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Cristo fijado en el madero, “el poder de Dios”La Atalaya 1978 | 1 de octubre
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Cristo fijado en el madero, “el poder de Dios”
“Los judíos piden señales [y] los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo fijado en el madero, para los judíos causa de tropiezo mas para las naciones necedad.”—1 Cor. 1:22, 23.
1. (a) ¿Qué condiciones que existían en la congregación cristiana de Corinto hicieron que Pablo diera énfasis a Cristo fijado en el madero? (b) ¿Qué puntos sacó a luz Pablo en 1 Corintios 1:17-25 que ahora nos interesan?
FUE a la congregación cristiana que estaba en Corinto que Pablo escribió las palabras citadas arriba acerca de “Cristo fijado en el madero.” La Corinto del día de Pablo era una ciudad cosmopolita en la cual había romanos, griegos, orientales y judíos. En la congregación cristiana de aquel lugar existían algunas divisiones debido a que ciertos grupos se alineaban con individuos prominentes. Como resultado de esto, dijo Pablo: “El Cristo existe dividido.” (1 Cor. 1:13) Es probable que también haya habido una tendencia, por parte de algunos de los judíos convertidos al cristianismo, a apegarse a ciertos rasgos de la Ley, o, por parte de individuos de otras razas, a quedar impresionados por la elocuencia de los filósofos griegos. Pero el Evangelio no había de predicarse con palabras elevadas, ni había de ser adulterado con la sabiduría de tradiciones religiosas o suposiciones filosóficas. Haya sido lo que haya sido el caso allá en Corinto, al apóstol Pablo le pareció apropiado dar firme énfasis a la necesidad de limitar la predicación a “Cristo fijado en el madero.” Las palabras de él en 1 Corintios 1:17-25 hicieron esto, y forman la base para este artículo y el que sigue. Él escribió:
“Me despachó Cristo . . . para ir declarando las buenas nuevas, no con sabiduría de palabra, para que no se haga inútil el madero de tormento del Cristo. Pues el habla acerca del madero de tormento es necedad para los que están pereciendo, mas para nosotros los que estamos siendo salvados es el poder de Dios. Porque está escrito: ‘Haré perecer la sabiduría de los sabios, y echaré a un lado la inteligencia de los intelectuales.’ ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este sistema de cosas? ¿No hizo Dios necedad la sabiduría del mundo? Pues ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo por medio de su sabiduría no llegó a conocer a Dios, tuvo a bien Dios salvar por medio de la necedad de lo que se predica a los que creen. Porque tanto los judíos piden señales como los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo fijado en el madero, para los judíos causa de tropiezo mas para las naciones necedad; no obstante, para los que son los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Porque una cosa necia de Dios es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios es más fuerte que los hombres.”
2. ¿Qué sucesos tuvieron lugar cuando Jesús fue ungido, y en qué actividad se ocupó?
2 Como lo muestra esta cita, ‘los judíos pedían señales.’ ¿No suministró suficientes señales Jesús? Él vino al río Jordán en 29 E.C. y se presentó para ser bautizado. Al salir Jesús del agua, el espíritu de Dios en forma de paloma descendió sobre él, y la voz de Jehová desde el cielo dijo: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” Después de pasar 40 días en el desierto y resistir con éxito las tentaciones del Diablo, Jesús empezó a predicar el reino y a ejecutar milagros. Mateo registra el efecto de esta actividad: “Recorría toda la Galilea, enseñando en sus sinagogas y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda suerte de dolencia y toda suerte de mal entre el pueblo. Y el informe acerca de él salió a toda la Siria; y le trajeron todos los que se hallaban mal, los afligidos de diversas dolencias y tormentos, los endemoniados y epilépticos y paralíticos, y los curó. Por consiguiente grandes muchedumbres le siguieron de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea y del otro lado del Jordán.”—Mat. 3:13-17; 4:23-25.
“QUEREMOS VER... ALGUNA SEÑAL”
3. ¿Qué señales ejecutó Jesús, pero que solicitud hicieron los escribas?
3 Tan sorprendida quedó la gente por sus obras milagrosas que lo consideraron el Mesías prometido. “Cuando llegue el Cristo,” preguntaron, “él no ejecutará más señales que las que ha ejecutado este hombre, ¿verdad?” Jesús convirtió agua en vino, anduvo sobre el agua, calmó los vientos y aquietó mares tormentosos, alimentó milagrosamente a miles de personas con unos cuantos panes y peces, sanó a enfermos, hizo caminar a cojos, abrió los ojos de ciegos, curó a leprosos y hasta levantó a muertos. ¿Quién pudiera pedir más que esto? Los líderes de la nación judía podían, y lo hicieron. Ellos habían sido testigos oculares de muchas de estas señales ejecutadas por Jesús, y habían recibido informes de muchas otras. Pero a pesar de eso, los escribas y los fariseos vinieron a Jesús con lo que parece una solicitud pasmosa: “Maestro, queremos ver de ti alguna señal.”—Juan 7:31; Mat. 12:38.
4, 5. En vista de su profesión, ¿qué deberían haber sabido estos escribas y fariseos que debería haberlos convencido de que Jesús era el Mesías?
