-
Determinando la línea humana que va hasta la “descendencia”El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
-
-
Capítulo 7
Determinando la línea humana que va hasta la “descendencia”
1. ¿Por qué habían hecho más desesperado a Satanás el Diablo en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia” prometida los casos de Abel, Enoc y Noé?
EN EL centro del “propósito eterno” de Dios está la “descendencia” que sería producida por la “mujer” de Dios. La contienda que empezó en el jardín de Edén entre Satanás y Dios llegó a tener como centro esta misteriosa “descendencia.” Tenía que ser así, porque esa “descendencia” había de ser producida al debido tiempo para magullar la cabeza de la Gran Serpiente, y Satanás el Diablo sabía que la “cabeza” del caso era la suya. (Génesis 3:15) Satanás estaba resuelto a quebrantar la integridad de la “descendencia” venidera y así hacer que no pudiera servir para el propósito de Dios. En el Diluvio había terminado el primer encuentro de la contienda entre Satanás y Dios, pero con una manifestación en contra de Satanás. Él no había podido quebrantar la integridad de por lo menos tres hombres que habían descendido del primer hombre y la primera mujer cuya integridad él había proyectado arruinar. Abel, Enoc y Noé habían debilitando la posición confiada de Satanás y habían hecho que él se desesperara más en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia.”
2. Hoy la humanidad debe estar agradecida de que Noé le diera ¿qué clase de comienzo en la vida después del diluvio? ¿De qué manera fue eso?
2 Los seiscientos cincuenta y ocho años que transcurrirían después del fin del Diluvio resultarían muy reveladores en cuanto a detalles sobre la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Después del diluvio toda la humanidad hasta hoy mismo podía verse como descendiente de Noé el constructor del arca que resistió el diluvio. De modo que ahora al mundo de la humanidad se le había dado un comienzo justo, porque Noé “andaba con el Dios verdadero.” (Génesis 6:9) Él era imperfecto por herencia, pero, moralmente, era sin tacha, inmaculado, delante de Dios. ¡Cuán agradecidos deberíamos estar por eso nosotros sus descendientes! Inmediatamente después de salir del arca y poner pie sobre el monte Ararat, Noé condujo a la humanidad en la adoración del Preservador de la humanidad, Jehová Dios.
“Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias y de todas las criaturas volátiles limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. Y empezó Jehová a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su corazón: ‘Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como lo he hecho. Durante todos los días que continúe la tierra, siembra y cosecha y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche, nunca cesarán.’”—Génesis 8:20-22; compare con Isaías 54:9.
3. ¿Cómo resultó verídica la profecía que pronunció Lamec cuando Noé nació, y de qué llegó a ser símbolo el arco iris?
3 La profecía que Lamec el padre de Noé pronunció en cuanto a él cuando éste nació resultó tener razón válida. (Génesis 5:29) La maldición divina que se había pronunciado sobre el suelo que estaba fuera del jardín de Edén después de la transgresión de Adán fue quitada, y Noé (cuyo nombre significa “Reposo”) hizo que desde sus ofrendas quemadas ascendiera a Dios un olor conducente a reposo o descanso e indujo a Dios a dar reposo a la humanidad del duro trabajo de cultivar un suelo maldito. Dios también hizo que en la luz del Sol que ahora brillaba directamente sobre la Tierra debido a la remoción del dosel acuoso apareciera el primer arco iris de que hay informe. Aludiendo a aquel arco iris como una señal de garantía, Jehová prometió que “nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.” Nunca más habrá un diluvio acuoso.—Génesis 9:8-15.
4. Habiendo pasado vivos a través del diluvio con Noé los tres hijos de Noé y sus esposas, ¿qué pregunta surgió ahora en cuanto a la “descendencia” prometida?
4 Los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, junto con las esposas de éstos, sobrevivieron con él y su esposa. Ahora, ¿cuál de estos tres hijos sería aquel por el cual bajaría la línea que llevaría al aparecimiento terrestre de la “descendencia” de la “mujer” de Dios? La selección que tenía que hacerse afectaría de manera diferente a las tres razas que descenderían de los tres patriarcas, Sem, Cam y Jafet. La profecía que Dios hizo que Noé por inspiración pronunciara en cuanto a sus tres hijos en una ocasión crítica indicó la dirección en que iría el favor y la bendición divinos. ¿Qué base hubo para esto?
5. ¿Qué hizo que Noé pronunciara una maldición sobre Canaán el hijo de Cam?
5 En obediencia al mandato de Dios a los hijos de Noé de que se hicieran fructíferos en la Tierra, Sem llegó a ser padre de Arpaksad dos años después del principio del diluvio. (Génesis 11:10) Con el tiempo Cam llegó a ser padre de Canaán. (Génesis 9:18; 10:6) Algún tiempo después del nacimiento de Canaán hubo una ocasión en la cual Noé, por alguna razón que no se declara, se emborrachó con vino de su viña. Cam entró en la tienda de Noé y lo vio tendido sin cobertura, desnudo, pero no hizo nada para ocultar la desnudez de su padre. Más bien, lo pregonó a Sem y Jafet. Con debido respeto a su padre, Sem y Jafet rehusaron mirar la desnudez de Noé, y moviéndose con las espaldas vueltas a su padre, extendieron una tela sobre él. No abusaron del hecho de que su padre estuviera desnudo, sino que mostraron y mantuvieron su alto respeto a él como padre de ellos y como profeta de Jehová.
“Por fin despertó Noé de su vino y llegó a saber lo que le había hecho su hijo menor. Por lo cual dijo: ‘Maldito sea Canaán. Llegue a ser él el esclavo más bajo para sus hermanos.’ Y añadió: ‘Bendito sea Jehová, el Dios de Sem, y llegue a ser Canaán esclavo para él. Conceda Dios amplio espacio a Jafet, y resida él en las tiendas de Sem. Llegue a ser Canaán esclavo para él también.’”—Génesis 9:20-27.
6. Según la profecía de Noé, ¿por medio de qué hijo correría la línea que llegaría al Mesías?
6 Noé estaba sobrio cuando pronunció esas palabras. Él no maldijo a toda la raza que descendió de Cam, debido a la falta de respeto de Cam, especialmente para el profeta de Dios. De modo que Dios inspiró a Noé para que maldijera a un solo hijo de Cam, a saber, a Canaán, cuyos descendientes se establecieron en el país de Canaán en Palestina. Los cananeos sí llegaron a ser esclavos de los descendientes de Sem, cuando Dios hizo que los israelitas entraran en la tierra de Canaán de acuerdo con Su promesa a Abrahán el hebreo. Sem vivió quinientos dos años después del principio del Diluvio, de manera que su vida y la de Abrahán se traslaparon por ciento cincuenta años. (Génesis 11:10, 11) Noé declaró que Jehová era el Dios de Sem. Jehová había de ser bendecido, porque fue el temor de Él lo que movió a Sem a mostrar el debido respeto a Noé como profeta de Dios. Jafet sería tratado como huésped en las tiendas de Sem, y no como esclavo como lo sería Canaán. Así, por medio de ser anfitrión para su hermano Jafet, a Sem se le puso en categoría superior a la de él en la fraseología de la profecía. En armonía con esto, la línea de Sem llevaría hasta el Mesías.
