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  • Alarma: ¡terremoto! ¿Qué se debe hacer?
    ¡Despertad! 1977 | 22 de julio
    • en un lugar que le fuera accesible en caso de que se desplomara su vivienda. Sería prudente evitar acercarse a edificios grandes o entrar en ellos. Si usted vive en una casa individual, ¿sabe usted dónde desconectar el gas y la electricidad, para reducir el riesgo de fuego causado por alambres rotos y tubos aflojados?

      Si usted vive donde no es improbable que ocurra un terremoto desastroso, valdría la pena tomar algunas precauciones, aun en caso de que un terremoto azotara sin aviso. Podría tener provisiones y equipo de emergencia donde le serían accesibles en caso de desplomarse su casa. Junto con su familia, podría planear modos de escapar de su casa o apartamiento en caso de que las salidas usuales fueran obstruidas. Sería bueno siempre tener una linterna eléctrica de bolsillo donde le fuera fácil conseguirla.

      Como predijo Jesucristo, se puede esperar que los terremotos destructivos continúen “en un lugar tras otro,” hasta que el actual “sistema de cosas” llegue a su fin. (Mat. 24:3, 7) Entretanto, si la predicción de terremotos llega a ser una realidad, usted se mostraría prudente al tomar en serio esas advertencias. Ahora mismo, si usted vive en una zona amenazada, es prudente planear lo que haría si azotara sin advertencia un terremoto grande. La Biblia dice: “Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse.”—Pro. 22:3.

  • “Habrá grandes terremotos”
    ¡Despertad! 1977 | 22 de julio
    • “Habrá grandes terremotos”

      ERA el año 33 de nuestra era común. ¿El lugar? Jerusalén. Un discípulo de Jesucristo acababa de expresar admiración por los excelentes edificios en la zona del templo de aquella antigua ciudad. Pero en respuesta Jesús declaró: “¿Contemplas estos grandes edificios? De ningún modo se dejará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.”—Mar. 13:1, 2.

      Teniendo presente esa declaración, cuatro apóstoles de Jesús, Pedro, Santiago, Juan y Andrés, se acercaron más tarde a Cristo en el monte de los Olivos. “Dinos,” preguntaron: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas están destinadas a alcanzar una conclusión?” Como les explicó Jesús en esa ocasión, esa “señal” tendría varios rasgos. Refiriéndose a uno de éstos, Cristo dijo: “Habrá terremotos en un lugar tras otro.” O, según lo expresó el evangelista Lucas: “Habrá grandes terremotos.”—Mar. 13:3-8; Luc. 21:11.

      Y así ocurrió

      Sí ocurrieron terremotos, grandes y pequeños, antes de la destrucción de Jerusalén y su templo a manos de los romanos en 70 E.C. Ocurrió un “gran terremoto” en la vecindad de Jerusalén el día en que Jesús resucitó, cuando un ángel descendió del cielo e hizo rodar la piedra que estaba enfrente de la tumba de Cristo. (Mat. 28:1, 2) Considerables años después, mientras que el apóstol Pablo y su compañero Silas estaban presos en Filipos, sus oraciones y cánticos de alabanza a Dios fueron contestados por medio de un “gran terremoto.” Abrió las puertas de la prisión y les soltó las cadenas a todos los presos. Como resultado de este suceso, el carcelero y toda su familia fueron convertidos al cristianismo.—Hech. 16:25-34.

      Sin embargo, otros terremotos ocurrieron antes de la destrucción de Jerusalén y su templo en 70 E.C. El célebre comentarista bíblico Albert Barnes escribió: “Se menciona a muchos de éstos como sucediendo antes de la destrucción de Jerusalén. Tácito menciona a uno durante el reinado de Claudio, en Roma; y dice que, durante el reinado de Nerón, las ciudades de Laodicea, Hierápolis y Colosas, fueron derribadas; y la famosa Pompeya fue abrumada, y casi destruida por un terremoto, Anales, 15, 22. Se menciona que otros ocurrieron en Esmirna, Mileto, Quío y Samos.”

