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Libro bíblico número 25: Lamentaciones“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Jehová de que recuerde a su pueblo huérfano. Se representa a los habitantes de Jerusalén hablando. Son sus antepasados quienes han pecado, y es el error de ellos lo que el pueblo tiene que cargar ahora. Los gobiernan simples siervos, y los torturan los dolores del hambre. Ha cesado el alborozo de su corazón, y su danza ha sido cambiada en duelo. Tienen el corazón enfermo. Con humildad reconocen a Jehová: “En cuanto a ti, oh Jehová, hasta tiempo indefinido te sentarás. Tu trono es para generación tras generación”. Claman: “Tráenos de vuelta, oh Jehová, a ti mismo, y prontamente volveremos. Trae días nuevos para nosotros como en la antigüedad. Sin embargo, tú verdaderamente nos has rechazado. Te has indignado con nosotros en sumo grado” (5:19-22).
POR QUÉ ES PROVECHOSO
13. ¿Qué confianza expresa Lamentaciones, pero por qué es provechoso al mostrar la severidad de Dios?
13 El libro de Lamentaciones expresa la confianza completa de Jeremías en Dios. En lo más profundo de la tristeza y la derrota aplastante, sin esperanza alguna de consuelo que venga de alguna fuente humana, el profeta espera salvación por la mano del gran Dios del universo, Jehová. Lamentaciones debe inspirar obediencia e integridad en todos los adoradores verdaderos, y al mismo tiempo suministrar terrible advertencia acerca de los que no toman en cuenta el nombre más grandioso y lo que este representa. En la historia no hay otra ciudad arruinada que sea lamentada en lenguaje tan patético y conmovedor. Lamentaciones ciertamente es de provecho al describir la severidad de Dios para con los que continúan siendo rebeldes, duros de cerviz e impenitentes.
14. ¿De qué advertencias y profecías divinas muestra Lamentaciones el cumplimiento, y cómo enlaza el libro con otros escritos inspirados?
14 Lamentaciones también es provechoso al mostrar el cumplimiento de varias advertencias y profecías divinas. (Lam. 1:2—Jer. 30:14; Lam. 2:15—Jer. 18:16; Lam. 2:17—Lev. 26:17; Lam. 2:20—Deu. 28:53.) Note también que Lamentaciones da claro testimonio del cumplimiento de Deuteronomio 28:63-65. Además, el libro contiene varias referencias a otras partes de las Escrituras sagradas. (Lam. 2:15—Sal. 48:2; Lam. 3:24—Sal. 119:57.) Daniel 9:5-14 corrobora Lamentaciones 1:5 y Lam 3:42 al mostrar que la calamidad vino a causa de las propias transgresiones del pueblo.
15. ¿A qué “días nuevos” señala Lamentaciones?
15 ¡Realmente destroza el corazón el aprieto trágico de Jerusalén! En medio de todo esto, Lamentaciones expresa confianza en que Jehová mostrará bondad amorosa y misericordia, y en que él recordará a Sión y la traerá de vuelta. (Lam. 3:31, 32; 4:22.) Expresa esperanza en “días nuevos” como los días de tiempo atrás, cuando los reyes David y Salomón reinaban en Jerusalén. ¡Aún queda el pacto de Jehová con David para un reino eterno! “Sus misericordias ciertamente no terminan. Son nuevas cada mañana.” Y continuarán para con los que aman a Jehová hasta que, bajo el gobierno justo de su Reino, toda criatura que viva exclame en gratitud: “Jehová es la parte que me corresponde” (5:21; 3:22-24).
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Libro bíblico número 26: Ezequiel“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”
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Libro bíblico número 26: Ezequiel
Escritor: Ezequiel
Dónde se escribió: Babilonia
Cuándo se completó: c. 591 a.E.C.
Tiempo que abarca: 613–c. 591 a.E.C.
