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  • El propósito de nuestro ministerio
    La Atalaya 1961 | 15 de junio
    • prueba que lo es por los resultados de su ministerio. Puede presentar a las personas a quienes ha ayudado a venir a un conocimiento de la verdad y que se han unido a él en el ministerio. Estas son su recomendación de que él es un ministro: “¿Necesitamos, quizás, como algunos hombres, cartas de recomendación para ustedes o de ustedes? Ustedes mismos son nuestra carta, inscrita en nuestros corazones y conocida y siendo leída por todo el género humano.”—2 Cor. 3:1, 2.

      18. ¿Por qué no es bueno establecer un límite de tiempo a nuestro ministerio, y cuánto tiempo dijo Jehová que debemos predicar?

      18 No debemos poner un límite de tiempo a nuestro ministerio. No debemos pensar: “Seré un ministro por dos, tres, cinco o diez años. Entonces el Armagedón llegará y ya no tendré que predicar más.” Algunos que pensaron en esta misma forma en el pasado ya no están con la organización progresiva de Jehová. Es mucho mejor aprender la lección que Jehová enseñó a Isaías cuando él preguntó: “¿Por cuánto tiempo, oh Jehová?” “Entonces él dijo: ‘Hasta que las ciudades realmente caigan estrepitosamente en ruinas para estar sin habitante, y las casas estén sin hombre terrestre, y el suelo mismo sea arruinado hasta ser una desolación.’” (Isa. 6:11) Jehová Dios sabe cuándo se completará la predicación. Fue Jehová quien dio la señal de empezar, por eso aguarde hasta que Jehová diga que es tiempo de detenerse.

      19. ¿Qué hicieron Jeremías y Jesús que todos los ministros de Dios hoy en día tienen que copiar?

      19 Vivimos en el día de Jehová. La asignación de parte de Jehová es predicar a los habitantes de la Tierra. Sea que la gente escuche o rehúse escuchar, le toca a ella decidir. Si hay un acto de rehusar será de parte de ella, y no de parte de los ministros de Jehová que rehúsen ir a ella con el mensaje del Reino. ¿Qué fue lo que Jehová, le dijo a Jeremías que hiciera a la gente terca, obstinada de su día? ¿Dijo él: “Déjala, al cabo son cabras”? ¡No! Escuche lo que dijo: “Y debes hablarles todas estas palabras, pero no te escucharán, y debes llamarlos, pero no te responderán.” (Jer. 7:27) Jesús siguió el mismo patrón con pleno conocimiento de que los de su nación no lo aceptarían como su Mesías. De todos modos les predicó. Con profundo dolor dijo: “¡Cuántas veces quise recoger a tus hijos, de la manera que la gallina recoge a sus polluelos bajo sus alas! Pero ustedes no lo quisieron.” (Mat. 23:37) Muchas personas de corazón honrado sí oyeron a Jesús y sí prestaron atención a su predicación, pero por mucho la mayoría rechazó y aborreció su mensaje pacífico, llevando su odio maligno hasta el colmo cuando hicieron que fuera ejecutado. Jesús no dejó que lo desanimara la oposición que recibió, ni esperó convertir al mundo mediante su ministerio. Él advirtió que sus seguidores encontrarían la misma reacción: “Entonces la gente los entregará a ustedes a la tribulación y los matará, y ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre.”—Mat. 24:9.

      20. ¿Por qué no debemos ser prestos en juzgar a los que se oponen a nuestro mensaje al principio?

      20 Aunque el mundo aborrece y se opone, no sea demasiado presto en juzgar a los individuos que se oponen al ministerio al principio. Recuerde que así como cambian las condiciones también cambia la mente de la gente. Eso fue lo que pasó con Saulo de Tarso. Él cambió de ser un individuo opuesto a Dios y que perseguía a sus ministros fieles a un individuo que agradó a Dios y que llegó a ser el ministro fiel de Dios a las naciones. Muchos de los que hoy día son ministros dedicados fieles de Dios se opusieron al mensaje cuando lo oyeron por primera vez.—Hech. 9:11-15.

