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  • Los siervos de Jehová son diferentes
    La Atalaya 1971 | 1 de enero
    • rehusado inclinarse ante su imagen! De modo semejante cuando los rivales de Daniel lograron promulgar una ley por la cual esperaban eliminar a Daniel, no era preciso que Daniel siguiera orando tres veces al día ante una ventana abierta en dirección de Jerusalén y así dejar que todos los hombres vieran cuán diferente era él de todos los demás, ¿no es verdad? Pudiera haber orado en secreto a Dios. Pero no quería dar a nadie la impresión de que estaba acatando, aun superficialmente, el decreto antiDios del rey. ¡Y cómo remuneró Jehová a él y a sus tres compañeros porque tuvieron valor para resaltar como diferentes, concediéndoles liberaciones milagrosas y adelanto!—Daniel, capítulos 3 y 6.

      EL EJEMPLO DE JESUCRISTO

      17-19. ¿Qué hechos acerca de la vida de Jesús muestran que no titubeó en resaltar como diferente?

      17 La necesidad de que los siervos de Jehová resaltaran valerosamente por ser diferentes no cesó con la venida del Mesías, Jesucristo, el Hijo de Dios. Él vino al propio pueblo de Jehová, que estaba en relación de pacto con Dios, y que tenía su Palabra y sus leyes, su sacerdocio y también el beneficio de la obra preparatoria de Juan el Bautista. No obstante, ¡qué contraste había entre Jesús y sus líderes religiosos y qué contraste había entre el proceder de él y las costumbres y prácticas religiosas de ellos! Lejos de transigir o minimizar la diferencia entre el ‘vino nuevo’ de su adoración y los ‘odres viejos’ del judaísmo tradicional él denodadamente puso de relieve la diferencia de modo que todos la vieran.—Mat. 9:14-17.

      18 Por otra parte, Jesús resaltó como diferente tanto por su manera de enseñar, que era con autoridad, como por el entremezclarse libremente con la gente común de la Tierra. (Mat. 7:29; 9:11) Y por otra parte, fue conspicuamente diferente en virtud de lo que enseñaba. ¡Qué obvio hacían sus palabras el hecho de que él no complacía a hombres; que no cortejaba la popularidad de los gobernantes ni de los gobernados, aunque sus milagros lo hicieron la persona más popular de la nación, de modo que sus enemigos se quejaron así: “¡Miren! El mundo se ha ido tras él”! (Juan 12:19) Denodadamente dijo él: “Oyeron ustedes que se dijo . . . Pero yo les digo.” (Mat. 5:27-48) “Demuelan este templo, y en tres días lo levantaré.” “A menos que coman la carne del Hijo del hombre y beban su sangre, no tienen vida en ustedes.” “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán viniese a existir, yo he sido.” Parecía que quería escandalizar y sacudir a sus oyentes. ¡No fue predicador que regalara los oídos!—Juan 2:19; 6:53; 8:58.

      19 Aun sus propios discípulos a veces se maravillaban de su franqueza, de modo que dijeron en una ocasión: “¿Sabes que los fariseos tropezaron al oír lo que dijiste?” Y si aquellos fariseos tropezaron al decirles Jesús que habían invalidado la Palabra de Dios por sus tradiciones, ¡cuál debe haber sido su reacción cuando los fustigó severamente como hipócritas, serpientes, prole de víboras e hijos del mismísimo Diablo, sí, de Satanás mismo! Jesús jamás se detuvo ni por un instante de resaltar como diferente en virtud de lo que decía. Tampoco por lo que hacía, como se puede ver por el hecho de que ahuyentó a los traficantes codiciosos del templo de su Padre en dos ocasiones.—Mat. 15:12; 23:13-39; Mar. 11:15-18; Juan 2:13-17; 8:44.

      DISCÍPULOS DE JESÚS DIFERENTES TAMBIÉN

      20, 21. ¿Cómo demostraron los apóstoles y primeros discípulos de Jesús que eran diferentes de los que estaban a su alrededor?

