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Los cristianos y la esperanza del reino de mil añosLa Atalaya 1981 | 15 de octubre
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Los cristianos y la esperanza del reino de mil años
“Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.”—Mat. 6:10.
1. (a) ¿En qué términos habla la cristiandad de la esperanza del reino de mil años? (b) ¿Por qué no perturba esto a los testigos de Jehová?
LA IGLESIA Católica Romana y, de hecho, la mayoría de las religiones protestantes grandes y bien reconocidas nunca mencionan a sus feligreses la esperanza del reino de mil años. Hablan con desprecio de esta esperanza, a la que llaman “milenarismo,” y llaman “milenarios” o “milenaristas” a los que la abrigan. Pero los testigos de Jehová no se avergüenzan de tener esta creencia, pues hechos históricos irrefutables muestran que los cristianos primitivos abrigaban la esperanza del milenio.
SE LLAMABA “MILENARIOS” A LOS CRISTIANOS PRIMITIVOS
2. ¿Qué declaran dos enciclopedias con relación a la creencia en el milenio entre los cristianos primitivos?
2 En cuanto a los cristianos que creían en el reinado de 1.000 años de Cristo la Encyclopedia Americana declara: “A los que sostienen tales puntos de vista se les llama milenarios o quiliastas, y a su dogma se le llama quiliasmo (griego: khilioi, 1.000). Es por todos aceptado que estos puntos de vista, si no eran generales, por lo menos eran muy comunes en la iglesia primitiva.” La Encyclopœdia Universalis, en francés, nos informa: “En la cristiandad de Occidente el milenarismo estuvo muy activo en el judeo-cristianismo durante los primeros tres siglos. . . . El milenarismo estuvo muy profundamente arraigado durante los primeros siglos del cristianismo.”
3, 4. (a) ¿Qué indicios hay de que los cristianos no tuvieron que esperar hasta la Revelación para abrigar la esperanza milenaria? (b) ¿Qué pudieran afirmar algunas personas sobre la esperanza milenaria?
3 Hay prueba de que los cristianos abrigaban esperanzas relacionadas con el reinado de 1.000 años de Cristo aun antes de que el apóstol Juan recibiera la Revelación a fines del primer siglo E.C. El leer los escritos de los profetas judíos les había proporcionado vistas por anticipado de la maravillosa esperanza del milenio que Cristo dio en los capítulos 20 y 21 del libro de Revelación. Es interesante que la Encyclopedia Britannica (edición de 1966) confirma este hecho como sigue: “La idea del milenarismo entre los cristianos primitivos . . . provino mayormente de las expectativas escatológicas [expectativas relacionadas con el destino final de la humanidad y del mundo] judías.” Sobre este mismo asunto la obra de 30 tomos New Encyclopœdia Britannica (1977) dice lo siguiente: “Con el Libro de la Revelación se completó en el cristianismo la asimilación del apocalipticismo [la expectativa de la destrucción final del mal y el triunfo del bien] judío. . . . Durante los primeros cien años de la historia cristiana [33-133 E.C.], se enseñó y aceptó comúnmente en la iglesia esta clase de milenarismo, o quiliasmo (de la palabra griega que significa 1.000).”—Bastardillas nuestras.
4 Algunas personas pudieran replicar: ‘Tal vez haya sido así, pero para aquellos cristianos primitivos la esperanza milenaria no tenía que ver con la Tierra. Era una esperanza celestial.’ Pero, ¿qué muestran los hechos históricos y la Biblia? Veamos.
TODAVÍA ESPERABAN EL PARAÍSO TERRESTRE
5, 6. Según varias autoridades en la materia, ¿qué puntos de vista sostenían algunos cristianos del primer siglo?
5 Hay prueba abundante de que los cristianos primitivos nunca se imaginaron que la venida del Mesías o Cristo hubiera cancelado todas las profecías y promesas de las Escrituras Hebreas respecto a la restauración del paraíso en la Tierra. El Dictionnaire de Théologie Catholique mismo reconoce lo siguiente: “El milenarismo tuvo su origen mucho antes de la era cristiana. La creencia en un reinado terrestre del Mesías tuvo su origen en las esperanzas de Israel.”
6 En el libro A History of Christianity, el historiador Kenneth Scott Latourette dice lo siguiente acerca de los cristianos primitivos que estaban esperando la segunda venida de Cristo: “Muchos de los cristianos se aferraban a la idea de que antes del fin final de la historia y del cumplimiento cabal del propósito de Dios en la realización total de Su voluntad, esperanza que era común a todos los cristianos, Cristo regresaría, establecería su reino sobre la Tierra y reinaría por mil años. . . . El concepto de una era o eras de mil años de duración no se limitaba a los cristianos, sino que también se hallaba dentro del judaísmo.”
