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¿Qué les hacen a los cristianos en Malawi?¡Despertad! 1973 | 8 de mayo
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¿Qué les hacen a los cristianos en Malawi?
EN LOS últimos meses la prensa mundial ha llamado la atención repetidamente a la persecución de cristianos en Malawi. Estos cristianos testigos de Jehová, han sido víctimas de lo que el Sunday Telegram de Londres del 14 de enero de 1973 llamó “una de las más crueles persecuciones religiosas en la historia turbulenta del África.”
Las personas que con regularidad leen la revista ¡Despertad! conocen muchos de los detalles de esta persecución, que estalló en su ocasión más reciente durante la última mitad de 1972. El número del 8 de marzo del año en curso de ¡Despertad! publicó un informe completo sobre esto, intitulado “Cristianos huyen de cruel persecución en Malawi.”
Ese informe consideró lo que había acontecido hasta hace unos meses. Pero, ¿qué ha sucedido desde entonces? ¿En qué situación se encuentran ahora estos cristianos de Malawi?
Antes de poner al lector al día en cuanto a lo que ha sucedido, un breve resumen de lo que ya ha acontecido en Malawi pudiera ser útil para los lectores que no se han familiarizado con la situación.
Olas de persecución intensa
En Malawi la persecución intensa de los testigos de Jehová en escala nacional comenzó en 1967. Entonces muchos Testigos fueron golpeados salvajemente y algunos fueron asesinados. Centenares de sus mujeres fueron violadas, algunas repetidamente. Millares de sus hogares, tiendas y lugares de adoración fueron saqueados y destruidos. Su actividad cristiana, incluso el que se reunieran pacíficamente para estudiar la Biblia, fue proscrita, lo mismo que toda su literatura.
El año pasado, 1972, otra ola de persecución estalló. Esta vez fue aun más severa que la de 1967. Las golpizas, quemas, saqueos, violaciones de mujeres y asesinatos se perpetraron en escala mucho mayor. Los Testigos se vieron privados de sus medios de vida y despedidos de sus empleos. En realidad, por todo el país se hizo un esfuerzo para destruir a los aproximadamente 23.000 testigos de Jehová de Malawi. Por eso se vieron obligados a huir por su vida.
Todo esto se produjo como resultado directo de acciones oficiales tomadas por el gobierno de un solo partido de Malawi. Matthew White, corresponsal del Financial Times de Londres, se hallaba en Malawi en ese tiempo. Escribiendo desde Blantyre, dijo lo siguiente, que fue publicado en el Financial Times el 31 de octubre:
“La purga de testigos de Jehová . . . ha causado más perturbación al país que cualquier otro acontecimiento de después de la independencia. La acción contra estos sectarios cristianos . . . vino después de una resolución que se aprobó en la convención anual del Partido del Congreso de Malawi para privar a los Testigos de sus medios de vida y hacer que fueran ‘corridos’ de sus aldeas a menos que se unieran al partido.”
Aquellas resoluciones fueron respaldadas por el presidente de Malawi, el Dr. H. Kamuzu Banda, en una reunión celebrada en la ciudad de Zomba el 17 de septiembre. ¿En qué resultó? El Sr. White informa:
“Viendo en este discurso la señal que les abría el paso, cuadrillas de la Liga Juvenil de Malawi y de los Jóvenes Pioneros del partido comenzaron a registrar casa tras casa, echando de sus hogares y a veces atacando a los africanos que no podían presentar tarjetas de afiliación al partido o que rehusaban comprarlas. Es difícil, quizás imposible, calcular hasta dónde llegó esta violencia . . .
“Lo que asombra a muchas personas de aquí —incluso a algunos miembros del P[artido del] C[ongreso de] M[alawi]— es que el presidente Banda haya permitido que la hostilidad se haya desenfrenado tan completamente.”
El salvajismo que se manifestó en los ataques produjo una ola de repugnancia de parte de muchas personas por todo el mundo. La prensa de muchas naciones respondió de manera similar. Un comentario típico entre muchos informes de prensa fue éste por el Times de Londres del 15 de diciembre de 1972:
“Hitler los puso en campos de concentración, han sido perseguidos detrás de la cortina de hierro, y han sido perseguidos en estados africanos de un solo partido. El Dr. Banda de Malawi proscribió la secta en 1967, y este año los ataques salvajes de sus Jóvenes Pioneros —los fieles guardianes del partido de Kamusu— han hecho que miles de ellos hayan huido a países vecinos.”