4 ¡Entre todos los hombres que quisieran pedir prueba adicional de que Jesús era el Mesías, estos líderes religiosos deberían haber sido los últimos! Los escribas se pasaban la vida estudiando las Escrituras Hebreas. Eran meticulosos en su estudio de ellas, y disputaban por largo tiempo y tediosamente unos con otros para llegar a conclusiones correctas en cuanto a la aplicación de éstas. Habían acumulado una vasta colección de tradiciones orales que tenían el propósito de explicar y clarificar las Escrituras Hebreas con todo lujo de detalles. Y en sus estudios de seguro se habían enterado de las profecías que predecían la venida del Mesías prometido.
5 ¿No es verdad que sabían que el Mesías sería de la tribu de Judá, de la familia de David, que nacería en Belén, que su venida sería anunciada por alguien a quien se asemejaba a Elías, que él llevaría las enfermedades y dolores del pueblo judío? Más de 300 profecías hebreas acerca de la primera venida del Mesías se cumplieron en Jesús... sí, muchas de ellas se habían cumplido ya cuando ellos vinieron a pedir a Jesús una señal. Jesús les recordó que debido a su estudio de las Escrituras ellos deberían conocerlo: “Ustedes escudriñan las Escrituras, porque piensan que por medio de ellas tendrán la vida eterna; y éstas son las mismas que dan testimonio acerca de mí.”—Juan 5:39.
6. ¿Cómo respondió Jesús a la solicitud de ellos, y por qué no fue con menosprecio?
6 Por eso, ¿contestó el Hijo de Dios con menosprecio quemante cuando dijeron: “Queremos ver de ti alguna señal”? Veamos: “En respuesta les dijo: ‘Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches.’”(Mat. 12:38-40) No, la respuesta de Jesús no los zahirió por pasar por alto las muchas señales milagrosas ya dadas, o por no quedar convencidos por las profecías mesiánicas que ya se habían cumplido en él. Él los comprendía, comprendía su deseo, su error, y su respuesta abordó aquella situación.
LA SEÑAL QUE QUERÍAN
7, 8. ¿Qué señal querían ver los judíos, y cuál sería la única que conseguirían, y por qué?
7 Jesús sabía qué señal querían ver. Está registrada en Daniel 7:13, 14: “Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquél. Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.”
8 Esto significaba la segunda venida del Mesías, cuando el reino mesiánico ha de reemplazar a todos los gobiernos humanos opresivos y traerá paz permanente y tranquilidad por toda la Tierra para los adoradores de Jehová. El deseo de los gobernantes judíos era que el Mesías viniera en poder real, quebrara de sobre sus cuellos el yugo opresor de Roma, y los ensalzara con poder político. Se estaban adelantando a Jehová. Esta era la primera venida del Mesías, en la cual él había de sufrir y morir como rescate y estar en el sepulcro por partes de tres días. Aquella señal de la primera venida era todo lo que conseguirían.
9. ¿Qué fue lo que no discernieron los judíos del día de Jesús, y qué anhelo de ellos los cegó de modo que no pudieran reconocer como Mesías a Jesús?
9 Aquellos judíos no solo no consiguieron del Mesías la señal que deseaban; ¡consiguieron lo que les hizo tropezar por completo, a saber, un Mesías fijado en un madero! Pablo escribió: “Tanto los judíos piden señales como los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo fijado en el madero, para los judíos causa de tropiezo más para las naciones necedad.” (1 Cor. 1:22, 23) Lo que causó la caída de los judíos fue no discernir las dos venidas del Mesías. Había dos conjuntos de profecías en las Escrituras Hebreas acerca del Mesías: un conjunto para su primera venida, y el otro conjunto para su segunda venida. (Vea la tabla o cuadro en la página 1148 del libro Aid to Bible Understanding para notar las profecías de la primera venida y su cumplimiento; unas cuantas de las que tienen que ver con la segunda venida son Daniel 7:13, 14; 2:35, 44; Salmos 2:1-9; 110:1-6.) Sin embargo, los judíos no discernieron dos venidas. Creían en una sola. Anhelando que el Mesías viniera en poder y quebrara de sobre el cuello de ellos el yugo romano, se cegaron a su venida como Mesías sufridor, perseguido, rechazado, fijado en un madero. En realidad, los puntos de vista que tenían acerca del Mesías eran confusos. No discernían como profecías mesiánicas muchas que lo eran. Algunos judíos ni siquiera creían en un Mesías personal. Otros, egoístamente, no querían que él viniera y provocara el antagonismo de Roma. (Juan 11:47, 48) Pero muchos clamaban pidiendo que viniera como militarista para librarlos de Roma.
“UNA COSA DÉBIL DE DIOS”
10. (a) ¿Por qué vieron los judíos a Jesús como “una cosa débil de Dios,” y cómo difirió él de los mesías falsos de aquel primer siglo E.C.? (b) Como lo revela The Interpreter’s Bible (La Biblia del intérprete), ¿qué condición reinante en Palestina en aquel tiempo hizo a Jesús inaceptable para los judíos?