1. ¿En qué circunstancias se hallaban los desterrados en Babilonia, y qué nuevas pruebas afrontaban?
EN EL año 617 a.E.C., Joaquín, rey de Judá, entregó Jerusalén a Nabucodonosor, quien llevó a Babilonia a las personas principales del país y los tesoros de la casa de Jehová y de la casa del rey. Entre los cautivos estaban la familia del rey y los príncipes; los hombres valientes y poderosos; los artífices y constructores; y Ezequiel el hijo de Buzí el sacerdote. (2 Rey. 24:11-17; Eze. 1:1-3.) Con el corazón afligido, aquellos israelitas desterrados habían completado su viaje agotador desde una tierra de colinas, fuentes y valles a una de vastas planicies. Ahora vivían junto al río Kebar en medio de un imperio poderoso, rodeados de un pueblo de costumbres extrañas y de adoración pagana. Nabucodonosor permitió a los israelitas tener sus propios hogares, tener sirvientes y participar en negocios. (Eze. 8:1; Jer. 29:5-7; Esd. 2:65.) Si eran industriosos, podrían prosperar. ¿Caerían en las trampas de la religión babilónica y el materialismo? ¿Continuarían rebelándose contra Jehová? ¿Aceptarían su destierro como disciplina procedente de él? Afrontarían nuevas pruebas en el país de su destierro.
2. a) ¿Qué tres profetas sobresalieron durante los años críticos que antecedieron a la destrucción de Jerusalén? b) Significativamente, ¿cómo se llama a Ezequiel, y qué significa su nombre? c) ¿Durante qué años profetizó Ezequiel, y qué se sabe de su vida y su muerte?
2 Durante aquellos años críticos que llevaron a la destrucción de Jerusalén, Jehová no se privó a sí mismo, ni privó a los israelitas, de los servicios de un profeta. Jeremías fue apostado en Jerusalén misma, Daniel estuvo en la corte en la ciudad de Babilonia, y Ezequiel fue el profeta a los desterrados judíos en la región de Babilonia. Ezequiel era tanto sacerdote como profeta, una distinción de que igualmente disfrutó Jeremías y, más tarde, Zacarías. (Eze. 1:3.) Por todo su libro se le llama más de 90 veces “hijo del hombre”, un punto importante cuando se estudia su profecía porque a Jesús también se le llama “Hijo del hombre” casi 80 veces en las Escrituras Griegas Cristianas. (Eze. 2:1; Mat. 8:20.) Su nombre Ezequiel (hebreo: Yejez·qéʼl) significa “Dios Fortalece”. Fue en el quinto año del destierro de Joaquín, en 613 a.E.C., cuando Jehová comisionó a Ezequiel como profeta. De Ezequiel leemos que, en el vigésimo séptimo año del destierro, 22 años más tarde, todavía continúa en su obra. (Eze. 1:1, 2; 29:17.) Era hombre casado, pero su esposa murió el día en que Nabucodonosor puso sitio final a Jerusalén (24:2, 18). No se sabe cuándo ni cómo murió él.
3. ¿Qué se puede decir acerca de que Ezequiel fuera el escritor, así como de la canonicidad y autenticidad del libro de Ezequiel?
3 El que Ezequiel realmente escribió el libro que lleva su nombre y que este libro tiene su debido lugar en el canon de las Escrituras no está en disputa. Fue incluido en el canon en los días de Esdras y aparece en los catálogos de tiempos cristianos primitivos, notablemente en el canon de Orígenes. De su autenticidad también testifica la similitud sorprendente entre sus simbolismos y los de Jeremías y la Revelación. (Eze. 24:2-12—Jer. 1:13-15; Eze. 23:1-49—Jer. 3:6-11; Eze. 18:2-4—Jer. 31:29, 30; Eze. 1:5, 10—Rev. 4:6, 7; Eze. 5:17—Rev. 6:8; Eze. 9:4—Rev. 7:3; Eze. 2:9; 3:1—Rev. 10:2, 8-10; Eze. 23:22, 25, 26—Rev. 17:16; 18:8; Eze. 27:30, 36—Rev. 18:9, 17-19; Eze. 37:27—Rev. 21:3; Eze. 48:30-34—Rev. 21:12, 13; Eze. 47:1, 7, 12—Rev. 22:1, 2.)
