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  • Poniendo un fundamento para ministros de la clase correcta
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • el tiempo de la Reforma; el confesionario ocupó el lugar del catecismo.”

      10 Durante la Reforma protestante, Lutero, llamado por autoridades religiosas “el padre del catequismo moderno,” enseñó que tal instrucción de los estudiantes “no simplemente debe incluir el oír una recitación del libro, sino también una explicación y aplicación de ello a los corazones de los alumnos.” No obstante, al transcurrir el tiempo, en Alemania, en Inglaterra y en otros lugares, “la instrucción catequística degeneró en una simple rutina formal de preparación para la confirmación [no el bautismo, el cual ya había tenido lugar].” En los sistemas protestantes la mira del catecismo no era hacer comentar al alumno para saber lo que pensaba, sino simplemente transmitir las enseñanzas deseadas. El alumno habría de “aprender de memoria las palabras del catecismo.” De modo que llegó a ser un ritual de aprenderse de memoria palabras y repetirlas mecánicamente. Había poca oportunidad para expresar los verdaderos pensamientos y sentimientos que tenía en el corazón y la mente el alumno. Además, la atención casi se concentraba enteramente en los niños.—Cyclopædia of Biblical, Theological, and Ecclesiastical Literature, de M’Clintock y Strong, tomo II, págs. 148-154.

      11. Contraste los métodos ya mencionados con los de los testigos de Jehová.

      11 Contraste esto con los métodos que usan los testigos de Jehová. Sus métodos se basan en los relatos bíblicos del ministerio de Jesús y sus apóstoles y en otros principios bíblicos. A las personas recién interesadas, por lo general adultos, se les localiza por el ministerio activo a las casas del público. (Hech. 20:20) Entonces a estas personas interesadas se les suministra un estudio bíblico de casa gratuito, en el cual a veces participan familias enteras. Este estudio semanal que dura una hora trata de las enseñanzas fundamentales de la Biblia y se desarrolla en torno de preguntas que se sacan de un libro de texto bíblico. A la persona que está estudiando se le anima a contestar sobre la base de lo que entiende y cree y tiene la oportunidad de hacer preguntas adicionales. (Rom. 10:10) A través del estudio, el Testigo que lo conduce está consciente de la importancia de dirigir la atención a Jehová Dios como la Fuente de la vida, y de poner a Cristo como fundamento por medio de enseñar la verdad acerca de él. (Juan 17:3; 1 Cor. 3:11) Se esfuerza por ayudar al estudiante a hacer que la creencia en esa verdad sea parte de su propia vida, de hecho, a edificar su vida en torno de ese modelo seguro.

      12. ¿De qué manera efectúan un trabajo de edificación tanto el que instruye como el que aprende?

      12 De modo que esto envuelve una obra conjunta de edificación. El conductor, como testigo de Jehová, desea edificar al estudiante con materiales durables, incombustibles: sabiduría verdadera de la Palabra de Dios, fe, convicción, devoción a principios bíblicos, amor a Dios y amor al prójimo, y un deseo abrumador de defender y hablar a favor de lo que es verdadero y justo, especialmente a favor del reino de Dios. Él trabaja con estos materiales en su obra de edificación espiritual para que la persona con quien estudia llegue a ser un cristiano genuino, capaz de aguantar bajo pruebas ardientes, incluso la influencia corroedora de las dudas. (1 Cor. 3:10-15; Jud. 22, 23) Por otra parte, el estudiante también efectúa una obra de edificación. El conocimiento solo no es el fundamento seguro sobre el cual edificar sus esperanzas y perspectivas para el futuro. Es por medio de hacer, por medio de poner a trabajar ese conocimiento, que puede edificar sobre un fundamento sólido, la obediencia a Cristo. No hay otra manera.—Fili. 1:27-30; 2:12, 13.

      13. ¿Cómo se puede ayudar a las personas a vestirse de la nueva personalidad?

