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A medida que se acerca la calamidad mundial... ‘considere a Jesús’La Atalaya 1983 | 1 de julio
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mucho más vital para nosotros prestar atención a la guía divina que se nos proporciona mediante Jesús.
13. ¿Cómo pueden los cristianos beneficiarse de prestar atención a Jesús? Dé un ejemplo de esto.
13 Como prueba de esto, recordemos lo que Jesucristo había dicho respecto al huir cuando Jerusalén estuviera rodeada de ejércitos encampados (Lucas 19:43, 44; 21:20-24). Los romanos cercaron a la Jerusalén rebelde en 66 E.C., pero entonces misteriosamente se retiraron, con lo cual los cristianos huyeron de la ciudad. El que hubieran prestado atención a Jesús les salvó la vida cuando los romanos regresaron y causaron calamidad en 70 E.C. Hay que aprender una lección de esto: Ya que se aproxima una calamidad mundial, preguntémonos: ‘¿Estoy prestando suma atención a las palabras de Jesús? Por ejemplo, ¿puede notarse por la cantidad de tiempo que dedico al recreo, por mi actitud hacia mi trabajo o negocio, o por mi punto de vista en cuanto a la educación seglar que he prestado atención a las palabras de Jesús en Lucas 12:16-31?’
14. a) ¿En qué sentido es Jesús el ‘Agente Principal de la salvación’? b) ¿En qué sentido fue “hecho perfecto” Jesús?
14 Hebreos 2:10 llama a Jesús el ‘Agente Principal de la salvación’. Él lo es, en primer lugar, con relación a los cristianos ungidos, que son “hermanos” de él (Hebreos 2:11-17). Pero todos los que esperan obtener vida en un Paraíso terrestre dependen también de él para su salvación. Pablo escribió: “Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna para todos los que le obedecen, porque ha sido llamado específicamente por Dios sumo sacerdote” (Hebreos 5:8-10). Claro, Jesús había sido un espíritu perfecto, y mientras estuvo en la Tierra era físicamente perfecto. No obstante, respecto a su papel como sacerdote nuestro, Jesús tenía que ser perfeccionado en otro sentido. Mientras estuvo en la Tierra, Jesús recibió entrenamiento —se le instruyó y se le disciplinó y se puso a prueba su obediencia aun hasta la muerte— a fin de perfeccionarlo como sumo sacerdote misericordioso y compasivo.
Confianza en nuestro sumo sacerdote
15. ¿Por qué se habla mucho respecto a los sacerdotes en el libro de Hebreos?
15 Al leer Hebreos, uno puede darse cuenta de que dice mucho acerca de los sacerdotes. Esto se hace con el fin de aumentar nuestro entendimiento y aprecio del ‘sumo sacerdote que nosotros confesamos: Jesús’ (Hebreos 3:1). Pablo explica que “todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dones y sacrificios por los pecados” (Hebreos 5:1; 8:3). Gran parte del pacto de la Ley se concentraba en el hecho de que los humanos son pecadores. Por eso los sacerdotes ofrecían sacrificios en favor de éstos y también hacían ofrendas para cubrir sus propios pecados. Pero los sacrificios de animales que se repetían vez tras vez no vencieron el pecado ni hicieron perfecto a nadie (Hebreos 7:11, 19, 27; 10:1-4, 11). Esto prueba que se necesitaba un nuevo pacto, junto con un nuevo sacrificio y un nuevo sumo sacerdote. (Jeremías 31:31-34.)
16. ¿En qué sentido es Jesús un sacerdote superior a los sacerdotes israelitas?
16 Esto lo tenemos en Cristo. Jesús, quien fue prefigurado por Melquisedec, cuyo linaje no se da en la Biblia, no llegó a ser sacerdote debido a que fuera descendiente natural de Leví o Aarón. Dios lo nombró directamente (Hebreos 7:1-3, 15-17; 5:5, 6). Si Dios aprueba así el que Jesús sea sumo sacerdote, ¿no podemos nosotros tener plena confianza en él? Además, no morirá dentro de poco de modo que necesite que alguien lo reemplace, como sucedía en el caso de los sacerdotes bajo la Ley. Él pudo ofrecer un sacrificio final, su propio cuerpo; éste era perfecto, y dicho sacrificio nunca tendría que repetirse. Cristo, nuestro sumo sacerdote, llevó el valor de su sangre al cielo y lo presentó ante Dios. Aún está allí, sirviendo de sacerdote en favor de nosotros. (Hebreos 9:24-28; 10:12-18.)
17. ¿De qué maneras nos es útil el tener a Jesús como sumo sacerdote?