7. ¿Cómo sabemos que los cristianos primitivos no confundían el paraíso con el cielo?
7 Así, hay pruebas acumuladas de que los cristianos primitivos eran “milenarios,” o “milenaristas,” en el sentido en que se aplicó ese término a los que estaban esperando el reinado de 1.000 años de Cristo el Mesías. Jesús había revelado que él gobernaría desde el cielo, pero no anuló la esperanza mesiánica que los judíos tenían al principio, a saber, la restauración del paraíso en la Tierra durante ese milenio. Es interesante notar que la obra católica Supplément au Dictionnaire de la Bible reconoce que “en los escritos judíos, al igual que en la literatura cristiana primitiva, las palabras paraíso y cielo por lo general no son sinónimas.”—Bastardillas nuestras.
CRISTO NO ANULÓ LA ESPERANZA MILENARIA
8. (a) ¿De qué fue garantía la venida de Jesús? (b) ¿Cómo muestran las Escrituras que el paraíso será restaurado en la Tierra?
8 En su famoso Sermón del Monte, Jesús declaró: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir.” (Mat. 5:17) O, como vierte este versículo la Versión Torres Amat (católica): “No penséis que yo he venido a destruir la doctrina de la ley ni de los profetas. No he venido a destruirla, sino a darle su cumplimiento.” Puesto que Jesús vino a dar cumplimiento a la doctrina o las enseñanzas de los profetas, su venida fue una garantía de que se cumplirían las profecías de ellos respecto a la restauración del paraíso en la Tierra. He aquí solo algunas de esas profecías: Salmos 37:11, 29; 72:1-8, 16-19; 115:16; Isaías 9:6, 7; 11:1-10; 45:18; Daniel 2:34, 35, 44, 45; 7:13, 14.
9. En la oración modelo, ¿cómo se enlaza el Reino con la esperanza milenaria?
9 También, en el Sermón del Monte, Jesús mostró claramente que la Tierra desempeñará un papel en el resultado final de la voluntad o propósito divino. Enseñó a sus seguidores a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Jesús enlazó el que se cumpla la voluntad de Dios en la Tierra con la venida del reino de Dios, que no es otra cosa sino el reino mesiánico. Por lo tanto, la oración conocida como el padrenuestro, que los católicos y protestantes han repetido literalmente millones de veces a través de los siglos, es, de hecho, entre otras cosas, una oración a favor del cumplimiento de las promesas mesiánicas enlazadas con la esperanza milenaria.
SE REVELA PLENAMENTE LA ESPERANZA DEL MILENIO
10. (a) ¿Cuándo y cómo reveló Jesús plenamente la esperanza de un milenio? (b) ¿Qué detalles conmovedores suministró él?
10 Veinticinco años después que los romanos destruyeron a Jerusalén en el 70 E.C. (lo que puso fin a las esperanzas de los judíos de alcanzar liberación nacional por un Mesías político) Jesús, el verdadero Mesías, reveló plenamente la verdadera esperanza acerca del milenio. El apóstol Juan, en su registro de la Revelación que recibió de parte de Dios por medio de Jesucristo, escribió:
“Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. . . .
“Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio poder para juzgar. . . . Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; . . . Con eso oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos . . . Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’”—Rev. 20:1-6; 21:1-4.
SE EXPLICA EL “SECRETO SAGRADO”
11. ¿Cómo correspondió la esperanza milenaria que Jesús reveló con la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente?
11 ¿Puede usted ver la similitud entre esta descripción del reinado de mil años de Cristo y la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente, “la esperanza de un futuro mesiánico ideal . . . la edad de oro de la dicha paradisíaca . . . un mundo de paz y armonía perfecta entre todas las criaturas . . . ‘nuevos cielos y una nueva tierra,’” según lo expresa la cita de The Jewish Encyclopedia que ya hemos dado?a
12, 13. ¿De qué manera revelaron los discípulos de Jesús que todavía esperaban un reinado terrestre del Mesías?
12 Sin embargo, es innegable que había detalles importantes relacionados con el reino mesiánico que los judíos no entendían y que hasta a los 12 apóstoles y otros de los primeros discípulos de Cristo se les hizo difícil comprender. Poco después de pronunciar su Sermón del Monte, en el que enseñó a sus discípulos a orar por la venida del reino de Dios y por el que se efectuara la voluntad de Dios en la Tierra, como en el cielo, Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes se les ha dado el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de afuera todas las cosas ocurren en ilustraciones.”—Mar. 4:11.
