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  • Halle su lugar en la sociedad del Nuevo Mundo
    La Atalaya 1959 | 1 de enero
    • Halle su lugar en la sociedad del Nuevo Mundo

      “Ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como él quiso”—1 Cor. 12:18.

      1, 2. (a) ¿Qué hechos físicos demuestran que Jehová es un Dios de orden? (b) Entonces, ¿qué arreglo debemos esperar hallar en la sociedad del nuevo mundo?

      MIRE la bóveda celeste en una noche clara sin luna y cuente el número de estrellas si puede. Miles son visibles a simple vista. Realmente hay miles de millones de ellas; sí, se pueden ver cientos de miles de millones de estos cuerpos astrales cuando se sondean las ilimitadas profundidades del espacio sideral con poderosos telescopios y equipo fotográfico especial. Ciertamente los simples hombres son empequeñecidos por este despliegue de grandeza inconmensurable. No obstante aquí hay algo aun más maravilloso e imponente acerca de lo cual reflexionar: Las infinitas huestes materiales del cielo no se hallan arrojadas en un embrollo caótico cualquiera falto de pensamiento o razón, no, sino que más bien, de acuerdo con un modelo sumamente intrincado de una Inteligencia Suprema, cada una tiene su lugar determinado en la extensión ilimitada del espacio celestial. Además, en vez de ser estacionaria o estar congelada en un lugar como granos de arena en concreto endurecido cada estrella está en movimiento pleno y está viajando a una velocidad asombrosa. Cada estrella tiene su órbita individual, cada una tiene un curso que se puede pronosticar en el cual se mueve con tiempo preciso; cada una está controlada por leyes establecidas del Creador.

      2 Jehová, el Hacedor de los cielos y de la tierra, por su propio diseño y arreglo ha colocado todas las estrellas, sí, cada estrella, en su lugar respectivo. Por consiguiente podemos decir que cada estrella tiene un puesto dado por Dios, una asignación divina, su apropiado lugar individual. (Gén. 1:1; 2:1; Neh. 9:6; Sal. 8:3; Isa. 45:12, Mod) Lo mismo es cierto de todas las obras que Jehová ha creado. Él es un Dios de arreglo ordenado. “Dios es Dios, no del desorden.” Por lo tanto todas las cosas en su organización ‘proceden decentemente y por arreglo,’ por asignación divina. Por lo tanto, sólo es cosa razonable esperar que en la sociedad del nuevo mundo, que también es una creación especial de Jehová, habría un lugar arreglado para cada miembro individual. El examinar las Escrituras y hechos muestra que tal es el caso.—1 Cor. 14:33, 40.

      3. Desde 1918, ¿qué lugar ha ocupado el resto?

      3 En un tiempo el resto terrestre de la “esposa” de Cristo estuvo en cautiverio babilónico, pero seguramente ése no era lugar apropiado para esta clase virgen pura de seguidores de las pisadas de Cristo. De modo que cuando Jehová vino al templo espiritual para juicio en 1918 a los de esta clase fiel del resto les fué ordenado que salieran del inmundo sistema babilónico de Satanás. Obedecieron. Entonces Dios colocó al resto restaurado en su lugar apropiado, en el mismísimo centro de la sociedad del nuevo mundo, nombrándolo “el esclavo fiel y discreto” para vigilar y cuidar todos los bienes del Amo. (Apo. 18:4; Mat. 24:45-47) Otros textos se refieren al templo espiritual de Dios, del cual el resto es la única parte visible que queda en la tierra, diciendo que constituye una “casa espiritual para servir el propósito de un sacerdocio santo para ofrecer sacrificios espirituales adeptos a Dios mediante Jesucristo.” “Han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, mientras que Cristo Jesús mismo es la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, trabado armoniosamente está creciendo para ser templo santo para Jehová.”—1 Ped. 2:5; Efe. 2:19-21.

      4, 5. (a) De acuerdo con las profecías de Isaías y Miqueas, ¿qué otra clase de personas está hallando un lugar en la sociedad del nuevo mundo? (b) ¿Es esta “grande muchedumbre” una clase perezosa sin responsabilidades?

      4 Hoy grandes multitudes de otras personas están llegando a esta casa o templo de Dios y se están congregando alrededor de esta clase visible del templo, la parte central de la sociedad del nuevo mundo, así como predijeron los profetas Isaías y Miqueas que sucedería en estos últimos días. “Y acontecerá que en los postreros días, el monte de la Casa de Jehová será establecido como cabeza de los demás montes, y será ensalzado sobre los collados; y, como ríos, fluirán a él todas las naciones. Pues caminarán muchos pueblos, diciendo: ¡Venid, y subamos al monte de Jehová, a la Casa del Dios de Jacob! y él nos enseñará en cuanto a sus caminos, y nosotros andaremos en sus senderos; porque de Sión saldrá la ley y de Jerusalem la palabra de Jehová.”—Isa. 2:2, 3; Miq. 4:1, 2, Mod.

      5 Habiendo ya más de setecientas dieciséis mil personas, que hablan más de cien idiomas y son de más de ciento sesenta países e islas de los mares, todas congregadas como una sociedad del nuevo mundo alrededor del Cordero Cristo Jesús como el Pastor Propio, es importantísimo que cada una reconozca su lugar apropiado en la organización, que reconozca si es del resto del Israel espiritual o de la “grande muchedumbre” asociada con el resto. (Apo. 7:4-10; Juan 10:16) La profecía de Isaías muestra que los que forman la “grande muchedumbre” también tienen que llevar una carga pesada de responsabilidad, pues después de describir la condición del resto restaurado dice que los de la “grande muchedumbre” serían como extranjeros que apacientan los rebaños y como forasteros que sirven de labradores y viñadores. De modo que sea uno de la clase del resto o de esta “grande muchedumbre,” cada uno es responsable al un solo Amo de tomar su lugar en esta organización fértil, dadora de fruto y luego de cumplir con los deberes asignados. Nadie está exento del servicio del Rey. “Cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.”—Isa. 61:4, 5, Mod; Rom.14:4; Gál. 6:5.

      6. ¿Qué lugar de preeminencia y autoridad ocupa Jehová en esta organización?

      6 La sociedad del nuevo mundo forzosamente es y tiene que ser teocrática en su estructura, es decir, gobernada por Dios de arriba abajo. A la mismísima cabeza de la organización, residiendo fielmente en su lugar más legítimo, se encuentra Jehová Dios, el Altísimo y el Soberano más glorioso del universo. “Tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.” En él solo residen los tres ramos del gobierno, el judicial, el legislativo y el ejecutivo. “Porque Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Legislador, Jehová es nuestro Rey.” “Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los mismísimos cielos, y su propia soberanía real ha mantenido dominio aun sobre todo.”—Sal. 83:18; Isa. 33:22, Mod; Sal. 103:19.