      20 Solo podría desprenderse que dado que los discípulos de Jesús lo imitaron y adoraron al mismo Dios de la misma manera, fueron igualmente diferentes de sus compatriotas judíos como lo fue Jesús. Tanto su mensaje insólito, de que Jesús de Nazaret era el Mesías por largo tiempo esperado y que Jehová Dios lo había levantado de entre los muertos, como su manera de predicar los hicieron resaltar como diferentes. Cuando sus opositores notaron el denuedo de Pedro y sus compañeros al testificar de Jesucristo “y al percibir que eran hombres iletrados y del vulgo, se admiraban,” sí, se admiraban de ellos y se preguntaban qué los hacía tan diferentes de los iletrados pescadores del vulgo. “Y empezaron a reconocer acerca de ellos que solían estar con Jesús.”—Hech. 4:13.

      21 De los primeros discípulos y apóstoles de Jesús sabemos más acerca del apóstol Pablo que de cualquier otro: “circuncidado al octavo día, del linaje familiar de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo nacido de hebreos,” y “respecto a ley, fariseo [estricto, fanático].” Al llegar a ser cristiano ¡qué diferente tuvo que ser Pablo de todos sus anteriores asociados! Tan diferente era ahora que los judíos de Tesalónica acusaron a Pablo y sus colaboradores de haber “trastornado la tierra habitada.” Con razón, cuando Pablo estaba presentando su defensa delante del rey Agripa II, Festo exclamó: “¡Estás volviéndote loco, Pablo! ¡El gran saber te está impulsando a locura!” Pablo no solo enseñaba a los otros cristianos que no se amoldaran a este sistema de cosas, sino que ciertamente vivía lo que enseñaba.—Fili. 3:5, 6; Hech. 17:6; 26:24; Rom. 12:2.

      CRISTIANOS DIFERENTES DESPUÉS DE LOS APÓSTOLES

      22-25. (a) ¿Cómo resaltaron los cristianos de tiempos de después de los apóstoles como diferentes en cuanto a su religión? (b) ¿En cuanto a su relación con César? (c) ¿En cuanto a su moralidad? (d) ¿En cuanto a su amor los unos a los otros?

      22 Aunque poco después que los apóstoles se durmieron en la muerte, “mientras dormían los hombres,” un enemigo, Satanás el Diablo, vino y sembró mala hierba en el campo de trigo; el campo de trigo no se convirtió inmediatamente en un campo de mala hierba. (Mat. 13:25) Y por eso los historiadores de la iglesia primitiva nos dicen que en aquellos siglos tempranos los cristianos todavía resaltaban por ser diferentes de los que estaban a su alrededor. Esta diferencia fue patente en por lo menos cuatro diferentes respectos. Primero, resaltaron por ser diferentes de todos los demás en el asunto de religión. No solo eran distintas sus creencias y forma de adoración, sino que singularmente afirmaban que solo ellos constituían la religión verdadera y todas las demás eran falsas. Exigía valor hacer esa afirmación. Como lo expresó un historiador eclesiástico: “Para el cristiano, su Dios jamás podía ser colocado en la misma categoría que Isis o Mitra o Augusto.” Los emperadores romanos manifestaban tolerancia a las diferentes religiones pero no a la que enseñaba “que los dioses de Roma y también los de todas las otras religiones eran falsos, y que se esforzaba por ganar a toda la humanidad a esa creencia.”

      23 Aquellos cristianos primitivos también resaltaban por ser diferentes en su relación con otras partes de ese sistema de cosas. Por una parte rehusaban ocupar cargos en el gobierno y servir en los ejércitos de César, y, por otra parte, habían cesado de ser materialistas. Las riquezas materiales ya no eran la meta de sus esfuerzos, sino simplemente un medio usado para adelantar su predicación.

      24 De manera semejante los cristianos primitivos resaltaban por ser diferentes en cuanto a la moralidad. Toda clase de inmoralidad se practicaba con desenfreno en las civilizaciones romana y griega de aquel tiempo, la inmoralidad sexual hasta constituía parte de su adoración, y las perversiones sexuales, como la homosexualidad, reinaban. Los historiadores registran lo diferentes que eran los cristianos primitivos de los que estaban a su alrededor también en este respecto: “Tenemos el testimonio de sus vidas intachables, de su moralidad irreprochable, de su buena ciudadanía y de sus gracias cristianas.”

      25 Y, finalmente, estos cristianos primitivos resaltaron como diferentes al tenerse gran amor altruista los unos a los otros, tal como Jesús dijo que sucedería: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.”—Juan 13:34, 35.

