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Ensanchándonos en nuestro amor a la humanidadLa Atalaya 1974 | 15 de julio
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no serían estimulados a ajustar su modo incorrecto de ver el trabajo. En el caso de éstos aplicaría el mandato de la Biblia en 2 Tesalonicenses 3:10: “Si alguien no quiere trabajar, que tampoco coma.” También, los cristianos rehúsan con razón ayudar a los que usarían lo que se les diera en actividades y hábitos que son condenados divinamente. El retener ciertas cosas de una persona realmente puede ser una expresión de amor e interés en ella cuando sirve para grabar en su mente y corazón la necesidad de cambiar y no usar incorrectamente haberes que otros adquieren a base de trabajo duro.
LA OBRA VITAL DE PREDICAR EL REINO Y HACER DISCÍPULOS
14. ¿Por qué es especialmente urgente hoy el dar ayuda espiritual?
14 De mayor importancia que el dar material es la ayuda que los cristianos pueden rendir de manera espiritual. Especialmente ahora éste es un asunto urgente... un asunto que tiene que ver con la vida y la muerte. ¿Cómo así? La profecía bíblica y los hechos físicos en cumplimiento de ella demuestran que desde 1914 E.C. la generación que vive ahora está en el “tiempo del fin.” (Mat. 24:3-14, 32-34; Luc. 21:25, 26; 2 Tim. 3:1-5; Rev. 6:2-8)a Esto significa que todos los que no son siervos de Jehová Dios como discípulos devotos de su Hijo se hallan en peligro de perder la vida.
15. ¿De qué manera difiere la situación de la gente hoy de la situación de aquellos que arrostraron la ejecución durante ciertos juicios divinos anteriores?
15 Hay necesidad de que a la gente en todas partes se le dé a saber este peligro. Su situación es diferente de la situación de las personas que arrostraron la ejecución durante ciertos juicios divinos anteriores. Por ejemplo, los millares de personas que perecieron cuando Jehová Dios usó a los babilonios para ejecutar juicio sobre Judá y Jerusalén infieles hubieran muerto con el tiempo de todos modos. Su muerte no significó aniquilación total. Pero el juicio que se exprese contra los que rehúsan conocer a Dios y obedecer las “buenas nuevas” acerca de Jesucristo en esta generación es final. La Biblia nos dice: “Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza.” (2 Tes. 1:9) “Estos partirán al cortamiento eterno.” (Mat. 25:46) Y los sobrevivientes de la destrucción no vivirán solo unos cuantos años más y morirán. No, delante de ellos está la perspectiva de vida eterna, libres de enfermedad, pena y dolor.—Rev. 7:14-17; 21:3-5.
16. ¿Qué hizo Jehová Dios antes de ejecutar su juicio sobre Judá y Jerusalén infieles en el tiempo de Ezequiel?
16 Considerando lo que está envuelto, ¿no tienen razón hoy los testigos cristianos de Jehová para esmerarse en su esfuerzo por llegar a la gente con el mensaje de la Palabra de Dios que salva vidas? El que lo hagan mostraría que le tienen el debido respeto al deseo de Dios de que todos los hombres se arrepientan y vivan en armonía con conocimiento exacto. Antes que Jehová Dios permitiera que los babilonios destruyeran a Jerusalén y devastaran la tierra de Judá hizo que se les advirtiera. Consideraba preciosos los pocos años adicionales de vida que habrían de disfrutar los que prestaran atención a la advertencia. Quería que tantos como fuera posible evitaran experimentar una muerte horrible como resultado de la guerra o sus efectos. Por lo tanto colocó una responsabilidad de peso sobre su profeta Ezequiel, diciendo: “Atalaya es lo que te he hecho a la casa de Israel, y tienes que oír habla de mi boca y tienes que advertirles de mi parte. Cuando yo le diga a alguien inicuo: ‘Positivamente morirás,’ y tú realmente no le adviertas y hables para advertir al inicuo de su camino inicuo para conservarlo vivo, siendo él inicuo, en su error morirá, pero su sangre la reclamaré de tu propia mano. Pero en cuanto a ti, en caso de que hayas advertido a alguien inicuo y él realmente no se vuelva de su iniquidad y de su camino inicuo, él mismo por su error morirá; pero en cuanto a ti, habrás librado tu propia alma.”—Eze. 3:17-19.