      BENDICIONES DEL MINISTERIO

      21. ¿Qué del reino de Salomón impresionó a la reina de Sabá?

      21 Todavía hay muchos millares de ovejas que habrán de ser halladas e introducidas en la sociedad del nuevo mundo, y eso significa que habrán de recibirse muchos gozos y bendiciones como resultado del ministerio. Recuerde la prosperidad, la gloria y el esplendor del reino de Salomón. Cuando la reina de Sabá vino para ver por sí misma se quedó sin habla, como dice el registro: “Entonces resultó que no quedó más espíritu en ella. Por eso ella dijo al rey: ‘Cierta ha resultado ser la palabra que oí en mi propia tierra acerca de los asuntos de usted y acerca de su sabiduría. Y no puse fe en las palabras hasta que hubiese venido para que mis propios ojos vieran, y, ¡mire! no se me había dicho la mitad. Usted ha superado en sabiduría y prosperidad las cosas oídas a las que escuché. ¡Dichosos sus hombres, dichosos estos siervos suyos que están delante de usted de continuo, escuchando su sabiduría!’”—1 Rey. 10:5-8.

      22. (a) ¿Qué bendiciones están presenciando ahora los ministros de Jehová? (b) ¿En qué estado de ánimo jamás debemos dejarnos estar, y por qué?

      22 Hoy los que están en el servicio del mayor Salomón, Cristo Jesús, están presenciando con sus mismísimos ojos la prosperidad, los gozos y la felicidad de la sociedad del nuevo mundo en acción. Ven y oyen a hombres, mujeres y niños de todas partes de la Tierra publicando el nombre de Jehová. Las personas de buena voluntad también pueden ver la gloria y esplendor del reino de Dios y de su Hijo, y han estado fluyendo a su organización a razón de 1,000 por semana sin falta durante los últimos diez años. El conocer el gozo de la llegada de las otras ovejas del Señor es otra bendición del ministerio. Jamás cambie lugares ni privilegios del ministerio por todos los puestos que este mundo pueda ofrecer. El ministerio debe ser nuestra vocación principal y nuestra ocupación seglar debe ser secundaria. Solo es el medio de ayudarnos a continuar en el ministerio. Como ministros de Dios, nuestro interés es ‘seguir, pues, buscando primero el reino y su justicia.’ (Mat. 6:33) Comprendiendo que este requisito descansa sobre cada uno de los ministros de Jehová Jamás caigamos en tal estado de ánimo que digamos: “Oh, la obra se hará sin mí.” Naturalmente, Jehová Dios puede hacer que se haga este ministerio sin nosotros. También puede producir su nuevo mundo sin nosotros. Es mucho mejor considerarlo de esta manera: Él nos usará y continuará usándonos eternamente en su nuevo mundo si cumplimos el propósito de nuestro ministerio ahora. Que la gente del mundo busque riqueza material, poder, popularidad, prestigio y placer, sin embargo, recuerde, estas metas solo durarán hasta el Armagedón. Pero la finalidad de ustedes como ministros de Dios de participar en la vindicación del nombre de Jehová, de ayudar a otras personas a conocer a Jehová Dios, y de manifestarse ministros fieles y productivos será una meta que los guiará a través del Armagedón hasta entrar en el nuevo mundo. ¡Que nuestro ministerio traiga deleite a Jehová, Dios y a cada individuo fiel el galardón de vida eterna!

  • Pacificadora paralizada
    La Atalaya 1961 | 15 de junio
    • Pacificadora paralizada

      “Las Naciones Unidas como pacificadora quedaron paralizadas desde el mismo comienzo como resultado del conflicto entre el mundo occidental bajo la dirección de los Estados Unidos y el bloque soviético.

      “Los intentos para asegurar la paz mediante un gobierno internacional de naciones soberanas han sido todos víctima de una contradicción inherente en estos mismos intentos. El establecimiento de un gobierno efectivo de naciones soberanas parece ser una contradicción en términos que puede ser eliminada solo mediante un ataque directo a la propia soberanía nacional.”—The Encyclopædia Britannica, Tomo 17, página 414 (1959).

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