LA FUNDACIÓN DE BABILONIA
7. ¿Qué nieto de Cam estableció el primer Imperio Babilónico, y cómo?
7 Otro descendiente de Cam que no resultó bueno fue su nieto Nemrod. Noé, que continuó vivo por trescientos cincuenta años después del principio del diluvio, vivió hasta ver la subida e indudablemente la caída de este bisnieto suyo. (Génesis 9:28, 29) Nemrod fundó una organización que obró como parte de la “descendencia” visible de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. Dice Génesis 10:8-12: “Y Cus llegó a ser padre de Nemrod. Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra. Él se exhibió poderoso cazador en oposición a Jehová. Es por eso que hay un dicho: ‘Como Nemrod poderoso cazador en oposición a Jehová.’ Y el principio de su reino llegó a ser Babel y Erec y Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esa tierra salió para Asiria y se puso a edificar a Nínive y a Rehobot-Ir y a Cala y a Resén entre Nínive y Cala: ésta es la gran ciudad.” Según esto, Nemrod estableció el primer Imperio Babilónico.
8, 9. (a) ¿Por qué no escogió Jehová a Babel como la ciudad sobre la cual colocar su nombre? (b) ¿El lenguaje de quiénes no fue cambiado en Babel?
8 Fue en Babel (llamada Babilonia por los judíos de habla griega) que se produjo la confusión del lenguaje de la humanidad, cuando Jehová Dios exhibió su desaprobación en cuanto a la construcción de la ciudad y de una torre vinculada con religión falsa dentro de ella, porque los edificadores se proponían hacerse un nombre célebre y evitar que se les ‘dispersara por toda la superficie de la tierra.’ No previeron la decadencia de las ciudades que está aconteciendo hoy día. (Génesis 11:1-9) Aunque este Imperio Babilónico de Nemrod fue el primer imperio de la Tierra, no llegó a ser la Primera Potencia Mundial del registro bíblico. El antiguo Egipto llegó a ser eso. El poder político de Babel fue debilitado, porque sus edificadores, ahora desunidos por lenguajes que diferían, fueron obligados así por Jehová a dispersarse por toda la Tierra.
9 Jehová Dios no escogió a Babilonia como la ciudad sobre la cual colocar su nombre. Noé y su hijo bendito Sem no participaron en la construcción de Babel ni su torre de religión falsa, y el lenguaje de ellos no fue confundido.
10, 11. (a) En los días de Sem, ¿en cuál de sus descendientes fue fijada la línea por la cual vendría la “descendencia” prometida? (b) Esto se indicó por ¿qué revelación, a quién?
10 Dos años después de la muerte de Noé en 2020 a. de la E.C., nació Abrahán en la línea de Sem, que todavía vivía. Este descendiente resultó ser un adorador del Dios de Sem, Jehová. Es posible que Sem haya sentido gran satisfacción al enterarse de la emocionante revelación que Jehová le hizo a Abrahán. Esto probó que Jehová se estaba apegando a su “propósito eterno” que había formado en el jardín de Edén después que Eva y Adán transgredieron. Fijó la venida de la “descendencia” de la “mujer” de Dios en la línea de Abrahán, de entre todos los descendientes de Sem. Pero, ¿qué fue la revelación divina que se le dio a Abrahán, a quien en aquel tiempo se llamaba Abrán?
11 Abrán (Abrahán) estaba en Mesopotamia, en la ciudad de Ur de los caldeos no lejos de Babilonia (Babel) cuando se le hizo la revelación. Génesis 12:1-3 nos dice: “Y procedió Jehová a decirle a Abrán: ‘Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré; y haré de ti una nación grande y te bendeciré y de veras que haré grande tu nombre; y resulta ser una bendición. Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré, y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.’”
12. ¿Para quiénes era “buenas nuevas” aquella revelación, y qué era o edad se puede decir que empezó al hacerse aquella revelación?
12 “Todas las familia del suelo”... ¡eso incluye a nuestras familias de hoy en este siglo veinte! ¡Los miembros de nuestras familias pueden procurarse una bendición por medio de este antiguo Abrán (Abrahán)! ¡Eso ciertamente es buenas nuevas! Y se dieron en el mundo posdiluviano de la humanidad allá en aquel tiempo remoto del siglo veinte antes de nuestra era común. Del significado de esto se comenta más tarde en estas palabras inspiradas: “Seguramente ustedes saben que los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán. Ahora bien, la Escritura, viendo anticipadamente que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’” (Gálatas 3:7, 8) En vista de eso, puede decirse correctamente que la Época o Era de las Buenas Nuevas (la Época del Evangelio o Edad del Evangelio, como algunos quisieran llamarla) empezó allá poco antes de que Abrahán obedeciera el mandato divino.
13. (a) ¿Cuál era el estado de la carne de Abrahán cuando le vino el mandato de Dios, y por eso, qué fue lo que contó ante Dios? (b) ¿Cuándo cruzó Abrahán el río Éufrates?
13 También debe notarse aquí el hecho de que, cuando Dios escogió a Abrahán para que fuera el conducto de bendición para todas las familias y naciones, Abrahán no estaba circuncidado en la carne. El mandato que Dios le dio de que él y los varones de su casa se circuncidaran no vino sino por lo menos veinticuatro años después, el año antes del nacimiento de su hijo Isaac (1918 a. de la E.C.). Si no fue la condición carnal de Abrahán, entonces, ¿qué fue lo que contó ante Dios? Fue la fe de Abrahán. Jehová Dios sabía que Abrahán tenía fe en Él. No fue en vano que le expidió a Abrahán el mandato de salir de su tierra. Abrahán prontamente salió y se mudó con su casa hacia el noroeste a Harán, y desde allí, después de la muerte de su padre Taré en Harán, cruzó el río Éufrates y fue moviéndose hacia la tierra que Dios estaba procediendo a mostrarle. Su cruce del río Éufrates aconteció el 14 de Nisán en la primavera del año 1943 a. de la E.C., ó 430 años antes de la celebración de la primera Pascua por los descendientes de Abrahán abajo en Egipto.—Éxodo 12:40-42; Gálatas 3:17.
