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Predicando en toda la Tierra habitadaLa Atalaya 1963 | 15 de enero
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principales de Brooklyn en 1961, 3,638 estudiantes de 95 países habían completado su curso de cinco meses y habían sido enviados a más de 100 países diferentes. Dieron principio a la obra de predicación en muchos de estos lugares, y en el curso de los años se unieron a ellos literalmente millares de ministros compañeros que respondieron al mensaje.
Ahora la Escuela de Galaad en Brooklyn tiene un curso de diez meses por medio del cual está entrenando a ministros maduros a cuidar de esta organización grande de predicadores que ha sido edificada en otros países. De esta manera la organización mundial de testigos de Jehová está dirigida en armonía con las Escrituras y el modelo que se sigue en las oficinas principales. Estos hombres también están recibiendo instrucción práctica y experiencia en todos los rasgos de la imprenta para que las fábricas que hay en otros países funcionen eficazmente.
En 187 países a través del mundo los testigos de Jehová predican un solo mensaje unido concerniente al reino de Dios. El crecimiento de esta obra de predicación y cómo se lleva a cabo resultarán ser interesantes para usted, porque aunque el mensaje es el mismo, las costumbres de la gente y la manera en que la gente reacciona al mensaje a menudo son muy diferentes.
EURASIA
La Europa asolada por la guerra ha sido un campo fértil para la predicación de las buenas nuevas del Reino, mientras que en Asia el progreso ha sido más lento debido a la esclavitud de los pueblos a tradiciones paganas arraigadas profundamente que hacen difícil que la verdad bíblica sea aceptada. Aunque en el año bélico de 1942 solo hubo 22,796 testigos de Jehová en trece países en Europa y 406 ministros en seis países asiáticos, diez años más tarde el número combinado había aumentado por cerca de siete veces, a 161,141 en cuarenta y tres países. Desde entonces el número de predicadores del reino en Europa y Asia ha aumentado a lo doble, pasando de 349,000, y están activos en ambos lados de la Cortina de Hierro.
En diez países detrás de la Cortina de Hierro más de 120,000 testigos de Jehová están ocupados predicando el mensaje del reino de Dios, y para muchos esto ha resultado en encarcelación y muerte. Cuatro de los estudiantes que asistieron a la clase de Galaad de 1962 habían pasado un total de veinticinco años en prisiones comunistas; no obstante, continuaron estudiando y predicando. Uno de ellos dijo de qué manera hicieron esto: “Durante nuestra marcha de quince minutos en el patio de la prisión cada día susurrábamos al preso que iba adelante de nosotros cuando el guardia no miraba. Sabíamos que si éramos descubiertos eso querría decir tres semanas de aislamiento absoluto. Mas la predicación tenía que hacerse y por eso usábamos este método para hacerla. Realmente nuestros hermanos eran un problema para los guardias de la prisión. Sabían que si nos ponían juntos estudiaríamos todo el día, y que si nos separaban predicaríamos a todos los que fuera posible.”
En la Europa occidental la obra de predicación se hace libre de la restricción que se encuentra detrás de la Cortina de Hierro, y está aumentando maravillosamente. A medida que la gente y las autoridades se familiarizan mejor con lo que los testigos de Jehová están haciendo, escuchan su mensaje, y tienen gusto en que ellos celebren asambleas en sus ciudades. Por ejemplo, en Holanda, donde después de la guerra a los testigos de Jehová generalmente se les miraba con sospecha y animosidad, su obra ahora se menciona favorablemente en la prensa, y recientemente fueron invitados por una estación de radio de Amsterdam para presentar un programa que explicara su organización y creencias.
