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Reconociendo la organización teocrática para vidaLa Atalaya 1955 | 15 de enero
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Reconociendo la organización teocrática para vida
“Por lo tanto, humíllense bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte al tiempo debido, mientras arrojan toda su ansiedad sobre él, porque él los cuida.”—1 Ped. 5:6, NM.
1. ¿Por qué es imposible darle demasiado énfasis a lo importante que es reconocer la organización teocrática de Jehová en vista de la vida, la unidad y la paz?
NO ES posible darle demasiado énfasis a lo importante que es reconocer la organización teocrática de Jehová. Si la vida de uno dependiera de cierta manera de proceder, uno debería tener mucho gusto en proceder de esa manera aunque resultara en herir la dignidad de uno el tener uno que humillarse. Así es como debería ser con el reconocer la organización teocrática y su modo de funcionar bajo la mano de Dios. Los anarquistas se niegan a reconocer lo que sea organización y someterse a ello. El decir que no hay una organización teocrática huele a falta de orden o a licencia o anarquismo, porque eso sería decir que Dios no tiene una organización y no tiene organizado a su pueblo, su manada. Le es más importante a él tener organizada a su creación viviente e inteligente que el tener organizadas sus creaciones inanimadas: el sol, la luna y las estrellas; puesto que la unidad, la armonía, la paz y el funcionamiento eficaz de su universo dependen de que ella esté teocráticamente organizada y gobernada.
2. Como a favor del reconocer la organización, ¿para quién fueron escritas las Escrituras hebreas?
2 La Sagrada Biblia es el libro de instrucciones de Dios para sus criaturas inteligentes sobre la tierra. Para poder llevar a cabo las instrucciones del Libro de Dios, o la Biblia, tenemos que reconocer la organización teocrática, ya que la Biblia misma la reconoce, de cubierta a cubierta. En realidad, la Biblia es el Libro de la organización teocrática visible. Las palabras que en ella son las primeras palabras que Dios mismo escribió con su propio “dedo” eran para una organización teocrática, es decir, las “Diez Palabras,” los Diez Mandamientos, para su organización teocrática típica, la nación de Israel. (Deu. 10:1-4) Todas las otras partes de la Tora o la Ley, desde el Génesis hasta Deuteronomio, fueron escritas para la misma organización por el profeta Moisés, al ser inspirado por Jehová Dios. La verdad es que todos los demás libros de las antiguas Escrituras hebreas fueron escritos para la típica organización teocrática de Israel. Pero no sólo para ella, porque el apóstol cristiano, Pablo, escribe a la congregación cristiana de Dios y cita el Salmo 69:9 para presentar este argumento: “Ni aun Cristo se complació a sí mismo; sino así como está escrito: ‘Los vituperios de los que te vituperaban han caído sobre mí.’ Porque todas las cosas que fueron escritas de antemano fueron escritas para nuestra instrucción, para que por medio de nuestro aguante y por medio del consuelo de las Escrituras tengamos nosotros esperanza.” (Rom.15:3, 4, NM) Por consiguiente, las antiguas Escrituras hebreas desde el Génesis hasta Malaquías fueron escritas primordialmente para la instrucción de la congregación cristiana de Dios.
3. De igual manera, ¿para quién fueron escritas las Escrituras cristianas griegas, y por qué es necesario tener presente la idea de organización?
3 Lo mismo es verdad acerca de las Escrituras cristianas griegas desde Mateo hasta Apocalipsis. Excepto por el relato del evangelio por Lucas, los Hechos de los Apóstoles, las cartas a Timoteo, Tito y Filemón y las segunda y tercera cartas del apóstol Juan, todos los libros de las Escrituras cristianas griegas fueron escritos directamente a la congregación cristiana y primordialmente para la congregación cristiana. Pero aun esas ocho excepciones fueron escritas a personas de la organización teocrática cristiana y fueron escritas a ellas expresamente para beneficio de esa organización. Por eso hoy día todos los veintisiete libros de las Escrituras cristianas griegas pertenecen a la manada cristiana de Dios y no a ningún individuo; y estos libros, junto con los treinta y nueve libros de las Escrituras hebreas, forman la Biblia inspirada completa. Debido a su enlace inquebrantable con la organización teocrática cristiana, la Biblia lleva incrustada en sí la idea de organización y no nos es posible entenderla cabalmente si no tenemos presente la organización teocrática. Esto hace muy necesario el que los que se humillan bajo la poderosa mano de Dios tomen en cuenta la organización teocrática y la reconozcan. Todas las ovejas de la manada de Dios tienen que tener presente la idea de organización, igual que la Biblia.
ESTRUCTURA Y ACTIVIDADES
4. A pesar de la condición de la cristiandad, ¿qué da evidencia de que Jehová tiene una organización visible, y cómo es ésta en sus arreglos y métodos?
4 Diecinueve siglos nos separan hoy de la organización teocrática visible del primer siglo de la era cristiana. Durante todos esos siglos le han sobrevenido muchos cambios a la organización que profesa ser cristiana y se ha dividido en centenares de sectas y cultos religiosos, lo que ha resultado en una dispersión de la manada religiosa. Por lo tanto, la desorganización religiosa de la cristiandad a menudo se ha manifestado en la forma de violentas guerras religiosas y persecución de las sectas más pequeñas o más nuevas. Para tener organización teocrática cristiana tenemos que abrirnos paso a través de las tradiciones religiosas de la cristiandad y volver a las instrucciones y arreglos apostólicos del primer siglo. Hoy día Dios tiene sobre la tierra su manada de ovejas bajo su Pastor Propio, así que él tiene que tener y tiene una organización visible ahora bajo Su poderosa mano. Dando prueba de que es teocrática, justamente como lo eran los apóstoles de Jesucristo, esta manada organizada de sus ovejas es apostólica en sus arreglos y en sus métodos de actividad. Al mismo tiempo está adaptada a las demandas de nuestro día moderno para el servicio prescrito de Dios.
5. ¿Qué es lo que no significa el que hoy la organización sea apostólica?
5 El que la organización sea apostólica no significa que tenga “apóstoles” vivos, así llamados, ni siquiera que tenga “sucesores apostólicos.” No pudiera tenerlos, porque los doce apóstoles del Cordero Jesucristo fueron piedras de cimiento de la congregación cristiana y pertenecían a su principio, fundación o infancia. (Apo. 21:14, 19) Ya para el fin del primer siglo todos los apóstoles auténticos habían muerto, y ellos no hicieron ningún nombramiento de sucesores. La inspirada Biblia habla en contra de llamados “sucesores apostólicos,” los cuales, igual que Simón Mago de Samaria, tienen el deseo codicioso de ejercer el poder de los apóstoles sobre la manada de Dios. “Porque tales hombres son apóstoles falsos, obreros engañosos, transformándose en apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque Satanás mismo sigue transformándose en un ángel de luz. No es por lo tanto gran cosa si sus ministros también siguen transformándose en ministros de justicia.” Tales hombres ambiciosos, hombres que a sí mismos se ensalzan, no reconocen la organización teocrática y no se humillan bajo la poderosa mano de Dios.—2 Cor. 11:5, 12-15; Hech. 8:9-24, NM.