14. ¿Qué le dijo Jehová a Abrahán en la tierra de Canaán, y después de eso qué hizo Abrahán?
14 El profeta Moisés llevó un registro de esto; escribió: “Ante eso Abrán se fue tal como le había hablado Jehová, y lo acompañó Lot. Y Abrán tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán. Así es que tomó Abrán a Sarai su esposa y a Lot el hijo de su hermano y todos los bienes que habían acumulado y las almas que habían adquirido en Harán, y procedieron a salir para ir a la tierra de Canaán. Por fin llegaron a la tierra de Canaán. Y Abrán siguió atravesando la tierra hasta el sitio de Siquem, cerca de los árboles grandes de Moré; y en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra. Jehová ahora se le apareció a Abrán y dijo: ‘A tu descendencia voy a dar esta tierra.’ Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había aparecido.”—Génesis 12:4-7; Hechos 7:4, 5.
15. ¿Por qué exigiría un milagro la promesa de Dios de darle una “descendencia” a Abrahán, y esto envolvía qué milagro mayor todavía?
15 Así, aunque en aquel tiempo Abrán, de setenta y cinco años de edad, no tenía hijos, ningún hijo por su esposa Sarai, de sesenta y cinco años de edad, sin embargo Jehová prometió que Abrán tendría descendencia o prole, a la cual Jehová daría la tierra de Canaán. Abrahán aceptó con fe aquella promesa divina. Porque, según las facultades de reproducción femeninas para aquel tiempo allá, esto era casi como si Dios estuviera prometiendo un milagro. Veinticuatro años más tarde, cuando Abrahán oyó que iba a tener un hijo por su esposa Sara, se rió y dijo en su corazón: “¿A un hombre de cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad dará a luz?” (Génesis 17:17; 18:12-14) Si eso era ‘extraordinario,’ mucho más maravilloso sería el milagro que cumpliría la profecía de Dios que se da en Génesis 3:15. Esto se debía a que la “mujer” de Dios era celestial y la “descendencia” prometida de ella sería celestial y sin embargo esa “descendencia” estaría vinculada con la línea terrestre de descendientes de Abrahán. De esta manera esta “descendencia” de la “mujer” de Dios pudiera ser llamada “la descendencia de Abrahán,” sí, “hijo de Abrahán.”
16. La promesa de Dios de sacar naciones y reyes de Abrahán y Sara hizo que surgieran ¿qué preguntas, acerca de la “descendencia”?
16 Cuando Dios, por su ángel, le aseguró a Abrahán que tendría un hijo por su esposa Sara, al cual se llamaría Isaac, Dios le dijo a Abrahán: “Ciertamente te haré fructífero en sumo grado y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti. . . . [a Sara] la bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella.” (Génesis 17:6, 16) Por eso, ¿cuál de esas “naciones” sería la nación favorecida de Jehová? ¿Tendría sobre sí un rey? ¿Llegaría a ser ese rey la “descendencia” de la “mujer” de Dios? Es solo lo natural hacer esas preguntas.
MELQUISEDEC
17. ¿Cuál fue el más sobresaliente trato con reyes de la tierra de Canaán en la carrera de Abrahán, y por qué le pagó Abrahán un diezmo?
17 Antes de esto, Abrahán había tenido que tratar con reyes terrestres. El más significativo de aquellos tratos fue cuando se encontró con el rey sobresaliente de la tierra de Canaán. Abrahán acababa de haberse visto obligado a rescatar a su sobrino Lot de las manos de cuatro reyes que habían invadido la tierra de Canaán y derrotado a cinco de los reyes de aquella tierra y se habían llevado cautivos, entre los cuales estuvo Lot. Mientras regresaba de haber derrotado a aquellos cuatro reyes merodeadores, Abrahán se acercó a la ciudad de Salem, en las montañas al oeste del mar Muerto. “Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: ‘¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!’ Con eso le dio Abrán el décimo de todo.” (Génesis 14:18-20) Puesto que, como Melquisedec le dijo a Abrahán, el Dios Altísimo había entregado a los opresores de Abrahán en su mano, era solo lo apropiado que Abrahán le diera el décimo de todos los despojos al sacerdote del Dios Altísimo, Melquisedec.
18. ¿Por qué no fue una expresión vana la bendición de Melquisedec a Abrahán, y cómo mostró David la importancia de aquél en el propósito de Dios?
18 La bendición de Melquisedec a Abrahán no fue una expresión vana. Contaba para algo, y armonizaba con la propia promesa de Jehová de que Abrahán debería ser una bendición para todas las familias del suelo... todas las familias deberían procurarse una bendición por medio de él. (Génesis 12:3) Este misterioso rey-sacerdote Melquisedec, aunque recibe tan escasa mención en la historia, no se perdió de vista. Novecientos años más tarde el Dios Altísimo inspiró a otro rey de Salem, el rey David de Jerusalén, para que profetizara y mostrara precisamente lo significativo que había sido Melquisedec dentro del propósito del Dios Altísimo. Según esto, Melquisedec era el tipo o prefiguración de un rey todavía mayor, uno hasta mayor que David, uno a quien hasta David se vería obligado a llamar “mi Señor.” Este rey prefigurado no podía ser otro sino el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Por eso, bajo el poder del espíritu santo de Dios, David escribió, en Salmo 110:1-4:
“La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillos para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’ Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’”
19. Aquel del cual se profetizó que empuñaría la vara de fuerza sobre el monte Sión tenía que ser descendiente de ¿quién? ¿Y por qué no estuvo David profetizando acerca de reyes desde Salomón hasta Sedequías?
19 Note lo que significan esas palabras inspiradas. El hecho de que el rey David dijera que Jehová enviaría la vara de fuerza del Rey desde Sión indica que el Rey sería un descendiente carnal de David. Según el pacto de Jehová con David para un reino eterno, nadie se sentaría como rey sobre el monte Sión y empuñaría el cetro de fuerza parecido a vara excepto un descendiente carnal de David. (2 Samuel 7:8-16) Por lo tanto, este individuo cuya vara de fuerza sería enviada desde Sión sería llamado un “hijo de David.” Pero en este caso David no se estaba refiriendo proféticamente a su hijo, el rey Salomón, quien fue el más glorioso rey de la línea de David que se sentó en el trono en el monte Sión y reinó sobre las doce tribus de su pueblo. David nunca se dirigió a su hijo Salomón llamándolo “Mi Señor,” ni a ningún otro de los reyes que vinieron después de Salomón en Sión hasta el mismo rey Sedequías. Además, ni Salomón ni ninguno de los reyes subsiguientes en el monte Sión fueron sacerdotes así como reyes, como lo fue Melquisedec.—2 Crónicas 26:16-23.