10 Este Jesús era débil a los ojos de ellos... demasiado débil para cumplir la esperanza de ellos de un mesías que aplastara al Imperio Romano. ¿No dijo él que su reino no era de este mundo y que sus servidores no pelearían? Rehusó de plano la dignidad de rey cuando le fue ofrecida. ¡Abogó a favor de volver la otra mejilla a los que abofeteaban! Ellos esperaban a su Mesías en aquel tiempo... ¡pero no a éste! (Juan 18:36; 6:15; Mat. 5:39; Luc. 3:15) The Book of Jewish Knowledge (El libro de conocimiento judío), bajo “Mesías,” dice que en el primer siglo de la era común hubo varios individuos que alegaron ser el Mesías, y entonces añade: “Pues bien, lo extraordinario acerca de estos individuos que en el primer siglo reclamaron distinción mesiánica fue que cada uno sirvió de punto de concentración para la revuelta judía contra la gobernación romana. A diferencia de Jesús, . . . los otros ‘mesías’ de aquel período fueron, sin excepción, agitadores y patriotas militantes.” El que Jesús, por lo que ya se ha indicado, no se hubiera manifestado como Mesías fuerte era suficientemente malo a los ojos de ellos, ¡pero cuando terminó muriendo ignominiosamente en un madero de tormento, esto lo hizo totalmente inaceptable! Por ello, en 1 Corintios 1:25 el apóstol Pablo mostró que los judíos veían a “Cristo fijado en el madero” como “cosa débil de Dios,” y tropezaron por completo. Sobre esto, The Interpreter’s Bible, tomo 10, pág. 29, comenta:
“Las esperanzas religiosas judías en los días de Pablo se fundaban en la expectación apocalíptica de ser librados de manera dramática, catastrófica, de los opresores romanos: esperaban un libertador que diera supremacía a la nación entre las naciones del mundo. Parte de su desilusión profunda en Jesús en los días de su carne se puede atribuir directamente al hecho de que él rehusó dar a la nación liderato militar, al estilo de los Macabeos. En el día de Pablo Palestina era como un fuego cubierto y alimentado, pero mantenido inactivo. Los procuradores romanos podían extinguir las lenguas de fuego de la insurrección esporádica, local; pero era diferente el caso del fuego cubierto. Si Jesús en el auge de su popularidad hubiera solamente dado la palabra, miles de espadas habrían saltado de sus vainas, y Roma habría tenido dificultad en contener la erupción del idealismo religioso y el nacionalismo fanático que los judíos contenían dentro de sí. A un pueblo cuya imaginación y espíritu estaban encendidos con aquellas ideas y aquellas esperanzas apocalípticas, la señal de un ‘Cristo crucificado’ era una ofensa atroz. Para ellos la palabra de la cruz era una cosa absolutamente repugnante. No aceptarían nada de aquello.”
11. ¿Qué mal entendimiento tuvieron hasta los discípulos que estaban en estrecha relación con Jesús, y por qué contesta usted así?
11 Hasta los individuos que estuvieron en estrecha asociación con Cristo Jesús no entendieron sino hasta más tarde lo referente a las dos venidas del Mesías, y que esta primera venida terminaría con “Cristo fijado en el madero.” En la cárcel, Juan el Bautizante oyó acerca de las señales milagrosas de Jesús, pero aparentemente esperaba más, porque envió a preguntar esto a Jesús: “¿Eres tú El Que Viene, o hemos de esperar a uno diferente?” (Mat. 11:2, 3) Pedro identificó a Jesús como el Mesías, pero, con todo, no entendía las señales que cumplían la primera venida. (Mat. 16:16, 21-23) Hasta después de la muerte y resurrección de Jesús sus discípulos todavía esperaban el establecimiento de un reino terrestre en esta primera venida. Preguntaron: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”—Hech. 1:6.
EL MADERO NO HECHO INÚTIL
12. Con el tiempo, ¿cómo intentaron algunos líderes religiosos judíos encararse a los dos conjuntos de profecías acerca de dos advenimientos?
12 Después del derramamiento de espíritu santo en el Pentecostés de 33 E.C., los discípulos de Jesús entendieron las dos venidas, y por todas partes predicaron “las [cosas] que los Profetas así como Moisés declararon que iban a efectuarse: que el Cristo había de sufrir.” (Hech. 26:22, 23) Los argumentos cristianos tomados de las Escrituras Hebreas y las esperanzas destrozadas de los judíos impulsaron a doctos judíos posteriores a interpretar de nuevo las profecías mesiánicas. Por ejemplo, Daniel 7:13 decía que el Mesías vendría en las nubes del cielo, pero Zacarías 9:9 decía que él vendría cabalgando humildemente sobre un asno. Una opinión que se halla en el Talmud se esforzó por contrapesar este problema por medio de enseñar una sola venida... que si Israel era digno el Mesías vendría en las nubes, pero si Israel se comportaba indignamente, vendría sobre el asno. (Talmud de Babilonia, Sanedrín, 98a) Otra manera de abordar este asunto reconocía los dos conjuntos de profecías, para una primera venida y una segunda, y decía que habría dos mesías, uno hijo de José y uno hijo de David, y entre los dos cumplirían ambos conjuntos de profecías. (Life and Times of Jesus the Messiah [Vida y tiempos de Jesús el Mesías], tomo II, págs. 434, 435, de Edersheim) Pero ambos vendrían al mismo tiempo.