      26. ¿Qué hechos resaltan en cuanto a los siervos de Jehová desde Abel hasta tiempos de después de los apóstoles, y qué hay acerca de nuestro tiempo?

      26 No hay duda. El registro, tanto inspirado como de otra fuente, da testimonio de que los siervos de Jehová eran diferentes de los que estaban a su alrededor, desde el tiempo de Abel hasta los primeros siglos de después de los apóstoles. Pero, ¿qué hay de nuestro día? ¿Sucede así aún? Sí, tal como lo mostrará el siguiente artículo.

  • ¿Está perplejo el mundo por el proceder de usted?... ¡Debe estarlo!
    La Atalaya 1971 | 1 de enero
    • ¿Está perplejo el mundo por el proceder de usted?... ¡Debe estarlo!

      “Porque ustedes no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes.”—1 Ped. 4:4.

      1, 2. ¿Qué testimonio bíblico señala como tonto el proceder de los que quieren agradar a Dios y también ser amigos del mundo?

      ¡QUÉ tontos son los que dicen ser cristianos que quieren servir a Dios y a Cristo y al mismo tiempo ser amigos del mundo! El tratar de combinar las dos cosas es como tratar de combinar aceite con agua. ¡Simplemente no se puede hacer! ¿Por qué no? Porque, como el apóstol Juan nos dice: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.”—1 Juan 5:19.

      2 Es por eso que el mundo nos odia, tal como advirtió Jesús: “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia.” Bien nos aconsejó el apóstol Juan: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.”—Juan 15:19; 1 Juan 2:15-17.

      3. ¿Qué muestran Pablo y Santiago en cuanto a agradar a Dios y al mundo al mismo tiempo?

      3 ¿Cómo puede ser de otro modo, dado que el mundo tiene la mente puesta en las cosas de la carne, acerca de lo cual se nos dice: “El tener la mente puesta en la carne significa enemistad con Dios, porque no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar. Por eso los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios”? Con razón, entonces, Santiago, el medio hermano de Jesús, escribió: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: . . . mantenerse sin mancha del mundo.” Y de nuevo: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.”—Rom. 8:7, 8; Sant. 1:27; 4:4.

      4, 5. ¿Qué proceder sigue el mundo, según se ve por las Escrituras y por los hechos físicos?

      4 Dado que yace en el poder de Satanás el Diablo, no extraña el que este mundo sea tan inicuo; bien lo describen las palabras de Pablo en Efesios 4:17-19: “Ya no sigan ustedes andando así como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, estando ellas mentalmente en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, debido a la insensibilidad de su corazón. Habiendo llegado a estar más allá de todo sentido moral, se entregaron a la conducta relajada para obrar toda clase de inmundicia con avaricia.” ¡Qué lenguaje sin ambages! Y, nótese, estas palabras aplican aun más en cuanto al mundo de la actualidad, tal como se predijo en 2 Timoteo 3:1-5.

      5 Sí, miremos donde queramos, vemos degeneración moral en todas partes. Las películas, los programas de televisión, las piezas teatrales, las novelas, los periódicos y las revistas populares venden suciedad moral y satisfacen los apetitos depravados. Las películas llenas de escenas lascivas y que abundan en obscenidades se anuncian como “maduras,” o solo para adultos, pero los cines donde se exhiben éstas están llenos de personas jóvenes y de mayor edad que han venido para disfrutar de escenas lujuriosas. Con razón las enfermedades venéreas han alcanzado proporciones epidémicas y los nacimientos ilegítimos aumentan a pasos agigantados. Hubo un tiempo en que el individuo de inclinación lasciva tenía que hacer grandes esfuerzos por hallar diversión y material de lectura lujuriosos, obscenos y pornográficos, pero hoy sucede lo contrario; le son lanzados a uno desde todo ángulo, y la persona que quiere disfrutar de diversión y material de lectura limpios, sanos y edificantes tiene que ser muy cuidadosa y circunspecta para no ensuciar inadvertidamente su corazón y mente. Las canciones populares viran más y más en esa misma dirección, estando llenas de líneas sexualmente sugerentes, y también la música para baile y las modas de las mujeres. De nuevo el mundo está adorando el sexo, solo que su falismo del día moderno no se hace en el nombre de la religión, aunque es una forma de idolatría, dado que es vorazmente codiciosa.—Col. 3:5.