La mayor parte de la literatura que se usa a través de Europa se imprime en sus varios países. En la Gran Bretaña, donde se ha alcanzado un número máximo que excede de 49,000 publicadores, más de 18 1⁄2 millones de revistas de La Atalaya y ¡Despertad! se imprimieron en su nueva fábrica en 1961. En la Alemania Occidental hay más de 70,000 testigos de Jehová predicando, y tienen una casa Betel y fábrica grandes en una sección hermosamente plantada de árboles cerca de Wiesbaden. El año pasado cerca de 19 millones de ejemplares de La Atalaya y ¡Despertad! se imprimieron allí. Fábricas en Dinamarca, Suecia, Finlandia y Suiza anualmente también producen millones de ejemplares de estas revistas bíblicas en varios idiomas europeos.
Aunque la obra de predicación en Asia no está tan extendida como en Europa, se está logrando buen progreso en algunos lugares. El hablar a estas personas de Oriente con respecto al reino de Dios es bastante diferente de hablar a los europeos. Es interesante escuchar a los ministros de lugares como el Japón y Corea describir la obra de predicación en esos países. Dicen que la gente es muy cortés. En muchas casas se le invita a la persona a entrar y se le da la oportunidad de dar su sermón bíblico. Pero, naturalmente, uno tiene que quitarse los zapatos antes de entrar en la casa; entonces puede ser que se le ofrezca un cojín sobre el cual sentarse en el piso.
A la gente asiática le gusta la educación y por lo general está dispuesta a discutir las cosas. Como regla, prestamente aceptará literatura bíblica cuando se ofrece. Sin embargo, los vínculos de familia que la mantiene bajo tradiciones religiosas de siglos de antigüedad son muy fuertes, y a menudo es difícil librarse y ponerse de parte de la verdad bíblica. Mas cuando lo hace, como lo están haciendo crecientes números, la verdad tiene un efecto reformatorio asombroso en su vida, y llegan a ser predicadores celosos de ella. Un 7 por ciento de los testigos de Jehová en Corea lo componen ministros de tiempo cabal que emplean por lo menos cien horas predicando cada mes, y más de 1,000 de los 4,200 Testigos han participado en alguna ocasión en este ministerio de tiempo cabal.
Aunque la respuesta a la obra de predicación ha sido lenta en la India, habiendo menos de 2,000 Testigos allí, algunos recién interesados han mostrado celo excepcional. Una carta recibida recientemente de allí nos habla con respecto a varias familias grandes que han aceptado la verdad. “Han construido su propio Salón del Reino y son celosos y están unidos en la verdad. Aun los niñitos de diez años de edad pueden dar el entero sermón osada y eficazmente por sí mismos. Su uso de la Biblia es elogiable. . . .
“En algunos de los territorios hay problemas de distancia y de viajar. A fin de llegar al territorio a las diez de la mañana tienen que salir a las 7:30 a.m. y emprender el viaje en dos o tres botecitos de remos en el río. Llegan al territorio solo después de viajar por el río seis u ocho kilómetros y andar a pie cinco o seis kilómetros a través de campos y selvas, y luego abordando un autobús por unos cinco kilómetros.” Pero están determinados a participar en predicar las buenas nuevas.
ÁFRICA
Probablemente en ningún otro continente ha tenido tan tremendo efecto la obra de predicación de los testigos de Jehová como en Africa. Entre los que llegan a ser Testigos las supersticiones, creencias y prácticas paganas han sido desechadas y las personas se han conformado a las altas normas morales de la Biblia, incluyendo el requisito de ser fieles a un solo cónyuge. El aprecio a la verdad bíblica ha motivado a estos africanos a llegar a ser ministros eficaces, con el resultado de que el número de predicadores del Reino en Africa aumentó a siete veces la cantidad de diez años antes, de 10,070 en 1942 a 72,228 en 1952. Desde entonces éstos casi han aumentado a lo doble, a más de 134,000 ministros de las buenas nuevas.