6, 7. (a) ¿Cuándo y con cuántos comenzó la organización teocrática visible, y cuántos fueron añadidos a ella el primer día? (b) ¿Qué dice el relato bíblico en cuanto a su organización y sus actividades apostólicas?
6 En 33 d. de J. C. la congregación cristiana tuvo su principio como organización teocrática visible de ciento veinte miembros en el día de fiesta del Pentecostés en un aposento alto en Jerusalén. En esa ocasión el espíritu santo de Dios fué derramado por medio de su Principal Pastor, Jesucristo, sobre aquella pequeña manada de fieles seguidores de Jesús. Debido al derramamiento del espíritu santo acompañado de manifestaciones milagrosas sobre aquella pequeña congregación se dió un impresionante testimonio respecto a Jehová Dios y su ensalzado Hijo Jesucristo por la predicación de Pedro y los otros apóstoles bajo el poder del espíritu santo que había sido derramado. Tres mil personas de entre la multitud de oyentes aceptaron el mensaje y fueron bautizadas en agua en prueba de que se habían hecho creyentes de Jesucristo como el Hijo, Señor y Cristo de Jehová Dios. De su organización y actividades apostólicas leemos esto en el Registro: “Por eso los que abrazaron su palabra sinceramente fueron bautizados, y en ese día cerca de tres mil almas fueron añadidas. Y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y a asociarse, a comer juntos y a oraciones.”—Hech. 2:1-42; 1:15, NM.
7 Comentando adicionalmente respecto a sus actividades, el Registro sigue diciendo: “Y día tras día estaban en constante asistencia al templo de común acuerdo, y tomaban sus comidas en casas particulares y participaban del alimento con gran regocijo y sinceridad de corazón, alabando a Dios y siendo aceptados por toda la gente. Al mismo tiempo Jehová diariamente continuó uniendo a ellos los que estaban siendo salvados.” (Hech. 2:46, 47, NM) Los de la congregación de Jerusalén siguieron en esta misma actividad aun después que estalló la persecución que los judíos incrédulos dirigieron contra ellos: “Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin parar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”—Hech. 5:42, NM.
8. De manera que, según el relato bíblico, ¿qué incluía el proceder en esos días?
8 De este relato observamos que el proceder en los días apostólicos incluía lo siguiente: El dedicarse a la enseñanza de los apóstoles, la cual enseñanza estaba respaldada por las Escrituras hebreas de las cuales ellos hacían muchas citas; el asociarse como compañeros creyentes para formar una nueva congregación separada de la sinagoga judía; el tomar sus comidas juntos en casas particulares con gran regocijo y corazones sinceros. Esto se hacía en conexión con su predicación de casa en casa, porque, a medida que ellos enseñaban y declaraban las buenas nuevas acerca de Jesucristo, los que aceptaban este alimento espiritual repartían con ellos su alimento material para su refrigerio físico. (Gál. 6:6) Además de esta predicación de casa en casa, celebraban reuniones públicas en los atrios del templo, asistiendo a él de día en día con la mira de alcanzar allí con el mensaje a las multitudes que atestaban el templo. De modo que de continuo estaban activos en alabar a Jehová Dios y en declarar las buenas nuevas acerca de Jesucristo tanto privada como públicamente. Este método dió resultados, porque Jehová les agregó creyentes día tras día.
9. ¿Quiénes hoy se dedican a la enseñanza de los apóstoles, y cómo se hace eso?
9 Lo que era teocrático allá en ese entonces es teocrático hoy. Lo que dió resultados allá en ese tiempo debido a su naturaleza teocrática debe dar resultados hoy. Por eso es que los testigos de Jehová han vuelto al tiempo de los apóstoles al tratar de imitarlos. Esta es una manera de dedicarnos hoy día a la enseñanza de los apóstoles: copiar sus métodos. En cuanto a su enseñanza oral, hoy día no tenemos a los apóstoles personalmente en la carne con nosotros; pero sí tenemos lo que escribieron, junto con las escrituras inspiradas de los discípulos que eran sus compañeros, tales como Marcos, Lucas, Santiago y Judas. Al aplicarnos estrechamente a estos escritos inspirados cristianos y rechazar las tradiciones religiosas de hombres no inspirados, nosotros nos dedicamos hoy día a la enseñanza escrita de los inspirados apóstoles. Esta enseñanza escrita nos instruye sobre cómo debe estar organizada y ser conducida hoy la verdadera congregación cristiana, teniendo capacitados superintendentes y siervos ministeriales, siendo éstos nombrados por el cuerpo gobernante de la entera congregación cristiana por toda la tierra. Tal como se hizo en los días apostólicos los testigos de Jehová se asocian los unos con los otros en sus lugares de reunión, haciéndolo regularmente y sin dejarse caer en la mala costumbre de abandonar el congregarse, más bien animándose los unos a los otros, y más aún al ver que se acerca el día para la batalla del Armagedón. El templo de Jerusalén fué destruído en 70 d. de J. C., y los testigos de Jehová hoy día no pueden asistir a ese lugar con el propósito de celebrar reuniones públicas; pero sí celebran reuniones públicas actualmente dondequiera que les sea posible, dentro de edificios y al aire libre.—Hech. 14:23; 20:28-35; 1 Tim. 3:1-13; Tito 1:5-9; Heb. 10:25.
10. ¿Qué detalle especialmente prominente de los días apostólicos distingue las actividades de los testigos de Jehová hoy día?
10 Un detalle que se destacó especialmente en días apostólicos distingue las actividades teocráticas de los testigos de Jehová hoy día. ¿Qué cosa? Su predicación de las buenas nuevas de casa en casa y cuando son hospedados en casas particulares, como sucede durante las convenciones grandes en ciertas ciudades que serían comparables a Jerusalén, la antigua ciudad de convenciones. El que los apóstoles mismos no se consideraban estar demasiado elevados para cumplir con el requisito teocrático de predicar de casa en casa lo manifestó el apóstol Pablo al decir a los hombres de mayor edad de la congregación de Éfeso: “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa. Pues yo testifiqué cabalmente tanto a judíos como a griegos acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesús. . . . No hago mi alma de valor alguno como preciada para mí, siempre que pueda terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, de dar testimonio cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios.”—Hech. 20:20, 21, 24, NM.
11. ¿De dónde ha venido oposición a esta actividad, y por qué?