13 Durante todo su ministerio terrestre Jesús enseñó a sus discípulos muchas cosas relacionadas con el reino mesiánico. De hecho, aun después de su muerte y hasta el mismo momento de ascender a su Padre celestial continuó diciéndoles “las cosas acerca del reino de Dios.” Sin embargo, a pesar de esto, precisamente la última pregunta que sus discípulos le hicieron fue: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”, y así revelaron que todavía estaban esperando que el Mesías restaurara el reino carnal de Israel. (Hech. 1:3, 6) Estaban en lo correcto al pensar que el reino mesiánico tenía que ver con regir, con gobierno, pero se equivocaban al pensar que el Mesías habría de reinar en la Tierra y que su gobierno sería estrictamente judío.
14. (a) ¿Qué hizo posible que los discípulos de Cristo se libraran de la esperanza errónea que tenían? (b) ¿Qué rasgos importantes del “secreto sagrado” llegaron a entender con el tiempo los cristianos primitivos?
14 Solo después del derramamiento del espíritu santo en el Pentecostés los discípulos se libraron del concepto de un reino mesiánico nacionalista y llegaron a comprender nuevos e importantes rasgos del “secreto sagrado del reino de Dios.” Un aspecto de ese “secreto sagrado” era que el Mesías sería un rey celestial y que su gobierno estaría situado en los cielos. (Juan 18:36; Hech. 2:32-36; 1 Tim. 3:16) Otros rasgos de ese “secreto sagrado” —verdades que eran nuevas y revolucionarias para fieles mentes judías que estaban moldeadas por las Escrituras y no por la filosofía griega— fueron que se escogería a un número limitado de humanos como “santos” para que llegaran a estar asociados con el Mesías en Su reino, que éstos reinarían con él en el cielo, y que serían escogidos, no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles o no judíos.—Dan. 7:13, 14, 27; Luc. 12:32; 22:28-30; Juan 14:1-3; Efe. 3:3-6; Col. 1:26, 27.
UNA REVOLUCIONARIA NUEVA ESPERANZA
15. ¿Por qué era la mismísima idea de ir a los cielos algo completamente nuevo para el resto de judíos fieles?
15 Todo esto era algo completamente nuevo. Como ya hemos visto en el artículo “Origen de la esperanza de un reino de mil años,” la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente era una esperanza terrestre, y solo bajo la influencia de las tradiciones y la filosofía de la religión falsa, mucho más tarde en la historia judía, algunos de ellos llegaron a creer en la inmortalidad del alma. El resto judío fiel que se apegaba a las Escrituras Hebreas inspiradas y que aceptó a Jesús como el verdadero Mesías ciertamente no creía en la inmortalidad inherente. De modo que para éstos la idea de que un Mesías hubiera de gobernar la Tierra desde el cielo y de que ellos hubieran de llegar a ser corregentes de él en el cielo era tanto más revolucionaria.
16. ¿Qué escribió Pedro acerca de esta revolucionaria nueva esperanza?
16 En una carta dirigida a cristianos primitivos que habían recibido esta llamada especial para llegar a ser sacerdotes y reyes con el Mesías celestial, el apóstol Pedro escribió: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento y una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes . . . Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real.’”—1 Ped. 1:3, 4; 2:9.
17. ¿Cómo mostró Pablo que la llamada a la vida en los cielos era algo nuevo?
17 El apóstol Pablo también escribió acerca de esta excepcional llamada a la vida celestial, y dijo: “Él nos salvó y nos llamó con un llamamiento santo . . . ahora se ha hecho claramente patente por medio de la manifestación de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que ha abolido la muerte pero ha arrojado luz sobre la vida y la incorrupción.” (2 Tim. 1:9, 10) Si la vida en el cielo hubiera sido la esperanza del resto fiel de entre los judíos, ¿por qué tuvo Cristo que ‘arrojar luz’ sobre este “llamamiento santo” a la incorrupción? No; se ve claramente que este llamamiento a vida celestial fue algo completamente nuevo para estos cristianos primitivos que habían sido escogidos de entre judíos y gentiles.