Funcionarios del Gobierno y patrones sencillamente están asombrados por la transformación en los africanos que llegan a ser testigos de Jehová. Llegan a ser los trabajadores más confiables y seguros, y la mayor parte de ellos sabe leer y escribir como resultado de las clases de lectura y escritura conducidas en los Salones del Reino. Pero lo más digno de atención de todo es sus enormes asambleas, donde, en ocasiones, más de 30,000 testigos de Jehová de muchas tribus diferentes se han reunido en compañerismo pacífico. Los oficiales del Gobierno que han asistido para ver por sí mismos cómo pudo lograrse tal cosa se han maravillado.
En algunos lugares aldeas enteras han llegado a ser testigos de Jehová, y esto ha hecho necesario el viajar a otros lugares a fin de predicar. Tal expansión notable de la obra de predicación ha hecho que Rhodesia del Norte tenga un publicador del Reino por cada 81 personas; Nyasaland, uno por cada 194 personas; y Rhodesia del Sur, uno por cada 245 habitantes. Hace tres años se estableció una casa Betel y fábrica grande en Johannesburgo, en el Africa del Sur, donde más de dos millones de revistas La Atalaya y ¡Despertad! se imprimen en un año en nueve idiomas africanos. Ya no se le puede llamar a Africa el continente tenebroso, hablando espiritualmente.
ISLAS DEL MAR
El mensaje del Reino hasta ha penetrado en las islas que se extienden en una grande región del Atlántico, el Caribe, el Mediterráneo y el Pacífico. En muchas de estas islas, incluyendo a las Filipinas, Australia y Nueva Zelandia, las buenas nuevas del Reino han tenido una calurosa recepción. Mientras que allá en 1942 había solo 5,570 predicadores del Reino en nueve islas, diez años más tarde el número había aumentado a 44,111 que predicaban en 27 islas. Pero ahora el número de predicadores ha aumentado a lo doble, subiendo a más de 89,000, que están llevando las buenas nuevas a más de 60 islas y grupos de islas del mar.
Una carta recibida recientemente de las islas Salomón da una idea de cuán notablemente es recibido a veces el mensaje del Reino. Algunos aldeanos habían llegado a estar descontentos con la religión traída por los misioneros de la cristiandad y por eso establecieron su propia religión. Como estaban interesados en la religión, cuando se enteraron de la obra de los testigos de Jehová enviaron algunos representantes a la ciudad capital de Honiara a investigar. Estos trajeron un informe favorable. De hecho, uno de ellos quedó tan impresionado que construyó un Salón del Reino adelantándose al tiempo cuando vinieran los testigos de Jehová.
Por fin, cuando llegaron cuatro publicadores del Reino, más de 450 nativos se reunieron para escuchar la conferencia pública. Después se hicieron arreglos para conducir un programa docente durante la siguiente semana. Se celebraron clases con unos 150 concurrentes. Comenzaban a las 6:30 de la mañana y continuaban hasta después de medianoche. ¿El resultado? “Después de mucha persuasión y argumentación que es imposible poner en una sola carta, todos los maestros y pastores se decidieron a favor de la verdad. Las más de veinte iglesias fueron llamadas ahora Salones del Reino y las veintiocho aldeas están estudiando los nueve sermones que les dejamos. Todos ellos estuvieron realmente entusiasmados y enviaron conmigo veinte libras esterlinas para comprar “pizarrones” y gis. Los anteriores maestros y pastores están publicando y enseñando ahora a los otros mediante los sermones. Han abandonado todos sus ritos y están tratando de seguir la manera en que hacemos las cosas tan de cerca como les es posible.” Y así es como el mensaje del Reino llega a las remotas islas del mar.
AMÉRICA DEL SUR
Después de siglos de dominio católico romano el analfabetismo es la regla general entre la gente de este continente, los hijos ilegítimos son muchos y el matrimonio consensual es práctica normal. En tal atmósfera la predicación del Reino tuvo un comienzo lento, con solo 807 ministros en 1942; para 1952 éstos habían aumentado a 11,795, pero ahora más de 45,000 están activos predicando en todos los países de la América del Sur. En años recientes la obra de los testigos de Jehová ha obtenido extensa atención pública en todo país de la América del Sur.