11 Tan penetrante ha sido este método de predicar de casa en casa para alcanzar a la mayoría de la gente con el mensaje de Dios durante este siglo veinte que el clero religioso de la cristiandad se ha opuesto a ello antiteocráticamente, ha protestado y hecho que el asunto sea considerado por las autoridades políticas, policíacas y judiciales de la tierra, tal como lo hizo el clero religioso en los días de los apóstoles. Como resultado, los testigos de Jehová han tenido que luchar en los tribunales judiciales para mantener abierta esta avenida de predicación del mensaje del reino de Dios. En los países donde los testigos de Jehová han sido proscritos o donde la religión del estado no les permite celebrar reuniones públicas, imitan a los apóstoles al ir teocráticamente de casa en casa, predicando quietamente sin excitar atención pública.
ESCLAVOS PRINCIPESCOS
12. Para ser teocráticos hoy día, ¿sobre qué base debemos descansar?
12 El ponernos en armonía con los métodos y arreglos apostólicos del primer siglo es una parte de nuestro reconocimiento de la organización teocrática hoy día para conservar nuestra vida. Sabemos que se representa a la Nueva Jerusalén con doce piedras de cimiento y en ellas los “doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.” (Apo. 21:14, 19, NM) Hoy día nosotros, para ser teocráticos, todavía tenemos que basarnos en este cimiento docenario de estos apóstoles y profetas cristianos, siendo Jesucristo mismo la piedra angular del fundamento sobre la cual todos esos cimientos apostólicos descansaron.—Efe. 2:20-22.
13. Para dar reconocimiento completo a la organización hoy, ¿qué otro detalle de ella debemos reconocer, y desde cuándo?
13 Pero ahora en este “tiempo del fin” de este mundo hay otro detalle de la organización teocrática que tenemos que reconocer. ¿Cuál? El “esclavo fiel y discreto.” Jesús, en su profecía detallada respecto a las evidencias que señalarían el “tiempo del fin” cuando él estaría presente invisiblemente, dijo que entonces nombraría a tal “esclavo fiel y discreto.” “¿Quién es verdaderamente el esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo? Feliz es aquel esclavo si al llegar su amo le hallare haciéndolo así. De cierto les digo: Lo nombrará al cargo de todos sus bienes.” (Mat. 24:45-47, NM) Los sucesos mundiales desde 1914 d. de J.C., y especialmente los sucesos entre el pueblo de Jehová desde 1918 d. de J.C., suministran la evidencia visible de que el Señor Jesucristo, habiendo recibido su reino, ha venido al templo espiritual de Dios para llevar a cabo el juicio final en la “casa de Dios” y, como expresión de su trabajo de juicio, ha hallado a un “esclavo fiel y discreto” y lo ha nombrado al cargo de todos sus bienes, es decir, todos los intereses visibles que de su Reino hay en la tierra. (1 Ped. 4:17) Por lo tanto para poder rendirle un reconocimiento completo a la organización teocrática hoy día, tenemos que reconocer a este “esclavo fiel y discreto” a quien el Señor y Juez a su regreso ha nombrado al cargo de todos sus bienes. No podemos evadir esto.
14. ¿Quién es este “esclavo,” y a quiénes sirve él ahora el alimento?
14 Por años se creía que este “esclavo fiel y discreto” era un solo hombre o que era el puesto responsable que había de ser ocupado por un hombre por sí solo. ¿Pero depende la organización teocrática visible de algún hombre por sí solo para alimento espiritual, “alimento al debido tiempo”? No; y ahora vemos correctamente a la luz de las profecías cumplidas que el “esclavo” que ha sido nombrado es una clase, el resto, o sea los que quedan de los seguidores ungidos y espirituales de Jesucristo que son llamados para ser coherederos con él en su reino celestial. Hoy día, al administrar todos los bienes del Señor Jesús sobre la tierra, esta clase del “esclavo” sirve el “alimento al debido tiempo,” no sólo a los miembros del resto ungido, sino ahora también a una “grande muchedumbre” de las “otras ovejas” del Señor, los fieles creyentes que esperan un destino terrestre en el nuevo mundo. Ya que el Señor ha nombrado a la clase del “esclavo” para administrar todos sus bienes visibles, el Señor Jesús como Pastor Propio no alimenta a sus ovejas en la tierra en la actualidad por medio de nadie más que este “esclavo.”
15. ¿De acuerdo con qué ejemplo tiene la clase del “esclavo” un cuerpo gobernante, y a quiénes incluye éste?
15 Puesto que el “esclavo fiel y discreto” es una clase, el que éste siga siendo fiel y discreto no depende de la vida y comportamiento de ninguna persona individual. Puesto que la clase del “esclavo” se compone de muchos cristianos ungidos, es preciso que tenga un cuerpo gobernante. Lo tiene, tal como la congregación teocrática de los tiempos apostólicos tenía un cuerpo gobernante. Pedro no pretendió ser ese cuerpo gobernante. Tampoco pretendió serlo Pablo. Estos dos apóstoles reconocieron que el cuerpo gobernante incluía a otros hombres además de ellos, y ellos sometían sus asuntos de disputa al cuerpo gobernante para que éste los decidiera. Ya que los doce apóstoles del Cordero no eran nada más que una docena, no todos los hombres espiritualmente capacitados de su día podían estar incluídos entre esos apóstoles especiales. Así que el cuerpo gobernante abarcó, además de los doce apóstoles del Cordero, a otros hombres de mayor edad de la organización teocrática de Jerusalén, tales como Santiago, el medio hermano de Jesucristo. (Hech. 15:1-29; Gál. 1:18, 19; Sant. 1:1) Naturalmente, el cuerpo gobernante de la clase del “esclavo fiel y discreto” hoy día no incluye a ninguno de los doce apóstoles, que desde hace mucho han estado ausentes de la escena terrestre, pero sí sigue las instrucciones escritas de esos apóstoles y de los otros hombres de madurez que se asociaron con ellos en escribir las Escrituras cristianas griegas. El cuerpo gobernante teocrático de hoy día incluye a hombres del resto ungido, hombres mayores, espiritualmente capacitados.
16. ¿Con qué está estrechamente asociado el cuerpo gobernante, y cómo se lleva a cabo su extensión por toda la tierra?
16 Puesto que está adaptada a las condiciones y requisitos modernos y puesto que está obligada a pagar a César las cosas de César, la organización teocrática visible de la actualidad tiene una entidad jurídica de servicio, la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract, que fué incorporada en 1884 bajo las leyes del estado de Pensilvania, Estados Unidos de América del Norte. (Mat. 22:21) Es con esta corporación jurídica que el cuerpo gobernante de la clase del “esclavo fiel y discreto” está estrechamente asociado para propósitos administrativos, jurídicos y editoriales, para encargarse de que “estas buenas nuevas del reino” se prediquen en toda la tierra habitada para dar un testimonio a todas las naciones. (Mat. 24:14, NM) Dado que la predicación del Reino ya se ha extendido a 159 países, esta organización legal tiene oficinas sucursales en setenta y cinco de esos países. Tal como es debido y necesario las sucursales reciben apoyo financiero de la corporación jurídica original. Los hombres cristianos a cuyo cargo se ponen esas sucursales son testigos dedicados de Jehová y son denominados “siervos de sucursal.” Los siervos de sucursal son precisamente eso, “siervos,” no patrones. Tomando todo en cuenta, el que nosotros reconozcamos la organización teocrática hoy día tiene que incluir el que reconozcamos todos estos arreglos y provisiones de Jehová Dios mediante Jesucristo para nuestro día. En prueba de nuestro leal reconocimiento de eso, debemos tratar de cooperar fielmente con la organización teocrática y sus nombramientos y partes funcionantes.