      No simplemente historia muerta

      Es seguro, pues, que sí ocurrieron “grandes terremotos” antes de 70 E.C. Pero, ¿es eso todo lo que encierra la profecía de Cristo? Ciertamente que no. Las palabras proféticas de Jesús acerca de terremotos tienen un significado especial para la gente del siglo veinte. Esto lo hace patente la naturaleza de la pregunta que Jesús estaba contestando. El evangelista Mateo expresó la pregunta de esta manera: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”—Mat. 24:3.

      Por consiguiente, al contestar Jesús la pregunta, también tenía en mente su presencia futura. Puesto que esa presencia estaría asociada con “la conclusión del sistema de cosas” que estuviera en existencia en aquel tiempo, su respuesta también señaló al futuro distante. (Mat. 13:24-30, 36-43) Por eso, aunque terremotos sí precedieron al fin del sistema de cosas judío allá en 70 E.C., era seguro que habría un cumplimiento futuro mucho mayor de la predicción de Jesús: “Habrá grandes terremotos.”

      Por medio de estudiar la Biblia, los testigos de Jehová han aprendido que la presencia de Jesucristo como Rey celestial y el “tiempo del fin” para el actual sistema de cosas empezaron en 1914 E.C. (Dan. 12:9) Pero, ¿qué hay acerca de los terremotos predichos?

      Es interesante que durante un período de 1.059 años (856 a 1914 E.C.), las fuentes fidedignas solo alistan 24 terremotos mayores, con 1.972.952 muertes. Pero compare eso con la acompañante lista parcial que cita 43 casos de terremotos, en los cuales 1.579.209 personas murieron durante tan solo 62 años desde 1915 a 1976 E.C. Aquí se presentan, año por año, los lugares en que ocurrieron algunos de los terremotos de este período, junto con las estadísticas sobre las muertes:

      El ascenso repentino y dramático de la actividad sísmica desde 1914 ayuda a probar que vivimos en el tiempo de la presencia de Jesús. Estos poderosos sismos cumplen su profecía: “Habrá grandes terremotos.”

      [Recuadro de la página 11]

      AÑO LUGAR MUERTES

      1915 Italia . . . . . . . . 29.970

      1920 China . . . . . . . . 180.000

      1923 Japón . . . . . . . . 143.000

      1927 China . . . . . . . . 200.000

      1932 China . . . . . . . . . 70.000

      1933 E.U.A. . . . . . . . . . . 115

      1935 India (ahora Paquistán) 60.000

      1939 Chile . . . . . . . . . 30.000

      1939 Turquía . . . . . . . . 23.000

      1946 Turquía . . . . . . . . 1.300

      1946 Japón . . . . . . . . . 2.000

      1948 Japón . . . . . . . . . 5.131

      1949 Ecuador . . . . . . . . 6.000

      1950 India . . . . . . . . . 1.500

      1953 Turquía . . . . . . . . 1.200

      1953 Grecia . . . . . . . . . . 424

      1954 Algeria . . . . . . . . 1.657

      1956 Afganistán . . . . . . . 2.000

      1957 Irán (septentrional) . . 2.500

      1957 Irán (occidental) . . . 2.000

      1960 Chile . . . . . . . . . 5.700

      1960 Marruecos . . . . . . 12.000

      1962 Irán . . . . . . . . . 10.000

      1963 Yugoslavia . . . . . . . 1.100

      1964 Alaska . . . . . . . . . . 131

      1966 Turquía . . . . . . . . 2.529

      1968 Irán . . . . . . . . . 11.588

      1970 Turquía . . . . . . . . 1.086

      1970 Perú . . . . . . . . . 66.794

      1971 E.U.A. . . . . . . . . . . 65

      1972 Irán . . . . . . . . . . 5.057

      1972 Nicaragua . . . . . . . 6.000

      1973 México (occidental) . . . . 52

      1973 México (central) . . . . 700

      1974 Paquistán . . . . . . . 5.200

      1975 China . . . . . . . . . . 200

      1975 Turquía . . . . . . . . 2.312

      1976 Guatemala . . . . . . 23.000

      1976 Italia . . . . . . . . . . 900

      1976 Bali . . . . . . . . . . . 600

      1976 China . . . . . . . . 655.235

      1976 Filipinas . . . . . . . 3.373

      1976 Turquía . . . . . . . . 3.790

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