      13 En vez de simplemente transmitir el conocimiento de la doctrina bíblica básica, pues, los testigos de Jehová comprenden que la persona necesita ser ‘hecha nueva en la fuerza que impulsa su mente, y vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad.’ (Efe. 4:23, 24) Por eso, a medida que progresa el estudio, tratan de ayudar a la persona a comenzar a pensar en términos de principios bíblicos según éstos gobiernan nuestra vida cotidiana. No se trata de que el estudiante simplemente vuelva a declarar algunos puntos de cierto libro de texto. Se trata de discernir la razón bíblica de estos puntos y de llegar a aceptar los principios que se manifiestan en la Palabra de Dios como la única guía segura para la vida. Entonces, y solo entonces, puede el estudiante decir verdaderamente que la Palabra de Dios “es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.” —Sal. 119:105; Pro. 3:5, 6.

      14. ¿Por qué es importante edificar aprecio a Jehová Dios en el corazón del estudiante? ¿Cómo se puede hacer esto?

      14 Uno no puede amar a una persona a menos que la conozca bien, conozca sus cualidades, sus modos de obrar, lo que ha hecho y lo que se propone hacer. Así, durante el estudio el ministro que lo conduce trata de edificar en el estudiante un aprecio a la grandeza y benignidad de Dios. Tiene la esperanza de que algún día el estudiante, como el israelita fiel de la antigüedad, pueda decir con júbilo: “¡Miren! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él.” (Isa. 25:9) Esto significa dirigir la atención, no solo a la mente del estudiante, sino también a su corazón o centro de motivación. (Pro. 4:23) ¿Cómo se puede hacer esto? Pausando en puntos apropiados para llamar la atención al significado de lo que Dios ha hecho y como el punto envuelto o el texto citado hace destacar el amor, la sabiduría, la justicia o el poder de Dios. Entonces, si el corazón de la persona es justo, con el transcurso del tiempo ella también sentirá una lealtad profunda a Jehová y el deseo de hallarse entre los que alaban Su nombre entre todos los pueblos.—Isa. 12:3, 4.

      15, 16. ¿Por qué es tan urgente el que seamos eficaces en poner un fundamento para ministros de la clase correcta hoy día?

      15 ¿Se está haciendo esto bien en la actualidad? ¿Cuáles son algunos de los problemas envueltos? A medida que empeoran las condiciones mundiales y se debilita la espiritualidad en toda la Tierra, dicho trabajo de instrucción se hace cada vez más importante. En el año 70 E.C. la destrucción calamitosa de Jerusalén redujo enormemente a la población judía e hizo añicos las esperanzas y perspectivas en torno de las cuales millones de ellos habían edificado su vida. ¿Por qué? Porque no edificaron sobre la masa de roca de obediencia a las enseñanzas de Cristo. Pero un resto pequeño de aquella nación evitó la destrucción al huir al tiempo apropiado, el tiempo que Jesús había indicado. (Luc. 21:20-22) Así en nuestro día, en una escala mucho más vasta, las fuerzas destructivas del Armagedón infligirán desastre a todos los que hayan edificado sobre un fundamento semejante a arena, siendo guiados por sus propios deseos y razonamientos o los de otros hombres imperfectos. Verán desintegrarse delante de ellos sus esperanzas y perspectivas, porque ‘no obedecieron las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús.’ (2 Tes. 1:7-10) Pero una “grande muchedumbre” de personas saldrá virtualmente ilesa de esa tormenta. Como ministros fieles de Dios, vivirán para disfrutar de la vida en un nuevo orden hecho por Dios donde el corazón de ellos se conmoverá al ver realizadas ellos sus esperanzas y perspectivas, para su satisfacción y deleite eternos.—Pro. 1:24-33; Rev. 7:9, 10, 14.

      16 Los que hemos participado en ‘ahondar por sonido’ las verdades de la Palabra de Dios en los oídos, la mente y el corazón de otros hacemos bien ahora en considerar cuidadosamente nuestros métodos de dar instrucción.