17. ¿Desde cuándo aplica Isaías 32:1, 2, y cómo?
17 Desde que Dios estableció el Reino en los cielos en 1914 d. de J.C., y especialmente desde 1919, la profecía de Isaías 32:1 (BC) ha tenido aplicación respecto al Jesús entronizado y sus siervos nombrados sobre la tierra: “He aquí que con justicia reinará un rey y príncipes [sarim, hebreo] gobernarán según derecho; cada uno [de ellos] será como escondrijo contra el viento y abrigo contra la lluvia, como corrientes de agua en tierra seca, como sombra de una gran roca en tierra desértica.” Puesto que “príncipes” o sarim aquí no quiere decir príncipes mundanos, sino hombres teocráticos principales, los que son nombrados los principales en una clase o grupo, hasta de un grupo de diez personas, la clase del “esclavo fiel y discreto” estaría ocupando un puesto principesco respecto a las “otras ovejas” de los testigos de Jehová. Los siervos de sucursal, sean ellos miembros del resto ungido o miembros de la clase de las “otras ovejas,” serían príncipes teocráticos o sarim en el territorio que está bajo cada sucursal. Cualquier siervo varón nombrado por el cuerpo gobernante y ‘gobernando según derecho’ entre diez de los testigos de Jehová sería un príncipe o sar teocrático. De todos los testigos de Jehová sobre la tierra los sarim teocráticos especialmente deben reconocer la organización teocrática que funciona hoy día.
18. ¿Sobre qué base se retiene en servicio a alguien como sar, y qué tienen que hacer los sarim para ‘gobernar en justicia’?
18 El Rey teocrático de Jehová, Jesucristo, retiene en su servicio sobre la tierra únicamente a los “príncipes” fieles y obedientes. Para que sean retenidos en servicio especial los sarim tienen que reconocer a su Señor, el Rey entronizado de Jehová, y tienen que humillarse bajo su mano real y tienen que ‘gobernar según derecho.’ El gobernar según derecho o en justicia quiere decir que los sarim tienen que hacer para con su Rey Jesucristo lo que es justo, tienen que hacer para con el “esclavo fiel y discreto” del Rey que ha sido nombrado al cargo de todos sus bienes terrestres lo que es justo, y tienen que hacer para con las otras ovejas del Rey, sus súbditos, lo que es justo. El puesto de sarim del Rey no es el lugar para que los hombres sigan la costumbre que desafortunadamente se siguió en Israel durante el período de los jueces: “En aquellos días no había rey en Israel. Lo que era recto a sus propios ojos era lo que cada cual acostumbraba hacer.” (Jue. 21:25, NM) Puesto que son ejemplos a aquellos entre quienes sirven, los sarim mismos deben cumplir las instrucciones de la organización. Esto quiere decir que con cuidado tienen que informarse respecto a dichas instrucciones—los sacerdotes del antiguo Israel hasta solían aprender de memoria sus instrucciones bíblicas—y tienen que estudiarlas y repasarlas. Así podrán captar bien lo que significan y lo que llevan implicado, de tal modo pudiendo hacerse cargo de muchas cosas que no se declaran expresamente en las instrucciones. Después de eso, para gobernar en justicia, se esforzarán para siempre estar en armonía con las instrucciones de la organización.
19. Considerando al siervo de sucursal, por ejemplo, ¿por qué razón principal debe él reconocer la organización y someterse a las instrucciones?
19 En el caso del siervo de sucursal, por ejemplo, él tendrá presente que la sucursal, igual que una rama de árbol o un sarmiento de vid, no sostiene al tronco principal, sino que el tronco es lo que sostiene todas las ramas. La rama no puede funcionar separada del tronco principal; tiene que permanecer en él si es que ha de producir fruto. Lo mismo es verdad de una organización sucursal. Es meramente la agencia de la corporación jurídica que proporciona los fondos y otros medios de operación, y por lo tanto depende monetariamente de la corporación original. Esa dependencia monetaria en sí misma impone al siervo de sucursal la responsabilidad de hacer lo que se le dice; porque la Sociedad que proporciona los fondos tiene la responsabilidad de invertir dinero en la sucursal y tiene que dar cuenta a Dios por la manera en que usa sus fondos. Los donadores teocráticos que contribuyen a la Sociedad le imponen la responsabilidad de invertir el dinero de la manera más prudente y más eficaz. Aun en este mundo se considera que tal proceder es una práctica normal, buena y sana en asuntos de negocio. Por consiguiente el siervo de sucursal tiene que obedecer las instrucciones de la organización y tiene que esforzarse por ser eficiente en su lugar de servicio con la mira de hacer que la sucursal opere lo más económicamente posible con los mejores y mayores resultados. Pero dado que es uno de los sarim del Rey, debe haber un motivo mucho más elevado que el de la dependencia y obligación monetaria, porque nuestra organización no es comercial. El motivo impulsador más elevado brota del hecho de que la organización es teocrática, sujeta a Jehová Dios y gobernada por él mediante su Rey reinante Jesucristo. Esta es la principal razón para que todos los que están dedicados a Dios reconozcan la organización, sean sumisos a ella y se muestren leales a ella.
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Ejemplos de reconocer la organizaciónLa Atalaya 1955 | 15 de enero
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Ejemplos de reconocer la organización
1. ¿Qué ejemplo bíblico tenemos de cómo un misionero reconoció la organización, y cuál fué el resultado de esto?
CONSIDEREN varios buenos ejemplos de la debida manera de reconocer la organización teocrática y su cuerpo gobernante. No mucho tiempo después que se hubo organizado la congregación cristiana en Jerusalén la persecución violenta llevada a cabo por los religiosos judíos esparció de la ciudad a la congregación, menos a los apóstoles, quienes se quedaron como cuerpo gobernante. Felipe el evangelista o misionero llevó la predicación de las buenas nuevas hacia el norte a Samaria y logró establecer una congregación en la ciudad, y bautizó a los miembros de ella. Le hacía falta una cosa importante a la congregación: el espíritu santo y sus dones milagrosos. Felipe quería que la congregación de testigos nativos recibiera estas cosas. Reconociendo a la organización teocrática y sabiendo que los dones milagrosos del espíritu sólo podían ser impartidos por los apóstoles del Cordero o en la inmediata presencia de ellos, Felipe envió un mensaje a Jerusalén. Eso era un reconocimiento altruísta y leal de la organización teocrática por parte de un evangelista o misionero. ¿Cuál fué el resultado? El cuerpo gobernante apostólico envió a los apóstoles Pedro y Juan. Entonces vino la acción de impartir el espíritu y sus dones a los creyentes bautizados en Samaria. Como está escrito: “Y éstos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo. Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, pero solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces impusieron las manos sobre ellos, y comenzaron a recibir espíritu santo. . . . mediante la imposición de las manos de los apóstoles se daba el espíritu.”—Hech. 8:1-19, NM.