Se hicieron súplicas con el fin de que se detuviera la persecución. Pero no tuvieron buen éxito. Por eso, como hizo notar el Times, los testigos de Jehová se vieron obligados a huir de Malawi por su vida.
La cuestión
En un artículo de fondo del 17 de octubre, el Examiner de San Francisco dijo lo siguiente de los testigos de Jehová: “Uno los puede considerar como ciudadanos modelos. Pagan los impuestos diligentemente, atienden a los enfermos, batallan contra el analfabetismo. Pero rehúsan, por principio religioso, comprar tarjetas de afiliación al único partido político de Malawi.”
Así, pues, la causa inmediata de esta persecución es que estos cristianos rehúsan unirse al partido político que controla a Malawi, el Partido del Congreso de Malawi. No compran las tarjetas del partido, como se les exige que hagan. Esto se debe a que, basados en la Biblia, se mantienen en posición neutral en cuanto a la política.
En este sentido, hacen lo mismo que hicieron Jesucristo y los cristianos del primer siglo. Pregúntese: ¿A qué bando político, romano o judío, se unió Jesús? ¿A qué bando político se unieron los apóstoles? No hay ambigüedades en la Biblia en cuanto a esto. No se unieron a ningún bando. Permanecieron neutrales, efectuando pacíficamente su actividad cristiana como ciudadanos decentes, observadores de la ley.
Los testigos de Jehová hicieron todo esfuerzo por tratar de explicar estos asuntos a las autoridades. Se utilizaron cablegramas, cartas, llamadas telefónicas y entrevistas. El Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová en Brooklyn, Nueva York, le solicitó al Dr. Banda por cablegrama que celebrara una reunión con representantes del Cuerpo Gobernante de los testigos de Jehová. Pero el gobierno de Malawi simplemente respondió que la información que hubiera debería ser enviada por medio del delegado de Malawi a las Naciones Unidas.
Esto se hizo. Se le envió un memorándum de trece páginas a este representante en las Naciones Unidas. En él se explicó la posición de los testigos de Jehová, y por qué no había razón para que ningún gobierno les temiera. En una sección de esta carta, bajo el encabezamiento “Por qué los testigos de Jehová rehúsan comprar tarjetas de partido,” se dijo esto:
“La posición de los testigos de Jehová en este asunto se basa en la enseñanza bíblica y su conciencia. Los testigos de Jehová adoptan una posición neutral en todos los países del mundo, no toman partidos ni participan en ninguna actividad política, para mejor servir así imparcialmente de ministros de las buenas nuevas que representan el reino celestial de Jehová Dios.”
Comentando sobre el asunto de envolvimiento político que sería el resultado de comprar tarjetas del partido, esta sección también hizo notar lo siguiente:
“Los testigos de Jehová respetan y observan las leyes de cada país en que residen mientras estas leyes no sean contrarias a la ley divina. No obstante, en el asunto de envolvimiento político, que incluye la compra de tarjetas de miembro de partidos políticos, su conciencia les hace sentir que esto sería contrario a las palabras de nuestro Señor Jesús acerca de sus verdaderos seguidores: ‘Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo.’ (Juan 17:16) Además, Cristo dijo, según se registra en Juan 18:36: ‘Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado.’”
Además, la carta del Cuerpo Gobernante al representante de Malawi en las Naciones Unidas dijo esto:
“Los testigos de Jehová adoptan la misma posición que adoptaron los cristianos primitivos. El libro ‘Christianity and the Roman Government’ declara: ‘Los cristianos eran extranjeros y peregrinos en el mundo que los rodeaba; su ciudadanía era del cielo; el reino en el cual esperaban no era de este mundo. Así, la consiguiente falta de interés en los asuntos públicos se hizo desde el principio un rasgo notable del cristianismo.’
“No obstante, permítase decir que los testigos de Jehová no tienen intención ni deseo de interferir con lo que otros hagan en cuanto a participación en la política. No están obrando contra el Gobierno de Malawi ni contra el partido político. Ellos mismos se niegan a participar en asuntos políticos o comprar tarjetas de partidos políticos, aunque esto les ha acarreado gran sufrimiento, porque para los testigos de Jehová es un asunto de creencia basada en la Biblia y conciencia.”