LA ESPERANZA CELESTIAL PARA UN NÚMERO LIMITADO DE “ESCOGIDOS”
18, 19. Explique de qué manera la segunda carta de Pablo a Timoteo y la primera carta de Pedro indican que no todos los que esperan vivir para siempre serán reyes y sacerdotes con Cristo en el cielo. (Rev. 5:9, 10)
18 Pero, ¿reciben este “llamamiento santo” a vida incorruptible en los cielos todos los que aceptan a Cristo y que tienen la esperanza de vivir para siempre? Pablo indica que este llamamiento especial se extiende solo a un número limitado de “elegidos” (Nueva Biblia Española) o “escogidos” cuando añade: “Por este motivo sigo aguantando todas las cosas por causa de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en unión con Cristo Jesús junto con gloria eterna. Fiel es el dicho: Ciertamente si morimos juntos, también viviremos juntos; si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.”—2 Tim. 2:10-12.
19 Si a todos los que se salva se les llama a “gloria eterna” para que ‘gobiernen juntos como reyes’ con Cristo Jesús, ¿sobre quiénes han de gobernar? Y si todos han de llegar a ser “un sacerdocio real,” ¿en beneficio de quiénes han de actuar como sacerdotes reales?
20. ¿Cómo muestran las cartas de Pablo a los gálatas y a los romanos que el número de israelitas espirituales es un número limitado?
20 Considere lo siguiente: En su carta a los gálatas, acerca de los cristianos escogidos de entre los judíos y los no judíos que han sido “bautizados en Cristo” Pablo dice que “realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa,” y los llama “el Israel de Dios.” (Gál. 3:26-29; 6:16) Y en su carta a los romanos, el mismo apóstol habla del “secreto sagrado” de que Dios llamara a no judíos a causa de la “falta de fe” de muchos judíos, a lo que agrega —y éste es un pasaje clave— “hasta que el número completo de la gente de las naciones haya entrado.” Pablo explica que “de esta manera,” es decir, por medio de llamar gentiles para completar el número requerido, “todo Israel será salvo.” Está claro que esto se refiere al Israel espiritual, a los “escogidos” de entre los judíos y los no judíos que son “realmente ‘Israel’” o “verdaderos israelitas.”—Rom. 11:7, 17-26; 9:6 (TA); 2:28, 29.
21. (a) ¿Cuántos israelitas espirituales hay? (b) ¿Qué texto bíblico prueba que no se les escoge de entre los ángeles?
21 Puesto que los no judíos recibirían este “llamamiento santo” solamente hasta que se alcanzara el “número completo” de los que componen “el Israel de Dios,” es lógico que el número de tales israelitas espirituales constituya un número limitado. Entonces, ¿cuántos son? Busque Revelación 7:1-8. Ahí se establece un límite al número de cristianos que son “sellados” para llegar a ser parte del Israel espiritual. Revelación 14:1-4 prueba que no es de entre los ángeles de entre quienes se escoge este número limitado, pues de este mismo número este texto dice que son “comprados de la tierra,” “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.”
22. ¿Qué clase de esperanza basada en la Biblia tienen los 144.000?
22 Para estos 144.000 cristianos ungidos engendrados por espíritu su esperanza basada en la Biblia es una esperanza celestial. Después de experimentar “la primera resurrección,” ellos “serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Rev. 20:6.
23. ¿Qué preguntas hacen surgir las palabras “primicias” y “reyes”?
23 Pero si estos “escogidos” son las “primicias,” es lógico que haya otros frutos después. Y si los “escogidos” han de ‘gobernar como reyes,’ ¿quiénes serán sus súbditos y qué esperanza tienen éstos? Eso lo veremos al continuar este examen.
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Triunfa la esperanza del reino de mil añosLa Atalaya 1981 | 15 de octubre
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Triunfa la esperanza del reino de mil años
1. ¿Qué preguntas surgieron con la llegada del Mesías?
CUÁNDO llegó a los judíos el Mesías por tanto tiempo esperado, ¿confirmó él la creencia que originalmente habían tenido ellos de una vida futura mediante una resurrección, o se declaró a favor del concepto pagano de la inmortalidad inherente del alma que ahora habían adoptado? Al sacar a luz una esperanza celestial, ¿quería decir Jesucristo que todos los que se salvaran irían al cielo? ¿O extienden tanto las Escrituras Hebreas como las Escrituras Griegas Cristianas la esperanza de vida eterna en la Tierra a millones de personas?
VIDA FUTURA MEDIANTE LA RESURRECCIÓN
2. ¿Qué enseñó Jesús acerca de la esperanza de una vida futura?
2 Lejos de enseñar el concepto pagano de la inmortalidad inherente del alma humana, Jesús mostró que cualquier esperanza de vida futura depende de la resurrección. Declaró: “Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así ha concedido también al Hijo el tener vida en sí mismo. Y le ha dado autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán, los que hicieron cosas buenas a una resurrección de vida, los que practicaron cosas viles a una resurrección de juicio.”—Juan 5:26-29.