13. (a) ¿Qué creencias judías eliminaban a Jesús como el Mesías, según ellos veían las cosas? (b) ¿De qué manera hacían inútil el madero de tormento estas creencias judías?
13 Pero ellos sostenían que Jesús no podía ser ninguno de estos mesías. Pues Jesús no siguió las tradiciones orales de los escribas, y el ir contra éstas, dice el Talmud, es más digno de castigo que ir contra las Escrituras Hebreas. Además, Jesús dijo que él cumpliría la ley mosaica... y así le pondría fin. Pero los judíos consideraban eterna aquella ley, una que jamás sería abrogada. Además, los judíos creían que no necesitaban a ningún mesías para salvarse. Podían obtener el reino de tres maneras: ejecutando obras de la Ley, dando limosnas a los pobres, teniendo por padre a Abrahán. (Mat. 3:7-10; Rom. 3:20; 4:2, 3; 9:31, 32) Esa sabiduría de los escribas haría que el madero de tormento fuera una cosa inútil, que no se necesitaba para la salvación. Pablo pensaba en esta falsa sabiduría cuando contrastó la futilidad de ésta con el poder de Dios, Cristo fijado en el madero. Él no declaró “buenas nuevas” la sabiduría de ellos, “sabiduría de palabra, para que no se haga inútil el madero de tormento del Cristo. Pues el habla acerca del madero de tormento es necedad para los que están pereciendo, más para nosotros los que estamos siendo salvados es el poder de Dios.”—1 Cor. 1:17, 18.
14. (a) ¿Quiénes desafiaron con escarnio a Jesús mientras colgaba del madero de tormento, y con qué palabras? (b) ¿Qué confirmaron realmente los acontecimientos de aquel tiempo?
14 ¿Qué hay si Jesús sí fue como una oveja al degüello, afligido, despreciado, no deseado, rechazado? (Isa. 53:1-7) ¿Qué hay si en realidad pareció débil e impotente al colgar allí en el madero de tormento, mientras algunos lo desafiaban con escarnio y le decían: “¡Bah! Tú, supuesto derribador del templo y edificador de él dentro de tres días, sálvate bajando del madero de tormento,” (Mar. 15:29, 30) y “del mismo modo también los principales sacerdotes con los escribas y ancianos se burlaban de él y decían: ‘¡A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar!’”? (Mat. 27:41, 42) En vez de descalificar a Jesús, estos acontecimientos confirmaron que él era el Mesías.—Sal. 118:22; Isa. 8:14; 28:16; 1 Ped. 2:4-8.
15. ¿Cómo veían a “Cristo fijado en el madero” los que estaban pereciendo y los que estaban siendo salvados, y qué hecho sigue siendo verdadero a pesar de los desafíos de los mofadores?
15 Pablo está resuelto a dar énfasis a la provisión de rescate de Jehová como el único medio de salvación. Los judíos quizás deseen señales y los griegos quizás tengan grandes deseos de tener sabiduría, pero Pablo predicará a “Cristo fijado en el madero,” aunque eso cause tropiezo a los judíos y parezca necedad a los griegos... “no obstante, para los que son los llamados, tanto judíos como griegos, Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Porque una cosa necia de Dios es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios es más fuerte que los hombres.” (1 Cor. 1:22-25) Que los judíos y griegos vean a “Cristo fijado en el madero” como débil y necio; todavía es mucho más fuerte y sabio que las tradiciones judías y las filosofías griegas. En el artículo que sigue aparecen más razones.
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Cristo fijado en el madero, “la sabiduría de Dios”La Atalaya 1978 | 1 de octubre
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Cristo fijado en el madero, “la sabiduría de Dios”
“¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este sistema de cosas? ¿No hizo Dios necedad la sabiduría del mundo?”—1 Cor. 1:20.
1. (a) ¿Qué condición religiosa de los judíos fue trastornada por Jesús? (b) ¿Qué cambios se produjeron como resultado de la predicación de sus seguidores?
LA NACIÓN judía había estado bajo el pacto de la Ley mosaica por más de 15 siglos. Sus escribas habían desarrollado una gran masa de tradiciones orales que interpretaban esta ley y explicaban su aplicación a la vida diaria de ellos. Una de las ideas que había tras esto era la de mantener a los judíos separados de los gentiles, y así mantener libre de contaminación por doctrinas paganas su religión. Pero para este tiempo el hombre Jesús había venido y alegado ser el Mesías, había denunciado las tradiciones orales de los sabios y escribas de ellos, había dicho que él le pondría fin a la ley mosaica por medio de cumplirla, y finalmente había sido fijado en un madero como blasfemador. Después de eso, sus seguidores, llamados cristianos, predicaron su resurrección y difundieron su enseñanza por toda Palestina y el mundo romano. No solo judíos, sino también gentiles afluyeron a las filas de ellos por miles, y por todas partes surgieron congregaciones cristianas. El pacto de la Ley había terminado. Había cumplido con su propósito como tutor que condujera a las personas a Cristo y había sido clavado al madero de tormento de Cristo. Ahora los adoradores de Jehová estaban bajo un nuevo pacto. Ya no había una ley escrita en tablas de piedra, sino en corazones humanos.—Gál. 3:10-25; Heb. 10:15-18.