Sin embargo, hasta ahora, no ha venido respuesta del gobierno de Malawi. No se ha permitido que delegación alguna represente a los testigos de Jehová ante el presidente u otros funcionarios de ese país.
Más de 20.000 testigos de Jehová se vieron obligados a huir de Malawi. La mayoría de ellos huyeron a la vecina Zambia. Miles huyeron a Mozambique.
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El campamento de refugiados de Sinda Misale¡Despertad! 1973 | 8 de mayo
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El campamento de refugiados de Sinda Misale
LOS testigos de Jehová que huyeron de Malawi a Zambia fueron puestos juntos en un campamento de refugiados cerca de la frontera de los dos países. A este campamento se le llamó Sinda Misale. Varios informes, incluso uno por el Ministro del Desarrollo Rural de Zambia, el Sr. Reuben Kamanga, indicaron que unos 19.000 testigos de Jehová se habían refugiado allí.
Puesto que Zambia no había invitado a los Testigos a entrar en su país, se les trató como a visitantes no deseados. El campamento fue aislado por fuerzas de seguridad de modo que no hubiera acceso libre a él.
Las autoridades suministraron algunas cosas necesarias. Además, dinero y abastecimientos donados por testigos de Jehová de todo el mundo llegaron en grandes cantidades a sus oficinas sucursales. Por ejemplo, en tan solo la República Sudafricana se enviaron aproximadamente 1.000 tiendas impermeables y 157 grandes cajas de ropa, además de frazadas y otros materiales. Estos les llegaron a los refugiados.
Los Testigos sudafricanos hicieron arreglos para otro gran envío. En éste se incluía dinero para 10.000 nuevas frazadas, medicinas y otras necesidades. También doctores de medicina se ofrecieron voluntariamente, y estaban disponibles para ir. En realidad, aquellas ofertas y contribuciones de testigos de Jehová de otros países eran más que suficientes para suministrar a los refugiados en Zambia todo lo que necesitaban.
No obstante, después de los primeros envíos, a los testigos de Jehová se les informó que no se permitiría la entrada de más materiales al campo. Entonces se hicieron esfuerzos por enviar los materiales por medio de la Cruz Roja, pero estos esfuerzos fracasaron.
Las Naciones Unidas enviaron sus representantes a Zambia a investigar la situación. El 19 de diciembre, al saberse que uno de estos funcionarios, el Sr. Emmanuel Dazie, estaba en Zambia, los testigos de Jehová hicieron todo esfuerzo posible por hablar con él. Querían saber qué les estaba sucediendo a sus hermanos cristianos en el campamento y hacer arreglos para que les llegaran materiales de socorro. Pero todo fue en vano. El Sr. Dazie se negó a dar atención a los Testigos, diciendo que tenía muchísimos compromisos y no podía hacer arreglos para darles tiempo alguno para una entrevista.
Mientras tanto, más de 350 Testigos murieron en el campamento de Sinda Misale, según informes disponibles. Esto se debió a agua de mala calidad, mala alimentación y falta de suficientes materiales médicos. El mayor número de los que murieron eran niños.
Finalmente, funcionarios de Malawi y Zambia resolvieron enviar de regreso a Malawi a los testigos de Jehová que estaban en Sinda Misale. Se hicieron arreglos para eso, sin que lo supieran los Testigos.
El traslado... un engaño
En diciembre, ciertos oficiales les informaron a los testigos de Jehová del campamento que se les mudaría a otro lugar en Zambia. Ellos no se oponían a aquel traslado. Pero no les dijeron la verdad. Realmente los iban a llevar a Malawi.
Hay prueba clara de que los Testigos fueron engañados en cuanto al lugar adonde los iban a llevar. Más de cien entrevistas con testigos de Jehová que realmente tuvieron que ver con la situación han probado esto concluyentemente. Según el Sunday Telegraph de Londres, se les había dicho que iban a otro campamento en Zambia:
“El 20, 21 y 22 de diciembre, una flota de 52 camiones y 13 autobuses guiados por personas de Zambia llegaron a Sinda Misale. Según un periodista africano que visitó al campo . . . a los Testigos de Jehová se les dijo que subieran para llevarlos a otro campamento en Zambia.”