3. Respecto al alma, ¿qué están reconociendo ahora algunos teólogos de la cristiandad?
3 Es interesante el hecho de que algunos teólogos de la cristiandad del día moderno están llegando a reconocer que la inmortalidad inherente no tiene apoyo ni en las Escrituras Hebreas ni en las Escrituras Griegas Cristianas. Por ejemplo, The New International Dictionary of New Testament Theology (Tomo 3, 1978) saca a relucir “lo ajeno que es al VT [Viejo Testamento] el concepto de un alma separada del cuerpo, o de un alma que quede separada del cuerpo al momento de la muerte.” Además dice: “Mat. 10:28 no enseña la inmortalidad potencial del alma, sino la irrevocabilidad del juicio divino de los que no se arrepienten. . . . El NT [Nuevo Testamento] ve al hombre esencialmente como una unidad y promete la transformación de toda la persona, y no simplemente la supervivencia de parte de ella. . . . no puede haber inmortalidad sin que primero haya resurrección.”
UNA ESPERANZA CELESTIAL Y UNA TERRESTRE
4. ¿Qué reconocen los testigos de Jehová, pero qué niegan, y por qué?
4 Los testigos de Jehová no niegan que las Escrituras Griegas Cristianas enseñan que algunos cristianos reciben el “llamamiento celestial.” (Heb. 3:1) Lo que sí niegan es que tal “llamamiento celestial” elimine el propósito original de Dios de hacer que se cultive la tierra hasta que el planeta quede convertido en un paraíso y éste se llene de una raza de hombres y mujeres justos. Los testigos de Jehová no pueden aceptar la idea de que todas las profecías de las Escrituras Hebreas en las que se predice la restauración del paraíso sobre la Tierra hayan llegado a ser letra muerta. Lo que les da mayor convicción de esto es que las Escrituras Griegas Cristianas confirman la promesa de “una nueva tierra” en la cual “la justicia habrá de morar.”—2 Ped. 3:13; Rev. 21:1-4.
5, 6. ¿Cómo revela claramente la Biblia los dos aspectos de la esperanza que ofrecen las Escrituras: (a) ¿el celestial? (b) ¿el terrestre?
5 Como resultado de su serio estudio de la Biblia, los testigos de Jehová creen que la esperanza cristiana basada en las Escrituras tiene dos aspectos: El don de la inmortalidad en el cielo para un número pequeño, limitado, de personas, y vida eterna sobre la Tierra para el mayor número de personas. La esperanza celestial de “gobernar como reyes” con Cristo se ofrece como excepcional “gracia” (Versión Valera) o “bondad inmerecida” a 144.000 “elegidos” (Biblia de Jerusalén) o “escogidos,” empezando con los apóstoles y los primeros discípulos de Cristo. (Luc. 12:32; Rom. 5:17; 8:33; Rev. 5:9, 10; 7:1-4; 14:1-4) De éstos, solo unos cuantos “que quedan” de los que han ‘sobrevivido hasta la presencia del Señor’ están actualmente vivos en la Tierra.—1 Tes. 4:14-17; Rev. 12:17.
6 La esperanza terrestre es la que Adán y Eva originalmente podrían haber realizado, si se hubieran mantenido sumisos a la soberanía de Jehová Dios más bien que ir en pos de la independencia moral. (Sírvase ver los primeros tres capítulos de Génesis 1-3.) El hombre “es terrestre por naturaleza.” (1 Cor. 15:47, The Jerusalem Bible) Sus aspiraciones y deseos naturales son terrestres. “A Jehová pertenecen los cielos, pero la tierra se la ha dado a los hijos de los hombres.” (Sal. 115:16) Además, la Biblia dice claramente que Jehová ‘no creó la tierra sencillamente para nada, sino que la formó para ser habitada.’ (Isa. 45:18) Por lo tanto, la esperanza de vida eterna en la Tierra bajo condiciones paradisíacas es tanto natural como bíblica. No hay motivo para avergonzarse de ella.
ESPERANZA DEL MILENIO PARA DOS GRUPOS
7. ¿Qué esperanza ofrecen a los pueblos de la Tierra la promesa abrahámica y la profecía de Daniel?