20. ¿Cómo, aunque hijo de David, sería este individuo profético sin embargo el “Señor” de David?
20 Sin embargo, puesto que este gobernante prometido había de ser un “hijo” del rey David, ¿por qué aludiría David a él llamándolo “Mi Señor”? Esto se debió al hecho de que este sobresaliente “hijo de David” sería un rey mucho más encumbrado que David. Aunque David se sentó en el “trono de Jehová” sobre el terrestre monte de Sión, él nunca, ni en su muerte, ascendió al cielo y se sentó a la “diestra” de Jehová. Pero el que llegaría a ser “Señor” de David lo haría. Pudiera aludirse a su posición real a la diestra de Jehová en el cielo llamándola un monte Sión celestial, porque fue representada por el monte Sión terrestre, que antes estaba encerrado dentro de los muros de Jerusalén pero hoy no lo está. Como Jehová mismo dijo, en Salmo 89:27, en cuanto al Mesías: “También, yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra.” No solo sería él un Rey de señorío más alto que el de David, sino que también sería para siempre un “sacerdote” del Dios Altísimo, como Melquisedec el rey de la antigua Salem.—Salmo 76:2; 110:4.
21. Entonces, ¿por qué llegaría a ser grande el nombre de Abrahán?
21 Poca cuenta se dio el patriarca Abrahán, allá en el siglo veinte a. de la E.C., de que entre los “reyes” de quienes él y su esposa Sara habían de llegar a ser antepasados estaría el rey mesiánico que fue prefigurado por Melquisedec, a quien Abrahán pagó diezmos de todos sus despojos de conquista. ¡No extraña que el nombre de Abrahán hubiera de hacerse grande debido a su asociación con ese Rey-Sacerdote! ¡No extraña que, por este Sacerdote-Rey como Melquisedec, todas las familias de la Tierra hubieran de bendecirse o procurar una bendición por medio de Abrahán!—Génesis 12:3.
EL “AMIGO” DE DIOS
22. ¿Cómo ilustró Dios que Su nación escogida vendría por medio del hijo por consanguinidad y heredero de Abrahán?
22 Después del victorioso encuentro bélico de Abrahán con los cuatro reyes invasores, Dios le prometió a Abrahán la protección necesaria y también que su “heredero” sería un hijo de él por consanguinidad. Por medio de una ilustración Dios le aseguró a Abrahán que la nación escojida de Dios vendría por medio de este hijo y heredero: “Entonces lo sacó fuera y dijo: ‘Mira hacia arriba, por favor, a los cielos y cuenta las estrellas, si de alguna manera puedes contarlas.’ Y pasó a decirle: ‘Así llegará a ser tu descendencia.’ Y él puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia.”—Génesis 15:1-6.
23. ¿Con qué como base se le contó justicia a Abrahán, y se le justificó hasta qué condición?
23 No olvidemos que, en este tiempo, Abrahán todavía era un hebreo incircunciso. Por lo tanto, no se le podía contar justicia a Abrahán debido a que estuviera circuncidado en la carne; le fue contada debido a su fe en Jehová, quien estaba revelando parte de su propósito a Abrahán. De modo que Abrahán fue contado justo delante de Dios; así fue justificado hasta el nivel de amistad con Jehová Dios. Siglos después el rey Josafat de Jerusalén llamó a Abrahán el amigo o “amador” de Jehová. Todavía más tarde, por medio del profeta Isaías, Jehová lo llamó “Abrahán mi amigo.” (2 Crónicas 20:7; Isaías 41:8) Esto prueba cuán valiosa, cuán vital, es realmente la fe en Jehová con relación a su “descendencia.”
24. ¿Cómo llegó a ser padre de Ismael Abrahán, y entonces cómo lo llegó a ser para Isaac?
24 En el año 1932 a. de la E.C. Abrahán, por sugerencia de su esposa Sara que era estéril y de edad avanzada, tuvo un hijo por medio de la esclava egipcia de ella llamada Hagar y le dio a éste el nombre de Ismael. (Génesis 16:1-16) Trece años después de eso, en 1919 a. de la E.C., Jehová le dijo a Abrahán que Ismael no había de servir de la verdadera “descendencia,” sino que un hijo por su verdadera esposa Sara sería la “descendencia” escogida. Sería un hijo por una mujer que disfrutaba de libertad. Y así, en el año que siguió, Isaac nació cuando Sara tenía noventa años de edad. “Y Abrahán tenía cien años de edad cuando le nació Isaac su hijo.” Al octavo día de vida Isaac fue circuncidado, tal como su padre Abrahán lo había sido precisamente el año antes.—Génesis 21:1-5.
25. ¿Qué muestra el relato en cuanto a si Jehová hizo una nación que abarcara a todos los hijos por consanguinidad de Abrahán?
25 Es interesante notar que Dios no hizo ahora una nación de sus dos hijos, Ismael el primogénito e Isaac, una nación de dos tribus. No, sino que cinco años después, por la solicitud urgente de su esposa Sara, Abrahán despidió de su casa a Hagar y a Ismael el hijo de ella, para que se las arreglaran solos, para que fueran donde quisieran ir. (Génesis 21:8-21) Tampoco después, tras la muerte de Sara en 1881 a. de la E.C., hizo Dios una nación de Isaac y los otros hijos que Abrahán tuvo por medio de una concubina, Cetura, una nación de siete tribus. “Más tarde Abrahán dio todo cuanto tenía a Isaac, pero a los hijos de las concubinas que Abrahán tuvo, Abrahán les dio dádivas. Entonces los envió de donde estaba Isaac su hijo, mientras todavía estaba vivo, hacia el este, a la tierra del Oriente.”—Génesis 25:1-6.
26. ¿Debido a qué admirable demostración de fe recibió Abrahán una bendición especial en la tierra de Moría, y qué declaró esta bendición?
26 Una muy admirable demostración de fe por parte de Abrahán llevó a una gran bendición para este “amigo” de Jehová. Vino después de una prueba penetrante de la fe y obediencia de Abrahán para con el Dios Altísimo. La bendición de la aprobación divina fue pronunciada en la cumbre de una montaña en la tierra de Moría, que muchos piensan que fue el lugar donde el rey Salomón construyó el magnífico templo de Jehová siglos después. (2 Crónicas 3:1) Allí, en el lugar designado por Jehová, y sobre la madera esparcida encima de un altar de piedras acabado de hacer, estaba tendida la forma de un muchacho que crecía. Era Isaac. Al lado del altar estaba su padre Abrahán con un cuchillo de degüello en la mano. Estaba a punto de llevar a cabo el mandato de Dios de matar a Isaac en sacrificio y ofrecerlo como ofrenda quemada al Dios que le había dado a él milagrosamente aquel muchacho. Entonces:
“El ángel de Jehová se puso a llamarlo desde los cielos y a decir: ‘¡Abrahán, Abrahán! . . . No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios puesto que nos has retenido de mí a tu hijo, tu único.’ . . . Y procedió el ángel de Jehová a llamar a Abrahán por segunda vez desde los cielos y a decir: ‘Por mí mismo de veras que juro,’ es la expresión de Jehová, ‘que por motivo de que has hecho esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único, yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz.’”—Génesis 22:1-18.
