempos bíblicos tenemos al respecto? c) ¿Cómo pueden los padres mostrar el espíritu del ministerio cristiano hoy?
14 Puede ser que los padres de precursores hagan sacrificios también. Quizás se les haga difícil ver a sus hijos “dejar el nido” y ser precursores en otro lugar, tal vez aun en el extranjero. En cierto sentido dichos padres se parecen a Ana y Elcana, que enviaron a su primogénito, Samuel, a servir a Jehová en el tabernáculo de Silo (1 Samuel 1:1-3, 24-28). O podríamos compararlos a Jefté, que dio a su única hija al servicio de Jehová, y así sacrificó toda perspectiva de tener nietos (Jueces 11:36-40). Jehová ciertamente recuerda a tales padres y les recompensa por su desinterés.
15 Quizás hasta se trate de un sacrificio financiero. En algunos países los padres dependen de sus hijos para que los cuiden en la vejez. No obstante, los padres que verdaderamente tienen el espíritu del ministerio cristiano no se retraen, debido a esto, de animar a sus hijos a ser precursores. Cuando cierto joven de Ghana llamado Justice quiso hacerse precursor, su madre le dio permiso para hacerlo y convino en acudir a Jehová en busca de apoyo. Más tarde, dijo a su hijo que Jehová la había sostenido maravillosamente desde que ella tomó dicha decisión. Esta también es una manera de ‘buscar primero el reino de Dios’, y Jehová no abandona a los que lo hacen. (Mateo 6:33, 34.)
16. ¿Por qué debería animarse a los que están en el servicio de tiempo completo a que sigan participando en él siempre que sus circunstancias lo permitan?
16 Es triste enterarse de que, de vez en cuando, hay padres que tratan de persuadir a sus hijos a que dejen el servicio de precursor... no debido a que necesiten la ayuda de éstos, sino porque les parece que sus hijos ya han dedicado suficiente tiempo a su asignación, y que ahora deben regresar al hogar, tener una familia y llevar una vida “normal”. Pero éstos no son tiempos normales, y a medida que se aproxima el fin de este sistema, la vida de todos se va haciendo cada vez menos normal. Se debería animar a los precursores, miembros de las familias de Betel, ministros viajantes y misioneros a perseverar. (Tito 2:12.)
Cómo manifestar el espíritu del ministerio
17. a) ¿Cómo se benefician las congregaciones de la obra de los precursores y de otros siervos de tiempo completo? b) ¿Cómo pueden todos mostrar que tienen el espíritu del ministerio cristiano (Hebreos 13:15, 16)?
17 El apóstol Pablo escribió: “[Dios] dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros, teniendo en mira el reajuste de los santos, para obra ministerial, para la edificación del cuerpo de Cristo” (Efesios 4:11, 12). Hoy, los ministros viajantes, precursores y misioneros dedican la mayor parte de su tiempo a la obra de ‘evangelizar’, como también lo hacen los miembros de las familias de Betel, cuya obra ministerial incluye el servir de otras maneras a las congregaciones. Ellos ayudan a edificar las congregaciones. (Compare con Hechos 16:4, 5.) Por eso, todo ministro cristiano debería estar interesado en el servicio de tiempo completo. Si uno está en posición de hacerse precursor debería hacerlo. Si uno mismo no puede ser precursor debería animar a los que puedan serlo. (Romanos 12:11.)
18. ¿Por qué es sumamente vital el ministerio cristiano hoy?
18 Hacen mucha falta testigos dedicados de Jehová que tengan dicho espíritu. Miles de personas aún están respondiendo favorablemente a la predicación de las buenas nuevas, hasta en zonas en las que, en el transcurso de los años, se ha dado el testimonio con frecuencia. En el caso de las personas que han respondido favorablemente al mensaje, el hecho de que un ministro cristiano haya apartado tiempo para visitarles y hablarles acerca de los propósitos de Dios les ha dado la oportunidad de alcanzar la vida eterna (Romanos 10:13, 14; 1 Timoteo 4:16). ¿Cuántas personas más todavía están esperando oír el mensaje? Sea que podamos participar en la obra de precursor o no, queremos tener un sentido de urgencia y el espíritu de abnegación. ¡Que nuestra disposición sea la de trabajar arduamente en el ministerio cristiano! (Gálatas 6:10.)
¿Comprende usted a plenitud...
◻ lo que significa tener el espíritu del ministerio cristiano?
◻ lo que es un ministerio “de muestra”, y lo que éste tiene de malo?
◻ por qué debería interesarse todo ministro cristiano en el servicio de precursor?
◻ cómo pudiera desplegar todo Testigo dedicado el espíritu de precursor?
◻ por qué es vital hoy el ministerio cristiano?
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