17. ¿Qué debe ayudarnos a apreciar la comisión de Ezequiel acerca de nuestra comisión de predicar y hacer discípulos?
17 En vista del peligro mucho mayor en el cual están los humanos hoy día, ¿deberíamos pensar que nuestra responsabilidad por la vida de las personas es menor que la de Ezequiel? ¡Ciertamente que no! La comisión de predicar y hacer discípulos que dio Jesucristo hace más de diecinueve siglos habría de continuar en vigor “hasta la conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 28:19, 20) ¿Percibe usted vivamente la responsabilidad que tiene de llevar a cabo esta comisión?
18. ¿Por qué se ve que el propósito de Dios de hacer que se dé advertencia no fracasará debido a la infidelidad de individuos?
18 ¿Significa esto que la gente perecería eternamente si usted fuese a fallar como individuo? No, porque la obra no es del hombre sino de Dios. Él está abriendo el corazón de los individuos, y es nuestro magnífico privilegio ser “colaboradores” de él. (Hech. 16:14; 1 Cor. 3:9) Para dar la advertencia, Jehová Dios podría hacer que las ‘piedras clamaran.’ (Luc. 19:40) De modo que aunque fallen individuos, nada impedirá que se lleve a cabo el propósito de Dios de que llegue el mensaje a la gente al grado que él desea antes de la destrucción del presente sistema de cosas. Y los testigos cristianos de Jehová como cuerpo no dejarán de dar la advertencia. Su amor a él y a sus semejantes es suficientemente fuerte para moverlos a esmerarse en ayudar a la gente a hallar el camino de la salvación antes que sea demasiado tarde. Están dispuestos a arreglar sus asuntos personales, hasta ajustar sus circunstancias, para efectuar esto. No, las piedras no tendrán que clamar.
19. ¿Por qué no estarán libres de culpabilidad de homicidio los infieles?
19 Pero esto no librará de culpabilidad de homicidio a los individuos que no muestran tener verdadero amor ni interés sincero en sus semejantes. Como ilustración: si un padre desatendiera a su hijo de modo que llegara a estar en una situación peligrosa, no estaría sin culpa aunque alguien más rescatara al niño de la muerte. De modo similar, el que profesa ser siervo de Jehová pero que no cumple con su deber hacia otros no sería inocente. Su actitud desamorosa e indiferente equivaldría a asesinato. No podría excusarse sobre la base de que hizo alguna predicación, pues Jehová Dios sabría el grado de negligencia y pronunciaría sentencia de acuerdo con ello.—Rom. 14:12.
20. ¿Por qué no es éste el tiempo para servicio de muestra? Ilustre.
20 Ahora no es tiempo para que alguien trate de irla pasando con simple servicio de muestra o para que se envuelva en las inquietudes de la vida o aventuras comerciales a tal grado que no tenga tiempo para la gente. Rápidamente se acerca a su fin la mayor obra salvavidas de la historia de la humanidad. Por lo tanto, ¿no es justo que hagamos sacrificios, que renunciemos a placeres y deseos personales? ¿No es eso lo que la gente hace durante ocasiones de desastre? No permiten que el reloj gobierne su trabajo de socorro, sino que continúan esmerándose mientras hay necesidad y les queda un grado razonable de fuerza.
21. ¿Qué preguntas pudieran hacerse en cuanto a cómo nos sentimos para con la predicación del Reino?