27. ¿Qué mostró esta declaración divina en cuanto a la selección de la “descendencia” y en cuanto a procurar la bendición por medio de ella?
27 Esto significaba que la prometida “descendencia” por medio de la cual todas las naciones se procurarían una bendición vendría por medio de la línea de Isaac. Así Jehová Dios mostró que él era quien estaba seleccionando la línea, y que ninguno de los medio hermanos de Isaac tendría parte en suministrar aquella “descendencia.” No obstante, las naciones que descendieran de los medio hermanos de Isaac podrían procurarse una bendición por medio de aquella “descendencia.” Todas las naciones de hoy, es decir, gente de todas las nacionalidades de hoy, igualmente pueden procurarse una bendición por medio de la “descendencia” de Abrahán.
28. Sem vivió suficiente tiempo como para enterarse de ¿qué acontecimientos vinculados con su línea de descendencia?
28 El patriarca Sem, sobreviviente del diluvio global, seguía viviendo y ha de haberse enterado de aquella bendición divina que se le pronunció a Abrahán; de hecho, Sem siguió viviendo y ha de haberse enterado del casamiento de Isaac con la hermosa Rebeca de Harán en Mesopotamia. Sem continuó viviendo hasta 1868 a. de la E.C., diez años después de aquel matrimonio, pero no vivió para ver la prole de aquel matrimonio. Pero Abrahán sí.—Génesis 11:11; 25:7.
-
-
La selección divina según el “propósito eterno”El “propósito eterno” de Dios va triunfando ahora para bien del hombre
-
-
Capítulo 8
La selección divina según el “propósito eterno”
1. ¿Qué pregunta surgió en cuanto a la prole del hombre a quien Dios le renovó su promesa-pacto?
JEHOVÁ Dios optó por renovar a Isaac la promesa-pacto que le hizo a su padre Abrahán. (Génesis 26:1-5, 23, 24) Isaac, aunque se había casado a los cuarenta años de edad, tuvo que llegar a los sesenta años de edad antes de tener hijos... gemelos. ¿Haría ahora Jehová, que había contestado la oración que Isaac le hizo pidiéndole hijos, una selección con relación a aquellos gemelos?
2. ¿Cómo reveló Jehová a cuál de los gemelos escogería?
2 Jehová indicó su selección durante la preñez de Rebeca después que ésta hubo orado y le hubo preguntado en cuanto a su condición: “Procedió Jehová a decirle: ‘Dos naciones están en tu vientre, y dos grupos nacionales serán separados de tus entrañas; y el un grupo nacional será más fuerte que el otro grupo nacional, y el mayor servirá al menor.’” Esaú resultó ser el primogénito, y Jacob el segundo de los gemelos. (Génesis 25:20-23) Jehová así indicó que no haría una sola nación de estos dos hijos gemelos de Isaac, una nación de dos tribus. Más bien, debería haber dos grupos nacionales, de los cuales el grupo nacional procedente del gemelo mayor sería más débil y serviría al grupo nacional del gemelo menor. Esto invertiría el derecho natural del hijo primogénito a la preeminencia. Así Jehová reveló a quién escogería.
3. En aquel caso, ¿dependió la selección de obras humanas, o del que hace la llamada?
3 El Dios Todopoderoso y Omnisapiente tenía derecho a hacer esto, según su propósito de bendecir a toda la humanidad. Con relación a esto, un comentador bíblico del primer siglo escribió: “Cuando Rebeca concibió gemelos de un solo hombre, de Isaac nuestro antepasado: pues cuando todavía no habían nacido ni practicado cosa buena ni vil, para que el propósito de Dios tocante a la selección continuara dependiendo, no de obras, sino de Aquel que llama, se le dijo a ella: ‘El mayor será esclavo del menor.’ Así como está escrito: ‘Amé a Jacob, pero odié a Esaú.’”—Romanos 9:10-13; citando también de Malaquías 1:2, 3.
4. ¿Por qué tuvo Jehová menos amor para Esaú que para Jacob, aun antes que nacieran?
4 Ciertamente el Dios Todopoderoso y Omnisapiente no hizo una mala selección. Indudablemente Él, que podía leer el patrón genético de los gemelos que había en la matriz de Rebeca, previó cómo los dos muchachos desenvolverían la dirección que tomarían sus vidas. De modo que escogió al gemelo correcto, aunque éste resultó ser el gemelo menor. A pesar de que seleccionó según su propósito, Jehová no violentó la situación. No planeó que Esaú el mayor vendiera su derecho de primogénito por un simple tazón de guisado de lentejas a su hermano menor Jacob en un crítico día de decisión. Evidentemente, sin embargo, Jehová previó que Esaú, todavía no nacido, no tendría el aprecio y el amor a las cosas espirituales que tendría Jacob. Por esta razón tuvo menos amor para Esaú que para Jacob e hizo su selección de acuerdo con eso, aun mientras los gemelos estaban todavía sin nacer en la matriz de su madre.—Génesis 25:24-34.
5. ¿Planeó Jehová cómo Jacob debería conseguir la bendición hablada de Isaac? ¿La cambió Él?
5 Jehová no planeó las tácticas que Jacob y su madre Rebeca usaron por fin con relación a conseguir la bendición hablada por medio de Isaac, pero Jehová permitió que Isaac, ciego y de edad avanzada, pronunciara la bendición del derecho de primogenitura sobre Jacob, puesto que Jacob merecía recibirla. (Génesis 27:1-30) Jehová no dejó que Isaac cambiara aquella bendición, sino que, cuando Jacob estuvo huyendo de la ira asesina de su hermano gemelo Esaú, Dios confirmó la bendición de Isaac sobre Jacob. Esto sostuvo la selección de Jacob por Dios antes de su nacimiento. ¿Cómo?
6. ¿Cómo fue sostenida la selección de Jacob por Dios en el sueño que tuvo Jacob acerca de la escalera que usaban ángeles?