      7. Describa algunos de los privilegios especiales de servicio confiados a Cristo Jesús.

      7 Cristo Jesús, el “Hijo unigénito de Dios,” también tiene un lugar muy apropiado en esta estructura del nuevo mundo. Él es el Rescatador y Redentor, “mediante quien tenemos nuestra libertad por rescate, el perdón de nuestros pecados.” También, “él es la cabeza del cuerpo, la congregación. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que llegara a ser el que es primero en todas las cosas.” Además, “tampoco el Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote [de su propia iniciativa], sino que fué glorificado por [Jehová] que habló con referencia a él: ‘Tú eres . . . un sacerdote para siempre a semejanza de Melquisedec.’” Este Rey-Sacerdote está reinando ahora en los cielos como “Rey de los reyes y Señor de los señores,” y como el gran Vindicador de Jehová está cabalgando a la cabeza de todos los ejércitos del cielo, cabalgando hacia la batalla del Armagedón, donde aplastará hasta matar a la inicua organización de Satanás. El gobierno del nuevo mundo de Jehová prometido por mucho tiempo ‘está sobre su hombro y a él se le llama Príncipe de Paz, y del aumento de su gobierno pacífico no habrá fin,’ porque dominará por mil años, restaurando el paraíso en toda su perfección gloriosa. (Col.1:14, 18; Heb. 5:5, 6; Apo. 19:11-16; Isa. 9:6, 7, Mod) ¡Este es el sagrado tesoro de servicio que se le ha confiado divinamente a Cristo Jesús; y ningún enemigo suyo, ni aun el Diablo y todos los demonios de las tinieblas exteriores, pueden quitar a Cristo o echarlo de su lugar en el nuevo sistema de cosas de Jehová!

      UN CUERPO CON MUCHOS MIEMBROS

      8. ¿Cómo se asemeja el cuerpo humano en su estructura a la sociedad del nuevo mundo?

      8 Así como “la cabeza del Cristo es Dios,” de igual manera Cristo, a su vez, “es cabeza de la congregación.” (1 Cor. 11:3; Efe. 5:23) Lógicamente se desprende que no hay muchas organizaciones, ni siquiera dos, debajo de esta jefatura centralizada. Sólo hay una organización teocrática, aunque dentro de esta única estructura hay muchos ramos de servicio y departamentos de trabajo, muchos lugares que han de ser llenados individualmente, y muchas asignaciones de deberes, cada una llevando su propio grado de responsabilidad. Por esto leemos en Efesios 4:4-12: “Un cuerpo hay, y un espíritu, así como ustedes fueron llamados en la sola esperanza a la cual fueron llamados; un Señor, una fe, un bautismo; un Dios y Padre de todas las personas, que es sobre todos y por medio de todos y en todos.” Sólo una organización, sí; no obstante, el versículo once dice: “Y él dió algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como misioneros, algunos como pastores y maestros.” ¿Para qué? Pues, “teniendo como mira el entrenamiento de los santos para la obra ministerial, para la edificación del cuerpo del Cristo,” el un solo cuerpo u organización. Esto también muestra que en la organización cristiana primitiva se hicieron muchos nombramientos, y se hicieron teocráticamente, no democráticamente.—Hech. 10:44, 45, 48; 14:23; 20:28.

      9. ¿Cómo se mantuvo junta la organización cristiana primitiva, y con qué resultados?

      9 A medida que se diseminó el cristianismo durante el primer siglo se establecieron muchas congregaciones en diversas partes del Imperio Romano, pero en vez de llegar a ser organizaciones aisladas e independientes estos grupos diseminados se mantuvieron estrechamente unidos al cuerpo gobernante central en Jerusalén por medio de cartas y por medio de visitas periódicas de representantes viajeros. “Y según [los representantes visitantes] viajaban por las ciudades entregaban a los que estaban allí [las congregaciones locales] para observancia los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad [el cuerpo gobernante central] que estaban en Jerusalén.” Y ¿cuál fué el resultado de que cada uno guardara su lugar en esa organización joven y creciente? El siguiente versículo contesta: “Por lo tanto, verdaderamente, las congregaciones continuaban siendo hechas firmes en la fe y aumentando en número de día en día.”—Hech. 16:4, 5.

      10. Muestre cómo la estructura básica de organización de los testigos de Jehová de hoy concuerda con la que se estableció en el primer siglo.

      10 Separados como estamos de la infancia del cristianismo por unos mil novecientos años, no obstante bajo la jefatura de las mismas Potestades Superiores, Jehová Dios y Cristo Jesús, todavía queda una sola organización teocrática, representada en la tierra hoy día por la única organización patrocinada por Dios y dominada por Dios, la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Aunque la expansión del siglo veinte de esta sociedad cristiana verdaderamente primitiva ha sido fenomenal, no obstante en estructura fundamental concuerda con el modelo divino desplegado en el primer siglo. Como entonces, así ahora en la sociedad moderna de los testigos cristianos de Jehová “Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como él quiso.” (1 Cor. 12:18) Como entonces, así ahora le ha placido a la jefatura divina establecer un cuerpo directivo central, que sirve y gobierna a los testigos de Jehová a través de la tierra. Representando a este cuerpo central hay muchos siervos de sucursal y miles de ministros viajeros que sirven en diversas capacidades como siervos de zona, de distrito y de circuito. Estos representantes, además de visitar a muchos publicadores de las buenas nuevas que se encuentran aislados, sirven regularmente a 16,883 congregaciones organizadas. En estas congregaciones establecidas hay varios siervos nombrados por el cuerpo gobernante central y sus representantes especiales para superentender las actividades locales de los testigos de Jehová.

      11. Describa la unidad global entre los testigos de Jehová. ¿Cómo es posible esto?

      11 El estar organizados así de arriba abajo para concordar con el modelo teocrático ha efectuado una unidad entre el pueblo de Jehová que no se halla en ningún otro grupo sobre la faz de la tierra. En pensamiento y creencia, en doctrina y enseñanza, en actividad y comportamiento y en hábitos y prácticas del vivir hay una unidad entre los testigos de Jehová que salta todas las fronteras geográficas, todas las barreras del idioma y todas las costumbres nacionales y de tribus. Ahora bien, tal unidad y armonía son posibles sólo porque cada uno al andar en su integridad halla su lugar apropiado en esta sociedad y luego cumple fielmente con las responsabilidades que Dios le ha dado.