21 ¿Se siente usted así en cuanto a la obra vital de predicar el Reino? Al visitar a la gente en sus hogares, ¿lo mueve su corazón a seguir mientras razonablemente puede, sin perder de vista la necesidad de descanso y refrigerio así como cumplir con sus otras obligaciones bíblicas? O, ¿está a la expectativa de cesar y quizás ocuparse en alguna forma de esparcimiento o diversión? En otras ocasiones, ¿aprovecha usted las oportunidades —en la escuela, en el trabajo o en otros contactos cotidianos— para hablarle a la gente acerca de la verdad? ¿Realmente se interesa usted en hacer llegar el mensaje de la Biblia a parientes y conocidos? ¿Está usted alerta también a discernir cuándo es mejor dejar que la conducta excelente en vez de la palabra hablada dé un testimonio?
22. ¿Qué cosas encierra el hacer discípulos?
22 Hay que recordar también que la comisión que Jesucristo dio no es solo asunto de predicar o declarar la verdad de Dios. Hay necesidad de que se le enseñe a la gente para que lleguen a ser sus discípulos. ¿Hace usted un esfuerzo razonable por volver a visitar a los que manifiestan algo de interés y tratar de iniciar estudios bíblicos de casa con ellos? Las personas necesitan saber, no solo lo que dice la Biblia, sino también cómo pueden vivir en armonía con ella. Debido a que había hecho lo sumo posible en enseñar la verdad, el apóstol Pablo pudo decir: “Estoy limpio de la sangre de todo hombre, porque no me he retraído de decirles todo el consejo de Dios.” (Hech. 20:26, 27) ¿Se asegura usted, como Pablo, de que su enseñanza no sea defectuosa en campos vitales y que aquellos a quienes usted enseña entienden plenamente los requisitos de Dios? Ciertamente no querríamos contribuir a que alguien cometa lo malo por haber retenido de él información que necesita saber.
23. Usando 2 Corintios 3:2, 3, muestre la actitud que debe tener uno para con aquellos a quiénes está enseñando y el buen efecto de la enseñanza correcta.
23 Importantes, también, son el interés y amor intensos por aquellos a quienes enseñamos. De él mismo y de sus colaboradores, el apóstol Pablo escribió a los corintios: “Ustedes mismos son nuestra carta, inscrita en nuestros corazones y conocida y siendo leída por toda la humanidad. Porque queda mostrado que ustedes son carta de Cristo escrita por nosotros como ministros, no inscrita con tinta, sino con espíritu de un Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en corazones.” (2 Cor. 3:2, 3) Cuando tenemos amor e interés intensos en aquellos a quienes enseñamos, los individuos a quienes enseñamos serán como ‘cartas’ inscritas en nuestro corazón. A medida que confiamos en la ayuda del espíritu de Dios y hacemos lo sumo posible dentro de los límites de nuestras capacidades, los obedientes llegarán a ser como cartas de Cristo, inscritas por espíritu de Dios en corazones. Sí, el efecto del espíritu de Dios en su corazón los moverá a desplegar una personalidad cristiana, que los observadores pueden ver o “leer.” ¿Está usted esforzándose vigorosamente como ‘colaborador’ de Dios en su empeño por producir tales ‘cartas’?
24. ¿Qué efecto pudiera tener en nosotros el pensar seriamente en nuestra actividad como siervos de Jehová?
24 A medida que usted piensa en cuanto a su actividad como siervo de Jehová Dios, sin duda puede recordar muchos gozos. Es cierto, quizás desee poder hacer más y quizás vea campos en los cuales podría mejorar. Quizás hasta se sienta mal a veces porque no puede señalar definitivamente ninguna ‘carta’ viva. Pero si usted se ha esforzado en su empeño por cumplir la comisión cristiana de predicar y enseñar, puede tener la seguridad de que Jehová Dios y Jesucristo se complacen en su servicio devoto. Es natural que percibamos más vivamente nuestras responsabilidades para con otros ahora que cuando éramos “pequeñuelos” espirituales. Esto es bueno. Sí, por otra parte, algunos entre nosotros han sido algo egoístas, deben pensar seriamente en ensancharse en lo que respecta a ser completos en mostrar bondad, generosidad y amor a sus semejantes. ¡Oh, que el día de la venganza divina nos halle mereciendo protección porque hemos obrado en armonía con el amor que Jehová Dios y Jesucristo le tienen a la humanidad!