Los representantes de las Naciones Unidas no hicieron nada para evitar el engaño. De hecho, se hicieron cómplices de éste. El Times de Zambia declaró el 23 de diciembre lo siguiente:
“Los 19.000 refugiados de la Watchtower que acaban de ser repatriados a Malawi ‘estaban alegres de regresar a su país.’ Esto declaró ayer el Alto Comisionado para Refugiados de las N.U. [UNHCR], Dr. Hugo Idoyaga. . . .
“El Dr. Idoyaga dijo que él y un director de la UNHCR de Ginebra, el Sr. Skodjoe Dazie, habían ayudado a supervisar la repatriación voluntaria.”
Unas dos semanas más tarde, el Times del 6 de enero dijo: “El alto comisionado para refugiados de las Naciones Unidas en Zambia, Dr. Hugo Idoyaga, dijo que los refugiados se habían alegrado de regresar.”
Pero eso no era cierto. Los Testigos no querían regresar bajo las condiciones que entonces reinaban en Malawi. En realidad, si no se les hubiera obligado a huir por su vida, no habrían ido a Zambia. Por eso el Times de Zambia había informado correctamente antes, el 18 de diciembre, que los testigos de Jehová “prefieren permanecer en Zambia.” Además, el Sunday Telegraph de Londres dijo: “A pesar de las afirmaciones oficiales, los Testigos de Jehová no regresaron voluntariamente.”
Veintenas de entrevistas con los Testigos que estuvieron envueltos en el traslado verifican esto. Lo siguiente es un resumen de la situación según la contaron éstos:
“Ante todo, estos hermanos [es decir, los testigos de Jehová] explicaron que no es cierto que los hermanos que estaban en Sinda Misale concordaron alegremente en regresar a Malawi. La policía y otros funcionarios gubernamentales que supervisaron el traslado engañaron a los hermanos diciéndoles que los estaban mudando a un nuevo lugar en la zona de Petauke.
“Los funcionarios esperaron hasta que todos los hermanos dirigentes y otros subieron a los autobuses que estaban vigilados por la policía y entonces les dijeron a los hermanos que se les llevaría a Malawi.”
Los Testigos de Sinda Misale habrían de ser llevados a un campamento en Lilongwe, Malawi. Allí, en un viejo campo de aterrizaje, funcionarios de Malawi y centenares de miembros de las fuerzas de seguridad de Malawi los esperaban.
¿Cuántos testigos de Jehová realmente llegaron allí? Esto no se puede determinar con exactitud actualmente. Los informes de testigos oculares son incompletos.
Un informe del Sunday Telegraph de Londres sí dice esto: “En el viaje de más de 95 kilómetros de Sinda Misale a Lilongwe . . . miles de personas abandonaron los autobuses y camiones y huyeron a la espesura de nuevo.” Ese periódico también declara que un “periodista africano hizo todo el viaje hasta Lilongwe en el último convoy, que había salido con 3.000 refugiados desde Sinda Misale. Ocho autobuses llegaron y solamente 29 Testigos bajaron de éstos.” No obstante, esos informes no han tenido confirmación todavía.
Pero lo que se puede confirmar es lo que les sucedió a los que sí regresaron.
[Mapa de la página 20]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
0 160 kilómetros
Zambia
Sinda Misale
Malawi
Lilongwe
Fuerte Mlangeni
Mozambique
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Persecución brutal de nuevo¡Despertad! 1973 | 8 de mayo
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Persecución brutal de nuevo
BUENAS razones tenían los testigos de Jehová para vacilar en cuanto a regresar a Malawi. Esto quedó de manifiesto cuando leemos lo que les sucedió a los que fueron devueltos a ese país.
Lo que les esperaba era otro reinado de terror. Nada había cambiado. La actitud de crueldad para con ellos todavía dominaba. El gobierno de Malawi no había dado ningunos pasos para aliviar la situación.
Cuando los Testigos llegaron al Aeropuerto de Lilongwe en Malawi, aquellos de quienes se sabía que eran superintendentes principales fueron arrestados y encarcelados. Entre éstos estuvieron John Chiwele, que había sido supervisor del campamento de Sinda Misale, y Lazarus Chirwa, quien era su auxiliar.