      6. ¿Por qué quiere la gente amoldarse a este mundo, y quiénes en particular son susceptibles a sus presiones?

      6 Tomando en cuenta lo moralmente degenerado que es este viejo mundo, y también que está angustiado y condenado a la destrucción, yaciendo bajo el control de Satanás el Diablo, ¿por qué todavía quiere la gente amoldarse a él? ¿Por qué quiere todo el mundo que todos los demás piensen bien de él? ¿Por qué teme la gente mortalmente resaltar conspicuamente por ser diferente, especialmente en lo que toca a principios? ¿Por qué son entrampados a causa del “temblar ante los hombres”? (Pro. 29:25) Por falta de un fundamento firme para sus reglas de conducta, por estar inseguros tanto mental como moral, emocional, religiosa y filosóficamente. Habiendo rechazado la autoridad de la Palabra de Dios, no tienen ningún punto fijo y por eso son como “pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.” (Efe. 4:14) Y en particular los jóvenes están en peligro de ser entrampados por este temor al hombre, por el deseo engañoso de ser populares, de que se les comprenda, de que se piense bien de ellos, de que se les aprecie. Debido a su inmadurez especialmente tienden a retraerse, sí, hasta a rebelarse ante el pensamiento de resaltar por ser diferentes de sus condiscípulos. Temen que se les tache de ser “inadaptados.”

      7. Si queremos demostrar fidelidad a Jehová, ¿a qué hecho tenemos que ajustarnos?

      7 Pero tomando en cuenta todos los hechos debemos estar orgullosos de resaltar por ser diferentes del mundo. A menos que nos ajustemos al hecho de que sencillamente así es como tiene que ser, no podremos ser fieles a Jehová, pues el descontento, la frustración o el temor del hombre nos entramparán. Es preciso que tengamos presente la advertencia de Jesús: “Ay, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes, porque cosas como éstas son las que los antepasados de ellos hicieron a los falsos profetas.” (Luc. 6:26) Al contrario, queremos ser, tenemos que ser, como los apóstoles, acerca de quienes leemos que, después de haber sido públicamente deshonrados y azotados, se fueron “regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre.” Sí, debemos regocijarnos de ser diferentes, debemos estar orgullosos de que el mundo esté perplejo debido a nuestro proceder, que no pueda llegar a comprendernos y crea que somos un montón de necios; como el apóstol Pablo, “necios por causa de Cristo.”—Hech. 5:41; 1 Cor. 4:10.

      PERPLEJOS POR LA MANERA EN QUE USTED ADORA A JEHOVÁ

      8, 9. ¿Qué aspectos en cuanto a la base de nuestra fe y nombre ponen perplejo al mundo?

      8 El mundo estará perplejo debido al proceder de usted si demuestra ser un excelente ministro de las buenas nuevas empeñado en hacer discípulos. El mundo simplemente no puede comprender cómo usted puede preferir la Biblia al conocimiento mundano falso, como el apóstol Pablo le aconseja hacer en 1 Timoteo 6:20. Pensará que usted está chiflado, que es tonto porque asume la posición de que “es imposible que Dios mienta,” y de que “sea Dios hallado veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso.” Se puede oír a los del mundo preguntar incrédulamente: “¿Quiere usted decir que realmente cree en la Biblia? ¿En toda ella? ¿Cómo puede creer? ¡Qué anticuado es usted! ¡Qué simple!”—Heb. 6:18; Rom. 3:4.

      9 El mundo también estará perplejo por el proceder de usted si usted toma el nombre de Jehová y da a saber que es uno de sus testigos. El mundo cree que ése es un nombre raro, se mofa del Dios de las Escrituras Hebreas y se refiere a Jehová como un Dios de guerra sanguinario, como el Dios tribual de los judíos. Pero el nombre de usted no es simple apodo, como son tantos de los nombres sectarios de la cristiandad, como “luterano,” “metodista,” “bautista” y “cuáquero.” No, sino que Jehová Dios mismo designó a sus siervos así, tal como leemos en Isaías 43:10-12: “‘Ustedes son mis testigos,’ es la expresión de Jehová, ‘aun mi siervo a quien he escogido, . . . y yo soy Dios.’”

      10. ¿Qué pone perplejo al mundo en cuanto a nuestra forma de adoración?