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¿Recuerda usted?La Atalaya 1974 | 15 de julio
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¿Recuerda usted?
● ¿Qué quiso decir el apóstol Pablo cuando indicó que las ‘buenas nuevas se estaban predicando en toda la creación bajo el cielo’?—Col. 1:23.
Esto no quería decir que se había llegado a cada individuo, sino que la predicación estaba siendo extendida a todas partes de la Tierra bajo el cielo.—Pág. 299.a
● En la ilustración de las minas de Jesús, en el capítulo 19 de Lucas, ¿quiénes o qué cosas están representados por el “hombre de noble nacimiento,” la “tierra lejana,” los “diez esclavos” y las “diez minas”?
El “hombre de noble nacimiento” es Jesucristo, que nació en la línea real de David. La “tierra lejana” a la cual fue a conseguir poder de rey es el lugar de morada de su Padre en la región espiritual. Los discípulos de Jesús, los “diez esclavos” de la ilustración, recibieron las minas simbólicas, es decir, el campo de actividad que Jesús había preparado por medio de predicación y enseñanza intensas. Recibieron estas “diez minas” simbólicas cuando Jesús los comisionó a hacer y bautizar discípulos. Por eso, al predicar y enseñar en imitación de Jesucristo, sus discípulos podían hacer productivo el campo que él había preparado, haciendo que produjera todavía más discípulos como ellos.—Págs. 328-331.
● ¿Qué es el ‘sellar’ que se completa antes que se suelten los vientos destructivos de la “grande tribulación”?—Rev. 7:2, 3.
Esto no se refiere al sellar inicial de los que se cuentan entre los 144.000 que van encaminados a una herencia celestial. Es un sellar final, una determinación de la permanencia del sellar inicial. (Compare con Efesios 4:30.)—Pág. 345.
[Nota]
a Todas las páginas a las que se hace referencia son de La Atalaya de 1974.
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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1974 | 15 de julio
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Preguntas de los lectores
● La Biblia dice que Jesús estuvo en la tumba “tres días y tres noches.” ¿Significa eso que estuvo en la tumba durante setenta y dos horas completas?—Brasil.
La razón por la cual surge esta pregunta es que Jesús dijo en cierta ocasión: “Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mat. 12:40) Muchos lectores de la Biblia consideran que eso significa tres días y tres noches completos, o setenta y dos horas. Sin embargo, la evidencia bíblica muestra que el período de tiempo que Jesús estuvo en la tumba fue de menos de setenta y dos horas.
Jesús murió el 14 de Nisán, día de la Pascua, en el día que ahora se conoce como viernes. Y temprano en la mañana del día que ahora se llama domingo ya había sido levantado de entre los muertos. El relato de Marcos dice: “Muy de mañana, el primer día de la semana, vinieron [María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé] a la tumba conmemorativa, cuando el sol había salido. . . . Cuando entraron en la tumba conmemorativa, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de una ropa larga blanca, y se aturdieron. Él les dijo: ‘Dejen de aturdirse. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue fijado en un madero. Fue levantado, no está aquí.’”—Mar. 16:2-6; Juan 20:1.
Si Mateo 12:40 significa tres días completos de veinticuatro horas, ¿cuándo hubiera sido enterrado Jesús? Contando hacia atrás setenta y dos horas desde temprano el domingo por la mañana, llegaríamos a temprano el jueves por la mañana. Pero puesto que Jesús murió alrededor de las tres de la tarde, tendría que haber sido colocado en la tumba el miércoles por la tarde. (Mat. 27:46, 50) Sin embargo, el relato bíblico en cuanto a la muerte y resurrección de Jesucristo no sugiere de ninguna manera que el período envuelto se haya extendido desde el miércoles hasta el domingo. Entonces, examinemos la evidencia.
La razón por la cual las mujeres fueron a la tumba fue para untar el cuerpo de Jesús con especias. Compraron algunas de estas especias inmediatamente después del sábado. (Mar. 16:1; compare con Lucas 23:56.) ¿Qué sábado o día de descanso pudo haber sido éste? Si el 14
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