6 En el lugar llamado Betel en la Tierra Prometida, el fugitivo Jacob “empezó a soñar y, ¡mire! allí estaba una escalera estacionada sobre la tierra y su parte superior alcanzaba hasta los cielos; y ¡mire! allí estaban los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo por ella. Y, ¡mire! allí estaba Jehová estacionado por encima de ella, y procedió a decir: ‘Yo soy Jehová el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac. La tierra sobre la cual estás acostado, a ti te la voy a dar y a tu descendencia. Y tu descendencia ciertamente llegará a ser como las partículas de polvo de la tierra, y ciertamente te extenderás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur, y por medio de ti y por medio de tu descendencia todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán. Y aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el cual estás yendo y ciertamente te haré volver a este suelo, porque no voy a dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado.’”—Génesis 28:12-15.
7, 8. (a) Esta declaración divina significó ¿qué, para la línea por la cual vendría el Mesías? (b) A diferencia de Esaú, Jacob se distinguió por la adoración de ¿quién?
7 Según esta declaración irreversible del Dios que no miente, Dios cumpliría la Promesa Abrahámica dada en Génesis 12:1-7 por medio de los descendientes o la descendencia de Jacob.
8 Esto significaba que el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios, vendría por la línea de Jacob. Por eso nos especializamos en seguir la historia de los descendientes de Jacob más bien que en la historia de las naciones y las familias del suelo a quienes todavía les espera ser bendecidas por la “descendencia” mesiánica. Además, el Dios de Abrahán e Isaac llegó a ser llamado el “Dios de Jacob.” Esto no se puede decir para Esaú (o Edom), que no se distinguió en la adoración de Jehová y cuyos descendientes llegaron a ser enemigos de los adoradores de Jehová. El ídolo Qos fue el ‘dios de Edom.’ (2 Crónicas 25:14; Ezequiel, capítulo 35 treinta y cinco) El templo que más tarde se construyó en Jerusalén llegó a ser llamado “la casa del Dios de Jacob.” (Isaías 2:3) Como ejemplo para nosotros ahora en estos días de dificultades, el salmista inspirado dice: “Jehová de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura para nosotros.”—Salmo 46:11.
SELECCIÓN DE LA TRIBU REAL
9. (a) ¿Por qué se llama israelitas a los descendientes de Jacob? (b) ¿En qué lugar llegó a ser padre de su hijo número doce Jacob?
9 Jacob, mientras estuvo alejado por veinte años en Padán-aram en el valle mesopotámico, se casó dentro de la relación de familia aprobada por su padre Isaac y llegó a ser padre de once hijos. Entonces Dios le dijo que regresara a la Tierra Prometida, de la cual había huido. (Génesis 31:3) Fue mientras Jacob viajaba de regreso que se le dio el sobrenombre de Israel. El ángel de Dios le dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel, porque has contendido con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste.” (Génesis 32:28) En consecuencia, a los descendientes de Jacob se les llamó israelitas. (Éxodo 17:11) Más tarde, cuando Jacob o Israel regresaba de haber hecho una nueva visita a Betel, donde había tenido el sueño de la escalera, llegó a ser padre de su hijo número doce, Benjamín. Pero Raquel, la esposa amada de Jacob, murió al dar a luz este hijo segundo de ella. Según el registro de Génesis 35:19, “así murió Raquel y fue enterrada en el camino a Efrata, es decir, Belén.”
10. Durante el tiempo en que Jacob siguió permaneciendo en la Tierra Prometida, ¿qué cosas hizo Rubén que lo descalificaron?
10 Jacob, después de regresar a la Tierra Prometida en 1761 a. de la E.C., continuó viviendo allí como residente forastero por treinta y tres años. Durante ese tiempo sucedieron varias cosas significativas, pero no según ningún plan por Dios. El padre de Jacob, Isaac, murió a la edad de ciento ochenta años. (Génesis 35:27-29) El hijo mayor de Jacob, Rubén, violó sexualmente a la concubina de su padre, Bilha la sirvienta de Raquel. (Génesis 35:22) Esto descalificó a Rubén de disfrutar del derecho de primogénito de su padre Jacob y también de que el Mesías real viniera a través de su línea. Esto ciertamente no fue planeado por Jehová Dios, porque Él no tiene parte en fornicación incestuosa como ésa.—Génesis 49:1-4.
11, 12. (a) ¿Cómo se descalificaron Simeón y Leví de toda oportunidad en cuanto a la línea mesiánica? (b) ¿Qué tuvo que hacer Dios ahora en cuanto a la selección?
11 Antes de la muerte de Raquel y del acto de pasmosa inmoralidad de Rubén, Dina la hija de Jacob fue violada sexualmente por un habitante de la Tierra Prometida, a saber, Siquem el hijo de Hamor el heveo, que vivía en la ciudad de Siquem. Entre los hijos de Jacob hubo gran indignación debido a esta “locura deshonrosa contra Israel.” Por eso, cuando los habitantes varones de Siquem se hallaron incapacitados debido a que cumplieron con el requisito de circuncidarse, Simeón el segundo hijo de Jacob y Leví su tercer hijo tomaron espadas y efectuaron una matanza de todos aquellos varones siquemitas que nada sospechaban, después de lo cual saquearon la ciudad.
12 Jacob como profeta de Dios no aprobó esta violencia. Les dijo a Simeón y Leví que por aquello lo habían hecho un “hedor a los habitantes del país” y lo habían expuesto a él y su casa a aniquilación por los pueblos del país, que eran más numerosos. (Génesis 34:1-30) Debido a aquel degüello cruel en cólera y furia, Simeón y Leví se descalificaron en cuanto a que la línea de cualquiera de ellos llevara a la “descendencia” mesiánica. Por eso este privilegio honorable tenía que ir ahora a otro hijo que no fuera Simeón ni Leví ni el que naturalmente era el hijo primogénito, Rubén. (Génesis 49:5-7) Ciertamente Jehová Dios no había planeado los asuntos de ese modo. Él ahora tuvo que adaptarse al nuevo conjunto de circunstancias. Él todavía indicaría su selección entre los restantes hijos de Jacob por medio de su profeta, Jacob o Israel.
13, 14. ¿Cómo fue que Jacob y su casa llegaron a mudarse abajo a Egipto para estar con José allí?
13 El hijo primogénito de la amada segunda esposa de Jacob, Raquel, fue el hijo número once de la familia, a saber, José. Jacob desplegó afecto especial para con este hijo de su edad avanzada. Por esta razón los medio hermanos de José lo envidiaron. Sin que su padre lo supiera, se las arreglaron para vender a José a unos mercaderes viajantes que iban camino a Egipto. Hicieron que Jacob el padre de ellos creyera que José había sido muerto por una bestia salvaje.