7 Puesto que los 144.000 israelitas espirituales son la “descendencia” o “verdaderos descendientes de Abrahán” y los “verdaderos herederos de su promesa” (Gál. 3:26-29, Phillips), es bueno recordar que en la promesa que se le hizo a Abrahán también se declaró: “Por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” (Gén. 22:16-18) El profeta Daniel también habló acerca de “pueblos, grupos nacionales y lenguajes” sobre los cuales el “hijo del hombre,” Jesucristo, ejercerá desde “los cielos” el “reino y la gobernación.” Jesús hace esto junto con los “escogidos,” a quienes se llama “los santos del Altísimo.”—Dan. 7:13, 14, 27, Traducción del Nuevo Mundo, en inglés, nota al pie de la página; 2 Tim. 2:10.
8. ¿Cómo sabemos que Pablo y Juan reconocían que la salvación no se limitaba a los “escogidos”?
8 Los cristianos primitivos no estaban sin conocimiento de estas profecías que hablan acerca de dos grupos: la “descendencia” y las “naciones,” los “santos” y los “grupos nacionales.” El apóstol Pablo confirma esto, pues después de hablar acerca de los que serán “coherederos con Cristo” y que serán “glorificados juntamente” con él en el cielo, habla acerca de la “creación” humana cuya “expectativa ansiosa” es la de ser “libertada de la esclavitud a la corrupción,” o al pecado, y ‘tener la gloriosa libertad de los hijos de Dios.’ (Rom. 8:15-21) El apóstol Juan, al escribir a cristianos que, como él, tenían la esperanza celestial, dijo que Cristo era “un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados [los de los “escogidos”], empero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.”—1 Juan 2:2; 3:1-3.
9. (a) ¿Qué visiones probablemente había visto Juan cuando escribió su primera carta? (b) ¿Cómo confirman éstas la existencia de dos grupos de personas salvas?
9 Es probable que Juan haya escrito esas palabras después de haber recibido la Revelación, en la cual, después de haber visto a los 144.000 israelitas espirituales “sellados,” vio a “una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas.” Estos sobreviven a la “grande tribulación” y el “Cordero,” Cristo Jesús, los guía “a fuentes de aguas de vida.” (Rev. 7:4-17) Y, claro, fue en esa misma Revelación donde Juan también tuvo una visión del reinado de mil años de Cristo, en la cual otra vez se mencionan dos grupos: los que ‘tienen parte en la primera resurrección’ y “gobernarán como reyes,” y la “humanidad,” a la cual Dios bendecirá y que “serán sus pueblos.”—Rev. 20:1-21:8.
10. Hoy, ¿qué dos grupos abrigan la esperanza del milenio, y cómo difieren el uno del otro en lo que tiene que ver con la cantidad de miembros que los componen?
10 Hoy, la esperanza del milenio triunfa en el corazón de los que pertenecen al “rebaño pequeño,” a los cuales se llama para que “se sienten sobre tronos” con Cristo en el cielo para reinar por un milenio. (Luc. 12:32; 22:28-30) Los de la “grande muchedumbre” que se han unido al resto de los cristianos ungidos en proclamar “estas buenas nuevas del reino . . . para testimonio a todas las naciones” también han abrazado esta esperanza del milenio. (Mat. 24:14) Estos dos grupos estuvieron representados en la celebración de la Cena del Señor del 31 de marzo de 1980. Los que por todo el mundo participaron de los emblemas del pan y el vino fueron solo 9.564 personas, ciertamente solo unos cuantos “que quedan” de los 144.000 que han de gobernar con Jesús en su reino milenario. Pero junto con éstos asistieron otras 5.717.092 personas que estuvieron allí como observadores, mostrando así aprecio por el gran arreglo que Jehová ha hecho posible mediante el sacrificio de su Hijo. Estas personas se regocijan ante la perspectiva de tener vida eterna en un paraíso terrestre.
¡LA ESPERANZA DEL MILENIO SIGUE VIVA!
11. ¿Cuándo y cómo se hará realidad la esperanza del milenio?
11 Sí, la esperanza del milenio sigue intensamente viva hoy. Esto llegará a ser realidad después de la “grande tribulación,” cuando Cristo y los 144.000 “escogidos” empiecen su reinado de 1.000 años en el cielo, y la “grande muchedumbre” de personas parecidas a ovejas, junto con miles de millones de personas resucitadas sobre la Tierra, reciban bendiciones indecibles en la esfera terrestre de ese reino mesiánico.—Mat. 25:34; Rev. 20:12, 13.
12. ¿Cómo se ha definido el milenio en cierta enciclopedia?