  • ‘Ahondando por sonido’ la verdad en la mente y corazón de estudiantes
    La Atalaya 1969 | 1 de agosto
    • ‘Ahondando por sonido’ la verdad en la mente y corazón de estudiantes

      1. ¿Qué triste experiencia tienen a veces los ministros cristianos?

      ¡QUÉ triste es cuando nace un niño y entonces, después de unos meses o un año, cuando apenas comienza a vivir, súbitamente enferma y muere! Lo que sienten en el corazón los padres afligidos a quienes les acontece tal tragedia es semejante a lo que sienten en el corazón los ministros cristianos que pasan meses y quizás años ayudando a alguna persona a que llegue a tener conocimiento de la Biblia, alimentándola con la “leche” de la Palabra de Dios, enseñándole la verdad, viéndola ponerse de parte de la justicia, hasta participar en el ministerio de la Palabra misma... y entonces, súbitamente, debilitarse espiritualmente y entrar en inactividad semejante a muerte. (Gál. 4:19; 1 Cor. 3:2; 1 Tes. 2:7, 8) Por desgracia esto sucede, a veces a tal grado que por cada dos personas que se inician en el ministerio activo, una persona cesa de participar en él. ¿Por qué sucede esto? ¿Puede hacerse algo en cuanto a la situación?

      2. ¿Qué debilidad se nota en muchos que abandonan el camino a la vida, y qué preguntas hace surgir esto?

      2 Historias auténticas indican que a menudo ha habido una falta de entendimiento genuino de la Palabra de Dios de parte de muchas personas que comienzan a andar en la senda que conduce a la vida y luego se desvían. Durante 1968, los testigos de Jehová en todo el mundo estuvieron conduciendo un promedio de 977.503 estudios bíblicos de casa gratuitamente. Como resultado, 82.842 individuos indicaron que estaban edificando sobre el fundamento de roca de obediencia sometiéndose al bautismo en agua, simbolizando así su dedicación para hacer la voluntad de Dios como su Hijo puso el ejemplo. ¿Seguirán éstos? ¿O se retirarán algunos de ellos como lo han hecho otros en el pasado? Puesto que hay centenares de miles más que ahora mismo están estudiando, los que participamos en dar dicha educación bíblica a los que buscan la verdad podemos preguntarnos seriamente: ¿Están estas personas, que posiblemente lleguen a ser los nuevos proclamadores del Reino del mañana, entendiendo en realidad el mensaje de la Biblia y lo que sus principios significan para ellas en su vida diaria? La respuesta a esa pregunta depende en gran manera de cómo nosotros respondamos a otras preguntas: ¿Por qué estamos estudiando con estas personas? ¿Cuán profundamente nos interesamos en ellas? (2 Cor. 12:15; Fili. 2:17; 1 Tes. 2:8) ¿Cuán eficazmente estamos ‘ahondando por sonido’ la verdad en su mente y corazón?

      3. ¿Cuál debe ser nuestra mira al tener un estudio bíblico con personas interesadas?

      3 Debemos desear, y es probable que deseemos para estas personas recién interesadas lo mismo que el apóstol Pablo deseó para los que creyeron la verdad en Éfeso. Lo que él pidió en oración para ellos fue que “el Cristo more en sus corazones con amor; para que estén arraigados y establecidos sobre el fundamento, a fin de que sean enteramente capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura y longitud y altura y profundidad, y de conocer el amor del Cristo que sobrepuja al conocimiento.” (Efe. 3:17-19) Pablo, por supuesto, no se interesaba en simplemente poder ‘informar un estudio bíblico de casa para lograr una meta.’ Tampoco estaba satisfecho con que las personas a quienes ayudaba simplemente lograran ver de modo superficial la voluntad de Dios. Quería que vieran la verdad en sus dimensiones completas: anchura, longitud, altura y profundidad. Quería ayudarlas a ser personas de fe; a hacer que Cristo morara, no solo en la mente de ellas, sino en su corazón, con amor. Ciertamente nosotros deseamos lo mismo para las personas semejantes a ovejas de nuestro día, ¿no es verdad? Nosotros, también, queremos ayudarlas a ensanchar la vista que obtienen de los propósitos de Dios, a profundizar su entendimiento, a desarrollar un punto de vista de largo alcance en cuanto al futuro y elevar su mente y modos de obrar a las normas de Dios a medida que aviven su aprecio a las provisiones de él. Por supuesto, no pueden hacer esto de la noche a la mañana; primero necesitan nuestra ayuda para comenzar a estar ‘arraigadas y establecidas sobre el fundamento.’ ¿Cómo podemos ayudarlas eficazmente?