2. ¿Qué se les hacía difícil a los judíos que se convertían al cristianismo, y con qué argumentos se enfrentó Pablo a esa amenaza?
2 Estos acontecimientos de suma importancia fueron tremendamente sacudidores, en sentido religioso. A algunos fariseos y otros judíos que se convirtieron al cristianismo se les hizo difícil aceptar el hecho de que Jesús había cumplido la ley mosaica y de ese modo había hecho innecesario seguirla. Ellos trataron de introducir algunos de los requisitos de ella en las congregaciones cristianas. (Hech. 15:1-19) Pablo, el apóstol a los gentiles, arguyó vigorosamente contra estos esfuerzos: “Para tal libertad Cristo nos libertó. Por lo tanto estén firmes, y no se dejen restringir otra vez en un yugo de esclavitud. ¡Miren! Yo, Pablo, les estoy diciendo que si ustedes se circuncidan, Cristo no les será de ningún provecho. Además, de nuevo doy testimonio a todo hombre que se circuncida de que está obligado a ejecutar toda la Ley. Quedan separados de Cristo, quienesquiera que sean ustedes que tratan de ser declarados justos por medio de ley; han caído de la bondad inmerecida de él.” (Gál. 5:1-4; 3:10-14) Los judíos no convertidos estaban ‘haciendo inútil el madero de tormento de Cristo’ al confiar en obras de la Ley, en vez de discernir que se necesitaba a “Cristo fijado en el madero” como sacrificio de rescate. Algunos conversos judíos se apegaban a partes de la Ley, y así llegaban a estar sujetos a toda ella, y de este modo ‘hacían inútil a Cristo fijado en el madero.’—1 Cor. 1:17.
PABLO Y LOS FILÓSOFOS GRIEGOS
3. (a) ¿Cómo reaccionó Pablo a los filósofos griegos? (b) ¿Cómo reaccionaron aquellos filósofos a Pablo en Atenas?
3 Pablo también advirtió contra esfuerzos por copiar los caminos de los filósofos griegos. Roma había reemplazado a Grecia como la potencia mundial, pero fueron la cultura y la filosofía griegas las que caracterizaron a aquella civilización. Tanto los judíos como los griegos de aquel sistema de cosas tenían sus sabios, sus escribas o letrados, y sus disputadores. Pablo preguntó: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el escriba? ¿Dónde el disputador de este sistema de cosas? ¿No hizo Dios necedad la sabiduría del mundo?” Los filósofos griegos así como los rabinos judíos eran bien conocidos como disputadores, y Pablo pone juntos a ambos grupos: “Tanto los judíos piden señales como los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo fijado en el madero, para los judíos causa de tropiezo más para las naciones necedad.” (1 Cor. 1:20, 22, 23) Pablo conoció directamente a los filósofos griegos y supo lo mucho que amaban el disputar, debido a la experiencia de él con ellos en Atenas. Hechos 17:16-21 muestra esto:
“Ahora bien, mientras Pablo los esperaba en Atenas, se irritó su espíritu dentro de él al contemplar que la ciudad estaba llena de ídolos. En consecuencia se puso a razonar en la sinagoga con los judíos y con las otras personas que adoraban a Dios y todos los días en la plaza de mercado con los que se hallaban por casualidad allí. Pero ciertos individuos, filósofos de los epicúreos así como de los estoicos entablaban conversación polémica con él, y algunos decían: ‘¿Qué es lo que este charlatán quisiera contar?’ Otros: ‘Parece ser publicador de deidades extranjeras.’ Esto se debió a que declaraba las buenas nuevas de Jesús y de la resurrección. De modo que se apoderaron de él y lo condujeron al Areópago, diciendo: ‘¿Podemos llegar a saber lo que es esta nueva enseñanza que es hablada por ti? Porque presentas algunas cosas que son extrañas a nuestros oídos. Por lo tanto deseamos llegar a saber lo que se da a entender por estas cosas.’ De hecho, todos los atenienses y los extranjeros que residían allí temporalmente no pasaban su tiempo libre en ninguna otra cosa sino en decir algo o escuchar algo nuevo.”
4. ¿Cómo consideraron a Pablo algunos de los filósofos, y qué les predicó Pablo?
4 Los filósofos se refirieron despectivamente a Pablo llamándolo charlatán, un término que traduce la palabra griega spermologos, que significa “recogedor de semillas.” Esta palabra significaba un cuervo u otra ave que recogía semillas, y se aplicaba al hombre que frecuentaba las calles y mercados y recogía lo que cayera de las cargas; por eso, un parásito o gorrista que vivía a expensas de otros. Figurativamente, en el lenguaje vulgar ateniense, la expresión se refería a un hombre que recogía porciones de información y las usaba para impresionar a otros, pero que en realidad era un plagiario ignorante. Sin embargo, Pablo no era ningún holgazán parlanchín. Él les predicó acerca del “Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él,” que “él mismo da a todos vida y aliento,” y que “hizo de un solo hombre toda nación de hombres.” Acerca de Jesús, Pablo dijo que Dios ‘lo había resucitado de entre los muertos.’ Esto hizo que algunos se mofaran, pero otros creyeron y se unieron a Pablo.—Hech. 17:24-26, 31-34.