2. ¿Cómo hubo, en el caso de Pablo y Bernabé, reconocimiento de la organización, y cuáles fueron los resultados?
2 Más tarde Bernabé y Pablo, como misioneros a las naciones incircuncisas, fueron perturbados en gran manera por el asunto de la circuncisión y los gentiles. Ambos entendían correctamente el asunto, pero cuando surgió una disensión en la congregación de Antioquía, “hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos fueran a los apóstoles y hombres de mayor edad en Jerusalén respecto a este asunto.” (Hech. 15:1, 2, NM) De nuevo este reconocimiento de la organización teocrática produjo resultados. Se convocó una reunión especial del cuerpo gobernante en Jerusalén, la cuestión se ventiló cabalmente, Santiago fué usado como portavoz de Dios para llamar atención al cumplimiento de la Escritura y para declarar la conclusión correcta a la que debería llegarse respecto a los creyentes gentiles incircuncisos, el cuerpo gobernante respaldado por espíritu santo redactó una carta en la que se presentaron los requisitos básicos para tales creyentes, y Pablo y Bernabé partieron de Jerusalén con la carta. Esta carta se leyó a muchas ciudades donde el asunto era uno que se discutía. Al ir viajando Pablo y su compañero por las ciudades que tenían creyentes, “entregaban a los que estaban allí para observancia los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén.” El efecto de esto fué que, en vez de continuar las congregaciones movedizas y divididas de opinión, “las congregaciones continuaban siendo hechas firmes en la fe y aumentando en número de día en día.” (Hech. 15:3 a 16:5, NM) El reconocer la organización teocrática es unificador, fortalecedor, y produce aumento.
3. Similarmente, ¿quiénes deben reconocer la organización hoy día, y por qué, y cómo?
3 Hoy día tiene que haber el mismo reconocimiento de la organización teocrática por parte de los siervos de sucursal y todos los demás representantes especiales de la organización así como también de los que han sido nombrados a puestos de servicio. Muy parecido al caso del apóstol Pablo y su joven asistente Timoteo, la organización teocrática visible bajo Cristo ha impuesto sus manos sobre estos representantes y personas nombradas, instalándolos en su puesto. Ahora les toca aceptar las instrucciones de la organización y cumplir con ellas concienzudamente. Lo importante es que lo hagan teniendo presente al Gobernante regio de la organización teocrática de Jehová y que lo hagan en pronto reconocimiento del Rey y para la honra de él.
4, 5. ¿Cómo ilustró Joab el hecho de que no debemos tratar de capturar la gloria para nosotros mismos y eclipsar a nuestro Rey?
4 No debe haber ningún esfuerzo egoísta por capturar gloria para uno mismo y eclipsar al Rey. Considere el caso del sobrino del rey David, el general Joab. Cuando su actitud hacia el rey era la debida, mostró el proceder correcto de reconocimiento. El reino de Ammón había insultado en gran manera a los mensajeros del rey David, y Joab, su mariscal de campo, peleó contra la ciudad capital, Rabbá, y se apoderó de su ciudad de aguas, es decir, de aquella parte de la ciudad que contenía su abastecimiento de agua o la fortaleza que protegía su abastecimiento de agua. Habiéndose tomado esta parte vital de la ciudad, la ciudad capital no podría resistir mucho más tiempo, sino que tendría que entregarse con el tiempo. En vez de seguir adelante con el sitio de la ciudad por sí mismo y culminarlo con éxito para ganarse fama personal, Joab mostró el debido respeto a su soberano terrestre y al arreglo teocrático adecuado de las cosas que tenían que ver con el rey ungido de Jehová. Prefirió que el rey ungido de Jehová terminara la toma de la ciudad real del enemigo y que se cobrara la fama por la hazaña, aunque él, Joab, había hecho el trabajo preliminar vital.
5 “Entonces Joab envió mensajeros á David, diciendo: He peleado contra Rabbá, y he tomado la ciudad de las aguas. Ahora pues junta el resto del pueblo, y asienta campamento contra la ciudad, y tómala; no sea que yo tome la ciudad, y sea llamada de mi nombre. Por lo cual David juntó todo el pueblo y fue a Rabbá, y peleó contra ella, y la tomó. Y quitó la corona de Malcam [su rey, margen] de sobre su cabeza, siendo su peso un talento de oro, y tenía una piedra de gran valor: la cual fué puesta en la cabeza de David. Y sacó David de la ciudad muy grandes despojos.”—2 Sam. 10:1-7; 12:26-30.
6, 7. (a) ¿Cómo se guarda un siervo nombrado de usar su asignación de servicio como un escalón para alcanzar fama personal? (b) En vez de hacerlo por fama personal, él dirige sus esfuerzos y trabaja a favor de ¿qué?
6 Igualmente, hoy día quizás se le asigne a un representante o persona nombrada de la organización teocrática cierto trabajo especial. Se dedica a hacerlo. Jehová Dios lo bendice con éxito. El trabajo se acerca a su forma completa o, al fin, requiere que se publique. Si el representante o agente nombrado de la organización estuviera interesado en conseguir publicidad, trataría de seguir dando pasos hasta que la obra que se logró se trajera a la atención del público y de hacer que su propio nombre fuera puesto en ella y que se le mencionara públicamente por ella y de esa manera conseguirse fama lisonjera. Pero cuerdamente él aprecia que no es nada más que un esclavo teocrático a quien se le ha dado un trabajo que hacer que es un privilegio especial en la organización y que no merece alabanza pública por el trabajo que él tuvo el honor de hacer y que él pudo hacer sólo con la ayuda de Jehová y su Rey Jesucristo. Él no estaba usando esta asignación de trabajo privilegiado como un escalón hacia gloria personal y egoísta que atrajera la atención del público a él y eclipsara la importancia de la organización teocrática de la cual él es un esclavo.