12 Hoy la humanidad necesita urgentemente tal esperanza. Hombres avezados en las cosas del mundo no están ignorantes en cuanto a esta esperanza. Por ejemplo, la Macropaedia de la Britannica de 1977 define el milenio como sigue: “Este período de 1.000 años, conocido como el milenio, se considera como el tiempo durante el cual los deseos vivos del hombre de tener paz, librarse de la maldad, y ver el dominio de la justicia en la Tierra se realizan finalmente mediante el poder de Dios. . . . el milenarismo tiene que ver con las perspectivas terrestres de la comunidad humana. . . . con vívido lenguaje figurativo, el milenarismo procura responder a preguntas como las siguientes: ¿En qué terminará al fin este mundo? ¿Logrará algún día la humanidad el sueño eterno de habitar un paraíso terrestre, o serán destruidos todos los hombres en un cataclismo de fuego provocado por la propia insensatez del hombre, o por el juicio de Dios?”—Bastardillas nuestras.
13. (a) ¿Cree usted que la Tierra será destruida en un “cataclismo de fuego”? ¿Por qué contesta usted así? (b) ¿Cuál fue el propósito de Dios para la Tierra originalmente?
13 Para ciertos escritores de enciclopedias y para líderes religiosos que carecen de fe, esas preguntas tal vez sean simplemente de interés académico. Pero para muchas personas sinceras de todos los países del mundo esas preguntas tienen que ver con verdaderos problemas de la vida actual en los cuales se interesan intensamente. Los testigos de Jehová han hallado la respuesta a estas preguntas en la Biblia. Para ellos, la esperanza de vivir para siempre “en un paraíso terrestre” no es un “sueño eterno.” Esa esperanza tiene un fundamento seguro, pues está basada en conocimiento sólido de la Biblia. Tanto las Escrituras Hebreas como las Griegas muestran que Dios no permitirá que los hombres inicuos destruyan la Tierra “en un cataclismo de fuego.” (Rev. 11:18; Isa. 45:18) Tampoco destruirá él la Tierra. (Sal. 104:5) Después de haber creado al hombre y haberlo colocado en un paraíso que estaba situado en un lugar específico, Dios le reveló Su propósito, a saber, de que el hombre ‘sojuzgara’ la Tierra por medio de extender las condiciones paradisíacas por todo el mundo, y que ‘llenara [no que sobrellenara] la tierra’ de una raza justa de hombres y mujeres ‘hechos a la semejanza de Dios.’—Gén. 1:26-28; 2:15.
14. ¿Cómo encaja la esperanza milenaria con el “propósito eterno” de Dios?
14 Esta todavía es la “voluntad” de Dios, la cual, mediante su reino mesiánico, se hará “en la tierra como en el cielo.” (Mat. 6:10, Biblia de Jerusalén) Todo el tenor de la Biblia demuestra sin lugar a dudas que Dios no ha abandonado su propósito original. (Isa. 46:9,10) El milenio, o reinado de 1.000 años de Cristo, encaja con el “propósito eterno” de Dios, el cual en parte es “reunir todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas que están en los cielos y las cosas que están sobre la tierra.” (Efe. 3:11; 1:8-10) En otras palabras, el milenio no es un fin en sí; es un medio para lograr un fin, el de efectuar el propósito original de Dios para la Tierra.
NO ES “SUEÑO MATERIALISTA”
15, 16. ¿Cómo ha definido cierto sacerdote católico la esperanza milenaria, pero qué parece haber olvidado?
15 Adversarios religiosos se mofan de los testigos de Jehová porque los Testigos predican la esperanza del milenio. No obstante, estos mofadores están perfectamente contentos con mandar a todas las personas buenas al cielo y a todos los malos a un tormento eterno en el infierno, haciendo así caso omiso del lugar que ocupa la Tierra en el “propósito eterno” de Dios. Por ejemplo, el sacerdote dominico de nacionalidad francesa H. C. Chéry, quien se ha especializado en criticar a los testigos de Jehová, dice que la esperanza de la restauración del paraíso sobre la Tierra es “un sueño materialista.”
16 En primer lugar, a este sacerdote católico se le debe recordar que la Iglesia Católica nunca ha condenado oficialmente la esperanza del milenio ni la ha definido como herética. Esto no es sorprendente, puesto que esta esperanza está basada en la Biblia y la mayoría de los primeros y más respetados “padres de la iglesia” la consideraban “uno de los dogmas esenciales de la fe cristiana.” ¿Eran también ‘soñadores materialistas’ Policarpo, Papías, Ireneo, Justino el Mártir y Tertuliano?
17. ¿Por qué no hay quien pueda acusar correctamente a los testigos de Jehová de ser ‘soñadores materialistas’?