LOS FILÓSOFOS ENSEÑABAN QUE EL ALMA ERA INMORTAL
5. (a) ¿Qué enseñanzas de los filósofos hacían que la resurrección pareciera necedad? (b) ¿Qué enseñanzas de la teología órfica precede a las enseñanzas religiosas corrientes acerca del infierno y las indulgencias?
5 ¿Qué hizo que a la mención de una resurrección algunos se mofaran? ¿Chocaba esto con alguna de su sabiduría filosófica, y por eso hizo que ellos consideraran necedad una resurrección? Bíblicamente, la resurrección tiene sentido, es razonable. Si, como la Biblia dice, la persona muere como la bestia perece, está inconsciente, regresa al polvo, es un alma muerta, entonces la resurrección es su única esperanza de vivir de nuevo. (Sal. 146:4; Ecl. 3:18-20; 9:5, 10; Eze. 18:4) ¡Pero la resurrección no tenía sentido para aquellos filósofos griegos! ¡Era necedad! Muchos de los filósofos griegos enseñaban que el hombre tenía un alma inmortal, y por lo tanto no necesitaba ninguna resurrección. Los estoicos entre los que oyeron a Pablo creían que el alma seguía viviendo después de la muerte del cuerpo. Mucho tiempo antes, el filósofo griego Tales (del siglo séptimo a. de la E.C.) enseñó que había un alma inmortal en los metales, las plantas, los animales y los hombres. El poder vital, decía él, cambia de forma pero nunca muere.a En el siglo sexto a. de la E.C. el famoso matemático Pitágoras dijo que después de la muerte el alma iba al Hades a ser purgada, entonces regresaba para entrar en un cuerpo diferente, y continuaba esta cadena de transmigración hasta que ésta culminaba en una vida completamente virtuosa.b “Claramente parece que el alma es inmortal,” es la cita que de Sócrates (quinto siglo a. de la E.C.) hace Platón.c Orfeo, la fuente de un culto místico del siglo séptimo a. de la E.C., dio base para la teología órfica, que enseñaba que después de la muerte el alma iba al Hades para enfrentarse a un juicio. El relato que da Will Durant, en la Parte II de The Story of Civilization (La historia de la civilización), página 190, 191, continúa así:
“Si el veredicto era culpable había castigo severo. Una forma de la doctrina concebía este castigo como eterno, y transmitió a la teología posterior la noción del infierno. Otra forma adoptó la idea de la transmigración: el alma renacía vez tras vez en vidas más felices o amargadas que antes según la pureza o impureza de su existencia anterior; y esta rueda de renacimientos continuaba girando hasta que se lograba pureza completa, y el alma era admitida en las Islas de los Benditos. Otra variante ofrecía la esperanza de que el castigo en Hades pudiera terminar por medio de penitencias ejecutadas de antemano por el individuo, o después de su muerte, por sus amigos. De esta manera surgió una doctrina de purgatorio e indulgencias.”
LOS FILÓSOFOS GRIEGOS ENSEÑAN LA EVOLUCIÓN
6. ¿Por qué haría que ellos consideraran necedad el discurso de Pablo el que éste les predicara acerca de Jehová como Creador de toda forma de vida?
6 Pablo, al hablar con los filósofos de Atenas, declaró que Jehová Dios era el Creador del mundo y de todo lo que había en él, incluso las plantas, los animales y la humanidad. Al hacer eso, Pablo inmediatamente chocó con los filósofos griegos. Los filósofos epicúreos que estaban en su auditorio creían que la vida había empezado por generación espontánea y se había desarrollado hacia lo superior por probabilidad a través de selección natural y la supervivencia del más apto. (The Story of Civilization de Durant, Parte II, pág. 647) Los estoicos no creían en ningún Creador personal. El pensamiento de un Creador que hubiera dado existencia a todas las criaturas vivientes de la Tierra era necedad para ellos. Por siglos los filósofos griegos habían enseñado que la vida se había generado espontáneamente, y entonces, por la casualidad o probabilidad, a través de largos períodos de tiempo, cambió y evolucionó hacia lo superior por medio de la selección natural y la supervivencia del más apto. The Encyclopedia Americana, tomo 10, página 606, dice:
“Los griegos, tomados en conjunto, sugerían de modo más o menos rudo la idea del desarrollo gradual de los organismos, la idea de la eliminación de errores en la producción, y por lo tanto la idea de la supervivencia del más apto, la idea de la adaptación de las partes o la adecuación de ciertas estructuras a ciertos fines, la idea de diseño inteligente que funcionaba constantemente en la naturaleza, así como también la idea de que la naturaleza estaba siendo controlada por el funcionamiento de causas naturales que en el principio se debieron a las leyes de la probabilidad.”