      10 El mundo también estará perplejo debido al proceder de usted si usted asiste con regularidad y diligentemente a las cinco reuniones semanales de congregación, y lo hace sin importar qué clase de tiempo haga. Lo señalará a usted como fanático religioso porque prefiere una reunión bíblica a atracciones como acontecimientos deportivos u otras formas de diversión. No puede entender cómo usted puede “divertirse” al obedecer fielmente el consejo del apóstol de no abandonar el reunirse con sus compañeros cristianos. ¡Aun entre los más religiosos de este mundo, el ir a una reunión una vez a la semana se cree que es todo lo que Dios podría pedir!—Heb. 10:24, 25.

      11, 12. ¿Qué actividades teocráticas nuestras hacen que el mundo esté perplejo?

      11 También tendrá perplejos a sus conocidos mundanos el que usted manifieste el celo consumidor que exhibió Jesús, como se menciona en Juan 2:17. Porque para predicar las buenas nuevas y hacer discípulos usted se para en las esquinas de las calles ofreciendo las revistas, va de casa en casa sin importar qué clase de tiempo haga, se arriesga a recibir desaires al testificar incidentalmente, se preguntan qué le ha pasado a usted. ¡Simplemente no pueden entenderlo, puesto que ellos mismos quieren hacer tan poco, si acaso algo, por Dios y Jesucristo!

      12 Y en particular el mundo estará perplejo debido al proceder de usted cuando literalmente deja todo por causa de las buenas nuevas, y sigue a su Modelo, Jesucristo, pasando al servicio de precursor, el servicio misional, el servicio en la central de Betel. El mundo simplemente no puede entender por qué usted debe ser como los apóstoles de Jesús y dejar familia y amigos, casas y tierras, seguridad financiera y una carrera prometedora, por causa del ministerio cristiano. El mundo cree que es bueno tener una religión, pero ‘¡por favor, no lo tome tan en serio!’ Pero nosotros sabemos, tal como Jesús le dijo a Pedro, según se registra en Marcos 10:28-30, que este ministerio de tiempo cabal es la carrera más remuneradora en la cual persona alguna pudiera participar, porque los que están en ella reciben un céntuplo de casas y hermanos y hermanas y madres ahora en esta vida y sistema de cosas, y tienen la esperanza de vida eterna en el nuevo sistema de cosas que tanto se ha acercado. No hay duda, al grado que usted participe celosamente en el ministerio cristiano, a ese grado el mundo estará perplejo por su proceder.

      PERPLEJO POR LA POSICIÓN NEUTRAL DE USTED

      13, 14. ¿Qué actitud de los cristianos para con los asuntos gubernamentales pone perplejos a muchos?

      13 El mundo también estará perplejo por el proceder de usted si usted se adhiere estrictamente a la posición cristiana de neutralidad en lo que toca a la política y las guerras de las naciones del mundo, si asume la posición de que el reino de Cristo no constituye parte del mundo y que la ciudadanía del cristiano está en los cielos. (Juan 18:36; Fili. 3:20) Le parece que todas las personas bien intencionadas deben apoyar los movimientos de derechos civiles y respaldar a los candidatos, partidos y plataformas políticos más dignos, y, en particular, apoyar a las Naciones Unidas como la única esperanza del hombre para paz duradera. Puesto que casi todo el clero, tanto de la cristiandad como del paganismo, está profundamente envuelto en la política, el mundo no puede entender por qué usted no debe estar envuelto en ella también.

      14 El mundo también estará perplejo por el proceder de usted si usted no hace exhibición obvia de su patriotismo saludando la bandera y poniéndose de pie cuando se está tocando el himno nacional. Es probable que impute motivos ocultos al proceder de usted de participar en batir las espadas en rejas de arado y las lanzas en podaderas y rehusar ponerse un uniforme y salir a matar a sus semejantes. El mundo pregunta: ‘¿Qué nos sucedería si todos creyeran y obraran de la manera que lo hacen ustedes?’ Si todo el mundo lo hiciera, ¡entonces obviamente no habría ninguna guerra, y eso ciertamente sería muy bueno!—Isa. 2:4.

      PERPLEJO PORQUE USTED SE ADHIERE A PRINCIPIOS BÍBLICOS

      15. ¿Qué hizo que el mundo estuviera perplejo ante los cristianos en el día de Pedro?