      12. ¿Cómo hace lugar en la sociedad del nuevo mundo 1 Corintios 12:20-30 para los publicadores de congregación que no son superintendentes?

      12 ¿Son ustedes superintendentes nombrados en una congregación local de esta sociedad del nuevo mundo? Si ustedes están en dicho puesto, el apóstol Pedro dice que es menester que ustedes “pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey.” (1 Ped. 5:2, 3) O ¿es usted una persona que tiene el honor de ser un publicador de congregación sin particulares responsabilidades de superintendencia? Si ése es el caso, usted también tiene un lugar apropiado e importante en el arreglo de cosas de Dios. “Ahora ellos son muchos miembros, aunque un solo cuerpo. El ojo no puede decir a la mano: ‘No tengo necesidad de ti’; o, de nuevo, la cabeza no puede decir a los pies: ‘No tengo necesidad de ustedes.’ Sino que mucho más bien es el caso que los miembros del cuerpo que parecen ser más débiles son necesarios, y las partes del cuerpo que creemos que son menos honorables, a éstas las rodeamos de más abundante honra, . . . Dios compuso el cuerpo, dando honor más abundante a la parte que le faltaba, para que no hubiese división en el cuerpo, sino que sus miembros tuvieran el mismo cuidado los unos de los otros. . . . No todos son apóstoles, ¿verdad? No todos son profetas, ¿verdad? No todos son maestros, ¿verdad? No todos desempeñan obras poderosas, ¿verdad? No todos tienen dones de curaciones, ¿verdad? No todos hablan en lenguas, ¿verdad? No todos son traductores, ¿verdad?”—1 Cor. 12:20-30.

      13. Cuando los jóvenes toman el lugar bueno y saludable provisto entre los testigos de Jehová para ellos, ¿qué responsabilidad tienen que asumir?

      13 En esta sociedad del nuevo mundo que circunda al globo también hay bastante lugar para nuestros hijos y jóvenes. Sus jovencitos por lo tanto deben conocer su lugar y tomarlo. La Biblia menciona a algunos niños del pasado que hicieron justamente tal cosa. Por eso sigan los buenos ejemplos puestos por tales muchachos y muchachas como Samuel, Jeremías, la hija de Jefté, Timoteo y Jesús, para mencionar unos cuantos. Prepárense para mayores privilegios que les serán asignados a ustedes cuando demuestren ser capaces de llevar una carga más pesada de responsabilidad. Con este fin adquieran conocimiento de las Escrituras, mediante estudio personal y mediante estudio de grupo organizado, el cual conocimiento los hará a ustedes sabios para la salvación. Estudien sus asignaciones con anticipación y vengan preparados para participar activamente en las reuniones de congregación. Crezcan a la madurez en sabiduría y entendimiento espirituales no sólo mediante estudio diligente sino también participando en las diversas formas de la actividad ministerial. Participen regularmente en la obra de predicar de casa en casa y en la distribución semanal de las revistas. Aprendan a revisitar apropiadamente a las personas interesadas y a conducir estudios bíblicos de casa con ellas. Muestren respeto apropiado y debido a sus padres así como a los superintendentes en la organización. “Recuerda, ahora, a tu magnífico Creador en los días de tu juventud como hombre.” Ciertamente éste es el lugar, y es un lugar bueno y saludable, para los jóvenes entre los testigos de Jehová. Y, ¡alaben a Jehová!; los jóvenes sabios que hallan este lugar feliz y se mantienen en él no se cuentan entre los delincuentes criminales de este presente sistema inicuo de cosas.—Ecl.12:l.

      ¿ES EL PRECURSORADO EL LUGAR DE USTED?

      14, 15. (a) ¿Hace lugar la sociedad del nuevo mundo también para los precursores y los misioneros? (b) Como misionero precursor, ¿de qué bendiciones y privilegios disfrutó el apóstol Pablo?

      14 A menudo hay precursores y publicadores misionales de tiempo cabal asociados con las congregaciones locales. Ellos también tienen un lugar en esta sociedad de ministros cristianos. Dado que están libres de obligaciones bíblicas que les impidan el servir como ministros de tiempo cabal, buscan primero el reino de Dios en vez de las ocupaciones egoístas y, al igual que el apóstol Pablo, consideran la pérdida de la posición mundana y los lujos materiales como si fuesen basura o desperdicios ordinarios. —Mat. 6:25-34; Fili. 3:8.

      15 Deténgase y considere cuán privilegiado hombre fué el apóstol Pablo. El fué el “apóstol más notable” para las naciones gentiles. Viajó a través de una extensión considerable del Imperio Romano, visitando muchos lugares y estableciendo muchas congregaciones. Además Pablo tuvo el privilegio de escribir más de las Escrituras Cristianas Griegas que cualquier otro. En Atenas dió testimonio delante de los más distinguidos filósofos y hombres instruídos de su día. También testificó delante del Tribunal Supremo de Jerusalén, el Sanedrín judío. Tuvo el privilegio de predicar las buenas nuevas acerca de Cristo Jesús, el Gobernante del nuevo mundo, ante tales gobernantes del viejo mundo como los gobernadores Félix y Festo, el rey Agripa, y con el tiempo ante el Tribunal Imperial del emperador romano Nerón. Pablo disfrutó de todos estos privilegios y bendiciones y muchos más cuando como precursor cruzó el umbral que separa el servicio de tiempo parcial del ministerio de tiempo cabal.

      16. (a) ¿Pueden ingresar todos en el servicio de precursor? (b) ¿Cómo muestra la ilustración de Jesús el peligro de estar tan preocupado con asuntos personales que uno se pierda el privilegio de ser precursor?

      16 Esa misma puerta abierta de oportunidades se halla delante de los miembros de la sociedad del nuevo mundo hoy día. Pero algunos creen que no pueden ingresar en las filas de los precursores porque tienen niños pequeños u otras personas que dependen de ellos, o porque se encuentran en una condición delicada de salud. Otros creen que están tan excesivamente abrumados con obligaciones financieras que tienen que cumplir que les es imposible ser precursores. Por otra parte, hay muchísimas personas asociadas con los testigos de Jehová que profesan estar dedicadas plenamente al servicio de Dios y que están libres de imprescindibles obligaciones bíblicas; no obstante, por una excusa u otra, tratan de eludir el asumir la responsabilidad que acompaña al precursorado. ¿No puede decirse que estas personas están fuera de su lugar apropiado en la sociedad del nuevo mundo? ¿No están fuera de órbita, vagando sin preocupaciones fuera de curso, procurando permanecer libres de las restricciones y la rutina del servicio de precursor de tiempo cabal? Esta ciertamente es una manera insensata y peligrosa de proceder, pues se asemeja a la actitud que tuvieron los de la ilustración de Jesús que se excusaron para no concurrir a un banquete especial simplemente porque habían comprado un campo o unos bueyes o porque se habían casado. Ahora bien, ¿no era el lugar apropiado para esos invitados el estar a la mesa del banquete? Y, ¿no fueron sus excusas sumamente pequeñas y triviales? ¡Con razón se encendió la ira del amo de casa contra los inventores de excusas que estaban tan preocupados con los intereses egoístas que rechazaron esta sobresaliente oportunidad! Cierto, les hubiese causado alguna molestia el cancelar, posponer o volver a arreglar sus asuntos personales a fin de aceptar la invitación especial. Pero, ¡qué excelentes gozos y bendiciones habrían tenido si sólo hubiesen hecho lugar en su vida para el privilegio extraordinario que se les ofreció! —Luc. 14:16-24.