7. ¿Qué enseñanzas de (a) Anaximandro (b) Anaxágoras (c) Empédocles y (d) Aristóteles muestran que la evolución no es una teoría moderna?
7 Haciéndose más específico, el filósofo griego Anaximandro, del siglo sexto a. de la E.C., enseñó lo siguiente:
“Los organismos vivientes surgieron por etapas graduales desde la humedad original; los animales terrestres eran al principio peces, y solo porque la tierra se secó adquirieron su forma actual. El hombre también fue una vez un pez; en su aparición primigenia no pudiera haber nacido como ahora, porque hubiera sido demasiado impotente para conseguir su alimento, y hubiera sido destruido.”d
Acerca de la enseñanza de Anaxágoras (siglo quinto a. de la E.C.), leemos:
“Todos los organismos se generaron originalmente de la tierra, la humedad y el calor, y después de eso, unos de otros. El hombre se ha desarrollado hasta más allá de los demás animales debido a que su postura erecta libró sus manos para prender las cosas.”e
De Empédocles, leemos:
“Empédocles (493-435 a. de la E.C.), por ejemplo, a quien se ha llamado ‘el padre de la idea de la evolución,’ creía en la generación espontánea como la explicación del origen de la vida, y creía que las diferentes formas de vida no se habían producido simultáneamente. La vida vegetal vino primero y la vida animal solo después de una larga serie de ensayos, pero el origen de los organismos fue un proceso muy gradual. [Aquí se mencionan las muchos monstruosidades que se produjeron.] Pero los productos anormales pronto se extinguieron debido a que no podían propagarse. Después de la extinción de estos monstruos surgieron otras formas que pudieron mantenerse vivas y multiplicarse. Así, si uno quiere, uno puede ver en las ideas de Empédocles el germen de la teoría de la supervivencia del más apto, o la selección natural.”f
El famoso filósofo Aristóteles (384-322 a. de la E.C.), escribió:
“La naturaleza procede poco a poco desde las cosas inanimadas a la vida animal de tal manera que es imposible determinar con exactitud la línea que separa entre unas y otras. . . . Así, después de las cosas inanimadas en la escala ascendente viene el género de las plantas . . . En las plantas hay una escala de ascenso continua hacia el animal. . . . Y así por toda la escala animal hay una diferenciación graduada. . . . La uña es lo análogo a la garra, la mano a la pinza del cangrejo, la pluma a la escama del pez.”g
CEGADOS POR SU PROPIA SABIDURÍA
8. ¿Qué sabiduría de los judíos y los griegos los cegaba a la sabiduría de Dios?
8 Tanto la sabiduría de los escribas judíos como la de los filósofos griegos los cegaba a la sabiduría de Dios, Cristo fijado en el madero. Pablo escribió: “Ya que, en la sabiduría de Dios, el mundo por medio de su sabiduría no llegó a conocer a Dios, tuvo a bien Dios salvar por medio de la necedad de lo que se predica a los que creen.” Esta predicación era necedad para los judíos. Su sabiduría les enseñaba que serían salvados por las obras de la Ley, por medio de dar limosnas y por el mérito de sus antepasados, especialmente Abrahán. ¡Además, ellos no querían a ningún Mesías débil que permitiera que lo clavaran a un madero! La predicación era también necedad para los griegos. Ellos no necesitaban a ningún judío que muriera como un criminal despreciado para salvarlos... ¡ellos tenían almas inmortales que nunca iban a morir!—1 Cor. 1:21.
9. (a) ¿Qué no estaba dispuesto a hacer Pablo para que su predicación fuera más aceptable? (b) ¿Qué previeron tanto Pablo como Pedro, y qué hicieron acerca de ello?
9 Por eso Pablo escribió su advertencia a la congregación cristiana que se hallaba en Corinto. La sabiduría humana, fuera la de los escribas judíos con sus intrincaciones legalistas de la tradición oral, o la de los filósofos griegos con sus polémicas elocuentes y sofisterías, haría que el madero de tormento de Cristo les fuera inútil si los persuadía aquella sabiduría. Pablo no iba a adulterar la palabra de Dios para hacerla más apetitosa a los cristianos judíos o griegos que querían introducir sus creencias anteriores. Él no iba a ‘aguarla’ con aquellas impurezas para que fuera más aceptable a un mundo cuya sabiduría era necedad para Dios. (2 Cor. 2:17; 4:2; 11:13) Tanto el apóstol Pablo como el apóstol Pedro previeron que llegaría el tiempo en que falsas enseñanzas procedentes de fuentes tanto judías como gentiles contaminarían la verdad de Cristo fijado en el madero, y dieron advertencias:
Hechos 20:29, 30: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí.”
2 Tim. 4:3, 4: “Habrá un período de tiempo en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad, siendo que serán desviados a cuentos falsos.”
2 Ped. 2:1: “Sin embargo, llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada.”
10. ¿Qué prueba que sus advertencias no eran alarmas falsas?