7 De modo que él se mantiene alejado de una posición conspicua. Él mantiene su propia parte en el trabajo fuera de la vista del público. Se hace a un lado para dejar que su superior en la organización siga con el trabajo que él ha hecho con los pasos que hay que dar para coronar la transacción entera con el éxito final que la trae a la atención del público. Así él deja que la gloria por el logro vaya a la Cabeza real de la organización, Jesucristo. Prefiere que la organización reciba crédito por lo que se logró y que este logro reciba reconocimiento público como muestra o ejemplo del trabajo de toda la organización teocrática. Que la organización reciba el encomio, que el aprecio de la organización sea lo que se edifique entre el público, que el público le dé a la organización un lugar prominente en su mente y que hable de ella y tenga confianza en ella más bien que rendirle adulación a algún miembro incidental de ella, algún mero esclavo de ella. Esto reprime la entrada de orgullo personal que conduce a una caída, y significa el humillarse uno bajo la poderosa mano de Dios para que él ensalce al debido tiempo al que es fiel.—Sant. 4:6, 7; 1 Ped. 5:6.
8. ¿Cómo frustró el general Joab el que David usara al general Abner, y cómo desobedeció él al rey en cuanto a Absalón?
8 ¡Si sólo el general Joab hubiera sido de la misma actitud teocrática todo el tiempo! Pero no lo fué. Varias veces se dejó influir por envidia a otros y resentimiento a causa de los nombramientos del rey. Esto lo incitó a actos de rebeldía contra su rey, el último de los cuales le costó su vida. Después que murió el rey Saúl, la tribu de Judá hizo rey a David en la ciudad de Hebrón. Las once otras tribus escogieron a Isboset, hijo de Saúl, como rey suyo. Esto resultó en guerra civil. Después de un tiempo, el general Abner, habiendo reñido con Isboset, entró en negociaciones con el rey David, para poner al resto de las tribus de parte de David como el ungido de Jehová. Pero el general Joab, abrigando un sentimiento vengativo contra el general Abner, frustró esto por medio de engañar a Abner y matarlo. (2 Sam. 2:1 a 3:39) Años después Absalón, el propio hijo de David, se rebeló contra él, obligándolo a huir de Jerusalén y cruzar el río Jordán, y entonces salió con un ejército superior para pelear contra él y darle muerte y apoderarse del trono de Israel. Cuando Joab y sus compañeros los oficiales salieron a pelear, el fugitivo David les mandó: “¡Tratad con indulgencia, por mi causa, al joven Absalom!” Pero cuando se dió el informe de que Absalón había quedado colgado de su cabello largo en las ramas de un árbol mientras trataba de escaparse de la derrota, Joab fué adonde estaba y deliberadamente arrojó tres armas contra el indefenso Absalón, causándole la muerte a éste y gran pesar al rey.—2 Sam. 15:1 a 19:4.
9. ¿Cómo frustró Joab el que David hiciera prominente al general Amasa, y cómo obró contrario al propósito divino concerniente a Salomón?
9 De paso, Absalón había hecho a Amasa, de la tribu de Judá, su general durante la rebelión. (2 Sam. 17:24, 25) Después de la muerte de Absalón las tribus de Israel manifestaron el deseo de que el rey David volviera a Jerusalén, aunque la tribu de Judá obró lentamente en cuanto a dar pasos respecto a esto. Tomando en cuenta los actos rebeldes del general Joab, el rey David envió un mensaje a Amasa, prometiéndole que él llegaría a ser el comandante del ejército del rey en vez del desobediente Joab. Característicamente, Joab se resintió profundamente a causa de esto. Algún tiempo después que David había vuelto a Jerusalén y comisionado a Amasa, Joab se encontró con Amasa. Joab, lo mismo que Judas con Jesús, hizo un movimiento engañoso de dar un beso a Amasa, y estando Amasa así desprevenido y confiado Joab sacó de repente su espada y lo hirió, sacándole las entrañas. (2 Sam. 19:8-15; 20:3-13, 23-25) Joab mostró que era asesino, “vengando en tiempo de paz sangre que se había derramado en guerra, y poniendo sangre inocente sobre el cinturón que llevaba a sus lomos, y sobre las sandalias que llevaba en los pies.” (1 Rey. 2:5, Nor. Rev., margen) Cuando Adonías, hijo de David, trató de adelantarse al nombramiento que Jehová había hecho de Salomón como sucesor del rey David y llamó a un grupo de hombres selectos para que éste lo constituyera rey, Joab aceptó la invitación y siguió y apoyó a Adonías. Para frustrar el que Adonías usurpara presuntuosamente el trono, el rey David hizo que su amado hijo Salomón fuera coronado oficialmente.
10. ¿De qué manera murió Joab, y por qué así?
10 Las instrucciones finales que David dió al rey Salomón respecto a Joab fueron: “Obra, pues, con arreglo a tu sabiduría y no dejes bajar sus canas en paz al seol.” (1 Rey. 2:6, BC) Cuando vino el tiempo para que Salomón llevara a cabo esas instrucciones, Joab huyó y buscó asilo al asirse y prenderse de los cuernos del altar de Jehová. Se hizo necesario matarlo en ese lugar sagrado, porque, citando a Salomón, “acometió a dos hombres más justos y mejores que él, y los mató a espada; sin que mi padre David lo supiese: a saber, a Abner hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, jefe del ejército de Judá.” (1 Rey. 2:28-35) El que Joab se disgustara y tratara de impedir que hombres mejores que él lo reemplazaran en el puesto del que él había abusado resultó en desastre para él.
11. ¿Qué proceder por un siervo produce los mejores resultados, y, si se le rebaja del puesto, qué no debe hacer él?
11 Siempre da los mejores resultados el que cualquier siervo nombrado de la organización hoy día permanezca leal al Rey ungido de Jehová, el Mayor David, y que se aplique esmeradamente al desempeño de su puesto de servicio, de tal manera dando el debido reconocimiento a la organización teocrática. Si se hacen cambios en la sucursal o en cualquier otra división de la organización de servicio y usted es rebajado, tenga cuidado de no obrar con resentimiento como Joab y sentirse disgustado porque el recién nombrado recibió su puesto. No trate de atrasar, ponerle impedimentos o agobiar al nuevo siervo que ahora ocupa el puesto que antes era suyo y no detenga de él sus sinceros deseos de que tenga él mayor éxito que el que tuvo usted en el puesto, porque es tiempo de que prospere la organización de Dios y su trabajo.
12. Para evitar tener un fin como el de Joab o ser como Diótrefes, ¿qué debe hacer uno cuando la Sociedad hace un cambio que afecta a uno?
12 Para neutralizar cualquier sentimiento de disgusto y pique por el cambio que la Sociedad haya hecho, acepte con humildad la lección que se da a entender por el cambio y corríjase y mejórese en cualesquier respectos que usted deba hacerlo. Con ánimo disciplinado, siga trabajando lealmente con la organización y al lado del hermano que lo haya reemplazado, para el bien y el adelanto de la organización. Evite un fin triste como el de Joab. Nunca resista a la organización teocrática y su cuerpo gobernante como lo hizo Diótrefes, de quien escribió el apóstol Juan: “Escribí [como miembro del cuerpo gobernante] algo a la congregación, pero Diótrefes, a quien le gusta tener el primer lugar entre ellos, no recibe nada de nosotros con respeto. Por eso es que, si vengo, traeré a memoria sus obras que sigue haciendo, charlando acerca de nosotros con palabras maliciosas. Además, no estando satisfecho con estas cosas, ni él mismo recibe a los hermanos con respeto, y a los que están queriendo recibirlos él trata de ponerles impedimentos y echarlos de la congregación. Amado, sé imitador, no de lo que es malo, sino de lo que es bueno.” (3 Juan 9-11, NM) De modo que humíllese y sea lealmente sumiso a los nombramientos que la organización hace de siervos.