En el aeropuerto, funcionarios gubernamentales de Malawi dirigieron la palabra a los Testigos. Uno de éstos fue el Sr. Kumbweza Banda, ministro para la región Central. Otro fue el Sr. Qaniso Chibambo, ministro para la región del Norte. A los Testigos se les dijo que ellos habían partido de Malawi voluntariamente, lo cual era falso; y que habían regresado a Malawi voluntariamente, lo cual también era falso.
Los funcionarios dijeron entonces que los Testigos tendrían que regresar a sus aldeas respectivas y comprar tarjetas del partido. Cuando uno de los Testigos trató de hablar a los funcionarios, se le dijo que se callara. Entonces la policía y los Jóvenes Pioneros, el grupo juvenil militante del Partido del Congreso de Malawi, recibieron instrucciones de someter a todos los Testigos a un registro. Confiscaron Biblias, literatura bíblica, pasaportes y todo otro documento. Se les dijo entonces a los Testigos que caminaran a sus aldeas. Los que vivían a gran distancia fueron llevados en camiones a un lugar cerca de la zona en que residían y entonces se les dijo que andaran el resto del camino.
Cuando los Testigos llegaron a sus aldeas, unos cuantos que tenían parientes consiguieron lugar donde dormir. Pero la mayoría se quedó a campo abierto y durmió allí, algunos bajo árboles, junto con sus hijos. Pero peor suerte les esperaba, y no tardó mucho en hacerse evidente. Un ejemplo se señala en el Sunday Telegraph de Londres del 14 de enero, que presentó un informe sobre un discurso radiodifundido por el presidente Banda al principio del nuevo año. El informe declara:
“Banda dijo que los Testigos de Jehová . . . habían sido engañados por los de su propia clase, que les hicieron creer, dijo él, que ‘alguien llamado Armagedón destruiría a Malawi el 15 de noviembre y les edificaría una nueva ciudad en Lilongwe.’
“Mientras todavía hablaba él, al Sr. Gorson Kamanga y su esposa, miembros de mediana edad de dicha secta que habían sido repatriados a su hogar en Nkhata Bay on the Lake, se les desnudaba y exhibía por las calles porque, una vez más, habían rehusado comprar tarjetas del partido.
“Y, en una aldea cerca de Lilongwe, a otros cinco Testigos ‘repatriados’ les quebraron los brazos y las piernas en una cruel golpiza a manos de Jóvenes Pioneros. A un hombre le hundieron clavos en las manos. En el Hospital de Lilongwe se les rehusó tratamiento porque no tenían tarjetas del partido.”
Cualquiera que conoce las enseñanzas de los testigos de Jehová sabe, por supuesto, que ellos nunca han creído ni enseñado que Armagedón sea una persona. Jamás han enseñado, tampoco, que Malawi hubiera de ser destruida el 15 de noviembre, ni que se edificaría allí una nueva ciudad para ellos.
Pero esa hostilidad para con ellos alimentó las llamas de la persecución. Y de nuevo se puso violentamente a los Testigos ante la cuestión de las tarjetas del partido. Cuando rehusaron comprarlas por ser neutrales en asuntos políticos, se desataron crueles ataques contra estos Testigos que habían sido ‘repatriados.’
Relatos de testigos oculares
La evidencia de esto no viene solo de periódicos extranjeros. Viene de los testigos de Jehová mismos que fueron las víctimas. Se celebraron muchas entrevistas con estos ‘repatriados’ que habían sido sumergidos de nuevo en una ola de terror.
Estos informes de testigos oculares muestran que, cuando los refugiados regresaron a sus respectivas aldeas, los jefes, hombres principales de las aldeas, oficiales del partido, así como funcionarios gubernamentales, exigieron que compraran las tarjetas del partido. Los siguientes ejemplos son típicos:
Un testigo de Jehová, Gilbert July, de la aldea de Chimongo, informó: “El 3 de enero de 1973 se convocó una reunión de todos los hombres principales de las aldeas del distrito de Mchinji, presidida por el Sr. Cheuche, M.P. (miembro del parlamento) para la región de Mchinji. En esta reunión se resolvió que si los Testigos de Sinda Misale todavía rehusaban comprar tarjetas del partido se les debería tratar sin misericordia. Después de esta reunión los hermanos y hermanas Testigos de la congregación de Kandama, situada en la aldea de Chimongo (donde el jefe es Duwa) fueron todos corridos de su aldea porque rehusaron comprar las tarjetas del partido. Los hermanos y hermanas se fueron a la espesura.”