14 José fue vendido como esclavo para servir en Egipto, pero por el favor del Dios a quien adoraba y obedecía fielmente fue ascendido al puesto de administrador de alimentos y primer ministro de Egipto bajo Faraón. En el año 1728 a. de la E.C. José se reconcilió con sus medio hermanos arrepentidos que habían bajado a Egipto en busca de alimentos durante el hambre mundial. Después de eso, por arreglos de José, su padre Jacob o Israel se mudó con toda su casa abajo a Egipto y se estableció en lo que era llamado la Tierra de Gosén. Allí Jacob continuó viviendo por diecisiete años.—Génesis, capítulos 37-47.
15, 16. Jacob entonces entró en Egipto como el que todavía era heredero de ¿qué? ¿y cómo se llama esto a la atención en el Salmo 105:7-15?
15 Fue por las instrucciones de Dios que Jacob salió de la Tierra Prometida y bajó a Egipto en respuesta a la invitación de José. (Génesis 46:1-4) Bajó allí como el que todavía era el heredero de la Promesa Abrahámica y el que podía pasarla adelante. Salmo 105:7-15 señala a este hecho y dice:
16 “Él es Jehová nuestro Dios. Sus decisiones judiciales están en toda la tierra. Él se ha acordado de su pacto aun hasta tiempo indefinido, la palabra que él mandó, a mil generaciones, el cual pacto celebró con Abrahán, y de su juramento a Isaac, y el cual juramento él mantuvo fijo como disposición reglamentaria aun a Jacob, como pacto indefinidamente duradero aun a Israel, diciendo: ‘A ti te daré la tierra de Canaán como el lote de la herencia de ustedes.’ Esto era cuando resultaban ser pocos en número, sí, muy pocos, y residentes forasteros en ella. Y ellos siguieron andando de nación en nación, de un reino a otro pueblo. No permitió que ningún humano los defraudara, antes bien, a causa de ellos censuró a reyes, diciendo: ‘No toquen ustedes a mis ungidos [en hebreo el número plural de mashíahh, o mesías], y a mis profetas no les hagan nada malo.’”
17. ¿Por qué llamó Jehová “profetas” y “ungidos” suyos a Abrahán, Isaac y Jacob?
17 Así Jehová llamó profetas suyos a Abrahán, Isaac y Jacob, y ellos realmente lo fueron. (Génesis 20:7) Se podía decir que un profeta era ungido debido a que era designado o nombrado, aun sin que se derramara aceite oficial sobre él. (1 Reyes 19:16, 19; 2 Reyes 2:14) De igual manera, aunque Abrahán, Isaac y Jacob no fueron ungidos con aceite de la manera que Jacob ungió la columna en el lugar llamado Betel, era propio llamarlos “ungidos” debido a la acción de Jehová para con ellos. (Génesis 28:18, 19; 31:13) El hecho de que Jehová los llamó “mis ungidos” indica que él los nombró, los escogió. La traducción de la Biblia por Moffatt, en inglés, vierte Salmo 105:15 así: “Jamás toquéis a mis escogidos, jamás perjudiquéis a mis profetas.” (También 1 Crónicas 16:22) Jehová escoge a quien quiere; hay propósito detrás de su selección.
18. Por consiguiente, ¿cómo se designó también a la nación que vendría por medio de Abrahán, Isaac y Jacob, y por qué era apropiado eso?
18 Abrahán, Isaac y Jacob eran los “mesías” de Jehová, y es en armonía con esto que la nación mesiánica vino por medio de ellos. Las Santas Escrituras llaman a esta nación escogida el “mesías” o “ungido” de Jehová. En Salmo 28:8, 9, el salmista David dice: “Jehová es una fuerza para su pueblo, y es una plaza fuerte de la magnífica salvación de su ungido [hebreo: mashíahh]. Salva, sí, a tu pueblo, y bendice a tu herencia; y pastoréalos y llévalos hasta tiempo indefinido.” Más tarde, el profeta Habacuc le dijo a Jehová en oración: “Saliste para la salvación de tu pueblo, para salvar a tu ungido [mashíahh].” (Habacuc 3:13) Era en consistencia con esto que, por medio de este pueblo “ungido” o nación ‘ungida,’ había de venir al tiempo señalado de Dios el verdadero Mesías, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios.—Génesis 3:15.
19. Por ser cabezas de doce tribus, a los hijos de Jacob se les llamó, ¿qué?
19 Fue abajo en Egipto donde los descendientes de Jacob llegaron a ser un pueblo numeroso, listo para convertirse en nación. Fue acerca de cuando Jacob estuvo en su lecho de muerte (en 1711 a. de la E.C.) y dio sus palabras de despedida a sus hijos que se dijo: “Todos éstos son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les habló su padre cuando estuvo bendiciéndolos. Los bendijo a cada uno conforme a su propia bendición.” (Génesis 49:28) A estos doce hijos de Jacob, al llegar a ser cada uno cabeza de una tribu, se les llamó “patriarcas,” o ‘cabezas de los padres.’ Como en cierta ocasión dijo uno que discursó delante del Sanedrín de Jerusalén: “Luego le otorgó el pacto de la circuncisión; y así engendró a Isaac, a quien circuncidó el día octavo, e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. Pero los patriarcas, por envidia de José, vendieron a éste para Egipto; mas Dios estaba con él.” (Hechos 7:8, 9, Nácar-Colunga) Correctamente, los judíos de habla griega hablaban de “el patriarca Abrahán,” y también “del patriarca David.”—Hebreos 7:4; Hechos 2:29, NC.
20. ¿Se estableció así en Israel un patriarcado religioso?
20 Sin embargo, esto no quiere decir que entre los descendientes de Jacob allá en Egipto se estableció un patriarcado religioso. Después de la muerte de Jacob en la tierra de Gosén, José como el primer ministro de Egipto para Faraón no se estableció como el cabeza patriarcal de las “doce tribus de Israel,” aunque la bendición final de su padre sobre él indicó que el derecho de primogénito había sido transferido a José.—Génesis 49:22-26; 50:15-26.
21. (a) ¿A quién indicó Jacob que ahora había sido transferido el derecho de primogénito? (b) ¿De quién dependía la selección del cabeza de la línea que llevaría hasta el rey mesiánico?