10 La historia posterior confirma que las advertencias de los apóstoles tuvieron buen fundamento. The Encyclopædia Britannica (edición de 1976) declara: “Desde mediados del siglo segundo d. de J.C., los cristianos que tenían algún entendimiento en la filosofía griega empezaron a sentir la necesidad de expresar su fe en los términos de ésta, tanto para su propia satisfacción intelectual como para convertir a los paganos educados.” Además, The New Schaff-Herzog Encyclopedia of Religious Knowledge (una enciclopedia religiosa) señala: “Muchos de los cristianos primitivos, a su vez, hallaron atracciones especiales en las doctrinas de Platón, y las emplearon como armas en la defensa y extensión del cristianismo, o amoldaron las verdades del cristianismo en un molde platónico.”
11. ¿Qué hechos muestran que la mayoría de las iglesias de la cristiandad hoy han pasado por alto las advertencias de Pablo y Pedro?
11 Poco ha cambiado esto hasta nuestro día. La gran mayoría de las iglesias de la cristiandad todavía enseñan doctrinas como las de la inmortalidad del alma, la Trinidad y otras, que se infiltraron en el cristianismo apóstata desde el segundo siglo E.C. con la filosofía griega como procedencia. Los griegos, a su vez, las adquirieron de culturas más antiguas, porque estas doctrinas se remontan en el pasado lejano hasta las religiones egipcias y babilónicas. Hoy día muchas religiones están enseñando también que Dios creó por medio de la evolución, pensando que así modernizan sus doctrinas, pero en realidad abrazan el error de la filosofía griega. Éstas ponen a un lado la verdad bíblica de que Jehová Dios creó la vida en la Tierra, de que la vida se reproduce “según su género,” de que Jehová es desde la eternidad y es todopoderoso y de que Cristo Jesús es su Hijo que tuvo un principio y está sujeto a él. Y algunos, como los judíos del primer siglo, ya no ven a Jesús como un rescate por medio del cual la humanidad obediente pueda adquirir vida eterna.
12. ¿Cómo responden millones de cristianos fieles hoy al mensaje de Pablo a la congregación corintia?
12 Felizmente, para millones de personas en la Tierra hoy esta sabiduría religiosa y filosófica que ve a Cristo fijado en el madero como necio y débil es en sí misma necedad vacía. Ellas responden a la declaración de Pablo a la congregación cristiana de Corinto, a saber: “Cristo el poder de Dios y la sabiduría de Dios. Porque una cosa necia de Dios es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios es más fuerte que los hombres.” Levantan este clamor en toda la Tierra para todos los que buscan la sabiduría que da vida: ‘¡CRISTO FIJADO EN EL MADERO, EL PODER DE DIOS! ¡CRISTO FIJADO EN EL MADERO, LA SABIDURÍA DE DIOS!’—1 Cor. 1:24, 25.
[Notas]
a The Story of Civilization, Parte II, pág. 137.
b Ibid, pág. 165.
c Así se declara muchas veces en Fedón, de Platón.
d The Story of Civilization, Parte II, pág. 139.
e Ibid, pág. 340.
f The Encyclopedia Americana, tomo 10, pág. 606.
g History of Animals (Historia de los animales) de Aristóteles, viii, I; i. I.
[Ilustración de la página 24]
Cuando Pablo habló sobre la resurrección a unos filósofos atenienses, algunos se burlaron, pero otros le creyeron
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El Sermón del Monte... Evitando el adulterio y el divorcioLa Atalaya 1978 | 1 de octubre
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El Sermón del Monte... Evitando el adulterio y el divorcio
DESPUÉS de considerar lo mortífero de la cólera prolongada, Jesús dirigió su atención al séptimo de los Diez Mandamientos, y dijo: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio.’”—Mat. 5:27; Éxo. 20:14; Deu. 5:18.
Bajo la ley de Dios la pena que se imponía por el adulterio era grave... muerte para las dos partes culpables. Esto aplicaba hasta a una mujer comprometida que tuviera relaciones con un hombre que no fuera su prometido.—Deu. 22:22-24.
Sin embargo, los comentarios de Jesús fueron más allá de solo prohibir el acto de adulterio. “Yo les digo,” declaró él, “que todo el que [es decir, todo casado que] sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.” (Mat. 5:28) En otra ocasión, también, Jesús relacionó el adulterio con los deseos inmorales del corazón de la persona: “De dentro, del corazón de los hombres,” dijo él, “proceden razonamientos perjudiciales: . . . adulterios.” (Mar. 7:21, 22) Esto se puede ver por la experiencia de David, quien miró a la esposa de otro hombre y fue afectado emocionalmente por esto, lo cual lo condujo a la comisión de adulterio.—2 Sam. 11:2-4.
Jesús no está hablando aquí acerca de algún pensamiento inmoral que le venga a veces a alguien y que sea despedido de la mente con rapidez por esa persona. Más bien, está considerando la situación en que un hombre “sigue mirando” a una mujer y cultiva un deseo lascivo por ella. Dios, quien “ve lo que es el corazón,” sabe que un hombre casado que tiene el deseo pleno de cometer adulterio lo hace si se le presenta la oportunidad. (1 Sam. 16:7) Dios ve el acto como cometido ya “en su corazón,” el centro o asiento de los afectos, deseos y la motivación.
¿Cómo puede protegerse un individuo de cometer adulterio? Usando lenguaje
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