El Testigo Rightwell Moses es de la aldea de Kachijere, de la cual es jefe Mbelwa. Moses informó que tan pronto como los Testigos habían regresado a la aldea fueron salvajemente golpeados por los jóvenes porque rehusaron comprar tarjetas del partido. Hastings Mzamo, el superintendente presidente de la congregación local allí, fue tan malamente golpeado que ya no puede oír bien.
Rightwell añade estos detalles a su informe: “Dos días después que llegamos a casa, el Sr. Mahara Banda, M.P., vino a la aldea y le advirtió a la gente en una reunión que no se debía permitir que ninguna persona que no tuviera una tarjeta del partido permaneciera en la aldea. Entonces, el 1 de enero de 1973 el Sr. Mahara Banda trajo consigo en su automóvil a dos jóvenes. Sus apellidos son Jere y Tembo. Estacionó su automóvil fuera de la aldea y esperó allí mientras los jóvenes entraron en ésta. Cuando los jóvenes entraron en la aldea se acercaron a mi hija Joicy y también a la hermana Oliva y les exigieron tarjetas del partido. Las hermanas, por supuesto, no pudieron presentar ninguna, y por eso los jóvenes comenzaron a golpearlas con los puños. Los jóvenes desnudaron por la fuerza a las jóvenes hermanas y entonces comenzaron a golpearlas con varas mientras éstas estaban desnudas. Echaron manos a los hermanos y comenzaron a golpearlos también. Cuando se cansaron se dirigieron a su automóvil, gritando mientras se alejaban que regresarían para golpear de nuevo a los hermanos y a las hermanas. Tan pronto como se fueron, los hermanos y las hermanas huyeron de la aldea a la espesura y entonces salieron de Malawi.”
Otra Testigo, Likeness Kamanga, fue enviada de vuelta a su aldea de Vithando, cuyo jefe es Chindi. Ella informa lo siguiente: “Al llegar a nuestra aldea nos invitaron a una reunión en Bulale. Adamson Dindi, presidente de distrito del Partido del Congreso de Malawi, habló a la reunión. Esto fue el 4 de enero de 1973. Doce Testigos, yo entre ellos, estuvimos en esta reunión. A todos se nos ordenó comprar tarjetas de partido. Pero explicamos que no compraríamos ninguna. El Sr. Dindi y los otros se enfurecieron tanto que nos ordenaron salir de Malawi inmediatamente, en aquel mismo momento. No se nos permitió llevar nada con nosotros. Todos nos fuimos a la espesura en grupos pequeños. El día siguiente, mientras huía, mis parientes me dijeron que uno de los Testigos que habían estado en la reunión con nosotros el día anterior había sido muerto.”
Geleson Esaya, un Testigo de la aldea de Mwelekela, relata esto: “El 2 de enero de 1973 nos invitaron a una reunión que se celebraría en la aldea de Mwelekela. El principal de la aldea, Lombwa, había de presidir. En total habíamos veinte Testigos. Mientras estábamos en la reunión se nos ordenó comprar tarjetas del Partido del Congreso de Malawi o ver la muerte. Explicamos que no compraríamos una tarjeta. Entonces él nos ordenó salir de la aldea inmediatamente. Bondadosamente, pero firmemente, explicamos que queríamos una carta de él explicando por qué razón nos expulsaba de la aldea. Rehusó. Entonces decidimos ir a la delegación de policía de Mchinji. Pero en vez de escucharnos, el agente encargado nos ordenó regresar a la aldea. Por lo tanto, no nos quedó más recurso que salir de Malawi.”
Hay otras veintenas de relatos de testigos oculares que dan testimonio del mismo tratamiento brutal. Cada uno de los más de cien Testigos entrevistados confirmó que el gobierno no había hecho absolutamente nada para detener la persecución. Todos expresaron temores de que la situación empeorara. Como resultado de esto, muchos de ellos han huido a la espesura y han salido de Malawi una vez más.