IMPACIENCIA QUE CONDUCE A LA PRESUNCIÓN
13. ¿Cómo puede un siervo mostrar una falta en cuanto a esperar a Jehová después que ha recibido una reprimenda de la organización?
13 Al reconocer la organización teocrática uno no debe dejar de obedecer el consejo: “Espera a Jehová, y guarda su camino.” “¡Espera a Jehová! ¡anímate, y sea esforzado tu corazón; y espera a Jehová!” (Sals. 37:34; 27:14) Entre otras cosas esto quiere decir no adelantarse a la organización, lo cual podría hacerse de varias maneras. Podría hacerse de una manera negativa. ¿Cómo? Quizás uno reciba una reprimenda de la organización por haber dado un paso falso o por haberse portado indebidamente en su puesto de servicio. Si el que es reprendido dice entre sí: “No aprecian mi servicio,” él tiene una opinión demasiado elevada de sí mismo, una idea exagerada de su importancia, y deja de percibir el punto de la reprensión. Si se siente agudamente herido a causa de la reprensión puede que se convenza de que no sirve de nada en el puesto de servicio o tal vez le parezca que debe desquitarse. Así que, tomando los asuntos en sus propias manos, de repente deja su puesto sin dar notificación anticipada y se muda sin haber recibido órdenes del cuerpo gobernante de la organización en cuanto a hacerlo, y así deja que el puesto de servicio se cuide de su propia cuenta. Esa es una acción precipitada, mal pensada. Una reprensión no es una deposición del puesto; es una corrección para el bien del puesto y del que lo ocupa. Lo que debe hacerse es aceptar la reprensión como algo que se mereció y mejorar, obrar de la debida manera al llevar a cabo las instrucciones de la organización, y entonces esperar a que la organización dé el siguiente paso, sea éste el de despedir al que fué reprendido o retenerlo en el mismo puesto ya que cambió su manera de proceder. Recuerden: “Las reprensiones [o, amonestaciones] de la corrección son camino de la vida.” (Pro. 6:23; BC) Saquen provecho de las reprensiones, esperen a Jehová como es representado por su organización teocrática, y vivan.
14. ¿Cómo es que algunos, sintiéndose precoces o superfieles, tratan de adelantarse, como durante las pruebas de juicio de 1917 y 1918?
14 Hay veces que algunos se sienten precoces, es decir, les parece que son especialmente tempranos en su desarrollo, mental o espiritualmente, o se sienten superfieles en comparación con muchos otros de la congregación, quienes parecen ser cortos, atrasados, no progresivos. Tienen una idea demasiado elevada de sí mismos y se impacientan con los demás y hasta con toda la organización teocrática. Pareciéndoles que ellos deben llevar la delantera y mostrar a la organización lo que es verdadero progreso y lo que es el pensamiento y entendimiento verdaderamente adelantados, se separan, llevándose a todos los llamados “progresivos” que les es posible, y se desprenden de la organización teocrática. Entonces establecen su propia sociedad, supuestamente superior y más adelantada. Durante las pesadas pruebas de juicio de 1917 y 1918, varias personas prominentes en la Sociedad Watch Tówer hicieron precisamente eso y se establecieron varias de sus propias organizaciones separadas. Pero después de estos treinta y siete años ¿dónde están ellos hoy día, y dónde, por otra parte, está hoy día la organización teocrática de Jehová?
15. ¿Cómo reprende el ejemplo de Moisés a los que abandonan la organización de Jehová por una de su propia hechura?
15 Hay buenos ejemplos bíblicos contra el tomar tal proceder temerario e impaciente. Considérese a Moisés, por ejemplo. Moisés tuvo una oportunidad no de su propia hechura de que Jehová Dios mismo empezara una nueva organización teocrática típica con Moisés de cabeza patriarcal para reemplazar a la nación de Israel infiel que había quebrantado su pacto de la Ley con Dios y se había entregado a la licenciosa adoración de un becerro. Provocado a ira, Jehová dijo a Moisés: “Así que déjame ahora, para que arda mi ira contra ellos y yo los extermine, y déjame hacer de ti una nación grande.” Pero Moisés no pensaba en ensalzarse a sí mismo; tenía mayores cosas en consideración. El que Jehová destruyera allí en el desierto al pueblo que él había libertado gloriosamente de Egipto acarrearía oprobio a Su nombre. Daría a los egipcios y a otros paganos la oportunidad de burlarse del nombre de Jehová o de imputarle motivos erróneos y maliciosos. Moisés recordaba el pacto de Jehová con Abrahán, Isaac y Jacob según éste afectaba a su prole, la nación de Israel. En vez de asirse hambrientamente de la oportunidad de que él fuera glorificado en una nueva organización de Jehová, él rogó a Jehová pidiendo que sintiera compasión hacia su pueblo descarriado y que diera consideración al fiel resto por causa de su propio nombre. (Éxo. 32:1-14, NM) ¡Cómo reprende el proceder altruísta de Moisés a los que abandonan la organización de Jehová por una de su propia hechura!
16, 17. ¿Cómo fueron Josué y Caleb puestos a prueba en cuanto a esperar a Jehová, pero qué hicieron ellos?
16 Josué y Caleb son también brillantes ejemplos de esperar a Jehová con fiel servicio continuo y no tratar de írsele adelante. En el segundo año de su éxodo de Egipto y después que los doce espías volvieron de su inspección de la tierra prometida de leche y miel, diez de los espías torcieron los hechos acerca de la tierra y desanimaron al pueblo, haciendo que éste no siguiera a Jehová Dios e inmediatamente entrara marchando bajo él y ejecutara a los habitantes paganos bajo condenación y tomara posesión de la tierra en vindicación del pacto de Jehová. Sin embargo, Josué y Caleb dieron un fiel informe y magnificaron el poder de Jehová sobre el enemigo, para animar a la nación de Israel a seguir adelante a la tierra y a la victoria. Debido a la falta de fe que Israel mostró en el Dios Todopoderoso y porque se rebeló abiertamente contra él en esta ocasión, Jehová sentenció a los infieles quejumbrosos a morir en el desierto y a toda la nación a vagar en el desierto por cuarenta años antes de que él introdujera a los sobrevivientes en la Tierra Prometida.