      17. ¿Cuál fué la actitud del precursor Pablo para con su ministerio?

      17 Lo mismo es cierto de la oportunidad del servicio de tiempo cabal que se ofrece hoy día a los que están libres para aceptarla. No es fácil ser precursor. Tal vez sea necesario cancelar programas personales, por ejemplo, una educación de colegio superior o una carrera especializada, a fin de dar lugar al servicio de precursor de tiempo cabal en la vida de uno. Hay que vencer muchos obstáculos y mucha oposición. Pablo tuvo que salvar obstáculos semejantes a fin de cruzar el umbral y entrar en el ensanchado campo de actividad como precursor. “Una puerta grande,” dice él, “que conduce a la actividad se me ha abierto, pero hay muchos opositores.” Otra vez este siervo de tiempo cabal del Señor Dios escribió: “¿Quién nos separará del amor del Cristo? ¿La tribulación o la angustia o la persecución o el hambre o la desnudez o el peligro o la espada?” Si Pablo estuviese hoy día en la tierra tal vez agregaría: ‘¿Nos impedirán el materialismo y los lujos de esta época de modo que no demostremos nuestro amor a Dios en el servicio de tiempo cabal?’ Positiva y potentemente él contesta todas esas preguntas, diciendo: “Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni gobiernos ni cosas aquí ni cosas por venir ni poderes ni altura ni profundidad ni ninguna otra creación podrá separamos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.” Cualquier otra “creación” incluiría no sólo a las criaturas animadas sino también a todos los inanimados lujos y cosas innecesarias de esta civilización moderna, cosas que los que tienen la misma actitud mental que Pablo no permiten que les impidan demostrar su amor a Dios hasta el grado pleno de su habilidad.—1 Cor. 16:9; 2 Cor. 4:7-11; Rom. 8:35-39.

      18. ¿Es posible que uno tenga hoy día la misma tranquilidad de ánimo y contentamiento que Pablo poseyó?

      18 Ciertamente la tranquilidad de ánimo y el contentamiento que Pablo tuvo y su gozo y felicidad en la vida no sufrieron a causa de las privaciones que él experimentó. La pérdida personal que sufrió de muchas de las comodidades de la vida no enfrió ni apagó su ardor y celo. Sus escritos rebosan de entusiasmo y optimismo a medida que insta a otros a seguirlo en su manera de vivir semejante a la de Cristo. Nunca se quejó cuando fué necesario que trabajara tiempo parcial en su oficio seglar a fin de mantenerse en el ministerio apostólico. Usted también puede participar de bendiciones semejantes a aquellas de que Pablo y otros disfrutaron, si también emprende los mismos privilegios de servicio que ellos emprendieron.

      19. Al asegurarnos de que hallamos nuestro lugar apropiado en la sociedad del nuevo mundo, ¿cómo deberíamos interrogarnos?

      19 Interróguese usted mismo para ver si ha hallado usted su lugar apropiado de servicio en la sociedad del nuevo mundo. ¿Tiene usted responsabilidades de familia que le estorben e impidan de modo que no pueda participar en el servicio de precursor? Si es así, las Escrituras dicen que usted certísimamente tiene que atender a tales responsabilidades. (1 Tim. 5:8) ¿O está usted libre de legítimas obligaciones bíblicas, libre para entrar por la puerta grande que conduce a la actividad del precursorado? ¿Está usted anuente y ansioso de ser un misionero y de viajar a tierras extranjeras y servir allí donde la necesidad es grande? Puede que usted tenga la buena voluntad y el deseo pero carezca de salud física para ir a campos extranjeros de servicio. Hay gran necesidad de ministros de tiempo cabal en todo país de la cristiandad. Las naciones llamadas cristianas necesitan misioneros cristianos tanto como el resto del mundo. Hay muchos territorios aislados entre la gente que habla su propio idioma donde hay necesidad urgente de más precursores. Su congregación local sin duda necesita más ministros de tiempo cabal para alimentar, entrenar y cuidar en debida forma de las “otras ovejas” que están congregándose en grandes números dentro de la sociedad del nuevo mundo. Ahora bien, si su lugar apropiado en esta organización de asignaciones variadas es el de precursor o misionero de tiempo cabal, entonces ciertamente es incorrecto e insensato el que usted permita que las zozobras y las ansiedades del sistema de cosas del viejo mundo le impidan a usted ocupar su lugar legítimo.

      20. ¿A qué se debe la urgencia ahora de hallar y mantener uno su lugar en la constelación de la sociedad del nuevo mundo?

      20 Jehová Dios tiene un lugar para cada uno de nosotros en su organización, así como tiene un lugar para los cuarenta trillones de estrellas del espacio. Bajo Jehová y Cristo, para los del resto y las “otras ovejas,” para los siervos nombrados y para los publicadores de congregación, para los ancianos y para los jóvenes en años, para los ministros de tiempo parcial y para los de tiempo cabal—sí, verdaderamente, en esta sociedad del nuevo mundo sumamente organizada hay un lugar asignado apropiadamente para todos y cada uno. Por lo tanto es sumamente importante que todo individuo vivo halle su lugar apropiado rápidamente en esta asociación. Tampoco es menos importante, como el siguiente artículo lo muestra, el que, habiendo hallado uno su lugar en la constelación de la sociedad del nuevo mundo, permanezca fielmente en ella si espera sobrevivir al Armagedón y vivir para siempre en paz y felicidad eternas.

  • ¡Cuídese para que no pierda su lugar!
    La Atalaya 1959 | 1 de enero
    • ¡Cuídese para que no pierda su lugar!

      “Que el que cree que tiene una posición firme se cuide para que no caiga”—1 Cor. 10:12.