Los refugiados en Mozambique
Millares de testigos de Jehová habían huido ya a la vecina Mozambique al arder la persecución durante 1972. Ahora, algunos de aquellos que habían sido ‘repatriados’ recientemente y obligados a huir de Malawi de nuevo han ido en esa dirección.
¿Cuál es la situación actual de los Testigos refugiados en Mozambique? Es difícil también, pero parece que no hay persecución franca. Aunque la vida es dura y el día de trabajo muy largo y arduo, el gobierno de ese país no ha maltratado a los Testigos.
Los Testigos están confinados en ciertas zonas cerca de la frontera donde se les ha dado algún terreno. Se les ha dicho que despejen el terreno y planten siembras. De esta manera podrán suministrarse alimento. Testigos de Jehová de otros lugares han hecho esfuerzos por enviar materiales de socorro a estas zonas, pero las autoridades han rehusado la oferta, declarando que se encargarán de la situación ellas mismas.
Las autoridades portuguesas también dieron bondadosamente a los refugiados 100 hectáreas más de tierra para que edificaran un campamento cerca de Fuerte Mlangeni. Las autoridades quedaron impresionadas por el hecho de que los Testigos comenzaron a trabajar inmediatamente y organizaron el campamento con eficiencia. Prepararon lavados para hombres, para mujeres y para niños. Construyeron su propio hospital donde había parteras para atender el nacimiento de nuevos infantes... ¡y 78 de estos nuevos bebés habían llegado para el 15 de diciembre! En ese tiempo, según los informes, 7.670 testigos de Jehová estaban situados allí.
Durante la última mitad de diciembre un superintendente de distrito de los testigos de Jehová tuvo la oportunidad de visitar algunas de estas zonas. Dio un informe acerca del trabajo duro que están efectuando, pero dijo también que no estaban siendo perseguidos. Notó que a los Testigos se les permitía celebrar reuniones cristianas y estudiar la Biblia.
De hecho, durante diciembre 217 personas fueron bautizadas por los testigos de Jehová en los campamentos de refugiados de Mozambique. Esto indicó que algunos de los que huyeron habían sido personas no bautizadas que habían mostrado interés en la Biblia.
Personas decentes horrorizadas
Personas decentes de todo el mundo han expresado desmayo y horror ante la persecución de los testigos de Jehová por Malawi. Y entre tanto la reputación de Malawi ha sufrido golpes tremendos.
Muchos individuos que no son testigos de Jehová han expresado su condolencia. Dicen que conocen a los testigos de Jehová como personas decentes y observadoras de la ley que realmente aman a Dios. En The Guardian, prominente publicación británica, se publicó un comentario de este tipo procedente de una persona de las Bahamas. Esta carta al redactor vino en respuesta a un artículo previo del Guardian, que describió la brutal persecución de los testigos de Jehová. Declaraba:
“La lectura del artículo ‘Matan a Testigos’ me llenó los ojos de lágrimas. Yo conozco a estas personas, y cualquiera que los conoce sabe que ningún Testigo en ninguna parte del mundo merece esa clase de tratamiento. . . .
“¿No diría usted que aman a Dios más que a cualquier otra cosa en la Tierra? Cuando un hombre es brutalmente golpeado hasta morir porque rehúsa unirse a un bando para matar a otros hombres, lo cual está muy en contra de la Palabra de Dios, ¿no deberíamos notar algo en cuanto a esa persona inmediatamente?
“Este hombre cree en su Dios, lo ama y confía en él. Es seguro que hubiera sido más fácil unirse a los otros y seguir viviendo, pero eso hubiera sido una burla para su enseñanza, y por lo tanto hubiera ido contra las creencias de un cristiano verdadero. . . .
“En otras palabras, fue un honor para ellos morir por el Dios al que con tan buena disposición amaban. . . .
“Ellos ejercen mucho cuidado para no violar las leyes del país donde viven, pero recuerde que nunca quebrantarán las leyes de su Dios tampoco.
“Yo no soy testigo de Jehová, pero los he observado muy de cerca, y para mí están entre las mejores personas que he conocido. Al mirar en sus ojos se puede ver que aman al Dios que con tanta paciencia y vigor tratan de dar a conocer a otros, y creen en él.”
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