En la ciudad e inmediaciones de São Paulo, al sur del Brasil, por ejemplo, hay más de 70 congregaciones de testigos de Jehová y más de 5,500 predicadores del Reino. Semanalmente el mensaje del Reino se mantiene ante la atención de la gente de esta región por medio de un programa de televisión que se calcula que tiene 1,500,000 “televidentes.”
En enero del año pasado, cuando los testigos de Jehová celebraron una asamblea nacional en São Paulo los funcionarios les dieron la bienvenida y los ayudaron a resolver varios problemas en conexión con la asamblea. Por medio de la radio, TV y 99.06 metros de columnas de publicidad en los diarios se anunció bien la asamblea. ¿Cuál fue la respuesta del público? ¡Asombrosa! Aunque hay menos de 30,000 publicadores del Reino en todo el Brasil, ¡más de 48,000 personas vinieron a escuchar la conferencia pública “Cuando todas las naciones se unen bajo el reino de Dios”!
AMÉRICA DEL NORTE
En la América del Norte, donde están situadas las oficinas principales que dirigen esta obra de predicación en todo el mundo, se han realizado aumentos constantes, no solo en los Estados Unidos, sino también en el Canadá, México y la América Central. El número de predicadores ha crecido de 75,589 en 1945, a 168,752 en 1952, a más de 345,000 que ahora están llevando el mensaje del reino de Dios a los pueblos desde Alaska hasta Panamá.
A través del mundo el número de predicadores del Reino pasa de 950,000. Cada semana se comunican con decenas de millones de personas, y con muchas de éstas celebran discusiones bíblicas en sus hogares. “En toda la tierra habitada” se están predicando estas buenas nuevas del Reino, en imitación del ejemplo puesto por Cristo Jesús y en cumplimiento de su profecía concerniente a nuestro día. No se está haciendo de manera superficial, sino con el mayor apremio, porque, como Jesús dijo, la predicación de las buenas nuevas del Reino será seguida del fin de este inicuo sistema de cosas en la guerra de Dios del Armagedón.—Mat. 24:14; Apo. 16:16.
Centenares de miles de hombres, mujeres y jóvenes dedicados, impulsados por amor a Dios y amor al prójimo, están participando celosamente en esta obra vital, prescindiendo de los obstáculos a que se enfrentan. Decenas de miles más se están uniendo a ellos en la obra cada año. ¡Ahora es el tiempo para que usted también se aproveche de la oportunidad de ponerse de parte de Jehová Dios y de su reino y así llenar los requisitos para las bendiciones eternas de su justo nuevo mundo!
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Cambiando alimento material por el espiritualLa Atalaya 1963 | 15 de enero
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Cambiando alimento material por el espiritual
Recientemente un testigo de Jehová recibió una invitación para asistir a la Escuela del Ministerio del Reino de la Sociedad Watch Tower, a sesiones que habían de comenzar antes del fin de la campaña de La Atalaya. “Estaba resuelto a hacer todo lo que podía para alcanzar mi cuota de treinta suscripciones de precursor especial,” declaró este Testigo. “Puesto que en el invierno hay escasez de empleo, puse en práctica la sugerencia del Ministerio del Reino de cambiar suscripciones por alimento. En una ocasión cambié una suscripción por cincuenta centavos de dólar y una docena de huevos, y en otra ocasión pedí veinticinco centavos y media docena de huevos por una suscripción de seis meses. Frecuentemente hacía cambios por harina de maíz, papas o pollos. Antes de partir para el curso el 11 de abril, me esforcé por visitar todo lugar en que se me había prometido una suscripción. Durante mi última semana obtuve tres suscripciones, alcanzando así un total de veintiséis suscripciones.”
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