      4. ¿Por qué no es aconsejable insistir en una rutina fija al conducir estudios bíblicos?

      4 Jamás debemos olvidar que cada persona es un individuo; de modo que necesita atención y ayuda individuales conforme a sus propias necesidades particulares y situación personal. (Compare con Romanos 14:1-8; 1 Corintios 9:20-23.) Por eso entre los testigos de Jehová no hay rutina fija por medio de la cual tengan que conducir sus estudios bíblicos de casa con las personas interesadas. Su enseñanza “catequística” no es estereotipada. Su reciente publicación intitulada “Tu palabra es una lámpara para mi pie” (página 91) dice: “No hay regla arbitraria en cuanto a cómo debe conducirse el estudio, pero asegúrese de que el estudiante de veras entiende los puntos que se consideran.” Donde existe el motivo apropiado uno ciertamente no necesita numerosas reglas a fin de ayudar a otro a llegar a tener entendimiento de la Palabra de Dios.

      5. (a) ¿Cómo se ha demostrado lo práctico que son las sugerencias dadas por medio de la organización de Dios? (b) ¿Cuál es la fuente más excelente de dirección en este asunto?

      5 Al mismo tiempo, a los testigos de Jehová se les suministran muchas y muy excelentes sugerencias prácticas sobre enseñar y sobre educación bíblica en sus asambleas, y por medio de su publicación mensual Ministerio del Reino. Estas sugerencias han ayudado mucho a equiparlos para la obra espléndida que han efectuado al ayudar a más de 650.000 personas en los pasados diez años a progresar y al fin dedicar su vida a Dios, simbolizando esto por inmersión en agua. Pero además de estas sugerencias útiles y prácticas, tenemos verdaderos ejemplos y consejo bíblicos para guiarnos. ¿Cuánto tiempo y esfuerzo hemos dedicado a considerar éstos? ¿Cuán profundo es nuestro interés en aplicarlos para el mayor provecho tomando en cuenta el hecho de que hay vidas envueltas en ello?—1 Tim. 4:16.

      EL MAESTRO SUPERLATIVO

      6. ¿En qué aspectos fue notable la enseñanza de Jesús?

      6 ¿Qué mejor ejemplo pudiéramos tener que el de Cristo Jesús, el propio Hijo de Dios y el Maestro perfecto de las personas semejantes a ovejas? Sus métodos docentes fueron registrados en la Biblia, ciertamente por una buena razón. Cuando usted lee el registro de su ministerio, ¿qué le impresiona? Quizás la simplicidad de su enseñanza. Sus métodos no eran complicados; más bien él siempre manifestó un interés intenso en la gente, un deseo amoroso de enseñarle la verdad acerca de los propósitos de su Padre. (Mat. 9:35, 36; Mar. 6:34) Esta es la primera cosa esencial; sin ella ninguna otra cosa sería de valor. (1 Cor. 13:1, 8) Este interés amoroso hacía confiable a Jesús en su obra educativa. Cuando le dijo a Zaqueo que ‘bajara de aquel árbol, porque hoy iba a estar en su casa,’ Zaqueo podía estar seguro de que Jesús estaría allí sin falta.—Luc. 19:1-6.

      7. ¿Qué otra cosa siempre mantuvo enfocada Jesús al enseñar?

      7 Sobresaliente también es el interés genuino que Jesús manifestó en la gente como individuos. Aunque a menudo enseñaba a grupos grandes, sabía que cada persona tenía sus propios problemas y necesidades. Cada uno, también, tendría que

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