      15 Igualmente el mundo estará perplejo ante usted si usted se adhiere a principios cristianos en cuanto a la conducta personal. Como escribió el apóstol Pedro a los cristianos primitivos: “Porque basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales. Porque ustedes no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes.” (1 Ped. 4:3, 4) Estando la moralidad sexual del mundo tan baja como estuvo antes del Diluvio y tan baja como estuvo en Sodoma y Gomorra de la antigüedad, el mundo no puede entender por qué usted debe prestar atención al consejo sabio: “Que la fornicación e inmundicia de toda clase o avaricia ni siquiera se mencionen entre ustedes, así como es propio de personas santas; tampoco comportamiento vergonzoso, ni habla necia, ni bromear obsceno, cosas que no son decorosas, sino más bien el dar gracias.”—Efe. 5:3, 4.

      16, 17. ¿Cómo resaltan los siervos de Jehová por ser diferentes del mundo (a) tocante a honradez como empleados? (b) ¿Tocante a dar a César lo que le corresponde?

      16 El mundo también está perplejo si usted se adhiere a los principios correctos en asuntos de negocio, como en la relación de patrono y empleado. El mundo cree en hacer tan poco como sea posible por el salario que recibe, holgazaneando en el trabajo, tomando largos descansos para tomar café y evitando responsabilidad. Le parece incomprensible que los cristianos presten atención al consejo de Colosenses 3:22, 23 y trabajen de toda alma en cualquier cosa que se les dé que hagan. De hecho, el mundo considera como cosa común y corriente el hurtar de su patrono. Por ejemplo, en un aeropuerto principal de la Ciudad de Nueva York, una agencia que alquila autos notó que estaba perdiendo mucha gasolina y por eso instaló secretamente una cámara de TV para descubrir quién estaba hurtando la gasolina. Descubrió que de veinte empleados dieciocho estaban sacando gasolina para sus propios autos, de modo que los dieciocho fueron despedidos. Solo dos no fueron despedidos. La gerencia estaba perpleja, y preguntó: ¿A qué se debe que ustedes no se llevaran también gasolina de la compañía? Explicaron: “¡Porque somos testigos de Jehová!” A uno de éstos le ofrecieron el puesto de gerente de la agencia, pero rehusó, de nuevo dejando perplejos a sus patronos. El predicar las buenas nuevas del Reino, haciendo discípulos de otros, no le dejaba tiempo y energía para ser gerente. Por otra parte, sin duda aquellos dieciocho empleados que habían hurtado gasolina de la compañía quedaron perplejos porque los Testigos no habían hecho lo mismo. ¡Uno hace lo que es correcto hoy y deja perpleja a la gente!

      17 El mundo también se queda perplejo si uno obedece todas las leyes del país, si uno da de vuelta las cosas de César a César, como leemos en Mateo 22:21. También, en sus relaciones con los gobiernos en asuntos de impuestos, reglamentos de tránsito y todo lo demás el mundo cree que está bien cometer fechorías con tal que no lo pesquen. El que los testigos de Jehová no procedan de igual modo les causa sorpresa. Así, pues, en la primavera de 1967 dos inspectores de alojamientos de la Ciudad de Nueva York examinaron el hogar Betel de Brooklyn y sencillamente se asombraron por lo que encontraron. Dijeron que sus superiores no les creerían si entregaban tan buen informe, y, efectivamente, al día siguiente sus superiores vinieron para ver ellos mismos cuán concienzudos eran los encargados del hogar Betel de Brooklyn en mantenerlo seguro y limpio y libre de peligros de incendio. No tuvieron violaciones que informar y vivamente escucharon el testimonio que les dieron los que los condujeron por la casa.

      18, 19. ¿Qué actitud cristiana para con las cosas materiales causa perplejidad a muchos?

      18 El mundo se compone de materialistas. Solo aprecian lo que pueden asir y de lo que pueden disfrutar con sus sentidos naturales. Quedan perplejos cuando uno muestra que no es materialista, sino que presta atención a las palabras de Jesús de no acumular tesoros en la Tierra donde la polilla y el moho los consumen y donde los ladrones entran por fuerza y hurtan, sino de acumular para uno mismo tesoros en el cielo que duran. Están perplejos porque uno sigue buscando

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