      1. ¿Existe la posibilidad peligrosa de perder uno su lugar en la sociedad del nuevo mundo?

      UNA cosa es hallar una perla de valor muy grande. Otra cosa muy diferente es no perderla. Fué una cosa el que Adán y Eva se encontraran en el jardín edénico de perfección; fué otro asunto el que demostraran ser dignos de permanecer en él para siempre. Como se indicó en el artículo anterior, es importante que la gente halle y tome su lugar apropiado en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová sin demora. Pero una vez que está en él, le llega a ser aún más urgente a cada uno el mantener ese lugar preciado fiel y lealmente. Expresado de otra manera, el asunto no es tanto quién entra en la verdad como quién permanece en la verdad, porque no hay tal cosa como “una vez salvo siempre salvo.” El caso del apóstol Pablo se halla a propósito. Casi inconcebible es que una persona como el apóstol llegase a perder su lugar, no obstante él vió siempre presente el peligro de que eso sucediera. Para impedir que ocurriese tal cosa calamitosa él dijo: “Trato mi cuerpo severamente y lo guío como a un esclavo, para que, después de haber predicado a otros, yo mismo no sea desaprobado de algún modo.” Nos será provechoso prestar atención a su amonestación.—1 Cor. 9:27.

      2. Indique algunas cosas que han hecho tropezar a otros, derribándolos.

      2 Ciertas precauciones, si se toman, servirán de defensas para que uno no pierda su lugar privilegiado en la sociedad del nuevo mundo. Una medida protectora con este fin es el observar y evitar los errores y peligros en los cuales otros han tropezado y caído. “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a esconderse, pero el inexperto ha pasado de largo y tiene que sufrir el castigo.” (Pro. 22:3) De modo que, para mantener su lugar fielmente, no siga el derrotero inicuo de Satanás el Diablo. El permitió que la iniquidad, es decir, lo que es contrario a ley y la rebelión contra la organización de Jehová, se arraigara en su corazón. No desafíe usted abierta o secretamente el conducto de comunicaciones de Jehová, como Coré, Datán y Abiram lo hicieron, no sea que la tierra se lo trague y usted pierda su lugar entre los que vivirán en el nuevo mundo. No cometa usted secretamente el pecado de Acán al procurar ganar botín material por medios que los mandamientos de Jehová prohiben. (1 Tim. 6:9) La confesión de Acán cuando fué atrapado con los efectos se hizo demasiado tarde para impedir su expulsión de la congregación de Dios. No mienta usted a Jehová o a sus siervos nombrados como Ananías y Safira mintieron, no sea que desaparezca usted de su lugar tan rápidamente como ellos cayeron muertos. No se haga hipócrita y traicione la organización de Dios a los comunistas impíos u otras agencias de la organización del Diablo, como Judas Iscariote hizo. Eso también es suicidarse. Todos estos individuos insensatos perdieron el lugar que tenían en la organización teocrática. (Eze. 28:13-15; Isa. 14:12-14, Mod; Núm. 16:1-35; Jos. 7:1-26; Hech. 5:1-11; Mat. 27:3-5) Ni siquiera afloje el paso y mire atrás. “Recuerden la esposa de Lot,” porque ella también perdió tanto su lugar como su vida cuando aflojó el paso y miró atrás. Por lo tanto, esté en guardia y ande con cautela, para que no tropiece en algún obstáculo imprevisto, pierda su estabilidad y caiga del favor de Dios. “Que el que cree que tiene una posición firme se cuide para que no caiga.”—Luc. 17:32; 1 Cor. 10:12.

      3. ¿Qué ejemplos animadores tenemos de los que mantuvieron con constancia su lugar?

      3 En vez de seguir el derrotero de los que perdieron su lugar en el arreglo de cosas de Jehová, es mucho mejor imitar los ejemplos virtuosos de los que permanecieron inmovibles prescindiendo de lo que los golpeó a modo de pruebas dolorosas y tentaciones seductoras. Tenemos una grande nube de estos ejemplos inspiradores rodeándonos, y el apóstol Pablo hace mención de varios en el capítulo once de Hebreos. El principal de tales testigos fieles fué Cristo Jesús; ¡y qué ejemplo perfecto es él de uno que mantuvo con constancia su lugar! “Miramos atentamente al caudillo y perfeccionador de nuestra fe, Jesús. Por el gozo que fué puesto delante de él aguantó el madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Sí, consideren atentamente a aquel que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de los intereses de ellos mismos, para que no se vayan a cansar y se rindan en su alma.”—Heb. 12:2, 3.

      4. ¿Qué textos bíblicos muestran que Jehová exige obediencia de todos nosotros?

      4 Concerniente a Jesús, este perfecto guardador de su lugar, está escrito: “Aunque era Hijo, aprendió la obediencia de las cosas que padeció.” Si fué necesario en el arreglo sapientísimo de cosas de Jehová probar si su Hijo perfecto y unigénito mantendría o no obedientemente su lugar bajo tensión, cuánto más debemos ser probados nosotros, que “éramos insensatos, desobedientes, siendo descarriados, siendo esclavos a muchos deseos y placeres.” (Heb. 5:8; Tito 3:3) La obediencia a Jehová es un requisito principal de los que mantienen su lugar, y el fiel Samuel puso de relieve esto cuando el orgulloso rey Saúl en desobediencia se salió de lugar. “¡Mira! el obedecer es mejor que un sacrificio, el prestar atención que el sebo de carneros.” (1 Sam. 15:22) “Escuchad mi voz,” Jehová mismo manda, “y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo; y andad en todo el camino que os he ordenado, para que os vaya bien.” Esa es la única manera de permanecer dentro de la organización cuyo Dios es Jehová; y esto explica por qué el Israel desobediente como nación se desvió tanto que al fin fué eliminado completamente. El triste comentario histórico lee: “Mas ellos [los de la nación de Israel] no escucharon, ni inclinaron a mí su oído: sino que anduvieron en sus propios consejos, y en la dureza de su depravado corazón; y se han ido hacia atrás y no hacia adelante.”—Jer. 7:23, 24, Mod.

      5. ¿Cómo podemos evitar el desastre que le sobrevino al Israel antiguo?