21 Por las bendiciones proféticas que dio a sus doce hijos el patriarca Jacob reveló más que solo el hecho de que la primogenitura o derecho del primogénito había sido transferido de Rubén, el hijo primogénito de Jacob por su primera esposa Lea, a José, el hijo primogénito de su segunda esposa Raquel. (Génesis 29:21-32) Antes de vender a José a la esclavitud en Egipto, sus medio hermanos se resintieron ante la idea de que él pudiera llegar a ser rey sobre ellos. (Génesis 37:8) Pero mucho tiempo antes de esto, cuando Dios le dio al patriarca Abrahán el pacto de la circuncisión, Dios predijo que de Abrahán saldrían reyes, y esto por medio de su esposa Sara, cuyo nombre Dios entonces cambió de Sarai a Sara, que significa “Princesa.” (Génesis 17:16) Además, cuando Dios le cambió el nombre de Jacob a Israel, prometió que de Jacob saldrían reyes. (Génesis 35:10, 11) No obstante, el derecho de hijo primogénito de la familia no llevaba consigo automáticamente el derecho y honor de ser el antepasado de la línea de reyes que llevaría hasta el Rey Mesiánico, la “descendencia” de la “mujer” celestial de Dios. Este asunto vital dependía de la selección de Dios. Él hizo que Jacob señalara cuál hijo sería antepasado de aquel Rey.
22. En una bendición, ¿en cuanto a qué hijo aludió Jacob a un “cetro” y un “bastón de mando”?
22 Después de expresar que no aprobaba a Rubén, Simeón ni Leví, Jacob, moribundo, dijo con referencia a su cuarto hijo por su primera esposa Lea: “En cuanto a ti, Judá, tus hermanos te elogiarán. Tu mano estará en la cerviz de tus enemigos. Ante ti se postrarán los hijos de tu padre. Cachorro de león es Judá. De la presa, hijo mío, ciertamente subirás. Se inclinó, se estiró como león y, como león, ¿quién se atreve a hacer que se levante? El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.”—Génesis 49:8-10.
23. Todos esos rasgos: cetro, bastón de mando, obediencia de los pueblos, comparación con un león, ¿qué denotan para Judá?
23 Notemos que Jacob compara a Judá con un león. Miqueas 5:8 asemeja al león a un rey animal del bosque. Ezequiel 19:1-9 compara con leones a los reyes del reino de Judá. Así, el que Jacob compare a Judá con un león encaja bien con el hecho de que el cetro no había de ‘apartarse de Judá,’ lo cual daba a entender que Judá ya tenía el cetro y no lo perdería o sería privado de él. El que éste era el cetro de la posición de rey está sostenido por el hecho de que el cetro estaba vinculado con el “bastón de mando,” que tampoco había de apartarse de Judá antes que viniera Silo. Además, a Judá, representado por este Silo, “pertenecerá la obediencia de los pueblos.” (Génesis 49:10) ¡Todos estos rasgos acerca de Judá denotan realeza!
24, 25. (a) ¿Qué significa el nombre Silo, y a quién aplica? (b) ¿Por qué no tendrá que apartarse de Judá el cetro real?
24 Se entiende que el nombre Silo significa “Aquel del Cual Es.” La antigua Vulgata latina, que fue traducida del texto original hebreo de su día, dice: “Hasta que venga el que ha de ser enviado.”
25 La venida de este Silo (“Aquel del Cual Es”) se refiere al mismo cuya venida se predice en las palabras del Señor Soberano Jehová al último rey de Jerusalén de la tribu de Judá: “Ruina, ruina, ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y tengo que dar esto a él.” (Ezequiel 21:27) Esto indudablemente alude a la venida del Rey Mesiánico, la “descendencia” de la “mujer” figurativa de Dios, porque con su venida no se necesita más sucesión de reyes después de él. Entonces el reino en la tribu de Judá alcanza su culminación y permanece para siempre en las manos de Silo. Este es el Rey Mesiánico que se sentará a la diestra de Jehová en los cielos y será un rey como Melquisedec, a quien el patriarca Abrahán pagó los diezmos de los despojos de victoria. (Salmo 110:1-4) Así el cetro real no se apartaría de Judá.
26. (a) ¿Cómo muestra 1 Crónicas 5:1, 2 que derecho de primogénito es una cosa y conexiones con la realeza es otra? (b) A pesar de desenvolvimientos no planeados, Jehová pudo, y con libertad, hacer ¿qué?
26 El hecho de que el derecho del primogénito de la familia era una cosa y la asignación de acaudillamiento real era otra cosa, y de que Dios por medio del patriarca moribundo Jacob asignó el acaudillamiento real a Judá, se expresa con claridad en la Escritura. En 1 Crónicas 5:1, 2 leemos lo siguiente acerca de los hijos de Jacob: “Y los hijos de Rubén el primogénito de Israel —porque era el primogénito; pero porque profanó el canapé de su padre su derecho como primogénito fue dado a los hijos de José hijo de Israel, de manera que [Rubén] no había de ser registrado genealógicamente para el derecho del primogénito. Pues Judá mismo resultó ser superior entre sus hermanos, y el que había de ser caudillo procedía de él [y el príncipe descendió de él (Leeser); y de él vino el que es el príncipe (Jewish Publication Society [Versión de la Sociedad Judía de Publicación, en inglés])]; pero el derecho como primogénito fue de José.” No podemos decir de esto que el Dios Todopoderoso y Omnisapiente lo planeó de este modo, porque él no indujo los malos hechos de Rubén, Simeón y Leví y las consecuencias de ellos. Más bien, según la manera en que se produjeron los desenvolvimientos no planeados él tuvo libertad para seleccionar a Judá. Prescindiendo de lo que sucedió él pudo apegarse a su propósito original y desenvolverlo sin cambio.
27, 28. (a) ¿En qué nación, pues, mantendremos puestos los ojos, y en qué parte de ella en particular? (b) Al obrar en armonía con la evidencia que Dios suministra, ¿de qué beneficios disfrutaremos?
27 Las selecciones y los movimientos de Dios sirven como guía segura para nosotros a medida que consideramos Su “propósito eterno” que formó con relación al Ungido, el Mesías. Por las palabras proféticas que él hizo que el patriarca moribundo Jacob pronunciara por inspiración en cuanto a Judá, sabemos el proceder que debemos seguir. Tenemos que mantener los ojos puestos, no meramente en las doce tribus de Israel en general, sino en la tribu de Judá en particular debido a su relación directa con el Mesías de Jehová, la “descendencia” de Su “mujer” celestial. Se sigue acumulando la evidencia que nos ayuda a identificar a este Rey Mesiánico con el cual está envuelto el “propósito eterno” de Dios.
28 Obrando en armonía con la evidencia según nos la suministra el Señor Soberano Jehová, evitaremos llegar a ser seguidores de un desilusionador Mesías falso. En vez de eso, experimentaremos el gozo de reconocer al verdadero Mesías procedente de Dios y seguir a aquel por medio del cual todas las naciones de la Tierra se procurarán una bendición eterna.
-