17 Es cierto que algunos de éstos, y otros que aparecieron más tarde, desacreditaron la esperanza del milenio al dar una aplicación carnal o hasta un sentido sociopolítico a las bendiciones milenarias que se habían predicho. Pero nadie puede de buena fe acusar a los testigos de Jehová de hacer esto hoy en día. Aun en la actualidad, en un mundo que está orientado hacia el placer, estos cristianos están luchando tenazmente para que el materialismo y la búsqueda del placer no se infiltren en su propia vida ni en sus congregaciones. Acentúan los valores espirituales. Reconocen plenamente que si algunos caen víctimas del materialismo en este “tiempo del fin” tal vez nunca vean el milenio. (Luc. 21:34-36; Dan. 12:4) Además, no esperan realizar el milenio mediante programas humanos de reforma social. Confían enteramente en la intervención de Dios mediante su rey mesiánico. Encabezando las fuerzas celestiales de combate, este “Rey de reyes” luchará para poner fin a toda la maldad que existe en la Tierra.—Rev. 19:11-20:3.
PARAÍSO... ESPIRITUAL Y FÍSICO
18. ¿Por qué podemos esperar que haya más desarrollo del paraíso espiritual durante el milenio?
18 Los testigos de Jehová ya están viviendo en un paraíso espiritual. Además, esperan con interés y confianza llegar a ser personas más espirituales durante el reinado de 1.000 años de Cristo, cuando ‘se abrirán rollos’ simbólicos que revelarán los requisitos de Dios.—Rev. 20:12.
19. ¿Por qué requerirá el milenio mucha abnegación y duro trabajo?
19 Mediante una lectura cuidadosa de los textos bíblicos que hablan acerca del reinado milenario de Cristo (por ejemplo, Revelación 20:11-21:8), los testigos de Jehová también saben que el milenio requerirá mucha abnegación de parte de los que tienen la esperanza terrestre. Habrá mucho trabajo que hacer para cultivar y embellecer la Tierra, pero ellos no cultivarán condiciones paradisíacas egoístamente solo para sí mismos y para sus familias. El reinado de 1.000 años de Cristo es de hecho un “día” de juicioa para los que sobrevivan a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” que se aproxima rápidamente (Hech. 17:30, 31; Rev. 16:14, 16); es también el día de juicio para millones de muertos que serán resucitados y juzgados según las obras que practiquen en el paraíso terrestre. (Juan 5:28, 29; Luc. 23:42, 43) Los que ya estén viviendo bajo la gobernación milenaria del Mesías tendrán que enseñar las sendas de la justicia a la incontable cantidad de personas que sean resucitadas. (Compare con Isaías 11:1-9.) ¡Eso ciertamente no es un “sueño materialista”! Significará que también será necesario hacer mucho trabajo duro en lo que tiene que ver con asuntos espirituales.
20. ¿Qué ocurrirá cuando hayan terminado los 1.000 años, y con qué perspectiva dejará esto a los fieles?
20 Además, el milenio será solo el principio. Después de una prueba final, cuando hayan terminado los 1.000 años, los hombres y las mujeres que permanezcan fieles a la soberanía universal de Dios pasarán a vida eterna en una Tierra paradisíaca.b—1 Cor. 15:24-28; Rev. 20:7-10.
UNA ESPERANZA QUE PUEDE SER SUYA
21, 22. (a) ¿Qué están siempre bien dispuestos a hacer los testigos de Jehová? (b) ¿Qué esperanza tienen ellos respecto al futuro cercano?
21 Tal es la esperanza que ahora abrigan más de 2.000.000 de testigos cristianos de Jehová en más de 200 países. Esta esperanza está intensamente viva en la mente y el corazón de ellos, a tal grado que siempre están bien dispuestos a dar a otros la ‘razón de la esperanza que hay en ellos.’—1 Ped. 3:15.
22 Desde 1914, los sucesos mundiales en cumplimiento de las profecías bíblicas muestran que ahora estamos viviendo en el “tiempo del fin,” y que el “tiempo de angustia” sin precedente se aproxima. (Dan. 12:1-4; Mat. 24:3-21) Al resto de los “escogidos” y a la “grande muchedumbre” que son sus compañeros se les ha prometido que sobrevivirán a la “grande tribulación.” (Mat. 24:22; Rev. 7:9, 10, 14) Tras eso, se cumplirán sus respectivas esperanzas relativas al milenio. ¿Cree usted eso? “Que el Dios que da esperanza los llene de todo gozo y paz por el creer de ustedes, para que abunden en la esperanza.”—Rom. 15:13.
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