      5 Si el Israel espiritual, representado hoy por los del resto, junto con sus compañeros de buena voluntad, han de evitar el desastre que alcanzó al antiguo Israel, entonces tienen que ser obedientes a las “autoridades superiores,” Jehová Dios y Cristo Jesús. También tienen que mostrar el debido respeto a la junta administrativa central, a los representantes viajeros de esa junta, así como a los superintendentes de las congregaciones locales. “Que los de mayor edad que presiden de manera correcta sean considerados dignos de doble honra, especialmente los que trabajan con ahinco en hablar y enseñar.” “Acuérdense de aquellos que los están gobernando, los cuales les han hablado la palabra de Dios a ustedes, y al contemplar los resultados de su conducta imiten la fe de ellos. Sean obedientes a aquellos que los están gobernando [llevando la delantera entre ustedes] y sean sumisos, porque ellos están vigilando por sus almas como los que han de dar cuenta.” “De igual manera, ustedes, hombres de menor edad, estén en sujeción a los hombres de mayor edad.”—1 Tim. 5:17; Heb. 13:7, 17; 1 Ped. 5:5.

      6. ¿Es posible que los que están en países comunistas tengan un lugar en la sociedad del nuevo mundo?

      6 El ponerse de buena gana en sujeción y de buena gana obedecer apropiadamente a la autoridad constituída no es cosa que hallan difícil de hacer los que mantienen su lugar apropiado en la sociedad del nuevo mundo; pero a veces los testigos de Jehová se hallan obligados contrario a su voluntad a estar en sujeción a la autoridad irrazonable y a los que son “difíciles de agradar,” como, por ejemplo, en los campos de esclavos comunistas. Pero si, a causa de una buena “conciencia hacia Dios,” ellos sufren gran aflicción y aguantan bajo cruel persecución ciertamente continuarán adhiriéndose firmemente a su acariciado lugar en la sociedad del nuevo mundo a pesar del hecho de que estén aislados de modo que no puedan disfrutar directamente de compañía y no tengan comunicación con sus hermanos y hermanas de otras partes del mundo. Realmente, en su sufrimiento por lo que es recto y verdadero ellos sólo están siguiendo cuidadosamente las pisadas de Cristo Jesús su Modelo perfecto.—1 Ped. 2:18-21.

      7. ¿Qué cualidad tienen que mostrar que tienen los superintendentes, y por qué?

      7 Los superintendentes y “aquellos que los están gobernando,” a quienes los miembros de las congregaciones están en sumisión, tienen que mantener ellos mismos su lugar apropiado en la organización. Tienen que ser humildes de ánimo y actitud, no mandones o dictatoriales en su tratamiento de otros, no presuntuosos delante de Dios. Más bien, tienen que tener la misma actitud mental que siempre ha tenido el Líder y Comandante del pueblo de Dios, porque dice el apóstol: “Retengan en sí mismos esta actitud mental que también estaba en Cristo Jesús, quien, aunque estaba existiendo en forma de Dios, no dió consideración a un arrebatamiento, a saber, que debía ser igual a Dios. No, sino que se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y vino a estar en la semejanza de los hombres. Más que eso, cuando se halló en forma de hombre, [además] se humilló y se hizo obediente hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento.”—Fili. 2:5-8.

      MANTENGA SU LUGAR DANDO FRUTO

      8. ¿Qué ilustración notable dió Jesús que muestra lo necesario que es mantener uno su lugar asignado en la organización de Dios?

      8 Este magnífico ejemplo de obediencia y sumisión fieles, Cristo Jesús, dió una ilustración muy adecuada de cómo los que son injertados en esta sociedad que da fruto deben mantener sus lugares respectivos. “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el cultivador,” dijo él. Ahora, “toda rama en mí que no produce fruto él la quita, y toda la que produce fruto él la limpia, para que produzca más fruto.” Subrayando más lo necesario que es adherirse uno firmemente a su lugar, Jesús continúa: “Permanezcan en unión conmigo, y yo en unión con ustedes. Así como el sarmiento no puede llevar fruto por sí mismo a menos que permanezca en la vid, así tampoco pueden ustedes, a menos que permanezcan en unión conmigo. Yo soy la vid, ustedes son los sarmientos. El que permanece en unión conmigo, y yo en unión con él, éste es el que produce mucho fruto, porque separados de mí ustedes no pueden hacer absolutamente nada.” Note, ahora, las consecuencias terribles que le sobrevienen a cualquiera que quiere salirse con las suyas al hacer las cosas y no está en unidad con la Cabeza y otros en la organización. “Si alguien no permanece en unión conmigo, es arrojado fuera como un sarmiento y es secado, y los hombres recogen esos sarmientos y los lanzan en el fuego y se queman.”—Juan 15:1-6.

      9. (a) ¿Cómo debe uno responder a la corrección? (b) ¿Qué juicio divino aguarda a los que sólo producen espinas y abrojos en vez de fruto del Reino?

      9 Esta ilustración apta muestra que si algunos en la organización se hacen flojos o descuidados en su producción de fruto del Reino son ‘limpiados’ o ‘podados’ con la verdad para que lleguen a ser más productivos. (Juan 15:2, 3) Por eso cuando uno recibe corrección, en vez de ofenderse y rebelarse contra la organización es mucho más prudente el que uno se mantenga en su lugar y produzca aún más fruto, pues los descontentos son echados fuera. Describiendo la destrucción ardiente que les aguarda a los que apostatan de su lugar en la organización sagrada semejante a vid de Jehová, está escrito: “Porque es imposible tocante a los que de una vez por todas han sido iluminados y que han probado el don gratuito celestial y que han llegado a ser participantes del espíritu santo y que han probado la palabra correcta de Dios y los poderes del venidero sistema de cosas, pero que han apostatado, revivificarlos de nuevo al arrepentimiento, porque empalan al Hijo de Dios otra vez para sí mismos y le exponen a vergüenza pública. Por ejemplo, la tierra que embebe la lluvia que a menudo viene sobre ella y . . . [luego] produce espinas y abrojos, se rechaza y . . . termina por ser quemada.”—Heb. 6:4-8.

      10. (a) ¿Cómo debemos vestir la desnudez de nuestra imperfección? (b) ¿Por qué es la “humildad de mente” una virtud tan grande?

      10 Además de estos muchos ejemplos e ilustraciones también hay mucho consejo directo en las Escrituras, el cual, si se sigue, ayudará a cada uno en la sociedad del nuevo mundo a mantenerse en su lugar. Dado que nacimos en pecado y fuimos formados en lo que es contrario a ley, nuestras disposiciones, por naturaleza, son algo repugnantes. Por lo tanto debemos cubrir la desnudez de nuestra imperfección, y las Escrituras sugieren la ropa apropiada que usar. “Como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos afectos de la compasión, la bondad, la humildad de mente, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen tolerándose y perdonándose mutuamente sin reserva si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová sin reserva los perdonó, así háganlo también ustedes.” “La humildad de mente” o sumisión es una gran virtud. No dejará que uno se vuelva fanfarrón, orgulloso o que se exalte a sí mismo a causa de educación superior o de mejor posición económica o social o a causa de un puesto presumiblemente superior en la organización. Debemos recordar que “no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos nobles; sino que Dios escogió las cosas insensatas del mundo, para avergonzar a los sabios, y Dios escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes; y Dios escogió las cosas innobles del mundo y las cosas despreciadas, las cosas que no son, para anonadar las cosas que son.” ¿Por qué? Pablo recalca la importancia de la humildad cuando responde: “con el fin de que ninguna carne se jacte a la vista de Dios.” —Sal. 51:5; Col. 3:12, 13; 1 Cor. 1:26-29.