17 Podemos tener confianza en nuestro sumo sacerdote al enfrentarnos a la calamidad mundial venidera. A diferencia de los sacrificios que se hicieron bajo la Ley, el sacrificio perfecto de Cristo puede cubrir nuestros pecados plenamente. Además de esto, puede ‘limpiar nuestra conciencia de obras muertas [tanto de obras inicuas que hayamos practicado en el pasado como también de cualesquier esfuerzos personales que hayamos hecho por justificarnos a nosotros mismos ante Dios] para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo’ (Hebreos 9:14; 10:1-4). Ciertamente concordamos en que, cuando nos encontramos en una situación difícil y estamos bajo presión, es de valor inmensurable el tener una buena conciencia ante Dios (Hebreos 10:19-22). Por otras razones, también, podemos deleitarnos en tener a Jesús como sumo sacerdote permanente en el cielo.
18. ¿Cuál era, y aún es, el beneficio que resulta de saber que nuestro sumo sacerdote es compasivo?
18 El libro de Hebreos nos asegura que Cristo es un sacerdote compasivo. Podemos imaginarnos las decisiones y los problemas a que se enfrentaron los cristianos hebreos en el ambiente patriótico de Jerusalén al prepararse para huir y dejar atrás casas, parientes y empleo. Pero no estaban enteramente solos. Pablo escribió: “No tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado”. ¡Qué consolador debe haber sido para ellos el saber esto, y así debería serlo para nosotros también en los últimos días de este sistema de cosas! Por tener un sumo sacerdote tan compasivo ‘podemos obtener misericordia y hallar bondad inmerecida para ayuda al tiempo oportuno’ (Hebreos 4:15, 16). Ante cualquier prueba que surja, él “puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba”. (Hebreos 2:17, 18.)
El Perfeccionador de nuestra fe
19, 20. ¿En qué sentido es Jesús el “Perfeccionador de nuestra fe”?
19 El que ‘consideremos a Jesús’ tiene que ver específicamente con nuestra fe. Después de mencionar “el pecado que fácilmente nos enreda” —la falta de fe— Pablo habla acerca del que ‘miremos atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús’ (Hebreos 12:1, 2). ¿Por qué es eso vital durante la conclusión del presente sistema de cosas?
20 Desde la primera profecía bíblica, que aparece en Génesis 3:15, las Escrituras señalan al Cristo. Él es el punto central de mucho de lo que se predice y se tipifica o representa simbólicamente en la Biblia. Muchos de los rasgos de la Ley de Moisés que se mencionan en el libro de Hebreos fueron “una sombra de las buenas cosas por venir” (Hebreos 9:23; 10:1). Pero “la realidad pertenece al Cristo” (Colosenses 2:17). Sí, el nacimiento de Jesús, su ministerio terrestre, su muerte sacrificatoria, su resurrección y su servicio sacerdotal en el cielo completan, o perfeccionan, todas las profecías, tipos y patrones al respecto.
21. ¿En qué otro sentido es Jesús el “Perfeccionador de nuestra fe” hoy?
21 Aunque Pablo pudo reconocer que Cristo es el “Perfeccionador de nuestra fe”, nosotros hoy tenemos razón adicional de hacerlo. Estamos viendo el cumplimiento mayor de las palabras de Jesús acerca de la ‘señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas’ (Mateo 24:3). Por eso nuestra fe tiene una base más sólida. Además, el entrar a salvo en “la tierra habitada por venir” está mucho más cerca ahora de lo que estuvo en el tiempo de Pablo. Por lo tanto, sigamos considerando a Jesús, el Perfeccionador de nuestra fe, y tengamos la certeza de que Dios “viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente” con fe (Hebreos 2:5; 11:6). Como lo muestra el siguiente artículo, el libro de Hebreos puede ayudarnos a tener la fe y el punto de vista cristiano que necesitamos para estar en posición de recibir el maravilloso galardón.
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Esté asido de la esperanza ante ustedLa Atalaya 1983 | 1 de julio
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Esté asido de la esperanza ante usted
1, 2. ¿Por qué debe usted considerar seriamente el asunto de asirse de su esperanza?
EL APÓSTOL Pablo escribió que “realmente llegamos a ser participantes del Cristo solo si nos esforzamos por tener fuertemente asida la confianza que tuvimos al principio firme hasta el fin” (Hebreos 3:14). También dijo que era necesario “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”. (Hebreos 6:18.)
2 Tal vez hace poco que usted haya llegado a ser testigo de Jehová y esté celosamente seguro de sus convicciones. O tal vez haya sido testigo cristiano por décadas y le parezca que esté firme en el camino de la verdad. En cualquiera de los dos casos, es probable que cada uno de nosotros pueda recordar algunas personas a quienes conocemos que hayan dejado de andar en el camino de la verdad, tal como ocurrió en el primer siglo (Filipenses 3:18; Hechos 20:30). Es posible que algunas de ellas gradualmente hayan perdido la fe, se hayan ensimismado en intereses materiales, o hayan cedido a la tentación y hayan pecado.
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