4. ¿Qué cumplimientos dramáticos han tenido las profecías de Ezequiel?
4 Da prueba adicional de su autenticidad el cumplimiento dramático de las profecías de Ezequiel contra naciones vecinas, tales como Tiro, Egipto y Edom. Por ejemplo, Ezequiel profetizó que Tiro sería devastada, y esto se cumplió en parte cuando Nabucodonosor tomó la ciudad después de sitiarla por 13 años. (Eze. 26:2-21.) Esta lucha no significó el fin completo de Tiro. No obstante, el juicio de Jehová era que la ciudad fuera destruida totalmente. Dios había predicho mediante Ezequiel: “Rasparé de ella su polvo y haré de ella una superficie brillante y pelada de peñasco. [...] Tus piedras y tu maderaje y tu polvo colocarán en el medio mismo del agua” (26:4, 12). Todo esto se cumplió más de 250 años después, cuando Alejandro Magno avanzó contra la ciudad insular de Tiro. Los soldados de Alejandro reunieron todos los escombros de la ciudad continental en ruinas y los arrojaron al mar e hicieron con ellos un camino elevado de 800 metros (media milla) que llegó hasta la ciudad insular. Entonces, con una intrincada obra de sitio, los soldados escalaron los muros de 46 metros (150 pies) de altura y tomaron la ciudad en 332 a.E.C. Miles fueron muertos, y muchos más fueron vendidos como esclavos. Como Ezequiel también había predicho, Tiro llegó a ser ‘una superficie pelada de peñasco y un secadero para redes barrederas’ (26:14)a. Al otro lado de la Tierra Prometida, los edomitas, que habían actuado traidoramente, también fueron aniquilados, en cumplimiento de la profecía de Ezequiel (25:12, 13; 35:2-9)b. Y, por supuesto, las profecías de Ezequiel sobre la destrucción de Jerusalén y la restauración de Israel también resultaron exactas (17:12-21; 36:7-14).
5. ¿Cómo respondieron los judíos a las primeras profecías de Ezequiel?
5 En los primeros años de su carrera profética, Ezequiel proclamó los juicios seguros de Dios contra la Jerusalén infiel y amonestó a los desterrados contra la idolatría (14:1-8; 17:12-21). Los judíos cautivos no dieron señal de arrepentimiento verdadero. Sus hombres responsables adoptaron la práctica de consultar a Ezequiel, pero no prestaban atención a los mensajes de Jehová que Ezequiel les transmitía. Continuaron con su idolatría y su materialismo. La pérdida de su templo, su ciudad santa y su dinastía de reyes fue un golpe devastador, pero solo un grupo pequeño se humilló y arrepintió. (Sal. 137:1-9.)
6. ¿Qué hacen resaltar las profecías posteriores de Ezequiel, y cómo se destaca la santificación del nombre de Jehová?
6 Las profecías de Ezequiel en los años posteriores hicieron resaltar la esperanza de restauración. También reprendieron a las naciones vecinas de Judá por haberse alborozado por la caída del reino judaico. La humillación de ellas, junto con la restauración de Israel, santificaría a Jehová delante de sus ojos. En resumen, el propósito del cautiverio y de la restauración era: ‘Ustedes, tanto judíos como gente de las naciones, tendrán que saber que yo soy Jehová’. (Eze. 39:7, 22.) Esta santificación del nombre de Jehová se destaca por todo el libro, pues la expresión “[Ustedes, o ellos] tendrán que saber que yo soy Jehová” aparece más de 60 veces en él (6:7, nota).
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