      MANTENIDOS EN SU LUGAR POR EL VÍNCULO DE AMOR

      11. ¿Qué vínculo especial mantiene juntos a los cristianos verdaderos?

      11 ¡Cuán hermosas vestiduras—afectos tiernos, bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia! Pero éstas no bastan para cubrir nuestra imperfección. El apóstol agrega todavía otra prenda de este traje que tienen que usar todos los que son identificados con la sociedad que es nueva y completamente diferente del presente sistema de egoísmo y codicia. “Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unidad.” Sí, en verdad, el amor primero a Jehová y a Cristo Jesús, y el amor también de unos a otros, es un vínculo que nos identificará y nos mantendrá firmemente en la organización de Dios.—Col. 3:14; Juan 13:34, 35.

      12. Al andar ordenadamente, ¿qué prácticas tienen que evitar los de la sociedad del nuevo mundo?

      12 Debido a que cada uno se adorna con estas cualidades piadosas no se envidian unos a otros ni codician el lugar y puesto al que otro está asignado. No hay competencia entre los de la sociedad del nuevo mundo. La cooperación, no la competencia, se cuenta entre los principios elevados de la organización de Dios. Tampoco hay lugar para personalidades presumidas o prácticas egotistas entre los testigos de Jehová, pues si alguno procediera de tal manera estaría andando en desacuerdo, andando desordenadamente, y por lo tanto fuera de armonía con las instrucciones teocráticas. “Si estamos viviendo por espíritu, continuemos andando ordenadamente también por espíritu. No nos hagamos egotistas, provocando competencia unos con otros, envidiándonos los unos a los otros.” “Hagan pleno mi gozo en que ustedes son de la misma mente y tienen el mismo amor, estando unidos en alma, teniendo en mente un solo pensamiento, no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción o egotismo, sino considerando con humildad de mente que los demás son superiores a ustedes, vigilando, no con interés personal sólo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás.”—Gál. 5:25, 26; Fili. 2:2-4.

      13. ¿Hay lugar para los calumniadores y entremetidos en esta organización teocrática?

      13 Esta cooperación útil que se recomienda entre los miembros de la sociedad del nuevo mundo ciertamente no es aconsejar ni dar lugar o derecho a los individuos a entremeterse en los asuntos de otras personas. En verdad, si alguien se entremetiera, si se ingiriera en lo ajeno y de manera contraria a la Biblia se interesara en los asuntos privados de otros, dicha persona estaría fuera de lugar y estaría andando enteramente fuera de orden. ¿No reprende este mismo escritor a las personas que andan “vagando” como “chismosas y entremetidas en asuntos ajenos”? ‘Tengan como mira suya el vivir quietos y el ocuparse de sus propios asuntos . . . para que estén andando decentemente.’ “Porque oímos que algunos andan desordenadamente entre ustedes, no haciendo ningún trabajo pero entremetiéndose en lo que no les atañe.” (1 Tim. 5:13; 1 Tes. 4:11, 12; 2 Tes. 3:11) El apóstol Pedro hasta clasifica a los que se entremeten en lo ajeno con los ladrones y los asesinos, y las Escrituras dicen que el lugar para los asesinos y los que los acompañan está completamente fuera del sistema de cosas del nuevo mundo.—1 Ped. 4:15; Apo. 22:15.

      14. La cooperación mutua resulta en ¿qué beneficios saludables?

      14 Por eso la cooperación útil que existe entre los testigos de Jehová es una fuerza saludable, confortadora y fortalecedora que ayuda mutuamente a los fuertes y a los débiles. Es muy parecida a la ayuda que los miembros individuales del cuerpo humano se proveen mutuamente para que todos puedan retener su lugar orgánico en el cuerpo. “Crezcamos mediante el amor en todas las cosas en él quien es la cabeza, Cristo. De él todo el cuerpo, mediante el estar trabado armoniosamente y hecho para cooperar por medio de cada coyuntura que suministra lo que se necesita, de acuerdo con el funcionamiento de cada miembro respectivo en la debida medida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.”—Efe. 4:15, 16.

      15. (a) ¿A qué grado tiene que haber unidad en asuntos de doctrina y enseñanza? (b) ¿Qué ejemplo amonestador hallamos en el caso de María?

      15 Esta cooperación por parte de cada uno en esta organización semejante al cuerpo no es simplemente en asuntos físicos en las reuniones de congregación o en ayudarse mutuamente para participar en la actividad de predicación pública. También incluye una unión armoniosa con la Cabeza de la organización en asuntos espirituales de doctrina y enseñanza. “Los exhorto, hermanos, por medio del nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos ustedes deben hablar de acuerdo, y que no debe haber divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos con la misma mente y con la misma forma de pensar.” No puede haber divisiones en creencias y enseñanza de las verdades bíblicas. Por lo tanto, si alguno en la organización se constituyera expositor de doctrinas nuevas y extrañas no fundadas en las Escrituras reveladas, y en oposición a lo que el Señor Dios ha puesto de manifiesto por medio de su organización teocrática, entonces esa persona estaría enteramente fuera de lugar, tan fuera de lugar como la leprosa María lo estuvo cuando fué puesta en cuarentena fuera del campamento de Israel porque trató de causar una división en esa sociedad teocrática de hace mucho tiempo.—1 Cor. 1:10; Núm. 12:1-16.