17 Al oír esta decisión divina ¿qué hicieron Josué y Caleb? ¿Dijeron: ‘Esta nación es demasiado lenta, demasiado cobarde para nosotros, de modo que nosotros seguiremos adelante por nuestra propia cuenta’? ¿Se salieron de Israel porque los israelitas no eran progresivos, porque no eran lo suficientemente denodados sino que fácilmente se amedrentaban, de modo que se les impuso la pena de una demora de treinta y nueve años antes de entrar en la Tierra Prometida y se les mantuvo detenidos durante ese tiempo? ¿Se sintieron ellos superfieles, superjustos, y decidieron ellos que no querían quedarse estancados con tal nación durante todos esos años de demora? No; sino que confiaron en la promesa de Jehová de que él los conservaría de entre la generación condenada y los favorecería concediéndoles entrada a la tierra a la fecha postergada. Se humillaron bajo su poderosa mano y se quedaron con la organización nacional porque Jehová mismo lo hizo y porque Moisés también lo hizo, rogando Moisés de nuevo a Dios para que no borrara a la nación e hiciera de él una “nación más grande y más poderosa que la que ellos son.”—Núm. 13:25 a 14:38, NM.
18. ¿De qué manera no perdieron ellos nada por escoger ese proceder, y de qué son ellos ejemplos?
18 Caleb y Josué no perdieron nada debido a escoger sufrir las consecuencias del mal comportamiento de la nación junto con ella y no atreverse a irse y marchar adelante de su propia cuenta a la Tierra Prometida. No; sino que durante aquellos treinta y nueve años de demora vieron más obras poderosas de Jehová con su pueblo y acumularon una experiencia valiosa. Al debido tiempo de Jehová ellos fueron excepcionalmente admitidos por Él a Canaán junto con los fieles levitas, Josué como sucesor a Moisés en la dirección de la nación, y Caleb como su fiel compañero guerrero para la vindicación de la soberanía de Jehová. ¡Piense en cuán valiosos le fueron entonces Josué y Caleb a la organización teocrática visible! ¡Qué ejemplos fueron ellos de fidelidad, de sumisión teocrática, de aptitud para el trabajo de Dios y de la recompensa de Dios por lealtad y devoción a él! También nos sirven a nosotros de ejemplos dignos durante nuestras pruebas actuales.
HONRA A LOS QUE HONRA DAN
19. (a) Debemos trabajar para la expansión de ¿qué?, y ¿cómo debemos ayudar a los creyentes nativos de cada país a ver el abarcamiento de la organización? (b) ¿Cómo podemos ser nosotros buenos ejemplos del proceder correcto hacia ella?
19 Dado que la Palabra de Dios, la Biblia, es un libro de organización, presenta todo aliciente y estímulo para que uno ponga a la organización teocrática antes que uno mismo y la reconozca y se adhiera a ella lealmente a través de toda suerte de pruebas. En lo que debemos esforzarnos es en la expansión de la organización y en verla prosperar bajo la bendición de Dios en vez de simplemente engrandecernos a nosotros mismos en los asuntos de la organización y en la estimación e influencia de los que están en ella. ¿Por qué no ser como Rahab, que hizo un pacto con los espías israelitas no sólo por su propia protección y conservación en la caída milagrosa de Jericó sino por la protección y conservación de todo su parentesco que ejerciera fe y buscara seguridad en su casa? (Jos. 2:1-21) Debemos esforzarnos por ayudar a otros a ver la organización teocrática con la cual estamos asociados y de la cual somos tanto siervos como símbolos, asimismo como lo fueron los testigos de Jehová en la tremenda convención que se celebró en julio de 1953 en el estadio Yanqui, ciudad de Nueva York. Si estamos trabajando como siervos de sucursal o misioneros en países del extranjero, debemos ayudar a los creyentes y testigos de ese país a desarrollar un profundo aprecio a la organización teocrática, la cual abarca más que meramente su propia organización local, ayudándolos así a elevarse de un punto de vista limitado y provincial de lo que significa organización. Nuestra propia unidad inquebrantable y armonía con la organización, nuestra propia conformidad con sus arreglos, nuestro propio trabajar constantemente con ella como publicadores diligentes de las nuevas del Reino serán un poderoso ejemplo. Debido al amor que le tenemos desearemos ver que permanezca limpia, siempre adecuada para el uso puro de su gran Creador y Edificador, Jehová Dios. El amor que le tenemos no dejará que la persecución ardiente nos separe de ella.
20. ¿Por qué proceder y con qué propósito recibiremos la ayuda necesaria de la organización, y por hacer qué nos vendrá al fin y al cabo el ensalzamiento?
20 Hay un pensamiento que debemos considerar como un tesoro: que si humilde y lealmente reconocemos la organización teocrática por nuestra celosa y fiel sumisión y cooperación, ella nos reconocerá a nosotros, nos apoyará y trabajará por nosotros y nos retendrá en su servicio divino. La regla que sigue su propio Creador perito y Dios es ésta, expresada en sus propias palabras: “¡A los que me honran yo los honraré, mas los que me desprecian serán tenidos en poco!” (1 Sam. 2:30) Por medio de honrar a Dios y mostrarle la más alta estimación mediante el reconocer devotamente a su organización aprobada seguiremos en una relación feliz y satisfaciente con ella y disfrutaremos de muchos privilegios de servicio con ella en la actualidad. Al fin se recibirá una recompensa adecuada de Jehová Dios mediante Jesucristo dentro de su organización teocrática en el nuevo mundo después de la batalla del Armagedón. Esto quiere decir que la organización teocrática, sin la cual nunca pudiéramos llevarnos prósperamente, nos ayudará a retener nuestra integridad hacia Dios y a participar en la vindicación de su soberanía sobre el universo y su reino bajo Cristo. Con vida eterna seremos entonces ensalzados por humillarnos ahora bajo la poderosa mano de Dios.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1955 | 15 de enero
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Preguntas de los lectores
● ¿Cómo pudo decir Jesús con veracidad que todo el que tomara la espada perecería por ella cuando en verdad tal no ha sido el caso?—L. R., España
¿En qué ocasión dijo esto Jesús? ¿Estaba él haciendo una declaración general que habla de aplicar a todo tiempo? ¿O ha sido esto solamente una presunción que los hombres han formado de sus palabras? Las siguientes son las circunstancias en que pronunció esas palabras: Jesús estaba en Getsemaní con algunos de sus discípulos. Acababa de establecer el Memorial con los once fieles apóstoles y se había retirado a este jardín. Acababa de decir que el que lo traicionaba se acercaba cuando Judas llegó en compañía de soldados de los sacerdotes principales para llevarlo en custodia. Cuando los soldados echaron mano a Jesús, Pedro le cortó la oreja al esclavo del sumo sacerdote. Entonces fué que Jesús dijo a Pedro: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada perecerán por la espada. O ¿crees tú que no puedo apelar a mi Padre para que me suministre en este momento más de doce legiones de ángeles? En ese caso, ¿cómo se cumplirían las Escrituras que tiene que acontecer de este modo?”—Mat. 26:52-54, NM.
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