      16. Para permanecer en el servicio activo como “esclavos” de Jehová y de Cristo, ¿qué tenemos que hacer?

      16 Servicio útil a las “autoridades superiores,” Jehová Dios y Cristo su Rey, también se exige de todos los que mantienen sus lugares. “Sean esclavos de Jehová,” dicen las Escrituras. “Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres, porque ustedes saben que es de Jehová que recibirán la debida recompensa de la herencia.” Los que son esclavos voluntarios de Jehová también son “esclavos [voluntarios] del Señor Cristo.” (Rom. 12:11; Col. 3:23, 24) A éstos este Amo amoroso extiende la invitación: “Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, . . . Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” Aquí, entonces, ustedes los miembros de la sociedad del nuevo mundo, es donde está su lugar apropiado—bajo el yugo fácil de servicio de Cristo, halando con él y con su organización. No hay lugar en esta organización teocrática para los que se retraen y que tienen que ser aguijoneados, o para los que de mala gana y perezosa y lentamente arrastran los pies moviéndose sin entusiasmo, o para los que obran independientemente y obstinadamente quieren salirse con la suya. Los esclavos voluntarios de Jehová son y tienen que ser trabajadores industriosos, trabajadores voluntarios, trabajadores diligentes, que gozosa y alegremente se asocien con Cristo Jesús y unos con otros y apliquen su mente y cuerpo y todos sus talentos y energías físicas a adelantar los intereses del Reino. Eso es lo que Jesús hizo, y los testigos de Jehová hoy día tienen el privilegio de ser “substitutos por Cristo.”—Mat. 11:29, 30; 2 Cor. 5:20.

      17. ¿Qué se requiere de todos los que mantienen su lugar cuando se trata de aguante y de guardar los pactos?

      17 “Ningún hombre que ha puesto la mano en el arado y mira a las cosas atrás, es muy apto para el reino de Dios.” Así expresó Jesús un principio importante, a saber: el aguante es lo que gana. El aguante se requiere de todos los que hayan de retener su lugar en la sociedad del nuevo mundo. “El que haya perseverado hasta el fin es el que será salvo.” “Pruébate fiel aun bajo peligro de muerte, y te daré la corona de la vida.” (Luc. 9:62; Mat. 24:13; Apo. 2:10) Una vez que aceptamos las responsabilidades que acompañan a un nombramiento teocrático, se requiere que nos adhiramos fielmente a esa asignación. Nunca sea usted un desertor, porque Jehová desaprueba a los desertores y son quitados del lugar a que han sido nombrados. Demas fué un desertor, uno que abandonó sus privilegios teocráticos, simplemente porque “amó el presente sistema de cosas.” Judas Iscariote fué otro desertor y perdió toda esperanza de volver a un lugar de vida. Fué después que este infiel había sido despedido de la última cena pascual que Jesús dijo a los once fieles que quedaban: “Ustedes son los que han permanecido conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.” Puesto que los quebrantapactos y los “falsos a los acuerdos,” por ser desertores, “son merecedores de la muerte,” el guardar los pactos llega a ser un asunto importantísimo.—2 Tim. 4:10; Luc. 22:28, 29; Rom. 1:31, 32.

      18. De modo que, ¿cuáles son los resultados provechosos de mantener nuestro lugar apropiado en la sociedad del nuevo mundo?

      18 Por lo tanto, ustedes los de la sociedad del nuevo mundo, todos ustedes, con aguante pruébense fieles a sus votos de dedicación. Continúen “manteniendo firmemente asida la palabra de vida.” Nunca la suelten y nunca perderán su lugar. Y manteniendo su lugar ahora en la sociedad del nuevo mundo, ustedes probarán que son dignos de vivir para siempre, ya sea asociados con Cristo Jesús en los cielos, o aquí sobre la tierra bajo condiciones edénicas de perfección—todo para su bendición y prosperidad eternas y, sobre todo, ¡para la honra y gloria y vindicación de la santísima Palabra y el santísimo nombre de Jehová!—Fili. 2:16.

  • Preguntas de los lectores
    La Atalaya 1959 | 1 de enero
    • Preguntas de los lectores

      ● ¿Será sólo asunto de verbosidad o exageración o será despectivo para con Jehová el que nos refiramos a él como Jehová Dios?

      Evidentemente se hace esta pregunta porque Jehová es el nombre exclusivo del Creador del cielo y la tierra, y Dios es su título como Creador; según leemos en Génesis 1:1: “En el principio Dios creó los cielos y la tierra.” Es verdad que el nombre Jehová identifica inmediatamente quién es él, pero no es raro en las Escrituras el que se designe a una persona por su nombre y que también se añada su título. Como ejemplo de esto podemos considerar al mismo Hijo unigénito de Dios. Muchas veces en la Santa Biblia se le llama Jesucristo. Jesús es el nombre personal que se le dió al Hijo de Dios en la tierra como hombre; y Cristo es el título, que significa el Ungido, el cual se le confirió inmediatamente después que fué bautizado en el río Jordán y Dios derramó su espíritu santo sobre él, de ese modo ungiéndolo.

      Ah, pero puede que alguien levante la objeción de que el nombre Jesús no es exclusivamente del Hijo de Dios. “Jesús” es la manera en que los griegos pronunciaban el nombre hebreo Josué, el cual es la forma abreviada del nombre más largo Jehoshua, que significa “Jehová es salvación.” El nombre del sucesor del profeta Moisés fué Josué, hijo de Nun; y en el libro a los Hebreos (que originalmente fué escrito en griego) el autor inspirado al referirse a este Josué lo llama Jesús. Hoy también, en la América latina, hay muchos hombres que se llaman Jesús. De modo que para distinguir a Jesús el Hijo de Dios de todos estos otros hombres, que antigua y modernamente se han llamado Jesús, hay que designarlo como Jesucristo, Jesús el ungido de Dios.

      Pero no puede decirse que esto es cierto del nombre de Jehová, a saber, que se haya dado este nombre a muchos hombres. Ese es el nombre que Dios se dió a sí mismo y que es exclusivamente suyo. No se le da a ninguna de sus criaturas en el universo. El nombre de algunas de éstas tal vez incluya el nombre Jehová en una combinación, pero ni una de estas personas se llama por el solo nombre Jehová. Así que ese nombre Jehová es la designación exclusiva que aplica al único Dios vivo y verdadero. Y cuando se pronuncia el nombre Jehová automáticamente significa Dios, Creador de los cielos y de la tierra.

      Esa es una declaración verídica. A pesar de ese hecho, el que usemos la expresión Jehová Dios para designarlo no sería despectivo para con el Creador del cielo y de la tierra. ¿Por qué no? Porque la Biblia, inspirada por el Creador mismo, usa esa expresión muchas veces, comenzando con Génesis 2:4, donde leemos: “Esta es una historia de los cielos y la tierra al tiempo de ser creados, en el día que Jehová Dios hizo tierra y cielo.”

      Pero algunos tal vez se opongan, diciendo que el título “Dios” fué insertado después del nombre Jehová por algún desconocido que redactó los manuscritos bíblicos más tarde. Quizás éstos se refieran al hecho de que la palabra “Dios” aparece sola en todo el primer capítulo de Génesis en conexión con el registro acerca de la creación terrenal, y que el nombre Jehová no aparece sino hasta el segundo

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